LOS 1001 DISCOS DE LOS COJONES, el miércoles Bat Out Of Hell de Meat Loaf y Meat Puppets II de Meat Puppets

Moltisanti escribió:

El facha catalán escribió:The Mars Volta podrían ser facilmente el peor grupo de todos los tiempos. Una cosa es ser original y otra muy distinto es sonar indigesto. No puedo ni con medio minuto de sus mierdas.

Cada vez me caes mejor.

No, no es broma.

El facha catalán escribió:

Moltisanti escribió:

El facha catalán escribió:The Mars Volta podrían ser facilmente el peor grupo de todos los tiempos. Una cosa es ser original y otra muy distinto es sonar indigesto. No puedo ni con medio minuto de sus mierdas.

Cada vez me caes mejor.

No, no es broma.

¿Follamos?

xailor escribió:"Frances the Mute" me parece infinitamente más complicado que "De Loused", pero infinitamente.
Desde los interludios rayantes, anda que el que hay al final de "The Widow", pasando por los infinitos cambios de tercio, "L'Via" y acabando por la duración de los temas, que "Cassandra Gemini" dura más de media hora.
A cambio tiene muchas de las estrofas y melodías más memorables del nuevo siglo.

Moltisanti escribió:

xailor escribió:"Frances the Mute" me parece infinitamente más complicado que "De Loused", pero infinitamente.
Desde los interludios rayantes, anda que el que hay al final de "The Widow", pasando por los infinitos cambios de tercio, "L'Via" y acabando por la duración de los temas, que "Cassandra Gemini" dura más de media hora.
A cambio tiene muchas de las estrofas y melodías más memorables del nuevo siglo.

A mí desde luego me gusta mucho más, siendo aquí el uso del verbo gustar una de esas veces que se usa por decir algo sencillo y sin complicarse demasiado, para no enervar.

Pendejo escribió:¿Alguien ve el parecido de la portada de ese disco con mi avatar?

xailor escribió:

Moltisanti escribió:

xailor escribió:"Frances the Mute" me parece infinitamente más complicado que "De Loused", pero infinitamente.
Desde los interludios rayantes, anda que el que hay al final de "The Widow", pasando por los infinitos cambios de tercio, "L'Via" y acabando por la duración de los temas, que "Cassandra Gemini" dura más de media hora.
A cambio tiene muchas de las estrofas y melodías más memorables del nuevo siglo.

A mí desde luego me gusta mucho más, siendo aquí el uso del verbo gustar una de esas veces que se usa por decir algo sencillo y sin complicarse demasiado, para no enervar.

Enerva, enerva, busca el conflicto, yo de verdad que no puedo entender la música de esta banda sin llegar a extremos, reconciliables, de rechazo/sumisión a su propuesta.
Esta gente no decidió realizar la música que hacen para hacer amigos.
O entras o te quedas fuera.

Katxorro escribió:

Pendejo escribió:

Attikus escribió:

Pendejo escribió:Me encanta este de Lanegan:

Como que es su mejor disco.

No digo que no. Tiene temazos para aburrir, como dijo Watts.

Es verdad, para aburrir tiene el copón

xailor escribió:"Frances the Mute" me parece infinitamente más complicado que "De Loused", pero infinitamente.
Desde los interludios rayantes, anda que el que hay al final de "The Widow", pasando por los infinitos cambios de tercio, "L'Via" y acabando por la duración de los temas, que "Cassandra Gemini" dura más de media hora.
A cambio tiene muchas de las estrofas y melodías más memorables del nuevo siglo.

Moltisanti escribió:

xailor escribió:

Moltisanti escribió:

xailor escribió:"Frances the Mute" me parece infinitamente más complicado que "De Loused", pero infinitamente.
Desde los interludios rayantes, anda que el que hay al final de "The Widow", pasando por los infinitos cambios de tercio, "L'Via" y acabando por la duración de los temas, que "Cassandra Gemini" dura más de media hora.
A cambio tiene muchas de las estrofas y melodías más memorables del nuevo siglo.

