POESIA
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Re: POESIA
En Spoiler, mi relato galardonado con el segundo premio en el III CERTAMEN DOLORES IBÁRRURI GÓMEZ "PASIONARIA",convocado por el Museo de la Minería del País Vasco (Gallarta).
http://www.meatzaldea.eus/images/noticias/0/SARI%20BANAKETA(1)(1)(1).pdf
Para quien guste.
http://www.meatzaldea.eus/images/noticias/0/SARI%20BANAKETA(1)(1)(1).pdf
Para quien guste.
- Spoiler:
LOS DOS HIJOS DE DOÑA PETRA
I.
» De la historia que te voy a contar, querida nieta, apenas quedan ecos en las páginas de los relatos que nadie quiere leer y en las mentes de los abuelos que nadie quiere escuchar, pero precisamente por ese motivo escucha a este anciano y su historia olvidada.
Discurría septiembre de 1896 cuando llegaron Doña Petra y su marido a La Arboleda, procedentes de Castilla La Vieja. Llegaron como tantos, a trabajar las minas de Triano. Para eso vinieron, para trabajar en el sentido más puro del verbo, sin apenas verse más que de noche. Para trabajar en jornadas de catorce horas, eternas, interminables. Para sacar en un día el sustento necesario para pasar ese día. Para trabajar en años de cansancio y hambre, de fatiga y frío, que pasaron como un suspiro, de la mina al hogar, a una cama caliente en el peor de los casos, rezando al cielo antes de acostarse para que un aguacero no estropeara el jornal del día siguiente.
En esas circunstancias, en el miserable barracón de madera que les hiciera las veces de casa, dio a luz Doña Petra a sus dos hijos. Poco después, en el Hospital de Triano, enviudaría de viruela. Pese a ser su marido atendido en persona por el mismísimo Doctor Enrique de Areilza —y te aseguro que bien ganadas tiene ese hombre cuantas calles se le quieran poner a su nombre—, nada se pudo hacer por él. Pero no trata esta historia de la viudez de Doña Petra sino de sus dos hijos.
Recién despertaba el nuevo siglo, como he dicho ya.
II.
» Y es que las cosas a veces son así, inexplicables. Créeme si te digo que muy a menudo en este mundo no hay nada más encontrado que los miembros de una familia.
Créeme, querida nieta, porque exactamente así, antagónicos, fueron los dos hijos de Doña Petra. Sin apenas sacarse un año entre sí, tan diferentes como solo pueden serlo dos hermanos. Pedro, el mayor, un niño serio, solemne, de profundos ojos negros que le hacían aparentar muchos más años de los que tenía, creció convirtiéndose en un niño astuto y robusto. Joaquín, el pequeño, en cambio, dentro de sus ojos nunca crecería. Pedro y Joaquín. Uno un hombre que fue un hombre incluso cuando le tocó ser un niño y el otro un niño que siguió siendo un niño incluso cuando le tocó convertirse en un hombre. Nada más que eso.
Pedro y Joaquín, las dos caras de una moneda, la cara y la cruz, ambas conformando una misma moneda, este relato…
III.
» Pero perdona a este viejo caduco. Ya he vuelto a caer en mis ensoñaciones, ¿a que sí? Es la edad acumulada en mi cerebro —tanta—, que triza mis recuerdos, los fragmenta, los descompone y me devuelve a cambio algo que se asemeja la realidad. Tal vez a causa de ello siempre resultan recuerdos y añoranzas benignos de tiempos que muchas veces no fueron mejores…
Doña Petra, por ejemplo, fue una mujer de las que ya no quedan, una señora cuando esa palabra aún valía su significado. Una etxekoandre que, viuda de necesidad y menesterosos como estaban, envió a sus hijos pequeños a trabajar. Hacia la humedad de una mina a cielo abierto, hacia nubes de hormigón, hacia lluvia de cemento. Codo con codo junto a rostros apergaminados, manos ebúrneas y miradas grises. Hombres. Mineros. Vagonetas y picos, canteras y sudor. Necesitaban el dinero, ¿qué otra cosa se podía hacer?
