RONDA 9.33 DEL LIBERADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DE FOROAZKENA

Zorionak Toro!!!

Felicidades, Toro.

RegSound escribió:Felicidades, señor Toro! Se le quiere

¿Cumpleaños, ascenso, campeonato de dominó?

Sea lo que sea, felicidades al gran Toro.

Muchas gracias a todos, familia!!

Toro. ¡Felicidades!
Un abrazo.

¡Felicidades, becerrillo!

Muchas gracias!!!

Toro

Felicidades

Tengo cosas en el horno

2.- 1009

Cuando salió de la cárcel lo hizo con los ojos abiertos. Fríos. Azulados. Sin vida. No fueron capaces de cerrárselos. Esos faros cerúleos como el océano se resistieron a apagarse. Miguel quería observar a los carceleros que le habían visto enfermar sin mostrar un ápice de compasión. Tosió una última vez con los barrotes como testigos principales. Sus ojos exánimes querían retener las caras de sus verdugos. Para no olvidar, para que la tierra que le abrazaría toda una eternidad en el agujero número mil nueve conociese su historia. Esas pupilas que hace tiempo habían latido por Josefina, ahora albergarían en asistolia la tristeza de una vida que no sería. Orihuela se quedaba huérfana de sus ojos y manos; pero sus textos permanecerán.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.

Y en torno de los cuerpos

elevará la sábana

su intensa enredadera

nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.

Miguel Hernández

3.- Nacido bajo un mal signo

Cuando salí de la cárcel estaba decidido a convertirme en un hombre de provecho. Las primeras semanas fueron difíciles, trabajando de sol a sol en trabajos duros y poco remunerados, pero la sensación de libertad me ayudaba a llevarlo con estoicismo. Una noche después de bañarme observé con terror que mis tatuajes se estaban diluyendo como gotas de tinta en el agua. En los días siguientes mutaron a una especie de rostros fantasmagóricos; una semana después no tuve dudas: llevaba sobre mi piel tatuados a los dos hombres que muchos años atrás había mandado a la tumba. Intenté seguir adelante, pero los recuerdos y la culpa me estaban haciendo enloquecer. Tras pasar una noche en vela me senté en la cama y saqué del cajón la glock que había comprado la tarde antes a un compañero de trabajo, quite el seguro y coloqué el cañón en mi sien. Cuando las lágrimas afloraron en mi rostro me levanté, guardé la pistola en mi bolsillo trasero y me dirigí a la joyería de la esquina.

Hay esperanza. Tres relatos.

ZORIONAK, TORETE!!!

salakov escribió:ZORIONAK, TORETE!!!    

¡Quién cumpliera su edad!

Torete es un chaval, no sale de la cárcel, sale del reformatorio.

Zenkiusssssssssssssssssssssssssss!!



Y a Montenegro por los halagos, pero hay que decir que son justos, los 45 me han sentado de maravilla, parece que hubiera cumplido 44

Felicidades!

Felicidades, Toro!

Muchas felicidades amigo Toro, no te mueras nunca

Toro escribió:Zenkiusssssssssssssssssssssssssss!!

 

Y a Montenegro por los halagos, pero hay que decir que son justos, los 45 me han sentado de maravilla, parece que hubiera cumplido 44

¡Si somos de la quinta!

Aurora escribió:

Toro escribió:Zenkiusssssssssssssssssssssssssss!!

 

Y a Montenegro por los halagos, pero hay que decir que son justos, los 45 me han sentado de maravilla, parece que hubiera cumplido 44

¡Si somos de la quinta!

¡¡qué jóvenes sois!!

Felicidades Toro.

Te debo una jarra....

m

Graciaaaaaaaas a todos! Que maravilla de rincon me teneis aqui reservado siempre!!

PD: la jarra como tarde te la arranco de la mano en Pucela

m señor escribió:

Aurora escribió:

Toro escribió:Zenkiusssssssssssssssssssssssssss!!

 

Y a Montenegro por los halagos, pero hay que decir que son justos, los 45 me han sentado de maravilla, parece que hubiera cumplido 44

¡Si somos de la quinta!

