RONDA 34 DE LOS MICRORRELATOS-PROCEDAN A VOTAR FATAL Y A HACERLO TODO PEDAZOS

fritz escribió:

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:1.-Wat Rong Khun

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde, la hora de la Gran Misericordia. El arrepentimiento siempre estaba presente en el bosque de manos blancas, impetrantes, quejumbrosas. Observadlas como cálices abiertos, sus dedos deformes señalando nuestros pecados. Manos como enredaderas de piedra lechosa suplicando otra oportunidad, ¡implorando otra vida! Pero el deseo es imperecedero —quien más, quien menos, habrá testado esto en su propia piel— y mil existencias no valdrían para corregir sus yerros. No hay esperanza en el bosque de manos que lloran. ¿El infierno son los otros? No, de nada sirve mirar afuera: el infierno somos nosotros mismos. Esas manos que hoy nos apuntan mañana serán las nuestras, propios también sus uñeros de sal. Son las tres de la tarde, siempre la misma hora (in)clemente, y las manos de Wat Rong Khun repiten su mantra como un diapasón: «Ven. Tenemos paciencia. Te esperamos».

Me embauca enormemente el estilo con el que está escrito

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:2.-La prole de Aurelio "Zuhaixkagorri"

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde y las cuatro hermanitas que lo habitaban solo se despertaban para salir de sus niditos los días de buen tiempo.

Pecosillas, muy muy sexys y traviesas, las hijas de Aurelio portaban el inverso don de polinizar con su carga genética y relajar así un poquito a los excursionistas en sus momentos de debilidad.

O sea que, majete, si eres vasco y pelirrojo, me parece que eres nieto de Aurelio.

(Os evitaré esta vez el diccionario:

Zuhaixka: matojo
Gorri: rojo). Total, para lo que me votáis...

Aquí tenemos varios vascos, ¿Alguno es pelirrojo?

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:3.-El hombre es el único animal que...

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde, desde que Elbor así lo solicitara al consejo de sabios y estos lo aprobaran por unanimidad tras las pertinentes deliberaciones.
Su pequeño planeta agonizaba entre nubes henchidas de nitrógeno y dióxido de carbono tras los desastres ocasionados por sus descerebrados dominadores de antaño, hoy diezmados y convertidos en harapientos y enfermos refugiados del gran bosque.
Elbor y los suyos fueron magnánimos, convencieron a las otras familias, las de Ecra, Ludeba, Oteba...incluso los Obeca accedieron, perdonando tantos maltratos de otros tiempos, e idearon un plan para sanarlos.
Con la ayuda de todas las fuerzas vivas mantuvieron su fotosíntesis en el punto álgido durante largos años. Así, el oxígeno fue manando de forma ininterrumpida hasta equilibrar la viciada  atmósfera. 
Hoy todo ha vuelto a la normalidad: los descerebrados recuperaron su salud física, que no la mental, mientras Elbor y todos los demás se vieron reducidos a carbón y astillas.

Sólo por esta frase hace que ya opte a puntos

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:4.-Soledad de noche

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde de un día otoñal bañado por fragancias de musgo y resina. Ella permanecía junto a un gigantesco roble a la vera del sendero. Observaba ávida al muchacho, encaramado a un risco presto a saltar a la poza en el remanso del río. Casi podía apreciar el vello erizándose en la piel desnuda de aquel cuerpo, contorneado por fantasmagóricos rayos de sol que acribillaban la bóveda azafranada del robledal. Quería gritarle, correr hacia él, mas ni siquiera era capaz de enjugarse una lágrima que, suspendida en su mejilla, jamás caería.

Doña Soledad echa un último vistazo a la sala de exposiciones, como cada noche. Guarda la mopa en el escobero y cuelga su bata en la taquilla. Al salir enciende un Davidoff; de los finos, que si no pasaría la noche tosiendo. Camino a casa exhala distraídas volutas de humo mientras piensa en la mirada angustiada de la joven del lienzo.

Este gran relato podría haberse escrito en la magnífica ronda de cuadros

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:5.-Casio

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Un reloj parado da la hora al menos dos veces al día, pero el Casio se había quedado fijo a las 15:00; un extraño milagro que la cifra siguiera parpadeando en el cristal líquido tras meses en la intemperie, descolgado entre el radio y el cúbito de Josué; de Josué que se había parado a quitar la jodida alarma que siempre sonaba a las 15:00 y que nunca había logrado desactivar; se había parado bajo un árbol y justo se desprendió una enorme rama seca que le fracturó el cráneo y lo mató. Y ahí seguía Josué, sepultado entre la maleza; nadie lo había vuelto a ver desde aquel sábado que dijo que se iba de excursión al monte y se había llevado el Casio que seguía sonando, avisando inútilmente de su presencia en mitad de la nada del bosque.

