RONDA 8.14 DEL PARLANCHÍN CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL FOROAZKENA. TONICK URTIS HACE HISTORIA ARRASANDO.

Toro escribió:17.- ¿Sapiro corto o largo?

¡La cueva hablíate, sésamo!
Dijo el ladrón chino.

Toro escribió:17.- ¿Sapiro corto o largo?

¡La cueva hablíate, sésamo!
Dijo el ladrón chino.

Eduardo Montenegro escribió:FdC

Lo dejo todo

La cueva habló, dijo "ven".

Esmeralda escribió:Ya ?

Solo 19?

salakov escribió:A mí también me flipan las cuevas. Y os recomiendo dos de la tierruca, las dos de Puente Viesgo: LAS MONEDAS Y EL CASTILLO.

https://cuevas.culturadecantabria.com/las-monedas/

https://cuevas.culturadecantabria.com/el-castillo/

Cosa fina.

Esmeralda escribió:

salakov escribió:A mí también me flipan las cuevas. Y os recomiendo dos de la tierruca, las dos de Puente Viesgo: LAS MONEDAS Y EL CASTILLO.

https://cuevas.culturadecantabria.com/las-monedas/

https://cuevas.culturadecantabria.com/el-castillo/

Cosa fina.

Pero tú no eres manchego-Vasco?

Spoiler:

salakov escribió:

Esmeralda escribió:

salakov escribió:A mí también me flipan las cuevas. Y os recomiendo dos de la tierruca, las dos de Puente Viesgo: LAS MONEDAS Y EL CASTILLO.

https://cuevas.culturadecantabria.com/las-monedas/

https://cuevas.culturadecantabria.com/el-castillo/

Cosa fina.

Pero tú no eres manchego-Vasco?

Ciudadano de un lugar llamado mundo.

Spoiler:

Esmeralda escribió:

salakov escribió:

Esmeralda escribió:

salakov escribió:A mí también me flipan las cuevas. Y os recomiendo dos de la tierruca, las dos de Puente Viesgo: LAS MONEDAS Y EL CASTILLO.

https://cuevas.culturadecantabria.com/las-monedas/

https://cuevas.culturadecantabria.com/el-castillo/

Cosa fina.

Pero tú no eres manchego-Vasco?

Ciudadano de un lugar llamado mundo.

Spoiler:

Esto se ve desde la boca de la cueva del Pindal. Ya le molaría a Cantabria

Zzzz escribió:Y aunque ha habido alguna mención a alguna garganta profunda ha quedado una ronda de lo más recatada.

m señor escribió:

Zzzz escribió:Y aunque ha habido alguna mención a alguna garganta profunda ha quedado una ronda de lo más recatada.

Tu relato el.mejor....

m

Toro escribió:1.- Quiero ser una taza

La cueva habla de alicatados subterfugios, de complicadas evasiones, de cómo encerrarse en el exterior de nuestras propias existencias. La cueva habla de profundidad cuando quiere decir dolor, de recogimiento cuando quiere decir autoanálisis, de retención cuando quiere decir despliegue. La cueva habla y, cuando lo hace, devora tu ser como lo hace el tiburón ballena con el plancton en el Golfo de México, de manera sucinta aunque efectiva…

Manolito leía el texto y no entendía nada. Pensaba que su padre no debería mandarle leer libros tan complicados. Él quería jugar con su Nintendo Switch, a ese juego tan adictivo que le habían regalado por su cumpleaños: Cuphead. En el cole solo hablaban de penes y vaginas, de relaciones y de TikTok. Sí, ya tenía trece años, pero no quería cambiar, ni mucho menos parecerse a los demás.

Manolito quería ser Mugman y pelear contra King Dice o Cagney Carnation.

Toro escribió:2.- Reformas S.A.

La cueva habla y se queja. No de la oscuridad en la que vive, ni de que los modernos cromañones la penetren para pintar sus paredes con dibujos obscenos y mensajes de autoafirmación del tipo “aquí cagué yo”, o para follar a resguardo de la intemperie y practicar la brujería en aquelarres de risa, o para colocarse en esas entrañas suyas que, junto al fuego, predisponen a la alucinación. No se queja de las botellas, latas, preservativos y demás desperdicios que van dejando. Todo eso forma parte de lo que su naturaleza de acogedor seno materno inspira. De lo que se queja es del proyecto del ayuntamiento para transformarla en vivienda. Ya se ve enladrillada, alicatada, recorrida por tuberías y cables, habitada por inodoros de Porcelanosa y muebles de Ikea, aniquilado su verdadero espíritu salvaje, y ahora su boca se retuerce en un estremecedor lamento de animal herido.

Toro escribió:3.- La Búsqueda de Olivia

La cueva habla y me dice que Olivia está dentro. Al principio soy escéptico, pues estaba junto a ella el día que falleció en el hospital, pero pensar en que volveré a ver a Olivia crea un sentimiento más fuerte que todo lo demás. Me introduzco en ella y busco a Olivia. Tengo la sensación de llevar andando en la cueva horas, pero siempre tengo la boca de entrada cerca, permitiendo la claridad justa para que pueda moverme por ella. Empiezo a claudicar debido a que cada camino que exploro acaba en el mismo sitio, pero entonces escucho como Olivia me llama, su voz es nítida. Me guío por ella y por fin la encuentro. Nos abrazamos y en ese momento pierdo de vista la boca de entrada, todo se vuelve oscuro y sonrío porque se que no saldré jamás de la cueva, pero al menos aquí soy feliz.

