RONDA 8.12 DEL SOBRESALTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DE FORO AZKENA. TORO Y ELOY CAMPEONES

Esmeralda escribió:Y eso es todo de momento.

Me falta mucha gente, pero quien soy yo para reprochar

salakov escribió:

Esmeralda escribió:Y eso es todo de momento.

Me falta mucha gente, pero quien soy yo para reprochar

Vete a dormir, aprovecha la sinergia de esa siesta hasta las 22:00 h

m señor escribió:¿Hay frase?


Una que me guste digo....
m

Esmeralda escribió:

m señor escribió:¿Hay frase?


Una que me guste digo....
m

El agua se transformó en recipiente

Era la frase que iba a poner, pero se me afeó, se me criticó, se me protestó

Esmeralda escribió:

m señor escribió:¿Hay frase?


Una que me guste digo....
m

El agua se transformó en recipiente

Era la frase que iba a poner, pero se me afeó, se me criticó, se me protestó

Esmeralda escribió:1.-Death is not the end

Me despertó el timbre de su voz. Abrí los ojos y allí no había nadie. Quizá nunca lo hubo. Pero ella era real. Al menos en mi mente. Sus besos trufados me habían enamorado desde aquella inesperada tarde de otoño. Desde entonces, Helena me hablaba, sobre todo en sueños.

La soledad era tal al despertar que no deseaba otra cosa que volver a sucumbir al sueño. O quizá desvanecerme para siempre.

Ese día desayuné copos de avena, zumo de tamarindo y tostadas con compota de frambuesa. Me duché y me puse mis mejores galas. El perfume de jazmín y flores blancas me daba un toque de distinción. Me puse mi sombrero de ala ancha y salí a la calle.

Recorrí sin prisa la calle Virgen de la Paz en dirección Plaza España mientras tarareaba mi canción preferida de Nick Cave y, una vez en el Puente Nuevo, salté al vacío.

Esmeralda escribió:2.- ¿Tiene un momento para hablar de Nuestro Señ...GNOUF!
___

Me despertó el timbre justo cuando empezaba a dormir la siesta.-

Esmeralda escribió:3.- Timbres

Me despertó el timbre una vez más. Cuando empezaba a dormirme, sonaba. Era la forma que habían elegido para torturarme, para que diera los nombres de todos aquellos que habían participado conmigo en la revuelta. Resistí durante días, lo juro, pero cuando fui una piltrafa humana, extenuado de emociones y sentimientos, cuando los nombres de todos aquellos que habían crecido y madurado conmigo y que compartían los mismos ideales eran sólo eso, nombres, palabras carentes de sentido y vínculos, entonces empecé a nombrarlos, uno por uno, como cuando eres niño y recitas una oración que no llegas a entender pero que sueltas como una letanía. Eso hice yo. El delator. ¿El cobarde? Han pasado los años y odio los timbres. En mi casa no los hay, de ninguna clase. Evito los que puedo. Pero no puedo con el que está dentro de mí y sólo yo oigo.

Esmeralda escribió:4.- Ecos
 
Me despertó el timbre de la puerta, incorporándome sobresaltada. En la mesa las velas se consumían, la cena estaba fría. Era ya de madrugada. Me había dormido en el sofá, esperándole. Me levanté a abrirle. Allí estaba, tan guapo como siempre, aunque serio, como me temía.
-Pasa. Llegas tarde –dije cerrando la puerta.
-Lo sé… Estaba pensando, no sabía cómo decirte esto –empecé a temblar-. No podemos seguir juntos.
-No me hagas esto –empecé a llorar-. Sabes que no puedo salir de aquí.
-Lo sé. Por eso me ha costado tanto tomar esta decisión. Pero no puedo.
Lo abracé llorando. Se puso la escafandra espacial y se marchó. Esta vez para siempre.
Fui al ventanal. Abrí las cortinas. Desde el rascacielos veía toda la ciudad. Coches voladores desplazándose en la atmósfera tóxica del año 7352, entre edificios iluminados. A esto había llegado el mundo. Estaba, por primera vez, verdaderamente sola.

Esmeralda escribió:5.- El portero

Me despertó el timbre de la puerta, era el portero.
¡El maldito Juan Carlos Ablanedo! ¡Gatu, déjame dormir!