De esa manera, apenas tuvieron tiempo Pedro y Joaquín de olvidar su niñez cuando fueron enviados por Doña Petra al lavadero de la mina. Un trabajo sencillo pero que el frío y la humedad se encargaban de hacerlo de una dureza extrema. Quizá por ese motivo todas las mañanas se repetía la misma historia en el barracón que les servía de hogar. En cuanto Doña Petra despertaba a sus dos hijos, Joaquín se ponía a llorar, a berrear, que no quería ir, por favor, no, que le dolían mucho las manos, ahítas de sabañones. Tenía entonces Pedro que cogerle firmemente del brazo, arrastrarle hacia el lavadero y obligarle a trabajar.
Era sin embargo que Joaquín se escaqueaba en cuanto podía. A él no le gustaba el hierro, ni la mina, ni el lavadero de mineral. A él lo que le gustaba eran las estrellas y afirmaba que él lo que realmente quería ser era minero de estrellas. ¿Te lo puedes imaginar? ¡Minero de estrellas, como si éstas se pudieran recolectar! El bueno de Joaquín y sus ocurrencias, escapándose las noches más claras a los montes a verlas —no faltaba monte cerrado en La Arboleda para esconderse—, para luego, al regresar, recibir una buena y merecida tunda de Doña Petra, tras la cual lloraba y Pedro tenía que reconfortarle.
Una y otra vez, cíclica, orbicularmente, el final de cada fuga terminaba con Pedro intentando consolarle, abrazándole incondicionalmente, incapaz de entender qué pasaba por la mente distinta de ese hermano suyo que no asumía su naturaleza de obrero en la mina de hierro…
IV.
» Pero no cejó Joaquín en su empeño, ya lo creo que no. Su terquedad era pareja a su ahínco por conquistar el cielo. Incluso después de la muerte de Doña Petra siguió inmarcesible en su proceder, en su afán por aprehender todas y cada una de las estrellas del firmamento. Aun cuando Pedro se casó, Joaquín continuó escapándose regularmente al monte, afirmando al volver que él lo que quería ser era minero de estrellas. Día tras día, durante el resto de su vida, para que les mantuvieran a los dos en la mina, Pedro tuvo que hacer el trabajo de tres. Llegó a asumir que así sería siempre.
Pero ay, querida nieta, no fue así siempre. Lamentablemente, no lo fue...
No lo fue porque décadas después llegó aquella época en que la minería vasca dejó de ser rentable. El hierro dejó de manar como una fuente del suelo y desde La Arboleda hasta Muskiz voces hueras pregonaron su ira a lo largo de la margen minera. La tierra pareciendo recordar aún las décadas de prosperidad, nuestro pueblo gris tornó más gris. Tanto se lloró por aquel entonces que las lágrimas ahogaron las antiguas minas, inundándolas. Época de otro tipo de hambres—entenderás esto cuando seas más mayor—, fue aquel un tiempo de pasiones y ‘Pasionarias’: los años 60. Por aquel entonces, sobre los hasta entonces paisajes lunares —abruptos de dinamita, irreales de barrena— de La Arboleda volvió a crecer la vegetación y familias de mineros de varias generaciones tuvieron que dedicarse a otras tareas —con suerte en alguna fábrica de Sestao—, bregando contra un desempleo que no les abandonaría ya.
Y ahora, por favor —noto que me falta el aire—, disculpa un momento a este anciano vetusto. Me temo que estos ojos présbitas observan mejor de lejos que de cerca y aprecian más detalles en los ayeres que en los hoy.
No se me ha metido ninguna brizna en el ojo, no. Tengo suficiente edad como para permitirme el lujo de no mentir. Sí, estoy llorando, pero ahora se me pasa…
V.
» Así, querida nieta, como te iba diciendo —y confío en terminar mi narración sin volver a emocionarme—, cuentan que a finales de aquella época tan gris se podía ver aún a los ancianos que ahora eran Pedro y Joaquín caminar noctámbulos por La Arboleda, bajando hasta la otrora mina del Carmen para ver reflejarse las estrellas, todas y cada una de las estrellas del firmamento, sobre la mansa superficie de los recién bautizados como Pozo Ostión y Pozo Parcocha.