¡¡qué jóvenes sois!!

Felicidades Toro.

Te debo una jarra....

m

Tú también eres de la quinta, señor m.

¡De la quinta del Buitre!

****

Hay pocos relatos pero sí contamos las palabras lo mismo no sale tan mal la media.

LeChaperon, mira en qué se convierten los asturianos a los 42 años.

¡Huye ahora que todavía estás a tiempo!

salakov escribió:LeChaperon, mira en qué se convierten los asturianos a los 42 años.

¡Huye ahora que todavía estás a tiempo!

Voy a esperar a que cumpla 30 y después como Leonardo DiCaprio me echaré uno de 25 asturiano también.

LeChaperonRouge escribió:

salakov escribió:LeChaperon, mira en qué se convierten los asturianos a los 42 años.

¡Huye ahora que todavía estás a tiempo!

Voy a esperar a que cumpla 30 y después como Leonardo DiCaprio me echaré uno de 25 asturiano también.

LeChape, nuestra gurú

LeChaperonRouge escribió:

salakov escribió:LeChaperon, mira en qué se convierten los asturianos a los 42 años.

¡Huye ahora que todavía estás a tiempo!

Voy a esperar a que cumpla 30 y después como Leonardo DiCaprio me echaré uno de 25 asturiano también.

Mi hijo los cumple este verano, y yo sería un suegro majísimo. Podemos emparentar y crear el mayor holding microrrelatil del país, seríamos la liga de la justicia de las 150 palabras. Piénsatelo.

Dos relatos más

5.- A todo cerdo le llega su San Martín

Cuando salió de la cárcel ya había decidido que quería volver lo antes posible. Esta vez seguramente lo condenaran a prisión permanente revisable pero le daba igual. Ya había planificado su siguiente asesinato. Había cumplido condena por los dos anteriores pero seguían existiendo personas que merecían morir.  Su primera víctima fue Fernando Jose Mayoral director de Sabores Naturales S.A. Se había merecido morir asesinado por producir comida de calidad infame para colegios y hospitales, y por haber hecho un expediente de regulación de empleo cuando su empresa estaba dando claras ganancias. La segunda victima fue Otilia Prada máxima accionista de Fabritex S.A. y responsable entre otras cosas del fallecimiento de cientos de trabajadores en el incendio de una de sus fabricas en Bangladés. Ahora le tocaba su turno a Paulino Castillo, dueño de Medisolutions S.A.

6.- Cero-cero

Cuando salió de la cárcel psíquica de Unvuru, se dirigió a por una cerveza. Durante su encierro, el comandante Slavetsky había añorado el dulce sabor de una cerveza sgardiana, una bien fría, oh, sí, con su espuma azul cobalto, quizá servida en una jarra de hueso. Pero en la ciudad asteroide de Sxxxxygrh183 todo era diferente a como recordaba. Los antiguos bares galácticos donde los piratas se emborrachaban tornaban ahora locales de diseño. La música country, casi siempre interpretada en directo, había sido sustituida por un nido de letras crípticas bajo sinfonías electrónicas. ¿Qué demonios era una motomami? Desconcertado, Slavetsky pidió una cerveza y se la sirvieron con sombrilla. Su sabor tampoco era como recordaba. Leyó la etiqueta: sin gluten, sin cebada, sin alcohol, ningún animal sgardiano sufrió durante su elaboración. «Maldita sea, ¿cuánto tiempo había estado encerrado?», lamentó Slavetsky y una lágrima —insípida, traslúcida, cero-cero— resbaló por su cara.

"Suegro majísimo".

Ese oxímoron.

7.- Hoy no tengo cuerpo para correr. ¿Y qué?

