LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
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Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Geme escribió:BillyBudd escribió:
- Spoiler:
Venga, antes de que me baneen, escribo unas poquitas palabras sobre el Blue Valentine
TOM WAITS – BLUE VALENTINE
Tom Waits siempre fue un romántico. De hecho, buena parte de su carrera, muy especialmente a lo largo de su primera etapa, la construyó sobre determinadas idealizaciones trágicas de clara inspiración romántica en su mirada al pasado y en sus referentes culturales y temáticos: amor y desamor, sueño y realidad, soledad y tristeza, melancolía y pérdida, derrota y vuelta a empezar, excesos, tugurios y personajes en los márgenes de la sociedad… No es por tanto sorprendente que en un momento dado recurriera a ese icono popular de lo romántico, tan arraigado en la cultura norteamericana, del San Valentín.
Pero, por supuesto, a su manera, porque el San Valentín de Waits es un San Valentín triste, amargo, jodido; repleto de personajes vapuleados para quienes la señalada fecha es más un recuerdo de sus fracasos que motivo de ningún tipo de celebración a la luz de las velas.
Decía PLdG en su crítica acerca de Foreign Affairs, que era un disco para estar enamorados. Pues éste, su siguiente disco, el disco de los “valentinos tristes”, la depuración máxima del romanticismo trágico de Waits, es el disco para el desamor, para quien se ha quedado herido, para cebarse en la melancolía de quien ha salido derrotado en mil y una batallas sentimentales.
La portada muestra a un Waits doliente, melancólico, un valentino sin suerte, muy acorde con el título del disco y su temática. La contraportada, en cambio, ofrece a ese mismo personaje que ensoñaba en la portada (luce la misma ropa) en actitud diametralmente opuesta, en simulación de un polvo contra un coche en la calle, posiblemente con una puta. Pura y burda sexualidad, el reverso del romance, pero parte inseparable de él al fin y al cabo. Ella es Rickie Lee Jones, su pareja del momento; no sé qué tal les iría la relación ya para entonces, pero es bien sabido que mucho más no duraron, y quizás eso se refleje también en el disco.
Pero además, el recurrir al simbolismo romántico tiene otro valor añadido en la carrera de Waits. Estamos en el año 78, ha publicado ya cinco álbumes, la década se acaba y se respiran nuevos aires en los ambientes musicales: el punk ha irrumpido y aunque en parámetros musicales poco tienen que ver con él, Tom admite simpatía pero esa gente a quienes les gustaba observar en la puerta del CBGB cuando acudía a Nueva York. Pero él sigue sin tener gran éxito comercial y al viejo perdedor quizás ya no le vale sólo tirar del componente romántico para justificar su triste figura y su enorme talento tan poco reconocido. Posiblementeél mismo entiende que quizás está estirando ya demasiado el cliché de la identidad que se ha forjado de vagabundo beatnik, borrachuzo noctámbulo y cronista del lado oscuro de la ciudades (por mucho que, efectivamente, haya bastante de realidad en ese cliché: Tom Waits creó un personaje, sí, pero su impostura encerraba verdad, mucha verdad, no olvidemos que él es quien nos cuenta todos sus secretos, pero nos miente sobre su pasado. Esa dualidad mentira / verdad es una constante en su discurso).
Es, pues, buen momento para tirar de mitología y a la vez derribarla: este disco, este San Valentín, representa para Waits una depuración de lo que había sido su carrera hasta el momento: su punto álgido y su punto de inflexión a la vez.Todavía le quedaría un disco de transición (el, en cualquier caso, excelente Heartattack and Vine), y su experiencia como compositor de bandas sonoras (One From the Heart), antes de su cambio radical, pero yo veo el culmen de su primera etapa, su momento decisivo, su propósito de borrón y cuenta nueva a partir de aquí. También altera algo su punto de vista. Ya no hay tanta primera persona encargada de construir su propia personalidad; se detecta un mayor recurso a la tercera persona, a la crónica externa de las vidas de otros, de personajes anónimos y olvidados que componen ese universo urbano del día a día que son quienes realmente construyen la realidad.
En Blue Valentine, Waits mantiene sus coordenadas de mezcla de jazz, baladas desgarradoras y poesía beatnik de acuerdo a los parámetrosmusicales que forjó muy especialmente a partir de Small Change. Pero se intuye algo más y, sobre todo, mantiene una inspiración desbocada que le lleva a ofrecernos alguna de sus mejores composiciones.
Arranca con “Somewhere”, la canción de Leonard Bernstein para la película West SideStory. Un estándar que había sido interpretado por gente tan antagónica a él como JulieAndrews y que puede resultar chocante en la voz de Waits. Pero no lo es tanto. A Waits siempre le habían interesado compositores clásicos y sinfónicos, y “Somewhere” se ajusta perfectamente a sus intereses, además de introducir de manera idónea este disco. Un engañoso guiño romántico y esperanzado al amor que interpreta con los correspondientes arreglos orquestales, pero completamente adaptado a su personalidad. Y lo hace sin ironía, de manera sentida. “There is a place for us somewhere”, nos canta. Un lugar y un tiempo para nosotros: entramos en el terreno de la nostalgia, de las estampas de una vida, de los retratos individuales, de las crónicas de esos mundos subterráneos. Y Waits siempre fue un maestro en recrear “somewheres” en los que sumergirnos, universos particulares con atmósferas únicas, lugares y épocas especialmente fabricados por él. Ya estamos listos para movernos entre cartas de putas derrotadas que imploran a su ex amante que vuelva a casa para el 14 de febrero; Romeos sangrantes en reyertas callejeras; y postales de San Valentín que rezuman dolor y culpa.
“Red Shoes By The Drugstore” es un tema excepcional. Una línea de bajo pesada, una original y escasa percusión y unos inquietantes teclados caracterizan una canción que anticipa inquietudes futuras en su música. Zapatos rojos y vestido rojo en una noche triste. Espérame en la droguería, le dicen a ella. Peroél nunca apareció. La estampa del abandono.
“Christmas Card From A Hooker In Minneapolis” es el monólogo desgarrador de una puta derrotada, que trata de fingir que su vida se ha enderezado pero sucumbe finalmente a la realidad implorando a su antiguo amante la necesidad que tiene de él. Triste letanía y grito desgarrador de quien lo ha perdido todo, el reconocimiento de la derrota, la apología del fracaso. Una de esas canciones en las que Waits era un maestro :con unas pocas frases es capaz de contar toda una historia, toda una vida. No ofrece una de esas melodías tan apabullantes marca de las casa que nos había dejado antes en baladas como “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”, pero su emocionante discurrir y su sencilla belleza la erigen en uno de sus temas más emblemáticos de aquella primera etapa. De lagrimita.
“Romeo Is Bleeding” es la historia de un antihéroe callejero, otra gran historia trágica, una venganza en los bajos fondos, la extraña dignidad del moribundo. Una romántica y trágica historia de agonía, muerte y dignidad envuelta en las atmósferas de club de jazz, con puntuales apuntes latinos. Waits comienza aquí una parte central del disco en la que se instala en la penumbra del escenario del club, con el cigarrillo y la copa, arropado por una banda clásica de jazz, y dispuesto a recitar, a narrar, a llevarnos a su mundo.
“29$” mantiene esos aires de jazz improvisado y narrativa; con calma, con tiempo, más de ocho minutos, con el espíritu de dejarse llevar, meciéndose en el swing de la música, como quien no quiere la cosa, y contarnos otra nueva historia de derrota y tragedia, ambientada en esos entornos de clubs sórdidos y al filo de la ley.Uno imagina neón, mucho neón para la iluminar la oscuridad de la noche y del alma.
“Wrong Side Of The Road” continúa subrayando el rol del cronista en términos musicales similares a los dos anteriores. Quizás uno pueda detectar algún síntoma de reiteración, de cansancio en la fórmula. Waits parece cómodo instalado en la penumbra del escenario, con la banda de base jazz detrás, contándonos historias de perdedores, a su puta bola. Es bueno, muy bueno, pero quizás empezamos a querer algo más, y este tema es quizás el más prescindible de la propuesta.
Pero ahora viene “Whistlin’ Past The Graveyard” y Waits levanta el culo del taburete y nos inyecta ritmo y energía (a su manera). Recupera la primera persona del viejotruhánmentiroso (“como nunca digo la verdad, no puedo mentirte” nos dice esta vez) y nos ataca con aires de swing, R n’ B y Nueva Orleans, incluso cierto puntito funky. Vuelven a anticiparse arrebatos y juegos rítmicos que utilizaría más adelante en su carrera (aunque en este caso, hay que reconocer que todavía mucho menos arrebatadores que en sus grandes canciones de Swordfishtrombones o Rain Dogs). Un pequeño subidón de ánimo para demostrar que en su universo romántico caben muchas cosas.
Y llega “KentuckyAvenue”, la preciosidad del disco, la exquisita balada, ahora sí, heredera de las “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”. Esa melodía y esa línea de piano que se te incrustan en el alma y sirven para narrarnos trazos de múltiples personajes (por lo visto extraídos de su infancia y sus primeros recuerdos). Nada más realmente romántico que la vuelta a la infancia, un precioso juego de nostalgia y añoranzas, una invitación a soñar:
Take the spokes from your wheellchair
And a magpies wings
And tie ‘em to your shoulders and your feet
I'll steal a hacksaw from my dad
And cut the braces off your legs
And we'll bury them tonight in the cornfield
Tom Waits nos invita a volar, y no se me ocurre mejor invitación a volar que a través de Kentucky Avenue. La canción que uno debe hacer escuchar a cualquier profano en la música de Tom Waits para ganárselo.
“A Sweet Bullet From A Pretty Blue Gun” nos devuelve al cronista de club con la banda de fondo. Pero se acerca el final, los antihéroes están cada vez más cansados, son ya demasiadas derrotas. Cuesta aferrarse a los sueños:
Now I lay me down to sleep
I hear the sirens in the street
All the dreams are made of chrome
I have no way to get back home
I'd rather die before I wake
Like Marilyn Monroe
And throw my dreams out in
The street and therain will make ‘em grow
Una canción que quizás pasa un poco desapercibida entre las dos joyas en que se ubica dentro del disco, pero que es un tema puro Waits, muy bien musicado, muy bien llevado de ritmo, muy bien narrado.
“Blue Valentines”. El broche perfecto. Todo el desgarro está aquí. Definitivamente, el romanticismo desesperado te empapa, te atraviesa la piel, no hace falta ni entender la letra, es suficiente con sólo escuchar el modo en que Tom entona y deja caer las frases y sentir cómo suenan esos Blue Valentines al final de las estrofas. Muy desnuda en sus arreglos, no los necesita, el vozarrón de Waits aquí decide aplacarse y transmitir dulzura. Sí, dulzura, melancolía y, por supuesto, dolor, angustia, tristeza, desesperación, desesperanza, culpa. Todo eso es identificable en los versos de esta maravilla. Por dios, si con las frases con que termina la canción, y culmina el disco, uno no se hunde (muy gustosamente) en la miseria, no sé yo qué decirle, que olvide a Tom Waits para siempre y dedique su tiempo a otra cosa…
She sends me blue valentines
To remind me of my cardinal sin
I can never wash the guilt
Or get these bloodstains off my hands
And it takes a lot of whiskey
To make these nightmares go away
And I cut my bleedin' heart out every nite
And I die a little more on each st. valentine day
Remember that I promised I would write you...
These blue valentines
Blue valentines
Blue valentines…
Blue Valentine es, en definitiva, un disco clave en la trayectoria de Tom Waits, un LPprácticamente redondo en el que temas como “Kentucky Avenue”, “Christmas Card From a Hooker In Minneapolis” o “Blue Valentines” convierten estaobra en uno de sus Trabajos más emblemáticos dentrode una discografía llena de obras maestras.Canciones repletas de belleza y melancolía que se te adhieren al alma, que te remueven las tripas, que te golpean los genitales.
,
Y eso que mis favoritos son la tripleta Sworfishtrombones - Rain Dogs - Frank's Wild Years
menuda chapa
Pesaditos los fans de este tío, si.
uno cualquiera- Mensajes : 35000
Fecha de inscripción : 14/10/2011
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
deniztek escribió:BillyBudd escribió:sapir escribió:BillyBudd escribió:
- Spoiler:
Venga, antes de que me baneen, escribo unas poquitas palabras sobre el Blue Valentine
TOM WAITS – BLUE VALENTINE
Tom Waits siempre fue un romántico. De hecho, buena parte de su carrera, muy especialmente a lo largo de su primera etapa, la construyó sobre determinadas idealizaciones trágicas de clara inspiración romántica en su mirada al pasado y en sus referentes culturales y temáticos: amor y desamor, sueño y realidad, soledad y tristeza, melancolía y pérdida, derrota y vuelta a empezar, excesos, tugurios y personajes en los márgenes de la sociedad… No es por tanto sorprendente que en un momento dado recurriera a ese icono popular de lo romántico, tan arraigado en la cultura norteamericana, del San Valentín.
Pero, por supuesto, a su manera, porque el San Valentín de Waits es un San Valentín triste, amargo, jodido; repleto de personajes vapuleados para quienes la señalada fecha es más un recuerdo de sus fracasos que motivo de ningún tipo de celebración a la luz de las velas.
Decía PLdG en su crítica acerca de Foreign Affairs, que era un disco para estar enamorados. Pues éste, su siguiente disco, el disco de los “valentinos tristes”, la depuración máxima del romanticismo trágico de Waits, es el disco para el desamor, para quien se ha quedado herido, para cebarse en la melancolía de quien ha salido derrotado en mil y una batallas sentimentales.
La portada muestra a un Waits doliente, melancólico, un valentino sin suerte, muy acorde con el título del disco y su temática. La contraportada, en cambio, ofrece a ese mismo personaje que ensoñaba en la portada (luce la misma ropa) en actitud diametralmente opuesta, en simulación de un polvo contra un coche en la calle, posiblemente con una puta. Pura y burda sexualidad, el reverso del romance, pero parte inseparable de él al fin y al cabo. Ella es Rickie Lee Jones, su pareja del momento; no sé qué tal les iría la relación ya para entonces, pero es bien sabido que mucho más no duraron, y quizás eso se refleje también en el disco.
