Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
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Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
La frase:
Ya echaba de menos...
- REGLAS:
[/b]- El juego consiste en escribir un relato inédito verdaderamente corto, inferior a 150 palabras.
- La primera frase de cada texto habrá de ser, obligatoriamente, la dada previamente por el campeón de la edición anterior.
- El tema del texto será libre, siempre y cuando tenga sentido con la primera frase predeterminada.
- Los relatos deberán enviarse mediante mensaje privado al administrador del hilo de cada ronda.
- La periodicidad del juego será semanal.
- Solo se podrá concursar con un texto por forero y ronda. Las segundas y sucesivas versiones, variantes y demás supondrán la descalificación en la ronda en curso.
- El sistema de puntuación será el siguiente: puede votar cualquier forero (si no ha participado enviando relato, deberá tener más de 50 mensajes) y puntuará a los tres textos que más le gusten, otorgando 3 puntos al que más le gustó, 2 puntos al segundo y 1 punto al tercero. No es obligatorio haber participado en el concurso para poder votar. Es obligatorio votar si se ha participado publicando un relato, quedando exento sólo por causa mayor (viaje, rapto, abducción, etc...). Si no vota su relato quedará fuera del concurso.
- El ganador del concurso propondrá la frase que se utilizará la semana siguiente, pudiendo ser esta frase totalmente libre, pero de una extensión no superior a 2 líneas, que sí contarán para la longitud del relato.
- El orden de publicación, voto y recuento de los distintos relatos será el siguiente:
Publicación de la frase: Antes de las 23:59 h del viernes
Escritura de los relatos: viernes a miércoles a las 22h.
Votaciones: hasta jueves a las 22 h.
Gala: el jueves tras las votaciones. - La puntuación para la clasificación general será la siguiente: 10 puntos al ganador, 7 al segundo clasificado, 5 al tercero, 3 al cuarto y 1 punto al quinto clasificado.
- Si, después de la votación semanal, hubiere un empate se establecerá lo siguiente: ganador quien tenga más votaciones de foreros. Si siguiese el empate: ganador quien además
tenga más votos de 3 puntos. Si siguiese el empate: ambos consiguen los puntos, se casan y tienen hijos gemelos.
ANEXO:- La norma DON admite los empates en cualquiera de las posiciones.
- Los puntos también podrán repartirse, a criterio del administrador de la ronda, entre cuatro seleccionados: otorgando 3 puntos al que más le gustó, 2 puntos al segundo, 1 punto al tercero, y 1 punto extra a un cuarto.
- En ausencia de frase o administrador en una ronda nueva, la administración de la ronda pasaría al segundo clasificado; si el segundo clasificado tampoco respondiera de sus obligaciones, la administración de la ronda pasaría al tercer clasificado, y así sucesivamente.
- El juego consiste en escribir un relato inédito verdaderamente corto, inferior a 150 palabras.
- Registro histórico de resultados:
AÑO 2015-2016
¿?
AÑO 2016-2017
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1H_nYaDi-PxRMfg19Ma2_6uc-XmZhS-hOnjNasizg4i4/edit#gid=0
AÑO 2017-2018
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1Jj8Ggd2nH2kjBkr5JfBUq_fXfd3fpbovCGp48DbfnBk/edit#gid=1255203592
- Actas de las rondas no incluidas en el historico de esta edicion, hasta la gala actual:
1.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1L5GIQimd0Jss8WoYjT6jvRHde9bUWVlRIIrWJ8JLTvk/edit?usp=sharing
2.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1YP3_cSvGC88BQ-5VaAGcOfbZVzKu639GaX2-MJ2SFyA/edit#gid=1857149122
3.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1-X_Ph9m6W8ow6pTymvRj4DEqpMFqsHY8KLwV_mycan8/edit?usp=sharing
4.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1yL3FwBAD_9E03v04Te6YiZ56QZk87DFBy9z4Uie6tXs/edit?usp=sharing
5.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1Zuv42iAqAbuTruMzNcKZTgexKdqvCdqHYh_PNuCxAMo/edit?usp=sharing
6.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1bmcss9W_CmsviSAAR-dJsiPqa_xdLR0HbzKVt-juncA/edit#gid=1495893693
7.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1MgIaMEW-Yw7nfL1zSnVQ1hL4RVUaTGNP1sP1R_gCQ3U/edit?usp=sharing
8.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1XglCHoRIYP3t1IrbkvrQisnoqAHYDe4fkMPiT-Fv-Qk/edit?usp=sharing
- Clasificación provisional Edición IV hasta Ronda 6:
- puntos:
Eloy 89
Rudicio 77
Toro 73
Silver 71
Darth 58
Criminal 58
David Z. 48
Nomeko7 44
Salakov 43
Mugu 42
Koikila 39
Quakto 39
Rhonda 38
RegSound 38
Ecthelion 35
CocH 34
Stoneheart 34
M señor 32
Troy Mc Clure 32
Elsan 30
sugar Bug 26
ksmith 24
Fargo 23
Búho Lunático 22
Sapir 21
Eric Sachs 20
Damia 19
Hank 17
Yomis 17
jom 16
Bofu 16
Ellis 10
Manof 10
Borogis 9
Persiede 9
jojo 6
JCRZ 5
Neska 5
Sirconrad 2
- podiums:
Eloy 27
Rudicio 24
Silver 21
Darth 15
Toro 15
Koikila 13
Criminal 13
Rhonda 10
Nomeko7 8
Salakov 7
sapir 7
Sugar Bug 7
Elsan 5
RegSound 3
Stoneheart 3
mugu 3
Ecthelion 2
David Z 2
Quakto 2
Búho 1
M Señor 1
jom 1
Fargo 1
Troy McClure 1
- Enlace a archivo word con los relatos de las rondas y su autoría:
Ronda 1:
https://docs.google.com/document/d/11tstAdfj1o56_211XVbQJOQDNsrWdLl8IRJ8_t7MC7Y/edit?usp=sharing
Ronda 2:
https://docs.google.com/document/d/14V6TjS-enccI08BUSG_LxqP7Jd0wM9q4uCfX6DTNfLY/edit?usp=sharing
Ronda 4:
https://docs.google.com/document/d/1sHibjpT0K2yKLxLx8znK0rlPWcB9vGgMTVqJZVFouCM/edit?usp=sharing
Última edición por Rhonda el Vie 21 Sep 2018 - 0:02, editado 7 veces
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Fecha de inscripción : 24/10/2011
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Relatos a concurso
1. Recordatorio: esto es agua
Como si construir significados no fuera en realidad una opción personal y consciente.
—Esto es agua, David Foster Wallace—
Ya echaba de menos aquellos tiempos de desconexión con el mundo exterior cuando su yo interior ignoraba al resto de yoes como las figuras de cartón que asemejaban ser. ¡Qué sencillo era ningunear al prójimo! ¡Qué fácil odiar! David ignoraba el momento en que sus mecanismos mentales comenzaron, en un proceso forzoso, nada espontáneo, a dotar de humanidad al resto de la humanidad.
«Ama a tu semejante como a ti mismo», ordenaban las sagradas escrituras; pero, ¿dónde estaban sus semejantes? Esa pregunta le hostigó durante décadas. No encontraba en los demás sino cascarones vacíos, mentes anémicas, espíritus pusilánimes. No eran personas, eran zombis de ojos desnutridos. Histriones. Comediantes.
La empatía llegó a él como el hambre al destierro. Nuestras críticas, reflexionó, son unas gafas deformantes: vemos aquello que somos. David boqueó y respiró agua. La tristeza no desapareció, tampoco la inseguridad, pero ahora las sentía compartidas.
Eso era todo. Agua.
