El apocalipsis-Trump vs Clinton
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
https://twitter.com/norteamericano
Rizzy- Mensajes : 41513
Fecha de inscripción : 10/10/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
javiviramone escribió:Rizzy escribió:https://twitter.com/norteamericano
ENRIQUE IGLESIAS GO HOME
JE_DD- Mensajes : 26612
Fecha de inscripción : 08/03/2013
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
freakedu escribió:Koikila escribió:“When Mexico sends its people, they’re not sending their best. They’re not sending you. They’re not sending you. They’re sending people that have lots of problems, and they’re bringing those problems with us. They’re bringing drugs. They’re bringing crime. They’re rapists. And some, I assume, are good people.”
Esto se puede considerar racista?
Xenófobo sí, racista no.
Yo la mayor cagada que veo en este párrafo está en "México is sending".
Última edición por Boohan el 10.11.16 18:29, editado 1 vez
Boohan- Mensajes : 54460
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
A ver, querido Black...
Tú estás contando una experiencia y un caso concreto al que extrapolas un significado general. El otro día me dijeron que eso se llamaba opinión overkill o algo así En todo caso y de todas maneras te digo que me estás contando una experiencia en la que la empresa americana se regía por la legislación laboral española, así que tampoco es extrapolable a lo que ocurriría con el TTIP.
Y sí, algunas empresas y algunos puestos muy técnicos o cualificados estarían bien pagados. Lo que ocurre es que ese es un porcentaje muy pequeño de los puestos de trabajo existentes en el mercado laboral.
Para el resto de puestos simple y llanamente significaría una destrucción de derechos y el dumping de salarios. Lo que acarrería una cascada de destrucción de Pymes y autónomos, dado que el poder adquisitvo de la población cada vez sería menor.
Grandes beneficios para las grandes empresas, algunos trabajadores (muy pocos, algunos técnicos o cualificados) beneficiados y la gran mayoría, a la miseria.
Es decir, lo que te dije al principio: Elysium. Urbanizaciones protegidas por seguridad privada y allá afuera las favelas. Y eso es a lo que vamos y lo que el TTIP potenciaría aún más rapidamente, ya que además estas mismas multinacionales estarían controladas por las élites financieras que a su vez controlan la política monetaria de los Estados. Por tanto por un lado le quitan el control de su moneda y por otro le quitan el poder de legislar.
Pero vamos, que no es ciencia ficción, unicamente hay que leerse las líneas maestras del TTIP y unicamente hay que ver cómo funcionan las cosas en EEUU, en Sudamérica o en Asia. Y no hace falta estar allí para saberlo.
No he ido a Detroit pero sé cómo está Detroit, y no conozco a los negros de the wire pero sé que salvo que vivan de las drogas, del deporte profesional o de algún subtrabajo su destino es la cárcel o los cupones de comida. Y ese es el modelo que se iría implantando aquí. El de sus 0 derechos laborales. El de sus 0 derechos sociales. El de la gente que la puede palmar como un perro si no tiene un seguro médico.
Yo desde luego no es lo que quiero. Y ni siquiera lo querría aunque pudiera estar dentro de Elysium. No es un mundo justo y no es un mundo sostenible. Es una nueva edad feudal donde las corporaciones han sustituido a los señores de los castillos y donde los que viven dentro de los mismos , aún viviendo como ratas ,se sienten privilegiados por no vivir fuera.
Tú estás contando una experiencia y un caso concreto al que extrapolas un significado general. El otro día me dijeron que eso se llamaba opinión overkill o algo así En todo caso y de todas maneras te digo que me estás contando una experiencia en la que la empresa americana se regía por la legislación laboral española, así que tampoco es extrapolable a lo que ocurriría con el TTIP.
Y sí, algunas empresas y algunos puestos muy técnicos o cualificados estarían bien pagados. Lo que ocurre es que ese es un porcentaje muy pequeño de los puestos de trabajo existentes en el mercado laboral.
Para el resto de puestos simple y llanamente significaría una destrucción de derechos y el dumping de salarios. Lo que acarrería una cascada de destrucción de Pymes y autónomos, dado que el poder adquisitvo de la población cada vez sería menor.
Grandes beneficios para las grandes empresas, algunos trabajadores (muy pocos, algunos técnicos o cualificados) beneficiados y la gran mayoría, a la miseria.
Es decir, lo que te dije al principio: Elysium. Urbanizaciones protegidas por seguridad privada y allá afuera las favelas. Y eso es a lo que vamos y lo que el TTIP potenciaría aún más rapidamente, ya que además estas mismas multinacionales estarían controladas por las élites financieras que a su vez controlan la política monetaria de los Estados. Por tanto por un lado le quitan el control de su moneda y por otro le quitan el poder de legislar.
Pero vamos, que no es ciencia ficción, unicamente hay que leerse las líneas maestras del TTIP y unicamente hay que ver cómo funcionan las cosas en EEUU, en Sudamérica o en Asia. Y no hace falta estar allí para saberlo.
No he ido a Detroit pero sé cómo está Detroit, y no conozco a los negros de the wire pero sé que salvo que vivan de las drogas, del deporte profesional o de algún subtrabajo su destino es la cárcel o los cupones de comida. Y ese es el modelo que se iría implantando aquí. El de sus 0 derechos laborales. El de sus 0 derechos sociales. El de la gente que la puede palmar como un perro si no tiene un seguro médico.
Yo desde luego no es lo que quiero. Y ni siquiera lo querría aunque pudiera estar dentro de Elysium. No es un mundo justo y no es un mundo sostenible. Es una nueva edad feudal donde las corporaciones han sustituido a los señores de los castillos y donde los que viven dentro de los mismos , aún viviendo como ratas ,se sienten privilegiados por no vivir fuera.
Trumbo- Mensajes : 99707
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:A ver, querido Black...
Tú estás contando una experiencia y un caso concreto al que extrapolas un significado general. El otro día me dijeron que eso se llamaba opinión overkill o algo así En todo caso y de todas maneras te digo que me estás contando una experiencia en la que la empresa americana se regía por la legislación laboral española, así que tampoco es extrapolable a lo que ocurriría con el TTIP.
Y sí, algunas empresas y algunos puestos muy técnicos o cualificados estarían bien pagados. Lo que ocurre es que ese es un porcentaje muy pequeño de los puestos de trabajo existentes en el mercado laboral.
Para el resto de puestos simple y llanamente significaría una destrucción de derechos y el dumping de salarios. Lo que acarrería una cascada de destrucción de Pymes y autónomos, dado que el poder adquisitvo de la población cada vez sería menor.
Grandes beneficios para las grandes empresas, algunos trabajadores (muy pocos, algunos técnicos o cualificados) beneficiados y la gran mayoría, a la miseria.
Es decir, lo que te dije al principio: Elysium. Urbanizaciones protegidas por seguridad privada y allá afuera las favelas. Y eso es a lo que vamos y lo que el TTIP potenciaría aún más rapidamente, ya que además estas mismas multinacionales estarían controladas por las élites financieras que a su vez controlan la política monetaria de los Estados. Por tanto por un lado le quitan el control de su moneda y por otro le quitan el poder de legislar.
Pero vamos, que no es ciencia ficción, unicamente hay que leerse las líneas maestras del TTIP y unicamente hay que ver cómo funcionan las cosas en EEUU, en Sudamérica o en Asia. Y no hace falta estar allí para saberlo.
No he ido a Detroit pero sé cómo está Detroit, y no conozco a los negros de the wire pero sé que salvo que vivan de las drogas, del deporte profesional o de algún subtrabajo su destino es la cárcel o los cupones de comida. Y ese es el modelo que se iría implantando aquí. El de sus 0 derechos laborales. El de sus 0 derechos sociales. El de la gente que la puede palmar como un perro si no tiene un seguro médico.
Yo desde luego no es lo que quiero. Y ni siquiera lo querría aunque pudiera estar dentro de Elysium. No es un mundo justo y no es un mundo sostenible. Es una nueva edad feudal donde las corporaciones han sustituido a los señores de los castillos y donde los que viven dentro de los mismos , aún viviendo como ratas ,se sienten privilegiados por no vivir fuera.
JE_DD- Mensajes : 26612
Fecha de inscripción : 08/03/2013
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Los USA defienden el incluir un sistema de arbitraje ISDS en el tratado. En dichos tribunales de arbitrajes las empresas pueden demandar a los estados. Por ejemplo, una empresa Francesa que lleva las basuras en Egipto, ha demandado al gobierno porque este subió el salario mínimo y claro eso supone menos ganancias.
En definitiva, las empresas foráneas inversoras no solo juegan en otra liga que las locales sino que nos pasan la mano por la cara y nos dicen que la soberanía nacional, la democracia, los parlamentos, el poder legislativo, el judicial y demás historias representadas por el estado, están por debajo o pueden ser vencidos por lo que puedan decidir en el consejo de administración de una multinacional. El capital vence.
En definitiva, las empresas foráneas inversoras no solo juegan en otra liga que las locales sino que nos pasan la mano por la cara y nos dicen que la soberanía nacional, la democracia, los parlamentos, el poder legislativo, el judicial y demás historias representadas por el estado, están por debajo o pueden ser vencidos por lo que puedan decidir en el consejo de administración de una multinacional. El capital vence.
Pier- Mensajes : 26143
Fecha de inscripción : 03/03/2010
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
hablo de Elysium dando por hecho que todo el mundo la ha visto, pero vamos:
a mí me parece una película terrorífica porque es el modelo del mundo al que vamos, si no estamos ya casi en él.
a mí me parece una película terrorífica porque es el modelo del mundo al que vamos, si no estamos ya casi en él.
Trumbo- Mensajes : 99707
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Pier escribió:Los USA defienden el incluir un sistema de arbitraje ISDS en el tratado. En dichos tribunales de arbitrajes las empresas pueden demandar a los estados. Por ejemplo, una empresa Francesa que lleva las basuras en Egipto, ha demandado al gobierno porque este subió el salario mínimo y claro eso supone menos ganancias.
En definitiva, las empresas foráneas inversoras no solo juegan en otra liga que las locales sino que nos pasan la mano por la cara y nos dicen que la soberanía nacional, la democracia, los parlamentos, el poder legislativo, el judicial y demás historias representadas por el estado, están por debajo o pueden ser vencidos por lo que puedan decidir en el consejo de administración de una multinacional. El capital vence.
es terrorífico.
de verdad, es que me causa angustia ver que nadie hace nada para evitar que lleguemos a ésto.
Trumbo- Mensajes : 99707
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
javiviramone escribió:ZPE + BANGLADESH en Google
1er link
http://www.libertaddigital.com/opinion/manzur-alam-tipu/trabajadores-del-mundo-decidan-16591/
2o link
https://jjoserodriguez.wordpress.com/2013/05/20/donde-se-fabrica-lo-que-usas-el-lado-oscuro-de-la-globalizacion/
el 3º,4º y 5º estan en ingles
6º link
http://www.sinpermiso.info/textos/bangladesh-y-la-explotacin-de-los-trabajadores-dossier
ya paro
es posible que esos links sean de 5 años atras cuando estaban mucho peor
y es posible que los articulistas no hayan estado en bangladesh
Me he leído los artículos, y en algunos casos lo que extrae no es del todo exacto (con lo que yo he visto, y por lo que conozco de la prensa me fío más de lo que yo he visto que lo que leo por ahí, no por eso te quiero convencer a ti de lo contrario). Las huelgas en el país son constantes, y aunque se supone que en esos centros de trabajo no hay derecho a la huelga (aunque yo he visto huelgas de trabajadores sin haber huelgas generales), las huelgas generales que colapsan el país, son constantes en años de elecciones (que no tienen fecha fija, y que hacen que las huelgas se estiren durante meses en esos periodos). Los partidos políticos son los que me movilizan a la población.
El país y esas fábricas en concreto están mejor que hace cinco años (las que yo he visto) en infraestructuras, bienes y medios, tanto en la capital como en pueblos remotos. De verdad que no estoy relacionando esto con ningún avance derivado del primer mundo o de sus convenios con el primer mundo (ya dije que es uno de los países más proteccionistas que conozco).
La seguridad laboral de los trabajadores locales que trabajan en empresas Españolas que están fabricando plantas de generación de energía es mucha mayor que la que había hace cinco años y la que tienen ellos en sus empresas, y en general (en las obras civiles y de construcción que se están haciendo últimamente) he observado que también son mejores que hace unos años (andamios metálicos en vez de bambú), epis de los trabajadores o equipos traídos de China, India o incluso Singapur para desarrollar esas obras, que emplean a miles de trabajadores.