Pero además, el recurrir al simbolismo romántico tiene otro valor añadido en la carrera de Waits. Estamos en el año 78, ha publicado ya cinco álbumes, la década se acaba y se respiran nuevos aires en los ambientes musicales: el punk ha irrumpido y aunque en parámetros musicales poco tienen que ver con él, Tom admite simpatía pero esa gente a quienes les gustaba observar en la puerta del CBGB cuando acudía a Nueva York. Pero él sigue sin tener gran éxito comercial y al viejo perdedor quizás ya no le vale sólo tirar del componente romántico para justificar su triste figura y su enorme talento tan poco reconocido. Posiblementeél mismo entiende que quizás está estirando ya demasiado el cliché de la identidad que se ha forjado de vagabundo beatnik, borrachuzo noctámbulo y cronista del lado oscuro de la ciudades (por mucho que, efectivamente, haya bastante de realidad en ese cliché: Tom Waits creó un personaje, sí, pero su impostura encerraba verdad, mucha verdad, no olvidemos que él es quien nos cuenta todos sus secretos, pero nos miente sobre su pasado. Esa dualidad mentira / verdad es una constante en su discurso).
Es, pues, buen momento para tirar de mitología y a la vez derribarla: este disco, este San Valentín, representa para Waits una depuración de lo que había sido su carrera hasta el momento: su punto álgido y su punto de inflexión a la vez.Todavía le quedaría un disco de transición (el, en cualquier caso, excelente Heartattack and Vine), y su experiencia como compositor de bandas sonoras (One From the Heart), antes de su cambio radical, pero yo veo el culmen de su primera etapa, su momento decisivo, su propósito de borrón y cuenta nueva a partir de aquí. También altera algo su punto de vista. Ya no hay tanta primera persona encargada de construir su propia personalidad; se detecta un mayor recurso a la tercera persona, a la crónica externa de las vidas de otros, de personajes anónimos y olvidados que componen ese universo urbano del día a día que son quienes realmente construyen la realidad.
En Blue Valentine, Waits mantiene sus coordenadas de mezcla de jazz, baladas desgarradoras y poesía beatnik de acuerdo a los parámetrosmusicales que forjó muy especialmente a partir de Small Change. Pero se intuye algo más y, sobre todo, mantiene una inspiración desbocada que le lleva a ofrecernos alguna de sus mejores composiciones.
Arranca con “Somewhere”, la canción de Leonard Bernstein para la película West SideStory. Un estándar que había sido interpretado por gente tan antagónica a él como JulieAndrews y que puede resultar chocante en la voz de Waits. Pero no lo es tanto. A Waits siempre le habían interesado compositores clásicos y sinfónicos, y “Somewhere” se ajusta perfectamente a sus intereses, además de introducir de manera idónea este disco. Un engañoso guiño romántico y esperanzado al amor que interpreta con los correspondientes arreglos orquestales, pero completamente adaptado a su personalidad. Y lo hace sin ironía, de manera sentida. “There is a place for us somewhere”, nos canta. Un lugar y un tiempo para nosotros: entramos en el terreno de la nostalgia, de las estampas de una vida, de los retratos individuales, de las crónicas de esos mundos subterráneos. Y Waits siempre fue un maestro en recrear “somewheres” en los que sumergirnos, universos particulares con atmósferas únicas, lugares y épocas especialmente fabricados por él. Ya estamos listos para movernos entre cartas de putas derrotadas que imploran a su ex amante que vuelva a casa para el 14 de febrero; Romeos sangrantes en reyertas callejeras; y postales de San Valentín que rezuman dolor y culpa.
“Red Shoes By The Drugstore” es un tema excepcional. Una línea de bajo pesada, una original y escasa percusión y unos inquietantes teclados caracterizan una canción que anticipa inquietudes futuras en su música. Zapatos rojos y vestido rojo en una noche triste. Espérame en la droguería, le dicen a ella. Peroél nunca apareció. La estampa del abandono.
“Christmas Card From A Hooker In Minneapolis” es el monólogo desgarrador de una puta derrotada, que trata de fingir que su vida se ha enderezado pero sucumbe finalmente a la realidad implorando a su antiguo amante la necesidad que tiene de él. Triste letanía y grito desgarrador de quien lo ha perdido todo, el reconocimiento de la derrota, la apología del fracaso. Una de esas canciones en las que Waits era un maestro :con unas pocas frases es capaz de contar toda una historia, toda una vida. No ofrece una de esas melodías tan apabullantes marca de las casa que nos había dejado antes en baladas como “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”, pero su emocionante discurrir y su sencilla belleza la erigen en uno de sus temas más emblemáticos de aquella primera etapa. De lagrimita.
“Romeo Is Bleeding” es la historia de un antihéroe callejero, otra gran historia trágica, una venganza en los bajos fondos, la extraña dignidad del moribundo. Una romántica y trágica historia de agonía, muerte y dignidad envuelta en las atmósferas de club de jazz, con puntuales apuntes latinos. Waits comienza aquí una parte central del disco en la que se instala en la penumbra del escenario del club, con el cigarrillo y la copa, arropado por una banda clásica de jazz, y dispuesto a recitar, a narrar, a llevarnos a su mundo.
“29$” mantiene esos aires de jazz improvisado y narrativa; con calma, con tiempo, más de ocho minutos, con el espíritu de dejarse llevar, meciéndose en el swing de la música, como quien no quiere la cosa, y contarnos otra nueva historia de derrota y tragedia, ambientada en esos entornos de clubs sórdidos y al filo de la ley.Uno imagina neón, mucho neón para la iluminar la oscuridad de la noche y del alma.
“Wrong Side Of The Road” continúa subrayando el rol del cronista en términos musicales similares a los dos anteriores. Quizás uno pueda detectar algún síntoma de reiteración, de cansancio en la fórmula. Waits parece cómodo instalado en la penumbra del escenario, con la banda de base jazz detrás, contándonos historias de perdedores, a su puta bola. Es bueno, muy bueno, pero quizás empezamos a querer algo más, y este tema es quizás el más prescindible de la propuesta.
Pero ahora viene “Whistlin’ Past The Graveyard” y Waits levanta el culo del taburete y nos inyecta ritmo y energía (a su manera). Recupera la primera persona del viejotruhánmentiroso (“como nunca digo la verdad, no puedo mentirte” nos dice esta vez) y nos ataca con aires de swing, R n’ B y Nueva Orleans, incluso cierto puntito funky. Vuelven a anticiparse arrebatos y juegos rítmicos que utilizaría más adelante en su carrera (aunque en este caso, hay que reconocer que todavía mucho menos arrebatadores que en sus grandes canciones de Swordfishtrombones o Rain Dogs). Un pequeño subidón de ánimo para demostrar que en su universo romántico caben muchas cosas.
Y llega “KentuckyAvenue”, la preciosidad del disco, la exquisita balada, ahora sí, heredera de las “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”. Esa melodía y esa línea de piano que se te incrustan en el alma y sirven para narrarnos trazos de múltiples personajes (por lo visto extraídos de su infancia y sus primeros recuerdos). Nada más realmente romántico que la vuelta a la infancia, un precioso juego de nostalgia y añoranzas, una invitación a soñar:
Take the spokes from your wheellchair
And a magpies wings
And tie ‘em to your shoulders and your feet
I'll steal a hacksaw from my dad
And cut the braces off your legs
And we'll bury them tonight in the cornfield
Tom Waits nos invita a volar, y no se me ocurre mejor invitación a volar que a través de Kentucky Avenue. La canción que uno debe hacer escuchar a cualquier profano en la música de Tom Waits para ganárselo.
“A Sweet Bullet From A Pretty Blue Gun” nos devuelve al cronista de club con la banda de fondo. Pero se acerca el final, los antihéroes están cada vez más cansados, son ya demasiadas derrotas. Cuesta aferrarse a los sueños:
Now I lay me down to sleep
I hear the sirens in the street
All the dreams are made of chrome
I have no way to get back home
I'd rather die before I wake
Like Marilyn Monroe
And throw my dreams out in
The street and therain will make ‘em grow
Una canción que quizás pasa un poco desapercibida entre las dos joyas en que se ubica dentro del disco, pero que es un tema puro Waits, muy bien musicado, muy bien llevado de ritmo, muy bien narrado.
“Blue Valentines”. El broche perfecto. Todo el desgarro está aquí. Definitivamente, el romanticismo desesperado te empapa, te atraviesa la piel, no hace falta ni entender la letra, es suficiente con sólo escuchar el modo en que Tom entona y deja caer las frases y sentir cómo suenan esos Blue Valentines al final de las estrofas. Muy desnuda en sus arreglos, no los necesita, el vozarrón de Waits aquí decide aplacarse y transmitir dulzura. Sí, dulzura, melancolía y, por supuesto, dolor, angustia, tristeza, desesperación, desesperanza, culpa. Todo eso es identificable en los versos de esta maravilla. Por dios, si con las frases con que termina la canción, y culmina el disco, uno no se hunde (muy gustosamente) en la miseria, no sé yo qué decirle, que olvide a Tom Waits para siempre y dedique su tiempo a otra cosa…
She sends me blue valentines
To remind me of my cardinal sin
I can never wash the guilt
Or get these bloodstains off my hands
And it takes a lot of whiskey
To make these nightmares go away
And I cut my bleedin' heart out every nite
And I die a little more on each st. valentine day
Remember that I promised I would write you...
These blue valentines
Blue valentines
Blue valentines…
Blue Valentine es, en definitiva, un disco clave en la trayectoria de Tom Waits, un LPprácticamente redondo en el que temas como “Kentucky Avenue”, “Christmas Card From a Hooker In Minneapolis” o “Blue Valentines” convierten estaobra en uno de sus Trabajos más emblemáticos dentrode una discografía llena de obras maestras.Canciones repletas de belleza y melancolía que se te adhieren al alma, que te remueven las tripas, que te golpean los genitales.
,
Y eso que mis favoritos son la tripleta Sworfishtrombones - Rain Dogs - Frank's Wild Years
¿Un resumen, hay película, o algo así?
Obviamente está rescatado del hilo de repaso de la discografía de Waits. Un hilo maravilloso que, para quien no lo conozca, es muy recomendable. El foro se lució ahí, e incluso se ha sacado un librito recopilando todos los discos comentados por foreros.
https://www.foroazkenarock.com/t55169-tom-waits-repaso-a-su-discografia?highlight=waits
Cojonudo
nada que decir en cuanto a tu top 3, cada cual tiene el suyo, aunque sí resulta curiosa esa tacada "ochentera" por la que te decantas en detrimento de todo lo demás (anterior y posterior)
Bueno, digo que mis favoritos son esa tripleta seguida pero casi lo digo como etapa favorita. Como top-3 de discos es complicado decidirme. Están esos 3, pero también este Blue Valentine, y también posteriores como Bone Machine y Mule Variations. Y aparte del Blue..., en la época Asylum The Heart of Saturday Night y Small Change también merecen estar muy arriba.
BillyBudd- Mensajes : 11927
Fecha de inscripción : 02/07/2009
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
uno cualquiera escribió:Geme escribió:BillyBudd escribió:
- Spoiler:
Venga, antes de que me baneen, escribo unas poquitas palabras sobre el Blue Valentine
TOM WAITS – BLUE VALENTINE
Tom Waits siempre fue un romántico. De hecho, buena parte de su carrera, muy especialmente a lo largo de su primera etapa, la construyó sobre determinadas idealizaciones trágicas de clara inspiración romántica en su mirada al pasado y en sus referentes culturales y temáticos: amor y desamor, sueño y realidad, soledad y tristeza, melancolía y pérdida, derrota y vuelta a empezar, excesos, tugurios y personajes en los márgenes de la sociedad… No es por tanto sorprendente que en un momento dado recurriera a ese icono popular de lo romántico, tan arraigado en la cultura norteamericana, del San Valentín.
Pero, por supuesto, a su manera, porque el San Valentín de Waits es un San Valentín triste, amargo, jodido; repleto de personajes vapuleados para quienes la señalada fecha es más un recuerdo de sus fracasos que motivo de ningún tipo de celebración a la luz de las velas.
Decía PLdG en su crítica acerca de Foreign Affairs, que era un disco para estar enamorados. Pues éste, su siguiente disco, el disco de los “valentinos tristes”, la depuración máxima del romanticismo trágico de Waits, es el disco para el desamor, para quien se ha quedado herido, para cebarse en la melancolía de quien ha salido derrotado en mil y una batallas sentimentales.
La portada muestra a un Waits doliente, melancólico, un valentino sin suerte, muy acorde con el título del disco y su temática. La contraportada, en cambio, ofrece a ese mismo personaje que ensoñaba en la portada (luce la misma ropa) en actitud diametralmente opuesta, en simulación de un polvo contra un coche en la calle, posiblemente con una puta. Pura y burda sexualidad, el reverso del romance, pero parte inseparable de él al fin y al cabo. Ella es Rickie Lee Jones, su pareja del momento; no sé qué tal les iría la relación ya para entonces, pero es bien sabido que mucho más no duraron, y quizás eso se refleje también en el disco.
Pero además, el recurrir al simbolismo romántico tiene otro valor añadido en la carrera de Waits. Estamos en el año 78, ha publicado ya cinco álbumes, la década se acaba y se respiran nuevos aires en los ambientes musicales: el punk ha irrumpido y aunque en parámetros musicales poco tienen que ver con él, Tom admite simpatía pero esa gente a quienes les gustaba observar en la puerta del CBGB cuando acudía a Nueva York. Pero él sigue sin tener gran éxito comercial y al viejo perdedor quizás ya no le vale sólo tirar del componente romántico para justificar su triste figura y su enorme talento tan poco reconocido. Posiblementeél mismo entiende que quizás está estirando ya demasiado el cliché de la identidad que se ha forjado de vagabundo beatnik, borrachuzo noctámbulo y cronista del lado oscuro de la ciudades (por mucho que, efectivamente, haya bastante de realidad en ese cliché: Tom Waits creó un personaje, sí, pero su impostura encerraba verdad, mucha verdad, no olvidemos que él es quien nos cuenta todos sus secretos, pero nos miente sobre su pasado. Esa dualidad mentira / verdad es una constante en su discurso).
