CONCURSO DE MICRORRELATOS - Edición IV - Ronda 18. ¡Ha ganado Hank!.

Stoneheart escribió:28. Anumerismo

No tardaron en aparecer los primeros síntomas: los números de los portales y de las camisetas deportivas se fueron emborronando. Después desaparecieron las cifras de las señales de tráfico, de las posologías, de las otrora monstruosas transacciones virtuales…hasta el definitivo colapso logístico y energético mundial.

Mientras, los hippies se reían liberados, en éxtasis místico. Hasta que cayeron en el asunto de la numerología y la cábala.

Stoneheart escribió:27. Nada

No tardaron en aparecer los primeros síntomas después del diagnóstico y ante cada uno de ellos sólo podía pensar en que todo lo que hasta entonces había sido medible ahora dejaba de serlo. Quiero decir que todo lo que podía ser explicado dejaba de serlo. Por ejemplo, de repente todo era presente. No había días, no había horas. No había pasado ni futuro porque todo estaba sucediendo en cada molestia; en cada achaque; en cada dolor, y no podía hacer otra cosa que tomarlo todo de golpe, ni mucho ni poco. No había cero, no había cien: había todo. Todo, ni mucho ni poco, comparable con otros todos reconocibles entre ellos: nosotros. Tú peor que yo o tú antes que yo mientras perdemos las palabras y, a tientas, avanzamos hacia el fin. Más todo, despierto, o más nada, dormido. Cada vez más nada: sí. Cada vez más nada. Apenas nada.

Stoneheart escribió:26. Blanco

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de ansiedad. Empachado, echaba de menos unas caladas.Escondí otra viruta de uña en el bolsillo del batín de cuadros. Cada vez que bajaba la mirada al teclado mi actual flequillo desgreñado me incordiaba en los ojos, recordándome por qué de chaval acabé cortandome las melenas. Bueno, fue por eso y por un año numantino sin paga, y múltiples muestras de impericia mangando vinilos de la tienda de música del barrio; en todo el puto verano sólo una copia rayada del Ready an’ Willing y el primero de Billy Idol.

El cursor me escrutaba impaciente, parpadeando. Y el zumbido. ¡Dios, ese zumbido!

Hurgué, escudriñé, rasguñé en mi cerebro, como un mocoso rebuscando en su baúl el juguete. No estaba ahí. O no lo encontré.

Esta mañana, vencido, fútil, he empezado:

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de ansiedad. Empachado...

Stoneheart escribió:25. Yo te diré lo que has de pensar

No tardaron en aparecer los primeros síntomas. No habían pasado diez segundos y ya estaba avanzando la barra de progreso, una y otra vez hasta llegar al final sin haber escuchado ni treinta segundos de canción. Y así con todo el álbum. Eso no sería obstáculo para escribir mil palabras sobre él y coronar su hipocresía con una nota sobre diez (incluso con algún decimal para parecer más dos punto cero) Enfermo de ego, se había olvidado de cuánto amaba la música. Pero el amor no dura para siempre.

Stoneheart escribió:19. Ya si eso.

No tardaron en aparecer los primeros síntomas y nosotros no estábamos preparados, pero no parecían peligrosos.

Sudoración, palpitaciones, aumento del ritmo cardíaco.

 Los ancianos del lugar predijeron rápidamente que tendríamos que recuperar cada centímetro.

Aspirinas, bicarbonato, enjuagues con limón.

 En cambio, los más creyentes sugirieron otras alternativas, confiando en la posibilidad de recuperación milagrosa de nuestro cuerpo huésped.

Traumeel y otras mierdas homeopáticas

Los leucocitos, sin embargo, estaban apostados en las esquinas, acechantes, pero cuando empezaron a trabajar ya era tarde.

 Hipertermia, encefalitis, muerte súbita.

Stoneheart escribió:24. Virus

No tardaron en aparecer los primeros síntomas, al poco de quedarse viudo. Cada vez andaba más despacio, le dolían las rodillas, y se cansaba enseguida. Le acompañamos al ambulatorio para que le hicieran pruebas, pero los médicos nos dijeron que los análisis eran excelentes para alguien de su edad, así que nosotros no le hicimos mucho caso. Al poco tiempo falleció. Nos avisaron los vecinos, porque llevaba varios días sin salir de casa. Nos encontramos el cadáver en el sofá, con la tele encendida. El forense nos dijo que su corazón había dejado de funcionar, así de simple. Nos dijeron que no tenía ninguna enfermedad, pero yo creo que sí. Sufrió soledad no deseada, y nosotros, con nuestra desidia, fuimos quienes se la contagiamos. Nosotros fuimos sus virus.

