Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "AM" (Arctic Monkeys), "Amanecer en puerta oscura" (Orthodox), "American football" (American Football)

David Z. escribió:ponedlo bien alto y oíd eso porque no hay mejor música posible.

Kupak escribió:Mugu mugu, cuál recomiendas de Coltrane, desde la sensación, la ilusión y el disfrute.

eskoriez escribió:Que mala pinta la próxima semana

mugu escribió:

Kupak escribió:Mugu mugu, cuál recomiendas de Coltrane, desde la sensación, la ilusión y el disfrute.

Desde el disfrute Blue Train sin ninguna duda

Desde la sensación A Love Supreme

Desde la ilusión My favorite things

O algo parecido a eso

mugu escribió:

eskoriez escribió:Que mala pinta la próxima semana

¿Qué hay, que tanto temes?

mugu escribió:

eskoriez escribió:Que mala pinta la próxima semana

¿Qué hay, que tanto temes?

Annie escribió:

David Z. escribió:ponedlo bien alto y oíd eso porque no hay mejor música posible.  

El volumen es clave. Hay ciertos estilos que me ayuda a calibrarlos  el volumen que toleran. Me encanta el grindcore, pero si al 1, con auriculares, no da lo que tiene que dar todo el grind, es que no vale. Con el jazz me sucede lo contrario, si no va pidiendo más y más, hasta el 11, es que anda falto de algo. Y hoy, por fin, ha salido mi hija de su habitación y me ha dicho: Por favor, cambia de música o baja el volumen, porque no puedo concentrarme.

Muy bien por Machito, pero increíblemente bien por Graciela. Menudo descubrimiento. He flipado con su voz, con su acidez, y por qué no decirlo, con la portada de "Esta es Graciela". El retrato es uno de los argumentos más clásicos en los primeros discos de las cantantes femeninas, y un día tuve un proyecto para empapelar una pared con réplicas de portadas. Escogí 100, y me alegro no haberlo llevado a cabo, porque ahora tendría que arrancar uno.

mugu escribió:

eskoriez escribió:Que mala pinta la próxima semana

¿Qué hay, que tanto temes?

eskoriez escribió:

mugu escribió:

eskoriez escribió:Que mala pinta la próxima semana

¿Qué hay, que tanto temes?

Uno al que en género han puesto poesía, una cantautora con pinta de dar la turra extrema y los cutres de Aviador Dro

sapir escribió:Para iniciarse con Coltrane el veo el Blue Train como bastante asequible, y a la vez muy bueno.

eskoriez escribió:

mugu escribió:

eskoriez escribió:Que mala pinta la próxima semana

¿Qué hay, que tanto temes?

Uno al que en género han puesto poesía, una cantautora con pinta de dar la turra extrema y los cutres de Aviador Dro

David Z. escribió:

sapir escribió:Para iniciarse con Coltrane el veo el Blue Train como bastante asequible, y a la vez muy bueno.

La cuestión —para mí, que de Coltrane adoro hasta los andares— es que Blue Train es una maravilla absoluta, pero a) ya está en la lista, y b) es un disco jazzero "normal", que de no ser por el tema título que es una composición inmortal (y cuánto prestigio como compositor se le ningunea a Coltrane) no pasaría a la historia en cuanto a innovación en el jazz, mientras que la etapa Impulse! de la que empezamos a hablar con Africa/Brass es la etapa donde Coltrane básicamente cambia la historia del jazz y en cierto sentido supone su punto final. Ergo es cierto que Blue Train es perfecto para iniciarse, eso no lo discutiré, pero es un disco 'más' (maravilloso) de un jazzero 'más' (de los mejores), no una revolución como son todas sus obras de Impulse! Por decirlo de otra manera, Blue Train te puede alegrar la vida. Las cosas que suceden entre Olé/África y Interstellar Space te la pueden cambiar.
Por eso, es cierto, dejan a muchos atrás. Porque van como décadas por delante de lo que los demás músicos están haciendo. Porque hacen del jazz una música universal incorporando a él influencias del mundo entero. Porque se salen absolutamente de la zona de confort del jazz.

En fin, que me liáis y luego la chapa me queda mustia y misericorde.

Salud,
z

Annie escribió:

David Z. escribió:El retrato es uno de los argumentos más clásicos en los primeros discos de las cantantes femeninas, y un día tuve un proyecto para empapelar una pared con réplicas de portadas. Escogí 100, y me alegro no haberlo llevado a cabo, porque ahora tendría que arrancar uno.

Ponnos alguna aquí, andaaaa, jooo, porfaaaa.

Salud,
z

eskoriez escribió:

mugu escribió:

eskoriez escribió:Que mala pinta la próxima semana

¿Qué hay, que tanto temes?

