RONDA 9.15 DEL PISADOR CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA. RECUERDEN, ES MIÉRCOLES.

Zzzz escribió:Estaba precioso Pippo, pero deberías ir actualizando, que debe de ser de lo menos veinte años, ahora con el poso del tiempo, las canas y las arrugas debe tener un aspecto de lo más interesante.

Toro escribió:

Zzzz escribió:Estaba precioso Pippo, pero deberías ir actualizando, que debe de ser de lo menos veinte años, ahora con el poso del tiempo, las canas y las arrugas debe tener un aspecto de lo más interesante.

Morsa eh!.... me lo he imaginado húmedo y con bigote punzante de los que pinchan...

DON escribió:Pisó un silbido

Esmeralda escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Para el siguiente Veladúo nos hacemos una versión de esto

DON escribió:

Esmeralda escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Para el siguiente Veladúo nos hacemos una versión de esto

Es un inesperado calipso tirolés. Pero tenga usted en cuenta que la voz canora la lleva un abeto de felpa.

Eduardo Montenegro escribió:

DON escribió:

Esmeralda escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Para el siguiente Veladúo nos hacemos una versión de esto

Es un inesperado calipso tirolés. Pero tenga usted en cuenta que la voz canora la lleva un abeto de felpa.

Temazo!!        

Yo me animo a hacer el "cucú". Falta alguien que silbe, lo de cantar mal, raro y sin que se entienda ya lo hace Esme. Éxito asegurado.

DON escribió:Pisó un silbido

Zzzz escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Tal vez os lo habré contado ya, pero este maravilloso tema musical me recuerda aquel día que con un amigo (que intento captar para el Azkena al menos) fuimos a coger tomates.

Teníamos como dieciséis años o así y nos dieron un soplo de que si nos íbamos a la plaza de no sé qué pueblo a esperar temprano aparecería un tipo con un lanrover en busca de braceros para recoger tomates. Así fue, nos llevó su padre al punto de encuentro y nos dejó entre varios hombres curtidos que confirmaron tal punto hasta que apareció el capataz y nos montaron en el vehículo. Pasamos media jornada y abandonamos dejando nuestra recolección a unas muchachas que querían sacarse dinero para ir a ver a Mecano o para unos vaqueros o algo así.

Hasta aquí la cosa no tiene gracia. La gracia está en que mi madre, protectora, angustiada y angustiosa insistió en que debía ir provisto para la ocasión. Debería llevar un cuchillo para cortar la mata y un sombrero para no insolarme. Tenía razón en el fondo, que no en la forma. Sólo se me ocurrió llevarme un machete que tenía por casa (creo que era un souvenir de mi padre) y mi madre insistió especialmente en lo del sombrero, pero como no tenía ninguna gorra de John Deeree o similar insistió e insistió en que me llevase cualquier cosa. Y esa cualquier cosa era un sombrero de tirolés que compró, también de souvenir, en un viaje Austria. Con pluma y todo. Me negué en redondo y me arrepiento, porque puestos a hacer el ridículo, mejor ir con todo. Del machete ya hubo numerosas coñas entre los currelas: «Tú has cogido eso no para los tomates, sino para darnos el palo cuando cobremos», «¿Dónde vas, Curro Jiménez?», etc.

Y de vuelta para casa, que el trabajo no estaba hecho para nosotros, con olor a tomate podrido nos recogió a duras penas un autobús. A mí, medio insolado, por no llevar el sombrero tirolés. No parecía en aquel momento un día del que sacar pecho, pero como pasa muchas veces con estas cosas, la anécdota, el recuerdo y la fantasía de lo que hubiese pasado si hubiese aparecido con el sombrero tirolés pagan con creces nuestro fracaso.

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Tal vez os lo habré contado ya, pero este maravilloso tema musical me recuerda aquel día que con un amigo (que intento captar para el Azkena al menos) fuimos a coger tomates.

Teníamos como dieciséis años o así y nos dieron un soplo de que si nos íbamos a la plaza de no sé qué pueblo a esperar temprano aparecería un tipo con un lanrover en busca de braceros para recoger tomates. Así fue, nos llevó su padre al punto de encuentro y nos dejó entre varios hombres curtidos que confirmaron tal punto hasta que apareció el capataz y nos montaron en el vehículo. Pasamos media jornada y abandonamos dejando nuestra recolección a unas muchachas que querían sacarse dinero para ir a ver a Mecano o para unos vaqueros o algo así.