Es, pues, buen momento para tirar de mitología y a la vez derribarla: este disco, este San Valentín, representa para Waits una depuración de lo que había sido su carrera hasta el momento: su punto álgido y su punto de inflexión a la vez.Todavía le quedaría un disco de transición (el, en cualquier caso, excelente Heartattack and Vine), y su experiencia como compositor de bandas sonoras (One From the Heart), antes de su cambio radical, pero yo veo el culmen de su primera etapa, su momento decisivo, su propósito de borrón y cuenta nueva a partir de aquí. También altera algo su punto de vista. Ya no hay tanta primera persona encargada de construir su propia personalidad; se detecta un mayor recurso a la tercera persona, a la crónica externa de las vidas de otros, de personajes anónimos y olvidados que componen ese universo urbano del día a día que son quienes realmente construyen la realidad.
En Blue Valentine, Waits mantiene sus coordenadas de mezcla de jazz, baladas desgarradoras y poesía beatnik de acuerdo a los parámetrosmusicales que forjó muy especialmente a partir de Small Change. Pero se intuye algo más y, sobre todo, mantiene una inspiración desbocada que le lleva a ofrecernos alguna de sus mejores composiciones.
Arranca con “Somewhere”, la canción de Leonard Bernstein para la película West SideStory. Un estándar que había sido interpretado por gente tan antagónica a él como JulieAndrews y que puede resultar chocante en la voz de Waits. Pero no lo es tanto. A Waits siempre le habían interesado compositores clásicos y sinfónicos, y “Somewhere” se ajusta perfectamente a sus intereses, además de introducir de manera idónea este disco. Un engañoso guiño romántico y esperanzado al amor que interpreta con los correspondientes arreglos orquestales, pero completamente adaptado a su personalidad. Y lo hace sin ironía, de manera sentida. “There is a place for us somewhere”, nos canta. Un lugar y un tiempo para nosotros: entramos en el terreno de la nostalgia, de las estampas de una vida, de los retratos individuales, de las crónicas de esos mundos subterráneos. Y Waits siempre fue un maestro en recrear “somewheres” en los que sumergirnos, universos particulares con atmósferas únicas, lugares y épocas especialmente fabricados por él. Ya estamos listos para movernos entre cartas de putas derrotadas que imploran a su ex amante que vuelva a casa para el 14 de febrero; Romeos sangrantes en reyertas callejeras; y postales de San Valentín que rezuman dolor y culpa.
“Red Shoes By The Drugstore” es un tema excepcional. Una línea de bajo pesada, una original y escasa percusión y unos inquietantes teclados caracterizan una canción que anticipa inquietudes futuras en su música. Zapatos rojos y vestido rojo en una noche triste. Espérame en la droguería, le dicen a ella. Peroél nunca apareció. La estampa del abandono.
“Christmas Card From A Hooker In Minneapolis” es el monólogo desgarrador de una puta derrotada, que trata de fingir que su vida se ha enderezado pero sucumbe finalmente a la realidad implorando a su antiguo amante la necesidad que tiene de él. Triste letanía y grito desgarrador de quien lo ha perdido todo, el reconocimiento de la derrota, la apología del fracaso. Una de esas canciones en las que Waits era un maestro :con unas pocas frases es capaz de contar toda una historia, toda una vida. No ofrece una de esas melodías tan apabullantes marca de las casa que nos había dejado antes en baladas como “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”, pero su emocionante discurrir y su sencilla belleza la erigen en uno de sus temas más emblemáticos de aquella primera etapa. De lagrimita.
“Romeo Is Bleeding” es la historia de un antihéroe callejero, otra gran historia trágica, una venganza en los bajos fondos, la extraña dignidad del moribundo. Una romántica y trágica historia de agonía, muerte y dignidad envuelta en las atmósferas de club de jazz, con puntuales apuntes latinos. Waits comienza aquí una parte central del disco en la que se instala en la penumbra del escenario del club, con el cigarrillo y la copa, arropado por una banda clásica de jazz, y dispuesto a recitar, a narrar, a llevarnos a su mundo.
“29$” mantiene esos aires de jazz improvisado y narrativa; con calma, con tiempo, más de ocho minutos, con el espíritu de dejarse llevar, meciéndose en el swing de la música, como quien no quiere la cosa, y contarnos otra nueva historia de derrota y tragedia, ambientada en esos entornos de clubs sórdidos y al filo de la ley.Uno imagina neón, mucho neón para la iluminar la oscuridad de la noche y del alma.
“Wrong Side Of The Road” continúa subrayando el rol del cronista en términos musicales similares a los dos anteriores. Quizás uno pueda detectar algún síntoma de reiteración, de cansancio en la fórmula. Waits parece cómodo instalado en la penumbra del escenario, con la banda de base jazz detrás, contándonos historias de perdedores, a su puta bola. Es bueno, muy bueno, pero quizás empezamos a querer algo más, y este tema es quizás el más prescindible de la propuesta.
Pero ahora viene “Whistlin’ Past The Graveyard” y Waits levanta el culo del taburete y nos inyecta ritmo y energía (a su manera). Recupera la primera persona del viejotruhánmentiroso (“como nunca digo la verdad, no puedo mentirte” nos dice esta vez) y nos ataca con aires de swing, R n’ B y Nueva Orleans, incluso cierto puntito funky. Vuelven a anticiparse arrebatos y juegos rítmicos que utilizaría más adelante en su carrera (aunque en este caso, hay que reconocer que todavía mucho menos arrebatadores que en sus grandes canciones de Swordfishtrombones o Rain Dogs). Un pequeño subidón de ánimo para demostrar que en su universo romántico caben muchas cosas.
Y llega “KentuckyAvenue”, la preciosidad del disco, la exquisita balada, ahora sí, heredera de las “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”. Esa melodía y esa línea de piano que se te incrustan en el alma y sirven para narrarnos trazos de múltiples personajes (por lo visto extraídos de su infancia y sus primeros recuerdos). Nada más realmente romántico que la vuelta a la infancia, un precioso juego de nostalgia y añoranzas, una invitación a soñar:
Take the spokes from your wheellchair
And a magpies wings
And tie ‘em to your shoulders and your feet
I'll steal a hacksaw from my dad
And cut the braces off your legs
And we'll bury them tonight in the cornfield
Tom Waits nos invita a volar, y no se me ocurre mejor invitación a volar que a través de Kentucky Avenue. La canción que uno debe hacer escuchar a cualquier profano en la música de Tom Waits para ganárselo.
“A Sweet Bullet From A Pretty Blue Gun” nos devuelve al cronista de club con la banda de fondo. Pero se acerca el final, los antihéroes están cada vez más cansados, son ya demasiadas derrotas. Cuesta aferrarse a los sueños:
Now I lay me down to sleep
I hear the sirens in the street
All the dreams are made of chrome
I have no way to get back home
I'd rather die before I wake
Like Marilyn Monroe
And throw my dreams out in
The street and therain will make ‘em grow
Una canción que quizás pasa un poco desapercibida entre las dos joyas en que se ubica dentro del disco, pero que es un tema puro Waits, muy bien musicado, muy bien llevado de ritmo, muy bien narrado.
“Blue Valentines”. El broche perfecto. Todo el desgarro está aquí. Definitivamente, el romanticismo desesperado te empapa, te atraviesa la piel, no hace falta ni entender la letra, es suficiente con sólo escuchar el modo en que Tom entona y deja caer las frases y sentir cómo suenan esos Blue Valentines al final de las estrofas. Muy desnuda en sus arreglos, no los necesita, el vozarrón de Waits aquí decide aplacarse y transmitir dulzura. Sí, dulzura, melancolía y, por supuesto, dolor, angustia, tristeza, desesperación, desesperanza, culpa. Todo eso es identificable en los versos de esta maravilla. Por dios, si con las frases con que termina la canción, y culmina el disco, uno no se hunde (muy gustosamente) en la miseria, no sé yo qué decirle, que olvide a Tom Waits para siempre y dedique su tiempo a otra cosa…
She sends me blue valentines
To remind me of my cardinal sin
I can never wash the guilt
Or get these bloodstains off my hands
And it takes a lot of whiskey
To make these nightmares go away
And I cut my bleedin' heart out every nite
And I die a little more on each st. valentine day
Remember that I promised I would write you...
These blue valentines
Blue valentines
Blue valentines…
Blue Valentine es, en definitiva, un disco clave en la trayectoria de Tom Waits, un LPprácticamente redondo en el que temas como “Kentucky Avenue”, “Christmas Card From a Hooker In Minneapolis” o “Blue Valentines” convierten estaobra en uno de sus Trabajos más emblemáticos dentrode una discografía llena de obras maestras.Canciones repletas de belleza y melancolía que se te adhieren al alma, que te remueven las tripas, que te golpean los genitales.
,
Y eso que mis favoritos son la tripleta Sworfishtrombones - Rain Dogs - Frank's Wild Years
menuda chapa
Pesaditos los fans de este tío, si.
Geme (¡sinvergüenza!, ¡fraude!) dando gasolina a uno cualquiera.
Yo ya no puedo más.
BillyBudd- Mensajes : 11927
Fecha de inscripción : 02/07/2009
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Small Change le da varias patadas en el culo a The Heart of the Saturday Night. Tantas que acaba con la pirola por la parte de atras.
uno cualquiera- Mensajes : 35000
Fecha de inscripción : 14/10/2011
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
BillyBudd escribió:deniztek escribió:BillyBudd escribió:sapir escribió:BillyBudd escribió:
- Spoiler:
Venga, antes de que me baneen, escribo unas poquitas palabras sobre el Blue Valentine
TOM WAITS – BLUE VALENTINE
Tom Waits siempre fue un romántico. De hecho, buena parte de su carrera, muy especialmente a lo largo de su primera etapa, la construyó sobre determinadas idealizaciones trágicas de clara inspiración romántica en su mirada al pasado y en sus referentes culturales y temáticos: amor y desamor, sueño y realidad, soledad y tristeza, melancolía y pérdida, derrota y vuelta a empezar, excesos, tugurios y personajes en los márgenes de la sociedad… No es por tanto sorprendente que en un momento dado recurriera a ese icono popular de lo romántico, tan arraigado en la cultura norteamericana, del San Valentín.
Pero, por supuesto, a su manera, porque el San Valentín de Waits es un San Valentín triste, amargo, jodido; repleto de personajes vapuleados para quienes la señalada fecha es más un recuerdo de sus fracasos que motivo de ningún tipo de celebración a la luz de las velas.
Decía PLdG en su crítica acerca de Foreign Affairs, que era un disco para estar enamorados. Pues éste, su siguiente disco, el disco de los “valentinos tristes”, la depuración máxima del romanticismo trágico de Waits, es el disco para el desamor, para quien se ha quedado herido, para cebarse en la melancolía de quien ha salido derrotado en mil y una batallas sentimentales.
La portada muestra a un Waits doliente, melancólico, un valentino sin suerte, muy acorde con el título del disco y su temática. La contraportada, en cambio, ofrece a ese mismo personaje que ensoñaba en la portada (luce la misma ropa) en actitud diametralmente opuesta, en simulación de un polvo contra un coche en la calle, posiblemente con una puta. Pura y burda sexualidad, el reverso del romance, pero parte inseparable de él al fin y al cabo. Ella es Rickie Lee Jones, su pareja del momento; no sé qué tal les iría la relación ya para entonces, pero es bien sabido que mucho más no duraron, y quizás eso se refleje también en el disco.
Pero además, el recurrir al simbolismo romántico tiene otro valor añadido en la carrera de Waits. Estamos en el año 78, ha publicado ya cinco álbumes, la década se acaba y se respiran nuevos aires en los ambientes musicales: el punk ha irrumpido y aunque en parámetros musicales poco tienen que ver con él, Tom admite simpatía pero esa gente a quienes les gustaba observar en la puerta del CBGB cuando acudía a Nueva York. Pero él sigue sin tener gran éxito comercial y al viejo perdedor quizás ya no le vale sólo tirar del componente romántico para justificar su triste figura y su enorme talento tan poco reconocido. Posiblementeél mismo entiende que quizás está estirando ya demasiado el cliché de la identidad que se ha forjado de vagabundo beatnik, borrachuzo noctámbulo y cronista del lado oscuro de la ciudades (por mucho que, efectivamente, haya bastante de realidad en ese cliché: Tom Waits creó un personaje, sí, pero su impostura encerraba verdad, mucha verdad, no olvidemos que él es quien nos cuenta todos sus secretos, pero nos miente sobre su pasado. Esa dualidad mentira / verdad es una constante en su discurso).
Es, pues, buen momento para tirar de mitología y a la vez derribarla: este disco, este San Valentín, representa para Waits una depuración de lo que había sido su carrera hasta el momento: su punto álgido y su punto de inflexión a la vez.Todavía le quedaría un disco de transición (el, en cualquier caso, excelente Heartattack and Vine), y su experiencia como compositor de bandas sonoras (One From the Heart), antes de su cambio radical, pero yo veo el culmen de su primera etapa, su momento decisivo, su propósito de borrón y cuenta nueva a partir de aquí. También altera algo su punto de vista. Ya no hay tanta primera persona encargada de construir su propia personalidad; se detecta un mayor recurso a la tercera persona, a la crónica externa de las vidas de otros, de personajes anónimos y olvidados que componen ese universo urbano del día a día que son quienes realmente construyen la realidad.
En Blue Valentine, Waits mantiene sus coordenadas de mezcla de jazz, baladas desgarradoras y poesía beatnik de acuerdo a los parámetrosmusicales que forjó muy especialmente a partir de Small Change. Pero se intuye algo más y, sobre todo, mantiene una inspiración desbocada que le lleva a ofrecernos alguna de sus mejores composiciones.