2. Otro día de furia
Ya echaba de menos el fin de semana pasado así que no aguantó más. Sacó la escopeta que llevaba escondida bajo la manga de la chaqueta y comenzó a perdigonazo limpio.
¡Pam!. El espejo de la pared se convirtió en un macabro caleidoscopio bermellón con la inestimable ayuda de la pobre camarera.
¡Pam!. La puerta de madera del almacén se transformó en escotilla y el encargado en pincho moruno.
Dejó el arma sobre la barra, se sentó y, con parsimonia, se sirvió un dedo más de Jack Daniels de la botella que había recogido del almacén.
Se acercó la copa a la nariz, la agitó levemente y echó un trago. Mientras lo saboreaba se preguntaba si en el siguiente bar también le echarían de menos.
3. LAS COSAS QUE DIJISTE
Ya echaba de menos ese sonido en mis oídos, el estruendoso latigazo de máquinas y ritmos golpeando desde fuera. Era consciente de mis limitaciones, de la rareza del mundo vista desde un prisma idealista y romántico. Por ello, esos golpes y susurros ingleses se convertían en la mejor de las terapias. Sintetizadores, sinuosas melodías, y afuera la noche amenazante. Las carreteras y los kilómetros me habían hecho olvidar, pero ahí me encontraba de nuevo, sumido en la desesperación de saber cuál debía ser el siguiente paso.
Me quité los cascos y me desnudé. Salí a calle y la suerte me acompañó: estaba lloviendo. Como en un vídeo clip ochentero de Anton Corbijn, todo era oscuridad y extraña poesía. Caminé calle abajo y por un segundo percibí mi estupidez; aunque en el fondo me sentía libre, verdaderamente libre. Lo mejor de todo fue el agua caliente de lluvia mojando mis pelotas.
4. Incontinencia suma
Ya echaba de menos hincar el diente a algo suculento y quedaban mínimo tres horas más en la oficina. Asi que empece a comerme varias tildes del informe; fue agradable y conseguí saciarme algo. La curiosidad me izo probar a comerme alguna hache y acabe comiendome comas y vocals. Estaba exaltad excitad y queria experimentar con todo. Camino a casa me comi dos pasos d cebra y cada vez disfrutaba mas. Al llegar me trague completa la coleccion de cine clásico de la estanteria. No abía marcha atras. Entré en una espiral pannivora insaciable. Los siguientes meses fue a peor, era capaz de tragar carros y carretas. Asta que ella se plantó y tuvimos una discusion terrible. Mi nueva afición la habia desplazado en mi vida. Tuve que tragarme mi propio orgullo. Aunque dupliqué mi volumen, ella afirma que desd entonces es mas feliz y yo trato de controlarme.
5. Landia
Ya echaba de menos la Tierra y aún no había llegado a mi destino. Un desamor acabado en tragedia me empujó a huir. Todo el mundo hablaba de lo maravilloso que era aquel nuevo planeta bautizado como Landia. En la frontera galáctica de la Vía Láctea vieron que todo estaba en orden y nos dejaron pasar, por lo que ya no había vuelta atrás. Se hablaba de su cielo violeta, de su olor a vainilla, de que los sonidos eran visibles y los gustos palpables...
Cuando el transbordavión aterrizó, bajamos a la colonia terrestre. Una vez asentado, fui a dar una vuelta por la zona 48-C, zona asignada a mi persona. Durante el paseo daba la sensación de estar en la Tierra, pero con los evidentes cambios planetarios y atmosféricos. No pensaba en nada hasta que me percaté de que la había borrado de mi mente, diciéndome: "Quizás haya acertado”.
6. El silencio entre las olas
Ya echaba de menos hasta aquellas comidas familiares que tanto odiaba. Nunca había sido amigo de tumultos. Al contrario, valoraba la soledad. Apreciaba el silencio, roto sutilmente por el roce de las páginas de un libro o el crepitar de la aguja sobre el vinilo. Pero ahora era diferente. La necesidad de compañía era cada vez más acuciante. Salió de sus ensoñaciones y volvió a centrar su atención en la botella que acababa de llegar a la playa, y que mantenía en su mano desde hacía un rato. Procedió a quitar el corcho sin la menor emoción, pues sabía lo que iba a encontrar en su interior. Al observar el trozo de papel reconoció al instante su letra, confirmando que se trataba de la nota de auxilio que había escrito hacía casi tres meses. Dejó la botella sobre la arena y, hastiado de todo, se sentó a contemplar el oleaje.
7. Al amor por la escalera
Ya echaba de menos el cocido dominical de su madre, y aún era jueves. Vaya faena me has hecho, chasqueaba de cuerpo presente. Siempre a tu lado, que ni trabajar he hecho, y ahora... Ni mujeres. Bueno, la vecina. Estrella Matutina se anunciaba la vecina del primero: solo mañanas de lunes a viernes. De profesión sus colchones, hay mucha competencia, hijo, y gano bien. El cocido de la señá Adela era su debilidad, Leoncio lo sabía y bajaba el domingo con una buena ración, traigo cocido Estrella, anda zalamero ven aquí, que una es agradecida.
Ahora que no habrá cocido, barruntaba Estrella, me voy a aburrir los domingos, bueno anda, ya comeremos otra cosa, que le he cogido cariño.
Leoncio y Estrella salieron juntos del cementerio. No la jodas ahora Leoncio, le gritaba la señá Adela desde el más allá, que eres muy inútil y no te sabes valer.
8. Jugosa recompensa
Ya echaba de menos estar entre los fogones, no aguantaba otro día más comiendo aquellas insípidas gachas a base de harina y agua. Ahora estaba en mi cocina y todo volvía a ser como antes.
Puse el aceite a calentar mientras picaba el ajo y la cebolla, el olor que desprendían al dorarse siempre me provocaba una euforia inexplicable. Añadí la pieza de carne que tanto había codiciado para que soltara su jugo a fuego lento, y para darle el toque final, un truco que aprendí en mis años de estudiante al sur de Francia... un chorro de brandy y dejar reducir.
Ya en la mesa, me serví una copa del vino tinto que tenía macerando en mi antigua bodega para ocasiones especiales. El primer bocado no pudo ser mejor… durante estos años en prisión nunca imaginé que el corazón del Alcaide fuera a estar tan sabroso.
9. Efímero amor
Ya echaba de menos a Elsa, y aún no había marchado. Oh, sí. Iba a echar de menos aquellas curvas prodigiosas, los pequeños y enhiestos pechos, la suavidad imposible de su piel, la fragancia de su cabello. Y esos ojos de dulzura infinita. Habían pasado tres semanas maravillosas desde que Elsa, italiana de Erasmus en Salamanca, cruzó su mirada con la de Daniel en la fiesta de Derecho. Él anticipaba ya los largos suspiros, la terrible añoranza de su cuerpo, los wasaps ardientes y los skypes interminables. Elsa tenía que regresar a Ferrara inamoviblemente al día siguiente. La muchacha salió radiante de la ducha, y se acercó mimosa hasta él. Dios, cuánto la iba a echar de menos. Elsa ensanchó su ya de por si amplia sonrisa.
-¡Daniel! ¡Arreclato! ¡No vuelvo a Ferrara! ¡Me quedo toto el verano acquí!
A Daniel se le mudó la cara.
¡Sería asquerosa, la tía!
10. Un lugar extraño
Ya echaba de menos el frío y ver la nieve derritiéndose entre sus dedos, el instituto y a sus amigas que ahora estarían en el centro comercial. Podía verlas riéndose con los chicos de la escuela de al lado, luego irían a ver alguna película antes de volver pronto a casa. Se preguntaba si estaría también Nico, que siempre la acompañaba hasta cerca del bloque donde vivía con su familia.