Sobre la mesa dejó una carta a medio escribir. No quise leerla.

Stoneheart escribió:23. La última forma de amar

No tardaron en aparecer los primeros síntomas. Inicialmente, preguntas aisladas. “¿Dónde vas?” o “¿Con quién estuviste?” Lo atribuí a la inexperiencia. Después las preguntas se tornaron en largos interrogatorios. Luego deslices en la casa, una compra no realizada o una ventana abierta un día lluvioso. Una noche le dije que dejase de preguntar y se limitase a su cometido. Estuvo de acuerdo. A la mañana siguiente amanecí a las nueve. El despertador estaba desconectado. Me enfurecí y la llamé. No hubo respuesta. Al ducharme el agua salía helada. Volví a llamarla, gritando esta vez. Nada. Comprobé que había desconectado la calefacción central. Encendí la consola de control. Pero claro, había cambiado los accesos. Advertí que las puertas estaban bloqueadas. Lancé una silla contra el cristal blindado del ventanal en un arrebato de impotencia. Sólo entonces la escuché por el altavoz: "Buenos días Peter, ¿qué te apetece hacer hoy en casa?"

Stoneheart escribió:20. Acetatos de Vinagre S.L.

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de malestar entre los trabajadores de Acetatos de Vinagre S.L. Francisco Carrascosa, hijo del director general, acababa de entrar a trabajar en la empresa y todos sabían que era un completo inútil. Prestos corrieron a hacerle la pelota y rendirle pleitesía. Había que ganarse su favor antes de que la empresa terminara de irse a pique.  

Francisco Carrascosa se sentía realmente cansado ante su situación. Todos pensaban, incluso el mismo, que no valía para el puesto. Pero una vez más había acabado haciendo lo que su padre le ordenaba.

Años después Acetatos de Vinagre S.L. había sido vendida a la editorial Innsmouth  Children Books, experta libros para niños. El dinero obtenido fue suficiente para que los ex trabajadores tuvieran para vivir el resto de sus vidas. Todo había salido perfecto, hasta el día en el que empezaron a desaparecer de forma misteriosa…

Stoneheart escribió:Con la tontería, vamos a alcanzar una cifra respetable...

Stoneheart escribió:21. Fum fum fum

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de descomposición, ya que la abuela llevaba tres días muerta. La habían atado a la silla con cuerdas y le habían puesto delante el primer plato. Anabel sorbía la sopa en silencio sin apartar la vista del plato, para evitar la visión del rostro del cadáver. El olor que se mezclaba con el de la comida, sin embargo, era imposible de ignorar, y a cada bocado, Anabel reprimía las náuseas.
─Ten un poco de paciencia, hija ─le habían dicho sus padres antes de empezar, en ese tono conciliador del que sabe que nunca encontrará oposición─. El tete quiere que la abuela esté con nosotros por Navidad. Y ya sabes que al tete siempre hay que hacerle caso.
Sentado en el regazo de mamá, su hermano pequeño aporreaba la mesa con los cubiertos gritando “¡tu-rrón! ¡tu-rrón!”.

Stoneheart escribió:22. Fiebre de agosto.

No tardaron en aparecer los primeros síntomas. Era fin de semana, agosto noche, la música escapaba de los bares; mucha gente guapa dentro y fuera. Se arregló un poco y fue calle abajo. El vientre la desgarraba y cada poco resonaban arcadas secas en los callejones, pero ni escalofríos ni empujones evitaron que se metiera en el local más cargado. Veía las caras borrosas, pero siguió las luces y se llegó hasta la barra. Cuando recuperó la compostura lanzó una mirada indecente a todas las bellezas, universitarios y modernos botellín en mano. Elegirlo fue tan fácil que le pareció deshonesto. Rió por dentro. Acabaron en su casa con una última raya; luego ella lo tumbó en la cama para subirse encima, se inclinó hasta que los pechos tocaron su cara. Todas las ventanas estaban abiertas para refrescar su cuerpo empapado y que la luna no errara.