Esmeralda escribió:6.- Noche de Halloween en Portugalete

Me despertó el timbre. Me había quedado dormido esperando la pizza, la resaca era horrible. —«Ha llegado la hora» —dijo el espantajo con guadaña tras la puerta—. Trabajando hasta tan tarde y de esa ridícula guisa —pensé—. Estuve tentado de explicarle cómo la sociedad de consumo estaba socavando su dignidad como individuo, pero tenía hambre y le di quince euros. —14,95, ¿correcto? Quédese la vuelta, buen hombre. ¿Dónde está mi hawaiiana? —«¡Soy la muerte!» —exclamó con voz ominosa—. Detrás de ella, un enorme tipo rojo con cuernos le tocó el hombro: «Rapidito, que tengo prisa». «¿Recuerda cuando vendió su alma al diablo por otro título del Athletic?» —me sonrió—. ¡La Supercopa no es un título! —le espeté—. Se fue con el rabo entre las piernas, asumiéndolo. —Y usted... —me dirigí a la Parca—. Mire, ahora me viene fatal morirme, hagamos un trato. Ajedrez no tengo, ¿sabe jugar al Fortnite?

Esmeralda escribió:7.- Última llamada

Me despertó el timbre. El sonido monocorde y estridente del timbre de una habitación de hospital.

¡Buff! Mala suerte había tenido esta vez con el enfermo de al lado. Con lo cansado que estoy...

¡Otra vez llamando! ¿No se da cuenta de que no son horas? Yo, a seguir durmiendo.

¡Ahora suena con insistencia! Pues no pienso abrir ni los ojos. Estoy en la gloria.

De repente, entra rauda la enfermera y dice algo que tardo en comprender.

—Lo siento, ha fallecido. Era lo esperado, esté tranquila.

Y, suavemente, abre la mano agarrotada de mi hija y devuelve la perilla del timbre a su sitio.

Esmeralda escribió:8.- Veo, veo. ¿Qué ves?

Me despertó el timbre del vecino. Parecía un camión de bomberos camino de un incendio. Un vecino imbécil, que no lo olvide.
Me asomé a la mirilla y allí afuera estaba la mujer más hermosa que había visto nunca. Puede parecer extraño que a través de la mirilla de la puerta pudiera verla con tanta nitidez como para afirmar tal cosa, pero no puedo flojear ahora. La más hermosa, punto.

Salí al rellano de la escalera como esperando que aquella belleza se echara en mis brazos a falta de los del vecino. Y vaya si lo hizo. Me sonrió con picardía y se abalanzó, morros en ristre. Y al primer beso, entonces sí, me despertó el timbre del teléfono. Mi señora, que se había dejado las llaves y quería entrar. Me asomé a la mirilla —eso es un tic que tengo—, y lo que vi me dejó...Ahí lo dejo.

Esmeralda escribió:9.- Pez y tortuga

Me despertó el timbre y los ladridos insistentes de mi perro.
Abrí y tuve que bajar la vista, pues era una niña de unos cinco años que me sonreía.
Le pregunté quién era. No tardé en oir: "Sé que estás perdida y vengo a tu encuentro".
Tuvimos una animada charla frente a un vaso de leche con galletas. Sus ojos destilaban alegría y emoción.
Después me cogió la mano y me llevó a la puerta.
Tuve que agacharme para escuchar lo que  quería susurrarme al oído en su despedida: "Soy Alma, soy tú misma que ha venido desde tu niñez a rescatarte. No pierdas a la niña que hay en ti porque serás más feliz y más sincera contigo y con el mundo".
Al despertar de mi sueño supe que había encontrado el camino de regreso a casa.

Hank escribió:

Esmeralda escribió:2.- ¿Tiene un momento para hablar de Nuestro Señ...GNOUF!
___

Me despertó el timbre justo cuando empezaba a dormir la siesta.-

no lo pillo... siguiente...

Eloy escribió:

Hank escribió:

Esmeralda escribió:2.- ¿Tiene un momento para hablar de Nuestro Señ...GNOUF!
___

Me despertó el timbre justo cuando empezaba a dormir la siesta.-

no lo pillo... siguiente...

Testigos de Jehová, mormones, adventistas del séptimo algo...

Quizás en las Islas no hay, pero en las grandes ciudades todos los hemos sufrido en alguna ocasión.

