RONDA 7.33 DEL (AÚN) EMBRIONARIO CONCURSO DE MICRORRELATOS. ESMERALDA ARRASA!

Vinny Vedecci escribió:

Zzzz escribió:

Toro escribió:10.- Nueva etapa

Una vez en el sótano del laboratorio, buscamos por todos los estantes metálicos. Obviamente, aquello estaba abarrotado de embriones enfrascados en formol meticulosamente etiquetados, por lo que nos repartimos la sala. Mientras 1038 buscaba desde el fondo hacia el medio, yo lo haría desde el comienzo hasta que me encontrase con él. Tras varias estanterías, me avisó, pues bajo una había una trampilla. Conseguimos apartar la estantería y abrir la trampilla. En el subsótano había tres tarros más. Ahí estaba el embrión 2781, el verde que debíamos destruir, pero a 1038 le sorprendió que 2782 fuese naranja y 2783 morado. Se avecinaba la época de los secundarios. Los amarillos, cyanes y magentas no teníamos nada que hacer.

Vinny

Stoneheart

Zzzz escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Zzzz escribió:

Toro escribió:10.- Nueva etapa

Una vez en el sótano del laboratorio, buscamos por todos los estantes metálicos. Obviamente, aquello estaba abarrotado de embriones enfrascados en formol meticulosamente etiquetados, por lo que nos repartimos la sala. Mientras 1038 buscaba desde el fondo hacia el medio, yo lo haría desde el comienzo hasta que me encontrase con él. Tras varias estanterías, me avisó, pues bajo una había una trampilla. Conseguimos apartar la estantería y abrir la trampilla. En el subsótano había tres tarros más. Ahí estaba el embrión 2781, el verde que debíamos destruir, pero a 1038 le sorprendió que 2782 fuese naranja y 2783 morado. Se avecinaba la época de los secundarios. Los amarillos, cyanes y magentas no teníamos nada que hacer.

Vinny

Stoneheart

Tienes muchas más posibilidades de acertar que yo, pero ya había colocado el cromo de Piedras.

Stoneheart escribió:

m señor escribió:

Sonny_Jim escribió:No me se ocurre nada.

El encuentro de Michel y valderrama.....la foto de el buitre....la de abadía Vs Tom Cruise y su hijo secreto.
La homosexualidad patente entre jugadores de fútbol y entre presidentes...y por último dejar pasar la oportunidad de cocinar con Eduardo.....está muy mal.
m

???

Toro escribió:12.- Contrato

Fue una suerte que eligiéramos una clínica cercana a la frontera. Pudimos llegar allí en coche, de forma casi clandestina. La clínica estaba cerrada y el teléfono de contacto no respondía, pero recibimos un SMS: “Hospital Central.”

Aquello era un caos, continuamente llegaban ambulancias con heridos del frente. Teníamos el nombre de la chica y preguntamos en recepción: “Tercera planta, cama 143.”

Ahí estaba el embrión, ya nacido, convertido en un ser humano. Sin embargo, hasta que no lo tuviese en mis brazos no se completaría el contrato. Cuando cogí al bebé, se convirtió en mi hijo, mi sueño hecho realidad. Mariya no opuso resistencia, pero nos pidió que la lleváramos a Polonia, tenía miedo de los bombardeos. Aunque ya habíamos pagado todo lo acordado, le di un sobre con 2.000 euros y la dejamos allí: “Lo siento Mariya, mi sicólogo me ha recomendado que no me implique emocionalmente contigo.”

Zzzz escribió:

Toro escribió:12.- Contrato

Fue una suerte que eligiéramos una clínica cercana a la frontera. Pudimos llegar allí en coche, de forma casi clandestina. La clínica estaba cerrada y el teléfono de contacto no respondía, pero recibimos un SMS: “Hospital Central.”

Aquello era un caos, continuamente llegaban ambulancias con heridos del frente. Teníamos el nombre de la chica y preguntamos en recepción: “Tercera planta, cama 143.”