Me ha recordado en cierto modo a 127 horas, aunque al menos Josué no sufre

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:6.-Columbia

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Los rayos de sol se filtraban por las hojas inmóviles de los sauces. La comida sobre el mantel del prado seguía mostrando el mismo apetecible aspecto, el estático riachuelo aumentaba la belleza de la sonrisa que me brindaba Laurel bajo su castaño cabello ondulado, mientras yo no quitaba ojo de las magdalenas.
Me reconfortaba esa vista de mi hermana conmigo, la memoria son estampas congeladas y, afortunadamente, inmortalizamos aquella en la vieja fotografía de la mesilla, que repasaba muchas noches mientras ella estaba en la universidad.
Se tuvo que marchar más lejos aún, y pensé que le vendría mejor tenerla a ella cuando, ahí arriba, estuviese rodeada de la oscuridad del espacio observando nuestro planeta. Podría verla siempre que necesitara sentirse acompañada.
Ahora no puedo mirar aquel bosque pero sigue en mi memoria, y la última imagen que me quedará de ella es una gran bola brillante en el cielo.

Recordar la felicidad que te proporcionaba otra persona... eso no tiene precio

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:7.-GC

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde, teniendo el enorme pro de una constante regeneración de oxígeno, pero también  su otro gran contra, nunca se hacía de noche en esa zona exacta y ello acarreaba diversos problemas de influjos lunares. 

Todo ello llevó a la denominada GC (Gran Controversia), donde se discutía sobre si mantener el bosque como gran pulmón mundial o destruirlo para que las mareas volviesen a su cauce.

Se formaron dos fuertes movimientos políticos claramente diferenciados a partir de la GC. Los bosqueantes empezaron con fuerza su discurso, pero se fue diluyendo a medida que los lunistas sacaban datos contrastados de que la atmósfera incluía un superávit de O2. En la votación final de la GC los lunista se alzaron con la victoria y se destruyó el bosque.

Quien iba a pensar que los lunistas eran la tapadera de los primeros vampiros...

Es como si fuese la precuela de True Blood, y True Blood mola

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:8.-Tu cuento ya me lo conozco

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde —al menos eso aseguraban los lugareños convencidos de su embrujo—. Esa mañana el trabajo lo había desbordado y acabó tratando mal a gente que no lo merecía. Decidió entonces adentrarse en el bosque, respirar aire puro y tumbarse junto al río para reflexionar o tal vez para no pensar nada.  Tras tres horas caminando lo vio en mitad de un calvero, un hombre montado encima de una especie de bicicleta estática mientras un complejo sistema de poleas y engranajes conseguían mantener fija la sombra proyectada por un gnomón.
—Ahí fuera la vida no admite pausas y es desapacible, ¿me puedo quedar? —preguntó al hombre de la bicicleta.
Este dio un sorbo a su cerveza—El primer trago es siempre el mejor, no puede usted quedarse…—contestó.

Encontraron su cuerpo una semana después, los lugareños aseguraban que el bosque había cambiado ligeramente, ahora eran siempre las siete de la tarde.

Muy buen relato bajo le efecto del LSD

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:9.-Se quedó en blanco

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Así lo marcaban las agujas negras del ancho reloj, colocado en mitad de la fachada blanca de la casa de tejas rojas. 

A pesar de que en aquel momento el sol era radiantemente amarillo y sus rayos caían rectilíneos sobre los árboles, los pinos se mostraban de un verde casi apagado. En cambio, bajo los pies de sus marrones troncos, una mata irregular de hierba verde resplandecía. 

En mitad de ese bosque habitaba un conejo grisáceo que, con sus hinchadas manos, sujetaba una zanahoria naranja. 

Pero, aunque no había ni una sola nube, el cielo no lucía su característico color azul. De ahí que lleve una hora buscando el maldito lápiz que ha desaparecido de la caja Alpino, había prometido al pequeño Adrián que le ayudaría con su dibujo.