Arranca con “Somewhere”, la canción de Leonard Bernstein para la película West SideStory. Un estándar que había sido interpretado por gente tan antagónica a él como JulieAndrews y que puede resultar chocante en la voz de Waits. Pero no lo es tanto. A Waits siempre le habían interesado compositores clásicos y sinfónicos, y “Somewhere” se ajusta perfectamente a sus intereses, además de introducir de manera idónea este disco. Un engañoso guiño romántico y esperanzado al amor que interpreta con los correspondientes arreglos orquestales, pero completamente adaptado a su personalidad. Y lo hace sin ironía, de manera sentida. “There is a place for us somewhere”, nos canta. Un lugar y un tiempo para nosotros: entramos en el terreno de la nostalgia, de las estampas de una vida, de los retratos individuales, de las crónicas de esos mundos subterráneos. Y Waits siempre fue un maestro en recrear “somewheres” en los que sumergirnos, universos particulares con atmósferas únicas, lugares y épocas especialmente fabricados por él. Ya estamos listos para movernos entre cartas de putas derrotadas que imploran a su ex amante que vuelva a casa para el 14 de febrero; Romeos sangrantes en reyertas callejeras; y postales de San Valentín que rezuman dolor y culpa.
“Red Shoes By The Drugstore” es un tema excepcional. Una línea de bajo pesada, una original y escasa percusión y unos inquietantes teclados caracterizan una canción que anticipa inquietudes futuras en su música. Zapatos rojos y vestido rojo en una noche triste. Espérame en la droguería, le dicen a ella. Peroél nunca apareció. La estampa del abandono.
“Christmas Card From A Hooker In Minneapolis” es el monólogo desgarrador de una puta derrotada, que trata de fingir que su vida se ha enderezado pero sucumbe finalmente a la realidad implorando a su antiguo amante la necesidad que tiene de él. Triste letanía y grito desgarrador de quien lo ha perdido todo, el reconocimiento de la derrota, la apología del fracaso. Una de esas canciones en las que Waits era un maestro :con unas pocas frases es capaz de contar toda una historia, toda una vida. No ofrece una de esas melodías tan apabullantes marca de las casa que nos había dejado antes en baladas como “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”, pero su emocionante discurrir y su sencilla belleza la erigen en uno de sus temas más emblemáticos de aquella primera etapa. De lagrimita.
“Romeo Is Bleeding” es la historia de un antihéroe callejero, otra gran historia trágica, una venganza en los bajos fondos, la extraña dignidad del moribundo. Una romántica y trágica historia de agonía, muerte y dignidad envuelta en las atmósferas de club de jazz, con puntuales apuntes latinos. Waits comienza aquí una parte central del disco en la que se instala en la penumbra del escenario del club, con el cigarrillo y la copa, arropado por una banda clásica de jazz, y dispuesto a recitar, a narrar, a llevarnos a su mundo.
“29$” mantiene esos aires de jazz improvisado y narrativa; con calma, con tiempo, más de ocho minutos, con el espíritu de dejarse llevar, meciéndose en el swing de la música, como quien no quiere la cosa, y contarnos otra nueva historia de derrota y tragedia, ambientada en esos entornos de clubs sórdidos y al filo de la ley.Uno imagina neón, mucho neón para la iluminar la oscuridad de la noche y del alma.
“Wrong Side Of The Road” continúa subrayando el rol del cronista en términos musicales similares a los dos anteriores. Quizás uno pueda detectar algún síntoma de reiteración, de cansancio en la fórmula. Waits parece cómodo instalado en la penumbra del escenario, con la banda de base jazz detrás, contándonos historias de perdedores, a su puta bola. Es bueno, muy bueno, pero quizás empezamos a querer algo más, y este tema es quizás el más prescindible de la propuesta.
Pero ahora viene “Whistlin’ Past The Graveyard” y Waits levanta el culo del taburete y nos inyecta ritmo y energía (a su manera). Recupera la primera persona del viejotruhánmentiroso (“como nunca digo la verdad, no puedo mentirte” nos dice esta vez) y nos ataca con aires de swing, R n’ B y Nueva Orleans, incluso cierto puntito funky. Vuelven a anticiparse arrebatos y juegos rítmicos que utilizaría más adelante en su carrera (aunque en este caso, hay que reconocer que todavía mucho menos arrebatadores que en sus grandes canciones de Swordfishtrombones o Rain Dogs). Un pequeño subidón de ánimo para demostrar que en su universo romántico caben muchas cosas.
Y llega “KentuckyAvenue”, la preciosidad del disco, la exquisita balada, ahora sí, heredera de las “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”. Esa melodía y esa línea de piano que se te incrustan en el alma y sirven para narrarnos trazos de múltiples personajes (por lo visto extraídos de su infancia y sus primeros recuerdos). Nada más realmente romántico que la vuelta a la infancia, un precioso juego de nostalgia y añoranzas, una invitación a soñar:
Take the spokes from your wheellchair
And a magpies wings
And tie ‘em to your shoulders and your feet
I'll steal a hacksaw from my dad
And cut the braces off your legs
And we'll bury them tonight in the cornfield
Tom Waits nos invita a volar, y no se me ocurre mejor invitación a volar que a través de Kentucky Avenue. La canción que uno debe hacer escuchar a cualquier profano en la música de Tom Waits para ganárselo.
“A Sweet Bullet From A Pretty Blue Gun” nos devuelve al cronista de club con la banda de fondo. Pero se acerca el final, los antihéroes están cada vez más cansados, son ya demasiadas derrotas. Cuesta aferrarse a los sueños:
Now I lay me down to sleep
I hear the sirens in the street
All the dreams are made of chrome
I have no way to get back home
I'd rather die before I wake
Like Marilyn Monroe
And throw my dreams out in
The street and therain will make ‘em grow
Una canción que quizás pasa un poco desapercibida entre las dos joyas en que se ubica dentro del disco, pero que es un tema puro Waits, muy bien musicado, muy bien llevado de ritmo, muy bien narrado.
“Blue Valentines”. El broche perfecto. Todo el desgarro está aquí. Definitivamente, el romanticismo desesperado te empapa, te atraviesa la piel, no hace falta ni entender la letra, es suficiente con sólo escuchar el modo en que Tom entona y deja caer las frases y sentir cómo suenan esos Blue Valentines al final de las estrofas. Muy desnuda en sus arreglos, no los necesita, el vozarrón de Waits aquí decide aplacarse y transmitir dulzura. Sí, dulzura, melancolía y, por supuesto, dolor, angustia, tristeza, desesperación, desesperanza, culpa. Todo eso es identificable en los versos de esta maravilla. Por dios, si con las frases con que termina la canción, y culmina el disco, uno no se hunde (muy gustosamente) en la miseria, no sé yo qué decirle, que olvide a Tom Waits para siempre y dedique su tiempo a otra cosa…
She sends me blue valentines
To remind me of my cardinal sin
I can never wash the guilt
Or get these bloodstains off my hands
And it takes a lot of whiskey
To make these nightmares go away
And I cut my bleedin' heart out every nite
And I die a little more on each st. valentine day
Remember that I promised I would write you...
These blue valentines
Blue valentines
Blue valentines…
Blue Valentine es, en definitiva, un disco clave en la trayectoria de Tom Waits, un LPprácticamente redondo en el que temas como “Kentucky Avenue”, “Christmas Card From a Hooker In Minneapolis” o “Blue Valentines” convierten estaobra en uno de sus Trabajos más emblemáticos dentrode una discografía llena de obras maestras.Canciones repletas de belleza y melancolía que se te adhieren al alma, que te remueven las tripas, que te golpean los genitales.
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Y eso que mis favoritos son la tripleta Sworfishtrombones - Rain Dogs - Frank's Wild Years
¿Un resumen, hay película, o algo así?
Obviamente está rescatado del hilo de repaso de la discografía de Waits. Un hilo maravilloso que, para quien no lo conozca, es muy recomendable. El foro se lució ahí, e incluso se ha sacado un librito recopilando todos los discos comentados por foreros.
https://www.foroazkenarock.com/t55169-tom-waits-repaso-a-su-discografia?highlight=waits
Cojonudo
nada que decir en cuanto a tu top 3, cada cual tiene el suyo, aunque sí resulta curiosa esa tacada "ochentera" por la que te decantas en detrimento de todo lo demás (anterior y posterior)
Bueno, digo que mis favoritos son esa tripleta seguida pero casi lo digo como etapa favorita. Como top-3 de discos es complicado decidirme. Están esos 3, pero también este Blue Valentine, y también posteriores como Bone Machine y Mule Variations. Y aparte del Blue..., en la época Asylum The Heart of Saturday Night y Small Change también merecen estar muy arriba.
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
uno cualquiera escribió:Small Change le da varias patadas en el culo a The Heart of the Saturday Night. Tantas que acaba con la pirola por la parte de atras.
Menudo liante. Y estás resultando ser muy fan de Waits
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
deniztek escribió:uno cualquiera escribió:Small Change le da varias patadas en el culo a The Heart of the Saturday Night. Tantas que acaba con la pirola por la parte de atras.
Menudo liante. Y estás resultando ser muy fan de Waits
Que va, este ni escuchó Small Changes, pero vió a Elvira enseñando las tetas en la portada y ya le vale...
watts- Mensajes : 39805
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
watts escribió:deniztek escribió:uno cualquiera escribió:Small Change le da varias patadas en el culo a The Heart of the Saturday Night. Tantas que acaba con la pirola por la parte de atras.
Menudo liante. Y estás resultando ser muy fan de Waits
Que va, este ni escuchó Small Changes, pero vió a Elvira enseñando las tetas en la portada y ya le vale...
En vinilaco del güeno que lo tengo. Si te hubieses portado bien igual aún te lo regalaba, ahora, plim
uno cualquiera- Mensajes : 35000
Fecha de inscripción : 14/10/2011
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Bravo, sin duda sabes como vender un disco.BillyBudd escribió:Venga, antes de que me baneen, escribo unas poquitas palabras sobre el Blue Valentine
TOM WAITS – BLUE VALENTINE
Tom Waits siempre fue un romántico. De hecho, buena parte de su carrera, muy especialmente a lo largo de su primera etapa, la construyó sobre determinadas idealizaciones trágicas de clara inspiración romántica en su mirada al pasado y en sus referentes culturales y temáticos: amor y desamor, sueño y realidad, soledad y tristeza, melancolía y pérdida, derrota y vuelta a empezar, excesos, tugurios y personajes en los márgenes de la sociedad… No es por tanto sorprendente que en un momento dado recurriera a ese icono popular de lo romántico, tan arraigado en la cultura norteamericana, del San Valentín.
Pero, por supuesto, a su manera, porque el San Valentín de Waits es un San Valentín triste, amargo, jodido; repleto de personajes vapuleados para quienes la señalada fecha es más un recuerdo de sus fracasos que motivo de ningún tipo de celebración a la luz de las velas.
Decía PLdG en su crítica acerca de Foreign Affairs, que era un disco para estar enamorados. Pues éste, su siguiente disco, el disco de los “valentinos tristes”, la depuración máxima del romanticismo trágico de Waits, es el disco para el desamor, para quien se ha quedado herido, para cebarse en la melancolía de quien ha salido derrotado en mil y una batallas sentimentales.
La portada muestra a un Waits doliente, melancólico, un valentino sin suerte, muy acorde con el título del disco y su temática. La contraportada, en cambio, ofrece a ese mismo personaje que ensoñaba en la portada (luce la misma ropa) en actitud diametralmente opuesta, en simulación de un polvo contra un coche en la calle, posiblemente con una puta. Pura y burda sexualidad, el reverso del romance, pero parte inseparable de él al fin y al cabo. Ella es Rickie Lee Jones, su pareja del momento; no sé qué tal les iría la relación ya para entonces, pero es bien sabido que mucho más no duraron, y quizás eso se refleje también en el disco.
Pero además, el recurrir al simbolismo romántico tiene otro valor añadido en la carrera de Waits. Estamos en el año 78, ha publicado ya cinco álbumes, la década se acaba y se respiran nuevos aires en los ambientes musicales: el punk ha irrumpido y aunque en parámetros musicales poco tienen que ver con él, Tom admite simpatía pero esa gente a quienes les gustaba observar en la puerta del CBGB cuando acudía a Nueva York. Pero él sigue sin tener gran éxito comercial y al viejo perdedor quizás ya no le vale sólo tirar del componente romántico para justificar su triste figura y su enorme talento tan poco reconocido. Posiblementeél mismo entiende que quizás está estirando ya demasiado el cliché de la identidad que se ha forjado de vagabundo beatnik, borrachuzo noctámbulo y cronista del lado oscuro de la ciudades (por mucho que, efectivamente, haya bastante de realidad en ese cliché: Tom Waits creó un personaje, sí, pero su impostura encerraba verdad, mucha verdad, no olvidemos que él es quien nos cuenta todos sus secretos, pero nos miente sobre su pasado. Esa dualidad mentira / verdad es una constante en su discurso).
Es, pues, buen momento para tirar de mitología y a la vez derribarla: este disco, este San Valentín, representa para Waits una depuración de lo que había sido su carrera hasta el momento: su punto álgido y su punto de inflexión a la vez.Todavía le quedaría un disco de transición (el, en cualquier caso, excelente Heartattack and Vine), y su experiencia como compositor de bandas sonoras (One From the Heart), antes de su cambio radical, pero yo veo el culmen de su primera etapa, su momento decisivo, su propósito de borrón y cuenta nueva a partir de aquí. También altera algo su punto de vista. Ya no hay tanta primera persona encargada de construir su propia personalidad; se detecta un mayor recurso a la tercera persona, a la crónica externa de las vidas de otros, de personajes anónimos y olvidados que componen ese universo urbano del día a día que son quienes realmente construyen la realidad.
En Blue Valentine, Waits mantiene sus coordenadas de mezcla de jazz, baladas desgarradoras y poesía beatnik de acuerdo a los parámetrosmusicales que forjó muy especialmente a partir de Small Change. Pero se intuye algo más y, sobre todo, mantiene una inspiración desbocada que le lleva a ofrecernos alguna de sus mejores composiciones.