Eso de arriba es todo lo que he dicho. Todo el tiempo. No he dicho otra cosa y no relacioné eso con ningún tratado de libre comercio.
Podéis seguir poniendo links que yo los seguiré leyendo y comentando, pero al menos hay que ceñirse a lo que yo he dicho (hemos muy concretos que he visto y he comentado con gente local y gente de fuera que lleva años viviendo allí, hasta 20 años) y lo que os comento.
Black Eye- Mensajes : 9518
Fecha de inscripción : 12/01/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
El facha catalán escribió:regal GNX escribió:Rizzy escribió:El facha catalán escribió:Rizzy escribió:Black Eye escribió:Rizzy escribió:Black Eye escribió:
Trabajé 10 años en una empresa Americana que residía en España, y eso ya se estuvo haciendo durante años. Venían aquí por las subvenciones (a Asturias), y luego sacaban los beneficios sin problema alguno.
En Europa hay unas reglas (seguridad, medioambiente) que no hay en China, y no creo que sea un problema que vengan y montan fábricas en Europa, nos paguen en sueldo Europeo o Español (esa empresa en la que yo trabajé pagaba al nivel de las mejores de Asturias). Aquí no puedes venir y montar un vertedero al lado de la empresa y tirar la mierda al desagüe (al menos legalmente), y lo que vendrían buscando sería gente formada y en paro para realizar un producto en la mayoría de casos de carácter tecnológico.
Tú mismo lo dices, en Europa hay, no dices en Europa habrán.
En España hace dos días había una sanidad pública de bastante calidad que se la están cargando los que mandan aquí precisamente por lamerle el culo a Europa con los ajustes presupuestarios y regulaciones de déficit.
En Europa se están construyendo un sistema para ser ellos lo beneficiados, ahogando a muchos países de la UE por el camino. Aquí tragamos, mientras que en UK por ejemplo ya les han dicho de irse al pairo. Ellos ya no tragaron con el Euro, como para convertirse definitivamente en sus esclavos.
Así que UK mola por el brexit y USA no con su proteccionismo
¿La sanidad se la ha cargado algún tratado de libre comercio con otro país? ¿El haber entrado en la UE se ha cargado la sanidad y la educación Española?
A mi no me mires. Yo soy pro-Brexit y pro proteccionismo de Trump.
Ojalá aquí tuviésemos algo similar. A mi por ejemplo me jode la hostia que una empresa como SEAT actualmente exporte lo que exporta al resto de Europa llevándoselo calentito los alemanes, en vez de ser nosotros directamente los que nos lo llevamos y exportándolos nosotros. Todo gracias a que González les regaló la empresa a los teutones.
Sin los nazis hoy SEAT sería tan competitiva como los Rover, you know. Que en pleno año olímpico todavía tenían los santos cojones de vender el anticuadísimo Málaga que por no tener no tenía ni dirección asisitida. A mi me encantaría que fuera una empresa puntera automovilistica que pudiese mirar de tú a tú a Fiat, Peugeot o tantas otras pero prefiero que esté en manos extranjeras a que no esté.
La cuestión es que pasamos de una posible alianza (que no venta) entre SEAT y Toyota en el año 81 (pre-UE) a una absorción a precio de saldo por parte de los nazis en el 86 (justo el mismo año de la entrada de España en la UE).
Con Toyota otro gallo hubiese cantado, en esa época para una japonesa fabricar en Europa era vender sin aranceles y en la vieja Europa vendian muy bien.
De todas formas, la SEAT sin dueño, se desenvolvió bastante bien frente a una competencia muchisimo mas fuerte y poderosa que ella, ademas era una marca acostumbrada a hacer lo que les venía hecho de FIAT, y que apenas se atrevió a desarrollar cosas distintas, cosa logica viniendo de un mercado donde vendía por inercia.
Eso sí, Seat y Pegaso fueron las ultimas victimas del gran holocausto que fue la reconversión industrial del PSOE en los 80, era mejor ser un pais de turismo de otros que ser alguien en el panorama industrial europeo, y el invertir implicaba pensar y gastar dinero, cosa que a los vagos y mediocres no les gusta.
A ver, que lo de Toyota era exactamente lo mismo que lo de WV, no era un contrato de colaboración porque SEAT era un muerto. Un muerto que se sacó de encima los italianos porque era un puto agujero negro. Que durante sus años independientes tuvo que recurrir a motores Porsche de mierda porque no tenía tecnología propia para diseñarlos.
Hay que ver lo nacionalistas que nos ponemos con determinados aspectos y el poco aprecio que le tenemos a España en otros
En el 81 estaba en la ruina, roto el acuerdo con FIAT no tenía ningún socio, en el 85 había desarrollado una gama entera a partir de chasis de origen fiat (el Ibiza era un diseño descartado por VW para sustituir el Golf mkI),y Porsche rediseñó un motor de origen Fiat (porsche ofrece servicios de ingeniería), y fue una baza de mercadotecnia de cara a vender algo fuera de aquí, llamalo improvisación o como quieras (por cierto no era mal motor). Me parece que se defendieron dignamente y salvando los muebles tras romper con FIAT.
A los alemanes se les dio a precio de ganga, como ocurrio con Pegaso a los italianos...que inventen ellos!!!
regal GNX- Mensajes : 1507
Fecha de inscripción : 31/10/2013
freakedu- Moderador
- Mensajes : 75997
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
http://www.ecorepublicano.es/2016/11/las-cinco-tareas-de-michael-moore-para.html
Bastard Son Of Lemmy- Mensajes : 5289
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
black, esas mejoras son el chocolate del loro. esa gente y esos países viven en la más absoluta de las miserias, por mucho que les hayan mejorado 4 cosas, igual que si el señorito de los santos inocentes le regala un microondas a Paco el Bajo.
son países que han sido devorados por el imperialismo y el capitalismo desde el principio, ni siquiera tuvieron nunca una oportunidad.
son países que han sido devorados por el imperialismo y el capitalismo desde el principio, ni siquiera tuvieron nunca una oportunidad.
Trumbo- Mensajes : 99707
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:Black, me estás contando una película que está muy bien pero que es toda desde el punto de vista de la empresa.
Empresas españolas se beneficiarían del TTIP? Joder, sin duda...para empezar cuando puedan contratar a personas a 400 euros / 8 horas y despedirlas libremente cuando le salga de los cojones al empresario. No se van a beneficiar?
O , qué se yo, Securitas si puede entrar a gestionar directamente los centros penitenciarios? pues claro que se iban a beneficiar.
Yo te hablo de la destrucción de los derechos laborales/sociales y de los servicios públicos.
Tú me hablas de beneficio en las empresas.
Eso, a este tipo de gente, les da igual, como bien lo ha demostrado el personaje.
Bastard Son Of Lemmy- Mensajes : 5289
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
freakedu escribió:
me cago en mi puta madre
Trumbo- Mensajes : 99707
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:freakedu escribió:
me cago en mi puta madre
Lo ha pedido el pueblo.
_________________
freakedu- Moderador
- Mensajes : 75997
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
la primera es una obra maestra, freakedu
Trumbo- Mensajes : 99707
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:A ver, querido Black...
Tú estás contando una experiencia y un caso concreto al que extrapolas un significado general. El otro día me dijeron que eso se llamaba opinión overkill o algo así En todo caso y de todas maneras te digo que me estás contando una experiencia en la que la empresa americana se regía por la legislación laboral española, así que tampoco es extrapolable a lo que ocurriría con el TTIP.
Y sí, algunas empresas y algunos puestos muy técnicos o cualificados estarían bien pagados. Lo que ocurre es que ese es un porcentaje muy pequeño de los puestos de trabajo existentes en el mercado laboral.
Para el resto de puestos simple y llanamente significaría una destrucción de derechos y el dumping de salarios. Lo que acarrería una cascada de destrucción de Pymes y autónomos, dado que el poder adquisitvo de la población cada vez sería menor.
Grandes beneficios para las grandes empresas, algunos trabajadores (muy pocos, algunos técnicos o cualificados) beneficiados y la gran mayoría, a la miseria.
Es decir, lo que te dije al principio: Elysium. Urbanizaciones protegidas por seguridad privada y allá afuera las favelas. Y eso es a lo que vamos y lo que el TTIP potenciaría aún más rapidamente, ya que además estas mismas multinacionales estarían controladas por las élites financieras que a su vez controlan la política monetaria de los Estados. Por tanto por un lado le quitan el control de su moneda y por otro le quitan el poder de legislar.
Pero vamos, que no es ciencia ficción, unicamente hay que leerse las líneas maestras del TTIP y unicamente hay que ver cómo funcionan las cosas en EEUU, en Sudamérica o en Asia. Y no hace falta estar allí para saberlo.
No he ido a Detroit pero sé cómo está Detroit, y no conozco a los negros de the wire pero sé que salvo que vivan de las drogas, del deporte profesional o de algún subtrabajo su destino es la cárcel o los cupones de comida. Y ese es el modelo que se iría implantando aquí. El de sus 0 derechos laborales. El de sus 0 derechos sociales. El de la gente que la puede palmar como un perro si no tiene un seguro médico.
Yo desde luego no es lo que quiero. Y ni siquiera lo querría aunque pudiera estar dentro de Elysium. No es un mundo justo y no es un mundo sostenible. Es una nueva edad feudal donde las corporaciones han sustituido a los señores de los castillos y donde los que viven dentro de los mismos , aún viviendo como ratas ,se sienten privilegiados por no vivir fuera.
Bastard Son Of Lemmy- Mensajes : 5289
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Si alguien encuentra una foto de Guardiola en la banda del campo en la que se vea medio bien al público que me avise que tengo una idea.
Última edición por freakedu el 10.11.16 18:42, editado 1 vez
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freakedu- Moderador
- Mensajes : 75997
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:la primera es una obra maestra, freakedu
Gracias!
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freakedu- Moderador
- Mensajes : 75997
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Pier escribió:Hombre, lo de meter en un saco los tratados de libre comercio y tirar para alante, pues es un poco asi. Vamos que el ALBA y el ALCa se parecen entre poco o nada.
Ya después hablamos lo que supone tratados de libre comercio entre países semejantes, con condiciones muy próximas, o si en este tipo de acuerdos los países mas débiles se convierten en el almacen de mano barata a través de los sueldos bajos y las condiciones que se derivan de la libre circulación de capitales, pero con una política fiscal distinta.
De hecho, el ALBA bien que jode a las multis españolas y americanas, que les cuesta más expoliar por allí desde entonces.
Bastard Son Of Lemmy- Mensajes : 5289
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
freakedu escribió:
Lo ha pedido el pueblo.
JE_DD- Mensajes : 26612
Fecha de inscripción : 08/03/2013
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:A ver, querido Black...
Tú estás contando una experiencia y un caso concreto al que extrapolas un significado general. El otro día me dijeron que eso se llamaba opinión overkill o algo así En todo caso y de todas maneras te digo que me estás contando una experiencia en la que la empresa americana se regía por la legislación laboral española, así que tampoco es extrapolable a lo que ocurriría con el TTIP.
Y sí, algunas empresas y algunos puestos muy técnicos o cualificados estarían bien pagados. Lo que ocurre es que ese es un porcentaje muy pequeño de los puestos de trabajo existentes en el mercado laboral.
Para el resto de puestos simple y llanamente significaría una destrucción de derechos y el dumping de salarios. Lo que acarrería una cascada de destrucción de Pymes y autónomos, dado que el poder adquisitvo de la población cada vez sería menor.
Grandes beneficios para las grandes empresas, algunos trabajadores (muy pocos, algunos técnicos o cualificados) beneficiados y la gran mayoría, a la miseria.
Es decir, lo que te dije al principio: Elysium. Urbanizaciones protegidas por seguridad privada y allá afuera las favelas. Y eso es a lo que vamos y lo que el TTIP potenciaría aún más rapidamente, ya que además estas mismas multinacionales estarían controladas por las élites financieras que a su vez controlan la política monetaria de los Estados. Por tanto por un lado le quitan el control de su moneda y por otro le quitan el poder de legislar.
Pero vamos, que no es ciencia ficción, unicamente hay que leerse las líneas maestras del TTIP y unicamente hay que ver cómo funcionan las cosas en EEUU, en Sudamérica o en Asia. Y no hace falta estar allí para saberlo.
No he ido a Detroit pero sé cómo está Detroit, y no conozco a los negros de the wire pero sé que salvo que vivan de las drogas, del deporte profesional o de algún subtrabajo su destino es la cárcel o los cupones de comida. Y ese es el modelo que se iría implantando aquí. El de sus 0 derechos laborales. El de sus 0 derechos sociales. El de la gente que la puede palmar como un perro si no tiene un seguro médico.