Volvió a la realidad y al calor que la abrumaba, a la gente en las calles, el olor a especias y un idioma que apenas comprendía. Y a sus parientes. Contaba los días para volver a casa. Hoy le habían dicho que iba a conocer a uno de los muchos primos que tenía. Parecía que sería una celebración especial, por eso le extrañaba ver a su madre tan triste entre la alegría de los demás, que no paraban de mirarla.
11. Prisión permanente revisable
Ya echaba de menos aquel sitio. Allí había actividades organizadas, comida gratis, heroína a precio regulado y duchas muy divertidas. Estar fuera no le gustaba nada. La libertad (¿qué libertad?) no compensaba el dulce confort de la rutina. Todo eso se lo había dicho al juez de vigilancia penitenciaria, pero no le había hecho caso. Tuvo que arreglárselas para volver dentro, y esta vez de forma definitiva. Así que mató al juez.
12. Suavizante.
Ya echaba de menos la suavidad de las toallas recién lavadas, el calor húmedo al sacar las sábanas de la lavadora. Era sábado y por fin tocaba limpieza.
Casi feliz, pasó la mañana limpiando, ordenando, escuchando el silencioso vaivén de escobas, mochos y trapos.
Después de comer, se tumbó en el sofá a dormitar una película del oeste —una de vaqueros, como decía su padre— y James Stewart explotaba violento cuando empezó a oír el lejano ronroneo de la lavadora.
Una dulce sonrisa de satisfacción nació en lo más profundo de su hipotálamo, Y se durmió. Y al despertar, dos horas más tarde, se levantó, con la cara hinchada y babas en la barba, imaginando sus manos envueltas en metros de algodón recién lavado.
Se agachó, abrió la portezuela de la lavadora y decenas, cientos, millares de calcetines y bragas de su hija envolvieron, frías como la muerte, sus dedos...
13. Lo perdido por perdido.
Ya echaba de menos el ritmo de sus nudillos, la mala idea de sus chicles, la seguridad que encontraba escondida en un calcetín y el resto de calamidades que lo convertían en una foto más del manual de supervivencia escolar. Esa clase de atención lo estaba poniendo nervioso, así que guiñó sucesivamente ambos ojos hasta que consiguió hacer vibrar el párpado superior derecho y terminó de tranquilizarse capturando su propio aliento en un puño semicerrado. El doctor tuvo suficiente para una charla entre mayores y lo invitó a salir. Bendito alivio.
Desde que empezó a vivir al otro lado de la verja nunca más pensó en nada, pero siempre se preocupó de salir al patio para ver a los niños camino de clase.
14. brandy. arañar.
Ya xhaba d mns mk rfnasdr. Clpn das sus tclas. Y. Su pantalla gkgant y tp rdspp. Inclsp. Chaba d mans. A salakpv. Burwn. Nop. N. Xgrms. Qu. Pkta ngr asgurad sta smana. Pr buns. Qu. Birn la cpkta. D brabdy ararat jdr. Y vkno d granada:) si bbs no vts mcrs. Q dcka. Stv. Ende.
15. Vuelta
Ya echaba de menos los pasillos ruidosos y el patio en el que convivían canastas y porterías; el olor a tiza y a lápices de colores. Echaba de menos el monigote que había dibujado en la pizarra con un marcador y que se había quedado allí para toda la eternidad. Pero, sobre todo, echaba de menos a sus compañeros. En la quietud del aula vacía, los colocaba mentalmente en sus respectivas sillas y mesas. Aunque recordaba perfectamente la última clase, había pasado demasiado tiempo. Cada nombre y apellido se había perdido en algún lugar del planeta: algunos no habían salido del barrio; otros se habían ido a vivir a países ignotos. Habían crecido, acabado la carrera, habían trabajado, se habían casado, reproducido y jubilado. Mientras sus vidas habían seguido trayectorias lineales, la de él era un círculo: cincuenta años después, aún no había conseguido salir del colegio.
16. El exiliado
Ya echaba de menos el revuelto de estropajos, símbolo de su país, su casa y su gente. Añoraba los paseos por el vertedero de torreznos, las tardes de orgía manchega, noches de cebolla y nubes de manteca.
Se le amorriñaba el alma recordando las procesiones de langostas, las alpargatitas saladas, el pan de prepucios y el tacto suculento de las ciruelas vírgenes.
Llevaba en el corazón el recuerdo del sol tras las sotanas. ¡Los músculos de aceituna y las balaustradas de esparto! El brillo de las corcheas en los manteles tendidos…
Así que decidió volver: a las mañanas de arenques, luces de bandurria, sándwiches de asfalto y compresas de chorizo.
Y regresó (ahíto de islas barbudas y ojos genitales). Al amor de los pulpos. En el gilipuerto, entre neones y garbanzos, su padre le soltó dos sonoros bofetones con un rodaballo. Las lágrimas le charcutearon las mejillas.
¡Estaba en casa!
17. Frío
Ya echaba de menos el invierno, cuando todo era silencio y necesidad, comida, agua, abrigo, fuego.
Frente a la fogata, un pequeño castor se acercó a la hoguera, sus ojos inyectados en miedo y su lomo tiritando sin control, solo quería un poco de calor.
Yo tenía hambre.
18. Las curvas de la memoria
Ya echaba de menos St. Andrews y ni siquiera había doblado la primera curva. Como siempre hacía en sus viajes dejó que las imágenes desfilaran por su cabeza, fijándolas con urgente añoranza en un nuevo e intangible álbum de recuerdos. La amabilidad del dueño del hostal y el rústico encanto de la habitación 16, la primera partida de cartas en la taberna, invitado por los parroquianos. La sonrisa de Julia al servirle el malta, el paseo por la playa durante la fiesta, el beso antes de los fuegos artificiales. Y el sol, el mar, la calma de un pueblo detenido en el tiempo.
Siguió conduciendo, echando de menos uno de tantos futuros inmediatos, degustando por adelantado las postales de una nostalgia hecha a medida. Tras un último recodo en la carretera, vio por fin alzarse el campanario de la iglesia de St. Andrews asomando tras una suave y verde loma.
19. Recuerdos de infancia.
Ya echaba de menos otra vez esos años de felicidad. Día tras día la nostalgia iba invadiéndola cada vez más. Se despertaba todas las mañanas, desayunaba, se duchaba e iba su trabajo en la fábrica. Pero era incapaz de centrarse. Mientras ejecutaba su faena su mente divagaba y rememoraba esos años. Los juegos con sus amigos de infancia. La profesora Nuria y sus maravillosas clases. Los veranos en el pueblo. Y sobre todo los cuentos que le contaba su padre para ayudarla a dormirse.
Varios de los doctores se reunieron en el despacho. Algo había fallado. Ella era uno de los robots de la serie XXZ1425 con apariencia completamente humana. Hasta le habían implantado recuerdos de infancia artificiales para que el efecto fuera todavía más realista. Pero el robot estaba cada día más fuera de control. Ya no les servía para sus objetivos y por eso la iban a desactivar…
20. Out On The Weekend
Ya echaba de menos conducir por la carretera. Echaba de menos escuchar el sonido de la armónica de aquella canción. Echaba de menos sentir cómo los rayos de sol caen sobre la piel de gallina de mis brazos. La única diferencia es que ahora odio mirarme en el retrovisor. La única diferencia es el número de arrugas que han aparecido sobre la carretera y sobre mi cara. La única diferencia es ver que el chico que conducía se ha convertido en un viejo que ha tenido que dar marcha atrás en tantos sentidos. Una marcha atrás por mucho que ahora acelere. Una marcha atrás por mucho que ponga a tope el volumen de la música. Una marcha atrás por mucho que la voz del cantante suene tal y como sonaba por aquel entonces. Una marcha atrás por mucho que mueva los labios e intente imitarle: sigo sin poder decir nada.
