RONDA 9.6 DEL ATEMPORAL CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL FORO AZKENA

La frase:

«Lo llaman pasado, pero…»



La frase NO cuenta para las 150 palabras y NO se puede modificar la frase. El pasado es pasado.

Plazo hasta el miércoles a las 23:59.

Buena y creativa semana relatistas  

Relatos a concurso

1. Minucias

Tropiezas con las hojas

Hojas gigantes que aglutinan historias

Historias que se desdibujan

Para dar paso a las nuevas piezas del puzle cósmico

Se trata del Cosmos


Preparas un gran tazón de cereales, añades la leche y también jarabe de arce.

Sí.


2. Los otros

Lo llaman pasado, pero nunca pasó. Son recuerdos, en realidad de otras personas, que nos asaltan a diario con ánimo de recobrar su vigencia.
Con pobres resultados las más de las veces. Y no por olvido, tampoco por revancha.
Por ajeno. Siempre por ajeno.
Alguien en la treintena se apura a borrar tatuajes que otro en la veintena se endeudó para hacer. Y quien en la cuarentena se da prisa para decir adiós a quien otro en la treintena se empeñó en darle el «Sí, quiero» con celeridad.
También hay en la cincuentena quien gasta con fruición lo que otro en la cuarentena decidió atesorar con mimo.
Ninguno es el mismo. Por más que insista en hablar de su pasado, él nunca estuvo allí.

3. Nos volvemos a encontrar
 
Lo llaman pasado, pero sólo hay presente. Nuestro tiempo no transcurre en línea recta, sino en círculos.
En la biblioteca, exploro las fotografías antiguas archivadas de la guerra civil. Allí estamos, en nuestra última vida. Sostengo la fotografía de la última vez que nos vimos, tú con el uniforme, antes de partir al frente. Acaricio la imagen mientras cae una lágrima.
Nos hemos encontrado en tantas vidas… En algunas compartimos años de felicidad, en otras unos segundos.
En la calle se oye a la multitud, guardo las fotos para salir. Esta mañana vi la resolución del juicio en televisión, cadena perpetua. Es la primera vez en esta vida que te encuentro, y ahora tenemos que despedirnos.
La multitud se agolpa ante la puerta del juzgado. Te sacan esposado. Antes de subir al coche, levantas la cabeza y nuestras miradas se encuentran. En esta vida sólo hemos compartido este instante. Pero siempre merece la pena.

4. Pictolín, troposfera, Gatica

Lo llaman pasado, pero yo sé que es un enigma, algo desconocido que puedo vislumbrar desde que descubrí la otra funcionalidad de mi oreja izquierda; girándola mientras cierro los ojos y me tapo la nariz viajo de facto a tiempos pretéritos. Desgraciadamente, sólo sintonizo tres canales y apenas durante unos segundos; mi abuelo siendo reprendido por mi madre al darme un caramelo antes de comer, un bolígrafo que deja de escribir cuando doña Julia explica las capas de la atmósfera y una calurosa mañana —no alcanzo a situar el año—, sonando un bolero en la radio mientras corto cebollas. Desconozco qué importancia tienen estos momentos aparentemente carentes de sentido y por qué aparezco allí y no, como deseo, en fechas señaladas que marcando mi existencia merecerían volver a ser vividas. A diario lo intento retorciendo una y otra vez mi dolorida oreja para acabar sin remedio en aquellos mismos instantes. La vida, qué misterio.

5. Tiempos verbales

Lo llaman pasado, pero adopta muchas formas. Si hablo de ti, acostumbro a utilizar el pretérito imperfecto —«te amaba»— como quien menciona una rutina superada, un mal hábito curado, dejar de fumar. Los días malos también empleo mucho el pretérito perfecto —«hemos vivido»— por establecer alguna cercanía espacial que te aproxime a mí. Sin embargo, mi tiempo preferido para referirme a ti, a lo nuestro, es el pretérito pluscuamperfecto —«habíamos proyectado»—, estableciendo una acción del todo terminada y que pone en valor mis sentimientos: «nunca había sentido algo así». El pretérito pluscuamperfecto es mi favorito, el tiempo de la nostalgia. Nunca utilizo, o casi nunca, el pretérito indefinido —«me equivoqué»— por lo categórico del mismo. El pretérito indefinido da asco. Aunque, según el clinamen, todo orden temporal sea torbellino y esta palabrería nada más que un engañabobos para conjurar el presente. ¿Sabes, amor?, quizá aún te quiero. Futuro simple, acaso siempre te querré.