Uno al que en género han puesto poesía, una cantautora con pinta de dar la turra extrema y los cutres de Aviador Dro

Annie escribió:

eskoriez escribió:

mugu escribió:

eskoriez escribió:Que mala pinta la próxima semana

¿Qué hay, que tanto temes?

Uno al que en género han puesto poesía, una cantautora con pinta de dar la turra extrema y los cutres de Aviador Dro

Recupera el anzuelo del humor. Pone poetía. También pone cantautonto. Y asurdo. Y algo hay de todo. Ha editado algunos libros de poesía, que por supuesto no te voy a recomendar. Sus discos, tampoco. Ya lo intenté más de una vez en las listas anuales que hicimos, y el año que no me decías que preferías a Apártate Ke Piso Mierda, era a Kánzer d´Eskroto, que su lírica sé que tiene más fuerza, pero con su música puede competir. Porque Javier Pérez Corcobado lo que viene ser cantar no es que sea su fuerte. Él es más de bailar.

David Z. escribió:Bueno, para iniciarse maravillosamente y llevarse una impresión algo errónea de Coltrane. Igual ahí está el problema de mugu : )
Para iniciarse y entender para siempre al genio en todas sus vertientes, desde la más lírica a la más locatis, A Love Supreme sin duda. ¡Al menos a mí me funcionó!

Salud,
z

David Z. escribió:

Annie escribió:El retrato es uno de los argumentos más clásicos en los primeros discos de las cantantes femeninas, y un día tuve un proyecto para empapelar una pared con réplicas de portadas. Escogí 100, y me alegro no haberlo llevado a cabo, porque ahora tendría que arrancar uno.

Ponnos alguna aquí, andaaaa, jooo, porfaaaa.

Salud,
z

sapir escribió:

mugu escribió:

eskoriez escribió:Que mala pinta la próxima semana

¿Qué hay, que tanto temes?

Tocan discos de...

Corcobado
Aviador Dro
Maria del MAr Bonet

David Z. escribió:Tú es que eres un loco y un iconoclasta.

David Z. escribió:Bueno, para iniciarse maravillosamente y llevarse una impresión algo errónea de Coltrane. Igual ahí está el problema de mugu : )
Para iniciarse y entender para siempre al genio en todas sus vertientes, desde la más lírica a la más locatis, A Love Supreme sin duda. ¡Al menos a mí me funcionó!

Salud,
z

Francois Zappa escribió:

David Z. escribió:Tú es que eres un loco y un iconoclasta.

Eso dice mi familia.

Annie escribió:

David Z. escribió:

Annie escribió:El retrato es uno de los argumentos más clásicos en los primeros discos de las cantantes femeninas, y un día tuve un proyecto para empapelar una pared con réplicas de portadas. Escogí 100, y me alegro no haberlo llevado a cabo, porque ahora tendría que arrancar uno.

Ponnos alguna aquí, andaaaa, jooo, porfaaaa.

Salud,
z

Muchas portadas de actualidad, abunda la vulgaridad. Me acuerdo esta de Soap & Skin, que aquí debe estar censurada porque no se le ve ni un pelo del bigote.

Spoiler:

mugu escribió:

Kupak escribió:Mugu mugu, cuál recomiendas de Coltrane, desde la sensación, la ilusión y el disfrute.

Desde el disfrute Blue Train sin ninguna duda

Desde la sensación A Love Supreme

Desde la ilusión My favorite things

O algo parecido a eso

Dumbie escribió:En la cancion Africa me flipa lo agresivo que suena Coltrane... muy duro....

tambien me encanta la gilipollez del principio sonando como si fuera la selva y sus animales jaja

David Z. escribió:Bueno, va la cosa. Conste que no espero que nada de esto haga cambiar a nadie su voto ni opinión, no lo hago por eso sino para que no tengáis que castigaros leyendo más sobre Pearl Jam, ¡castigaos con algo distinto!


CHAPA Y PINTURA, VOL. 2.
DE CUBA o HAMLET A NUEVA YORK Y VUELTA A AFRICA,
o
EL HOMBRE QUE ENLOQUECIÓ A IGGY, A LOS BYRDS Y A GRATEFUL DEAD

“Te enseñan que en la música hay líneas rojas o fronteras que no puedes cruzar. Pero tío, no hay líneas rojas ni fronteras en el arte” —Charlie Parker

Pasemos de Machito/Parker a Coltrane, que tras los pasos de Parker y Miles Davis va buscando algo más en la música, algo que generalmente se suele llamar “lo modal”, y que es similar a lo que hacen los cubanos en sus ‘guajeos’ y ‘descargas’: desatarse totalmente sobre un solo acorde. Volvemos a lo mismo: lo modal consiste en gran parte en un ‘modo’ fijo, de menos acordes y variaciones, a veces puede ser un acorde sólo, como ocurre en todo este disco, disco que el músico vanguardista Steve Reich, rendido de admiración, definió con entusiasmo como: "¿cambios de acordes? ¿Mi? No: ¡media hora en Mi!” Y así es, de los elementos más mínimos alcanzar lo más elevado.