Yo desde luego no es lo que quiero. Y ni siquiera lo querría aunque pudiera estar dentro de Elysium. No es un mundo justo y no es un mundo sostenible. Es una nueva edad feudal donde las corporaciones han sustituido a los señores de los castillos y donde los que viven dentro de los mismos , aún viviendo como ratas ,se sienten privilegiados por no vivir fuera.
No sé...Yo os hablo de ejemplos que he vivido de primera mano (aquí y allí), y siempre podéis no creer lo que os digo (estáis en vuestro derecho).
El futuro que yo pinto es el de los mundos de yupi, y el vuestro es totalmente apocalíptico. Que los USA con el ITTP estén lanzando líneas maestras con opciones que benefician unilateralmente a unas empresas o empresarios, no significa que ese texto o esas líneas maestras son las que se van a aprobar o llevar a cabo, y si realmente no confiamos en las instituciones que nos representan en todos los países Europeos (que eso hay que aprobarlo por unanimidad, como lo de ahora con Canada, que los Belgas no querían y era nanai hasta que los convencieron), pues habrá que dejar todo eso, que son un montón de países y no en todos gobiernan los mismos.
Yo como soy de los de Yupi creo que pueden llegar a un acuerdo beneficioso entre ambas partes, sé por experiencia que esos acuerdos no se aprueban ni se implantan de la noche a la mañana y que los pasos son arduos y llevan años, y que hay que ir renovándolos, que se puede echar atrás...No sé, supongo que entre barrios sésamo y Elyse habrá un punto intermedio, y que será al que se pueda llegar.
Que aún recuerdo cuando nos dabas a todos muertos por el ébola porque estaba la enfermera Gallega más jodida que la hilaria
Black Eye- Mensajes : 9518
Fecha de inscripción : 12/01/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
freakedu escribió:Trumbo escribió:la primera es una obra maestra, freakedu
Gracias!
Falta meter a Guardiola por ahí.
Rizzy- Mensajes : 41513
Fecha de inscripción : 10/10/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:la primera es una obra maestra, freakedu
JE_DD- Mensajes : 26612
Fecha de inscripción : 08/03/2013
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:Black Eye escribió:Trumbo escribió:Viven de puta madre allí.
Lo mismo tienen un sueldo de 100 euros al mes, que es lo que quieren para nosotros.
Claro, que antes trabajaban 100 horas a la semana en vez de 90 y cobraban el equivalente a 90 euros en vez de 100. Han mejorado y todo va fenomenal.
Eso sí, los que van todavía mejor son los que manejan el dinero, que cada vez tienen más y los demás menos.
me parece increíble y demencial el discurso que estás dejando aquí, querido black eye.
y me caes bien y no quiero entrar a degüello.
Insisto, hablar de lo de allí sin haber estado me parece tan arriesgado como mi discurso.
Y que un TTIP entre España y USA no sería el fin del mundo lo sigo defendiendo con datos, pero tendré que irme yo de este topic, que tampoco quiero echaros a todos
sin haber estado dice el tio
tú lo que has visto es el hotel de 5 estrellas+el taxi+la fábrica y los 200 esclavos que estén trabajando allí que sin embargo son putos amos al lado de los demás.
ahora vete a Uganda o Bangladesh y ponte a buscar trabajo allí. y me cuentas que tal la experiencia. y eso si sales vivo tras una semana dando vueltas por allí.
eso es lo que quieres para España?
yo aspiro o me gustaría un mundo en el que se repartan mejor los recursos y donde los trabajadores tenga una serie de derechos , y por supuesto que el Estado esté ahí para dar una asistencia a los que lo necesitan.
lo que tú me vendes es la ley de la selva. que vengas a hablarnos aquí de las bondades laborales en los países del tercer mundo porque has estado allí ganando pasta gansa con 4 empresas que están explotando y esclavizando a personas de esos países me parece absolutamente delirante.
Bastard Son Of Lemmy- Mensajes : 5289
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
JE_Galicia escribió:freakedu escribió:
Lo ha pedido el pueblo.
Brutal
Pendejo- Mensajes : 50005
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:black, esas mejoras son el chocolate del loro. esa gente y esos países viven en la más absoluta de las miserias, por mucho que les hayan mejorado 4 cosas, igual que si el señorito de los santos inocentes le regala un microondas a Paco el Bajo.
son países que han sido devorados por el imperialismo y el capitalismo desde el principio, ni siquiera tuvieron nunca una oportunidad.
¿Y eso yo lo he negado? Sólo digo que están mejor que hace cinco años en infraestructuras y en seguridad laboral en empresas españolas que trabajan allí instalando ciclos combinados, y en obras civiles de gran calaje se ven medios, equipos y seguridad que hace cinco años que no había.
Y que por otro lado son países proteccionistas (mucho).
No he dicho nada más ni relacionado una cosa con la otra.
Y de verdad que la historia de ese país me la conozco bastante bien, que me la han contado muchas veces
Black Eye- Mensajes : 9518
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
locovereas escribió:Bastard Son Of Lemmy escribió:Me pregunto si la prensa española, nos trataría igual que a los yankees, si nada más investir a Rajoy, nos hubiéramos manifestado, como están haciendo éstos tras la victoria de Trump.
Ry odea el congreso que fue?? Un guateque neoliberal?
¿Y cómo les trató la prensa, de radicales, bolivarianos, populistas, antisistema, etc?
¡No te jode, el listo!
¡
Bastard Son Of Lemmy- Mensajes : 5289
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
freakedu escribió:Si alguien encuentra una foto de Guardiola en la banda del campo en la que se vea medio bien al público que me avise que tengo una idea.
_________________
freakedu- Moderador
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
freakedu escribió:Si alguien encuentra una foto de Guardiola en la banda del campo en la que se vea medio bien al público que me avise que tengo una idea.
No tiene nada que ver, pero esta da pie
Rikileaks- Mensajes : 82793
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
con lo del ébola se me fue la pinza
Trumbo- Mensajes : 99707
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Rikileaks escribió:freakedu escribió:Si alguien encuentra una foto de Guardiola en la banda del campo en la que se vea medio bien al público que me avise que tengo una idea.
No tiene nada que ver, pero esta da pie
tengo que aprender a manejar el photoshop o el puto programa que se use para ésto...
joder lo que yo haría aquí...
Trumbo- Mensajes : 99707
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
gimp es gratis y se maneja facil, otra cosa es que lo que hagas tenga calidad...
alflames- Mensajes : 28071
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Freedom for California
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37932391
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37932391
Jurek- Mensajes : 10695
Fecha de inscripción : 03/12/2015
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Magnífico artículo, y absolutamente extrapolable a suelo patrio; sobre todo cuando se habla de "esos jubiletas votantes en masa de Mariano" y "esos obreros de derechas" por parte de cierta supuesta progresía ciudadanista (que no de C's) y de sesudos analistas. Su lectura requiere cierto tiempo.
http://www.eldiario.es/theguardian/idiotas-peligrosos-progresistas-comprender-estadounidenses_0_571843050.html
'Esos idiotas peligrosos': los medios progresistas, Trump y los estadounidenses de clase obrera
Los partidarios de Trump no son la caricatura que presentan los periodistas. Sarah Smarsh, una periodista de origen humilde de Kansas, critica los estereotipos y el clasismo que se cuela en las redacciones
"Los medios han presentado a los blancos de clase trabajadora como un todo y han creado un imaginario caduco y traicionero que resulta muy conveniente para el capitalismo. Según este mensaje, los pobres son unos idiotas peligrosos"
Sarah Smarsh
En marzo mi abuela Betty, una anciana de 71 años, hizo tres horas de cola para poder votar a Bernie Sanders en el caucus del Partido Demócrata en el estado de Kansas. Era la primera vez que votaba en unas primarias y aunque fue un suplicio, en ningún momento se planteó regresar a casa sin haber votado. Betty, una mujer blanca que no terminó sus estudios de secundaria, que tuvo a su primer hijo a los dieciséis años y vivió en la más absoluta pobreza la mayor parte de su vida, quería votar.
Esperó su turno a pesar de sus debilitadas rodillas; las mismas que en el pasado la mantuvieron de pie durante horas en una fábrica. Esperó su turno a pesar del enfisema pulmonar provocado por el tabaquismo y de la dentadura postiza que ha lucido desde que era una veinteañera, dos señales claras de la clase social a la que pertenecemos. En la década de los sesenta, antes de la sentencia Roe contra Wade, la mujer que esperó su turno pagó a un desconocido para que le introdujera un gancho de alambre en el útero tras descubrir que estaba embarazada de un hombre del que huyó después de que le rompiera la mandíbula.
Durante muchos años, Betty trabajó como funcionaria de libertad condicional para el sistema judicial de Wichita, en Kansas. Su trabajo consistía en hacer un seguimiento de violadores y de asesinos. Por eso, está curada de espantos. Sin embargo, no ha dudado en afirmar que el candidato republicano Donald Trump es un sociópata “con la boca llena de mierda”.
Nadie detesta a Trump más que ella. El candidato dijo que debe castigarse a las mujeres que aborten y ha dicho cosas horribles de colectivos que ella conoce desde su infancia y con los que ha trabajado codo a codo. Su estilo pomposo e indecente ofende su sensibilidad humilde y del medio oeste americano.
La clase trabajadora, integrada por personas como Betty, se ha convertido en la obsesión de todos aquellos que cuando comentan estas elecciones presidenciales hablan de “clases”: ¿Quién está detrás de esta bestia feroz y por qué apoya a Trump?
Los votantes de Trump no son tan pobres
Las cifras cuantitativas ponen en duda, o niegan de plano, la tan regurgitada teoría de que el nivel de educación o de ingresos permite predecir el apoyo a Trump, o la afirmación de que la clase trabajadora blanca lo apoya desproporcionadamente.
El mes pasado, el resultado de una encuesta elaborada por Gallup sobre una muestra de 87.000 personas dejó entrever que los partidarios de Trump no tienen más problemas económicos o derivados de la inmigración que aquellos que se oponen al candidato republicano.
Según este estudio, sus seguidores no tienen ingresos más bajos o una tasa de desempleo más alta que otros estadounidenses. La información relativa a los ingresos se pierde elementos importantes: aquellos con ingresos altos también pueden tener problemas de salud o ser propensos a empeorar económicamente.
Sin embargo, la mayoría de encuestados no se aferraban a trabajos que podrían perder. Uno de los analistas de Gallup explicó que, sorprendentemente, “parece no haber ningún tipo de relación entre sufrir la amenaza de la competencia comercial con otro país y apoyar políticas nacionalistas en Estados Unidos”.
El típico grandullón que amenaza a personas todavía más débiles que él y que amenaza a las personas de color para que huyan del pueblo, insulta a las mujeres y utiliza pistolas de aire comprimido para disparar contra gatos. Así sería Trump si hubiera nacido donde yo nací.
A principios de año, los sondeos que se llevaron a cabo antes de las primarias mostraron que aquellos que votaron a Trump tienen un mayor poder adquisitivo que el resto de estadounidenses, con unos ingresos familiares de 72.000 dólares, lo cual supera los ingresos de los que votaron a Hillary Clinton o a Bernie Sanders. El 44% tiene un título universitario; en comparación con la media nacional, que es del 29% para el conjunto de la población, o del 33% en el caso de la población blanca.
En enero, el politólogo Matthew MacWilliams indicó que uno de los factores que permite predecir el apoyo a Trump es una cierta tendencia al autoritarismo , mientras que los ingresos, la educación, el género, la edad o la raza no son factores determinantes.
Donald Trump, el "show" más deseado de Las Vegas
Sin embargo, todos estos hechos objetivos no han servido para que los expertos y los periodistas dejen de repetir hasta la saciedad que la clase obrera blanca ha decidido apoyar a un demagogo que se distingue por su grandilocuente verborrea.
Para explicar correctamente por qué parte de la ciudadanía se siente atraída por Trump, una cobertura mediática equilibrada debería incluir más reportajes sobre el racismo y la misoginia en los barrios acomodados donde viven algunos votantes de Trump. O, en el supuesto de que se esté valorando la amargura de la clase trabajadora causada por la situación económica, también deberían publicarse reportajes sobre legisladores demócratas que en las últimas décadas han decidido destruir la red de bienestar, se subieron al carro de Wall Street y se olvidaron de los trabajadores estadounidenses cuando negociaron acuerdos comerciales internacionales.