Hasta aquí la cosa no tiene gracia. La gracia está en que mi madre, protectora, angustiada y angustiosa insistió en que debía ir provisto para la ocasión. Debería llevar un cuchillo para cortar la mata y un sombrero para no insolarme. Tenía razón en el fondo, que no en la forma. Sólo se me ocurrió llevarme un machete que tenía por casa (creo que era un souvenir de mi padre) y mi madre insistió especialmente en lo del sombrero, pero como no tenía ninguna gorra de John Deeree o similar insistió e insistió en que me llevase cualquier cosa. Y esa cualquier cosa era un sombrero de tirolés que compró, también de souvenir, en un viaje Austria. Con pluma y todo. Me negué en redondo y me arrepiento, porque puestos a hacer el ridículo, mejor ir con todo. Del machete ya hubo numerosas coñas entre los currelas: «Tú has cogido eso no para los tomates, sino para darnos el palo cuando cobremos», «¿Dónde vas, Curro Jiménez?», etc.

Y de vuelta para casa, que el trabajo no estaba hecho para nosotros, con olor a tomate podrido nos recogió a duras penas un autobús. A mí, medio insolado, por no llevar el sombrero tirolés. No parecía en aquel momento un día del que sacar pecho, pero como pasa muchas veces con estas cosas, la anécdota, el recuerdo y la fantasía de lo que hubiese pasado si hubiese aparecido con el sombrero tirolés pagan con creces nuestro fracaso.

Un gorro tirolès favorece a cualquiera. Es muy de fondo de armario.

Zzzz escribió:

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Tal vez os lo habré contado ya, pero este maravilloso tema musical me recuerda aquel día que con un amigo (que intento captar para el Azkena al menos) fuimos a coger tomates.

Teníamos como dieciséis años o así y nos dieron un soplo de que si nos íbamos a la plaza de no sé qué pueblo a esperar temprano aparecería un tipo con un lanrover en busca de braceros para recoger tomates. Así fue, nos llevó su padre al punto de encuentro y nos dejó entre varios hombres curtidos que confirmaron tal punto hasta que apareció el capataz y nos montaron en el vehículo. Pasamos media jornada y abandonamos dejando nuestra recolección a unas muchachas que querían sacarse dinero para ir a ver a Mecano o para unos vaqueros o algo así.

Hasta aquí la cosa no tiene gracia. La gracia está en que mi madre, protectora, angustiada y angustiosa insistió en que debía ir provisto para la ocasión. Debería llevar un cuchillo para cortar la mata y un sombrero para no insolarme. Tenía razón en el fondo, que no en la forma. Sólo se me ocurrió llevarme un machete que tenía por casa (creo que era un souvenir de mi padre) y mi madre insistió especialmente en lo del sombrero, pero como no tenía ninguna gorra de John Deeree o similar insistió e insistió en que me llevase cualquier cosa. Y esa cualquier cosa era un sombrero de tirolés que compró, también de souvenir, en un viaje Austria. Con pluma y todo. Me negué en redondo y me arrepiento, porque puestos a hacer el ridículo, mejor ir con todo. Del machete ya hubo numerosas coñas entre los currelas: «Tú has cogido eso no para los tomates, sino para darnos el palo cuando cobremos», «¿Dónde vas, Curro Jiménez?», etc.

Y de vuelta para casa, que el trabajo no estaba hecho para nosotros, con olor a tomate podrido nos recogió a duras penas un autobús. A mí, medio insolado, por no llevar el sombrero tirolés. No parecía en aquel momento un día del que sacar pecho, pero como pasa muchas veces con estas cosas, la anécdota, el recuerdo y la fantasía de lo que hubiese pasado si hubiese aparecido con el sombrero tirolés pagan con creces nuestro fracaso.

Un gorro tirolès favorece a cualquiera. Es muy de fondo de armario.

¿Me lo debería llevar al Azkena?

Gae_Bolg escribió:Menos mal que no he mandado el relato a concurso, porque acabo de ver que es negropoeta.

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Tal vez os lo habré contado ya, pero este maravilloso tema musical me recuerda aquel día que con un amigo (que intento captar para el Azkena al menos) fuimos a coger tomates.