6. Bueno, en realidad…

—… lo llaman pasado, pero yo lo percibo como “derecha”.
—¿Como “derecha”? ¿El pasado es derecha y el futuro izquierda?
—No. Pasado es pasado y futuro es futuro. Es un problema neurológico mío.
—No había oído algo así nunca, de hecho no acabo de comprenderlo.
—Lo llaman Sinestesia Dimensional, es una enfermedad rara de esas. Normalmente ocurre con los sentidos, a mi me ocurre con las dimensiones.
—O sea, que para ti, por ejemplo, arriba lo percibes como…
—Eso para mí es detrás.
—Pero esto no tiene ningún sentido. Dimensiones espaciales vale, pero, ¿mezcladas con el tiempo?
—Son las 4 dimensiones del espacio-tiempo relativista, van ligadas y por eso las mezclo.
—Pero si percibieras el pasado como derecha, podrías moverte hacia él.
—Y puedo, claro. Voy a derecha y lo compruebas.
…
—Ya me he movido
—¿A dónde, si estamos aquí los dos?
—Bueno, en realidad… lo llaman pasado, pero yo lo percibo como “derecha”.

7. Lo llaman pasado

Lo llaman pasado, por llamarlo de algún modo. Todo depende de donde realizas la observación. Hay personas que contemplan la realidad siempre desde el mismo lugar, sin importar el tiempo transcurrido desde la ternura o la guerra. Viven aferradas a un mito, el suyo propio. Entregadas a la planificación de un futuro reconocible porque lo afrontarán desde una perspectiva inmutable.
Otros necesitan la vorágine. Incapaces de existir sin la transformación constante, su pasado es un trapo usado en el cesto de la ropa sucia. Cada minuto es el latido de una oportunidad. Sus construcciones mentales son balbucientes, líquidas, absorbibles.
Pero todos aprendemos a morir con faltas de ortografía. Ponemos nombres a lugares y amores, a desgracias y miedos. Llevamos metralla en el cuerpo y procuramos salvaguardar al menos un trozo de nuestra propia alma. Decía Serrat que cada quien baja las escaleras como puede. A veces es banal la sabiduría.

8. Mensaje de la Resistencia

“Lo llaman pasado, pero el sistema sigue siendo el mismo. No aprenden, o no quieren. Podemos cambiar Continentes por Exoplanetas. Se siguen explotando recursos naturales en algunos para que se vean beneficiados unos pocos. Las nuevas élites del Comité han echado por tierra cualquier opción de independencia, queriendo mantener su poder sobre toda la red interplanetaria. Su pensamiento podría resumirse en: «¿qué más da esquilmar un planeta hasta la insostenibilidad si cada año la Agencia Espacial encuentra un nuevo?»
No se dan cuenta de que la población no crece al mismo nivel, que no podemos estar moviéndonos de planeta en planeta tan rápidamente. Somos nómadas a la fuerza, no tenemos un hogar. A este ritmo la red interplanetaria va a colapsar, como le pasó a la Tierra. Y esta vez… ¿a dónde iremos?
La gente cada día pierde más la fe en ESPERANZA.”

9. Mindfu**ness.

Lo llaman pasado pero si tiene más de dos horas de envejecimiento es olvido.
No dicen la palabra futuro aunque no esté prohibida porque hay un veto aún más eficaz: un rutilante consenso sobre que el futuro es de mal gusto, solo para iletrados o cobardes.
Practican y practican para vivir solo el Presente. Aquí, ahora. Se oyen a sí mismos, sus sensaciones, sus voces interiores y sus dolores. Se refugian del ruido porque “suficiente tienen con lo que tienen”. Aquí, ahora, aquíahorayo. Se sienten víctimas pero el verdugo no existe.
Y ni siquiera son hedonistas. El hedonismo sería sucio, descontrolado y lo peor, podría precisar de otros.