Spoiler:

Hank escribió:

Esmeralda escribió:2.- ¿Tiene un momento para hablar de Nuestro Señ...GNOUF!
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Me despertó el timbre justo cuando empezaba a dormir la siesta.-

no lo pillo... siguiente...

Eloy escribió:

Hank escribió:

Esmeralda escribió:2.- ¿Tiene un momento para hablar de Nuestro Señ...GNOUF!
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Me despertó el timbre justo cuando empezaba a dormir la siesta.-

no lo pillo... siguiente...

Testigos de Jehová, mormones, adventistas del séptimo algo...

Quizás en las Islas no hay, pero en las grandes ciudades todos los hemos sufrido en alguna ocasión.

Hank escribió:

Esmeralda escribió:9.- Pez y tortuga

Me despertó el timbre y los ladridos insistentes de mi perro.
Abrí y tuve que bajar la vista, pues era una niña de unos cinco años que me sonreía.
Le pregunté quién era. No tardé en oir: "Sé que estás perdida y vengo a tu encuentro".
Tuvimos una animada charla frente a un vaso de leche con galletas. Sus ojos destilaban alegría y emoción.
Después me cogió la mano y me llevó a la puerta.
Tuve que agacharme para escuchar lo que  quería susurrarme al oído en su despedida: "Soy Alma, soy tú misma que ha venido desde tu niñez a rescatarte. No pierdas a la niña que hay en ti porque serás más feliz y más sincera contigo y con el mundo".
Al despertar de mi sueño supe que había encontrado el camino de regreso a casa.

uy uy uy...

me ha hecho pensar en Tales from the Loop...

bueno, bueno, bueno, bueno...

¿relato autoayuda?



está bien escrito, pero apostaría a que Salaka lo nomina a Poeta...

que tengan ustedes un feliz miércoles...

Hank escribió:

Esmeralda escribió:6.- Noche de Halloween en Portugalete

Me despertó el timbre. Me había quedado dormido esperando la pizza, la resaca era horrible. —«Ha llegado la hora» —dijo el espantajo con guadaña tras la puerta—. Trabajando hasta tan tarde y de esa ridícula guisa —pensé—. Estuve tentado de explicarle cómo la sociedad de consumo estaba socavando su dignidad como individuo, pero tenía hambre y le di quince euros. —14,95, ¿correcto? Quédese la vuelta, buen hombre. ¿Dónde está mi hawaiiana? —«¡Soy la muerte!» —exclamó con voz ominosa—. Detrás de ella, un enorme tipo rojo con cuernos le tocó el hombro: «Rapidito, que tengo prisa». «¿Recuerda cuando vendió su alma al diablo por otro título del Athletic?» —me sonrió—. ¡La Supercopa no es un título! —le espeté—. Se fue con el rabo entre las piernas, asumiéndolo. —Y usted... —me dirigí a la Parca—. Mire, ahora me viene fatal morirme, hagamos un trato. Ajedrez no tengo, ¿sabe jugar al Fortnite?

fútbol no, gracias...

y eso que el relato comenzaba de coña...

Hank escribió:

Esmeralda escribió:3.- Timbres

Me despertó el timbre una vez más. Cuando empezaba a dormirme, sonaba. Era la forma que habían elegido para torturarme, para que diera los nombres de todos aquellos que habían participado conmigo en la revuelta. Resistí durante días, lo juro, pero cuando fui una piltrafa humana, extenuado de emociones y sentimientos, cuando los nombres de todos aquellos que habían crecido y madurado conmigo y que compartían los mismos ideales eran sólo eso, nombres, palabras carentes de sentido y vínculos, entonces empecé a nombrarlos, uno por uno, como cuando eres niño y recitas una oración que no llegas a entender pero que sueltas como una letanía. Eso hice yo. El delator. ¿El cobarde? Han pasado los años y odio los timbres. En mi casa no los hay, de ninguna clase. Evito los que puedo. Pero no puedo con el que está dentro de mí y sólo yo oigo.

¿hasta dónde no damos nuestro brazo a torcer?
¿qué importan los demás cuando lo que cuenta es mi supervivencia?
creo que tan solo claudicaríamos por un hijo... el resto de los seres vivos es secundario...

salakov escribió:Buen show, Hankie.

Eloy escribió:

Hank escribió:

Esmeralda escribió:2.- ¿Tiene un momento para hablar de Nuestro Señ...GNOUF!
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Me despertó el timbre justo cuando empezaba a dormir la siesta.-

no lo pillo... siguiente...