Arranca con “Somewhere”, la canción de Leonard Bernstein para la película West SideStory. Un estándar que había sido interpretado por gente tan antagónica a él como JulieAndrews y que puede resultar chocante en la voz de Waits. Pero no lo es tanto. A Waits siempre le habían interesado compositores clásicos y sinfónicos, y “Somewhere” se ajusta perfectamente a sus intereses, además de introducir de manera idónea este disco. Un engañoso guiño romántico y esperanzado al amor que interpreta con los correspondientes arreglos orquestales, pero completamente adaptado a su personalidad. Y lo hace sin ironía, de manera sentida. “There is a place for us somewhere”, nos canta. Un lugar y un tiempo para nosotros: entramos en el terreno de la nostalgia, de las estampas de una vida, de los retratos individuales, de las crónicas de esos mundos subterráneos. Y Waits siempre fue un maestro en recrear “somewheres” en los que sumergirnos, universos particulares con atmósferas únicas, lugares y épocas especialmente fabricados por él. Ya estamos listos para movernos entre cartas de putas derrotadas que imploran a su ex amante que vuelva a casa para el 14 de febrero; Romeos sangrantes en reyertas callejeras; y postales de San Valentín que rezuman dolor y culpa.
“Red Shoes By The Drugstore” es un tema excepcional. Una línea de bajo pesada, una original y escasa percusión y unos inquietantes teclados caracterizan una canción que anticipa inquietudes futuras en su música. Zapatos rojos y vestido rojo en una noche triste. Espérame en la droguería, le dicen a ella. Peroél nunca apareció. La estampa del abandono.
“Christmas Card From A Hooker In Minneapolis” es el monólogo desgarrador de una puta derrotada, que trata de fingir que su vida se ha enderezado pero sucumbe finalmente a la realidad implorando a su antiguo amante la necesidad que tiene de él. Triste letanía y grito desgarrador de quien lo ha perdido todo, el reconocimiento de la derrota, la apología del fracaso. Una de esas canciones en las que Waits era un maestro :con unas pocas frases es capaz de contar toda una historia, toda una vida. No ofrece una de esas melodías tan apabullantes marca de las casa que nos había dejado antes en baladas como “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”, pero su emocionante discurrir y su sencilla belleza la erigen en uno de sus temas más emblemáticos de aquella primera etapa. De lagrimita.
“Romeo Is Bleeding” es la historia de un antihéroe callejero, otra gran historia trágica, una venganza en los bajos fondos, la extraña dignidad del moribundo. Una romántica y trágica historia de agonía, muerte y dignidad envuelta en las atmósferas de club de jazz, con puntuales apuntes latinos. Waits comienza aquí una parte central del disco en la que se instala en la penumbra del escenario del club, con el cigarrillo y la copa, arropado por una banda clásica de jazz, y dispuesto a recitar, a narrar, a llevarnos a su mundo.
“29$” mantiene esos aires de jazz improvisado y narrativa; con calma, con tiempo, más de ocho minutos, con el espíritu de dejarse llevar, meciéndose en el swing de la música, como quien no quiere la cosa, y contarnos otra nueva historia de derrota y tragedia, ambientada en esos entornos de clubs sórdidos y al filo de la ley.Uno imagina neón, mucho neón para la iluminar la oscuridad de la noche y del alma.
“Wrong Side Of The Road” continúa subrayando el rol del cronista en términos musicales similares a los dos anteriores. Quizás uno pueda detectar algún síntoma de reiteración, de cansancio en la fórmula. Waits parece cómodo instalado en la penumbra del escenario, con la banda de base jazz detrás, contándonos historias de perdedores, a su puta bola. Es bueno, muy bueno, pero quizás empezamos a querer algo más, y este tema es quizás el más prescindible de la propuesta.
Pero ahora viene “Whistlin’ Past The Graveyard” y Waits levanta el culo del taburete y nos inyecta ritmo y energía (a su manera). Recupera la primera persona del viejotruhánmentiroso (“como nunca digo la verdad, no puedo mentirte” nos dice esta vez) y nos ataca con aires de swing, R n’ B y Nueva Orleans, incluso cierto puntito funky. Vuelven a anticiparse arrebatos y juegos rítmicos que utilizaría más adelante en su carrera (aunque en este caso, hay que reconocer que todavía mucho menos arrebatadores que en sus grandes canciones de Swordfishtrombones o Rain Dogs). Un pequeño subidón de ánimo para demostrar que en su universo romántico caben muchas cosas.
Y llega “KentuckyAvenue”, la preciosidad del disco, la exquisita balada, ahora sí, heredera de las “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”. Esa melodía y esa línea de piano que se te incrustan en el alma y sirven para narrarnos trazos de múltiples personajes (por lo visto extraídos de su infancia y sus primeros recuerdos). Nada más realmente romántico que la vuelta a la infancia, un precioso juego de nostalgia y añoranzas, una invitación a soñar:
Take the spokes from your wheellchair
And a magpies wings
And tie ‘em to your shoulders and your feet
I'll steal a hacksaw from my dad
And cut the braces off your legs
And we'll bury them tonight in the cornfield
Tom Waits nos invita a volar, y no se me ocurre mejor invitación a volar que a través de Kentucky Avenue. La canción que uno debe hacer escuchar a cualquier profano en la música de Tom Waits para ganárselo.
“A Sweet Bullet From A Pretty Blue Gun” nos devuelve al cronista de club con la banda de fondo. Pero se acerca el final, los antihéroes están cada vez más cansados, son ya demasiadas derrotas. Cuesta aferrarse a los sueños:
Now I lay me down to sleep
I hear the sirens in the street
All the dreams are made of chrome
I have no way to get back home
I'd rather die before I wake
Like Marilyn Monroe
And throw my dreams out in
The street and therain will make ‘em grow
Una canción que quizás pasa un poco desapercibida entre las dos joyas en que se ubica dentro del disco, pero que es un tema puro Waits, muy bien musicado, muy bien llevado de ritmo, muy bien narrado.
“Blue Valentines”. El broche perfecto. Todo el desgarro está aquí. Definitivamente, el romanticismo desesperado te empapa, te atraviesa la piel, no hace falta ni entender la letra, es suficiente con sólo escuchar el modo en que Tom entona y deja caer las frases y sentir cómo suenan esos Blue Valentines al final de las estrofas. Muy desnuda en sus arreglos, no los necesita, el vozarrón de Waits aquí decide aplacarse y transmitir dulzura. Sí, dulzura, melancolía y, por supuesto, dolor, angustia, tristeza, desesperación, desesperanza, culpa. Todo eso es identificable en los versos de esta maravilla. Por dios, si con las frases con que termina la canción, y culmina el disco, uno no se hunde (muy gustosamente) en la miseria, no sé yo qué decirle, que olvide a Tom Waits para siempre y dedique su tiempo a otra cosa…
She sends me blue valentines
To remind me of my cardinal sin
I can never wash the guilt
Or get these bloodstains off my hands
And it takes a lot of whiskey
To make these nightmares go away
And I cut my bleedin' heart out every nite
And I die a little more on each st. valentine day
Remember that I promised I would write you...
These blue valentines
Blue valentines
Blue valentines…
Blue Valentine es, en definitiva, un disco clave en la trayectoria de Tom Waits, un LPprácticamente redondo en el que temas como “Kentucky Avenue”, “Christmas Card From a Hooker In Minneapolis” o “Blue Valentines” convierten estaobra en uno de sus Trabajos más emblemáticos dentrode una discografía llena de obras maestras.Canciones repletas de belleza y melancolía que se te adhieren al alma, que te remueven las tripas, que te golpean los genitales.
,
Y eso que mis favoritos son la tripleta Sworfishtrombones - Rain Dogs - Frank's Wild Years
A mi este me ha gustado mucho mas que el Closing, aunque los temas que mas destaco no son precisamente las baladas sino los momentos sucios como la tremenda Romeo is Bleeding
eskoriez- Mensajes : 28399
Fecha de inscripción : 13/01/2014
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Esko, que es un disco de jazz, que carallo haces? Deja la drojaína.
De JAZZ, repito.
De JAZZ, repito.
uno cualquiera- Mensajes : 35000
Fecha de inscripción : 14/10/2011
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Pendejo escribió:Pues el Hard Promieses está muy bien. Quizás no tenga unos singles tan claros pero suena sin grandes fisuras.Sigue en esa onda más rock y menos raíz como el Moon o el Torpedos
Quizás me lo debería haber pillado.
Mi canción favorita de Petty está ahí.
The Waiting.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
BillyBudd escribió:BillyBudd escribió:Pendejo escribió:Ahora no aparecerán en todo el dia. Sobretodo el Watts y Billybud. Se harán los suecos.
Hola. Estuve todo el día fuera.
A ver: si el caso es que mis inicios y evolución primera son similares a los tuyos . Partí de Bruce y el Reckless de Adams y continué con Petty y Mellencamp. Es una secuencia lógica. La del Heartland rock ese que decís ahora. Añadí también a Bob Seger y al propio Neil Young. Para mí, sin etiquetas ni puta idea de historia de la música, eran todos como la misma familia. Así que también hoy en día la inercia me conduce a la relación Bruce - Petty - Mellencamp - Adams en aquellos dorados late 80s.
Así que no te discuto eso.
Pero ese proceso lo viví yo entre 1987 y 1990 más o menos. Eran mis inicios escuchando rock (yo esquivé el jebi ya desde mi tierna adolescencia, esa laguna vital me acompañará siempre).
El tiempo y un poquito más de conocimiento me ha servido para saber más sobre cada uno, de dónde venían y a dónde han ido.Sentimentalmente tengo a esos 4 tipos unidos, ok, te lo compro, pero viéndolo ya con bastante mejor criterio, y fuera de mi nube sentimental juvenil de 1988, comparar la grandeza de Adams con los otros está fuera de lugar. Y repito que me encanta el Reckless.
Y eso ya te lo hemos explicado por activa y por pasiva. Cabezón. Trol. Feo. Y ya como te metas con Tom Waits (etapa más rarita incluida), te vas a enterar
Te he escrito esto sin haber visto que habéis continuado la discusión y que un molti en plena efervescencia y con esa ligera vehemencia que le caracteriza, te ha puesto los puntos sobra las íes.
Bueno, pues para que aprendas, pendejo, que no se repita o vendrá el molti y se te comerá
Ligera dice.
¿Nos vemos en el Download?
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
BillyBudd escribió:Pendejo escribió:Espero no haberos decepcionado después del pequeño traspiés de ayer.
Yo ya te he dicho que te he visto sensato.
Y si watts te perdona, yo también. Molti ya es un hueso mas duro de roer...
A mi me tiene ganado desde que lo conocí en persona, aunque el otro día consiguió enfadarme un poco.
Nada que perdonar, faltaría más.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Annie escribió:Pendejo escribió:Y si quito la B de Bryan?
Pues me alegra que saques el tema, ya que en medio de las alabanzas al Big Four se podía haber colado alguna crítica a las rentas. Porque si bien Mellencamp ha sacado en los últimos tiempos algunos discos impresionantes, a Bruce le adelantaron por la derecha unos cuantos en estos últimos 30 años, en ese valor que diferencia su heartland rock del de Bryan: las raíces. Ryan Adams es el más notable, pero son muchísimos más nombres de lo que los fans del boss están dispuestos a memorizar.
Con dos tercios de Magic en una mano, un tercio de Devils & Dust en la otra, y con We shall overcome the seeger sessions haciendo equilibrismos en la punta de mi nabo, ¿te atreves a nombrarme tipos que hayan adelantado a Bruce por la derecha en estos años?
De qué adelantamiento hablas. Easy tiger, el homónimo, incluso Cold Roses, no están por encima del Boxx. No lo están.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
eskoriez escribió:Tom Waits – Closing Time
Tengo que decir que el rollo baladero jazz al piano que lleva este tio me aburre bastante. Me gusta mas en sus temas bizarros o en temas taberneros como los del Heartattack and Vine o del Blue Valentine. En cualquier caso el de hoy es en gran parte un disco de folk con preciosos temas como "Ol' '55", "I Hope That I Don't Fall in Love with You", "Old Shoes”, "Rosie" y "Virginia Avenue". Hacia el final ya estoy pidiendo la hora pero eso no quita que haya momentos disfrutables.
,
No nombras "Martha", ergo tu crítica es una fucking shit. Dedo medio enhiesto pa ti y a por el siguiente.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
watts escribió:Prefiero Heart a Closing. En Closing Time parece que pone toda la carne en el asador para demostrar que es un excelente songwriter que pude tocar muchos palos diferentes. Pero el rollo ambiente nocturno, bebedor, acabado, oscuro, tétrico, sórdido, ese del pianista que sale borracho de su actuación una hora antes de amanecer y se pasea fumando por las calles vacías antes de que empiece la actividad y se para en el kiosko a pillarse un periódico (como sale en la contraportada)... todo eso se logra de pleno en The Heart of Saturday Night. Mi favorito de los Asylum Years.
Aún así este es un gran disco con canciones como "Ol'55" (que la hicieron los Eagles, claro), Hope that I Don't Fall in Love Again (yo se la escuché en directo a Jonny Kaplan), Old Shoes, Martha (y enganchamos con el amigo Tim Buckley que la metió en Sefronia), Lonely o la titular que cierra de puta madre. Le faltan unos cuantos whiskeys y cigarros para sonar todo lo acabado que él quería, pero demuestra que era (y es) un gran cantante aunque nunca se le ha tenido ese aspecto en cuenta.
Estoy de acuerdo aunque me emociona Closing Time mucho más que a ti. La verdad de Closing Time está en dos discos esenciales de ese primer rollo de crooner baladista que se llaman The Early Years, Volume One & Two. Ahí está, a mi modo de ver, sonando menos disperso y más hondo que en lo que finalmente salió en Closing Time.