De esta manera, cuentan también que al regresar a casa Joaquín, el enamorado hasta la obsesión de la noche, rompía siempre el silencio con sus carcajadas, dando pequeños brincos, regocijado por esos lagos artificiales, por esa luz fósil, que al mismo tiempo no eran sino el antiguo lavadero de mineral anegado, las minas inundadas de su hermano.
Entonces era Pedro quien se encogía lloroso en su abrigo, melancólico, y Joaquín quien le reconfortaba.
Una y otra vez, cíclica, orbicularmente, el final de cada paseo nocturno terminaba con Joaquín intentando consolarle, abrazándole incondicional, incapaz de entender qué pasaba por la mente distinta de ese hermano suyo que no veía la belleza que emanaba del reflejo nocturno sobre aquellas balsas, su rutilante mina de estrellas…
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Lo expresa una palabra: desencanto.
Ningún dolor concreto o abandono,
más bien esa actitud que a su partida
el dolor nos contagia:
cierta desconfianza y un asombro
extraño ante la dicha.
Que en el amor no sean
las palabras tan sólo lo gastado,
pues como en un poema que pretendo feliz
y me traiciona, en él he perseguido, siempre,
algún final más digno a sus comienzos.
En la desposesión que se repite
ya lágrimas no encuentro,
una resurrección, ninguna muerte
pudiera todavía emocionarme,
pues somos la costumbre del fracaso.
Pero yo sé que habrá, de vez en cuando,
algún modesto obsequio de los días:
alcohol y noches, tangos, libros, cuerpos,
o quizá el verso hermoso que hoy me huye:
escudo ante las llamas, armas blancas
contra el devastador ejército del tiempo.
—Vicente Gallego—
Ningún dolor concreto o abandono,
más bien esa actitud que a su partida
el dolor nos contagia:
cierta desconfianza y un asombro
extraño ante la dicha.
Que en el amor no sean
las palabras tan sólo lo gastado,
pues como en un poema que pretendo feliz
y me traiciona, en él he perseguido, siempre,
algún final más digno a sus comienzos.
En la desposesión que se repite
ya lágrimas no encuentro,
una resurrección, ninguna muerte
pudiera todavía emocionarme,
pues somos la costumbre del fracaso.
Pero yo sé que habrá, de vez en cuando,
algún modesto obsequio de los días:
alcohol y noches, tangos, libros, cuerpos,
o quizá el verso hermoso que hoy me huye:
escudo ante las llamas, armas blancas
contra el devastador ejército del tiempo.
—Vicente Gallego—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Mira a todos a tu alrededor y ve lo que hemos hecho de nosotros y de eso considerado como victoria nuestra de cada día.
No hemos amado por encima de todas las cosas.
No hemos aceptado lo que no se entiende porque no queremos pasar por tontos.
Hemos amontonado cosas y seguridades por no tenernos el uno al otro.
No tenemos ninguna alegría que no haya sido catalogada.
Hemos construido catedrales y nos hemos quedado del lado de afuera, pues las catedrales que nosotros mismos construimos tememos que sean trampas.
No nos hemos entregado a nosotros mismos, pues eso sería el comienzo de una vida larga y la tememos.
Hemos evitado caer de rodillas delante del primero de nosotros que por amor diga: tienes miedo.
Hemos organizado asociaciones y clubs sonrientes donde se sirve con o sin soda.
Hemos tratado de salvarnos, pero sin usar la palabra salvación para no avergonzarnos de ser inocentes.
No hemos usado la palabra amor para no tener que reconocer su contextura de odio, de amor, de celos y de tantos otros opuestos.
Hemos mantenido en secreto nuestra muerte para hacer posible nuestra vida.
Muchos de nosotros hacen arte por no saber cómo es la otra cosa.
Hemos disfrazado con falso amor nuestra indiferencia, sabiendo que nuestra indiferencia es angustia disfrazada.
Hemos disfrazado con el pequeño miedo el gran miedo mayor y por eso nunca hablamos de lo que realmente importa.
Hablar de lo que realmente importa es considerado una indiscreción.
No hemos adorado por tener la sensata mezquindad de acordarnos a tiempo de los falsos dioses.