Ahí estaba el embrión, ya nacido, convertido en un ser humano. Sin embargo, hasta que no lo tuviese en mis brazos no se completaría el contrato. Cuando cogí al bebé, se convirtió en mi hijo, mi sueño hecho realidad. Mariya no opuso resistencia, pero nos pidió que la lleváramos a Polonia, tenía miedo de los bombardeos. Aunque ya habíamos pagado todo lo acordado, le di un sobre con 2.000 euros y la dejamos allí: “Lo siento Mariya, mi sicólogo me ha recomendado que no me implique emocionalmente contigo.”

Pocholo.

Vinny Vedecci escribió:

Zzzz escribió:

Toro escribió:12.- Contrato

Fue una suerte que eligiéramos una clínica cercana a la frontera. Pudimos llegar allí en coche, de forma casi clandestina. La clínica estaba cerrada y el teléfono de contacto no respondía, pero recibimos un SMS: “Hospital Central.”

Aquello era un caos, continuamente llegaban ambulancias con heridos del frente. Teníamos el nombre de la chica y preguntamos en recepción: “Tercera planta, cama 143.”

Ahí estaba el embrión, ya nacido, convertido en un ser humano. Sin embargo, hasta que no lo tuviese en mis brazos no se completaría el contrato. Cuando cogí al bebé, se convirtió en mi hijo, mi sueño hecho realidad. Mariya no opuso resistencia, pero nos pidió que la lleváramos a Polonia, tenía miedo de los bombardeos. Aunque ya habíamos pagado todo lo acordado, le di un sobre con 2.000 euros y la dejamos allí: “Lo siento Mariya, mi sicólogo me ha recomendado que no me implique emocionalmente contigo.”

Pocholo.

Esme.

Toro escribió:13.- Ginecólogo rumano

Mientras pasaba papelas mal cortadas, más baratas que los sacos de patatas que llevaba su padre a la espalda y soltaba todo el lastre escupiendo frases y desastres y encantaba lentamente a los chavales miraba de reojo al Piojo, el guaje más rojo, con arrojo, con más mojo, el bicho que siempre callaba la baba. Pensaba  en ese mocoso mellado y goloso. Que cuando rapeaba, joder, los reunía a todos en corro. Ahí estaba el embrión de algo muy gordo, de una puta revolución.

Toro escribió:14.- Improvisación

«…quedando de manifiesto que ahí estaba el embrión».
El orador recorrió con la mirada el auditorio, hierático, casi desafiante, hasta que un tímido aplauso inició la reacción en cadena que hizo retumbar el teatro.
Se deshizo de sus gafas con un movimiento ensayado, salió desde detrás del atril y agradeció el entusiasmo.
Tras el preceptivo descanso en el camerino, salió por el lateral del edificio zambulléndose en la oscuridad, hasta que una silueta lo abordó.
—Disculpe profesor, no me ha quedado claro a qué embrión se refería. Me avergüenzo de ello, se lo aseguro, máxime tras la euforia de la ovación. No pude aplaudir, no he entendido nada.
—Ellos tampoco, hijo. Ahora mismo estarán celebrando cualquier cosa, sesudos e interesantes, obviando por completo su ignorancia.
—¿Entonces, sería tan amable…?
—No podría ni aunque quisiera, yo tampoco lo sé. Tengo que pensar en ello. Haz tú lo mismo.

Zzzz escribió:

Toro escribió:13.- Ginecólogo rumano

Mientras pasaba papelas mal cortadas, más baratas que los sacos de patatas que llevaba su padre a la espalda y soltaba todo el lastre escupiendo frases y desastres y encantaba lentamente a los chavales miraba de reojo al Piojo, el guaje más rojo, con arrojo, con más mojo, el bicho que siempre callaba la baba. Pensaba  en ese mocoso mellado y goloso. Que cuando rapeaba, joder, los reunía a todos en corro. Ahí estaba el embrión de algo muy gordo, de una puta revolución.