Lo bello para mí de esta música es que combina un claro origen popular, pues se buscan las raíces en África, en la música folk (Greensleeves, Olé), en música ‘humilde’, pero a la vez se eleva a las alturas más increíbles de sofisticación improvisada, la mezcla de planificación e improvisación que el dicho sufí llama “espíritu”. Lo que creo que es la perfecta definición del mejor jazz en general, como Bird, Coltrane Armstrong, Mingus, Ellington, Morton o Monk: música que a la vez es sencilla o accesible y complicada e imposible, que a la vez tiene ‘swing’ y una furia o energía únicas, que combina estructura y locura, simpleza y complejidad.


AFRICA / BRASS - HA LLEGADO EL ANTI-JAZZ, SEÑORA: SE REPARAN PREJUICIOS, SONIDOS, FRONTERAS… EL ANTI-JAZZ, SEÑORA…

Pues mirad, puse este disco de Coltrane simplemente porque cuando estábamos preparando esta nueva lista pasaba una periódica etapa de obsesión con él. Me pasa con todos sus discos, cada cierto tiempo me engancho a uno sin parar y no puedo salir de él en meses. Suerte tenéis de que el bucle no fue en esos momentos con Ascension.

Pero el caso es que este, sin ser su mejor obra, es un disco único e importante en su carrera por muchas razones.

Veamos: es la primavera de 1961. Coltrane ha encontrado las dos patas básicas de su “cuarteto” clásico algo más de un año antes: aquí ya tenemos al recién fallecido McCoy Tyner, uno de los mejores pianistas del siglo XX, y a esa fuerza de la naturaleza, esa máquina inhumana de sacar polirritmo del ritmo más simple, Elvin Jones. Una maldita orquesta unipersonal, un tipo que sale de cada show empapado en sudor, una central nuclear hecha persona. Qué manera de tocar, por favor. Se dice pronto, tener a estos dos genios en tu banda.  

Por cierto, que yo os diga que Coltrane es uno de los mejores músicos de la historia os la sudará, pero aquí tenemos a Tyner: “ese grupo éramos como cuatro pistones en un motor” y “tocar con él fue la mejor experiencia musical de mi vida”, al célebre ingeniero Tom Dowd: “me fijé en sus manos al grabarle: no parecía tener huesos, parecía tener plumas, tocaba con plumas. Pura seguridad, suavidad y control”.
Y a Elvin Jones: “Para mí era un ángel en la tierra. Me tocó así de dentro”. “Si existe algo parecido a una persona perfecta, para mí John era una. Y creo que ese tipo de perfección ha de venir de una fuerza más grande que la que hay aquí en la tierra”. “Mucho de lo que hizo era en un contexto tan vanguardista, pero si lo escuchabas atentamente, notabas que siempre resolvía con algo muy bluesy. Siempre tenía swing. Siempre podías marcar el ritmo con el pie y chasquear los dedos. Por supuesto que es algo loco, porque es una mente tremenda de la que estamos hablando. No esperarías ver a Einstein jugando a las chapas, ¿no?”

En fin, volvamos al 61. También ese año antes tiene un mes mágico de grabaciones (en otoño del 60) en que produce My Favorite Things, un disco que le da su único “hit” hasta la fecha, el tema título (editado en versión radiable) y Coltrane’s Sound, un disco que Atlantic no publica hasta el 64 pero que también es apabullante, especialmente por esa delicia que es “Equinox”, una de mis canciones favoritas del maestro y con la que siempre me gusta resumir la personalidad de Coltrane: el equinocio, cuando él nació (23 de septiembre de 1926 en Hamlet, NC, un nombre de pueblo que significa ‘pueblo’ y que también le pega mucho, pues es también un hombre taciturno y al que toman por loco), el equinocio es el balance perfecto entre día y noche, entre luz y oscuridad: una buena imagen de su música.

Este disco, Africa / Brass, está grabado en 2 días (23 de mayo y 4 de junio del 61, y dos días sólo porque quiso grabar otra versión de “Africa” al no quedar satisfecho con la primera: la idea era una sesión de un solo día ¡y en tomas únicas! De hecho de Greensleeves y Blues Minor solo hicieron una toma). Y ningún ensayo más que un ratico nada más antes de grabarlas, y claro, tocar en vivo todos los días (como trabajo, vaya). Pero en vivo toca el cuarteto, la ‘orquesta’ aquí se encuentra todo el pastel el mismo puto día que lo va a grabar. Y con partituras como “por aquí más o menos esto durante digamos más o menos tantos compases, luego volvemos a la sección A, luego B, y hala, ya apañamos”. Todo esto da una idea de un acercamiento en el que prima la improvisación. Fijaos en la locura que supone que grabe este disco y el maravilloso Olé ¡en la misma semana! ¡Graba Africa Brass y dos días después esa otra maravilla que es Olé! ¡¿PERO ESTO QUÉ ES?!