No hemos sido puros e ingenuos para no reírnos de nosotros mismos y para que al fin del día podamos decir «al menos no fui tonto» y así no quedarnos perplejos antes de apagar la luz.
Hemos sonreído en público de lo que no sonreiríamos cuando nos quedásemos solos.
Hemos llamado debilidad a nuestro candor.
Nos hemos temido uno al otro, por encima de todo.
Y todo eso lo consideramos victoria nuestra de cada día.
—Clarice Lispector, Aprendizaje o El libro de los placeres —
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Diálogo
No digas que mi amor era sortija o pulsera,
mi amor era asedio,
era los rebeldes navegando hacia su muerte,
buscándola.
No digas que mi amor era luna,
eran chispas.
—Adonis—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Vete
Mi sueño no tiene sitio
para que vivas. No hay sitio.
Todo es sueño. Te hundirías.
Vete a vivir a otra parte,
tú que estás viva. Si fueran
como hierro o como piedra
mis pensamientos, te quedarías.
Pero son fuego y son nubes,
lo que era el mundo al principio
cuando nadie en él vivía.
No puedes vivir. No hay sitio.
Mis sueños te quemarían
—Manuel Altolaguirre—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
El otro día encontré una librería una segunda edición de Viento del Pueblo. Me vi obligado a comprarla.
Perseide- Mensajes : 13596
Fecha de inscripción : 21/11/2015
Re: POESIA
salakov escribió:En Spoiler, mi relato galardonado con el segundo premio en el III CERTAMEN DOLORES IBÁRRURI GÓMEZ "PASIONARIA",convocado por el Museo de la Minería del País Vasco (Gallarta).
http://www.meatzaldea.eus/images/noticias/0/SARI%20BANAKETA(1)(1)(1).pdf
Para quien guste.
- Spoiler:
LOS DOS HIJOS DE DOÑA PETRA
I.
» De la historia que te voy a contar, querida nieta, apenas quedan ecos en las páginas de los relatos que nadie quiere leer y en las mentes de los abuelos que nadie quiere escuchar, pero precisamente por ese motivo escucha a este anciano y su historia olvidada.
Discurría septiembre de 1896 cuando llegaron Doña Petra y su marido a La Arboleda, procedentes de Castilla La Vieja. Llegaron como tantos, a trabajar las minas de Triano. Para eso vinieron, para trabajar en el sentido más puro del verbo, sin apenas verse más que de noche. Para trabajar en jornadas de catorce horas, eternas, interminables. Para sacar en un día el sustento necesario para pasar ese día. Para trabajar en años de cansancio y hambre, de fatiga y frío, que pasaron como un suspiro, de la mina al hogar, a una cama caliente en el peor de los casos, rezando al cielo antes de acostarse para que un aguacero no estropeara el jornal del día siguiente.
En esas circunstancias, en el miserable barracón de madera que les hiciera las veces de casa, dio a luz Doña Petra a sus dos hijos. Poco después, en el Hospital de Triano, enviudaría de viruela. Pese a ser su marido atendido en persona por el mismísimo Doctor Enrique de Areilza —y te aseguro que bien ganadas tiene ese hombre cuantas calles se le quieran poner a su nombre—, nada se pudo hacer por él. Pero no trata esta historia de la viudez de Doña Petra sino de sus dos hijos.
Recién despertaba el nuevo siglo, como he dicho ya.
II.
» Y es que las cosas a veces son así, inexplicables. Créeme si te digo que muy a menudo en este mundo no hay nada más encontrado que los miembros de una familia.
Créeme, querida nieta, porque exactamente así, antagónicos, fueron los dos hijos de Doña Petra. Sin apenas sacarse un año entre sí, tan diferentes como solo pueden serlo dos hermanos. Pedro, el mayor, un niño serio, solemne, de profundos ojos negros que le hacían aparentar muchos más años de los que tenía, creció convirtiéndose en un niño astuto y robusto. Joaquín, el pequeño, en cambio, dentro de sus ojos nunca crecería. Pedro y Joaquín. Uno un hombre que fue un hombre incluso cuando le tocó ser un niño y el otro un niño que siguió siendo un niño incluso cuando le tocó convertirse en un hombre. Nada más que eso.