A mí desde luego me gusta mucho más, siendo aquí el uso del verbo gustar una de esas veces que se usa por decir algo sencillo y sin complicarse demasiado, para no enervar.

Enerva, enerva, busca el conflicto, yo de verdad que no puedo entender la música de esta banda sin llegar a extremos, reconciliables, de rechazo/sumisión a su propuesta.
Esta gente no decidió realizar la música que hacen para hacer amigos.
O entras o te quedas fuera.

Creo que hay que disfrutarlos en directo. Es su elemento.

En casa, en un ordenador, sentado en una silla, no. NO. No es música normal, ni asequible, ni melódica, ni lineal, ni moderadamente comprensible. Su propuesta me parece descacharrante, desequilibrada, profundamente exigente, seguro satisfactoria para el que entre.

Yo soy de los que se quedan fuera con estas cosas. No con todas, pero sí con la mayoría.

Soy mucho más tradicional, más pop, más country, más felipillo seguro. Se podrá llamar como se quiera. Tengo claros mis gustos y mis tendencias. Mis discos favoritos de bandas históricas dicen mucho de mí. ¿Ejemplos? De Bad Religion "The New America". De Echo & The Bunnymen "What are you going to do with your life?" Creo que esos dos ejemplos explican muchas cosas, y abren suficientes heridas como para satisfacerte en tus pretensiones de que busque el conflicto (con otros) en este día raro donde no tengo ganas de buscar conflicto (pero sí de satisfacerte).

watts escribió:Es complicado rajar sin más de The Mars Volta sin quedar en evidencia. Porque son tan complejos que para poder llegar a criticarlos deberías escucharlos demasiado y si no los soportas, pues te contaré...

Yo ya digo que aprecio lo que hacen, pero a veces es duro. Sobre Deloused vs Frances, supongo que Frances será más complejo en su conjunto y tal, pero tiene una virtud: pausas, descansos, respiros... Lo de las ranas esas es una frikada, pero te deja respirar antes de lanzarse a otro tour de force de esos de mil notas desacompasadas por segundo. En cambio en Deloused esas pausas escasean... Esa creo que es la clave...

N.W. escribió:No me gusta Mars Volta. En general me gusta la musica mas convencional, las melodias bonitas, las armonías... Odio las cosas raras, con un par de excepciones.
El post rock, lo experimental, los ruidismos..me parece basura

Attikus escribió:

N.W. escribió:No me gusta Mars Volta. En general me gusta la musica mas convencional, las melodias bonitas, las armonías... Odio las cosas raras, con un par de excepciones.
El post rock, lo experimental, los ruidismos..me parece basura

¿Orion?

el baron de la birra escribió:

alflames escribió:

A mi el dloused me 0arece muchísimo mas asequible y directo que el siguiente,  pero infinitamente mas

El facha catalán escribió:

¿De verdad os gusta esto?

alflames escribió:y por cierto, para desayunar no, pero cuando iba andando al curro en alemania que tenia que atravesar un bosque, me ponia el deloused, cuando iba en metro no porque el trayecto era muy corto

watts escribió:

alflames escribió:y por cierto, para desayunar no, pero cuando iba andando al curro en alemania que tenia que atravesar un bosque, me ponia el deloused, cuando iba en metro no porque el trayecto era muy corto

Pues en los cascos hay que estar entrenado porque te puede poner la cabeza como un bombo...

Yo prefiero esas pausas que el aturulle sin tregua de Deloused... Yo, el resto no sé... Y es que en medio de esas pausas hay canciones con estribillos como The Widow o L'via

Pendejo escribió:Gemini se me esta haciendo larga

Moltisanti escribió:Mark Lanegan – Scraps at Midnight

Fue un verano que me marcó mucho, por muchos motivos. Era la primera vez que salía solo de España, pero la espera valió la pena, aunque toda la pena que me arrasó poco después hizo que la ausencia doliera mucho más.