Elegí el disco por el “comodín annie”, que es como podemos llamar a elegir discos que nos da igual que sean importantes objetivamente o no porque lo son para nosotros; porque estaba obsesionado con él —sigo estándolo— y no por su significado histórico, pero la verdad es que este tampoco es poco.


Este es un disco básico en su carrera por varios motivos:

1. Primera vez (de 3) en que graba con el gran Eric Dolphy, que pasa un año y pico como “quinto” miembro del cuarteto (apareciendo en Olé y en Village Vanguard, luego también en Impressions pero es parte de los directos del Village).

2. Es el disco con el mayor número de músicos en toda la carrera de Coltrane, el único disco que hizo con algo parecido a una “big band”, un “Coltrane con Orquesta”. Y mirad cómo de único es: en vez de elegir un sonido típico o más tradicional del jazz, el tío eligió una combinación extrañísima de metales que suenan ominosos, africanos estilo el jazz primigenio de Nueva Orleans de funerales y demás, entre los que destacan la trompa y ese instrumento de maravillosos nombres llamado “bombardino” en español y “euphonium” en inglés. Miradlo qué bonico:



La orquestación es para mí uno de los grandes aciertos del disco, suena totalmente único y original, ningún disco de la historia del jazz suena como este. Según Dolphy, “John pensó en este sonido. Quería metales, quería vientos graves, quería ese sonido mellow/suave y ese poder”. De ahí que el productor eligiera el título “Africa / Brass” (África / Metales) porque es lo que lo definía: el polirritmo maravilloso de Elvin Jones y los dos bajistas junto a esos sonidos de metales oscuros, templados con fuego: trompetas (uno de ellos es Freddie Hubard, por cierto), trombones, bombardines, trompas y tuba.

Por cierto que, por el impacto que tuvo este disco en audiencias ‘rockeras’ y de fuera del jazz en general y en el mundo entero ya que incorporaba elementos internacionales (se considera a este Coltrane ‘uno de los primeros ejemplos de world music’, yo prefiero llamarlo música universal), siempre he intuído, una loca intuición que no me atrevo a googlear porque no quiero saberlo si no es así y prefiero vivir en mi posverdad, que el título “Africa Brasil” de Ben es en parte un guiño a Coltrane.
Y ahora caigo que si llego a proponer ese disco ahora en vez de un año y pico atrás, esta semana habríais tenido Africa/Brass, Africa Brasil y Afro-Cuban Jazz Suite. Suicidios en masa.

Estas orquestaciones y arreglos en el disco son de Dolphy, Tyner y Coltrane, y son una locura, suenan absolutamente vanguardistas y únicas. Para mí es una pena que no grabara más con grandes bandas, esto demuestra que podría haber hecho cosas increíbles. Es una locura, una belleza de sonido.

La idea del doble contrabajo es también algo muy original de Coltrane, sólo Ellington ha hecho algo similar alguna vez. Lo elige para que un bajo pueda hacer un “drone” estilo música africana o india, que tanto está estudiando. En el Village Vanguard, en “India”, utilizará directamente una tambura hindú, con el bajista de Monk, Abdul Malik. Quiero decir que no son excentricidades ni un “voy a poner un doble bajo aquí a ver qué tal queda” sino que son soluciones a problemas y conceptos profundos musicales que está estudiando y desarrollando. Más abajo digo más del bajo.

3. Es su primer disco para Impulse! Suficiente para hacer "¡aaaah!" Impulse!, en efecto, es la discográfica donde creará las obras magnas de su carrera: Crescent y A Love Supreme a la cabeza, entre otros discos en los que hay absoluta unanimidad en que hablamos de obras definitivas y universales, y benditas locuras como todas las del 65 en adelante, con Ascension (obra para mí monumental, pero discutida, y que no os he propuesto porque soy un buenazo en el fondo, más concretamente en el fondo de algún mar), Meditations, Om o el Espacio Interestelar (del que sigo amenazando con turrón, querido Starsailor, pero no os lo he colado aquí, ni el turrón ni el disco, por pura magnanimidad de mi carácter). Es un movimiento valiente el abandonar su casa en Atlantic y ponerse a construir una nueva casa, que es lo que hace, tanto es así que Impulse! se conoce como “la casa que Trane construyó” (título de un hermoso libro sobre la historia del sello del que fusilo vilmente para estas notas).

