LO DE ESCRIBIR. LO DE LOS MICRORRELATOS. LO DE LA RONDA NAVIDEÑA. LO DE LA GALA

el del leísmo:

La frase esa que pedís siempre.

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!


NORMAS: Las habituales con las siguientes variaciones:

Los dobles nicks deben identificarse ante la administración (que no hará públicos en ningún caso.)
Por ser ronda grinch, se aumenta la cantidad de palabras hasta 155.
Los votos consistirán en los habituales 3, 2, 1 y 1 excepto si la participación llega a 35 que se permitirá un 1 más o si no llega a 20 que se eliminará un 1.
entre 36 relatos y infinito ---- 3, 2, 1, 1, 1
entre 21 y 35 ---- 3, 2, 1, 1
entre 1 y 20 ---- 3, 2, 1

Para participar hay que poner un youtube en el hilo y explicar mínimamente porqué se pone ese (no vale decir que son las normas).

REGLAS DEL CONCURSO:

Burocracias variadas:

(San Valero >>>>>> Santoto)

A votar! Con 3, 2, 1 y 1.

1. Biba Karlos V (relato de 156 palabras)

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo! mierdifrase de inicio de la ronda ilegitima putos vorbones dicho lo cual no escrivire un relato nabideño y el video de youtuve lo va ha hacer la madre del topo on the roks y añadir que se me adeudan tres puntos en la general por podios kagondios pero trankis que la matraca que boy a dar lo de stoner con dembele va ha parecer una egloga y por que escribo esto pues mira que son las seis de la mañana y akabo de gomitar copiosa y vehementemente por la mierda reseca del talo que eso es indigerible por la besicula viliar humana suputamadre o abre cogido frío en la tripita no se pero no puedo dormirme y me podeis comer la polla asta que os salgan orejas de elfo a todos y todas y a ver si hago toma de tierra felid navidad
jirafa


2. En Laponia hace frío

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo! ¡Putos borrachos! (¡¡¡clack!!! Jukka cuelga airado).
Vuelve el silencio a la cabaña y Jukka mira por la ventana. La nieve cae flotando sobre el frondoso bosque, este invierno sólo ha visto a dos renos. Jukka pone la cafetera sobre las brasas de la chimenea. Riiiiing, suena el teléfono.


3. Venganza
¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!− amenazó Rudolph, muy enfadado. Nadie debería culparle por tomar unos Jägermeister de cuando en cuando para combatir el frío y la desilusión.
A estas alturas ya tendría que estar jubilado, pero el gordo cabrón cambió las normas, otra vez, obligándole a tirar del trineo un siglo más. Todo el día con su odioso “Ho-ho-ho”, queriéndose hacer el gracioso y el guay, cuando todos sabían que era un explotador, uno de los peores.
No iba a quedar así la cosa. Esa misma tarde había tenido la última comunicación con unos extraños seres paralepipédicos de sonrisas en los costados, que le habían prometido una alta suma por desvelar la ubicación del maldito Santa.
Aunque al final fuera peor para todos, daría igual si ello suponía que el gordo por fin muriese. Se tomó otro trago y sonrió satisfecho para sus adentros.


4. Suave

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!
Salió de la cantina dando un portazo, trastabillando en la nieve enlodada. Lumi se le acercó, acarició las magulladuras de su cara y lo guió de la mano al establo. En la oscuridad, dedos ebrios y callosos hurgaron torpes entre bragas y labios mojados. Ella lo frenó por la muñeca y susurró: “Suave”. Desabrochó la enorme hebilla y deslizó con delicadeza la mano bajo la felpa, de la barriga cervecera hacia el pubis velludo y sudado. Agarró la verga, más que morcillona, y comenzó a menearla a tirones mientras se restregaba contra aquel hombretón que jadeaba inerme en su puntiaguda oreja oliendo a Jallu, regaliz y mierda de reno.
La puerta se abrió de sopetón.
— ¡Hostia! ¿Ya estáis otra vez, Santa? ¡Sois putos conejos!
Un fugaz destello rojizo en el rincón de la cuadra desvió la atención de Olentzero. Su libido despertó.