El verano de 1998. El año anterior había estado en verano en casa el sobrino-nieto de una buena amiga de mis padres, una irlandesa llamada Pamela O’Malley, aficionada a los toros y al vino (recuerdo a mi madre leerle un prospecto de unas pastillas para el corazón que le habían recetado, y decirle “Pamela, con estas pastillas no puedes tomar vino”, y ella contestar “¡Pues tendré que dejar las pastillas!”). Su pariente, un chaval un año menor que yo, se llamaban Eoin (del gaélico, pronunciado como el apellido de aquel jugador del Liverpool, Owen), y era un tío estupendo. Aun seguimos viéndonos.

Estuve un mes y medio, repartido entre el sur de Inglaterra, en New Quay, Cork, Limmerick, Achill Island, Dublin y Londres. Descubrí a Elliott Smith, el Downward Spiral de NIN y el unplugged de Alice In Chains. Tuve mi primera crisis de ansiedad, me enrollé con una irlandesa de nombre francés que era una preciosidad (hola, Gálvez), me comí mi primer tripi y desde entonces tengo un deja vu cada vez que me sobrevuelan aves, ya que fuimos atacados en la playa de New Quay por una bandada de cuervos.

En una revista de por allí vi la reseña del disco de Lanegan, con una foto asombrosa en la que aparecía sentado en una cafetería con una gorra, sombrío y solitario, como siempre. Sabía de Lanegan, claro (banda sonora de Singles, Sweet Oblivion, Dust, este último descubierto hacía bien poco gracias a “la cinta de Quique”), pero no tenía ni idea de que fuese a sacar un disco.

Después, cuando volví a Madrid, a los pocos días murió mi madre.

Y siempre se quedaron vinculados, de por vida, Irlanda, mi amigo Eoin, Elliott Smith, los pájaros voladores, las chicas con nombre francés y el Scraps at Midnight. Y mi madre.

Tardé en escuchar el disco, tardé en hacerme con él. Pero una vez lo tuve, ya nunca me dejó. Lanegan siempre estuvo ahí para recoger mis pedazos. Y todo estaba relacionado, porque la primera canción hablaba de un hospital, de una habitación de hospital, y “Stay” y “Last one in the world” hablan de la vida, de la pérdida, como nadie me habló nunca de la pérdida. Estoy muy condicionado en el sentir sobre este disco, y no me importa reconocerlo.

Muchas veces me han señalado, o criticado, que esta forma de abrirme en un foro no tiene sentido, que es peligrosa, inadecuada, que no se estila. Nunca me importó, y hoy no podría importarme menos. Si hablo de este disco, tengo que hablar de lo que rodea a este disco, y para mí este disco es un tratado conceptual sobre la pérdida, junto a otros vértices (Angelo Badalamenti, “Dead Christimas” de Wyndorf, Quiz Show de Robert Redford, Irlanda, los pubs con olor a cerveza rancia, los servicios de oncología, mi amigo de nombre gaélico, las señales que me acompañaron de por vida) que dan forma a una iconografía personal de la que jamás me podré desprender.

Ella era, entonces, toda mi vida. Todo el jodido edificio se vino abajo. Quedaron mi padre y su infinita depresión, un mito abajo, antidepresivos, ansiolíticos, amigos que vinieron y se fueron, amigos que estaban y se fueron, una ambivalente relación con las mujeres, varios cargos de conciencia por dejarme llevar, una carrera a medio hacer que nunca pensé que podría terminar, y el rock and roll. Pero el rock and roll que entiendo, que siento, que me remueve la tripa, que me afecta a la cabeza, que me retrotrae y me empuja, que me conmueve (Mars Volta no, gracias). También hay cosas que me interesan (hola, Mars Volta), pero rápidamente pierdo el interés, cuando no hay un sentimiento involucrado.

Desde entonces, he rehecho muchas cosas, encontrado muchas otras, nuevos amigos, una nueva mujer, un hijo.

No hay ni un solo día que no me acuerde de mi madre. Y no hay ni un solo día que no repase la iconografía personal. No las fotos, no las chorradas. Las cosas indisolublemente unidas a su memoria.