Teníamos como dieciséis años o así y nos dieron un soplo de que si nos íbamos a la plaza de no sé qué pueblo a esperar temprano aparecería un tipo con un lanrover en busca de braceros para recoger tomates. Así fue, nos llevó su padre al punto de encuentro y nos dejó entre varios hombres curtidos que confirmaron tal punto hasta que apareció el capataz y nos montaron en el vehículo. Pasamos media jornada y abandonamos dejando nuestra recolección a unas muchachas que querían sacarse dinero para ir a ver a Mecano o para unos vaqueros o algo así.

Hasta aquí la cosa no tiene gracia. La gracia está en que mi madre, protectora, angustiada y angustiosa insistió en que debía ir provisto para la ocasión. Debería llevar un cuchillo para cortar la mata y un sombrero para no insolarme. Tenía razón en el fondo, que no en la forma. Sólo se me ocurrió llevarme un machete que tenía por casa (creo que era un souvenir de mi padre) y mi madre insistió especialmente en lo del sombrero, pero como no tenía ninguna gorra de John Deeree o similar insistió e insistió en que me llevase cualquier cosa. Y esa cualquier cosa era un sombrero de tirolés que compró, también de souvenir, en un viaje Austria. Con pluma y todo. Me negué en redondo y me arrepiento, porque puestos a hacer el ridículo, mejor ir con todo. Del machete ya hubo numerosas coñas entre los currelas: «Tú has cogido eso no para los tomates, sino para darnos el palo cuando cobremos», «¿Dónde vas, Curro Jiménez?», etc.

Y de vuelta para casa, que el trabajo no estaba hecho para nosotros, con olor a tomate podrido nos recogió a duras penas un autobús. A mí, medio insolado, por no llevar el sombrero tirolés. No parecía en aquel momento un día del que sacar pecho, pero como pasa muchas veces con estas cosas, la anécdota, el recuerdo y la fantasía de lo que hubiese pasado si hubiese aparecido con el sombrero tirolés pagan con creces nuestro fracaso.

Un gorro tirolès favorece a cualquiera. Es muy de fondo de armario.

¿Me lo debería llevar al Azkena?

Si lo llevas este año que viene me apunto

Nomeko7 escribió:

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Tal vez os lo habré contado ya, pero este maravilloso tema musical me recuerda aquel día que con un amigo (que intento captar para el Azkena al menos) fuimos a coger tomates.

Teníamos como dieciséis años o así y nos dieron un soplo de que si nos íbamos a la plaza de no sé qué pueblo a esperar temprano aparecería un tipo con un lanrover en busca de braceros para recoger tomates. Así fue, nos llevó su padre al punto de encuentro y nos dejó entre varios hombres curtidos que confirmaron tal punto hasta que apareció el capataz y nos montaron en el vehículo. Pasamos media jornada y abandonamos dejando nuestra recolección a unas muchachas que querían sacarse dinero para ir a ver a Mecano o para unos vaqueros o algo así.

Hasta aquí la cosa no tiene gracia. La gracia está en que mi madre, protectora, angustiada y angustiosa insistió en que debía ir provisto para la ocasión. Debería llevar un cuchillo para cortar la mata y un sombrero para no insolarme. Tenía razón en el fondo, que no en la forma. Sólo se me ocurrió llevarme un machete que tenía por casa (creo que era un souvenir de mi padre) y mi madre insistió especialmente en lo del sombrero, pero como no tenía ninguna gorra de John Deeree o similar insistió e insistió en que me llevase cualquier cosa. Y esa cualquier cosa era un sombrero de tirolés que compró, también de souvenir, en un viaje Austria. Con pluma y todo. Me negué en redondo y me arrepiento, porque puestos a hacer el ridículo, mejor ir con todo. Del machete ya hubo numerosas coñas entre los currelas: «Tú has cogido eso no para los tomates, sino para darnos el palo cuando cobremos», «¿Dónde vas, Curro Jiménez?», etc.

Y de vuelta para casa, que el trabajo no estaba hecho para nosotros, con olor a tomate podrido nos recogió a duras penas un autobús. A mí, medio insolado, por no llevar el sombrero tirolés. No parecía en aquel momento un día del que sacar pecho, pero como pasa muchas veces con estas cosas, la anécdota, el recuerdo y la fantasía de lo que hubiese pasado si hubiese aparecido con el sombrero tirolés pagan con creces nuestro fracaso.