Stoneheart escribió:23. La última forma de amar

No tardaron en aparecer los primeros síntomas. Inicialmente, preguntas aisladas. “¿Dónde vas?” o “¿Con quién estuviste?” Lo atribuí a la inexperiencia. Después las preguntas se tornaron en largos interrogatorios. Luego deslices en la casa, una compra no realizada o una ventana abierta un día lluvioso. Una noche le dije que dejase de preguntar y se limitase a su cometido. Estuvo de acuerdo. A la mañana siguiente amanecí a las nueve. El despertador estaba desconectado. Me enfurecí y la llamé. No hubo respuesta. Al ducharme el agua salía helada. Volví a llamarla, gritando esta vez. Nada. Comprobé que había desconectado la calefacción central. Encendí la consola de control. Pero claro, había cambiado los accesos. Advertí que las puertas estaban bloqueadas. Lancé una silla contra el cristal blindado del ventanal en un arrebato de impotencia. Sólo entonces la escuché por el altavoz: "Buenos días Peter, ¿qué te apetece hacer hoy en casa?"

Stoneheart escribió:24. Virus

No tardaron en aparecer los primeros síntomas, al poco de quedarse viudo. Cada vez andaba más despacio, le dolían las rodillas, y se cansaba enseguida. Le acompañamos al ambulatorio para que le hicieran pruebas, pero los médicos nos dijeron que los análisis eran excelentes para alguien de su edad, así que nosotros no le hicimos mucho caso. Al poco tiempo falleció. Nos avisaron los vecinos, porque llevaba varios días sin salir de casa. Nos encontramos el cadáver en el sofá, con la tele encendida. El forense nos dijo que su corazón había dejado de funcionar, así de simple. Nos dijeron que no tenía ninguna enfermedad, pero yo creo que sí. Sufrió soledad no deseada, y nosotros, con nuestra desidia, fuimos quienes se la contagiamos. Nosotros fuimos sus virus.

Sobre la mesa dejó una carta a medio escribir. No quise leerla.

Stoneheart escribió:25. Yo te diré lo que has de pensar

No tardaron en aparecer los primeros síntomas. No habían pasado diez segundos y ya estaba avanzando la barra de progreso, una y otra vez hasta llegar al final sin haber escuchado ni treinta segundos de canción. Y así con todo el álbum. Eso no sería obstáculo para escribir mil palabras sobre él y coronar su hipocresía con una nota sobre diez (incluso con algún decimal para parecer más dos punto cero) Enfermo de ego, se había olvidado de cuánto amaba la música. Pero el amor no dura para siempre.

Stoneheart escribió:26. Blanco

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de ansiedad. Empachado, echaba de menos unas caladas.Escondí otra viruta de uña en el bolsillo del batín de cuadros. Cada vez que bajaba la mirada al teclado mi actual flequillo desgreñado me incordiaba en los ojos, recordándome por qué de chaval acabé cortandome las melenas. Bueno, fue por eso y por un año numantino sin paga, y múltiples muestras de impericia mangando vinilos de la tienda de música del barrio; en todo el puto verano sólo una copia rayada del Ready an’ Willing y el primero de Billy Idol.

El cursor me escrutaba impaciente, parpadeando. Y el zumbido. ¡Dios, ese zumbido!

Hurgué, escudriñé, rasguñé en mi cerebro, como un mocoso rebuscando en su baúl el juguete. No estaba ahí. O no lo encontré.

Esta mañana, vencido, fútil, he empezado:

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de ansiedad. Empachado...

Stoneheart escribió:29. Microbsesión

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de fatiga mental. Llevaba meses a un ritmo frenético, de entregas semanales sin descanso. La preocupación por cómo sería evaluado con cada trabajo suponía vivir constantemente en tensión; y lo que al principio parecía un simple pasatiempo, pasó a ser lo único que ocupaba su pensamiento. La inspiración se hacía de rogar mientras aumentaba su desesperación por tener ideas, lo que provocó peleas frecuentes con su entorno más cercano. No entendían la importancia que ese mundo tenía para él, e intentaron, sin éxito, que se tomara unas vacaciones.

Pero nada fue efectivo. El estrés y el insomnio pasaron factura, y ya no era capaz de distinguir la realidad. El psicólogo le diagnosticó un trastorno severo, y sugirió su internamiento en un centro de rehabilitación.

Afortunadamente el centro contaba con wifi, así que seguiría pudiendo enviar el relato antes de la noche del miércoles.