La intensidad de los colores mermada por el descuido infantil Bravo

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:10.-Instantes

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Así constaba en su libreta. Las tres en punto de una tarde de agosto de 1974, una paella, una familia. Con el sol cayendo perpendicular sobre su calva, don Avelino miró en derredor y constató que los rostros, las risas y el arroz seguían allí. Incluso otras cigarras, las mismas. Sonrió. 
Jubilado y ocioso, el viejo contable vivía con la sana obsesión de clasificar sus recuerdos. Cada jueves montaba en metro, bus o tren y visitaba lugares y momentos que un tiempo fueron, rescatando instantes que se negaba a dar por perdidos. Sentado sobre la misma roca que cuatro décadas atrás, abrió su libreta y buscó su próximo jueves. En aquella esquina seguirían siendo las nueve de la noche. Siempre. Sintió una leve emoción y se preguntó si todavía sería capaz de notar el olor de aquel pelo recién lavado.

Siempre me han dado pena las personas que viven sólo de sus recuerdos. Gran ejemplo el Tío Rico en Napoleon Dynamite

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:11.-El bosque de infancia.

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde, desde pequeño me gustaba corretear con mis primos sin preocupación. Cuando murió el abuelo, en la familia hubo dos escisiones, mi padre quería que el tiempo permaneciera inamovible, mis tíos, poner en hora y funcionamiento cada reloj del bosque. Mi padre era minoría y tuvo que plegar sus exigencias y abrir el bosque a relojes electrónicos y despertadores digitales, pero el bosque ya no olía a madera, todo era de plástico.
Mi padre vendió su parte del negocio a sus hermanos y solo pidió el viejo reloj de cuco de su padre. La modernidad es una mierda me dijo ese día.

Creo que debe de haber algún paralelismoncon algo que no logro a descifrar, pero me parece igual de bueno

Criminal pentatónico escribió:Parafraseando a Autista, un Señor Show

Criminal pentatónico escribió:Parafraseando a Autista, un Señor Show

Autista escribió:

Criminal pentatónico escribió:Parafraseando a Autista, un Señor Show

 ¡Voy!

m señor escribió:

Criminal pentatónico escribió:Parafraseando a Autista, un Señor Show

Tienes una ronda del copón crimi.
No recuerdo una con tanto nivel.
Me han gustado casi todos.
Los votaría todos.....Todos tienen algo que te atrapa.....porque las situaciones extrañas como ser siempre la misma hora tienen ese efecto.
m

m señor escribió:

Autista escribió:

Criminal pentatónico escribió:Parafraseando a Autista, un Señor Show

 ¡Voy!

Jajajajaja

m

m señor escribió:

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:6.-Columbia

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Los rayos de sol se filtraban por las hojas inmóviles de los sauces. La comida sobre el mantel del prado seguía mostrando el mismo apetecible aspecto, el estático riachuelo aumentaba la belleza de la sonrisa que me brindaba Laurel bajo su castaño cabello ondulado, mientras yo no quitaba ojo de las magdalenas.
Me reconfortaba esa vista de mi hermana conmigo, la memoria son estampas congeladas y, afortunadamente, inmortalizamos aquella en la vieja fotografía de la mesilla, que repasaba muchas noches mientras ella estaba en la universidad.
Se tuvo que marchar más lejos aún, y pensé que le vendría mejor tenerla a ella cuando, ahí arriba, estuviese rodeada de la oscuridad del espacio observando nuestro planeta. Podría verla siempre que necesitara sentirse acompañada.
Ahora no puedo mirar aquel bosque pero sigue en mi memoria, y la última imagen que me quedará de ella es una gran bola brillante en el cielo.

Recordar la felicidad que te proporcionaba otra persona... eso no tiene precio

Veo que lo entiendes reg......explicame como hacia antes metalbert a los torpes como yo algunos relatos.
El punto de partida y el final no encuentro el camino.
m

RegSound escribió:

m señor escribió:

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:6.-Columbia

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Los rayos de sol se filtraban por las hojas inmóviles de los sauces. La comida sobre el mantel del prado seguía mostrando el mismo apetecible aspecto, el estático riachuelo aumentaba la belleza de la sonrisa que me brindaba Laurel bajo su castaño cabello ondulado, mientras yo no quitaba ojo de las magdalenas.
Me reconfortaba esa vista de mi hermana conmigo, la memoria son estampas congeladas y, afortunadamente, inmortalizamos aquella en la vieja fotografía de la mesilla, que repasaba muchas noches mientras ella estaba en la universidad.
Se tuvo que marchar más lejos aún, y pensé que le vendría mejor tenerla a ella cuando, ahí arriba, estuviese rodeada de la oscuridad del espacio observando nuestro planeta. Podría verla siempre que necesitara sentirse acompañada.
Ahora no puedo mirar aquel bosque pero sigue en mi memoria, y la última imagen que me quedará de ella es una gran bola brillante en el cielo.