Un gorro tirolès favorece a cualquiera. Es muy de fondo de armario.

¿Me lo debería llevar al Azkena?

Si lo llevas este año que viene me apunto

Una gorra de la Caja Rural de Toledo, copón.

Nomeko7 escribió:

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Tal vez os lo habré contado ya, pero este maravilloso tema musical me recuerda aquel día que con un amigo (que intento captar para el Azkena al menos) fuimos a coger tomates.

Teníamos como dieciséis años o así y nos dieron un soplo de que si nos íbamos a la plaza de no sé qué pueblo a esperar temprano aparecería un tipo con un lanrover en busca de braceros para recoger tomates. Así fue, nos llevó su padre al punto de encuentro y nos dejó entre varios hombres curtidos que confirmaron tal punto hasta que apareció el capataz y nos montaron en el vehículo. Pasamos media jornada y abandonamos dejando nuestra recolección a unas muchachas que querían sacarse dinero para ir a ver a Mecano o para unos vaqueros o algo así.

Hasta aquí la cosa no tiene gracia. La gracia está en que mi madre, protectora, angustiada y angustiosa insistió en que debía ir provisto para la ocasión. Debería llevar un cuchillo para cortar la mata y un sombrero para no insolarme. Tenía razón en el fondo, que no en la forma. Sólo se me ocurrió llevarme un machete que tenía por casa (creo que era un souvenir de mi padre) y mi madre insistió especialmente en lo del sombrero, pero como no tenía ninguna gorra de John Deeree o similar insistió e insistió en que me llevase cualquier cosa. Y esa cualquier cosa era un sombrero de tirolés que compró, también de souvenir, en un viaje Austria. Con pluma y todo. Me negué en redondo y me arrepiento, porque puestos a hacer el ridículo, mejor ir con todo. Del machete ya hubo numerosas coñas entre los currelas: «Tú has cogido eso no para los tomates, sino para darnos el palo cuando cobremos», «¿Dónde vas, Curro Jiménez?», etc.

Y de vuelta para casa, que el trabajo no estaba hecho para nosotros, con olor a tomate podrido nos recogió a duras penas un autobús. A mí, medio insolado, por no llevar el sombrero tirolés. No parecía en aquel momento un día del que sacar pecho, pero como pasa muchas veces con estas cosas, la anécdota, el recuerdo y la fantasía de lo que hubiese pasado si hubiese aparecido con el sombrero tirolés pagan con creces nuestro fracaso.

Un gorro tirolès favorece a cualquiera. Es muy de fondo de armario.

¿Me lo debería llevar al Azkena?

Si lo llevas este año que viene me apunto

Una gorra de la Caja Rural de Toledo, copón.

Esmeralda escribió:

Nomeko7 escribió:

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

LeChaperonRouge escribió:

Zzzz escribió:

DON escribió:Pisó un silbido

Tal vez os lo habré contado ya, pero este maravilloso tema musical me recuerda aquel día que con un amigo (que intento captar para el Azkena al menos) fuimos a coger tomates.

Teníamos como dieciséis años o así y nos dieron un soplo de que si nos íbamos a la plaza de no sé qué pueblo a esperar temprano aparecería un tipo con un lanrover en busca de braceros para recoger tomates. Así fue, nos llevó su padre al punto de encuentro y nos dejó entre varios hombres curtidos que confirmaron tal punto hasta que apareció el capataz y nos montaron en el vehículo. Pasamos media jornada y abandonamos dejando nuestra recolección a unas muchachas que querían sacarse dinero para ir a ver a Mecano o para unos vaqueros o algo así.

Hasta aquí la cosa no tiene gracia. La gracia está en que mi madre, protectora, angustiada y angustiosa insistió en que debía ir provisto para la ocasión. Debería llevar un cuchillo para cortar la mata y un sombrero para no insolarme. Tenía razón en el fondo, que no en la forma. Sólo se me ocurrió llevarme un machete que tenía por casa (creo que era un souvenir de mi padre) y mi madre insistió especialmente en lo del sombrero, pero como no tenía ninguna gorra de John Deeree o similar insistió e insistió en que me llevase cualquier cosa. Y esa cualquier cosa era un sombrero de tirolés que compró, también de souvenir, en un viaje Austria. Con pluma y todo. Me negué en redondo y me arrepiento, porque puestos a hacer el ridículo, mejor ir con todo. Del machete ya hubo numerosas coñas entre los currelas: «Tú has cogido eso no para los tomates, sino para darnos el palo cuando cobremos», «¿Dónde vas, Curro Jiménez?», etc.