21. TOMA TODO!!
Ya echaba de menos aquel olor, tan característico, de su armario ropero. Aquel armario que era como una cueva misteriosa. Siempre decía lo mismo, -“ven cariño, que te doy la asignación”-. Y yo seguía su paso, lento, y ella entreabría el armario y sacaba una huchita y me daba doscientas pesetas. Después me daba Sugus y jugábamos a la peonza de la suerte, y recuerdo que yo gritaba ilusionado -“Toma todo!!”-, cuando me tocaba. Poco después del entierro acompañé a mi madre a su casa, daríamos su ropa a la parroquia, pero no quise estar en la habitación cuando mi madre abriera el armario, preferí pensar que aquel olor se había ido con ella.
22. El miedo
Ya echaba de menos su pequeño y conocido miedo. Ese miedo que le hacía la vida confortable, que le paraba los pies en cualquier situación conflictiva. Un miedo que iba creciendo, creando círculos a su alrededor para protegerlo. El miedo que le hacía avanzar con cautela en una vida que en el fondo le aterraba. Ahora desposeído súbitamente de él se sentía fuerte y capaz de todo. Capaz de abandonar su monótono trabajo, de abrazar a Laura, de trasladarse a Lisboa, de hacerse un tatuaje, de bailar foxtrot, de... Sucedió de repente y duró lo que dura un ataque al corazón en plena calle un día nublado de octubre. Esos instantes los vivió sin miedo.
Íñigo, que socorría al desdichado viandante, comenzó a sentir ¿miedo? -pensó- mientras su brazo era agarrado por una mano tensa en su último arrebato de vida.
23. Vehemente Melancolía.
Ya echaba de menos la aguja segundos después de inyectar su muerte.
24. Memoria competitiva.
Ya echaba de menos no haber llegado a más.
25. Resurrección.
Ya echaba de menos hacer una de las suyas.
Los catorce años del trullo los había empleado en fantasear con ese momento.
Ya tenía a su victima vestida de gala.
Zapatos de charol, vestido de cuero y máscara de zorra.
El kit de cocina traía todo lo necesario. Pelapatatas, puntillas, guantes y cascanueces.
Empezaba el menú.
De primer plato, spaguettis de cuero cabelludo.
De segundo, higaditos frescos.
De postre, labios secos.
Menú de gala.
26. Cartografía de un ocaso
Ya echaba de menos otro intento de huida. Cerró la puerta y caminó por la calle principal vislumbrando la torre con su majestuoso reloj astronómico en el horizonte. Ensimismado, no tardó mucho en llegar allí para comprobar con horror su cíclico destino: la calle se desplegaba sobre sí misma y la torre aparecía otra vez en el horizonte. Decidió continuar pese a todo mientras unas tímidas sonrisas se tornaban en carcajadas groseras a medida que avanzaba. Humillado, se volvió a casa.
Pero ese inolvidable anochecer, una luna antropomórfica comenzó a soplar cenizas sobre la ciudad. Pudo ver todas las manecillas del reloj girando frenéticamente en su huida.
A salvo, miraba la ciudad arder en la distancia cuando escuchó una voz:
–Me habría encantado ver el reloj astronómico-dijo el conejo.
-Te puedo hablar de ese reloj-contestó.
-No creería a alguien tan loco como para hablar con un conejo.
-Ciertamente, casi enloquezco…
27. RAE
Ya echaba de menos la hache de almohada y todavía no la habían quitado. Cabrones.
28. Oh Título
Ya echaba de menos el entonces propio. Nada lo había preparado para el aire estructurado y las imponentes formas de innato bajo la cobertura. El mero se abría en niveles hacia una especie de contingencia central, una geometría elevada y con una suerte de rasgos a su alrededor. No había más visibilidad que la dispensada por reflectores que se desplazaban y refulgían en directrices, reproduciendo los movimientos de los conjuntos. Estratos de colores se elevaban desde los niveles, errando y chocando hasta unirse con las tendencias. No había más sonido que otro cualquiera.
Tras dejar el entonces, había regresado al habitual y había hecho lo de siempre. Después dio un paseo dimensionado por el perímetro del mundo, observando a las criaturas que eran más allá de la barrera material. Y ahora este espacio impersonal, el todavía por cuándo y aquella sensación con cuerpo de empleado y rostro de semejante.
29. Kitsune
Ya echaba de menos el bosque, pero la bella Tamiko todavía añoraba más ver a su familia. Cenaron onigiri y humeante sopa de miso, acostó a los dos niños y pasó la noche abrazada a Yoshiro como si fueran sal y espuma en un océano de sueño. Al nacer un nuevo día recuperó su pelaje sedoso rojizo, lamió la mano de su amante y brincó con sus patas entre las puertas correderas para volver a respirar la libertad entre cedros y riachuelos.
Por un instante se sintió culpable por no renunciar a todo por los suyos, pero al ver un faisán verde picoteando en el claro del bosque el zorro de nueve colas recordó su verdadera naturaleza, a la que no iba a renunciar por ningún hombre. Aquella noche la preciosa Tamiko volvió a casa con plumas enredadas en su larga melena de color carbón.
1. Recordatorio: esto es agua
Como si construir significados no fuera en realidad una opción personal y consciente.
—Esto es agua, David Foster Wallace—
Ya echaba de menos aquellos tiempos de desconexión con el mundo exterior cuando su yo interior ignoraba al resto de yoes como las figuras de cartón que asemejaban ser. ¡Qué sencillo era ningunear al prójimo! ¡Qué fácil odiar! David ignoraba el momento en que sus mecanismos mentales comenzaron, en un proceso forzoso, nada espontáneo, a dotar de humanidad al resto de la humanidad.
«Ama a tu semejante como a ti mismo», ordenaban las sagradas escrituras; pero, ¿dónde estaban sus semejantes? Esa pregunta le hostigó durante décadas. No encontraba en los demás sino cascarones vacíos, mentes anémicas, espíritus pusilánimes. No eran personas, eran zombis de ojos desnutridos. Histriones. Comediantes.
La empatía llegó a él como el hambre al destierro. Nuestras críticas, reflexionó, son unas gafas deformantes: vemos aquello que somos. David boqueó y respiró agua. La tristeza no desapareció, tampoco la inseguridad, pero ahora las sentía compartidas.
Eso era todo. Agua.
2. Otro día de furia
Ya echaba de menos el fin de semana pasado así que no aguantó más. Sacó la escopeta que llevaba escondida bajo la manga de la chaqueta y comenzó a perdigonazo limpio.
¡Pam!. El espejo de la pared se convirtió en un macabro caleidoscopio bermellón con la inestimable ayuda de la pobre camarera.
¡Pam!. La puerta de madera del almacén se transformó en escotilla y el encargado en pincho moruno.
Dejó el arma sobre la barra, se sentó y, con parsimonia, se sirvió un dedo más de Jack Daniels de la botella que había recogido del almacén.
Se acercó la copa a la nariz, la agitó levemente y echó un trago. Mientras lo saboreaba se preguntaba si en el siguiente bar también le echarían de menos.
3. LAS COSAS QUE DIJISTE
Ya echaba de menos ese sonido en mis oídos, el estruendoso latigazo de máquinas y ritmos golpeando desde fuera. Era consciente de mis limitaciones, de la rareza del mundo vista desde un prisma idealista y romántico. Por ello, esos golpes y susurros ingleses se convertían en la mejor de las terapias. Sintetizadores, sinuosas melodías, y afuera la noche amenazante. Las carreteras y los kilómetros me habían hecho olvidar, pero ahí me encontraba de nuevo, sumido en la desesperación de saber cuál debía ser el siguiente paso.