Mark Lanegan es sólo una de ellas. Pero hay algo en su voz, y en su música, que la convierte en una de las realmente importantes.

Evidentemente, este disco no lo suelo pinchar. Ni la banda sonora de “The straight story”, porque aunque alguno se ha confundido sobre mis tendencias, no soy de regodearme. Pero sí me gusta escribir de lo que pasa. Y esto es lo que pasa hoy aquí, conmigo. No sé qué coño pasa conmigo. Sólo sé que no va a dejar de pasar.

mugu escribió:

Moltisanti escribió:Mark Lanegan – Scraps at Midnight

Fue un verano que me marcó mucho, por muchos motivos. Era la primera vez que salía solo de España, pero la espera valió la pena, aunque toda la pena que me arrasó poco después hizo que la ausencia doliera mucho más.

El verano de 1998. El año anterior había estado en verano en casa el sobrino-nieto de una buena amiga de mis padres, una irlandesa llamada Pamela O’Malley, aficionada a los toros y al vino (recuerdo a mi madre leerle un prospecto de unas pastillas para el corazón que le habían recetado, y decirle “Pamela, con estas pastillas no puedes tomar vino”, y ella contestar “¡Pues tendré que dejar las pastillas!”). Su pariente, un chaval un año menor que yo, se llamaban Eoin (del gaélico, pronunciado como el apellido de aquel jugador del Liverpool, Owen), y era un tío estupendo. Aun seguimos viéndonos.

Estuve un mes y medio, repartido entre el sur de Inglaterra, en New Quay, Cork, Limmerick, Achill Island, Dublin y Londres. Descubrí a Elliott Smith, el Downward Spiral de NIN y el unplugged de Alice In Chains. Tuve mi primera crisis de ansiedad, me enrollé con una irlandesa de nombre francés que era una preciosidad (hola, Gálvez), me comí mi primer tripi y desde entonces tengo un deja vu cada vez que me sobrevuelan aves, ya que fuimos atacados en la playa de New Quay por una bandada de cuervos.

En una revista de por allí vi la reseña del disco de Lanegan, con una foto asombrosa en la que aparecía sentado en una cafetería con una gorra, sombrío y solitario, como siempre. Sabía de Lanegan, claro (banda sonora de Singles, Sweet Oblivion, Dust, este último descubierto hacía bien poco gracias a “la cinta de Quique”), pero no tenía ni idea de que fuese a sacar un disco.

Después, cuando volví a Madrid, a los pocos días murió mi madre.

Y siempre se quedaron vinculados, de por vida, Irlanda, mi amigo Eoin, Elliott Smith, los pájaros voladores, las chicas con nombre francés y el Scraps at Midnight. Y mi madre.

Tardé en escuchar el disco, tardé en hacerme con él. Pero una vez lo tuve, ya nunca me dejó. Lanegan siempre estuvo ahí para recoger mis pedazos. Y todo estaba relacionado, porque la primera canción hablaba de un hospital, de una habitación de hospital, y “Stay” y “Last one in the world” hablan de la vida, de la pérdida, como nadie me habló nunca de la pérdida. Estoy muy condicionado en el sentir sobre este disco, y no me importa reconocerlo.

Muchas veces me han señalado, o criticado, que esta forma de abrirme en un foro no tiene sentido, que es peligrosa, inadecuada, que no se estila. Nunca me importó, y hoy no podría importarme menos. Si hablo de este disco, tengo que hablar de lo que rodea a este disco, y para mí este disco es un tratado conceptual sobre la pérdida, junto a otros vértices (Angelo Badalamenti, “Dead Christimas” de Wyndorf, Quiz Show de Robert Redford, Irlanda, los pubs con olor a cerveza rancia, los servicios de oncología, mi amigo de nombre gaélico, las señales que me acompañaron de por vida) que dan forma a una iconografía personal de la que jamás me podré desprender.