Sin embargo, para los medios de comunicación nacionales, integrados, en su mayoría, por progresistas de clase alta o de clase media, eso supondría tener que mostrar los rostros de sus semejantes.
Si bien es ciert o que los rostros que los periodistas muestran en televisión –rostros enfurecidos que hacen comentarios sexistas cerca de una bandera de la Confederación– se merecen algún tipo de cobertura mediática, no son un reflejo de las comunidades que yo conozco tan bien. El hecho de que los medios de comunicación hayan ignorado comunidades como la mía ha creado una falta de comprensión tan grave que con un primer vistazo a un blanco con problemas económicos parece servir para describir a la totalidad.
El ejemplo antropológico de JD Vance
Un vistazo a la actualidad nos lleva hasta JD Vance, autor de una autobiografía que ha sido éxito de ventas, Hillbilly Elegy (Elegía del palurdo) . Es la historia de un abogado de éxito que creció en una pequeña ciudad siderúrgica de Ohio y cuya familia, a pesar de ser de clase media, lidiaba con la precariedad. El libro nos habla del caos que suele perseguir a una familia que ha quedado atrapada en un ciclo de pobreza durante generaciones.
Vance se autodefine como conservador y afirma que no votará a Trump. Sin embargo, intenta comprender por qué muchas personas de clase trabajadora sí lo harán. Tiene que ver con una ansiedad cultural que surge cuando muchos amigos consumen opiáceos y mueren por sobredosis y la casta política ya te ha dejado claro que no te ayudará. Si bien su experiencia es extrapolable a la de otras personas de zonas concretas, los periodistas de la Costa Este han convertido a Vance en portavoz de toda la clase obrera blanca.
Los entrevistadores y los críticos literarios parecen sentirse aliviados por el hecho de haber encontrado a alguien que tiene unas opiniones que confirman las suyas. The Run-Up, el podcast de las elecciones del The New York Times, afirmó que la autobiografía de Vance también es un estudio de antropología cultural de la clase obrera blanca que ha apoyado la candidatura de Trump (al tuitear la crítica del libro, el The New York Times ironizó con la pregunta: ¿Quieren saber más sobre las personas que le han dado alas a Donald Trump?”.
Si bien los orígenes de Vance se remontan a la industria minera de Kentucky, la mayoría de los blancos con dificultades económicas no son hombres conservadores y protestantes de los Apalaches. A veces parece ser el único elemento del imaginario colectivo: un tipo escondido en una chabola situada en una montaña remota, como un fantasma polvoriento, como si la pobreza de los blancos no estuviera delante de nuestras narices, pasando nuestras tarjetas de crédito en una tienda de rebajas en Denver o pidiendo limosna en una calle de Los Ángeles.
Los estereotipos simplones suelen penetrar allí donde el periodismo no consigue llegar. La última vez que la clase a la que pertenezco por nacimiento recibió una atención mediática de estas proporciones fue 20 años atrás. No salió en los informativos sino en una serie de televisión, Roseanne . El guión de esta serie resulta más riguroso y certero que las reflexiones de los comentaristas de las cadenas de televisión de Nueva York.
Las imágenes de personas blancas de clase trabajadora y progresistas, entre las que se incluyen mujeres como Betty, no son mostradas por unos medios de comunicación obsesionados por las audiencias y que cubren estas elecciones como si se tratara de una carrera de caballos.
Los pobres, idiotas peligrosos
Este paradigma de los medios de comunicación ha alimentado la leyenda de un Estados Unidos polarizado, el azul demócrata contra el rojo republicano, en el que el 42% de los habitantes de Kansas que votaron a Barack Obama en 2008 han quedado silenciados.
En estas primarias, el número de habitantes de Kansas que participó en el caucus demócrata superó el de aquellos que votaron en el caucus de Donald Trump. Se trata de una información relevante y lo cierto es que ningún periódico nacional la ha mencionado, tal vez porque no pudo entender que en esa zona que observa desde la lejanía viven millones de estadounidenses más progresistas que los que se pueden encontrar en los bastiones de Clinton.
En lugar de dar este tipo de información, los medios han presentado a los blancos de clase trabajadora como un todo y han creado un imaginario caduco y traicionero que resulta muy conveniente para el capitalismo. Según este mensaje, los pobres son unos idiotas peligrosos.
Donald Trump, el evangelista de los enojados
La superioridad moral que siente la clase adinerada de Estados Unidos ha dado alas a esta leyenda urbana relativa a los blancos de clase trabajadora y que los presenta como los culpables del auge de Donald Trump y que presupone que aquellos que lo apoyan por los peores motivos representan al conjunto de partidarios.
Esta noción se repite en todos los análisis sobre estas elecciones, como también la creencia de que los blancos pobres no solo tienen problemas económicos sino también de personalidad.
En un artículo sobre estas elecciones publicado por el National Review en marzo, Kevin Williamson escribió un análisis sobre los votantes blancos con pocos recursos. En las últimas décadas este colectivo ha visto como su tasa de mortalidad ha aumentado considerablemente. Su artículo se hace eco de una creencia compartida por conservadores y progresistas cuando indica que estas comunidades, devastadas por la oxicodona, “se merecen morir”.
“ Los blancos de clase baja están instalados en una subcultura tóxica y egoísta cuyas consecuencias son la miseria y el consumo de heroína”, afirma. “Los discursos de Donald Trump hacen que se sientan bien. Como la oxicodona”.
Para confirmar que muchos periodistas no comprenden a este colectivo y que no se trata de un fenómeno limitado a los conservadores más provocadores, solo hace falta leer una serie de reportajes publicada por el The Washington Post que analiza por qué la tasa de mortalidad de las mujeres blancas que viven en zonas rurales se ha disparado. Se centra en sus hábitos como fumadoras y describe con todo detalle “sus caras demacradas” y el proceso de embalsamamiento de sus cuerpos. Es difícil imaginar un reportaje que analizara a mujeres blancas de clase alta tras su fallecimiento. La indignación de sus familiares y amigos con la educación, el tiempo y la voluntad de escribir cartas a los directores de los periódicos sería descomunal.
Dignidad y tristeza en la clase trabajadora
Un sentimiento que me parece incluso más ridículo que el desprecio y la humillación es su “primo pobre”: la piedad.
En una columna de opinión que publicó recientemente David Brooks en el The New York Times, titulada Dignity and Sadness in the Working Class (Dignidad y tristeza de la clase trabajadora), el periodista nos habla de un obrero del sector de la metalurgia que vive en el estado de Kentucky y que ha perdido su trabajo. En su último día en la fábrica, el hombre se dirige hacia la salida mientras es vitoreado por sus compañeros, una escena que a mí me parece triunfal pero que a Brooks le parece lamentable. El periodista señala que el hombre trabajó muy duro por una miseria y que era muy capaz pero su trabajo no se valoraba. Según él “irradiaba la tristeza residual de un corazón solitario”.
Me resulta difícil imaginar un desprecio mayor. Estos profesionales de la comunicación han ignorado los problemas de la clase trabajadora durante décadas y ahora suplican al país que tenga compasión. No necesitamos sus análisis y todavía menos sus lágrimas. Lo que necesitamos es que alguien explique nuestra situación; a ser posible un periodista que pueda entrar en una fábrica sin que una niebla de culpabilidad empañe sus gafas.
Uno de estos periodistas, Alexander Zaitchik, viajó durante varios meses a lo largo y ancho de seis estados del país para conocer de primera mano a blancos de clase trabajadora que apoyan a Trump. Quería que el libro que publicará – The Gilded Rage (La Furia Dorada, en un juego de palabras con 'the Gilded Age', la edad dorada)– reflejase la complejidad de las historias humanas que son ignoradas por la cobertura mediática diaria. Zaitchik explica que el proyecto nació como consecuencia de los duros comentarios realizados por personas que viven en un huso horario completamente distinto al de estas comunidades y que tienen unos niveles de ingresos completamente distintos.
Zaitchik describe de forma inteligente su encuentro con la clase media trabajadora, integrada en su mayoría por blancos que han trabajado duro y que han sufrido graves pérdidas, tanto durante la crisis financiera de 2008 como por los cierres de fábricas y despidos de los últimos años. Descubrió que el apoyo a Trump se debe en gran medida a motivos económicos, de principio a fin. Pudo constatar la ira de estas personas y descubrió que están indignados con los de arriba, no con los de abajo. Están enfadados con todos aquellos que negociaron acuerdos comerciales globales, no con las minorías.
Al mismo tiempo, es cierto que en estas comunidades se dan actitudes racistas y nacionalistas, como también se dan entre los demócratas y las personas con una situación más privilegiada.
Una encuesta realizada la pasada primavera por Reuters refleja que un tercio de los demócratas encuestados apoyarían que temporalmente se prohibiera la entrada de musulmanes en Estados Unidos. En otra encuesta, en este caso de YouGov, el 45% de los demócratas encuestados reconocieron que tienen una mala opinión del Islam, sin que se apreciaran diferencias entre los encuestados con distinto nivel de ingresos. Muchos de los que no votarán a Trump no son un dechado de virtudes mientras que los que sí lo harán se convierten en un blanco de ataque fácil y se les considera la plaga moral del país.
El clasismo y “una panda de abominables”
Cuando recientemente Hillary Clinton afirmó que la mitad de los que apoyan a Trump son “una panda de abominables”, Zaitchik le comentó a otro periodista que esta expresión se podía interpretar como otra forma de decir “otro cubo de basura blanca”. Clinton no tardó en disculparse por este comentario. Sin embargo, generalizar de este modo en un acto que se celebró en la parte baja de Manhattan, en el que se recaudaron 6 millones de dólares, con asistentes que llegaron a pagar entradas de hasta 50.000 dólares, me evocó algunas escenas de la comedia televisiva Veep; una sátira política en la que un poderoso político de Washington habla con desdén sobre “la gente corriente”.
Cuando hablamos, Zaitchik mencionó al presentador de la cadena HBO Bill Maher, “cuyas opiniones sobre los que votan a Trump se fundamentan en la eugenesia, ya que considera que tiene defectos congénitos. Sería imposible hablar de otro grupo de personas en estos términos y no ser despedido”.
Tal vez Maher es un ejemplo extremo de petulancia clasista. En el verano de 1998, cuando tenía 17 años y me acababa de graduar del instituto, trabajé en un elevador de grano durante la siega del trigo. Un elevador que estaba situado a unos 80 kilómetros, en Haysville, Kansas, explotó (el polvo del trigo es muy inflamable) y siete trabajadores murieron en la explosión. El accidente sacudió a mi comunidad, a mi familia y a mí y nos sirvió de recordatorio de todos los peligros que corremos cuando trabajamos como agricultores.
Como todos los demás, seguí haciendo mi trabajo. Tras una larga jornada transportando sacos pesados y cargando camiones que transportan trigo, solía ver el programa de televisión Politically Incorrect, un programa de ABC que por aquel entonces presentaba Maher. En un contexto en el que todavía se estaba buscando el cuerpo de uno de los trabajadores muertos en la explosión de Haysville, Maher bromeó acerca de que la gente debería tener mucho cuidado con las rebanadas de pan.
Creo que por primera vez tomé conciencia del hecho de que a lo largo de mi vida me iba a identificar políticamente con aquellos que insultan mis orígenes.
Este tipo de bromas están tan generalizadas que los más privilegiados económicamente no suelen darse cuenta. Los que escriben, debaten y publican periódicos, libros y revistas con la mejor de las intenciones suelen ofender desde la ignorancia.
Por ejemplo, fueron muchos los que me recomendaron el éxito de ventas White Trash (Basura blanca), de Nancy Isenberg, sin percatarse de que el título me ofende a mí y a las personas que quiero. El alivio que sentía por el hecho de que alguien hubiera escrito sobre un pasado que compartimos se esfumaba cada vez que lo veía en mi biblioteca, hasta el punto que al final opté por quitarle la portada. Sorprendentemente, los ejemplares promocionales del libro reflejan el tipo de nociones elitistas que Isenberg quiere denunciar: “Este libro parte de nuestros mitos reconfortantes sobre la igualdad y deja al descubierto el legado fundamental de la omnipresente y embarazosa, aunque a veces entretenida, basura blanca pobre”.
El libro, en cambio, está escrito con más tacto y expone hechos que deberían servir para terminar con los prejuicios a los que se refiere el título. Aunque lo cierto es que ni siquiera Isenberg consigue librarse del marco clasista.