Y de vuelta para casa, que el trabajo no estaba hecho para nosotros, con olor a tomate podrido nos recogió a duras penas un autobús. A mí, medio insolado, por no llevar el sombrero tirolés. No parecía en aquel momento un día del que sacar pecho, pero como pasa muchas veces con estas cosas, la anécdota, el recuerdo y la fantasía de lo que hubiese pasado si hubiese aparecido con el sombrero tirolés pagan con creces nuestro fracaso.

Un gorro tirolès favorece a cualquiera. Es muy de fondo de armario.

¿Me lo debería llevar al Azkena?

Si lo llevas este año que viene me apunto

Una gorra de la Caja Rural de Toledo, copón.

Llévalo al Azkena

Eduardo Montenegro escribió:Los astures llevamos montera picona.

Es lo mismo, pero no es igual.

Zzzz escribió:Se quejará Montenegro.

Nomeko7 escribió:Yo estuve en una cata de leche. Fue en la cafetería Van Gogh, me pillaron al salir del gimnasio, el holiday gym de moncloa. En esa cafetería se planeó hace mucho tiempo la Operación Galaxia, porque se llamaba así la cafetería. Ahora hay un Taco Bell...

Nomeko7 escribió:Se parece más Jude a Zizou que cualquiera de sus hijos.

m señor escribió:

Nomeko7 escribió:Se parece más Jude a Zizou que cualquiera de sus hijos.

Qué maravilla de cambio de tema....

m

Zzzz escribió:

Nomeko7 escribió:Yo estuve en una cata de leche. Fue en la cafetería Van Gogh, me pillaron al salir del gimnasio, el holiday gym de moncloa. En esa cafetería se planeó hace mucho tiempo la Operación Galaxia, porque se llamaba así la cafetería. Ahora hay un Taco Bell...

Una cata de leche al salir del gimnasio suena ciertamente prometedor.

¿La cafetería esa no estaba por Moncloa? Recuerdo una por allí de aires retro-moderno-trasnochados.

Zzzz escribió:

m señor escribió:

Nomeko7 escribió:Se parece más Jude a Zizou que cualquiera de sus hijos.

Qué maravilla de cambio de tema....

m

Está Nomeko sintonizando dos canales a la vez y se han cruzado. A ver si en el otro hilo pone algún relato por error y nos hace un poco de publi.

DON escribió:

Zzzz escribió:Se quejará Montenegro.

Zzzz escribió:El otro día me acordé de usted, Don. Me metí en ese sitio infecto llamado centro comercial y dentro, en otro más infecto llamado Primark. Hacía tiempo mientras mi mujer y mi hija andaban cambiando unas cosas y me entretuve mirando los trajes de tergal y las camisetas. Me dieron tentaciones de llevarme esta, de una serie de la que somos mutuos admiradores. La verdad es que es preciosa, total por ocho euros me la tenía que haber comprado y dar que hablar.

DON escribió:

Zzzz escribió:El otro día me acordé de usted, Don. Me metí en ese sitio infecto llamado centro comercial y dentro, en otro más infecto llamado Primark. Hacía tiempo mientras mi mujer y mi hija andaban cambiando unas cosas y me entretuve mirando los trajes de tergal y las camisetas. Me dieron tentaciones de llevarme esta, de una serie de la que somos mutuos admiradores. La verdad es que es preciosa, total por ocho euros me la tenía que haber comprado y dar que hablar.

Yo la habría comprado. Un par de ellas, de hecho. Hermosassss, que diría Forges.

Zzzz escribió:El otro día me acordé de usted, Don. Me metí en ese sitio infecto llamado centro comercial y dentro, en otro más infecto llamado Primark. Hacía tiempo mientras mi mujer y mi hija andaban cambiando unas cosas y me entretuve mirando los trajes de tergal y las camisetas. Me dieron tentaciones de llevarme esta, de una serie de la que somos mutuos admiradores. La verdad es que es preciosa, total por ocho euros me la tenía que haber comprado y dar que hablar.