Afortunadamente para el porvenir de esta civilización, del que alguien tiene que ocuparse, hay aún personas que sí oyen el murmullo.

10. Reflexiones truncadas

—Lo llaman pasado, pero es el regüeldo del melón poco maduro que tomaste de postre al mediodía, la comida que recalientas una y otra vez en el microondas y no te cansas de comer —aunque la mayoría de las veces te repugne—, es esa astilla que te clavaste en el dedo cuando eras aún niño y se quedó ahí —enterrada en la carne, como una parte más de tu cuerpo— para recordarte con su presencia que una vez algo te dolió...

—Déjate de rollos y pásame el porro.

11. Canción 12

Lo llaman pasado, pero para mí son las 8 primeras canciones de un disco. Lo escuchas infinidad de veces, pero rara vez alcanzas esos últimos temas infravalorados. Caen en el olvido.

Así ha sido mi vida, una consecución de melodías hasta llegar a la pista 8. Lucho por alcanzar el final del compacto, pero la memoria se me escurre entre los dedos. La zozobra me invade y no puedo contra el gigante. Cada día pierdo un recuerdo, vagamente alcanzo a evocar la canción número 3, con lo que me gustaba aquella letra.

Ha desaparecido.

Ya no soy capaz de cantar mi historia. Veo caras que no reconozco. Las palabras se enredan en mi cabeza y no consigo ordenarlas. Después de la 4 ya no sé qué número seguía. El Alzheimer orquesta mis últimas notas.

Seré un disco sin canción 12.

12. También es el perro de Heidi

Lo llaman pasado, pero es niebla.
Es una nube grávida, que cae de las alturas
aplastando la hierba.
Que gana siempre al sol, que ciega
las aves pasajeras,
los barcos que regresan.
Es humedad helada, blanca como la muerte.
Es mi refugio frío, sin paredes ni techo,
mi cárcel sin barrotes de vapor de otro tiempo.
Mi cuerpo de salumbre
cada día
come, respira, folla.
Escapa de su sombra.
Sucumbe al propio cepo.
Y a eso también lo llaman
vivir.

13. Varón Dandy

—Lo llaman pasado, pero ya se sabe que siempre vuelve, que es cíclico. Cuando vuelva me encontrará tan auténtico como siempre, y volveré a ser el rey de la pista. Mi estilo no es pasado, es genuino, una prueba de mi carisma. Otros habrán invertido esfuerzos, tiempo y dinero en perseguir tendencias, llegando a las modas siempre tarde o demasiado pronto, o amoldándose a la masa borreguil. Allá ellos y su falta de personalidad. Anda que no he ligado yo con esta camisa hawaiana, esta americana blanca de poderosas hombreras y estos pantalones marrones de pana ancha. Vale que están algo ajados y huelen a naftalina, que me quedan algo prietos (he engordado un poco) y que mi melena cardada ya sólo se ve desde atrás, que soy más Santiago Segura que Sonny Crockett, pero si buscas a alguien auténtico, soy tu machoman.

—Y tú, Maricarmen, ¿Tendrías una segunda cita con Primitivo?

—Errrr…. NO.


14. El Determinista

Lo llaman pasado, pero es una condena. Al principio, el pasado no era otra cosa que caminar hacia atrás o volver la vista, si nada debía cambiarse. Con el tiempo, ya no fue cuestión de caminar hacía delante, o dejarse llevar, y deshacer mis pasos cuando algo tenía que ser corregido.

Es mucha la responsabilidad de quien puede desplazarse en el tiempo y, a la vez, ser consciente de que uno no puede estar en todas las partes a todas las horas para evitar la más mínima desgracia. Por eso, a veces, me abandono en el océano de tiempo, como el niño que en verano se dejar mecer por el mar con las piernas y brazos bien estirados.

Cuando mi sentido del deber regresa y siento la impotencia del que no puede abarcar todo, corro hacia el futuro, donde ya no queda nada ni nadie: donde ya, por fin, no hay nada que arreglar.