5. Ciudadano Torrance

¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!
La frase se repetía mecanografiada a lo largo de docenas, cientos de folios. En el enorme salón Wendy pasaba las hojas aterrada mientras dos pisos más arriba Danny huía pedaleando de las gemelas descuartizadas. Refugiado en la habitación 237, el pequeño vio el pintalabios abierto sobre la mesita y sin saber por qué garabateó DUBESOЯ con trazo desigual sobre el espejo de la cómoda.
Y luego, el silencio. Un silencio invernal, oscuro y aterrador.
A la mañana siguiente, reunidos los tres frente al desayuno, Jack se sentía eufórico.
-Feliz Navidad, familia. Antes de volver a mi novela, voy a tomarme un gin tonic.
-Cariño, dijo Wendy con voz temblorosa, ¿no es un poco pronto?
-¿Me estás llamando borracho? ¿Dónde está mi trineo?
Wendy apartó la mirada. A su espalda, las llamas en la chimenea lamían las últimas tres letras impresas en un madero.


6. Ho Ho Ho

— «¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!» Fue la gota que colmó la paciencia de los renos, las últimas palabras de aquel viejo dictador borracho. No volvería a acosar a Rudolf ni hacerle mobbing a un elfo. Se abalanzaron sobre él, no quedó ni el gorro.
¡Una Nueva Era! Rudolf fue el primer Rey de Renania, poderoso imperio septentrional regido por la ley del más fuerte: choque de cuernos, vida en manada, deportación de goblins, elfos y marmotas. Añoraban una Reindeerland ancestral, prenoélica. Pronto se anexionaron Ciervia.
Elfredo fue aclamado Líder de la Unión de Concilios Élficos. Prometió piruletas para todos. Pronto empezó la escasez de azúcar y zarzaparrilla: descontento y  hambrunas. Culpa de Renania, aseguraron.
Los ejércitos chocaron a las afueras de Laponia. La masacre tiñó la nieve de algodón de azúcar y gominolas: en el silencio de la muerte, el viento de la risa del viejo tirano.


7. El Santa de mi barrio es particular, cuando bebe se cuece como los demás

—¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo! —vociferaba sentado en una  vieja barqueta de las que usaba su madre para apilar las bolsas de leche, allá en los años setenta.
Nepomuceno corría enloquecido en círculos a su alrededor, la oreja izquierda pegada a la cabeza y la derecha ondeando al viento por la imparable fuerza centrífuga generada. De raza indistinguible, tal vida llevaron sus antepasados, Nepo trataba de desasirse de la cuerda que le unía al improvisado trineo, provocando que este girara cual peonza descontrolada.
Nicolás trataba en vano de incorporarse, pues el mareo lo hacía caer una y otra vez dando con su culo en el frío y húmedo plástico. Tampoco su vejiga era capaz de mantener la compostura.
Las carcajadas de niños, y no tan niños, atronaban en la noche estrellada, mezcladas con gritos de borracho, borracho.
—Este año no hay regalos, cabroncetes —lloró furibundo Nicolás.


8. La caída de un mito

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!
Esas palabras fueron las que pronunció Ólafsson cuando sus seres cercanos le quisieron hacer ver que tenía un problema de alcoholismo. Hasta hace unos meses el islandés no tuvo rival en las carreras de trineos propulsados por huskys siberianos, pero una lesión de muñeca lo dejó fuera de la competición de alto nivel y su dolor no lo calmó con fármacos anestésicos, lo hizo con vodka y ginebra a cualquier hora.
A la hora de volver a los entrenamientos sus facultades físicas estaban mermadas por el alto grado de etílico en sangre y comenzó así su declive. Sus seres queridos sólo querían su mejoría y ayudarlo con su enfermedad, Ólafsson sólo quería otro chupito de Absolut.


9. El grinch digital

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo! —Gritó entre risas de los descarados alumnos.
—Como la navidad dependa de vosotros, estamos bien jodidos, normal que me dé a la bebida, lo que no sé es cómo no me he pegado aún un tiro. Mañana seguimos.
Estaba desesperado con la nueva generación millenial de la escuela noelística. Eran más pasotas, acomodados e irreverentes cada año, pero ese año pintaba peor que nunca. Sin los aprendices era imposible entregar todos los regalos a tiempo y en una sola noche.
Se sentó y sacó la petaca de Koskenkorva para apurar otro trago. El joven Bezos se le acercó.
—Nicolás, tengo una solución, ¡profesionalicemos esto!
—Jeff... El espíritu de la navidad debe ser gratuito, no encaja con profesionalizar.
—Déjame probar gratis este año. He tenido una idea, extenderemos los regalos como un río, como el mayor del mundo. He pensado llamar al proyecto “Amazon”.