Pedro y Joaquín, las dos caras de una moneda, la cara y la cruz, ambas conformando una misma moneda, este relato…
III.
» Pero perdona a este viejo caduco. Ya he vuelto a caer en mis ensoñaciones, ¿a que sí? Es la edad acumulada en mi cerebro —tanta—, que triza mis recuerdos, los fragmenta, los descompone y me devuelve a cambio algo que se asemeja la realidad. Tal vez a causa de ello siempre resultan recuerdos y añoranzas benignos de tiempos que muchas veces no fueron mejores…
Doña Petra, por ejemplo, fue una mujer de las que ya no quedan, una señora cuando esa palabra aún valía su significado. Una etxekoandre que, viuda de necesidad y menesterosos como estaban, envió a sus hijos pequeños a trabajar. Hacia la humedad de una mina a cielo abierto, hacia nubes de hormigón, hacia lluvia de cemento. Codo con codo junto a rostros apergaminados, manos ebúrneas y miradas grises. Hombres. Mineros. Vagonetas y picos, canteras y sudor. Necesitaban el dinero, ¿qué otra cosa se podía hacer?
De esa manera, apenas tuvieron tiempo Pedro y Joaquín de olvidar su niñez cuando fueron enviados por Doña Petra al lavadero de la mina. Un trabajo sencillo pero que el frío y la humedad se encargaban de hacerlo de una dureza extrema. Quizá por ese motivo todas las mañanas se repetía la misma historia en el barracón que les servía de hogar. En cuanto Doña Petra despertaba a sus dos hijos, Joaquín se ponía a llorar, a berrear, que no quería ir, por favor, no, que le dolían mucho las manos, ahítas de sabañones. Tenía entonces Pedro que cogerle firmemente del brazo, arrastrarle hacia el lavadero y obligarle a trabajar.
Era sin embargo que Joaquín se escaqueaba en cuanto podía. A él no le gustaba el hierro, ni la mina, ni el lavadero de mineral. A él lo que le gustaba eran las estrellas y afirmaba que él lo que realmente quería ser era minero de estrellas. ¿Te lo puedes imaginar? ¡Minero de estrellas, como si éstas se pudieran recolectar! El bueno de Joaquín y sus ocurrencias, escapándose las noches más claras a los montes a verlas —no faltaba monte cerrado en La Arboleda para esconderse—, para luego, al regresar, recibir una buena y merecida tunda de Doña Petra, tras la cual lloraba y Pedro tenía que reconfortarle.
Una y otra vez, cíclica, orbicularmente, el final de cada fuga terminaba con Pedro intentando consolarle, abrazándole incondicionalmente, incapaz de entender qué pasaba por la mente distinta de ese hermano suyo que no asumía su naturaleza de obrero en la mina de hierro…
IV.
» Pero no cejó Joaquín en su empeño, ya lo creo que no. Su terquedad era pareja a su ahínco por conquistar el cielo. Incluso después de la muerte de Doña Petra siguió inmarcesible en su proceder, en su afán por aprehender todas y cada una de las estrellas del firmamento. Aun cuando Pedro se casó, Joaquín continuó escapándose regularmente al monte, afirmando al volver que él lo que quería ser era minero de estrellas. Día tras día, durante el resto de su vida, para que les mantuvieran a los dos en la mina, Pedro tuvo que hacer el trabajo de tres. Llegó a asumir que así sería siempre.
Pero ay, querida nieta, no fue así siempre. Lamentablemente, no lo fue...
No lo fue porque décadas después llegó aquella época en que la minería vasca dejó de ser rentable. El hierro dejó de manar como una fuente del suelo y desde La Arboleda hasta Muskiz voces hueras pregonaron su ira a lo largo de la margen minera. La tierra pareciendo recordar aún las décadas de prosperidad, nuestro pueblo gris tornó más gris. Tanto se lloró por aquel entonces que las lágrimas ahogaron las antiguas minas, inundándolas. Época de otro tipo de hambres—entenderás esto cuando seas más mayor—, fue aquel un tiempo de pasiones y ‘Pasionarias’: los años 60. Por aquel entonces, sobre los hasta entonces paisajes lunares —abruptos de dinamita, irreales de barrena— de La Arboleda volvió a crecer la vegetación y familias de mineros de varias generaciones tuvieron que dedicarse a otras tareas —con suerte en alguna fábrica de Sestao—, bregando contra un desempleo que no les abandonaría ya.