Cuando salí de la cárcel que era mi cuerpo empecé a vivir de verdad. La gente siente pena de mí, yo la siento por ellos. No se puede mover, dicen. Ahora es cuando puedo hacer lo que quiero, pienso.
El choque fue brutal, las lesiones me dejaron postrado sin posibilidad de moverme de cuello para abajo. Podía hablar, oír, ver, pensar. Y aprender a soñar, también pude.
Siempre viví sometido a leyes sobre las que no había podido opinar.
Odiaba la ley de la gravedad.
Mientras pude andar, me engañaba pensando que podía ir donde y como quisiera. Eso no me dejaba tiempo para experimentar, para soñar e imaginar.
Hoy puedo volar, no tengo más que imaginar y veo el mundo a vista de pájaro; puedo viajar en las profundidades del océano empujado por las grandes corrientes de agua —antes, a duras penas nadaba—, tengo todo tipo de habilidades que antes ni soñaba poder alcanzar.
Todo por haber salido de mi cuerpo, de mi cárcel.
Así, he aprendido a soñar despierto y a dedicarle a mis sueños todo el tiempo que antes no tenía.
Las nuevas tecnologías han convertido esas vivencias en algo indistinguible de la realidad, en un capítulo inédito de mi vida que tal vez algún día vosotros también podáis disfrutar.
Cuando salgáis de vuestra cárcel, no antes.

8.- Sin ir más lejos

Cuando salió de la cárcel respiró hondo y se fumó un cigarrillo apoyado en un árbol. Decían que sentiría un enorme alivio al mirar la inmensidad del cielo, emoción al pensar en el mañana… pero, como siempre, no había nada.

-¿Cree usted que merece salir? No

-¿Está arrepentido de lo que hizo? No

-¿Cree usted que ya no supone un riesgo para la sociedad? Sólo si no me tocan los cojones.

Por supuesto, no le dieron la condicional y no salió hasta cumplir la pena íntegra. Tampoco le importaba, allí tenía su espacio y nadie se le acercaba. Obviamente, quedaba descartado volver a su trabajo anterior como directivo… el asesinato con premeditación, alevosía y ensañamiento no quedaba bien en el currículo, pero se la traía al pairo. La gente no le importaba, de hecho solamente le había gustado una persona en toda su vida y habían ido a por ella…

Había calculado sus potenciales ingresos, dadas las circunstancias, y el coste de la vida… aunque no necesitaba mucho, si dentro lo tenía gratis, ¿por qué iba a luchar por ello fuera?

Hizo una búsqueda por Internet y encontró al cómplice del tío al que había matado… un puro trámite para poder volver a casa...

salakov escribió:"Suegro majísimo".

Ese oxímoron.

Las malas son ellas, especialmente para las nueras. Y para las Nurias y las nutrias.

Mi suegro es un santo. Sólo abre la boca para comer. Así está.

De suegro el gran Montenegro, todo ventajas.

Zzzz escribió:

salakov escribió:"Suegro majísimo".

Ese oxímoron.

Las malas son ellas, especialmente para las nueras. Y para las Nurias y las nutrias.

Mi suegro es un santo. Sólo abre la boca para comer. Así está.

Las Nurias son terribles.

Seguimos

9.- Johnny y Buster

Cuando salí de la cárcel, levanté la vista al cielo. El mismo y tan distinto al que había observado durante cinco largos años. En el autobús hacia Savannah recordé la última conversación con Buster. ¿Qué es lo primero que harás cuando salgas de esta ratonera, Johnny? Comerme un coño —estallamos en carcajadas—. Tal vez empiece con un buen filete y un trago, pero ten por seguro que el postre lo tomaré entre las piernas de una pelirroja. Los primeros meses recuperé el tiempo perdido. Bebí mucho y cuando no salía abrazando a una camarera, acababa buscando pendencia. Hasta aquella mañana en que me sentí cansado y terriblemente solo. Cómo me gustaría contarle todo a los chicos. ¿Por qué no? Un domingo acudí a la penitenciaria y solicité visita con Buster. —¡Johnny! —cómo sonrió al verme en el locutorio—. Demonios, ¿qué haces aquí? —Te echaba de menos —dije conteniendo las lágrimas.