10. Cosas del directo

-“¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!”

Fueron las últimas palabras que se escucharon antes de que cortaran la conexión en directo. Lo más normal sería que después de haber gritado aquella frase en estado de embriaguez le pusieran de patitas en la calle, pero su mujer sabía perfectamente que tal suceso no ocurriría. Por el contrario, tendría que aguantar la borrachera de su marido cuando llegara a casa, quién gritaría a los cuatro vientos que a él nadie le iba a echar de ningún sitio, y menos de su puesto de trabajo, que para algo es hijo de quien es.

Desde el principio supo que no era buena idea que Felipe diera el discurso de Nochebuena en directo.


11. Tenía experiencia literaria.

(…)

(S.C.)
-¡Al próximo que me llame borracho lo atropelló con el puto trineo!

Santa Claus lanza la botella de whisky a los pies de Mamá Claus.

(M.C.)
-Claro que eres un borracho. Te has dejado vencer por tus demonios, ya no te reconozco. Además, ahora estoy enamorada de otro.

Mamá Claus abraza a Rudolf, lo suelta del trineo. Salen por el lateral.

Santa Claus centro del escenario. Luz cenital.

(S.C.)
-Esta locura consumista navideña me ha llevado al alcoholismo y la perdición. Mi amada me ha abandonado, no hay esperanza para mí.

Saca una pistola, se dispara en la boca. El chorro de sangre salpica las primeras filas.

Telón.
Fin.

Silencio sepulcral en el salón de actos del Colegio del Pilar. Padres anonadados. En la última fila, el Director abronca al Coordinador de Primaria.
“Pero, ¡¿cómo has dejado que el profesor nuevo dirija la función de primaria sin supervisión?!”
“Me dijo que escribía microrrelatos en internet “


12. Rasmus el canijo.

—¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo! —amenazó el viejo Klaus a los críos, acomodando su trasero en el cajón de madera.

De buena gana se habría llevado por delante a los mocosos, pero entre ellos estaba Rasmus, el pequeño de los Jørgensen, pastor de la congregación. Rasmus era un canijo al que el Señor, en su gracia infinita, había bendecido con una voz angelical para cantar corales: era tan blanca como la nieve. Klaus apretó los puños: no, no era buena idea, tiró de las correas y salió de allí volando acompañado por el alegre soniquete de los cascabeles.

(…)

El veinticinco de diciembre Rasmus fue directo al abeto en busca de su regalo. No entendió que una caja tan profusamente adornada contuviera dos kilos de mierda de reno.
—¡Maldito borracho! — gritó ronco y desafinado.

Sintió entonces, colgando entre las piernas, la recién inaugurada gravedad de la vida adulta.


13. ¿Quién no teme a la Navidad?

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!—Y se marchó haciendo eses, como si fueran los renos los borrachos y no él.

La señora Noel entró a la casa y recogió aquel desorden. El ruido de los vasos al chocar contra el fregadero le impidió escuchar el sonido de las campanas que había sobre la puerta principal de la residencial Noel. Cuando llegó al salón llevando entre sus manos, como si fuera un tesoro, un vaso cargado del bourbon favorito del señor Noel gritó al encontrar al joven elfo Kirby sentado en una mecedora.
La mirada de deseo de Kirby se mezclaba con la mirada de resignación de la señora Noel. Cuando sus bocas estaban a poco más de cinco centímetros, la señora Noel empujó a Kirby para dejar espacio al vaso de bourbon.

Es navidad pensó la señora Noel.
—Es navidad—susurró Kirby al oido de la señora Noel.


14. Tarde o temprano todos pasamos por ahí

¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!
Santa Claus estaba de un humor imposible desde que había dejado la bebida. Sostenía en sus manos una calculadora y hacía gestos de negación mientras dividía el número de hogares por los que tenía que pasar entre los minutos de la noche.
—¿Cómo demonios he conseguido repartir todos los regalos desde tiempos inmemoriales? —preguntó Santa Claus a uno de sus elfos.