Edu

Zzzz escribió:

Toro escribió:14.- Improvisación

«…quedando de manifiesto que ahí estaba el embrión».
El orador recorrió con la mirada el auditorio, hierático, casi desafiante, hasta que un tímido aplauso inició la reacción en cadena que hizo retumbar el teatro.
Se deshizo de sus gafas con un movimiento ensayado, salió desde detrás del atril y agradeció el entusiasmo.
Tras el preceptivo descanso en el camerino, salió por el lateral del edificio zambulléndose en la oscuridad, hasta que una silueta lo abordó.
—Disculpe profesor, no me ha quedado claro a qué embrión se refería. Me avergüenzo de ello, se lo aseguro, máxime tras la euforia de la ovación. No pude aplaudir, no he entendido nada.
—Ellos tampoco, hijo. Ahora mismo estarán celebrando cualquier cosa, sesudos e interesantes, obviando por completo su ignorancia.
—¿Entonces, sería tan amable…?
—No podría ni aunque quisiera, yo tampoco lo sé. Tengo que pensar en ello. Haz tú lo mismo.

Toro

Vinny Vedecci escribió:Dos minutos para el cierre y solo 14 relatos.

Vinny Vedecci escribió:Dos minutos para el cierre y solo 14 relatos.

Toro escribió:15.- Orígenes

Abrí la compuerta y ahí estaba el embrión hibrido. ¡Vivo!, había funcionado.
Quedé cautivado mirándolo, como a un hijo. Bueno, en cierto sentido lo era. Había recombinado mi propia carga genética con la del espécimen capturado del planeta.
En él depositaba mis esperanzas. Nuestra especie no es capaz de adaptarse a esa atmósfera.
Llevamos demasiado tiempo vagando como para buscar otro destino, los recursos se nos acababan. Nuestra civilización, como tal, morirá en esta nodriza, a kilómetros de esa bella superficie, inhabitable para nosotros. Pero, ¿acaso somos más que una máquina biológica utilizada por nuestros genes para su supervivencia?
En cierta forma lo íbamos a conseguir. Mi aspiración era envejecer viendo este homo-dios inteligente desarrollarse en este hermoso planeta azul y verde.
Lo insertaré en una zona especialmente fértil, tengo dos ríos localizados. Nos asentaremos en el lado opuesto del satélite blanco, a cubierto, observándoles proliferar y conquistar el planeta.

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:15.- Orígenes

Abrí la compuerta y ahí estaba el embrión hibrido. ¡Vivo!, había funcionado.
Quedé cautivado mirándolo, como a un hijo. Bueno, en cierto sentido lo era. Había recombinado mi propia carga genética con la del espécimen capturado del planeta.
En él depositaba mis esperanzas. Nuestra especie no es capaz de adaptarse a esa atmósfera.
Llevamos demasiado tiempo vagando como para buscar otro destino, los recursos se nos acababan. Nuestra civilización, como tal, morirá en esta nodriza, a kilómetros de esa bella superficie, inhabitable para nosotros. Pero, ¿acaso somos más que una máquina biológica utilizada por nuestros genes para su supervivencia?
En cierta forma lo íbamos a conseguir. Mi aspiración era envejecer viendo este homo-dios inteligente desarrollarse en este hermoso planeta azul y verde.
Lo insertaré en una zona especialmente fértil, tengo dos ríos localizados. Nos asentaremos en el lado opuesto del satélite blanco, a cubierto, observándoles proliferar y conquistar el planeta.

Toro

Stoneheart escribió:Lo siento. Esta vez, nada, ni chorrada.  