15. Cuando Nico se fue...

Lo llaman pasado, pero sin razón. Está tan presente que todavía lo veo levantando la mano en el museo de matemáticas, aunque nunca supiera la respuesta.
En todos los años académicos que llevo impartiendo, la pérdida de un alumno ha sido la peor experiencia sin duda alguna.
Una pérdida que deja un vacío difícil de olvidar.

Nos tocó volver al museo a por Nico, llevábamos recorrido más de la mitad del trayecto y a él no se le ocurrió, hasta pasadas dos horas, llamar por teléfono a su amigo. Y nosotros somos idiotas porque no sabemos ni pasar lista. Lo llamamos pasado porque nos ha dicho la jefa de estudios que esto no volverá a pasar, de nuevo.

16. Antituerka

Lo llaman pasado, pero es rebeldía. Si no gira como los demás lo etiquetan de inútil; lo que tienen es miedo. Son precisamente estos tornillos los más dificiles de sacar, los que más molestan. Usan taladros para machacarlos y aún así resisten. Tienen diferentes cabezas y una misma rosca. Los llaman pasados, pero son antisistema.

17. Esencia de rockabilly

Lo llaman pasado, pero está de rabiosa actualidad. Este vestido negro era de mi abuela.

Lo llevo con un cinturón rojo con lunares blancos que resalta mi cintura, el color del vestido y que aviva el vuelo de la falda

De peinado, un moño top knot, un pañuelo de lunares, a juego con el cinturón, atado en la parte delantera de la cabeza, un tupé tamaño XXL, en forma de caracola de mar, a lo Imelda May y patillas en forma de gancho dirigidas a las mejillas. Me maquillo los párpados con eyeliner negro, creando un efecto de ojos felinos y los labios, rojo fuego.

Los zapatos, rojos, brillantes, puntiagudos y de tacón fino. Por supuesto, gafas de sol, pin up, de pasta y bolso de mano rojo.

Me falla el coche, hago cagar sin un descapotable. Y mi marido, siempre en chandal. Qué le costará vestirse a lo Travolta de vez en cuando.

Aquí actas, creo

Oh, me encanta "Los puentes de Madison". Recuerdo verla con 19 años y pensar: ¿a mí qué me atañe esta historia de viejos?

Pero la revisioné hace poco y me emocionó hasta el tuétano. Me dejó hecho polvo. ¡Y es que ni siquiera eran viejos!

Agua pasada no mueve molinos.

Leí lo llaman pesado

Estoy fatal

Esmeralda escribió:Leí lo llaman pesado

Estoy fatal

Toma drogas.

Las drogas son la solución para todo.

qué suculenta...

muy bien

Dejaos subyugar por este temazo de Fink.

Joé, causa presbicia también el Covid.
¿Ahora dan la baja con el Covid?
Yo ya no sé ni si me tengo que vacunar o no.

Salakov, me impresionó tu relato. Creo que no te voté por error.

salakov escribió:

Esmeralda escribió:Leí lo llaman pesado

Estoy fatal

Toma drogas.

Las drogas son la solución para todo.

Ayudan mucho.

Aurora escribió:Salakov, me impresionó tu relato. Creo que no te voté por error.

En mi relato utilicé frases y conceptos de un relato que tengo escrito y del que estoy muy orgulloso, sin embargo nunca ha sido premiado en un certamen. Seguiré insistiendo.

Te lo mando por privado.

salakov escribió:

Aurora escribió:Salakov, me impresionó tu relato. Creo que no te voté por error.

En mi relato utilicé frases y conceptos de un relato que tengo escrito y del que estoy muy orgulloso, sin embargo nunca ha sido premiado en un certamen. Seguiré insistiendo.

Te lo mando por privado.

m

No me voy a quejar aquí, que salís con almorranas, visión doble, neuropatías, tornillos en los huesos. Llamaré a mi madre.

La frase mola

Esmeralda escribió:No me voy a quejar aquí, que salís con almorranas, visión doble, neuropatías, tornillos en los huesos. Llamaré a mi madre.

La frase mola

RONDA 9.6 DEL CYBERNETICO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL FORO AZKENA

Pongo mi bolita aquí, dejaré cabeceras ytal, y prosigo la cargada jornada...