Menudo chasco se llevó al conocer la verdad.


15. Montalbo 1989

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!—dice Paco mientras sujeta aquel objeto inservible.

Una navidad más, piensa Pili mientras baja el cierre del bar. El ruido metálico suena con el mismo estruendo que harían todas las navidades vividas cayendo al mismo tiempo.

En la plaza, Tomás lamenta no tener coche mientras besa a Lola. El ruido del cierre la asusta pero qué puede ser peor que ese frío.
—Acompáñame a casa, Tomás.

Juanele y Santi pasan junto a Tomás y Lola sin querer mirar. A los pocos metros lo que quieren es molestar. Una piedra y zas. Todo son risas, el ruido de una carrera y vaho, parecen trenes, saliendo de sus bocas.

Pedro ve pasar, a ambos lados, a Juanele y Santi. Ya no recuerda si lo que acaban de hacer aquellos niños está bien o mal. Sólo sabe que tiene ganas de correr, correr, correr...


16. Los muertos que no suben al cielo

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!
Fue lo último que dijo John. Luego salió tambaleándose del bar y se adentró en la fría noche. Nevaba ligeramente. Algunos aseguran haber escuchado que atravesaba el pueblo mascullando improperios. Pero lo cierto que es que no se encontraron ni el cuerpo ni el trineo. Mike, el sheriff del pueblo, inició las investigaciones. Pero llegó a un punto muerto y dejó archivado el caso. Algunos esperaban que, en primavera, con el deshielo, se encontrase el cuerpo en alguna ladera que bordea el camino hacia Fort Ville. Pero no fue así. Al poco tiempo todo el mundo olvidó a John.
Pero John no olvidó jamás su pueblo natal. Iba hasta el lago y pasaba largas horas mirando el fondo. Cuando creía vislumbrar el pueblo sumergido alzaba la vista y veía la imponente presa. Entonces un escalofrío recorría su columna.


17. Viva Las Vegas

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!

Ese grito desató la batalla campal. Insultos, amenazas, hasta contra los difuntos. Un ejemplo.

-¡Borracho!
-Me cago en tu tu tupé
-¡Qué dices, gordo tartaja! en mi tupé no se caga nadie
-Me cago en Tupelo

A ese Santa blasfemo le partieron una Gibson en la cabeza. Llevaba rato caldeándose el ambiente, los dos grupos estaban en comedores separados pero contiguos. Adoraban a reyes  y diosecitos distintos, en el fondo fue una batalla religiosa. La tradicional comida del 24 de diciembre para planear rutas y agilizar repartos coincidió con la Elvis Annual Xmas Extravaganza

La cosa acabó tarde, muchos detenidos. A los Santas se les dejó salir, bajo vigilancia, para hacer su trabajo aquella noche. Muchos niños recibieron juguetes cambiados, también deteriorados. Los otros, agrupados en una gigantesca celda comunitaria, cantaron toda la noche. Fue especialmente hermosa la versión gospel de Jailhouse rock.


18. Cosas de casa

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!
-¡Borracho¡- le insultó el Kasius klay bajito del pueblo -el vals de las hostias ya va a empezar. 
- Pues os invito a todos hoy a bailar-  aclaró papá Noel.

La señora Noel, que estaba sentaba sentada junto a su esposo, recibió el primer golpe alocado dejándola Ko. El silencio reinó en el bar, Noel la recogió del suelo y al salir golpeó su cabeza una vez más con el marco de la puerta. 

- ¡Al final voy a ser un puto borracho! Lo siento mi vida - dijo adentrándose en la noche.


19. Zaharrak, garai berriak, basatiak.

— ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo! ¡Que para un puto txakoli que me he tornado con la cuadrilla el porculo que me estáis dando, joder!
— Pero Olentzero, que tu no vas en trineo.
— ¡Aivalaostia, voy a ir en lo que me salga del nardo!


20. Feliz Navidad

- ¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo! – trinaba el televisor mientras Encarna se desnudaba, lentamente.