Toro escribió:9.- Tratado de misantropía

Siendo muy niño, mi ilusión era tener un perro. Comencé a fantasear con mi compañero ideal, su raza, su color, le puse nombre… A las dos horas de juegos imaginarios ya le amaba, era el perro ideal, ya no quería otro que no fuera Buddy. Nunca tuve perro, ninguno cumplía las expectativas del imaginado. Ahí estaba el embrión de mi sociopatía: nunca tuve amigos, nunca tuve novia. Al menos reales; imaginarios los tenía perfectos, inigualables. Todos me decepcionaban, nadie se acercaba siquiera a lo idealizado por mi mente. Tampoco soportaba a mi familia, me aparté de ella tras compararla con la de Bill Cosby. Ahí estaba el embrión de mi psicopatía. Vecinos, profesores, jefes…, todos eran decepcionantes. Llegaron las voces, luego los asesinatos, los atentados… Intentaba cambiar el mundo, pero nada alcanzaba mis ideales. Ahora fantaseo con el fin perfecto, pero ningún suicidio está a mi altura. Debes matarme tú.

Toro escribió:10.- Nueva etapa

Una vez en el sótano del laboratorio, buscamos por todos los estantes metálicos. Obviamente, aquello estaba abarrotado de embriones enfrascados en formol meticulosamente etiquetados, por lo que nos repartimos la sala. Mientras 1038 buscaba desde el fondo hacia el medio, yo lo haría desde el comienzo hasta que me encontrase con él. Tras varias estanterías, me avisó, pues bajo una había una trampilla. Conseguimos apartar la estantería y abrir la trampilla. En el subsótano había tres tarros más. Ahí estaba el embrión 2781, el verde que debíamos destruir, pero a 1038 le sorprendió que 2782 fuese naranja y 2783 morado. Se avecinaba la época de los secundarios. Los amarillos, cyanes y magentas no teníamos nada que hacer.

Toro escribió:11.- Futuro

Al disiparse el humo no quedaban supervivientes. Tampoco de los suyos. La teniente Jiang pasó junto al cadáver reventado de Ndiaye y se acercó al incubador. El escáner mostraba su interior en la pantalla. Ahí estaba el embrión clonado, aún una microscópica masa informe que debían llevar de vuelta a Beijing. Costaba pensar que aquello fuera la última esperanza para la humanidad, pero, tras el armagedón, con la población mundial estéril o contaminada, la lucha por los escasos recursos tecnológicos había hecho estallar una guerra abierta entre la alianza chino-africana y los restos de la OTAN. El olor a pelo quemado le hizo arrugar la nariz. Se arrodilló junto a su compañera muerta y le retiró un mechón de la frente. A su lado yacía un soldado de rostro aniñado. Llevaba un distintivo belga. No tenía piernas. La teniente se incorporó, descargó una ráfaga contra la incubadora y se largó.

Toro escribió:

Toro escribió:12.- Contrato

Fue una suerte que eligiéramos una clínica cercana a la frontera. Pudimos llegar allí en coche, de forma casi clandestina. La clínica estaba cerrada y el teléfono de contacto no respondía, pero recibimos un SMS: “Hospital Central.”

Aquello era un caos, continuamente llegaban ambulancias con heridos del frente. Teníamos el nombre de la chica y preguntamos en recepción: “Tercera planta, cama 143.”

Ahí estaba el embrión, ya nacido, convertido en un ser humano. Sin embargo, hasta que no lo tuviese en mis brazos no se completaría el contrato. Cuando cogí al bebé, se convirtió en mi hijo, mi sueño hecho realidad. Mariya no opuso resistencia, pero nos pidió que la lleváramos a Polonia, tenía miedo de los bombardeos. Aunque ya habíamos pagado todo lo acordado, le di un sobre con 2.000 euros y la dejamos allí: “Lo siento Mariya, mi sicólogo me ha recomendado que no me implique emocionalmente contigo.”

Toro escribió:13.- Ginecólogo rumano

Mientras pasaba papelas mal cortadas, más baratas que los sacos de patatas que llevaba su padre a la espalda y soltaba todo el lastre escupiendo frases y desastres y encantaba lentamente a los chavales miraba de reojo al Piojo, el guaje más rojo, con arrojo, con más mojo, el bicho que siempre callaba la baba. Pensaba  en ese mocoso mellado y goloso. Que cuando rapeaba, joder, los reunía a todos en corro. Ahí estaba el embrión de algo muy gordo, de una puta revolución.