Cuando a principios de año la presentadora de On the Media, Brooke Gladstone, le pidió a Isenberg que hablara de prejuicios que presentan a los blancos pobres como personas intolerantes, la autora habló del problema: “Tienen ciertas actitudes que sin duda son racistas y no puedes esconderlas y hacer como que no existen. Forma parte de su mentalidad”.
¿Solo los ignorantes son racistas?
Todas estas generalizaciones sobre los grupos más vulnerables nos permiten ver que los debates en torno a las clases en un país que es relativamente joven y que creía que no tenía castas son extremadamente simplones.
“ El problema es que muchos intentan presentar a los blancos pobres como los únicos racistas del país”, le explicó Isenberg a Gladstone: “Como si fueran más racistas que el resto”.
La raíz de este problema reside en la creencia de que la clase alta tiene una moral más elevada. Como escribió la periodista Lorraine Berry en un artículo publicado el mes pasado, se ha consolidado la noción de que solo los ignorantes son racistas. Según este discurso, el racismo desaparece con la educación. Soy la primera persona de mi familia con un título universitario y les puedo asegurar que ningún miembro de mi familia necesitó pasar por una universidad para aprender qué es tener un mínimo de decencia humana. (BRAVO)
Berry señala que los republicanos formados en las universidades de élite están detrás de esta creencia. De hecho, no fueron los blancos pobres, ni siquiera los blancos republicanos, los que promulgaron leyes para mantener la segregación racial o los que durante décadas observaban cómo las banderas confederadas ondeaban en los capitolios estatales. No fueron los blancos pobres los que convirtieron a los negros en criminales con leyes que prohibían la marihuana y la guerra contra las drogas. Tampoco fueron los blancos pobres los que se inventaron el fantasma de la “reina de la beneficencia” para referirse a los afroamericanos.
Con ello no quiero minimizar la importancia del racismo en los estratos más bajos de la sociedad pero sí recordar que estos comportamientos horribles también están presentes en las clases más altas de distinta forma y con mucha más fuerza.
Los periodistas y los comentaristas también deberían señalar con el dedo a otro tipo de blancos: conservadores sociales que donan dinero a la campaña de Trump pero que son demasiado civilizados como para ir a un mitin y chillar para expresar sus opiniones.
Según el discurso de la campaña de Trump y la información disponible, lo votarán personas a las que les va bastante bien pero que se consideran víctimas del sistema.
Los medios no parecen entender que gran parte de la clase trabajadora blanca preferiría cerrar filas con cualquier otro sentimiento que no sea el de victimismo. En la actualidad, fichan cuando entran y salen de su trabajo, guardan los cupones de descuentos de los supermercados, educan a sus hijos en el respeto e intentan esquivar la cobertura mediática.
Brecha entre realidad y política
Barack Obama, un hombre negro formado a partir de la experiencia negra, suele citar a sus descendientes por parte de madre; gente blanca de clase trabajadora: “Muchas de mis influencias proceden de mis abuelos maternos, que crecieron en el interior de Kansas”, indicó este mes a propósito de un encuentro celebrado en la Casa Blanca sobre cuestiones rurales.
El año pasado, en una conversación con la autora Marilynne Robinson, del The New York Review of Books, Obama lamentó todos estos conceptos erróneos y tan comunes sobre las pequeñas localidades del interior de Estados Unidos, por las que él siente admiración. “Hay una brecha enorme entre la realidad de las vidas diarias de estas personas y cómo hablamos de la realidad de Estados Unidos y de la vida política”. Señaló que uno de los elementos que contribuyen a ampliar esta brecha son “los filtros entre las personas corrientes” que hacen lo que pueden por sobrevivir, así como los debates políticos demasiado complejos.
"Nos debería hacer reflexionar el hecho de que destacados comentaristas progresistas consideren que el término “populismo” tiene connotaciones negativas"
“ Me siento muy reconfortado cuando tengo la oportunidad de conocer a estas personas en su contexto”, explicó: “Por algún motivo, el filtro hace que en el ámbito político nacional sus realidades no se presenten de forma alentadora”.
Sin duda, una de estas descripciones desalentadoras, la caricatura del votante blanco que destila odio y que lleva vaqueros grasientos, responde a una realidad. En mi pueblo conocí a uno o dos; el típico grandullón que amenaza a personas todavía más débiles que él y que amenaza a las personas de color para que huyan del pueblo, insulta a las mujeres y utiliza pistolas de aire comprimido para disparar contra gatos. Así sería Trump si hubiera nacido donde yo nací.
La fascinación de los medios de comunicación hacia el votante de Trump alimenta la teoría, tan de moda, de que detrás de su apoyo se esconde la intolerancia. Es cierto que los problemas económicos de la clase trabajadora blanca son un punto más para Trump, como también lo es la falta de dinero de las personas de color, que al mismo tiempo son el blanco de ataque de sus comentarios racistas y xenófobos y que por este motivo le han dado la espalda. Sin embargo, uno creería que a los progresistas blancos que pertenecen a la élite y que a lo largo de esta campaña han transmitido una imagen de grandeza ética les costaría más pensar en términos globales sobre relaciones comerciales e inmigración si hubieran tenido que cerrar su fábrica o su comunidad hubiera sido diezmada.
Analistas acomodados
Los analistas acomodados que se oponen a Trump suelen examinar los males sociales desde un determinado punto de vista; están convencidos de que sus tendencias políticas son un reflejo de sus valores y de su personalidad. Cabe suponer que muchos de ellos heredaron estas ideas, de la misma forma que muchos estadounidenses que crecieron en los estados republicanos heredaron las suyas. Si creciste en un ambiente progresista, no deberías estar tan orgulloso de ti mismo por votar en contra de Trump.
También está de más esta idea condescendiente de que los demócratas que en las últimas décadas no se han sentido representados por su partido y que se han unido al Partido Republicano “están votando en contra de sus intereses. Esta noción tiene un trasfondo antidemocrático, ya que parte de la premisa de que un gran número de estadounidenses carece de las condiciones mentales que se precisan para votar”.
Son muchos los que siguen apoyando a Trump a pesar de todo lo publicado sobre su trato a las mujeres, sus actitudes racistas y otras actitudes temerarias. Son capaces de decidir su voto y de tomar sus propias decisiones. Cuando intentemos discernir de quien estamos hablando, debemos ser conscientes de nuestros prejuicios de clase.
¿Periodista? No de clase obrera
Un artículo publicado recientemente en la edición impresa del The New York Times describía a un hombre de Kentucky así: “Mitch Hedges cultiva ganado y suelda herramientas que se utilizan en las minas de carbón. Cree que va a perder su trabajo en seis meses pero no apoya a Trump, al que considera un idiota”.
Celebré que, por una vez, se hablara de un hombre blanco de clase obrera que no vota a Trump. Me hizo reír la expresión “cultivar ganado” ya que uno puede cultivar la cosecha o criar animales. Para una periodista que durante su juventud hizo ambas cosas, es difícil tomarse en serio este reportaje de The New York Times.
La principal razón por la cual los medios de comunicación más importantes no parecen comprender las cuestiones de clase es precisamente que no hay diversidad socioeconómica en las redacciones.
Pocas personas que crecieron rodeadas de pobreza terminan trabajando en las redacciones o publicando libros. De hecho, son tan pocas que me pareció necesario dar un giro a mi carrera y especializarme en cuestiones de clase en un sector rico y privilegiado de la misma forma que los periodistas negros hablan de raza en un sector que está integrado mayoritariamente por blancos.
Con esto no quiero decir que uno debe pertenecer a un determinado grupo o lugar para hacerles justicia, como han demostrado los buenos periodistas de investigación y los comentaristas en el último siglo e incluso antes.
Escuchen la serie sobre pobreza que ha emitido la radio On the Media. El segundo episodio de esta serie incluye la siguiente reflexión de Gladstone: “Los pobres, en su conjunto, son un grupo tan poco homogéneo como cualquier otro”.
Sé que muchos periodistas son personas muy trabajadoras que quieren presentar la historia bajo el ángulo correcto y no me gusta criticar a los medios de comunicación. El clasismo de los presentadores de la televisión por cable es simplemente un reflejo del clasismo del sector más privilegiado de Estados Unidos. Lo vemos en todas partes, desde los tuits que presentan a los votantes de Trump como palurdos sin remedio hasta en el hecho de que el Partido Demócrata que no se tomó la molestia de crear una plataforma centrada en las medidas de reducción de la pobreza hasta un mes antes de las elecciones presidenciales.
Medios deliberadamente obtusos
La distancia económica que separa al periodista de los protagonistas de sus reportajes nunca ha sido tan peligrosa como en la actualidad, marcada por una histórica disparidad entre ricos y pobres. A menudo los reportajes se centran en el mercado de valores y no en las personas que nunca tuvieron acciones.
Durante décadas, los medios de comunicación de Estados Unidos han sido deliberadamente obtusos cuando han tenido que informar de las quejas de los ciudadanos de a pie. Este ha sido un factor que sin duda ha ayudado a crear el espacio de resentimiento que Trump ahora ocupa. Nos debería hacer reflexionar el hecho de que destacados comentaristas progresistas consideren que el término “populismo” tiene connotaciones negativas.
Estamos ante un periodismo que integra la plutocracia que debería criticar, que no ha sabido cumplir con su deber de guardián de la verdad y que ha perdido el respeto hacia todas aquellas personas que no dudan en llamar las cosas por su nombre.
Mi abuelo Arnie, que ya ha fallecido, era una de estas personas. Hombres parecidos a Trump pasaban con sus lujosos vehículos por nuestra granja, con la intención de hacer negocios. Mi abuelo sabía reconocer a los que eran unos embusteros y unos estafadores, los trataba con amabilidad y los mandaba a paseo. Si por algún motivo te despedías de alguno de ellos con un apretón de manos, mi abuelo se reía y te decía: “mejor que cuentes tus dedos”.
En un mundo en el que las “Bettys” y los “Arnies” prácticamente no tienen voz, los que tienen una plataforma desde la que lanzar sus opiniones deberían reflexionar antes de despotricar sobre ellos.
Tal vez quieras generalizar y crear un estereotipo para presentar a un grupo de personas y especular sobre sus ideas políticas o creerte superior a ellos, por ejemplo, los que hacían un tercer turno en una fábrica de Boeing mientras otros viajaban a México de vacaciones, los que limpiaban el suelo de un McDonalds mientras otros debatían en las redes sociales en torno al salario mínimo, los que tuvieron que vaciar sus casilleros cuando se cerró la fábrica de cerveza Pabst mientras otros bebían cervezas artesanales en bares de moda, los que regresaron de Oriente Medio dentro de un ataúd mientras otros escribían columnas de opinión sobre política exterior. Si este es el caso, deberías aceptar el hecho de que tal vez te pareces más a Trump de lo que te gustaría.
Traducción de Emma Reverter
http://www.eldiario.es/theguardian/idiotas-peligrosos-progresistas-comprender-estadounidenses_0_571843050.html
'Esos idiotas peligrosos': los medios progresistas, Trump y los estadounidenses de clase obrera
Los partidarios de Trump no son la caricatura que presentan los periodistas. Sarah Smarsh, una periodista de origen humilde de Kansas, critica los estereotipos y el clasismo que se cuela en las redacciones
"Los medios han presentado a los blancos de clase trabajadora como un todo y han creado un imaginario caduco y traicionero que resulta muy conveniente para el capitalismo. Según este mensaje, los pobres son unos idiotas peligrosos"
Sarah Smarsh
En marzo mi abuela Betty, una anciana de 71 años, hizo tres horas de cola para poder votar a Bernie Sanders en el caucus del Partido Demócrata en el estado de Kansas. Era la primera vez que votaba en unas primarias y aunque fue un suplicio, en ningún momento se planteó regresar a casa sin haber votado. Betty, una mujer blanca que no terminó sus estudios de secundaria, que tuvo a su primer hijo a los dieciséis años y vivió en la más absoluta pobreza la mayor parte de su vida, quería votar.
Esperó su turno a pesar de sus debilitadas rodillas; las mismas que en el pasado la mantuvieron de pie durante horas en una fábrica. Esperó su turno a pesar del enfisema pulmonar provocado por el tabaquismo y de la dentadura postiza que ha lucido desde que era una veinteañera, dos señales claras de la clase social a la que pertenecemos. En la década de los sesenta, antes de la sentencia Roe contra Wade, la mujer que esperó su turno pagó a un desconocido para que le introdujera un gancho de alambre en el útero tras descubrir que estaba embarazada de un hombre del que huyó después de que le rompiera la mandíbula.