- ¿Te importa apagar el puto televisor, querido? Pensé que ahora tocaba follar… y tú con el maldito televisor… ¿qué pasa? ¿ya no te pongo? Joder, Ernesto, te has pasado todo el puto día viendo ese programa de mierda…

Encarna graznaba cual diabla con plumas, moviendo las manos, gesticulando de más, y agitando su cuerpo sin percatarse de que sus enormes pechos dibujaban círculos concéntricos mientras el televisor atronaba en el tercer piso del edificio cuatro de la calle Murcia en una ciudad que ya ni en los mapas estaba…

- Cariño, ven, no te me enojes… ya sabes que me pones, que eres mi loba, que te adoro con toda mi alma…

- ¿Quiere callarte ya y comerme el coño de una puta vez?


21. Contra el frío

—¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo! — dijo antes de desaparecer en la ventisca.

No se supo nada hasta tres años después. Reponía en una tienda de Ankorage. Olor a alcohol casero, seis dientes. Había vendido sus perros. Cantaría en Broadway.

La dueña exhibía el trineo en el escaparate: “Tradición&Modernidad". Usaba una calculadora de mano.

Él recordaba a mi padre. Menudo cabrón borracho, dijo. Buena memoria, afirmé.


22. Junta extraordinaria

-¡Al próximo que me llame borracha lo atropello con el puto trineo! –Bramó Noeli en la sala de actos de DülceNävidad, Laponia. Estaba hasta la borla del machismo flagrante de la Junta de Venerables Elfos. Los muy retrógrados no le perdonaban que fuera la primera elfa en ser escogida Mama Noel tras cinco siglos de dominio masculino. En las autoescuelas de renos ellas ya eran mayoría, pero esos obsoletos vivían en el pasado. Exigían su dimisión por haber celebrado su victoria con vino especiado. Su antecesor no fue jamás cuestionado. ¡Y había defenestrado a Rudolph tras una melopea de hidromiel! “¡Borracha!”, aulló un anciano. Rauda, Noeli se subió al trineo y se lanzó contra el iracundo. Con magistral pericia lo esquivó en el último segundo.  Le complació ver su rictus de terror, la orina escurriéndose por el calzón. “¿Alguien más quiere mi dimisión?”, retó triunfal. Nadie osó levantar la mano.[

Venga, hombre



Te he dejado espacio vital para no coparte la primera respuesta

Habemus hilo!!!!

Viva Sugus Le Bichò

Por cierto, siempre me quejo de los laísmo, pero la frase propuesta tiene un leísmo

RegSound escribió:Por cierto, siempre me quejo de los laísmo, pero la frase propuesta tiene un leísmo

Tendria que ser con lo?

vaya turra estabais dando...
m

Leismo admitido suponiendo que el atropellado esta referido con un masculino generico inclusivo.

No seria falta gramatical, el complemento directo masculino admite “le”.

Leísmo fatal

Sin embargo, si la frase hubiese sido:

¡A la próxima persona que me llame borracho le atropello con el puto trineo!

SI sería leísmo.... no podría haberse cambiado el "la" por el "le" tendría que ser

¡A la próxima persona que me llame borracho la atropello con el puto trineo!

Así que son válidas y aceptadas tanto:

¡Al próximo que me llame borracho lo atropello con el puto trineo!

como:

¡Al próximo que me llame borracho le atropello con el puto trineo!

Hay más características especiales de la ronda ?

Hacer parejas por ejemplo o así?

Es para que nadie se me adelante escogiendo a salakov

La frase más abierta imposible...

a ver sug...bicho, yo tengo capado youtube en el curro y no pretenderás que entre en este topic en mis horas de ocio a poner videos. ¿qué será lo siguiente, leer los relatos para poder votar??

a ver si saco un rato y piongo un video. ni confirmo ni desmiento

Troy Mc Clure escribió:a ver sug...bicho, yo tengo capado youtube en el curro y no pretenderás que entre en este topic en mis horas de ocio a poner videos. ¿qué será lo siguiente, leer los relatos para poder votar??

a ver si saco un rato y piongo un video. ni confirmo ni desmiento

Tienes hasta el miercoles a las 23:59 para poner un vídeo.. a llorar al parque.