Testigos de Jehová, mormones, adventistas del séptimo algo...

Quizás en las Islas no hay, pero en las grandes ciudades todos los hemos sufrido en alguna ocasión.

m señor escribió:

Hank escribió:

Esmeralda escribió:2.- ¿Tiene un momento para hablar de Nuestro Señ...GNOUF!
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Me despertó el timbre justo cuando empezaba a dormir la siesta.-

no lo pillo... siguiente...

Seguro.que si


.o eres un tipo muy afortunado....sin timbre....

Testigos de Jehová os despierten.....es una maldición terrible
m

Hank escribió:

Eloy escribió:

Hank escribió:

Esmeralda escribió:2.- ¿Tiene un momento para hablar de Nuestro Señ...GNOUF!
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Me despertó el timbre justo cuando empezaba a dormir la siesta.-

no lo pillo... siguiente...

Testigos de Jehová, mormones, adventistas del séptimo algo...

Quizás en las Islas no hay, pero en las grandes ciudades todos los hemos sufrido en alguna ocasión.

es que lo del GNOUF me ha dejado traspuesto...

Esmeralda escribió:
10.- Episodio de hombre con cofia

Me despertó el timbre y al abrir había un hombre con cofia. Se trataba de una preciosa cofia blanca con ribete negro, probablemente de tul, probablemente imitación del siglo XIX. El hombre agitaba nervioso los brazos como queriendo advertirme de algo, ¿quizá había fuego?, ¿se había proclamado la III República?, pero yo no alcanzaba a escuchar una palabra. De modo similar a un hechizado, la cofia demandaba toda mi atención. En ese punto algo me enfadó y comencé a ver en la cofia una burla. La estampa era ridícula como un cuadro de Gertrude Abercrombie y me ofendía en lo más hondo. ¡Valiente mamonazo el hombre con cofia! ¡Tremendo maleducado con perifollo de institutriz! Pensé en propinar un guantazo sobre su disparatado tocado de palafrenero, pero opté por cerrarle la puerta en las narices, ¡pum! No pude volver a dormir, envuelto en olorosas divagaciones sobre cofias y sus subrepticios porqués.

Esmeralda escribió:11.- Garganta la Olla

Me despertó el timbre de una voz que se acercaba cantarina. Había salido a dar un paseo por la sierra después de comer unas migas regadas con abundante vino, el sueño pudo conmigo a mitad de camino. Ahora estaba oscureciendo y escuchaba cómo el canto de una chica iba acercándose cada vez más. Intenté esconderme detrás de la roca donde me dormí. ¡Menudo bellezón! ¿Sería acaso ella? Aquella que se marchó del pueblo, la Serrana…pensé que era una leyenda.  

En un pestañeo la perdí de vista. Me giré y fue cuando recibí el golpe con su cachiporra. Me volvió a despertar su voz con aquella canción, esta vez estaba en una cueva. Maniatado, me empezó a desnudar. Yo me dejé hacer, y del miedo pasé a la lujuria. Tal desenfreno me dejó KO... Pero esta vez lo que me despertó fue el flechazo de su ballesta atravesando mi corazón.

Toro escribió:Miércoles 2 a las 00:59... o sea... ya está chapado?

Hank escribió:ronda algo deslavazada... y eso que la frase es buena...

Esmeralda escribió:
10.- Episodio de hombre con cofia

Me despertó el timbre y al abrir había un hombre con cofia. Se trataba de una preciosa cofia blanca con ribete negro, probablemente de tul, probablemente imitación del siglo XIX. El hombre agitaba nervioso los brazos como queriendo advertirme de algo, ¿quizá había fuego?, ¿se había proclamado la III República?, pero yo no alcanzaba a escuchar una palabra. De modo similar a un hechizado, la cofia demandaba toda mi atención. En ese punto algo me enfadó y comencé a ver en la cofia una burla. La estampa era ridícula como un cuadro de Gertrude Abercrombie y me ofendía en lo más hondo. ¡Valiente mamonazo el hombre con cofia! ¡Tremendo maleducado con perifollo de institutriz! Pensé en propinar un guantazo sobre su disparatado tocado de palafrenero, pero opté por cerrarle la puerta en las narices, ¡pum! No pude volver a dormir, envuelto en olorosas divagaciones sobre cofias y sus subrepticios porqués.