Recordar la felicidad que te proporcionaba otra persona... eso no tiene precio

Veo que lo entiendes reg......explicame como hacia antes metalbert a los torpes como yo algunos relatos.
El punto de partida y el final no encuentro el camino.
m

En este entiendo que recuerda los picnic con la hermana, la cual ya está fallecida (en el cielo) y ya por el paso del tiempo no podrá volver a ver aquel bosque (no se si por una ceguera o porque se haya destruido el bosque)

Criminal pentatónico escribió:

m señor escribió:

Autista escribió:

Criminal pentatónico escribió:Parafraseando a Autista, un Señor Show

 ¡Voy!

Jajajajaja

m

Todos en pie

Criminal pentatónico escribió:12.-Compinches

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Cuando llegaba, lo primero que veía eran sus orejas puntiagudas tras los matorrales, tras un instante de cautela y un breve reconocimiento, corrían alegres imaginando grandes aventuras. Era hermoso conversar sobre los ritos, la amistad o el color del trigo, sin más deseos que disfrutar de la brisa y de la compañía.
La vida y el tiempo fueron separándoles sin remedio, hasta que llegó el momento en que el libro pasó a la estantería donde envejecen los sueños.
Ahora ha sido él quien ha venido. Está a los pies de la cama mirándole atento y entonces comprende que ha venido a buscarle. El mundo se difumina, deja de escuchar y ver a los familiares que le rodean y sólo quedan ellos dos. Sonriendo se levanta y corren juntos al bosque donde siempre serán las tres de la tarde.

Autista escribió:

fritz escribió:

¡Fritz tiene la magia!

Criminal pentatónico escribió:9.-Se quedó en blanco

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Así lo marcaban las agujas negras del ancho reloj, colocado en mitad de la fachada blanca de la casa de tejas rojas. 

A pesar de que en aquel momento el sol era radiantemente amarillo y sus rayos caían rectilíneos sobre los árboles, los pinos se mostraban de un verde casi apagado. En cambio, bajo los pies de sus marrones troncos, una mata irregular de hierba verde resplandecía. 

En mitad de ese bosque habitaba un conejo grisáceo que, con sus hinchadas manos, sujetaba una zanahoria naranja. 

Pero, aunque no había ni una sola nube, el cielo no lucía su característico color azul. De ahí que lleve una hora buscando el maldito lápiz que ha desaparecido de la caja Alpino, había prometido al pequeño Adrián que le ayudaría con su dibujo.

m señor escribió:

Autista escribió:

Criminal pentatónico escribió:Parafraseando a Autista, un Señor Show

 ¡Voy!

Jajajajaja

m


Pd: eres un grande autista.

Criminal pentatónico escribió:10.-Instantes

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Así constaba en su libreta. Las tres en punto de una tarde de agosto de 1974, una paella, una familia. Con el sol cayendo perpendicular sobre su calva, don Avelino miró en derredor y constató que los rostros, las risas y el arroz seguían allí. Incluso otras cigarras, las mismas. Sonrió. 
Jubilado y ocioso, el viejo contable vivía con la sana obsesión de clasificar sus recuerdos. Cada jueves montaba en metro, bus o tren y visitaba lugares y momentos que un tiempo fueron, rescatando instantes que se negaba a dar por perdidos. Sentado sobre la misma roca que cuatro décadas atrás, abrió su libreta y buscó su próximo jueves. En aquella esquina seguirían siendo las nueve de la noche. Siempre. Sintió una leve emoción y se preguntó si todavía sería capaz de notar el olor de aquel pelo recién lavado.

Criminal pentatónico escribió:11.-El bosque de infancia.

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde, desde pequeño me gustaba corretear con mis primos sin preocupación. Cuando murió el abuelo, en la familia hubo dos escisiones, mi padre quería que el tiempo permaneciera inamovible, mis tíos, poner en hora y funcionamiento cada reloj del bosque. Mi padre era minoría y tuvo que plegar sus exigencias y abrir el bosque a relojes electrónicos y despertadores digitales, pero el bosque ya no olía a madera, todo era de plástico.
Mi padre vendió su parte del negocio a sus hermanos y solo pidió el viejo reloj de cuco de su padre. La modernidad es una mierda me dijo ese día.