4. Con este disco (y Olé!, grabado solo dos días después, + las sesiones del Village Vanguard) Coltrane redefine el jazz como una música en la que elementos del mundo entero entran a formar parte del lenguaje de esta música. Pero no en plan badulaque + chorizo con nocilla, sino en plan estudio serio y nunca copia de otra música sino toma de elementos (escalas, etc) para incorporar a su propio sonido.

5. Es la primavera del 61 y Coltrane viene de un año en que su reputación en el establishment del jazz ha alcanzado la cima: todos se rinden a él, las revistas de jazz lo declaran por primera vez saxofonista del año y número uno en varias categorías, lidera todos los ránkings y ha tenido su primer éxito comercial con “My Favorite Things” (y por cierto, años antes de la peli de Julie Andrews, ojo).
Lo fácil para un músico en ese momento es acomodarse, encontrar su nicho y explorar ahí tranquilamente. Lo difícil es lo que hace Coltrane, especialmente con un contrato bastante apañado para los estándares del jazz: huir hacia adelante en busca de algo que aliena a mucha gente pero que también le consigue nuevos fans, esos que a lo mejor no entienden tanto de jazz ni de escalas ni mierdas así intelectuales pero conocen un sentimiento crudo y agresivo y fuerte y tierno cuando lo oyen, es decir, entienden las emociones a flor de piel instintivamente (como Dumbie aquí). Pero lo que hay que entender es que está cambiando la historia del jazz y mucha gente en el momento (y, como vemos, 60 años después) no lo entiende, no puede aceptarlo, como 10-15 años antes no entendieron a Parker o a Monk, lo consideran agresivo, crudo, sin refinamiento, un crítico dice “adelante, llamadme reaccionario, pero no comprendo el anti-jazz que hacen Coltrane y Dolphy”.

Y esto es una de las claves para desmontar los argumentos punkis de chicochoni. Este Coltrane nunca es apreciado por la ‘inteligentsia’ del jazz, al contrario, lo es por el neófito, por el profano, por el rockero, por el rapero (yo me pillé A Love Supreme a mi tierna edad —hace ya un par de pleistocenos— cuando ya estaba harto de oír a Chuck D gritar “while they treat me like Coltrane, insane”). Es un Coltrane anti-intelectual, anti-pedantes y anti-saloncito de élite.

Tal vez es momento de decir que en toda la historia de la música occidental solo hay UN músico considerado un santo y que tiene una iglesia a su nombre. Adivinad quién. Esto os puede alienar a los más descastaditos y ateítos, pero da idea de que Coltrane fue algo más que un músico, pero todo ello a través de su música. Es decir: su música trasciende de maneras que pocas músicas consiguen hacerlo. Está más allá de géneros y gustos, es una especie de sonido de un espíritu universal.

Me encanta que Dumbie lo defina como “agresivo”. Yo creo que no es agresivo, que es tremendamente dulce, pero la acusación de agresividad es recurrente. De lo que no hay duda es que Coltrane está soltándose, dejándose ir a emociones más y más crudas, que su música es 100% intensidad. Y la música con esta intensidad a mucha gente le incomoda. Dijo un músico algo maravilloso de “Ascension”: si algún día te quedas sin calefacción, podrías calentar tu casa con la energía que desprende este disco. Lo mismo se aplica aquí.  

Por otra parte Dumbie demuestra entender claramente de qué va y, sin entender de jazz según dice (vete a saber, fíate tú), ha descrito a la perfección la búsqueda modal y de las nuevas formas del jazz que inicia Miles Davis pero que Coltrane lleva a su máxima expresión: bajo y piano son el ‘ancla’, a base de obstinatos, de ‘guajeos’, de repetición de un motivo, mientras batería y saxofón enloquecen e improvisan sobre esa base. Digamos que los instrumentos que sirven de ancla ayudan a que los otros se suelten. Por supuesto, las ‘anclas’ pueden turnarse. Pero este es uno de los conceptos básicos que el cuarteto trabajó todos estos años. Aquí comienza. No disfrutar este disco implica no entender al Coltrane 61-67, que en mi opinión es una de las mayores cumbres de la historia de la música.

Es un concepto o dirección musical, el de “improvisar sobre un acorde”, que cristaliza en este año clave para Coltrane. En este año graba 4-5 canciones muy similares que si se pusieran en un solo disco serían para mí tal vez el mejor disco de la historia pero que a la vez sería imposible de oír por la puta intensidad que cada una desprende, sería como acercarse demasiado al sol: My Favorite Things, Africa, India, Greensleeves y Olé. Y en dos años graba Afro-Blue, versión del gran Mongo Santamaría (nuevamente la conexión afro-cubana).