Durante muchos años, Betty trabajó como funcionaria de libertad condicional para el sistema judicial de Wichita, en Kansas. Su trabajo consistía en hacer un seguimiento de violadores y de asesinos. Por eso, está curada de espantos. Sin embargo, no ha dudado en afirmar que el candidato republicano Donald Trump es un sociópata “con la boca llena de mierda”.
Nadie detesta a Trump más que ella. El candidato dijo que debe castigarse a las mujeres que aborten y ha dicho cosas horribles de colectivos que ella conoce desde su infancia y con los que ha trabajado codo a codo. Su estilo pomposo e indecente ofende su sensibilidad humilde y del medio oeste americano.
La clase trabajadora, integrada por personas como Betty, se ha convertido en la obsesión de todos aquellos que cuando comentan estas elecciones presidenciales hablan de “clases”: ¿Quién está detrás de esta bestia feroz y por qué apoya a Trump?
Los votantes de Trump no son tan pobres
Las cifras cuantitativas ponen en duda, o niegan de plano, la tan regurgitada teoría de que el nivel de educación o de ingresos permite predecir el apoyo a Trump, o la afirmación de que la clase trabajadora blanca lo apoya desproporcionadamente.
El mes pasado, el resultado de una encuesta elaborada por Gallup sobre una muestra de 87.000 personas dejó entrever que los partidarios de Trump no tienen más problemas económicos o derivados de la inmigración que aquellos que se oponen al candidato republicano.
Según este estudio, sus seguidores no tienen ingresos más bajos o una tasa de desempleo más alta que otros estadounidenses. La información relativa a los ingresos se pierde elementos importantes: aquellos con ingresos altos también pueden tener problemas de salud o ser propensos a empeorar económicamente.
Sin embargo, la mayoría de encuestados no se aferraban a trabajos que podrían perder. Uno de los analistas de Gallup explicó que, sorprendentemente, “parece no haber ningún tipo de relación entre sufrir la amenaza de la competencia comercial con otro país y apoyar políticas nacionalistas en Estados Unidos”.
El típico grandullón que amenaza a personas todavía más débiles que él y que amenaza a las personas de color para que huyan del pueblo, insulta a las mujeres y utiliza pistolas de aire comprimido para disparar contra gatos. Así sería Trump si hubiera nacido donde yo nací.
A principios de año, los sondeos que se llevaron a cabo antes de las primarias mostraron que aquellos que votaron a Trump tienen un mayor poder adquisitivo que el resto de estadounidenses, con unos ingresos familiares de 72.000 dólares, lo cual supera los ingresos de los que votaron a Hillary Clinton o a Bernie Sanders. El 44% tiene un título universitario; en comparación con la media nacional, que es del 29% para el conjunto de la población, o del 33% en el caso de la población blanca.
En enero, el politólogo Matthew MacWilliams indicó que uno de los factores que permite predecir el apoyo a Trump es una cierta tendencia al autoritarismo , mientras que los ingresos, la educación, el género, la edad o la raza no son factores determinantes.
Donald Trump, el "show" más deseado de Las Vegas
Sin embargo, todos estos hechos objetivos no han servido para que los expertos y los periodistas dejen de repetir hasta la saciedad que la clase obrera blanca ha decidido apoyar a un demagogo que se distingue por su grandilocuente verborrea.
Para explicar correctamente por qué parte de la ciudadanía se siente atraída por Trump, una cobertura mediática equilibrada debería incluir más reportajes sobre el racismo y la misoginia en los barrios acomodados donde viven algunos votantes de Trump. O, en el supuesto de que se esté valorando la amargura de la clase trabajadora causada por la situación económica, también deberían publicarse reportajes sobre legisladores demócratas que en las últimas décadas han decidido destruir la red de bienestar, se subieron al carro de Wall Street y se olvidaron de los trabajadores estadounidenses cuando negociaron acuerdos comerciales internacionales.
Sin embargo, para los medios de comunicación nacionales, integrados, en su mayoría, por progresistas de clase alta o de clase media, eso supondría tener que mostrar los rostros de sus semejantes.
Si bien es ciert o que los rostros que los periodistas muestran en televisión –rostros enfurecidos que hacen comentarios sexistas cerca de una bandera de la Confederación– se merecen algún tipo de cobertura mediática, no son un reflejo de las comunidades que yo conozco tan bien. El hecho de que los medios de comunicación hayan ignorado comunidades como la mía ha creado una falta de comprensión tan grave que con un primer vistazo a un blanco con problemas económicos parece servir para describir a la totalidad.
El ejemplo antropológico de JD Vance
Un vistazo a la actualidad nos lleva hasta JD Vance, autor de una autobiografía que ha sido éxito de ventas, Hillbilly Elegy (Elegía del palurdo) . Es la historia de un abogado de éxito que creció en una pequeña ciudad siderúrgica de Ohio y cuya familia, a pesar de ser de clase media, lidiaba con la precariedad. El libro nos habla del caos que suele perseguir a una familia que ha quedado atrapada en un ciclo de pobreza durante generaciones.
Vance se autodefine como conservador y afirma que no votará a Trump. Sin embargo, intenta comprender por qué muchas personas de clase trabajadora sí lo harán. Tiene que ver con una ansiedad cultural que surge cuando muchos amigos consumen opiáceos y mueren por sobredosis y la casta política ya te ha dejado claro que no te ayudará. Si bien su experiencia es extrapolable a la de otras personas de zonas concretas, los periodistas de la Costa Este han convertido a Vance en portavoz de toda la clase obrera blanca.
Los entrevistadores y los críticos literarios parecen sentirse aliviados por el hecho de haber encontrado a alguien que tiene unas opiniones que confirman las suyas. The Run-Up, el podcast de las elecciones del The New York Times, afirmó que la autobiografía de Vance también es un estudio de antropología cultural de la clase obrera blanca que ha apoyado la candidatura de Trump (al tuitear la crítica del libro, el The New York Times ironizó con la pregunta: ¿Quieren saber más sobre las personas que le han dado alas a Donald Trump?”.
Si bien los orígenes de Vance se remontan a la industria minera de Kentucky, la mayoría de los blancos con dificultades económicas no son hombres conservadores y protestantes de los Apalaches. A veces parece ser el único elemento del imaginario colectivo: un tipo escondido en una chabola situada en una montaña remota, como un fantasma polvoriento, como si la pobreza de los blancos no estuviera delante de nuestras narices, pasando nuestras tarjetas de crédito en una tienda de rebajas en Denver o pidiendo limosna en una calle de Los Ángeles.
Los estereotipos simplones suelen penetrar allí donde el periodismo no consigue llegar. La última vez que la clase a la que pertenezco por nacimiento recibió una atención mediática de estas proporciones fue 20 años atrás. No salió en los informativos sino en una serie de televisión, Roseanne . El guión de esta serie resulta más riguroso y certero que las reflexiones de los comentaristas de las cadenas de televisión de Nueva York.
Las imágenes de personas blancas de clase trabajadora y progresistas, entre las que se incluyen mujeres como Betty, no son mostradas por unos medios de comunicación obsesionados por las audiencias y que cubren estas elecciones como si se tratara de una carrera de caballos.
Los pobres, idiotas peligrosos
Este paradigma de los medios de comunicación ha alimentado la leyenda de un Estados Unidos polarizado, el azul demócrata contra el rojo republicano, en el que el 42% de los habitantes de Kansas que votaron a Barack Obama en 2008 han quedado silenciados.
En estas primarias, el número de habitantes de Kansas que participó en el caucus demócrata superó el de aquellos que votaron en el caucus de Donald Trump. Se trata de una información relevante y lo cierto es que ningún periódico nacional la ha mencionado, tal vez porque no pudo entender que en esa zona que observa desde la lejanía viven millones de estadounidenses más progresistas que los que se pueden encontrar en los bastiones de Clinton.
En lugar de dar este tipo de información, los medios han presentado a los blancos de clase trabajadora como un todo y han creado un imaginario caduco y traicionero que resulta muy conveniente para el capitalismo. Según este mensaje, los pobres son unos idiotas peligrosos.
Donald Trump, el evangelista de los enojados
La superioridad moral que siente la clase adinerada de Estados Unidos ha dado alas a esta leyenda urbana relativa a los blancos de clase trabajadora y que los presenta como los culpables del auge de Donald Trump y que presupone que aquellos que lo apoyan por los peores motivos representan al conjunto de partidarios.
Esta noción se repite en todos los análisis sobre estas elecciones, como también la creencia de que los blancos pobres no solo tienen problemas económicos sino también de personalidad.
En un artículo sobre estas elecciones publicado por el National Review en marzo, Kevin Williamson escribió un análisis sobre los votantes blancos con pocos recursos. En las últimas décadas este colectivo ha visto como su tasa de mortalidad ha aumentado considerablemente. Su artículo se hace eco de una creencia compartida por conservadores y progresistas cuando indica que estas comunidades, devastadas por la oxicodona, “se merecen morir”.
“ Los blancos de clase baja están instalados en una subcultura tóxica y egoísta cuyas consecuencias son la miseria y el consumo de heroína”, afirma. “Los discursos de Donald Trump hacen que se sientan bien. Como la oxicodona”.
Para confirmar que muchos periodistas no comprenden a este colectivo y que no se trata de un fenómeno limitado a los conservadores más provocadores, solo hace falta leer una serie de reportajes publicada por el The Washington Post que analiza por qué la tasa de mortalidad de las mujeres blancas que viven en zonas rurales se ha disparado. Se centra en sus hábitos como fumadoras y describe con todo detalle “sus caras demacradas” y el proceso de embalsamamiento de sus cuerpos. Es difícil imaginar un reportaje que analizara a mujeres blancas de clase alta tras su fallecimiento. La indignación de sus familiares y amigos con la educación, el tiempo y la voluntad de escribir cartas a los directores de los periódicos sería descomunal.
Dignidad y tristeza en la clase trabajadora
Un sentimiento que me parece incluso más ridículo que el desprecio y la humillación es su “primo pobre”: la piedad.
En una columna de opinión que publicó recientemente David Brooks en el The New York Times, titulada Dignity and Sadness in the Working Class (Dignidad y tristeza de la clase trabajadora), el periodista nos habla de un obrero del sector de la metalurgia que vive en el estado de Kentucky y que ha perdido su trabajo. En su último día en la fábrica, el hombre se dirige hacia la salida mientras es vitoreado por sus compañeros, una escena que a mí me parece triunfal pero que a Brooks le parece lamentable. El periodista señala que el hombre trabajó muy duro por una miseria y que era muy capaz pero su trabajo no se valoraba. Según él “irradiaba la tristeza residual de un corazón solitario”.
Me resulta difícil imaginar un desprecio mayor. Estos profesionales de la comunicación han ignorado los problemas de la clase trabajadora durante décadas y ahora suplican al país que tenga compasión. No necesitamos sus análisis y todavía menos sus lágrimas. Lo que necesitamos es que alguien explique nuestra situación; a ser posible un periodista que pueda entrar en una fábrica sin que una niebla de culpabilidad empañe sus gafas.
Uno de estos periodistas, Alexander Zaitchik, viajó durante varios meses a lo largo y ancho de seis estados del país para conocer de primera mano a blancos de clase trabajadora que apoyan a Trump. Quería que el libro que publicará – The Gilded Rage (La Furia Dorada, en un juego de palabras con 'the Gilded Age', la edad dorada)– reflejase la complejidad de las historias humanas que son ignoradas por la cobertura mediática diaria. Zaitchik explica que el proyecto nació como consecuencia de los duros comentarios realizados por personas que viven en un huso horario completamente distinto al de estas comunidades y que tienen unos niveles de ingresos completamente distintos.
Zaitchik describe de forma inteligente su encuentro con la clase media trabajadora, integrada en su mayoría por blancos que han trabajado duro y que han sufrido graves pérdidas, tanto durante la crisis financiera de 2008 como por los cierres de fábricas y despidos de los últimos años. Descubrió que el apoyo a Trump se debe en gran medida a motivos económicos, de principio a fin. Pudo constatar la ira de estas personas y descubrió que están indignados con los de arriba, no con los de abajo. Están enfadados con todos aquellos que negociaron acuerdos comerciales globales, no con las minorías.
Al mismo tiempo, es cierto que en estas comunidades se dan actitudes racistas y nacionalistas, como también se dan entre los demócratas y las personas con una situación más privilegiada.