Toro escribió:4.- El banquete

«La cueva habla de la verdad de lo inteligible, de la obligatoria duda de estar percibiendo sombras», explicaba el maestro. Eudoxo intentaba atender, pero se perdía entre fantasías sexuales. Las palabras de Platón le seducían no menos que su portentosa espalda. ¡Se parecían tanto el deseo y la admiración intelectual! ¡Y tanto la admiración intelectual y el enamoramiento! «Es pérfido aquel amante vulgar que se enamora más del cuerpo que del alma», repasaba Eudoxo una antigua lección sin dejar de soñar con vigorosas virilidades bajo el quitón del sabio. Con gusto se desnudaría ante él y dejaría que lo tomase cual tierno erómeno. Ahora Platón orbitaba sobre la República, pero Eudoxo había dejado de escuchar. Su mente no estaba en la academia, sino entre linos. «Todas las cosas apuntan al placer», filosofaba ensimismado, preguntándose si todo acontecía eso, gozo carnal y nada más, como afirmaban los lejanos hedonistas de Cirene.

Toro escribió:5.- Desde el interior
 
La cueva habla y todos escuchan.
-El primero que consiga entrar alcanzará la vida eterna –dijo una voz cavernosa desde las profundidades.
Los aldeanos se encontraban alrededor, indecisos. El primer valiente dio un paso al frente. Un guerrero armado. Avanzó varios pasos cuando se oyó el rugido de la bestia desde el interior. Se detuvo, temeroso. Un rayo destructor lo fulminó al instante. Todos contuvieron el aliento.
-Sólo los valientes podrán entrar –declaró la cueva.
Un labriego sencillo del pueblo avanzó. Sus familiares intentaron detenerle. Decidido, se adentró en la cueva con paso firme.
Estaba totalmente oscuro. La bestia rugió con suavidad, cuando apareció ante él. Tenía dimensiones colosales, dos cuernos enroscados y afilados colmillos. Acercó su monstruoso rostro lentamente y el joven permaneció quieto. Los focos se encendieron y el público aplaudió con fervor. Miró alrededor desconcertado.
-¡Tenemos un ganador! ¿Cómo te sientes? –dijo el reportero acercándole el micrófono.

Toro escribió:6.- El ritual

La cueva habla y el ritual da comienzo. El impactante rugido proveniente de su interior es la seña para que el chamán levante su báculo y las vírgenes dejen de realizar esa danza orgiástica que tiene ensimismada a toda la tribu para ponerse en fila. Son vírgenes, son jóvenes, son la eterna esperanza del futuro de todos.

De manera ordenada, las jóvenes entran en la cueva y se sientan en círculo. El chamán vuelve a levantar el báculo y los redobles de los tambores mitigan el violento sonido gutural que emerge de la cueva. Todo sucede rápido, con contundencia. En un breve periodo de tiempo, las jóvenes han desaparecido y en la cueva vuelve a ser perceptible una oscuridad profunda.

La tribu se retira a su aldea, a la espera de un nuevo llamado de la cueva.

Toro escribió:7.- Impuesto con calzador

La cueva habló.
—Lo siento, esta no es la cueva para presentar el impuesto sobre bisontes.
—Pero si me dijeron que era aquí.
—No. Aquí es para los mamuts.
—Pero oiga, eso no tiene sentido alguno.
—A mí que me cuenta. Si lo desea puede pintar una reclamación en esa pared.
—Deje, que llevo prisa. ¿Y dónde dice que es?
—Salga de la cueva, suba la colina de la derecha y a mano izquierda.
—De ahí vengo.
—Pues ahí es.
—Gracias.

—Hola, vengo a pagar el impuesto sobre bisontes.
—No es aquí.
—Pero si me han dicho donde los mamuts que sí.
—Le han informado mal. Es en la cueva de enfrente.
—¿Seguro?
—Seguro, pero están a punto de cerrar.
—Gracias, voy corriendo.

—Hola, ¿es aquí lo del impuesto sobre bisontes?
—Así es, caballero. Último día.
—Menos mal. Dígame cuánto…
¡Fuego! ¡Todos fuera de la cueva!

—Tenía que ser hoy.

Toro escribió:8.- La Vaca Multicolor

La cueva habló así. Joder, vais a pensar que era una cueva persa a mayor gloria de Zaratustra.
O del papanatas de Federico, que sería peor. No quiero pensar en quedarme encerrado en una cueva oscura junto al tal Federico, cuya presencia notarías cuando las puntas de sus bigotes rozaran tu pescuezo. ¡Buf!, de pensarlo se me pone la piel de polla adulta.
Al margen de lo poco colaborativo que lo imagino. Tú preguntándote en voz alta si tardarán en venir a rescataros y él, encogiéndose de hombros en la oscuridad: «ni tsé ni me importa».
Volvamos a la cueva, que me despisto y está empezando a llover. La cueva no dijo nada. Las cuevas no hablan si no es de forma metafórica al referirnos a sus pinturas. Pero Federico sí hablaría. Seguro.
¿Me dejaré llevar a desear a la sierva de mi prójimo? Quiá. Soy un Übermensch virtuoso.

Toro escribió:9.- El explorador

La cueva habló pronunciando mi nombre. 
Me encantaba meterme debajo del edredón de la cama. A veces, imaginaba que era una tienda de campaña, pero era más excitante cuando jugaba a la cueva. El domingo, al oir de nuevo mi nombre, tomé una decisión: vería el ciervo rojo y demás animales que el profe nos había enseñado en clase. 
Con determinación cogí mi linterna y mi cantimplora y me dispuse a explorar. 
Después de andar muchos kilómetros, allí estaban. Contemplé embelesado el ciervo, los caballos y hasta un unicornio, pero me  adentré tanto que ya fue imposible regresar a mi habitación. 
Lloré mucho al pensar en mis padres buscándome desesperados. 
Ya he perdido la cuenta y no sé cuántos años han pasado desde aquel día. 
La cueva me ha dicho que ellos están en una residencia para mayores.