Evidentemente Tom Waits es mucho, muchísimo más que Closing Time, pero yo también prefiero The heart of saturday night.
Pero mi favorito de los Asylum Years es, evidentemente, Blue Valentine, que me parece una joya, y que contiene una de las canciones de mi vida, la carta de la puta.
Closing time, en cambio, contiene DOS de las canciones de mi vida. Una es Hope that I don't fall in love with you (Bar Vasco Puente Almuhey al aparato) y la otra es Martha.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
BillyBudd escribió:En directo es toda una experiencia, joder... Le he visto dos veces, la primera en París en la gira del Mule Variations (hala, ya lo he vuelto a decir ) es uno de los conciertos de mi vida, y el de San Sebastián años después también estuve genial, aunque no me emocionó tanto.
Pero bueno, uno cualquiera una vez más provocando dolor, y psicosónico no se queda a la zaga. Menuda temporada me llevan dando esos dos en el foro.
Para colmo hay otra gente que se permite comentarios no entusiastas con Waits. ¿pero a dónde coño va este foro?
Ah, y sapir sin haber escuchado el Blue Valentines.
Hoy odio el mundo.
Yo lo odio a tu lado.
Lamentable lo que hay que leer, lo que hay que oír, lo que hay que ver.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
BillyBudd escribió:Venga, antes de que me baneen, escribo unas poquitas palabras sobre el Blue Valentine
TOM WAITS – BLUE VALENTINE
Tom Waits siempre fue un romántico. De hecho, buena parte de su carrera, muy especialmente a lo largo de su primera etapa, la construyó sobre determinadas idealizaciones trágicas de clara inspiración romántica en su mirada al pasado y en sus referentes culturales y temáticos: amor y desamor, sueño y realidad, soledad y tristeza, melancolía y pérdida, derrota y vuelta a empezar, excesos, tugurios y personajes en los márgenes de la sociedad… No es por tanto sorprendente que en un momento dado recurriera a ese icono popular de lo romántico, tan arraigado en la cultura norteamericana, del San Valentín.
Pero, por supuesto, a su manera, porque el San Valentín de Waits es un San Valentín triste, amargo, jodido; repleto de personajes vapuleados para quienes la señalada fecha es más un recuerdo de sus fracasos que motivo de ningún tipo de celebración a la luz de las velas.
Decía PLdG en su crítica acerca de Foreign Affairs, que era un disco para estar enamorados. Pues éste, su siguiente disco, el disco de los “valentinos tristes”, la depuración máxima del romanticismo trágico de Waits, es el disco para el desamor, para quien se ha quedado herido, para cebarse en la melancolía de quien ha salido derrotado en mil y una batallas sentimentales.
La portada muestra a un Waits doliente, melancólico, un valentino sin suerte, muy acorde con el título del disco y su temática. La contraportada, en cambio, ofrece a ese mismo personaje que ensoñaba en la portada (luce la misma ropa) en actitud diametralmente opuesta, en simulación de un polvo contra un coche en la calle, posiblemente con una puta. Pura y burda sexualidad, el reverso del romance, pero parte inseparable de él al fin y al cabo. Ella es Rickie Lee Jones, su pareja del momento; no sé qué tal les iría la relación ya para entonces, pero es bien sabido que mucho más no duraron, y quizás eso se refleje también en el disco.
Pero además, el recurrir al simbolismo romántico tiene otro valor añadido en la carrera de Waits. Estamos en el año 78, ha publicado ya cinco álbumes, la década se acaba y se respiran nuevos aires en los ambientes musicales: el punk ha irrumpido y aunque en parámetros musicales poco tienen que ver con él, Tom admite simpatía pero esa gente a quienes les gustaba observar en la puerta del CBGB cuando acudía a Nueva York. Pero él sigue sin tener gran éxito comercial y al viejo perdedor quizás ya no le vale sólo tirar del componente romántico para justificar su triste figura y su enorme talento tan poco reconocido. Posiblementeél mismo entiende que quizás está estirando ya demasiado el cliché de la identidad que se ha forjado de vagabundo beatnik, borrachuzo noctámbulo y cronista del lado oscuro de la ciudades (por mucho que, efectivamente, haya bastante de realidad en ese cliché: Tom Waits creó un personaje, sí, pero su impostura encerraba verdad, mucha verdad, no olvidemos que él es quien nos cuenta todos sus secretos, pero nos miente sobre su pasado. Esa dualidad mentira / verdad es una constante en su discurso).
Es, pues, buen momento para tirar de mitología y a la vez derribarla: este disco, este San Valentín, representa para Waits una depuración de lo que había sido su carrera hasta el momento: su punto álgido y su punto de inflexión a la vez.Todavía le quedaría un disco de transición (el, en cualquier caso, excelente Heartattack and Vine), y su experiencia como compositor de bandas sonoras (One From the Heart), antes de su cambio radical, pero yo veo el culmen de su primera etapa, su momento decisivo, su propósito de borrón y cuenta nueva a partir de aquí. También altera algo su punto de vista. Ya no hay tanta primera persona encargada de construir su propia personalidad; se detecta un mayor recurso a la tercera persona, a la crónica externa de las vidas de otros, de personajes anónimos y olvidados que componen ese universo urbano del día a día que son quienes realmente construyen la realidad.
En Blue Valentine, Waits mantiene sus coordenadas de mezcla de jazz, baladas desgarradoras y poesía beatnik de acuerdo a los parámetrosmusicales que forjó muy especialmente a partir de Small Change. Pero se intuye algo más y, sobre todo, mantiene una inspiración desbocada que le lleva a ofrecernos alguna de sus mejores composiciones.
Arranca con “Somewhere”, la canción de Leonard Bernstein para la película West SideStory. Un estándar que había sido interpretado por gente tan antagónica a él como JulieAndrews y que puede resultar chocante en la voz de Waits. Pero no lo es tanto. A Waits siempre le habían interesado compositores clásicos y sinfónicos, y “Somewhere” se ajusta perfectamente a sus intereses, además de introducir de manera idónea este disco. Un engañoso guiño romántico y esperanzado al amor que interpreta con los correspondientes arreglos orquestales, pero completamente adaptado a su personalidad. Y lo hace sin ironía, de manera sentida. “There is a place for us somewhere”, nos canta. Un lugar y un tiempo para nosotros: entramos en el terreno de la nostalgia, de las estampas de una vida, de los retratos individuales, de las crónicas de esos mundos subterráneos. Y Waits siempre fue un maestro en recrear “somewheres” en los que sumergirnos, universos particulares con atmósferas únicas, lugares y épocas especialmente fabricados por él. Ya estamos listos para movernos entre cartas de putas derrotadas que imploran a su ex amante que vuelva a casa para el 14 de febrero; Romeos sangrantes en reyertas callejeras; y postales de San Valentín que rezuman dolor y culpa.
“Red Shoes By The Drugstore” es un tema excepcional. Una línea de bajo pesada, una original y escasa percusión y unos inquietantes teclados caracterizan una canción que anticipa inquietudes futuras en su música. Zapatos rojos y vestido rojo en una noche triste. Espérame en la droguería, le dicen a ella. Peroél nunca apareció. La estampa del abandono.
“Christmas Card From A Hooker In Minneapolis” es el monólogo desgarrador de una puta derrotada, que trata de fingir que su vida se ha enderezado pero sucumbe finalmente a la realidad implorando a su antiguo amante la necesidad que tiene de él. Triste letanía y grito desgarrador de quien lo ha perdido todo, el reconocimiento de la derrota, la apología del fracaso. Una de esas canciones en las que Waits era un maestro :con unas pocas frases es capaz de contar toda una historia, toda una vida. No ofrece una de esas melodías tan apabullantes marca de las casa que nos había dejado antes en baladas como “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”, pero su emocionante discurrir y su sencilla belleza la erigen en uno de sus temas más emblemáticos de aquella primera etapa. De lagrimita.
“Romeo Is Bleeding” es la historia de un antihéroe callejero, otra gran historia trágica, una venganza en los bajos fondos, la extraña dignidad del moribundo. Una romántica y trágica historia de agonía, muerte y dignidad envuelta en las atmósferas de club de jazz, con puntuales apuntes latinos. Waits comienza aquí una parte central del disco en la que se instala en la penumbra del escenario del club, con el cigarrillo y la copa, arropado por una banda clásica de jazz, y dispuesto a recitar, a narrar, a llevarnos a su mundo.
“29$” mantiene esos aires de jazz improvisado y narrativa; con calma, con tiempo, más de ocho minutos, con el espíritu de dejarse llevar, meciéndose en el swing de la música, como quien no quiere la cosa, y contarnos otra nueva historia de derrota y tragedia, ambientada en esos entornos de clubs sórdidos y al filo de la ley.Uno imagina neón, mucho neón para la iluminar la oscuridad de la noche y del alma.
“Wrong Side Of The Road” continúa subrayando el rol del cronista en términos musicales similares a los dos anteriores. Quizás uno pueda detectar algún síntoma de reiteración, de cansancio en la fórmula. Waits parece cómodo instalado en la penumbra del escenario, con la banda de base jazz detrás, contándonos historias de perdedores, a su puta bola. Es bueno, muy bueno, pero quizás empezamos a querer algo más, y este tema es quizás el más prescindible de la propuesta.
Pero ahora viene “Whistlin’ Past The Graveyard” y Waits levanta el culo del taburete y nos inyecta ritmo y energía (a su manera). Recupera la primera persona del viejotruhánmentiroso (“como nunca digo la verdad, no puedo mentirte” nos dice esta vez) y nos ataca con aires de swing, R n’ B y Nueva Orleans, incluso cierto puntito funky. Vuelven a anticiparse arrebatos y juegos rítmicos que utilizaría más adelante en su carrera (aunque en este caso, hay que reconocer que todavía mucho menos arrebatadores que en sus grandes canciones de Swordfishtrombones o Rain Dogs). Un pequeño subidón de ánimo para demostrar que en su universo romántico caben muchas cosas.
Y llega “KentuckyAvenue”, la preciosidad del disco, la exquisita balada, ahora sí, heredera de las “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”. Esa melodía y esa línea de piano que se te incrustan en el alma y sirven para narrarnos trazos de múltiples personajes (por lo visto extraídos de su infancia y sus primeros recuerdos). Nada más realmente romántico que la vuelta a la infancia, un precioso juego de nostalgia y añoranzas, una invitación a soñar:
Take the spokes from your wheellchair
And a magpies wings
And tie ‘em to your shoulders and your feet
I'll steal a hacksaw from my dad
And cut the braces off your legs
And we'll bury them tonight in the cornfield
Tom Waits nos invita a volar, y no se me ocurre mejor invitación a volar que a través de Kentucky Avenue. La canción que uno debe hacer escuchar a cualquier profano en la música de Tom Waits para ganárselo.
“A Sweet Bullet From A Pretty Blue Gun” nos devuelve al cronista de club con la banda de fondo. Pero se acerca el final, los antihéroes están cada vez más cansados, son ya demasiadas derrotas. Cuesta aferrarse a los sueños:
Now I lay me down to sleep
I hear the sirens in the street
All the dreams are made of chrome
I have no way to get back home
I'd rather die before I wake
Like Marilyn Monroe
And throw my dreams out in
The street and therain will make ‘em grow
Una canción que quizás pasa un poco desapercibida entre las dos joyas en que se ubica dentro del disco, pero que es un tema puro Waits, muy bien musicado, muy bien llevado de ritmo, muy bien narrado.
“Blue Valentines”. El broche perfecto. Todo el desgarro está aquí. Definitivamente, el romanticismo desesperado te empapa, te atraviesa la piel, no hace falta ni entender la letra, es suficiente con sólo escuchar el modo en que Tom entona y deja caer las frases y sentir cómo suenan esos Blue Valentines al final de las estrofas. Muy desnuda en sus arreglos, no los necesita, el vozarrón de Waits aquí decide aplacarse y transmitir dulzura. Sí, dulzura, melancolía y, por supuesto, dolor, angustia, tristeza, desesperación, desesperanza, culpa. Todo eso es identificable en los versos de esta maravilla. Por dios, si con las frases con que termina la canción, y culmina el disco, uno no se hunde (muy gustosamente) en la miseria, no sé yo qué decirle, que olvide a Tom Waits para siempre y dedique su tiempo a otra cosa…
She sends me blue valentines
To remind me of my cardinal sin
I can never wash the guilt
Or get these bloodstains off my hands
And it takes a lot of whiskey
To make these nightmares go away
And I cut my bleedin' heart out every nite
And I die a little more on each st. valentine day
Remember that I promised I would write you...
These blue valentines
Blue valentines
Blue valentines…
Blue Valentine es, en definitiva, un disco clave en la trayectoria de Tom Waits, un LPprácticamente redondo en el que temas como “Kentucky Avenue”, “Christmas Card From a Hooker In Minneapolis” o “Blue Valentines” convierten estaobra en uno de sus Trabajos más emblemáticos dentrode una discografía llena de obras maestras.Canciones repletas de belleza y melancolía que se te adhieren al alma, que te remueven las tripas, que te golpean los genitales.
,
Y eso que mis favoritos son la tripleta Sworfishtrombones - Rain Dogs - Frank's Wild Years
MARAVILLOSO.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Moltisanti escribió:
¿Nos vemos en el Download?
No puede ser. Azkena y Mad Cool son mis citas este verano. Y probablemente el viernes del Huercasa. Búscame en una de esas.
BillyBudd- Mensajes : 11927
Fecha de inscripción : 02/07/2009
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Donde no coincido es en lo del jazz.
Es blues...
Es blues...
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
BillyBudd escribió:uno cualquiera escribió:Geme escribió:BillyBudd escribió:
- Spoiler:
Venga, antes de que me baneen, escribo unas poquitas palabras sobre el Blue Valentine
TOM WAITS – BLUE VALENTINE
Tom Waits siempre fue un romántico. De hecho, buena parte de su carrera, muy especialmente a lo largo de su primera etapa, la construyó sobre determinadas idealizaciones trágicas de clara inspiración romántica en su mirada al pasado y en sus referentes culturales y temáticos: amor y desamor, sueño y realidad, soledad y tristeza, melancolía y pérdida, derrota y vuelta a empezar, excesos, tugurios y personajes en los márgenes de la sociedad… No es por tanto sorprendente que en un momento dado recurriera a ese icono popular de lo romántico, tan arraigado en la cultura norteamericana, del San Valentín.