Una encuesta realizada la pasada primavera por Reuters refleja que un tercio de los demócratas encuestados apoyarían que temporalmente se prohibiera la entrada de musulmanes en Estados Unidos. En otra encuesta, en este caso de YouGov, el 45% de los demócratas encuestados reconocieron que tienen una mala opinión del Islam, sin que se apreciaran diferencias entre los encuestados con distinto nivel de ingresos. Muchos de los que no votarán a Trump no son un dechado de virtudes mientras que los que sí lo harán se convierten en un blanco de ataque fácil y se les considera la plaga moral del país.
El clasismo y “una panda de abominables”
Cuando recientemente Hillary Clinton afirmó que la mitad de los que apoyan a Trump son “una panda de abominables”, Zaitchik le comentó a otro periodista que esta expresión se podía interpretar como otra forma de decir “otro cubo de basura blanca”. Clinton no tardó en disculparse por este comentario. Sin embargo, generalizar de este modo en un acto que se celebró en la parte baja de Manhattan, en el que se recaudaron 6 millones de dólares, con asistentes que llegaron a pagar entradas de hasta 50.000 dólares, me evocó algunas escenas de la comedia televisiva Veep; una sátira política en la que un poderoso político de Washington habla con desdén sobre “la gente corriente”.
Cuando hablamos, Zaitchik mencionó al presentador de la cadena HBO Bill Maher, “cuyas opiniones sobre los que votan a Trump se fundamentan en la eugenesia, ya que considera que tiene defectos congénitos. Sería imposible hablar de otro grupo de personas en estos términos y no ser despedido”.
Tal vez Maher es un ejemplo extremo de petulancia clasista. En el verano de 1998, cuando tenía 17 años y me acababa de graduar del instituto, trabajé en un elevador de grano durante la siega del trigo. Un elevador que estaba situado a unos 80 kilómetros, en Haysville, Kansas, explotó (el polvo del trigo es muy inflamable) y siete trabajadores murieron en la explosión. El accidente sacudió a mi comunidad, a mi familia y a mí y nos sirvió de recordatorio de todos los peligros que corremos cuando trabajamos como agricultores.
Como todos los demás, seguí haciendo mi trabajo. Tras una larga jornada transportando sacos pesados y cargando camiones que transportan trigo, solía ver el programa de televisión Politically Incorrect, un programa de ABC que por aquel entonces presentaba Maher. En un contexto en el que todavía se estaba buscando el cuerpo de uno de los trabajadores muertos en la explosión de Haysville, Maher bromeó acerca de que la gente debería tener mucho cuidado con las rebanadas de pan.
Creo que por primera vez tomé conciencia del hecho de que a lo largo de mi vida me iba a identificar políticamente con aquellos que insultan mis orígenes.
Este tipo de bromas están tan generalizadas que los más privilegiados económicamente no suelen darse cuenta. Los que escriben, debaten y publican periódicos, libros y revistas con la mejor de las intenciones suelen ofender desde la ignorancia.
Por ejemplo, fueron muchos los que me recomendaron el éxito de ventas White Trash (Basura blanca), de Nancy Isenberg, sin percatarse de que el título me ofende a mí y a las personas que quiero. El alivio que sentía por el hecho de que alguien hubiera escrito sobre un pasado que compartimos se esfumaba cada vez que lo veía en mi biblioteca, hasta el punto que al final opté por quitarle la portada. Sorprendentemente, los ejemplares promocionales del libro reflejan el tipo de nociones elitistas que Isenberg quiere denunciar: “Este libro parte de nuestros mitos reconfortantes sobre la igualdad y deja al descubierto el legado fundamental de la omnipresente y embarazosa, aunque a veces entretenida, basura blanca pobre”.
El libro, en cambio, está escrito con más tacto y expone hechos que deberían servir para terminar con los prejuicios a los que se refiere el título. Aunque lo cierto es que ni siquiera Isenberg consigue librarse del marco clasista.
Cuando a principios de año la presentadora de On the Media, Brooke Gladstone, le pidió a Isenberg que hablara de prejuicios que presentan a los blancos pobres como personas intolerantes, la autora habló del problema: “Tienen ciertas actitudes que sin duda son racistas y no puedes esconderlas y hacer como que no existen. Forma parte de su mentalidad”.
¿Solo los ignorantes son racistas?
Todas estas generalizaciones sobre los grupos más vulnerables nos permiten ver que los debates en torno a las clases en un país que es relativamente joven y que creía que no tenía castas son extremadamente simplones.
“ El problema es que muchos intentan presentar a los blancos pobres como los únicos racistas del país”, le explicó Isenberg a Gladstone: “Como si fueran más racistas que el resto”.
La raíz de este problema reside en la creencia de que la clase alta tiene una moral más elevada. Como escribió la periodista Lorraine Berry en un artículo publicado el mes pasado, se ha consolidado la noción de que solo los ignorantes son racistas. Según este discurso, el racismo desaparece con la educación. Soy la primera persona de mi familia con un título universitario y les puedo asegurar que ningún miembro de mi familia necesitó pasar por una universidad para aprender qué es tener un mínimo de decencia humana. (BRAVO)
Berry señala que los republicanos formados en las universidades de élite están detrás de esta creencia. De hecho, no fueron los blancos pobres, ni siquiera los blancos republicanos, los que promulgaron leyes para mantener la segregación racial o los que durante décadas observaban cómo las banderas confederadas ondeaban en los capitolios estatales. No fueron los blancos pobres los que convirtieron a los negros en criminales con leyes que prohibían la marihuana y la guerra contra las drogas. Tampoco fueron los blancos pobres los que se inventaron el fantasma de la “reina de la beneficencia” para referirse a los afroamericanos.
Con ello no quiero minimizar la importancia del racismo en los estratos más bajos de la sociedad pero sí recordar que estos comportamientos horribles también están presentes en las clases más altas de distinta forma y con mucha más fuerza.
Los periodistas y los comentaristas también deberían señalar con el dedo a otro tipo de blancos: conservadores sociales que donan dinero a la campaña de Trump pero que son demasiado civilizados como para ir a un mitin y chillar para expresar sus opiniones.
Según el discurso de la campaña de Trump y la información disponible, lo votarán personas a las que les va bastante bien pero que se consideran víctimas del sistema.
Los medios no parecen entender que gran parte de la clase trabajadora blanca preferiría cerrar filas con cualquier otro sentimiento que no sea el de victimismo. En la actualidad, fichan cuando entran y salen de su trabajo, guardan los cupones de descuentos de los supermercados, educan a sus hijos en el respeto e intentan esquivar la cobertura mediática.
Brecha entre realidad y política
Barack Obama, un hombre negro formado a partir de la experiencia negra, suele citar a sus descendientes por parte de madre; gente blanca de clase trabajadora: “Muchas de mis influencias proceden de mis abuelos maternos, que crecieron en el interior de Kansas”, indicó este mes a propósito de un encuentro celebrado en la Casa Blanca sobre cuestiones rurales.
El año pasado, en una conversación con la autora Marilynne Robinson, del The New York Review of Books, Obama lamentó todos estos conceptos erróneos y tan comunes sobre las pequeñas localidades del interior de Estados Unidos, por las que él siente admiración. “Hay una brecha enorme entre la realidad de las vidas diarias de estas personas y cómo hablamos de la realidad de Estados Unidos y de la vida política”. Señaló que uno de los elementos que contribuyen a ampliar esta brecha son “los filtros entre las personas corrientes” que hacen lo que pueden por sobrevivir, así como los debates políticos demasiado complejos.
"Nos debería hacer reflexionar el hecho de que destacados comentaristas progresistas consideren que el término “populismo” tiene connotaciones negativas"
“ Me siento muy reconfortado cuando tengo la oportunidad de conocer a estas personas en su contexto”, explicó: “Por algún motivo, el filtro hace que en el ámbito político nacional sus realidades no se presenten de forma alentadora”.
Sin duda, una de estas descripciones desalentadoras, la caricatura del votante blanco que destila odio y que lleva vaqueros grasientos, responde a una realidad. En mi pueblo conocí a uno o dos; el típico grandullón que amenaza a personas todavía más débiles que él y que amenaza a las personas de color para que huyan del pueblo, insulta a las mujeres y utiliza pistolas de aire comprimido para disparar contra gatos. Así sería Trump si hubiera nacido donde yo nací.
La fascinación de los medios de comunicación hacia el votante de Trump alimenta la teoría, tan de moda, de que detrás de su apoyo se esconde la intolerancia. Es cierto que los problemas económicos de la clase trabajadora blanca son un punto más para Trump, como también lo es la falta de dinero de las personas de color, que al mismo tiempo son el blanco de ataque de sus comentarios racistas y xenófobos y que por este motivo le han dado la espalda. Sin embargo, uno creería que a los progresistas blancos que pertenecen a la élite y que a lo largo de esta campaña han transmitido una imagen de grandeza ética les costaría más pensar en términos globales sobre relaciones comerciales e inmigración si hubieran tenido que cerrar su fábrica o su comunidad hubiera sido diezmada.
Analistas acomodados
Los analistas acomodados que se oponen a Trump suelen examinar los males sociales desde un determinado punto de vista; están convencidos de que sus tendencias políticas son un reflejo de sus valores y de su personalidad. Cabe suponer que muchos de ellos heredaron estas ideas, de la misma forma que muchos estadounidenses que crecieron en los estados republicanos heredaron las suyas. Si creciste en un ambiente progresista, no deberías estar tan orgulloso de ti mismo por votar en contra de Trump.
También está de más esta idea condescendiente de que los demócratas que en las últimas décadas no se han sentido representados por su partido y que se han unido al Partido Republicano “están votando en contra de sus intereses. Esta noción tiene un trasfondo antidemocrático, ya que parte de la premisa de que un gran número de estadounidenses carece de las condiciones mentales que se precisan para votar”.
Son muchos los que siguen apoyando a Trump a pesar de todo lo publicado sobre su trato a las mujeres, sus actitudes racistas y otras actitudes temerarias. Son capaces de decidir su voto y de tomar sus propias decisiones. Cuando intentemos discernir de quien estamos hablando, debemos ser conscientes de nuestros prejuicios de clase.
¿Periodista? No de clase obrera
Un artículo publicado recientemente en la edición impresa del The New York Times describía a un hombre de Kentucky así: “Mitch Hedges cultiva ganado y suelda herramientas que se utilizan en las minas de carbón. Cree que va a perder su trabajo en seis meses pero no apoya a Trump, al que considera un idiota”.
Celebré que, por una vez, se hablara de un hombre blanco de clase obrera que no vota a Trump. Me hizo reír la expresión “cultivar ganado” ya que uno puede cultivar la cosecha o criar animales. Para una periodista que durante su juventud hizo ambas cosas, es difícil tomarse en serio este reportaje de The New York Times.
La principal razón por la cual los medios de comunicación más importantes no parecen comprender las cuestiones de clase es precisamente que no hay diversidad socioeconómica en las redacciones.
Pocas personas que crecieron rodeadas de pobreza terminan trabajando en las redacciones o publicando libros. De hecho, son tan pocas que me pareció necesario dar un giro a mi carrera y especializarme en cuestiones de clase en un sector rico y privilegiado de la misma forma que los periodistas negros hablan de raza en un sector que está integrado mayoritariamente por blancos.
Con esto no quiero decir que uno debe pertenecer a un determinado grupo o lugar para hacerles justicia, como han demostrado los buenos periodistas de investigación y los comentaristas en el último siglo e incluso antes.
Escuchen la serie sobre pobreza que ha emitido la radio On the Media. El segundo episodio de esta serie incluye la siguiente reflexión de Gladstone: “Los pobres, en su conjunto, son un grupo tan poco homogéneo como cualquier otro”.
Sé que muchos periodistas son personas muy trabajadoras que quieren presentar la historia bajo el ángulo correcto y no me gusta criticar a los medios de comunicación. El clasismo de los presentadores de la televisión por cable es simplemente un reflejo del clasismo del sector más privilegiado de Estados Unidos. Lo vemos en todas partes, desde los tuits que presentan a los votantes de Trump como palurdos sin remedio hasta en el hecho de que el Partido Demócrata que no se tomó la molestia de crear una plataforma centrada en las medidas de reducción de la pobreza hasta un mes antes de las elecciones presidenciales.
Medios deliberadamente obtusos
La distancia económica que separa al periodista de los protagonistas de sus reportajes nunca ha sido tan peligrosa como en la actualidad, marcada por una histórica disparidad entre ricos y pobres. A menudo los reportajes se centran en el mercado de valores y no en las personas que nunca tuvieron acciones.