Y ahora, por favor —noto que me falta el aire—, disculpa un momento a este anciano vetusto. Me temo que estos ojos présbitas observan mejor de lejos que de cerca y aprecian más detalles en los ayeres que en los hoy.
No se me ha metido ninguna brizna en el ojo, no. Tengo suficiente edad como para permitirme el lujo de no mentir. Sí, estoy llorando, pero ahora se me pasa…
V.
» Así, querida nieta, como te iba diciendo —y confío en terminar mi narración sin volver a emocionarme—, cuentan que a finales de aquella época tan gris se podía ver aún a los ancianos que ahora eran Pedro y Joaquín caminar noctámbulos por La Arboleda, bajando hasta la otrora mina del Carmen para ver reflejarse las estrellas, todas y cada una de las estrellas del firmamento, sobre la mansa superficie de los recién bautizados como Pozo Ostión y Pozo Parcocha.
De esta manera, cuentan también que al regresar a casa Joaquín, el enamorado hasta la obsesión de la noche, rompía siempre el silencio con sus carcajadas, dando pequeños brincos, regocijado por esos lagos artificiales, por esa luz fósil, que al mismo tiempo no eran sino el antiguo lavadero de mineral anegado, las minas inundadas de su hermano.
Entonces era Pedro quien se encogía lloroso en su abrigo, melancólico, y Joaquín quien le reconfortaba.
Una y otra vez, cíclica, orbicularmente, el final de cada paseo nocturno terminaba con Joaquín intentando consolarle, abrazándole incondicional, incapaz de entender qué pasaba por la mente distinta de ese hermano suyo que no veía la belleza que emanaba del reflejo nocturno sobre aquellas balsas, su rutilante mina de estrellas…
Es maravilloso. Con tu permiso, se lo voy a pasar a mi padre. Mi familia paterna es de la zona y adoramos ese lugar desde críos.
red_shoes- Mensajes : 15701
Fecha de inscripción : 06/09/2008
Re: POESIA
Benditos los ignotos
“Heil den unbekannten”. Goethe, Das Göttliche.
Benditos los ignotos,
los que no tienen página
en internet, perfil
que los retrate en facebook,
ni artículo que hable
de ellos en wikipedia.
Los que no tienen blog.
Ni siquiera correo
electrónico, todo
les llega, si les llega,
con un ritmo más lento.
Tienen pocos amigos.
No exponen sus instantes.
No desgastan las cosas
ni el lenguaje. Network
para ellos es malla
que detiene la plata de los peces.
Benditos los que viven
como cuando nacieron
y pasan la mañana oyendo el olmo
que creció junto al río
sin que nadie
lo plantara.
Benditos los ignotos,
los que tienen
todavía
intimidad.
—Juan Antonio González Iglesias—
“Heil den unbekannten”. Goethe, Das Göttliche.
Benditos los ignotos,
los que no tienen página
en internet, perfil
que los retrate en facebook,
ni artículo que hable
de ellos en wikipedia.
Los que no tienen blog.
Ni siquiera correo
electrónico, todo
les llega, si les llega,
con un ritmo más lento.
Tienen pocos amigos.
No exponen sus instantes.
No desgastan las cosas
ni el lenguaje. Network
para ellos es malla
que detiene la plata de los peces.
Benditos los que viven
como cuando nacieron
y pasan la mañana oyendo el olmo
que creció junto al río
sin que nadie
lo plantara.
Benditos los ignotos,
los que tienen
todavía
intimidad.
—Juan Antonio González Iglesias—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Avenue of the Americas
Podemos elegir entre estar juntos
y hacernos mutuamente desgraciados.
O separarnos ahora y ser también
cada uno por su lado desgraciados.
—J.M. Fonollosa—
Podemos elegir entre estar juntos
y hacernos mutuamente desgraciados.