Pon Africa, India, Olé y Afro-Blue, todas tan similares y relacionadas, juntas: el mejor disco de la historia. Pero imposible de escuchar, el ser humano no puede soportar tanta energía. Es música africana o india en un sentido más primigenio: no es de 'disfrute', no es de analizar o entender, es de sentir, de empaparse, es música de trance. Música para acceder a estados superiores de conciencia, queridos. Trance. Éxtasis.



¿Llegaremos alguna puta vez a ÁFRICA? / basta ya de BRASA:
EL DISCO EN SÍ

Yo me lo pongo al revés porque me gusta ponerme primero la Cara B de los discos, ¿pasa algo? También empiezo las revistas por el final, ¿vale?

Greensleeves:

Chicochoni, Watts, os incomoda cuando entra la melodía reconocible porque os da vergüenza daros cuenta de que os estabais poniendo tó cachondos —ese bajo, ese piano entrando a contratiempo, esos metales haciendo lo mismo con un crescendo y decrescendo precioso— con Greensleeves, estás como “joo, con lo que estaba molando esto, y ¡resulta que es el puto Greensleeves…! ¡Qué vergüenza, que no se entere mi madre! ¡O mis colegas! ¡Perderé puntos de rockero / indie / punki!”
Lo comprendo, tengo el mismo trauma infantil: una infancia, una flauta, esa canción… Quién sabe qué otro elemento habrá bloqueado nuestra memoria de esa ecuación.

Pero quítate prejuicios, amigo chicochoni: sí, es Greensleeves. ¿Y? Ahora escucha lo que hacen con ella. Porque la idea, la misma idea que en “My Favorite Things”, es tomar un tema sencillo y en este caso folk —en el otro más, no sé, ‘pop’, vodevil— y desarrollarlo de manera que parece imposible y es en efecto inverosímil.
No es mera ‘repetición’ de My Favorite Things, de hecho empieza a tocar Greensleves cuando MFT aún no ha sido un éxito. Es parte de su búsqueda de complejidad armónica en canciones que le gustan y que la gente toma por ‘sencillas’. De hecho, la idea básica de esa canción, adaptación del tiempo folclórico de 3/4 (o 6/8, depende), con o sin saxo soprano, la usa en ese año en al menos 3 canciones: Greensleeves, MFT y el Spiritual que graba poco después. Y la vuelve a usar en Afro-Blue.

Fíjate cómo es el mérito de esta canción es que, una vez que escuchas esta, ya nunca puedes oírla igual, ya no existe otro Greensleeves: o sea, has tomado una canción con más de 500 años de historia, y has hecho la puta versión definitiva. Eso únicamente está al alcance de los semidioses. Yo jamás puedo recordar ya esa melodía sin irme directo al inicio del solo de Coltrane. Como dice un texto que acabo de leer online, “una simple canción folk antigua se vuelve una experiencia transcendental”.

Cómo entra el bajo, cómo empiezan esos metales a responderle, con qué sencillez entra Coltrane al saxo soprano con el tema central, cómo crecen los metales… Y entonces llega eso que hace ese solo en el segundo 1:21 o así, te lleva totalmente a otro mundo. Y cómo vuelve al tema en el 2:50 o así y la manera en que juega con él entre ese momento y el 3:25… Buf. No es jazz, no es oriental, no es folk… es música en estado puro, fuera de géneros y etiquetas.

Y entonces el solo de piano que empieza en 3:35 y especialmente lo que hace a partir del 4:10 y no digamos la locura de allá por 5:30 en adelante, eso es McCoy Tyner, señores, qué elegancia, qué belleza.

Pero lo que ya no es ni de este mundo es el solo de Coltrane que empieza allá por el minuto 6:35, lo que hace en el 7:00 y hasta el final de la canción, eso no es humano, no es posible.

Volvamos a este primer solo de Coltrane, que entra en el 1:21 o por ahí. Contra una orquestación —la de Tyner y Eric Dolphy— demencial, absolutamente vanguardista, “como oír a Stravinski o Bela Bartok en el jazz”,  un solo cuyos primeros 20 segundos podrían ser tranquilamente una de las cumbres de la historia del sonido humano. Si no fuera porque también lo podría ser el solo del minuto 8:45-8:50 en adelante. Solos absolutamente improvisados, queridos. Nunca está de más recordarlo.