Me quité los cascos y me desnudé. Salí a calle y la suerte me acompañó: estaba lloviendo. Como en un vídeo clip ochentero de Anton Corbijn, todo era oscuridad y extraña poesía. Caminé calle abajo y por un segundo percibí mi estupidez; aunque en el fondo me sentía libre, verdaderamente libre. Lo mejor de todo fue el agua caliente de lluvia mojando mis pelotas.
4. Incontinencia suma
Ya echaba de menos hincar el diente a algo suculento y quedaban mínimo tres horas más en la oficina. Asi que empece a comerme varias tildes del informe; fue agradable y conseguí saciarme algo. La curiosidad me izo probar a comerme alguna hache y acabe comiendome comas y vocals. Estaba exaltad excitad y queria experimentar con todo. Camino a casa me comi dos pasos d cebra y cada vez disfrutaba mas. Al llegar me trague completa la coleccion de cine clásico de la estanteria. No abía marcha atras. Entré en una espiral pannivora insaciable. Los siguientes meses fue a peor, era capaz de tragar carros y carretas. Asta que ella se plantó y tuvimos una discusion terrible. Mi nueva afición la habia desplazado en mi vida. Tuve que tragarme mi propio orgullo. Aunque dupliqué mi volumen, ella afirma que desd entonces es mas feliz y yo trato de controlarme.
5. Landia
Ya echaba de menos la Tierra y aún no había llegado a mi destino. Un desamor acabado en tragedia me empujó a huir. Todo el mundo hablaba de lo maravilloso que era aquel nuevo planeta bautizado como Landia. En la frontera galáctica de la Vía Láctea vieron que todo estaba en orden y nos dejaron pasar, por lo que ya no había vuelta atrás. Se hablaba de su cielo violeta, de su olor a vainilla, de que los sonidos eran visibles y los gustos palpables...
Cuando el transbordavión aterrizó, bajamos a la colonia terrestre. Una vez asentado, fui a dar una vuelta por la zona 48-C, zona asignada a mi persona. Durante el paseo daba la sensación de estar en la Tierra, pero con los evidentes cambios planetarios y atmosféricos. No pensaba en nada hasta que me percaté de que la había borrado de mi mente, diciéndome: "Quizás haya acertado”.
6. El silencio entre las olas
Ya echaba de menos hasta aquellas comidas familiares que tanto odiaba. Nunca había sido amigo de tumultos. Al contrario, valoraba la soledad. Apreciaba el silencio, roto sutilmente por el roce de las páginas de un libro o el crepitar de la aguja sobre el vinilo. Pero ahora era diferente. La necesidad de compañía era cada vez más acuciante. Salió de sus ensoñaciones y volvió a centrar su atención en la botella que acababa de llegar a la playa, y que mantenía en su mano desde hacía un rato. Procedió a quitar el corcho sin la menor emoción, pues sabía lo que iba a encontrar en su interior. Al observar el trozo de papel reconoció al instante su letra, confirmando que se trataba de la nota de auxilio que había escrito hacía casi tres meses. Dejó la botella sobre la arena y, hastiado de todo, se sentó a contemplar el oleaje.
7. Al amor por la escalera
Ya echaba de menos el cocido dominical de su madre, y aún era jueves. Vaya faena me has hecho, chasqueaba de cuerpo presente. Siempre a tu lado, que ni trabajar he hecho, y ahora... Ni mujeres. Bueno, la vecina. Estrella Matutina se anunciaba la vecina del primero: solo mañanas de lunes a viernes. De profesión sus colchones, hay mucha competencia, hijo, y gano bien. El cocido de la señá Adela era su debilidad, Leoncio lo sabía y bajaba el domingo con una buena ración, traigo cocido Estrella, anda zalamero ven aquí, que una es agradecida.
Ahora que no habrá cocido, barruntaba Estrella, me voy a aburrir los domingos, bueno anda, ya comeremos otra cosa, que le he cogido cariño.
Leoncio y Estrella salieron juntos del cementerio. No la jodas ahora Leoncio, le gritaba la señá Adela desde el más allá, que eres muy inútil y no te sabes valer.
8. Jugosa recompensa
Ya echaba de menos estar entre los fogones, no aguantaba otro día más comiendo aquellas insípidas gachas a base de harina y agua. Ahora estaba en mi cocina y todo volvía a ser como antes.
Puse el aceite a calentar mientras picaba el ajo y la cebolla, el olor que desprendían al dorarse siempre me provocaba una euforia inexplicable. Añadí la pieza de carne que tanto había codiciado para que soltara su jugo a fuego lento, y para darle el toque final, un truco que aprendí en mis años de estudiante al sur de Francia... un chorro de brandy y dejar reducir.
Ya en la mesa, me serví una copa del vino tinto que tenía macerando en mi antigua bodega para ocasiones especiales. El primer bocado no pudo ser mejor… durante estos años en prisión nunca imaginé que el corazón del Alcaide fuera a estar tan sabroso.
9. Efímero amor
Ya echaba de menos a Elsa, y aún no había marchado. Oh, sí. Iba a echar de menos aquellas curvas prodigiosas, los pequeños y enhiestos pechos, la suavidad imposible de su piel, la fragancia de su cabello. Y esos ojos de dulzura infinita. Habían pasado tres semanas maravillosas desde que Elsa, italiana de Erasmus en Salamanca, cruzó su mirada con la de Daniel en la fiesta de Derecho. Él anticipaba ya los largos suspiros, la terrible añoranza de su cuerpo, los wasaps ardientes y los skypes interminables. Elsa tenía que regresar a Ferrara inamoviblemente al día siguiente. La muchacha salió radiante de la ducha, y se acercó mimosa hasta él. Dios, cuánto la iba a echar de menos. Elsa ensanchó su ya de por si amplia sonrisa.
-¡Daniel! ¡Arreclato! ¡No vuelvo a Ferrara! ¡Me quedo toto el verano acquí!
A Daniel se le mudó la cara.
¡Sería asquerosa, la tía!
10. Un lugar extraño
Ya echaba de menos el frío y ver la nieve derritiéndose entre sus dedos, el instituto y a sus amigas que ahora estarían en el centro comercial. Podía verlas riéndose con los chicos de la escuela de al lado, luego irían a ver alguna película antes de volver pronto a casa. Se preguntaba si estaría también Nico, que siempre la acompañaba hasta cerca del bloque donde vivía con su familia.
Volvió a la realidad y al calor que la abrumaba, a la gente en las calles, el olor a especias y un idioma que apenas comprendía. Y a sus parientes. Contaba los días para volver a casa. Hoy le habían dicho que iba a conocer a uno de los muchos primos que tenía. Parecía que sería una celebración especial, por eso le extrañaba ver a su madre tan triste entre la alegría de los demás, que no paraban de mirarla.
11. Prisión permanente revisable
Ya echaba de menos aquel sitio. Allí había actividades organizadas, comida gratis, heroína a precio regulado y duchas muy divertidas. Estar fuera no le gustaba nada. La libertad (¿qué libertad?) no compensaba el dulce confort de la rutina. Todo eso se lo había dicho al juez de vigilancia penitenciaria, pero no le había hecho caso. Tuvo que arreglárselas para volver dentro, y esta vez de forma definitiva. Así que mató al juez.
12. Suavizante.
Ya echaba de menos la suavidad de las toallas recién lavadas, el calor húmedo al sacar las sábanas de la lavadora. Era sábado y por fin tocaba limpieza.
Casi feliz, pasó la mañana limpiando, ordenando, escuchando el silencioso vaivén de escobas, mochos y trapos.
Después de comer, se tumbó en el sofá a dormitar una película del oeste —una de vaqueros, como decía su padre— y James Stewart explotaba violento cuando empezó a oír el lejano ronroneo de la lavadora.