Toro escribió:14.- Improvisación

«…quedando de manifiesto que ahí estaba el embrión».
El orador recorrió con la mirada el auditorio, hierático, casi desafiante, hasta que un tímido aplauso inició la reacción en cadena que hizo retumbar el teatro.
Se deshizo de sus gafas con un movimiento ensayado, salió desde detrás del atril y agradeció el entusiasmo.
Tras el preceptivo descanso en el camerino, salió por el lateral del edificio zambulléndose en la oscuridad, hasta que una silueta lo abordó.
—Disculpe profesor, no me ha quedado claro a qué embrión se refería. Me avergüenzo de ello, se lo aseguro, máxime tras la euforia de la ovación. No pude aplaudir, no he entendido nada.
—Ellos tampoco, hijo. Ahora mismo estarán celebrando cualquier cosa, sesudos e interesantes, obviando por completo su ignorancia.
—¿Entonces, sería tan amable…?
—No podría ni aunque quisiera, yo tampoco lo sé. Tengo que pensar en ello. Haz tú lo mismo.

Toro escribió:15.- Orígenes

Abrí la compuerta y ahí estaba el embrión hibrido. ¡Vivo!, había funcionado.
Quedé cautivado mirándolo, como a un hijo. Bueno, en cierto sentido lo era. Había recombinado mi propia carga genética con la del espécimen capturado del planeta.
En él depositaba mis esperanzas. Nuestra especie no es capaz de adaptarse a esa atmósfera.
Llevamos demasiado tiempo vagando como para buscar otro destino, los recursos se nos acababan. Nuestra civilización, como tal, morirá en esta nodriza, a kilómetros de esa bella superficie, inhabitable para nosotros. Pero, ¿acaso somos más que una máquina biológica utilizada por nuestros genes para su supervivencia?
En cierta forma lo íbamos a conseguir. Mi aspiración era envejecer viendo este homo-dios inteligente desarrollarse en este hermoso planeta azul y verde.
Lo insertaré en una zona especialmente fértil, tengo dos ríos localizados. Nos asentaremos en el lado opuesto del satélite blanco, a cubierto, observándoles proliferar y conquistar el planeta.

Toro escribió:16.- Sábado a la noche

El guaperas entró a Utero's dispuesto a todo. Esa noche iba a triunfar seguro (bueno, como todas las noches que se lo proponía, pensó vanidoso para sus adentros). Y ahí estaba el embrión, tras la barra, con sus rizos revoltosos y una lánguida mirada.
—¿Cómo es posible que no te haya visto antes por aquí? —le dijo, seductor, aunque algo empalagoso. A cada palabra brotaba una nube de burbujas que desaparecía flotando en el líquido amniótico.
—Pues igual, sólo igual, será porque apenas llevo aquí un par de semanas currando, estoy estreñida, siento náuseas y no tengo el chichi para farolillos. ¡So aborto!

Toro escribió:17.- Nacerá

- Buenos días. Soy el Doctor Blanco, ¿cómo estamos hoy?
- Bien, Doctor, ya con ganas de saber. 
- ¿Es su primera ecografía? 
- Sí, la primera. 
- Bien… veo que se ha realizado una inseminación, ¿ha sido aquí?
- No, Doctor, ha sido en mi país. Bien, veamos. Esto está un poco frío. 

El ecógrafo se deslizó por la superficie viscosa del vientre. Comenzó a oírse el latido, rápido, poderoso.  

- Parece que todo va bien…Aquí está el embrión. 

El médico calló súbitamente. 

- Esto no es un embarazo de seis semanas. Esto es un feto… 

Los ojos del doctor comenzaron a agrandarse, fijos en la imagen. 

- ¿Hay algún problema, Doctor? 