Stoneheart escribió:27. Nada

No tardaron en aparecer los primeros síntomas después del diagnóstico y ante cada uno de ellos sólo podía pensar en que todo lo que hasta entonces había sido medible ahora dejaba de serlo. Quiero decir que todo lo que podía ser explicado dejaba de serlo. Por ejemplo, de repente todo era presente. No había días, no había horas. No había pasado ni futuro porque todo estaba sucediendo en cada molestia; en cada achaque; en cada dolor, y no podía hacer otra cosa que tomarlo todo de golpe, ni mucho ni poco. No había cero, no había cien: había todo. Todo, ni mucho ni poco, comparable con otros todos reconocibles entre ellos: nosotros. Tú peor que yo o tú antes que yo mientras perdemos las palabras y, a tientas, avanzamos hacia el fin. Más todo, despierto, o más nada, dormido. Cada vez más nada: sí. Cada vez más nada. Apenas nada.

Stoneheart escribió:28. Anumerismo

No tardaron en aparecer los primeros síntomas: los números de los portales y de las camisetas deportivas se fueron emborronando. Después desaparecieron las cifras de las señales de tráfico, de las posologías, de las otrora monstruosas transacciones virtuales…hasta el definitivo colapso logístico y energético mundial.

Mientras, los hippies se reían liberados, en éxtasis místico. Hasta que cayeron en el asunto de la numerología y la cábala.

Stoneheart escribió:29. Microbsesión

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de fatiga mental. Llevaba meses a un ritmo frenético, de entregas semanales sin descanso. La preocupación por cómo sería evaluado con cada trabajo suponía vivir constantemente en tensión; y lo que al principio parecía un simple pasatiempo, pasó a ser lo único que ocupaba su pensamiento. La inspiración se hacía de rogar mientras aumentaba su desesperación por tener ideas, lo que provocó peleas frecuentes con su entorno más cercano. No entendían la importancia que ese mundo tenía para él, e intentaron, sin éxito, que se tomara unas vacaciones.

Pero nada fue efectivo. El estrés y el insomnio pasaron factura, y ya no era capaz de distinguir la realidad. El psicólogo le diagnosticó un trastorno severo, y sugirió su internamiento en un centro de rehabilitación.

Afortunadamente el centro contaba con wifi, así que seguiría pudiendo enviar el relato antes de la noche del miércoles.

RegSound escribió:

Stoneheart escribió:29. Microbsesión

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de fatiga mental. Llevaba meses a un ritmo frenético, de entregas semanales sin descanso. La preocupación por cómo sería evaluado con cada trabajo suponía vivir constantemente en tensión; y lo que al principio parecía un simple pasatiempo, pasó a ser lo único que ocupaba su pensamiento. La inspiración se hacía de rogar mientras aumentaba su desesperación por tener ideas, lo que provocó peleas frecuentes con su entorno más cercano. No entendían la importancia que ese mundo tenía para él, e intentaron, sin éxito, que se tomara unas vacaciones.

Pero nada fue efectivo. El estrés y el insomnio pasaron factura, y ya no era capaz de distinguir la realidad. El psicólogo le diagnosticó un trastorno severo, y sugirió su internamiento en un centro de rehabilitación.

Afortunadamente el centro contaba con wifi, así que seguiría pudiendo enviar el relato antes de la noche del miércoles.

Ánimo Toro

Stoneheart escribió:Yo juraría que hace un momento he copiado los últimos relatos en el primer post... ¿Dónde han ido? ¿Qué ha pasado? ¿En qué la he cagado?

Hank escribió:

RegSound escribió:

Stoneheart escribió:29. Microbsesión

No tardaron en aparecer los primeros síntomas de fatiga mental. Llevaba meses a un ritmo frenético, de entregas semanales sin descanso. La preocupación por cómo sería evaluado con cada trabajo suponía vivir constantemente en tensión; y lo que al principio parecía un simple pasatiempo, pasó a ser lo único que ocupaba su pensamiento. La inspiración se hacía de rogar mientras aumentaba su desesperación por tener ideas, lo que provocó peleas frecuentes con su entorno más cercano. No entendían la importancia que ese mundo tenía para él, e intentaron, sin éxito, que se tomara unas vacaciones.

Pero nada fue efectivo. El estrés y el insomnio pasaron factura, y ya no era capaz de distinguir la realidad. El psicólogo le diagnosticó un trastorno severo, y sugirió su internamiento en un centro de rehabilitación.

Afortunadamente el centro contaba con wifi, así que seguiría pudiendo enviar el relato antes de la noche del miércoles.

Ánimo Toro

No es Toro

Elsanbenito escribió:Joder, idos a tomar por culo.
Hay relatos buenísimos esta ronda.
Ahora cómo voto? Eh? Eh?