Una dulce sonrisa de satisfacción nació en lo más profundo de su hipotálamo, Y se durmió. Y al despertar, dos horas más tarde, se levantó, con la cara hinchada y babas en la barba, imaginando sus manos envueltas en metros de algodón recién lavado.
Se agachó, abrió la portezuela de la lavadora y decenas, cientos, millares de calcetines y bragas de su hija envolvieron, frías como la muerte, sus dedos...
13. Lo perdido por perdido.
Ya echaba de menos el ritmo de sus nudillos, la mala idea de sus chicles, la seguridad que encontraba escondida en un calcetín y el resto de calamidades que lo convertían en una foto más del manual de supervivencia escolar. Esa clase de atención lo estaba poniendo nervioso, así que guiñó sucesivamente ambos ojos hasta que consiguió hacer vibrar el párpado superior derecho y terminó de tranquilizarse capturando su propio aliento en un puño semicerrado. El doctor tuvo suficiente para una charla entre mayores y lo invitó a salir. Bendito alivio.
Desde que empezó a vivir al otro lado de la verja nunca más pensó en nada, pero siempre se preocupó de salir al patio para ver a los niños camino de clase.
14. brandy. arañar.
Ya xhaba d mns mk rfnasdr. Clpn das sus tclas. Y. Su pantalla gkgant y tp rdspp. Inclsp. Chaba d mans. A salakpv. Burwn. Nop. N. Xgrms. Qu. Pkta ngr asgurad sta smana. Pr buns. Qu. Birn la cpkta. D brabdy ararat jdr. Y vkno d granada:) si bbs no vts mcrs. Q dcka. Stv. Ende.
15. Vuelta
Ya echaba de menos los pasillos ruidosos y el patio en el que convivían canastas y porterías; el olor a tiza y a lápices de colores. Echaba de menos el monigote que había dibujado en la pizarra con un marcador y que se había quedado allí para toda la eternidad. Pero, sobre todo, echaba de menos a sus compañeros. En la quietud del aula vacía, los colocaba mentalmente en sus respectivas sillas y mesas. Aunque recordaba perfectamente la última clase, había pasado demasiado tiempo. Cada nombre y apellido se había perdido en algún lugar del planeta: algunos no habían salido del barrio; otros se habían ido a vivir a países ignotos. Habían crecido, acabado la carrera, habían trabajado, se habían casado, reproducido y jubilado. Mientras sus vidas habían seguido trayectorias lineales, la de él era un círculo: cincuenta años después, aún no había conseguido salir del colegio.
16. El exiliado
Ya echaba de menos el revuelto de estropajos, símbolo de su país, su casa y su gente. Añoraba los paseos por el vertedero de torreznos, las tardes de orgía manchega, noches de cebolla y nubes de manteca.
Se le amorriñaba el alma recordando las procesiones de langostas, las alpargatitas saladas, el pan de prepucios y el tacto suculento de las ciruelas vírgenes.
Llevaba en el corazón el recuerdo del sol tras las sotanas. ¡Los músculos de aceituna y las balaustradas de esparto! El brillo de las corcheas en los manteles tendidos…
Así que decidió volver: a las mañanas de arenques, luces de bandurria, sándwiches de asfalto y compresas de chorizo.
Y regresó (ahíto de islas barbudas y ojos genitales). Al amor de los pulpos. En el gilipuerto, entre neones y garbanzos, su padre le soltó dos sonoros bofetones con un rodaballo. Las lágrimas le charcutearon las mejillas.
¡Estaba en casa!
17. Frío
Ya echaba de menos el invierno, cuando todo era silencio y necesidad, comida, agua, abrigo, fuego.
Frente a la fogata, un pequeño castor se acercó a la hoguera, sus ojos inyectados en miedo y su lomo tiritando sin control, solo quería un poco de calor.
Yo tenía hambre.
18. Las curvas de la memoria
Ya echaba de menos St. Andrews y ni siquiera había doblado la primera curva. Como siempre hacía en sus viajes dejó que las imágenes desfilaran por su cabeza, fijándolas con urgente añoranza en un nuevo e intangible álbum de recuerdos. La amabilidad del dueño del hostal y el rústico encanto de la habitación 16, la primera partida de cartas en la taberna, invitado por los parroquianos. La sonrisa de Julia al servirle el malta, el paseo por la playa durante la fiesta, el beso antes de los fuegos artificiales. Y el sol, el mar, la calma de un pueblo detenido en el tiempo.
Siguió conduciendo, echando de menos uno de tantos futuros inmediatos, degustando por adelantado las postales de una nostalgia hecha a medida. Tras un último recodo en la carretera, vio por fin alzarse el campanario de la iglesia de St. Andrews asomando tras una suave y verde loma.
19. Recuerdos de infancia.
Ya echaba de menos otra vez esos años de felicidad. Día tras día la nostalgia iba invadiéndola cada vez más. Se despertaba todas las mañanas, desayunaba, se duchaba e iba su trabajo en la fábrica. Pero era incapaz de centrarse. Mientras ejecutaba su faena su mente divagaba y rememoraba esos años. Los juegos con sus amigos de infancia. La profesora Nuria y sus maravillosas clases. Los veranos en el pueblo. Y sobre todo los cuentos que le contaba su padre para ayudarla a dormirse.
Varios de los doctores se reunieron en el despacho. Algo había fallado. Ella era uno de los robots de la serie XXZ1425 con apariencia completamente humana. Hasta le habían implantado recuerdos de infancia artificiales para que el efecto fuera todavía más realista. Pero el robot estaba cada día más fuera de control. Ya no les servía para sus objetivos y por eso la iban a desactivar…
20. Out On The Weekend
Ya echaba de menos conducir por la carretera. Echaba de menos escuchar el sonido de la armónica de aquella canción. Echaba de menos sentir cómo los rayos de sol caen sobre la piel de gallina de mis brazos. La única diferencia es que ahora odio mirarme en el retrovisor. La única diferencia es el número de arrugas que han aparecido sobre la carretera y sobre mi cara. La única diferencia es ver que el chico que conducía se ha convertido en un viejo que ha tenido que dar marcha atrás en tantos sentidos. Una marcha atrás por mucho que ahora acelere. Una marcha atrás por mucho que ponga a tope el volumen de la música. Una marcha atrás por mucho que la voz del cantante suene tal y como sonaba por aquel entonces. Una marcha atrás por mucho que mueva los labios e intente imitarle: sigo sin poder decir nada.
21. TOMA TODO!!
Ya echaba de menos aquel olor, tan característico, de su armario ropero. Aquel armario que era como una cueva misteriosa. Siempre decía lo mismo, -“ven cariño, que te doy la asignación”-. Y yo seguía su paso, lento, y ella entreabría el armario y sacaba una huchita y me daba doscientas pesetas. Después me daba Sugus y jugábamos a la peonza de la suerte, y recuerdo que yo gritaba ilusionado -“Toma todo!!”-, cuando me tocaba. Poco después del entierro acompañé a mi madre a su casa, daríamos su ropa a la parroquia, pero no quise estar en la habitación cuando mi madre abriera el armario, preferí pensar que aquel olor se había ido con ella.
22. El miedo
Ya echaba de menos su pequeño y conocido miedo. Ese miedo que le hacía la vida confortable, que le paraba los pies en cualquier situación conflictiva. Un miedo que iba creciendo, creando círculos a su alrededor para protegerlo. El miedo que le hacía avanzar con cautela en una vida que en el fondo le aterraba. Ahora desposeído súbitamente de él se sentía fuerte y capaz de todo. Capaz de abandonar su monótono trabajo, de abrazar a Laura, de trasladarse a Lisboa, de hacerse un tatuaje, de bailar foxtrot, de... Sucedió de repente y duró lo que dura un ataque al corazón en plena calle un día nublado de octubre. Esos instantes los vivió sin miedo.