O separarnos ahora y ser también
cada uno por su lado desgraciados.
—J.M. Fonollosa—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
hoy he publicado este en facebook...
EL DÍA DE SAN VALENTÍN
Nada como sentir de verdad,
sin miedos, sin barreras, sin condiciones
sin esquemas, sin predisposiciones
sin cánones, sin coacciones
sin reglas, sin otro deseo que no sea el de VIVIR
El amor es sinceridad, respeto, complicidad
naturalidad, espontaneidad, entrega, libertad
no lo que nos cuentan en Hollywood
ni lo que nos dictan el día de San Valentín
El amor es rojo, palpitante, verdadero
No un dibujito bonito repleto de efectismos
Ni mucho menos una mentira repleta de temeridad
El amor es sangre, un corazón que late
El sudor en la noche caliente
El deseo de seguir viviendo por siempre...
EL DÍA DE SAN VALENTÍN
Nada como sentir de verdad,
sin miedos, sin barreras, sin condiciones
sin esquemas, sin predisposiciones
sin cánones, sin coacciones
sin reglas, sin otro deseo que no sea el de VIVIR
El amor es sinceridad, respeto, complicidad
naturalidad, espontaneidad, entrega, libertad
no lo que nos cuentan en Hollywood
ni lo que nos dictan el día de San Valentín
El amor es rojo, palpitante, verdadero
No un dibujito bonito repleto de efectismos
Ni mucho menos una mentira repleta de temeridad
El amor es sangre, un corazón que late
El sudor en la noche caliente
El deseo de seguir viviendo por siempre...
Re: POESIA
Hank escribió:hoy he publicado este en facebook...
EL DÍA DE SAN VALENTÍN
Nada como sentir de verdad,
sin miedos, sin barreras, sin condiciones
sin esquemas, sin predisposiciones
sin cánones, sin coacciones
sin reglas, sin otro deseo que no sea el de VIVIR
El amor es sinceridad, respeto, complicidad
naturalidad, espontaneidad, entrega, libertad
no lo que nos cuentan en Hollywood
ni lo que nos dictan el día de San Valentín
El amor es rojo, palpitante, verdadero
No un dibujito bonito repleto de efectismos
Ni mucho menos una mentira repleta de temeridad
El amor es sangre, un corazón que late
El sudor en la noche caliente
El deseo de seguir viviendo por siempre...
¡Bravo!
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
salakov escribió:Hank escribió:hoy he publicado este en facebook...
EL DÍA DE SAN VALENTÍN
Nada como sentir de verdad,
sin miedos, sin barreras, sin condiciones
sin esquemas, sin predisposiciones
sin cánones, sin coacciones
sin reglas, sin otro deseo que no sea el de VIVIR
El amor es sinceridad, respeto, complicidad
naturalidad, espontaneidad, entrega, libertad
no lo que nos cuentan en Hollywood
ni lo que nos dictan el día de San Valentín
El amor es rojo, palpitante, verdadero
No un dibujito bonito repleto de efectismos
Ni mucho menos una mentira repleta de temeridad
El amor es sangre, un corazón que late
El sudor en la noche caliente
El deseo de seguir viviendo por siempre...
¡Bravo!
gracias...
cuando regrese de Menorca te envío mi primer libro de poesía... vamos, te lo regalo... aunque te pido una cosa: 'no te fijes en la forma, please; nadie supervisó realmente ese libro, ni yo mismo... en 2006 estaba más pendiente de otras cosas...'
Re: POESIA
Sobre el amor imposible
El amor imposible
imposibilita su fin.
La inconsecuencia
es un nevero,
congela y preserva
como el hielo
y esa pierna de cordero:
dura, inatacable
lejana, incomestible.
Paradigma de amor,
el amor imposible.
Pináculo de Werther.
Sucede así: camisa blanca, setenta años,
Darío Jaramillo sube a leer al estrado
(Alhóndiga, Bilbao; 29/04/2017)
con ese desencanto tranquilo de los cuerdos,
con esa decepción resignada y ceremonial,
con esa sabiduría del que lo entiende…
¿Qué cosa entiende?