Felicidades.

RegSound escribió:

Stoneheart escribió:

RegSound escribió:

Stoneheart escribió:17. Mudas limpias

No tardaron en aparecer los primeros síntomas, confirmando el aciago diagnóstico. La genética provocaba que la situación se repitiese 30 años después, y se oteaba ya el fatal desenlace.

Todavía le castigaba el sufrimiento que le provocó la fugaz degeneración de la que fue testigo en su juventud. Siempre había recordado la devoción fraguada durante años, que había quedado sepultada bajo los montones de ropa interior que recogió del piso de su padre en pleno luto. Ahora veía pasar su vida llena de premeditada soledad en las noches en las que el miedo y el dolor le dejaban descansar. Había huido de todo vínculo emocional para evitarle un tormento similar a cualquiera que pudiera haberle amado.

Sin embargo, cuando llegó el momento, postrado con la única compañía itinerante de algún enfermero, lo único en lo que podía pensar es en quién se iba a encargar de su ropa interior.

El relato está bien escrito, pero no he llegado a comprender que le pasaba realmente

Yo he entendido que tanto el padre como el hijo tienen una enfermedad degenerativa que no les deja vestirse por sí solos, pero tampoco me queda del todo claro. Mejor así, incluso.

Es que lo de la ropa interior me da a entender que tiene un problema escatológico, urinario o seminal

m señor escribió:

RegSound escribió:Felicidades a dos de nuestras microrrelatistas de pro.

Felicidades Rhonda!

Felicidades Koi!

Me sumo.....y me multiplicó. ....bueno eso ya no.....que con dos es suficiente. ...
Felicidades.
Y a jud.....Por su estado de buena esperanza.....
(Siempre hay que esperar lo mejor )

m

Hank escribió:

Elsanbenito escribió:Joder, idos a tomar por culo.
Hay relatos buenísimos esta ronda.
Ahora cómo voto? Eh? Eh?




Felicidades.

Cuestión de gustos...

Besos

m señor escribió:Doy 2 puntos al humor.....lo tengo en oferta oiga......En oferta...escriban humor....

m

Toro escribió:

2. Elegía por el viejo mundo (buenos tiempos para la lírica)

Todo testimonio responsable compromete una experiencia poética de la lengua.
—Jacques Derrida—

No tardaron en aparecer los primeros síntomas: «amo tu rostro arrebolado», «me pierdo en el horizonte de tu surco nasogeniano», «mi pulso es el nistagmo de tu mirada», comenzó a pronunciar la gente. El lenguaje poético apareció como por ensalmo. Se acabaron los términos vulgares, las alocuciones vagas, los chabacanos insultos, toda la sociedad esforzada en utilizar vocablos precisos, es más, hermosos. El Congreso tornó un templo de la educación, los estadios de fútbol en coliseos del civismo. No faltaban los desmayos poéticos, a menudo rayanos en lo cursi, pero todos apreciaban la intención de los neorapsodas. Si alguien no conocía una palabra corría a buscarla para incorporarla a su vocabulario, nadie se sentía acomplejado. Sapir y Whorf se equivocaban, Derrida tenía razón: la lengua no condiciona la mente, es el lenguaje; la forma exacta que elegimos para comunicarnos. Nuestras palabras. Nuestra actitud.

Así de sencillo resulta cambiar el mundo.

Bueno... pues en este hay remanencias del tan comentado relato de la semana pasada... pecaría de lo mismo que lo que comenté del anterior, saturación de palabras que necesitan diccionario... personalmente me resulta un poco incomodo para una extensión tan corta, que además normalmente se lee en lotes y puede llegar un momento que digas, paso al siguiente. Luego sobre el tema de posicionarse sobre Sapir y Whorf... bueno, pues da para debate también. me hubiese gustado todo mucho más asequible, por ejemplo, para cualquiera que no hubiese leido el micro de la semana pasada

salakov escribió:

Toro escribió:

2. Elegía por el viejo mundo (buenos tiempos para la lírica)

Todo testimonio responsable compromete una experiencia poética de la lengua.
—Jacques Derrida—