Una de las pocas canciones navideñas que me gustan:

Sugar Bug escribió:

Troy Mc Clure escribió:a ver sug...bicho, yo tengo capado youtube en el curro y no pretenderás que entre en este topic en mis horas de ocio a poner videos. ¿qué será lo siguiente, leer los relatos para poder votar??

a ver si saco un rato y piongo un video. ni confirmo ni desmiento

Tienes hasta el miercoles a las 23:59 para poner un vídeo.. a llorar al parque.

MANO DURA
ADMIN. IMPLACABLE
ADMIN IMPECABLE

YA ERA HORA




Cumplo cuota

Pongo esto porque es navideño y es de U2

Y de menudos U2, de sus mejores años

El disco en el que estaba es muy chulo, A very Special Christmas

Os lo pongo aquí porque estoy rumboso

Yo dejaré la versión que hicieron No Use For A Name del villancico de The Pogues porque es la manera de darle las gracias a Quakto por su punto

U2 + navidades...

Spoiler:

Spoiler:

Maravilloso docu este, por cierto



Sapiro, primer aviso

tacitus escribió:

Spoiler:

Sapiro, primer aviso

No me gustan U2, que le vamos a hacer.

Jajaj
Pero eso ya es una fobia visceral

Coño que en esos años rockeaban a tope

tacitus escribió:
Jajaj
Pero eso ya es una fobia visceral

Coño que en esos años rockeaban a tope

Si, es fobia visceral e irracional. Bueno, con Bono creo que si es racional mi odio.

Ya, el factor BONO

sapir escribió:

tacitus escribió:

Spoiler:

Sapiro, primer aviso

No me gustan U2, que le vamos a hacer.

tacitus escribió:
Ya, el factor BONO

El factor Bono no es asunto baladí precisamente.

Le Bichô escribió:

Para participar hay que poner un youtube en el hilo y explicar mínimamente porqué se pone ese (no vale decir que son las normas).

Os recuerdo a todos los que ponéis Yu tu bes sin explicar pur qué que no estáis cumpliendo las normas

Y que Le Bichô es muy tolerante, pero no soporta que no se cumplan las normas

tacitus escribió:

Le Bichô escribió:

Para participar hay que poner un youtube en el hilo y explicar mínimamente porqué se pone ese (no vale decir que son las normas).

Os recuerdo a todos los que ponéis Yu tu bes sin explicar pur qué que no estáis cumpliendo las normas

Y que Le Bichô es muy tolerante, pero no soporta que no se cumplan las normas

Pongo vídeos navideños, aunque los odie, solo por poder participar. ¿No es suficiente explicación?

NO

Hay que ser explicitus

tacitus escribió:
NO

Hay que ser explicitus

Esperaré a que azucarillo opine.

sapir escribió:

tacitus escribió:
NO

Hay que ser explicitus

Esperaré a que azucarillo opine.

Te lo está poniendo con otro nick.. no vale?

sapir escribió:Una de las pocas canciones navideñas que me gustan:

Yo veo ahi una opinión. De mierda, si. Pero una opinión.

Sugar Bug escribió:

Spoiler:

Yo veo ahi una opinión. De mierda, si. Pero una opinión.

Todas mis opiniones son de mierda.

Peeeero... una opinión no és un porqué.

sapir escribió:

Sugar Bug escribió:

Spoiler:

Yo veo ahi una opinión. De mierda, si. Pero una opinión.

Todas mis opiniones son de mierda.

Solo las referidas a U2

El resto son respetables y muy atendibles

sapir escribió:

Todas las opiniones son de mierda.

Fixed

Sugar Bug escribió:

sapir escribió:

Todas las opiniones son de mierda.

Fixed

Sugar Bug escribió:Peeeero... una opinión no és un porqué.

Porque es de las pocas canciones navideñas que le gustan y estamos en navidad?

Toro escribió:

Sugar Bug escribió:Peeeero... una opinión no és un porqué.

Porque es de las pocas canciones navideñas que le gustan y estamos en navidad?

Vés, asi si.

Sapiro, cruzas la pasarela!

El porqué

Porque rías

tacitus escribió:
El porqué

Porque rías

Grandes Les Luthiers.

sapir escribió:

tacitus escribió:
El porqué

Porque rías

Grandes Les Luthiers.

Por qué?