La miró. Sus ojos parecían tener un brillo rojizo. No pudo contener la frase. 

- Esto… esto no es humano. 

Ella no se alteró. Sonrió con el borde de los labios. 

- Pero ¿Está vivo, verdad?

Toro escribió:16.- Sábado a la noche

El guaperas entró a Utero's dispuesto a todo. Esa noche iba a triunfar seguro (bueno, como todas las noches que se lo proponía, pensó vanidoso para sus adentros). Y ahí estaba el embrión, tras la barra, con sus rizos revoltosos y una lánguida mirada.
—¿Cómo es posible que no te haya visto antes por aquí? —le dijo, seductor, aunque algo empalagoso. A cada palabra brotaba una nube de burbujas que desaparecía flotando en el líquido amniótico.
—Pues igual, sólo igual, será porque apenas llevo aquí un par de semanas currando, estoy estreñida, siento náuseas y no tengo el chichi para farolillos. ¡So aborto!

Toro escribió:17.- Nacerá

- Buenos días. Soy el Doctor Blanco, ¿cómo estamos hoy?
- Bien, Doctor, ya con ganas de saber. 
- ¿Es su primera ecografía? 
- Sí, la primera. 
- Bien… veo que se ha realizado una inseminación, ¿ha sido aquí?
- No, Doctor, ha sido en mi país. Bien, veamos. Esto está un poco frío. 

El ecógrafo se deslizó por la superficie viscosa del vientre. Comenzó a oírse el latido, rápido, poderoso.  

- Parece que todo va bien…Aquí está el embrión. 

El médico calló súbitamente. 

- Esto no es un embarazo de seis semanas. Esto es un feto… 

Los ojos del doctor comenzaron a agrandarse, fijos en la imagen. 

- ¿Hay algún problema, Doctor? 

La miró. Sus ojos parecían tener un brillo rojizo. No pudo contener la frase. 

- Esto… esto no es humano. 

Ella no se alteró. Sonrió con el borde de los labios. 

- Pero ¿Está vivo, verdad?

RegSound escribió:También algo sorprendido de que ni Vinny ni Zzzz me hayan nombrado en sus quinielas cuando soy un habitual todas las semanas

RegSound escribió:También algo sorprendido de que ni Vinny ni Zzzz me hayan nombrado en sus quinielas cuando soy un habitual todas las semanas

Vinny Vedecci escribió:

RegSound escribió:También algo sorprendido de que ni Vinny ni Zzzz me hayan nombrado en sus quinielas cuando soy un habitual todas las semanas

A Zzzz todavía le quedan dos. En mi caso, ha sido simplemente una señal de respeto para no errar con un clásico de los microrrelatos, con una referencia ineludible del concurso, con un tipo de los que ya no quedan, de los que no se ven ya por la calle. Un grande.

Vinny Vedecci escribió:

RegSound escribió:También algo sorprendido de que ni Vinny ni Zzzz me hayan nombrado en sus quinielas cuando soy un habitual todas las semanas

A Zzzz todavía le quedan dos. En mi caso, ha sido simplemente una señal de respeto para no errar con un clásico de los microrrelatos, con una referencia ineludible del concurso, con un tipo de los que ya no quedan, de los que no se ven ya por la calle. Un grande.

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:16.- Sábado a la noche

El guaperas entró a Utero's dispuesto a todo. Esa noche iba a triunfar seguro (bueno, como todas las noches que se lo proponía, pensó vanidoso para sus adentros). Y ahí estaba el embrión, tras la barra, con sus rizos revoltosos y una lánguida mirada.
—¿Cómo es posible que no te haya visto antes por aquí? —le dijo, seductor, aunque algo empalagoso. A cada palabra brotaba una nube de burbujas que desaparecía flotando en el líquido amniótico.
—Pues igual, sólo igual, será porque apenas llevo aquí un par de semanas currando, estoy estreñida, siento náuseas y no tengo el chichi para farolillos. ¡So aborto!

Monkey