Pero, por supuesto, a su manera, porque el San Valentín de Waits es un San Valentín triste, amargo, jodido; repleto de personajes vapuleados para quienes la señalada fecha es más un recuerdo de sus fracasos que motivo de ningún tipo de celebración a la luz de las velas.
Decía PLdG en su crítica acerca de Foreign Affairs, que era un disco para estar enamorados. Pues éste, su siguiente disco, el disco de los “valentinos tristes”, la depuración máxima del romanticismo trágico de Waits, es el disco para el desamor, para quien se ha quedado herido, para cebarse en la melancolía de quien ha salido derrotado en mil y una batallas sentimentales.
La portada muestra a un Waits doliente, melancólico, un valentino sin suerte, muy acorde con el título del disco y su temática. La contraportada, en cambio, ofrece a ese mismo personaje que ensoñaba en la portada (luce la misma ropa) en actitud diametralmente opuesta, en simulación de un polvo contra un coche en la calle, posiblemente con una puta. Pura y burda sexualidad, el reverso del romance, pero parte inseparable de él al fin y al cabo. Ella es Rickie Lee Jones, su pareja del momento; no sé qué tal les iría la relación ya para entonces, pero es bien sabido que mucho más no duraron, y quizás eso se refleje también en el disco.
Pero además, el recurrir al simbolismo romántico tiene otro valor añadido en la carrera de Waits. Estamos en el año 78, ha publicado ya cinco álbumes, la década se acaba y se respiran nuevos aires en los ambientes musicales: el punk ha irrumpido y aunque en parámetros musicales poco tienen que ver con él, Tom admite simpatía pero esa gente a quienes les gustaba observar en la puerta del CBGB cuando acudía a Nueva York. Pero él sigue sin tener gran éxito comercial y al viejo perdedor quizás ya no le vale sólo tirar del componente romántico para justificar su triste figura y su enorme talento tan poco reconocido. Posiblementeél mismo entiende que quizás está estirando ya demasiado el cliché de la identidad que se ha forjado de vagabundo beatnik, borrachuzo noctámbulo y cronista del lado oscuro de la ciudades (por mucho que, efectivamente, haya bastante de realidad en ese cliché: Tom Waits creó un personaje, sí, pero su impostura encerraba verdad, mucha verdad, no olvidemos que él es quien nos cuenta todos sus secretos, pero nos miente sobre su pasado. Esa dualidad mentira / verdad es una constante en su discurso).
Es, pues, buen momento para tirar de mitología y a la vez derribarla: este disco, este San Valentín, representa para Waits una depuración de lo que había sido su carrera hasta el momento: su punto álgido y su punto de inflexión a la vez.Todavía le quedaría un disco de transición (el, en cualquier caso, excelente Heartattack and Vine), y su experiencia como compositor de bandas sonoras (One From the Heart), antes de su cambio radical, pero yo veo el culmen de su primera etapa, su momento decisivo, su propósito de borrón y cuenta nueva a partir de aquí. También altera algo su punto de vista. Ya no hay tanta primera persona encargada de construir su propia personalidad; se detecta un mayor recurso a la tercera persona, a la crónica externa de las vidas de otros, de personajes anónimos y olvidados que componen ese universo urbano del día a día que son quienes realmente construyen la realidad.
En Blue Valentine, Waits mantiene sus coordenadas de mezcla de jazz, baladas desgarradoras y poesía beatnik de acuerdo a los parámetrosmusicales que forjó muy especialmente a partir de Small Change. Pero se intuye algo más y, sobre todo, mantiene una inspiración desbocada que le lleva a ofrecernos alguna de sus mejores composiciones.
Arranca con “Somewhere”, la canción de Leonard Bernstein para la película West SideStory. Un estándar que había sido interpretado por gente tan antagónica a él como JulieAndrews y que puede resultar chocante en la voz de Waits. Pero no lo es tanto. A Waits siempre le habían interesado compositores clásicos y sinfónicos, y “Somewhere” se ajusta perfectamente a sus intereses, además de introducir de manera idónea este disco. Un engañoso guiño romántico y esperanzado al amor que interpreta con los correspondientes arreglos orquestales, pero completamente adaptado a su personalidad. Y lo hace sin ironía, de manera sentida. “There is a place for us somewhere”, nos canta. Un lugar y un tiempo para nosotros: entramos en el terreno de la nostalgia, de las estampas de una vida, de los retratos individuales, de las crónicas de esos mundos subterráneos. Y Waits siempre fue un maestro en recrear “somewheres” en los que sumergirnos, universos particulares con atmósferas únicas, lugares y épocas especialmente fabricados por él. Ya estamos listos para movernos entre cartas de putas derrotadas que imploran a su ex amante que vuelva a casa para el 14 de febrero; Romeos sangrantes en reyertas callejeras; y postales de San Valentín que rezuman dolor y culpa.
“Red Shoes By The Drugstore” es un tema excepcional. Una línea de bajo pesada, una original y escasa percusión y unos inquietantes teclados caracterizan una canción que anticipa inquietudes futuras en su música. Zapatos rojos y vestido rojo en una noche triste. Espérame en la droguería, le dicen a ella. Peroél nunca apareció. La estampa del abandono.
“Christmas Card From A Hooker In Minneapolis” es el monólogo desgarrador de una puta derrotada, que trata de fingir que su vida se ha enderezado pero sucumbe finalmente a la realidad implorando a su antiguo amante la necesidad que tiene de él. Triste letanía y grito desgarrador de quien lo ha perdido todo, el reconocimiento de la derrota, la apología del fracaso. Una de esas canciones en las que Waits era un maestro :con unas pocas frases es capaz de contar toda una historia, toda una vida. No ofrece una de esas melodías tan apabullantes marca de las casa que nos había dejado antes en baladas como “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”, pero su emocionante discurrir y su sencilla belleza la erigen en uno de sus temas más emblemáticos de aquella primera etapa. De lagrimita.
“Romeo Is Bleeding” es la historia de un antihéroe callejero, otra gran historia trágica, una venganza en los bajos fondos, la extraña dignidad del moribundo. Una romántica y trágica historia de agonía, muerte y dignidad envuelta en las atmósferas de club de jazz, con puntuales apuntes latinos. Waits comienza aquí una parte central del disco en la que se instala en la penumbra del escenario del club, con el cigarrillo y la copa, arropado por una banda clásica de jazz, y dispuesto a recitar, a narrar, a llevarnos a su mundo.
“29$” mantiene esos aires de jazz improvisado y narrativa; con calma, con tiempo, más de ocho minutos, con el espíritu de dejarse llevar, meciéndose en el swing de la música, como quien no quiere la cosa, y contarnos otra nueva historia de derrota y tragedia, ambientada en esos entornos de clubs sórdidos y al filo de la ley.Uno imagina neón, mucho neón para la iluminar la oscuridad de la noche y del alma.
“Wrong Side Of The Road” continúa subrayando el rol del cronista en términos musicales similares a los dos anteriores. Quizás uno pueda detectar algún síntoma de reiteración, de cansancio en la fórmula. Waits parece cómodo instalado en la penumbra del escenario, con la banda de base jazz detrás, contándonos historias de perdedores, a su puta bola. Es bueno, muy bueno, pero quizás empezamos a querer algo más, y este tema es quizás el más prescindible de la propuesta.
Pero ahora viene “Whistlin’ Past The Graveyard” y Waits levanta el culo del taburete y nos inyecta ritmo y energía (a su manera). Recupera la primera persona del viejotruhánmentiroso (“como nunca digo la verdad, no puedo mentirte” nos dice esta vez) y nos ataca con aires de swing, R n’ B y Nueva Orleans, incluso cierto puntito funky. Vuelven a anticiparse arrebatos y juegos rítmicos que utilizaría más adelante en su carrera (aunque en este caso, hay que reconocer que todavía mucho menos arrebatadores que en sus grandes canciones de Swordfishtrombones o Rain Dogs). Un pequeño subidón de ánimo para demostrar que en su universo romántico caben muchas cosas.
Y llega “KentuckyAvenue”, la preciosidad del disco, la exquisita balada, ahora sí, heredera de las “Martha”, “San Diego Serenade” o “Tom Traubert’s Blues”. Esa melodía y esa línea de piano que se te incrustan en el alma y sirven para narrarnos trazos de múltiples personajes (por lo visto extraídos de su infancia y sus primeros recuerdos). Nada más realmente romántico que la vuelta a la infancia, un precioso juego de nostalgia y añoranzas, una invitación a soñar:
Take the spokes from your wheellchair
And a magpies wings
And tie ‘em to your shoulders and your feet
I'll steal a hacksaw from my dad
And cut the braces off your legs
And we'll bury them tonight in the cornfield
Tom Waits nos invita a volar, y no se me ocurre mejor invitación a volar que a través de Kentucky Avenue. La canción que uno debe hacer escuchar a cualquier profano en la música de Tom Waits para ganárselo.
“A Sweet Bullet From A Pretty Blue Gun” nos devuelve al cronista de club con la banda de fondo. Pero se acerca el final, los antihéroes están cada vez más cansados, son ya demasiadas derrotas. Cuesta aferrarse a los sueños:
Now I lay me down to sleep
I hear the sirens in the street
All the dreams are made of chrome
I have no way to get back home
I'd rather die before I wake
Like Marilyn Monroe
And throw my dreams out in
The street and therain will make ‘em grow
Una canción que quizás pasa un poco desapercibida entre las dos joyas en que se ubica dentro del disco, pero que es un tema puro Waits, muy bien musicado, muy bien llevado de ritmo, muy bien narrado.
“Blue Valentines”. El broche perfecto. Todo el desgarro está aquí. Definitivamente, el romanticismo desesperado te empapa, te atraviesa la piel, no hace falta ni entender la letra, es suficiente con sólo escuchar el modo en que Tom entona y deja caer las frases y sentir cómo suenan esos Blue Valentines al final de las estrofas. Muy desnuda en sus arreglos, no los necesita, el vozarrón de Waits aquí decide aplacarse y transmitir dulzura. Sí, dulzura, melancolía y, por supuesto, dolor, angustia, tristeza, desesperación, desesperanza, culpa. Todo eso es identificable en los versos de esta maravilla. Por dios, si con las frases con que termina la canción, y culmina el disco, uno no se hunde (muy gustosamente) en la miseria, no sé yo qué decirle, que olvide a Tom Waits para siempre y dedique su tiempo a otra cosa…
She sends me blue valentines
To remind me of my cardinal sin
I can never wash the guilt
Or get these bloodstains off my hands
And it takes a lot of whiskey
To make these nightmares go away
And I cut my bleedin' heart out every nite
And I die a little more on each st. valentine day
Remember that I promised I would write you...
These blue valentines
Blue valentines
Blue valentines…
Blue Valentine es, en definitiva, un disco clave en la trayectoria de Tom Waits, un LPprácticamente redondo en el que temas como “Kentucky Avenue”, “Christmas Card From a Hooker In Minneapolis” o “Blue Valentines” convierten estaobra en uno de sus Trabajos más emblemáticos dentrode una discografía llena de obras maestras.Canciones repletas de belleza y melancolía que se te adhieren al alma, que te remueven las tripas, que te golpean los genitales.
,
Y eso que mis favoritos son la tripleta Sworfishtrombones - Rain Dogs - Frank's Wild Years
menuda chapa
Pesaditos los fans de este tío, si.
Geme (¡sinvergüenza!, ¡fraude!) dando gasolina a uno cualquiera.
Yo ya no puedo más.
Sabes que bromeo.
El texto es maravilloso. En el tema waits, tu palabra es la ley.
A mí Closing time me gusta aunque reconozco que no tiene disco mucho más importantes y mejores. Aunque pocas veces me llega tanto como en Hope that I don't fall in love with you o en Martha.
Geme- Mensajes : 23466
Fecha de inscripción : 26/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Bueno pero jazz mezclado con muchas cosas, esto es como cuando le das la pastilla al perro metida en una a hamburguesauno cualquiera escribió:Esko, que es un disco de jazz, que carallo haces? Deja la drojaína.
De JAZZ, repito.
eskoriez- Mensajes : 28399
Fecha de inscripción : 13/01/2014
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
no lo he nombrado porque el tema me ha parecido un soberano coñazo y no quería decirloMoltisanti escribió:eskoriez escribió:Tom Waits – Closing Time
Tengo que decir que el rollo baladero jazz al piano que lleva este tio me aburre bastante. Me gusta mas en sus temas bizarros o en temas taberneros como los del Heartattack and Vine o del Blue Valentine. En cualquier caso el de hoy es en gran parte un disco de folk con preciosos temas como "Ol' '55", "I Hope That I Don't Fall in Love with You", "Old Shoes”, "Rosie" y "Virginia Avenue". Hacia el final ya estoy pidiendo la hora pero eso no quita que haya momentos disfrutables.
,
No nombras "Martha", ergo tu crítica es una fucking shit. Dedo medio enhiesto pa ti y a por el siguiente.
eskoriez- Mensajes : 28399
Fecha de inscripción : 13/01/2014
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Pues estupendo el She is the one de Petty. Con un aire mas marcado a Young o Cracker. Muy bueno.
Pendejo- Mensajes : 50018
Fecha de inscripción : 29/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
eskoriez escribió:no lo he nombrado porque el tema me ha parecido un soberano coñazo y no quería decirloMoltisanti escribió:eskoriez escribió:Tom Waits – Closing Time
Tengo que decir que el rollo baladero jazz al piano que lleva este tio me aburre bastante. Me gusta mas en sus temas bizarros o en temas taberneros como los del Heartattack and Vine o del Blue Valentine. En cualquier caso el de hoy es en gran parte un disco de folk con preciosos temas como "Ol' '55", "I Hope That I Don't Fall in Love with You", "Old Shoes”, "Rosie" y "Virginia Avenue". Hacia el final ya estoy pidiendo la hora pero eso no quita que haya momentos disfrutables.