Por cierto, yo no tengo Africa / Brass, tengo las sesiones enteras, el CD doble que incluye las canciones que no vieron la luz en el primer LP, y no he propuesto este, llamado “The Complete Africa / Brass Sessions”, sino el disco original de mucho menos minutaje porque soy un tierno y un buenazo. Pero las recomiendo a quien disfrute este disco: no tanto por las 3 versiones de Africa (que a mí me mola ponerme en bucle una tras otra porque soy un enfermo) sino por dos canciones no incluídas en el LP original, en especial Song of the Underground Railroad, pero también esa The Damned Don’t Cry que todo el mundo califica de ‘fallida’ y a mí me resulta fascinante con esa cualidad muy de Mingus de drama y tal. En todo caso, sí, propuse el disco sencillo: ¡de nada, queridos!
Y a los que os haya gustado este Greensleves, en las jugosísimas Complete 1961 Village Vanguard Recordings tenéis otras dos versioncitas hermosas y en vivo : ) Pero la mejor para mí tal vez sea la versión ‘alternativa’ incluida aquí en estas Complete Africa/Brass Sessions.


Blues Minor es pura energía, el tema más convencional y donde apenas aparecen los “brass”, y demuestra tanto en el tema como en los solos que Coltrane es uno de los mejores bluesmen de la historia del jazz, de hecho es una de sus facetas más reputadas. Qué lirismo y qué calidez combinadas con una energía demoledora en cada nota. Puro “suingue”, como dice Jorge Ben, swing, ritmo.

Africa:

Para mí uno de sus temas más emblemáticos, un monumento hecho canción, una de las primeras canciones con las que Coltrane cambió todo, todas las reglas del jazz. Lógicamente, muchos se quedaron fuera o a pie cambiado con esa revolución. Muchos se bajaron, muchos más se subieron.
De hecho en esta época tiene estas canciones que digo arriba: África, India (que graba solo meses después), relacionadas temática y conceptualmente: abandonar escalas y modos occidentales en busca de algo más allá, más lejos. Algo que le llega también por la línea que comentaba antes: Machito > Parker > Coltrane. Coltrane pasó un tiempo tocando con Dizzy Gillespie y siempre le encantó “A night in Tunisia”: el tema ‘latino’ de Dizzy (al menos, antes de Chano Pozo y “Manteca”). De ahí su grabación de “Afro-Blue”, que sigue el ritmo 3/4 de My Favorite Things o Greensleves (aunque bueno, Coltrane dice que el ritmo es aquí 6/8 pero es un poco lo mismo a estos efectos).

Dumbie escribió:En la cancion Africa me flipa lo agresivo que suena Coltrane... muy duro....

tambien me encanta la gilipollez del principio sonando como si fuera la selva y sus animales jaja

Pues en efecto, tienes toda la razón: saca la melodía básica de esta canción de un disco de folk africano y estoy seguro de que esos sonidos buscaban exactamente lo que dices. Me alucina tu intuición. Y esto demuestra que todo mi ladrillo no vale ni para limpiarse el culo si no lo comprendes intuitivamente, si no escuchas el disco y dices “Dios mío, esto es increíble”.
Coltrane quería dos bajos con uno haciendo el drone y otro una melodía, había escuchado algo así en discos folclóricos de grabaciones de campo en África: "una línea de bajo como un canto”.

Ese solo que empieza por el 2:20 o así y cómo va progresando por el minuto 3:00 me enloquece.

El momento de bajo que empieza entre el 6:00 y 6:25 es alucinante, cómo se queda con esa orquestación tan ominosa, y luego el solo de piano de McCoy en el 6:30, y lo que hace allá por el 7:20 en adelante, es que no puede ser, no se puede, me rindo.

La batería de Elvin Jones (10:00 en adelante) demuestra de qué pasta estaba hecho este señor. Reminiscencias afro-cubanas en su toque aquí, por cierto. Y en el 12:18 se unen de vuelta los bajos, uno con un zumbido, otro con el “latido” que tanto desasosiega a Kupak (en efecto, es el latido de Africa o el latido de un corazón, querido: no es amable a nuestros oídos, nos suena ominoso. Tampoco los cuartetos de cuerda de Beethoven son ‘amables’ ni ‘sosegantes’).

Y vuelve Coltrane y contra él Dolphy y su sección de metales (13:30) empiezan a hacer unas locuras dignas de la mejor música de vanguardia, de Stravinski o algo así, de cosas realmente de tirarse contra la pared, de rasgarse la camisa.

Y todo se va difuminando, apagando, y nos queda lo mismo que empezó: los dos bajos solos. Ha sido como el brillo de esos metales en una noche oscura del alma. Como un sueño.

Es interesante aquí, como en A Love Supreme, fijarse en el papel del bajo en la entrada y salida de canciones. A Love Supreme también empieza con un bajo solo. Hay algo esencial a la idea musical de Coltrane ahí.