Íñigo, que socorría al desdichado viandante, comenzó a sentir ¿miedo? -pensó- mientras su brazo era agarrado por una mano tensa en su último arrebato de vida.
23. Vehemente Melancolía.
Ya echaba de menos la aguja segundos después de inyectar su muerte.
24. Memoria competitiva.
Ya echaba de menos no haber llegado a más.
25. Resurrección.
Ya echaba de menos hacer una de las suyas.
Los catorce años del trullo los había empleado en fantasear con ese momento.
Ya tenía a su victima vestida de gala.
Zapatos de charol, vestido de cuero y máscara de zorra.
El kit de cocina traía todo lo necesario. Pelapatatas, puntillas, guantes y cascanueces.
Empezaba el menú.
De primer plato, spaguettis de cuero cabelludo.
De segundo, higaditos frescos.
De postre, labios secos.
Menú de gala.
26. Cartografía de un ocaso
Ya echaba de menos otro intento de huida. Cerró la puerta y caminó por la calle principal vislumbrando la torre con su majestuoso reloj astronómico en el horizonte. Ensimismado, no tardó mucho en llegar allí para comprobar con horror su cíclico destino: la calle se desplegaba sobre sí misma y la torre aparecía otra vez en el horizonte. Decidió continuar pese a todo mientras unas tímidas sonrisas se tornaban en carcajadas groseras a medida que avanzaba. Humillado, se volvió a casa.
Pero ese inolvidable anochecer, una luna antropomórfica comenzó a soplar cenizas sobre la ciudad. Pudo ver todas las manecillas del reloj girando frenéticamente en su huida.
A salvo, miraba la ciudad arder en la distancia cuando escuchó una voz:
–Me habría encantado ver el reloj astronómico-dijo el conejo.
-Te puedo hablar de ese reloj-contestó.
-No creería a alguien tan loco como para hablar con un conejo.
-Ciertamente, casi enloquezco…
27. RAE
Ya echaba de menos la hache de almohada y todavía no la habían quitado. Cabrones.
28. Oh Título
Ya echaba de menos el entonces propio. Nada lo había preparado para el aire estructurado y las imponentes formas de innato bajo la cobertura. El mero se abría en niveles hacia una especie de contingencia central, una geometría elevada y con una suerte de rasgos a su alrededor. No había más visibilidad que la dispensada por reflectores que se desplazaban y refulgían en directrices, reproduciendo los movimientos de los conjuntos. Estratos de colores se elevaban desde los niveles, errando y chocando hasta unirse con las tendencias. No había más sonido que otro cualquiera.
Tras dejar el entonces, había regresado al habitual y había hecho lo de siempre. Después dio un paseo dimensionado por el perímetro del mundo, observando a las criaturas que eran más allá de la barrera material. Y ahora este espacio impersonal, el todavía por cuándo y aquella sensación con cuerpo de empleado y rostro de semejante.
29. Kitsune
Ya echaba de menos el bosque, pero la bella Tamiko todavía añoraba más ver a su familia. Cenaron onigiri y humeante sopa de miso, acostó a los dos niños y pasó la noche abrazada a Yoshiro como si fueran sal y espuma en un océano de sueño. Al nacer un nuevo día recuperó su pelaje sedoso rojizo, lamió la mano de su amante y brincó con sus patas entre las puertas correderas para volver a respirar la libertad entre cedros y riachuelos.
Por un instante se sintió culpable por no renunciar a todo por los suyos, pero al ver un faisán verde picoteando en el claro del bosque el zorro de nueve colas recordó su verdadera naturaleza, a la que no iba a renunciar por ningún hombre. Aquella noche la preciosa Tamiko volvió a casa con plumas enredadas en su larga melena de color carbón.
Última edición por Rhonda el Miér 19 Sep 2018 - 23:05, editado 28 veces
Rhonda- Mensajes : 50156
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Última edición por Rhonda el Miér 19 Sep 2018 - 23:19, editado 1 vez
Rhonda- Mensajes : 50156
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sapir- Mensajes : 134685
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Sitio!!
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Frase buena para cualquier calzador
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Reservado
Última edición por Nomeko7 el Vie 14 Sep 2018 - 11:15, editado 1 vez
Nomeko7- Mensajes : 37706
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Nomeko7 escribió:Reservado
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Te reservo la reserva, Nome.
Rhonda- Mensajes : 50156
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metalbert- Mensajes : 47108
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Puede ser de las frases mas abiertas de la historia del chucrut.
Se puede tocar cualquier género.
VRabo!!!
Se puede tocar cualquier género.
VRabo!!!
Yomis- Mensajes : 37708
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Gran frase
Fdc
Crearse enemigos
Ya echaba de menos buenas frases.
Fdc
Crearse enemigos
Ya echaba de menos buenas frases.
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http://hardrockcaferevisited.wordpress.com/
silver- Mensajes : 46010
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
me pide un nano la frase
Troy Mc Clure- Mensajes : 8194
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Se valen citas, ¿no?
salakov- Mensajes : 51553
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
FdCTroy Mc Clure escribió:me pide un nano la frase
Ya echaba de menos que me pidiera un nano la frase
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Fdc
Ya echaba de menos al abuelo y su cuchillo.
Ya echaba de menos al abuelo y su cuchillo.
Yomis- Mensajes : 37708
Fecha de inscripción : 03/09/2008
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Fdc
''Underground''
Ya echaba de menos ser el único con un rosco.
''Underground''
Ya echaba de menos ser el único con un rosco.
Yomis- Mensajes : 37708
Fecha de inscripción : 03/09/2008
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
FdC
Ya echaba de menos que Hank hablase de suculentas pollas
Ya echaba de menos que Hank hablase de suculentas pollas
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Mucho frase abierta mucho FdC pero vais a ir todos a la sensiblería y el ñoñismo.
El.poetanegro va a tener que repartir tanda.
El.poetanegro va a tener que repartir tanda.
Última edición por Sugar Bug el Vie 14 Sep 2018 - 11:41, editado 1 vez
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
InmerecidísimoYomis escribió:Fdc
''Underground''
Ya echaba de menos ser el único con un rosco.
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Se pueden poner citas. No cuentan (si son auténticas, eh, nada de inventarse cosas para ampliar espacio).
Sólo pido ajustarse a las 150 palabras.
Sólo pido ajustarse a las 150 palabras.
Rhonda- Mensajes : 50156
Fecha de inscripción : 24/10/2011
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Te ha llegado ya mi relato?
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Rhonda escribió:Se pueden poner citas. No cuentan (si son auténticas, eh, nada de inventarse cosas para ampliar espacio).
Sólo pido ajustarse a las 150 palabras.
¡Bravo!
¡Vivan Rhonda y su consorte!
salakov- Mensajes : 51553
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
RegSound escribió:FdC
Ya echaba de menos que Hank hablase de suculentas pollas
jajajajaja
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
me mola la frase... ahora sí...
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
FdC
Pillo sitio
Ya echaba de menos nuevo hilo
Pillo sitio
Ya echaba de menos nuevo hilo
Toro- Mensajes : 28169
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
FdC
Los foreros.
Ya echaba de menos . Nah, es mentira
Los foreros.
Ya echaba de menos . Nah, es mentira
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
me gusta la frase.
esta ronda no me la pierdo!
esta ronda no me la pierdo!
ksmith- Mensajes : 9264
Fecha de inscripción : 31/01/2018
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
ksmith escribió:me gusta la frase.
esta rhonda no me la pierdo!