Criminal pentatónico escribió:12.-Compinches

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Cuando llegaba, lo primero que veía eran sus orejas puntiagudas tras los matorrales, tras un instante de cautela y un breve reconocimiento, corrían alegres imaginando grandes aventuras. Era hermoso conversar sobre los ritos, la amistad o el color del trigo, sin más deseos que disfrutar de la brisa y de la compañía.
La vida y el tiempo fueron separándoles sin remedio, hasta que llegó el momento en que el libro pasó a la estantería donde envejecen los sueños.
Ahora ha sido él quien ha venido. Está a los pies de la cama mirándole atento y entonces comprende que ha venido a buscarle. El mundo se difumina, deja de escuchar y ver a los familiares que le rodean y sólo quedan ellos dos. Sonriendo se levanta y corren juntos al bosque donde siempre serán las tres de la tarde.

Criminal pentatónico escribió:13.-Lo que queda de Emma

"En ese bosque eran siempre las tres de la tarde". Emma recordaba los paisajes como el que recuerda a sus seres queridos en plena juventud. Fotografías de una vida que parecía haber sido vivida demasiado pronto. Fotografías de una vida condenada a ser revivida una y otra vez.

Entre los finales de García Márquez y los comienzos de Marguerite Duras: Emma, imperturbable, frente a un cuadro de Matisse y yo mirándola a ella como si fuera una estrella fugaz o un cometa que aparece, se esconde y luego aparece de nuevo cuando habíamos dejado de creer en las leyes del universo.

Lo que queda de Emma es una mezcla de colores fríos y un par de frases que han perdido el sentido dentro de un recuerdo borroso: Emma y yo caminando por la Sexta Avenida, las manos en los bolsillos y el silencio entre nosotros alrededor de aquel ruido.

Criminal pentatónico escribió:14.-Víctor o Victoria.

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde para Victoria. A esa hora tenía que cruzarlo para volver a casa desde el instituto. Y, cabezona como pocas, lo cruzaba siempre por el mismo sitio.  No pensaba amedrentarse por esa banda de palurdos con la que se cruzaba todos los días. La insultaban llamándola maricón, e incluso alguna vez llegaron hasta agredirla. Ella no tenía ninguna culpa de que en casa o en el instituto le llamaran Víctor.  O que no la dejaran ir al baño que le realmente le correspondía. Debían de pensar que su vida no era suficiente infierno por haber nacido con el sexo erróneo y no el que realmente le correspondía.  Muy cansada por tener que seguir aguantando todo esto decidió que todo iba a cambiar. Y, un día a primera hora, escondió en el bosque un cuchillo, un bate de béisbol y un puño americano.

Criminal pentatónico escribió:

RegSound escribió:

m señor escribió:

RegSound escribió:

Criminal pentatónico escribió:6.-Columbia

En ese bosque siempre eran las tres de la tarde. Los rayos de sol se filtraban por las hojas inmóviles de los sauces. La comida sobre el mantel del prado seguía mostrando el mismo apetecible aspecto, el estático riachuelo aumentaba la belleza de la sonrisa que me brindaba Laurel bajo su castaño cabello ondulado, mientras yo no quitaba ojo de las magdalenas.
Me reconfortaba esa vista de mi hermana conmigo, la memoria son estampas congeladas y, afortunadamente, inmortalizamos aquella en la vieja fotografía de la mesilla, que repasaba muchas noches mientras ella estaba en la universidad.
Se tuvo que marchar más lejos aún, y pensé que le vendría mejor tenerla a ella cuando, ahí arriba, estuviese rodeada de la oscuridad del espacio observando nuestro planeta. Podría verla siempre que necesitara sentirse acompañada.
Ahora no puedo mirar aquel bosque pero sigue en mi memoria, y la última imagen que me quedará de ella es una gran bola brillante en el cielo.

Recordar la felicidad que te proporcionaba otra persona... eso no tiene precio

Veo que lo entiendes reg......explicame como hacia antes metalbert a los torpes como yo algunos relatos.
El punto de partida y el final no encuentro el camino.
m

En este entiendo que recuerda los picnic con la hermana, la cual ya está fallecida (en el cielo) y ya por el paso del tiempo no podrá volver a ver aquel bosque (no se si por una ceguera o porque se haya destruido el bosque)

Al cielo fue pero no pudo volver...

salakov escribió:Yo me la he puesto de firma, pero no se ve entera.

La culpa es de Autista. ¡Autista lamentable!