Ella era, entonces, toda mi vida. Todo el jodido edificio se vino abajo. Quedaron mi padre y su infinita depresión, un mito abajo, antidepresivos, ansiolíticos, amigos que vinieron y se fueron, amigos que estaban y se fueron, una ambivalente relación con las mujeres, varios cargos de conciencia por dejarme llevar, una carrera a medio hacer que nunca pensé que podría terminar, y el rock and roll. Pero el rock and roll que entiendo, que siento, que me remueve la tripa, que me afecta a la cabeza, que me retrotrae y me empuja, que me conmueve (Mars Volta no, gracias). También hay cosas que me interesan (hola, Mars Volta), pero rápidamente pierdo el interés, cuando no hay un sentimiento involucrado.

Desde entonces, he rehecho muchas cosas, encontrado muchas otras, nuevos amigos, una nueva mujer, un hijo.

No hay ni un solo día que no me acuerde de mi madre. Y no hay ni un solo día que no repase la iconografía personal. No las fotos, no las chorradas. Las cosas indisolublemente unidas a su memoria.

Mark Lanegan es sólo una de ellas. Pero hay algo en su voz, y en su música, que la convierte en una de las realmente importantes.

Evidentemente, este disco no lo suelo pinchar. Ni la banda sonora de “The straight story”, porque aunque alguno se ha confundido sobre mis tendencias, no soy de regodearme. Pero sí me gusta escribir de lo que pasa. Y esto es lo que pasa hoy aquí, conmigo. No sé qué coño pasa conmigo. Sólo sé que no va a dejar de pasar.

Este foro es la hostia, y algunos de los que escriben aquí, la rehostia.

Gracias por este post.

perrosajón escribió:La Madre de Dios.

Hasta el lunes, chavales.

Buen finde. Besis.

eskoriez escribió:
The Mars Volta - Frances the Mute

Este disco me gusta mas que el anterior, mucho mas centrado y accesible, la primera parte con "Cygnus....Vismund Cygnus"",  "The Widow"  y "L'Via L'Viaquez"  es cojonuda, como he disfrutado escuchándola a todo volumen, tema frenético, tema tranquilo y mas convencional y tema cargado de rollo latino. "Miranda That Ghost Just Isn't Holy Anymore" algo menos destacable pero tambien una bonita canción antes de atacar el
"Cassandra Gemini”, para mi canción cumbre del disco, que en treinta minutos te mantiene en lo mas alto durante todo momento, muy grande.

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Pendejo escribió:El primero, al menos, si te gusta el directo de The Song Remains The Same...te tiene que gustar o al menos no odiarlo.

Starsailor escribió:

eskoriez escribió:
The Mars Volta - Frances the Mute

Este disco me gusta mas que el anterior, mucho mas centrado y accesible, la primera parte con "Cygnus....Vismund Cygnus"",  "The Widow"  y "L'Via L'Viaquez"  es cojonuda, como he disfrutado escuchándola a todo volumen, tema frenético, tema tranquilo y mas convencional y tema cargado de rollo latino. "Miranda That Ghost Just Isn't Holy Anymore" algo menos destacable pero tambien una bonita canción antes de atacar el
"Cassandra Gemini”, para mi canción cumbre del disco, que en treinta minutos te mantiene en lo mas alto durante todo momento, muy grande.

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De acuerdo en todo...y eso que ayer me puse De-Loused y me gustó infinitamente más de lo que lo recordaba. Sigo pensando lo mismo, el debut es anfetamínico y casi no da respiro, por momentos no sé si han cambiado de canción o sigo en la misma, pero ayer todo encajó mejor que nunca, tal vez yo también estaba más predispuesto.

Y Frances opino lo mismo que eskoriez y watts, hay más contraste entre las partes calmadas y las frenéticas, y aunque las canciones sean más largas el conjunto se hace más interesante. Al menos a mí me mantiene la atención todo lo que dura el disco, que no es poco. Y coño, las melodías son mejores, las composiciones son mejores y juegan más y mejor con los diferentes estilo. Su gran disco.

pinkpanther escribió:Maldito perrosajon......