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Hank escribió:ksmith escribió:me gusta la frase.
esta rhonda no me la pierdo!
ksmith- Mensajes : 9264
Fecha de inscripción : 31/01/2018
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
FdC
Buena frase
Ya echaba de menos una frase para poder sacar alguno de los relatos que tengo de stock acumulado
Buena frase
Ya echaba de menos una frase para poder sacar alguno de los relatos que tengo de stock acumulado
Toro- Mensajes : 28169
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
como cuentan las palabras de los pantallazos de whatsapp? que me he descargado una aplicación para hacer chats falsos y estoy enganchau perdido
Troy Mc Clure- Mensajes : 8194
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Pobre salakov, otra participante que quedará por encima suyaksmith escribió:me gusta la frase.
esta ronda no me la pierdo!
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RegSound- Moderador
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Troy Mc Clure escribió:como cuentan las palabras de los pantallazos de whatsapp? que me he descargado una aplicación para hacer chats falsos y estoy enganchau perdido
Con un dedo señalando a la pantalla.
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
pantallazo=cita?
a ver, la asesoría jurídica, que se manifieste
a ver, la asesoría jurídica, que se manifieste
Troy Mc Clure- Mensajes : 8194
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Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
RegSound escribió:Pobre salakov, otra participante que quedará por encima suyaksmith escribió:me gusta la frase.
esta ronda no me la pierdo!
Por Jesucristo, ¿creéis que estoy muerto? Mucha diversión en el velatorio de Finnegan... ♫
Mickey Maloney ducked his head
When a bucket of whiskey flew at him
It missed, and falling on the bed
The liquor scattered over Tim
Bedad he revives, see how he rises
Tim Finnegan risin’ in the bed
Cryin’ “Will ye’ walup each girl and boy,”
“T’underin’ Jaysus, do ye’ think I’m dead?”
Oh, whack fol’ the dah now dance to your partner
Round the flure your trotter’s shake
Isn’t it the truth I told ‘ya
Lot’s o’ fun at Finnegan’s wake
salakov- Mensajes : 51553
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
salakov escribió:RegSound escribió:Pobre salakov, otra participante que quedará por encima suyaksmith escribió:me gusta la frase.
esta ronda no me la pierdo!
Por Jesucristo, ¿creéis que estoy muerto? Mucha diversión en el velatorio de Finnegan... ♫
Mickey Maloney ducked his head
When a bucket of whiskey flew at him
It missed, and falling on the bed
The liquor scattered over Tim
Bedad he revives, see how he rises
Tim Finnegan risin’ in the bed
Cryin’ “Will ye’ walup each girl and boy,”
“T’underin’ Jaysus, do ye’ think I’m dead?”
Oh, whack fol’ the dah now dance to your partner
Round the flure your trotter’s shake
Isn’t it the truth I told ‘ya
Lot’s o’ fun at Finnegan’s wake
Como te ha ido el resto de concursos?
Por si estás vertiendo el talento allí
Toro- Mensajes : 28169
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Resurgirás cual ave fénix entonces?salakov escribió:RegSound escribió:Pobre salakov, otra participante que quedará por encima suyaksmith escribió:me gusta la frase.
esta ronda no me la pierdo!
Por Jesucristo, ¿creéis que estoy muerto? Mucha diversión en el velatorio de Finnegan... ♫
Mickey Maloney ducked his head
When a bucket of whiskey flew at him
It missed, and falling on the bed
The liquor scattered over Tim
Bedad he revives, see how he rises
Tim Finnegan risin’ in the bed
Cryin’ “Will ye’ walup each girl and boy,”
“T’underin’ Jaysus, do ye’ think I’m dead?”
Oh, whack fol’ the dah now dance to your partner
Round the flure your trotter’s shake
Isn’t it the truth I told ‘ya
Lot’s o’ fun at Finnegan’s wake
_________________
RegSound- Moderador
- Mensajes : 50982
Fecha de inscripción : 06/11/2017
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Lo importante es que estoy personalmente satisfecho con lo que escribo. Mucho, en algunos casos.
El demérito es vuestro como votantes. Y yo ahí no puedo intervenir.
El demérito es vuestro como votantes. Y yo ahí no puedo intervenir.
salakov- Mensajes : 51553
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
salakov escribió:Lo importante es que estoy personalmente satisfecho con lo que escribo. Mucho, en algunos casos.
El demérito es vuestro como votantes. Y yo ahí no puedo intervenir.
Proceso de metamorfosearse en esquío
Toro- Mensajes : 28169
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
salakov escribió:Lo importante es que estoy personalmente satisfecho con lo que escribo. Mucho, en algunos casos.
El demérito es vuestro como votantes. Y yo ahí no puedo intervenir.
siempre he pensado que este certamen valora más el fondo que la forma, porque vamos, está claro que eres el que mejor escribe...
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
O quizá podríamos presentarnos nosotros a los otros concursos y arrasar.
Y una vez al año, todos a la sidrería pija esa!
Y una vez al año, todos a la sidrería pija esa!
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Sugar Bug escribió:O quizá podríamos presentarnos nosotros a los otros concursos y arrasar.
Y una vez al año, todos a la sidrería pija esa!
Ha obviado comentar como lo lleva... yo en el de abogacía estoy haciendo progresos
Toro- Mensajes : 28169
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Toro escribió:Sugar Bug escribió:O quizá podríamos presentarnos nosotros a los otros concursos y arrasar.
Y una vez al año, todos a la sidrería pija esa!
Ha obviado comentar como lo lleva... yo en el de abogacía estoy haciendo progresos
¿Días de gloria?
Mola.
salakov- Mensajes : 51553
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Hank escribió:salakov escribió:Lo importante es que estoy personalmente satisfecho con lo que escribo. Mucho, en algunos casos.
El demérito es vuestro como votantes. Y yo ahí no puedo intervenir.
siempre he pensado que este certamen valora más el fondo que la forma, porque vamos, está claro que eres el que mejor escribe...
salakov- Mensajes : 51553
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
salakov escribió:Toro escribió:Sugar Bug escribió:O quizá podríamos presentarnos nosotros a los otros concursos y arrasar.
Y una vez al año, todos a la sidrería pija esa!
Ha obviado comentar como lo lleva... yo en el de abogacía estoy haciendo progresos
¿Días de gloria?
Mola.
Toro- Mensajes : 28169
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
joder, salakov sí q escribe bien. las cosas como son.
aunque en ocasiones bordea el premio poeta negro
aunque en ocasiones bordea el premio poeta negro
Troy Mc Clure- Mensajes : 8194
Fecha de inscripción : 13/04/2016
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
Toro escribió:salakov escribió:Toro escribió:Sugar Bug escribió:O quizá podríamos presentarnos nosotros a los otros concursos y arrasar.
Y una vez al año, todos a la sidrería pija esa!
Ha obviado comentar como lo lleva... yo en el de abogacía estoy haciendo progresos
¿Días de gloria?
Mola.
He enviado uno, en plan cocina de aprovechamiento.
A ver si gusta y te hago sombra...
Portugalete Vs. Sestao
salakov- Mensajes : 51553
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: Ronda 8 Edición IV Concurso Microrrelatos La Plazoleta. SUGAR BUG DAMIÀ Y DARTH MERCURY TRICAMPEONES
salakov escribió:Toro escribió:salakov escribió:Toro escribió:Sugar Bug escribió:O quizá podríamos presentarnos nosotros a los otros concursos y arrasar.
Y una vez al año, todos a la sidrería pija esa!
Ha obviado comentar como lo lleva... yo en el de abogacía estoy haciendo progresos
¿Días de gloria?
Mola.
He enviado uno, en plan cocina de aprovechamiento.
A ver si gusta y te hago sombra...
Portugalete Vs. Sestao
La sorpresa es porque me hayas localizado
Toro- Mensajes : 28169
Fecha de inscripción : 14/05/2010
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