Como dice alguien que sabe más que yo, “la estructura de la actuación enfatiza la repetición, una característica esencial a la música africana” (y por lo que parece a muchos occidentales que “no hay desarrollo o no pasa nada”). Y el resultado es: “politonal, complejo, masivo, oscuro y perturbador”.


Apartado de anécdotas porque noto que el texto me queda corto: dice Freddie Hubbard que lo que recuerda ‘es “el groove. Coltrane no estaba tan interesado en las canciones en sí como en el groove, el sonido, quería ese sonido africano”.

El propio ingeniero de sonido (Creed Taylor, fundador de Impulse!) dice de las orquestaciones de Dolphy: “me avergüenza un poco, en retrospectiva, que no lo escuché y dije inmediatamente ‘Wow!’ Escuché a Eric y pensé que esto iba a ser algo muy out-there, muy avanzado y loco, pero bueno, vamos’. Eric iba tan por delante de todo que me llevó tiempo entender de qué iba todo. Tienes que darte cuenta de que fue hace tiempo y esto era algo muy avanzado armónicamente y melódicamente abrupto, ¿qué demonios está haciendo? ¡Es Stravinski en el jazz! O los cuartetos de cuerda de Bartok”.

Freddie Hubbard (famoso trompetista con conocidos discos en Blue Note, como Breaking Point) recuerda que “Eric hizo los arreglos y nos puso a hacer las llamadas africanas ¡con los metales!” Y que “Coltrane no estaba tocando de manera tan radical e innovadora todavía [comparado con después]. Pero tenía tanta energía, joder, porque él y Dolphy bebían miel directamente de la jarra. Comían pipas de girasol y pasas. Estaban como en un subidón de energía. Les dije, ¡joder, vais a pillar diabetes o algo, troncos! ¿Estáis bebiendo miel cruda?”

Miel cruda, chavales, he aquí el secreto. De ahí el color de miel de la portada.

El disco dejó a muchos críticos descolocados, se quedaron atrás. Quejas de los sectores más conservadores. Pero una legión de fans no pensó lo mismo. Roger McGuinn de los Byrds recuerda que un amigo de David Crosby los invitó a su casa a oír este disco y “me voló la cabeza, había oído cosas de jazz más en plan David Brubeck, pero nada que rompiera el molde de esa manera. Sentí un dolor físico en el pecho. No era un ataque al corazón ni algo así, era un dolor emocional, como que se me estaba abriendo una nueva emoción. Dolió al principio, luego me gustó”. Phil Lesh de Grateful Dead: “escuchábamos sus discos. Especialmente Africa/Brass. El batería Billy no podía parar de oír el solo de Elvin en ‘Africa’, para el resto de nosotros era más toda la composición y cómo se desarrollaba, el uso de los metales y eso. Y luego simplemente por la calidad del toque de Coltrane, ‘Blues Minor’ es una de mis canciones favoritas”.

Con no tantos músicos puedes decir que oyes su sonido o su instrumento y sabes inmediatamente que es él. A este Coltrane lo oye y alucina TODO EL MUNDO, incluyendo todo el mundo de la música que os gusta (a los que tenéis alma, claro): desde Stooges (siempre se ha dicho que los Stooges en el camerino se ponían a Coltrane a todo volumen para salir a escena llenos de energía y furia)  a Steve Reich, todo el mundo, lo influencia y lo cambia todo. Y aquí está el inicio del cambio.

Cierto, no es música de sosiego, aunque para mí transmite una paz única, porque refleja las verdades de la vida: que en la luz hay oscuridad y en la oscuridad luz, que la espiritualidad y la divinidad no son paz y calma sino energía, que la vida y la naturaleza no se caracterizan por la calma sino por la intensidad. Es belleza pero no es la belleza de lo convencional, sino de lo desconocido, de la valentía del ir más allá, de buscar un no sé sabe qué, como él mismo decía: no sé lo que estoy buscando, pero creo que sabré qué es si lo encuentro. Eso es para mí la música o la literatura de verdad: ni confort ni valentía sino búsqueda, no respuestas sino preguntas, no lugares comunes sino lugares legendarios, soñados, apenas divisados.

Y en fin, aquí termino lo que es el prólogo. Mañana ya el texto en sí.

Salud,
Z

Annie escribió:Ya era hora que alguien escribiera algo interesante. Gracias Eskoriez.

eskoriez escribió:

Annie escribió:Ya era hora que alguien escribiera algo interesante. Gracias Eskoriez.

Para eso estamos

watts escribió:Bueno, creo que hoy deberíamos saltarnos un poco todos el orden militar e ir todos a la linea 559 y ponernos el Still Bill...



D.E.P. Bill Withers...

watts escribió:Bueno, creo que hoy deberíamos saltarnos un poco todos el orden militar e ir todos a la linea 559 y ponernos el Still Bill...



D.E.P. Bill Withers...