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No nombras "Martha", ergo tu crítica es una fucking shit. Dedo medio enhiesto pa ti y a por el siguiente.
WTF!!!
ese tema es una obra maestra!!!
hasta la versión de Meat Loaf se sale!
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KIM_BACALAO- Moderador
- Mensajes : 51587
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
eskoriez escribió:no lo he nombrado porque el tema me ha parecido un soberano coñazo y no quería decirloMoltisanti escribió:eskoriez escribió:Tom Waits – Closing Time
Tengo que decir que el rollo baladero jazz al piano que lleva este tio me aburre bastante. Me gusta mas en sus temas bizarros o en temas taberneros como los del Heartattack and Vine o del Blue Valentine. En cualquier caso el de hoy es en gran parte un disco de folk con preciosos temas como "Ol' '55", "I Hope That I Don't Fall in Love with You", "Old Shoes”, "Rosie" y "Virginia Avenue". Hacia el final ya estoy pidiendo la hora pero eso no quita que haya momentos disfrutables.
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No nombras "Martha", ergo tu crítica es una fucking shit. Dedo medio enhiesto pa ti y a por el siguiente.
nabeo ya!!!!!!
pero tranquilo, que ahora me llueve a mi
a mi de este tipo, anterior al swordfish, me gusta:
el closing time, de 10 y aunque no se parezca al resto, es mi disco preferido de él de largo
small change - sobresaliente tambien...
y hasta el swordfish... pues...
tengo varios incluido el de hoy, pero meh.... no es lo mismo, ni de lejos
alflames- Mensajes : 28071
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Tom Waits - Blue Valentine
Bastante mejor en este disco, mas variado, me mola mucho el rollo de temas como "Red Shoes by the Drugstore", "Wrong Side of the Road", "A Sweet Little Bullet from a Pretty Blue Gun", "Whistlin' Past the Graveyard" y "Romeo Is Bleeding" (muy top esta), mas alguna buena balada como "Christmas Card from a Hooker in Minneapolis" y "Blue Valentines", un disco de lo mas equilibrado.
Bastante mejor en este disco, mas variado, me mola mucho el rollo de temas como "Red Shoes by the Drugstore", "Wrong Side of the Road", "A Sweet Little Bullet from a Pretty Blue Gun", "Whistlin' Past the Graveyard" y "Romeo Is Bleeding" (muy top esta), mas alguna buena balada como "Christmas Card from a Hooker in Minneapolis" y "Blue Valentines", un disco de lo mas equilibrado.
eskoriez- Mensajes : 28399
Fecha de inscripción : 13/01/2014
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Originales tengo Closing Time, Small Change y The Hearts of Saturdy Night que coinciden con su primera etapa más accesible. Empecé tarde con Waits, hace dos años y ponerse con la discografia entera de este hombre puede acabar saturando. Buen momento para darle otro empujón a discos posteriores
Pendejo- Mensajes : 50018
Fecha de inscripción : 29/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
eskoriez escribió:no lo he nombrado porque el tema me ha parecido un soberano coñazo y no quería decirloMoltisanti escribió:eskoriez escribió:Tom Waits – Closing Time
Tengo que decir que el rollo baladero jazz al piano que lleva este tio me aburre bastante. Me gusta mas en sus temas bizarros o en temas taberneros como los del Heartattack and Vine o del Blue Valentine. En cualquier caso el de hoy es en gran parte un disco de folk con preciosos temas como "Ol' '55", "I Hope That I Don't Fall in Love with You", "Old Shoes”, "Rosie" y "Virginia Avenue". Hacia el final ya estoy pidiendo la hora pero eso no quita que haya momentos disfrutables.
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No nombras "Martha", ergo tu crítica es una fucking shit. Dedo medio enhiesto pa ti y a por el siguiente.
Te saco el otro dedo medio porque me quedaba uno por sacar que no había sacado.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Geme escribió: Aunque pocas veces me llega tanto como en Hope that I don't fall in love with you o en Martha.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
eskoriez escribió:Tom Waits - Blue Valentine
Bastante mejor en este disco, mas variado, me mola mucho el rollo de temas como "Red Shoes by the Drugstore", "Wrong Side of the Road", "A Sweet Little Bullet from a Pretty Blue Gun", "Whistlin' Past the Graveyard" y "Romeo Is Bleeding" (muy top esta), mas alguna buena balada como "Christmas Card from a Hooker in Minneapolis" y "Blue Valentines", un disco de lo mas equilibrado.
Antes no citaba Martha y ahora no cita Kentucky Avenue. Este hombre no tiene corazón.
BillyBudd- Mensajes : 11927
Fecha de inscripción : 02/07/2009
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
alflames escribió:
small change - sobresaliente tambien...
y hasta el swordfish... pues...
tengo varios incluido el de hoy, pero meh.... no es lo mismo, ni de lejos
pues flipo con eso, y pido nabeo, claro
el Small Change es acojonante, con algunas de sus mejores rolas, sin duda, pero para mí más disperso e irregular que Blue Valentine, con algunos temas que rompen totalmente el fluir del disco, como Step Right Up (que me encanta, pero eso, me rompe el disco)
y 3/4 de lo mismo se puede decir del Heartattack and Vine, que tiene la pega de ser "sólo" un 8,5 en una discografía con abundantes 9s y 10s
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KIM_BACALAO- Moderador
- Mensajes : 51587
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Pendejo escribió:Pues estupendo el She is the one de Petty. Con un aire mas marcado a Young o Cracker. Muy bueno.
Dale las gracias a Geme.
A mi no hace falta.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Moltisanti escribió:Pendejo escribió:Pues estupendo el She is the one de Petty. Con un aire mas marcado a Young o Cracker. Muy bueno.
Dale las gracias a Geme.
A mi no hace falta.
Gracias, Geme
Última edición por Pendejo el 23.05.18 15:30, editado 1 vez
Pendejo- Mensajes : 50018
Fecha de inscripción : 29/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Pendejo escribió:Originales tengo Closing Time, Small Change y The Hearts of Saturdy Night que coinciden con su primera etapa más accesible. Empecé tarde con Waits, hace dos años y ponerse con la discografia entera de este hombre puede acabar saturando. Buen momento para darle otro empujón a discos posteriores
Bien, pues sigue por este orden con Mule Variations, Rain Dogs, Swordfishtrombones, Frank's Wild Years, Bone Machine y Alice, y luego ya si eso hablamos otra vez.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Esa y sobretodo la que abre el disco son de las que menos me han gustadoBillyBudd escribió:eskoriez escribió:Tom Waits - Blue Valentine
Bastante mejor en este disco, mas variado, me mola mucho el rollo de temas como "Red Shoes by the Drugstore", "Wrong Side of the Road", "A Sweet Little Bullet from a Pretty Blue Gun", "Whistlin' Past the Graveyard" y "Romeo Is Bleeding" (muy top esta), mas alguna buena balada como "Christmas Card from a Hooker in Minneapolis" y "Blue Valentines", un disco de lo mas equilibrado.
Antes no citaba Martha y ahora no cita Kentucky Avenue. Este hombre no tiene corazón.
eskoriez- Mensajes : 28399
Fecha de inscripción : 13/01/2014
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Pendejo escribió:Moltisanti escribió:Pendejo escribió:Pues estupendo el She is the one de Petty. Con un aire mas marcado a Young o Cracker. Muy bueno.
Dale las gracias a Geme.
A mi no hace falta.
Gracias, General
Te he dicho que no hacía falta.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Pendejo escribió:Moltisanti escribió:Pendejo escribió:Pues estupendo el She is the one de Petty. Con un aire mas marcado a Young o Cracker. Muy bueno.
Dale las gracias a Geme.
A mi no hace falta.
Gracias, Geme
Te quoteé antes de que lo editaras.
No te chotees de mí. No te pega.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
KIM_BACALAO escribió:alflames escribió:
small change - sobresaliente tambien...
y hasta el swordfish... pues...
tengo varios incluido el de hoy, pero meh.... no es lo mismo, ni de lejos
pues flipo con eso, y pido nabeo, claro
el Small Change es acojonante, con algunas de sus mejores rolas, sin duda, pero para mí más disperso e irregular que Blue Valentine, con algunos temas que rompen totalmente el fluir del disco, como Step Right Up (que me encanta, pero eso, me rompe el disco)
y 3/4 de lo mismo se puede decir del Heartattack and Vine, que tiene la pega de ser "sólo" un 8,5 en una discografía con abundantes 9s y 10s
Cuánta sabiduría.
BillyBudd- Mensajes : 11927
Fecha de inscripción : 02/07/2009
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Moltisanti escribió:Pendejo escribió:Moltisanti escribió:Pendejo escribió:Pues estupendo el She is the one de Petty. Con un aire mas marcado a Young o Cracker. Muy bueno.
Dale las gracias a Geme.
A mi no hace falta.
Gracias, Geme
Te quoteé antes de que lo editaras.
No te chotees de mí. No te pega.
Fue el corrector
Pendejo- Mensajes : 50018
Fecha de inscripción : 29/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
me ha molado este dibujillo que he visto por ahí...
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KIM_BACALAO- Moderador
- Mensajes : 51587
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
En Blue Valentine el tema Red Shoes By The Drugstore ya va por derroteros del Waits que me gusta más a mi. El de percusión marcada y casi tribal e instrumentación minimalista,
Whistlin' Past The Graveyard temazo para menear el esqueleto (nunca mejor dicho )
Whistlin' Past The Graveyard temazo para menear el esqueleto (nunca mejor dicho )
DumDumBoy- Mensajes : 17253
Fecha de inscripción : 09/06/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Mi favorita es la misma que la de Molti, Letter from a Hooker... La letra me parece brillante y escalofriante (como dice BB). Más escalofriante está siendo esta serie de acuerdos entre Molti y servidor. Habrá que aprovechar mientras dure...
watts- Mensajes : 39805
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
watts escribió:Mi favorita es la misma que la de Molti, Letter from a Hooker... La letra me parece brillante y escalofriante (como dice BB). Más escalofriante está siendo esta serie de acuerdos entre Molti y servidor. Habrá que aprovechar mientras dure...
Gran tema que me sirve para sacar a colación la influencia de que tiene Louis Armstrong en Waits... Siempre se habla de Howlin' Wolf y el Mascaratrucha pero en estos temas jazzy Armstrong asoma las orejas y los mofletes !!
DumDumBoy- Mensajes : 17253
Fecha de inscripción : 09/06/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
watts escribió:Mi favorita es la misma que la de Molti, Letter from a Hooker... La letra me parece brillante y escalofriante (como dice BB). Más escalofriante está siendo esta serie de acuerdos entre Molti y servidor. Habrá que aprovechar mientras dure...
Esta es de Blue Valentine?
Pendejo- Mensajes : 50018
Fecha de inscripción : 29/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Pendejo escribió:watts escribió:Mi favorita es la misma que la de Molti, Letter from a Hooker... La letra me parece brillante y escalofriante (como dice BB). Más escalofriante está siendo esta serie de acuerdos entre Molti y servidor. Habrá que aprovechar mientras dure...
Esta es de Blue Valentine?
Christmas Card
DumDumBoy- Mensajes : 17253
Fecha de inscripción : 09/06/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
DumDumBoy escribió:Pendejo escribió:watts escribió:Mi favorita es la misma que la de Molti, Letter from a Hooker... La letra me parece brillante y escalofriante (como dice BB). Más escalofriante está siendo esta serie de acuerdos entre Molti y servidor. Habrá que aprovechar mientras dure...
Esta es de Blue Valentine?
Christmas Card
Perdón, menos mal que DumDum corrige mi empanada
watts- Mensajes : 39805
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
Me estais liando, luego pasa lo que pasa.
Voy a darme una vuelta por los 3 de la lista mas el Mule. De momento voy a tirar con esto.
57 canciones. Un poco de todas su épocas.
Voy a darme una vuelta por los 3 de la lista mas el Mule. De momento voy a tirar con esto.
57 canciones. Un poco de todas su épocas.
Pendejo- Mensajes : 50018
Fecha de inscripción : 29/03/2008
eskoriez- Mensajes : 28399
Fecha de inscripción : 13/01/2014
Re: LOS 1001 DISCOS. El miércoles doblete de Tool con AEnima y Lateralus
BillyBudd escribió:Venga, antes de que me baneen, escribo unas poquitas palabras sobre el Blue Valentine
TOM WAITS – BLUE VALENTINE
Tom Waits siempre fue un romántico.
...
Y eso que mis favoritos son la tripleta Sworfishtrombones - Rain Dogs - Frank's Wild Years
¡Bravo, marinero!
De este disco siempre he adorado el Whistlin', Red Shoes y Wrong side... Creo que siempre preferí Small Change de esta época, en todo caso. Y Nighthawks siempre me hizo mucha gracia, aunque sea algo disperso.
Pero en todo caso, volviéndolo a escuchar, lo que me queda claro es que sigo alucinando y no dando crédito a que prefiráis o consideréis más importante —ergo en la lista— un disco como este que una obra maestra incontestable como Swordfishtrombones (que, si vamos a baladas, contiene tal vez la canción más melancólica que jamás haya escrito, Town with no cheer) o uno de los discos más esenciales de la historia de la música: Frank's Wild Years.
De verdad que no me cabe en la cabeza. Pero bueno, tampoco me cabía que no estuviera el primero de Stooges. Cosas veredes.
Y gracias por tu anterior respuesta. Creo que no fui lo suficientemente duro.
Magnífica la dupla inicial de Full Moon Fever. Los discos enteros de Petty, como estos pianísticos de Waits, siempre se me hacen algo bola, y eso que duran como 30 minutos, pues a los 20 yo ya pido la hora.
De todas formas algo sí he mentido: anda que no me molaría ver a Waits en vivo.
Salud,
z
David Z.- Mensajes : 14631
Fecha de inscripción : 05/10/2017
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