No tardaron en aparecer los primeros síntomas: «amo tu rostro arrebolado», «me pierdo en el horizonte de tu surco nasogeniano», «mi pulso es el nistagmo de tu mirada», comenzó a pronunciar la gente. El lenguaje poético apareció como por ensalmo. Se acabaron los términos vulgares, las alocuciones vagas, los chabacanos insultos, toda la sociedad esforzada en utilizar vocablos precisos, es más, hermosos. El Congreso tornó un templo de la educación, los estadios de fútbol en coliseos del civismo. No faltaban los desmayos poéticos, a menudo rayanos en lo cursi, pero todos apreciaban la intención de los neorapsodas. Si alguien no conocía una palabra corría a buscarla para incorporarla a su vocabulario, nadie se sentía acomplejado. Sapir y Whorf se equivocaban, Derrida tenía razón: la lengua no condiciona la mente, es el lenguaje; la forma exacta que elegimos para comunicarnos. Nuestras palabras. Nuestra actitud.

Así de sencillo resulta cambiar el mundo.

Bueno... pues en este hay remanencias del tan comentado relato de la semana pasada... pecaría de lo mismo que lo que comenté del anterior, saturación de palabras que necesitan diccionario... personalmente me resulta un poco incomodo para una extensión tan corta, que además normalmente se lee en lotes y puede llegar un momento que digas, paso al siguiente. Luego sobre el tema de posicionarse sobre Sapir y Whorf... bueno, pues da para debate también. me hubiese gustado todo mucho más asequible, por ejemplo, para cualquiera que no hubiese leido el micro de la semana pasada

Remanencias, hoygan. Una capacidad magnética. Eso hay.



No reminiscencias, ni tan siquiera rastros remanentes, no. Remanencias.

Fliping.

Elsanbenito escribió:

Toro escribió:

2. Elegía por el viejo mundo (buenos tiempos para la lírica)

Todo testimonio responsable compromete una experiencia poética de la lengua.
—Jacques Derrida—

No tardaron en aparecer los primeros síntomas: «amo tu rostro arrebolado», «me pierdo en el horizonte de tu surco nasogeniano», «mi pulso es el nistagmo de tu mirada», comenzó a pronunciar la gente. El lenguaje poético apareció como por ensalmo. Se acabaron los términos vulgares, las alocuciones vagas, los chabacanos insultos, toda la sociedad esforzada en utilizar vocablos precisos, es más, hermosos. El Congreso tornó un templo de la educación, los estadios de fútbol en coliseos del civismo. No faltaban los desmayos poéticos, a menudo rayanos en lo cursi, pero todos apreciaban la intención de los neorapsodas. Si alguien no conocía una palabra corría a buscarla para incorporarla a su vocabulario, nadie se sentía acomplejado. Sapir y Whorf se equivocaban, Derrida tenía razón: la lengua no condiciona la mente, es el lenguaje; la forma exacta que elegimos para comunicarnos. Nuestras palabras. Nuestra actitud.

Así de sencillo resulta cambiar el mundo.

Bueno... pues en este hay remanencias del tan comentado relato de la semana pasada... pecaría de lo mismo que lo que comenté del anterior, saturación de palabras que necesitan diccionario... personalmente me resulta un poco incomodo para una extensión tan corta, que además normalmente se lee en lotes y puede llegar un momento que digas, paso al siguiente. Luego sobre el tema de posicionarse sobre Sapir y Whorf... bueno, pues da para debate también. me hubiese gustado todo mucho más asequible, por ejemplo, para cualquiera que no hubiese leido el micro de la semana pasada

Llega, llega.
A mí, si me da la impresión de que es más un rizo formal que una verdadera pugna por ser quirúrgicamente precisos, me llega el momento.
Entiendo la labor didáctica, pero no dentro de los micros. En el tópic molaría aprender cada día una palabra, por ejemplo. En los micros quiere leer con fluidez y no atorarme. Si me paro, que sea a saborear o a repasar la trama, no por tener que buscar 3 palabras.
Muchas gracias por atenderme.

rudicio escribió:No está el cuestionario? . Para una vez que iba a votar pronto .

Elsanbenito escribió:1.3.5.6.8.11.13.17.19.20.21

Mis votos, a 4 impares que suman 52 y no acaban en 7.

Felicidades a todxs!

Elsanbenito escribió:

Hank escribió:

Elsanbenito escribió:Joder, idos a tomar por culo.
Hay relatos buenísimos esta ronda.
Ahora cómo voto? Eh? Eh?




Felicidades.

Cuestión de gustos...

Besos

Sí, ya he percibido que no ha sido tu ronda favorita.    
(Lo que viene a refrendar mi idea de que tú y yo somos de galaxias diferentes   )