10.- Fallo de sistema (HTTP ERROR 410 Gone)

Cuando salió de la CARCEL (Central autosostenible de Resucitación/Criogenización Europea y Libre) no sabía si reír o llorar. Por un lado, era consciente del milagro de haberse despertado en pleno año 2247, cuando en el año 2024 le habían dicho que la alternativa a morir era someterse a un largo invierno que duraría todo el tiempo necesario para poder curar su enfermedad extraña. Sin embargo, de haber podido, sus lacrimales aún no habían recobrado toda su vitalidad, hubiera llorado al ver que nada quedaba del planeta que él recordaba.

Caminó como un zombi hacia el acantilado que había junto a la central sin saber que ya había decidido renunciar a esa absurda prórroga artificial. Mientras caía, toda su vida pasó por delante, como si alguien le estuviera obligando a recordar unos momentos que ni siquiera sabía que eran suyos. Cuando abrió los ojos, respiró aliviado. Todo había sido una pesadilla.

11.- El susurro de Belial

Cuando salí de la cárcel entré al primer bar que encontré en mi camino. Sentado en la barra, un hombre al borde de las lágrimas contaba al camarero la situación tan comprometida a la que lo había arrastrado su socio en la empresa. Entre sorbo y sorbo de whisky enumeraba los miedos sobre su futuro, sus hijos y su pareja, su miedo a ver volatilizarse la vida que tanto amaba. Caminé hacia el servicio y al pasar a su lado le susurre al oído: —¿vas a permitir a un imbécil reírse de ti? Yo te ayudaré a darle una lección.
Cuando salí del servicio me subí a su coche. Apenas media hora más tarde, el hombre al que había acompañado miraba al infinito con la ropa ensangrentada. Las sirenas de la policía y de las ambulancias se reflejaban en el velo acuoso de sus ojos mientras repetía como un mantra: "Dios mío, ¿ qué he hecho?"
Nos llevaron a la cárcel en un furgón y tras toda la burocracia lo llevaron a una celda. Sin perder un instante crucé los muros de la prisión, me había llegado el rumor de que los tarados de heaven´s gate se reunían esa noche en el desierto. Tal vez podría divertirme un poco...

Va a ganar el Madrid.

salakov escribió:Mi película favorita.

Este hombre era tan guapo...

Moderno escribió:

Zzzz escribió:

salakov escribió:"Suegro majísimo".

Ese oxímoron.

Las malas son ellas, especialmente para las nueras. Y para las Nurias y las nutrias.

Mi suegro es un santo. Sólo abre la boca para comer. Así está.

Las Nurias son terribles.

Son muy malas las Silvias y las Cármenes. Y las Purificaciones y las Marías. Y las Mercedes, las Yurimas, las Asunciones y las Inmaculadas. Creo que no se me olvida ninguna.

Aurora escribió:Va a ganar el Madrid.

Olvídate del partido y haz lo que tienes que hacer.

Más micros.

LeChaperonRouge escribió:

salakov escribió:LeChaperon, mira en qué se convierten los asturianos a los 42 años.

¡Huye ahora que todavía estás a tiempo!

Voy a esperar a que cumpla 30 y después como Leonardo DiCaprio me echaré uno de 25 asturiano también.

Pero, vamos a ver... ¿aún no tienes ni 30 años?
Bueno, si ese tipo tiene 42 años, yo me conservo fenomenal.

12.- La vida por delante

Cuando salió de la cárcel tenía veinticuatro años, once mil pesetas, un título de graduado escolar y una frase de Dostoyevski tatuada a todo lo ancho de la espalda: La belleza salvará el mundo.
Como patrimonio personal, no ascendía a demasiado, pero, de alguna forma, el saberse poseedor de esas cosas le hacía encarar el futuro con cierto optimismo.
La verja se cerró detrás de él, miro al frente y vio que el Rata, su cómplice de barrabasadas desde niños, había venido a buscarle por sorpresa. Estaba al volante de un Seat 131 Supermirafiori, obviamente robado, y al verle sonrió. El diente de oro del Rata resplandeció en su boca como un sol pequeño. Se sintió como una urraca, incapaz de resistirse al poder de atracción de aquella cosa brillante.
Pensó en despedirse del guardia de la garita, pero decidió no hacerlo. No merecía la pena, más pronto que tarde volverían a verse.