Durante décadas, los medios de comunicación de Estados Unidos han sido deliberadamente obtusos cuando han tenido que informar de las quejas de los ciudadanos de a pie. Este ha sido un factor que sin duda ha ayudado a crear el espacio de resentimiento que Trump ahora ocupa. Nos debería hacer reflexionar el hecho de que destacados comentaristas progresistas consideren que el término “populismo” tiene connotaciones negativas.
Estamos ante un periodismo que integra la plutocracia que debería criticar, que no ha sabido cumplir con su deber de guardián de la verdad y que ha perdido el respeto hacia todas aquellas personas que no dudan en llamar las cosas por su nombre.
Mi abuelo Arnie, que ya ha fallecido, era una de estas personas. Hombres parecidos a Trump pasaban con sus lujosos vehículos por nuestra granja, con la intención de hacer negocios. Mi abuelo sabía reconocer a los que eran unos embusteros y unos estafadores, los trataba con amabilidad y los mandaba a paseo. Si por algún motivo te despedías de alguno de ellos con un apretón de manos, mi abuelo se reía y te decía: “mejor que cuentes tus dedos”.
En un mundo en el que las “Bettys” y los “Arnies” prácticamente no tienen voz, los que tienen una plataforma desde la que lanzar sus opiniones deberían reflexionar antes de despotricar sobre ellos.
Tal vez quieras generalizar y crear un estereotipo para presentar a un grupo de personas y especular sobre sus ideas políticas o creerte superior a ellos, por ejemplo, los que hacían un tercer turno en una fábrica de Boeing mientras otros viajaban a México de vacaciones, los que limpiaban el suelo de un McDonalds mientras otros debatían en las redes sociales en torno al salario mínimo, los que tuvieron que vaciar sus casilleros cuando se cerró la fábrica de cerveza Pabst mientras otros bebían cervezas artesanales en bares de moda, los que regresaron de Oriente Medio dentro de un ataúd mientras otros escribían columnas de opinión sobre política exterior. Si este es el caso, deberías aceptar el hecho de que tal vez te pareces más a Trump de lo que te gustaría.
Traducción de Emma Reverter
HamTyler- Mensajes : 2135
Fecha de inscripción : 29/09/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Trumbo escribió:con lo del ébola se me fue la pinza
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freakedu- Moderador
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
alflames escribió:gimp es gratis y se maneja facil, otra cosa es que lo que hagas tenga calidad...
Para hacer las mierdas que yo hago no hace falta tener mano.
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Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
freakedu escribió:
Gracias a Dios... ya me siento mejor.
HamTyler- Mensajes : 2135
Fecha de inscripción : 29/09/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Quién se ha leido el artículo infinito?
javi clemente- Mensajes : 121996
Fecha de inscripción : 08/05/2008
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
javiviramone escribió:alflames escribió:gimp es gratis y se maneja facil, otra cosa es que lo que hagas tenga calidad...
En el curro tenemos Gimp y no hay manera
Demasiados años con el photoshop como para ahora cambiar de costumbres
No me entra ni a ostias
Yo la única cosa "avanzada" del GIMP que he usado es lo de hacer morphing de 2 fotos. Todo lo demás es recortar, borrar, escalar, rotar, voltear y ya. Seguro que se pueden hacer muchísimas más cosas como igualar tonalidades para que no sean tan pegotes algunas caras, lo de la compresión de los colores en GIF para que no quede tan mal, pero para las cuatro mierdas que hago no creo que me merezca la pena meterme en aprender a usarlo.
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freakedu- Moderador
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Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
javiviramone escribió:Black Eye escribió:Trumbo escribió:black, esas mejoras son el chocolate del loro. esa gente y esos países viven en la más absoluta de las miserias, por mucho que les hayan mejorado 4 cosas, igual que si el señorito de los santos inocentes le regala un microondas a Paco el Bajo.
son países que han sido devorados por el imperialismo y el capitalismo desde el principio, ni siquiera tuvieron nunca una oportunidad.
¿Y eso yo lo he negado? Sólo digo que están mejor que hace cinco años en infraestructuras y en seguridad laboral en empresas españolas que trabajan allí instalando ciclos combinados, y en obras civiles de gran calaje se ven medios, equipos y seguridad que hace cinco años que no había.
Y que por otro lado son países proteccionistas (mucho).
No he dicho nada más ni relacionado una cosa con la otra.
Y de verdad que la historia de ese país me la conozco bastante bien, que me la han contado muchas veces
bueno,has dicho que nos creemos un libro o un documental antes que a ti que has estado
asi pues,si resaltas que nos creemos el libro o el documental,es porque entiendes que el libro o el documental es falso
ahora no te hagas el tonto
No me hago el tonto ni creo que me lo haya hecho. Está claro que en el documentado se muestran realidades del país, de esas fabricas y de sus trabajadores. Pero hay informaciones del documental (como lo de que estén siempre operativas y que no haya huelgas nunca) que para mí son falsas, porque he estado allí, lo he visto y he hablado con gente que vive y trabaja allí).
Por eso mí opinión es contraria a cosas que se dicen en esos documentales y hay veces que extraigo que otras cosas que se dicen no sean ciertas (siendo muchas de ellas reales y verdaderas).
Es lo que cuento aquí sin hacerme el tonto, y cada uno cree lo que quiere. Y yo creo que la opinión de alguien que no ha estado allí, no lo ha visto y no ha hablado con gente de allí no va a cambiar lo que vi y lo que pienso.
A partir de ahí, que cada uno piense lo que quiera, que yo aquí estoy hablando y comentando, no generando opinión.
Black Eye- Mensajes : 9518
Fecha de inscripción : 12/01/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
javi clemente escribió:Quién se ha leido el artículo infinito?
Yo.
HamTyler- Mensajes : 2135
Fecha de inscripción : 29/09/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Jurek escribió:Freedom for California
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37932391
Ya tienen lema.
WASHINGTON D.C ARE STEALING US®
Rizzy- Mensajes : 41513
Fecha de inscripción : 10/10/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
javi clemente escribió:Quién se ha leido el artículo infinito?
Yo.
Pier- Mensajes : 26143
Fecha de inscripción : 03/03/2010
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
Yo también.
Poisonblade- Mensajes : 55462
Fecha de inscripción : 06/03/2016
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
javi clemente escribió:Quién se ha leido el artículo infinito?
Yo solo he leído algo de las Bettys y los Arnies.
Creo que se refieren a algo parecido a nuestros Felipes.
Rizzy- Mensajes : 41513
Fecha de inscripción : 10/10/2009
Re: El apocalipsis-Trump vs Clinton
mmmmmmmm lo de los medios
la campaña, como digo la han ganado:
0 el hecho de que habiendo solo 2 alternativas, sea totalmente "legit" hacer campaña atacando al otro, es lO MISMO decir que el otro es peor que tu que que tu eres mejor que el otro, exactamente lo mismo
1 priebus, al que trump dedicó dos parrafos enteros, todos los argumentos que defendían por que Trump "no tenía" groundgame, trump no ha puesto un duro, por parte del candidato ha sido una de las campañas más baratas que ha habido, si si, alquiler de estadios y etc, pero ya, y como supuestamente existía la división en el partido y los que se presentaban down-ballot no le apoyaban.... pues resulta que ninguna de las 2 cosas era cierta, el responsable de esa parte de la campaña para el RNC hizo lo que tenía que hacer, de tapadillo, pero lo hizo
2
los miembros de su campaña, no tengo ni idea de lo que habran aportado ailes, stone y bannon, ni creo que grinwich, christie o giulliani hayan sido determinantes
los miembros activos de la campaña de trump y sus responsables k.a. conway, k. macenany y el cara rata (otros como elwandowsky simplemente son unos exaltados, aparte de que cuando fue a cnn ya no era miembro de la campaña)
no sabéis, no tenéis ni idea de lo que es escuchar a kelly anne 6 meses seguidos, peeeeeeeeeeeeeeeero, chapeau, no solo por su curro como pundit en todas las putas televisiones, que tontos de ellos la han llevado a diario, si no sobretodo por su trabajo de verdad, el de realizar y analizar encuestas, empiezo por esto ultimo
k.a. se ha pasado un mes diciendo que tenian ventaja en ohio, florida, pennsylvania, michigan y cuomo y otros la trataban como "la tontita" la que dice tonterías, y... la mayoría decía otras cosas asi que yo... pero oh! como se la metio a todo el mundo, que lista es, su trabajo (cuando le dejaban libre en las teles) ha sido ir a los estados donde trump la cagó con cruz (para el que trabajaba antes) y sobretodo donde hillary la cagó con sanders para afianzar los votos de trump ahí Y controlarlos regularmente, la noche de las elecciones macenany, cara-rata y otros se mearon en la boca de todas las televisiones diciendo que antes de cerrar las urnas que tenían los datos exactos que decían por que iban a ganar florida y otros estados y los presentadores les seguian ignorando
pero verla en la tele HA SIDO UNA BASURA, NO PARABA DE MENTIR, evadir las preguntas y atacar a hillary sin que tuviese nada que ver con el tema de la entrevista, yo alucinaba, porque cualquiera, incluso los que han votado a trump, veian lo que estaba haciendo, no me podía creer que eso funcionase, pero.... joder si ha funcionado
lo de los medios va porque TODOS LOS MEDIOS zorreaban con los trump pundits, TODOS, por no perderlos como atractivo para el público les trataban entre algodones, les dejaban divagar diciendoles: entiendo que quieras divagar pero....
lo digo por si véis eso aquí, funciona
hillary lo ha dejado todo al groundgame y se escondió, no existe ningún equivalente a ninguno de esos 3 porque ella no quiso y la cagó
la campaña, como digo la han ganado:
0 el hecho de que habiendo solo 2 alternativas, sea totalmente "legit" hacer campaña atacando al otro, es lO MISMO decir que el otro es peor que tu que que tu eres mejor que el otro, exactamente lo mismo
1 priebus, al que trump dedicó dos parrafos enteros, todos los argumentos que defendían por que Trump "no tenía" groundgame, trump no ha puesto un duro, por parte del candidato ha sido una de las campañas más baratas que ha habido, si si, alquiler de estadios y etc, pero ya, y como supuestamente existía la división en el partido y los que se presentaban down-ballot no le apoyaban.... pues resulta que ninguna de las 2 cosas era cierta, el responsable de esa parte de la campaña para el RNC hizo lo que tenía que hacer, de tapadillo, pero lo hizo
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los miembros de su campaña, no tengo ni idea de lo que habran aportado ailes, stone y bannon, ni creo que grinwich, christie o giulliani hayan sido determinantes
los miembros activos de la campaña de trump y sus responsables k.a. conway, k. macenany y el cara rata (otros como elwandowsky simplemente son unos exaltados, aparte de que cuando fue a cnn ya no era miembro de la campaña)
no sabéis, no tenéis ni idea de lo que es escuchar a kelly anne 6 meses seguidos, peeeeeeeeeeeeeeeero, chapeau, no solo por su curro como pundit en todas las putas televisiones, que tontos de ellos la han llevado a diario, si no sobretodo por su trabajo de verdad, el de realizar y analizar encuestas, empiezo por esto ultimo
k.a. se ha pasado un mes diciendo que tenian ventaja en ohio, florida, pennsylvania, michigan y cuomo y otros la trataban como "la tontita" la que dice tonterías, y... la mayoría decía otras cosas asi que yo... pero oh! como se la metio a todo el mundo, que lista es, su trabajo (cuando le dejaban libre en las teles) ha sido ir a los estados donde trump la cagó con cruz (para el que trabajaba antes) y sobretodo donde hillary la cagó con sanders para afianzar los votos de trump ahí Y controlarlos regularmente, la noche de las elecciones macenany, cara-rata y otros se mearon en la boca de todas las televisiones diciendo que antes de cerrar las urnas que tenían los datos exactos que decían por que iban a ganar florida y otros estados y los presentadores les seguian ignorando
pero verla en la tele HA SIDO UNA BASURA, NO PARABA DE MENTIR, evadir las preguntas y atacar a hillary sin que tuviese nada que ver con el tema de la entrevista, yo alucinaba, porque cualquiera, incluso los que han votado a trump, veian lo que estaba haciendo, no me podía creer que eso funcionase, pero.... joder si ha funcionado
lo de los medios va porque TODOS LOS MEDIOS zorreaban con los trump pundits, TODOS, por no perderlos como atractivo para el público les trataban entre algodones, les dejaban divagar diciendoles: entiendo que quieras divagar pero....
lo digo por si véis eso aquí, funciona
hillary lo ha dejado todo al groundgame y se escondió, no existe ningún equivalente a ninguno de esos 3 porque ella no quiso y la cagó
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