A los hermanos mayores, los padres les hacen más caso y les tienen más en consideración, pero les exigen más.
Los padres pasan de los pequeños porque ya están cansados y porque ya tienen experiencia criando.
Lo malo es cuando eres mayor y eres pequeña, como es mi caso.
La sexta de siete. Tengo una hermana pequeña. De niñas siempre la protegía y cuidaba, aunque también le "miscaba" bichos y le metía arañas en la cama.
No me gustaban nada las injusticias que viví, de niña, por ser hermana pequeña.

Los hermanos del medio sois los inadaptados, los habitantes en tierra de nadie, los drogadictos.

Aurora escribió:A los hermanos mayores, los padres les hacen más caso y les tienen más en consideración, pero les exigen más.
Los padres pasan de los pequeños porque ya están cansados y porque ya tienen experiencia criando.
Lo malo es cuando eres mayor y eres pequeña, como es mi caso.
La sexta de siete. Tengo una hermana pequeña. De niñas siempre la protegía y cuidaba, aunque también le "miscaba" bichos y le metía arañas en la cama.
No me gustaban nada las injusticias que viví, de niña, por ser hermana pequeña.

Pulsastes el play y...

Hola.

Esmeralda escribió:Leí lo llaman pesado

Estoy fatal

pues ya me ha jodido el chiste...

¡Sugus, advenedizo!

Solo mencionar, antes de irme a dormir la siesta, que acaba de salir Palencia en la tele.

¿Puedo omitir la coma?

Aurora escribió:¿Puedo omitir la coma?

Puedes

Puedes, pero la RAE lo desaconseja.

salakov escribió:¡Sugus, advenedizo!

a tÍ que te importa con quien me acuesto???

Pasado Pero suena a prota de narcocorrido

Esmeralda escribió:Pasado Pero suena a prota de narcocorrido

A sevillana también suena un poco.

Esmeralda escribió:Pasado Pero suena a prota de narcocorrido

"Pasa, dopero", dijo Indurain en el hotel al médico del equipo.

Pasado Pepero.

La frase creí que no me gustaba, pero me ha plantado una idea pronto en la cabeza. Ahora a ver si da frutos.

Yo también tengo una idea.

Una mala idea, pero una idea.

FdC.

Matusalén

Lo llaman pasado, pero es pluscuamperfecto.

Es una ronda ideal para el retorno de Autista y un relato sobre nazis.

A mí se me ha ocurrido ya también algo, a ver luego cómo le doy forma y lo completo.

salakov escribió:Es una ronda ideal para el retorno de Autista y un relato sobre nazis.

Pero si Autista ya ha vuelto. Deja los porros.

No recuerdo cuándo empecé aquí, pero llevo en el foro desde 2011, cuando me di de alta por culpa de Mitxi... antes me indignaba cuando mis relatos pasaban con más pena que gloria, ahora me da completamente igual, esto es lo mejor del foro y la gente más sanota, es como sentirte en casa sin ser juzgado... me gusta escribir lo que sea y me gusta comprobar cómo ganan aquellos a los que suelo votar, no hay más, eso sí, hace eones que una frase no me motiva

No te contesto, Felix para que sigas pensando que eres invisible.

Zzzz escribió:No te contesto, Felix para que sigas pensando que eres invisible.

¡Este es mi Zzzz!

Felix the cat escribió:

Zzzz escribió:No te contesto, Felix para que sigas pensando que eres invisible.

¡Este es mi Zzzz!

Un gato nunca es invisible para mí

FdC

Comegatos

Lo llaman pasado, pero mis huevos. Yo tenía una vecina a la que llamábamos Comegatos. La cosa es que cuidaba muy mal a los animales. Y nos divertía llamarla así. Un día, en fiestas del pueblo, un amigo la saludó de esta guisa:

—Hola, Comegatos.

Ella se amohinó. Se puso de muy mala hostia y yo insté a mi amigo a disculparse. Su falta de respeto estaba fuera de lugar. Así que se acercó a ella, agachó la cabeza y dijo:

—Comegatos, perdona por llamarte Comegatos.

Hoy es el día que esa muchacha me mira mal.

Comegatos... qué asco comer gatos.

Tengo la suerte de no enterarme de nada. No he entendido lo de Niki.

Que sí, que ya me voy a dormir.