Que la esperanza puede ser
una representación de la crueldad.
.
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Leonard Cohen - A Thousand Kisses Deep
Viniste a mí esta mañana
y me tomaste como carne
hay que ser un hombre para saber
lo bien que se siente, lo dulce
mi espejo mellizo, mi familia
te he conocido en el sueño
y quien más que tu podría llevarme
a mil besos de profundidad.
Te amé cuando te abriste
como un lirio al calor
yo soy sólo un hombre de nieve
bajo la lluvia y el granizo
que te amó con su amor congelado
con su cuerpo de segunda mano
con todo lo que es y lo que fue
a mil besos de profundidad
Sé que tuviste que mentirme
Sé que tuviste que engañar
para ubicarte alta y caliente
detrás de los velos de la mentira
nuestra porno aristocrática perfecta
tan elegante y tan barata
estoy viejo, pero aún estoy en eso
a mil besos de profundidad
Soy bueno para el amor, soy bueno para el odio
me congelo entremedio
he estado trabajando pero es muy tarde
ha sido muy tarde por años
pero tú te ves bien, te aman en la calle
si me pudiera mover ,me arrodillaría por ti
a mil besos de profundidad
El otoño se instaló en tu piel
encontró algo en mis ojos
una luz que no necesita vivir
y no necesita morir
una rima en un libro de amor
obscura y obsoleta
hasta que testificó en tiempo y sangre
a mil besos de profundidad.
Aún estoy trabajando con el vino
aún bailando “cheek to cheek”
la banda toca “Aud Lang Syne”
pero el corazón no se retirará
corro con Diz y toco con Ray
nunca tuve su “swing”
pero de vez en cuando me dejaban tocar
a mil besos de profundidad
Te amé cuando te abriste
como un lirio al calor
yo soy sólo un hombre de nieve
bajo la lluvia y el granizo
que te amó con su amor congelado
con su cuerpo de segunda mano
con todo lo que es y lo que fue
a mil besos de profundidad
Pero no necesitas escucharme ahora
y cada palabra que diga
de alguna manera juega en mi contra
a mil besos de profundidad.
thespidersfrommars- Mensajes : 2710
Fecha de inscripción : 20/10/2008
Re: POESIA
La conocía, muy buena.
En mi opinión, si un cantante merecía el Nobel de Literatura ese era Leonard Cohen, y no Dylan. Por cosas como esta.
En mi opinión, si un cantante merecía el Nobel de Literatura ese era Leonard Cohen, y no Dylan. Por cosas como esta.
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
salakov escribió:La conocía, muy buena.
En mi opinión, si un cantante merecía el Nobel de Literatura ese era Leonard Cohen, y no Dylan. Por cosas como esta.
Cohen > Dylan
Re: POESIA
El collar de la paloma de Ibn Hazm de Córdoba, precioso libro del siglo XI sobre la esencia del amor.
Re: POESIA
Si alguna vez tuviese que vender
esta casa que no es mía
Diría que tiene diez metros cuadrados de ventana
diez metros cuadrados de puro cielo azul
se mire por donde se mire
y que a uno le dan terribles ganas de coger un
destornillador,
desmontar esas ventanas,
ponerlas en el suelo y saltar
dentro de esos diez metros cuadrados de cielo azul
inoxidable.
Pero lo cierto es que ya lo dijo el poeta:
el cielo no es azul, el cielo
ni tan siquiera
es cielo.
—Harkaitz Cano—
Nirea ez den etxe hau saldu behar
banu egunen batean
Erranen nuke hamar metro koadro leiho dela / hamar metro koadro zeru urdin / donondik begiratuta ere / eta bihurkina hartu eta leiho hori hormatik kendu / eta leiho hori lurrean jarri / eta urdin herdoilezinezko hamar metro koadro zeru horietara jauzi / egiteko gogo bizia ematen diola bati. // Baina aspaldi errana utzi zuen poetak / zerua ez da urdina, ez izateagatik / zerua ez da urdina / ta ezta zeru ere.
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Axlferrari escribió:
El collar de la paloma de Ibn Hazm de Córdoba, precioso libro del siglo XI sobre la esencia del amor.
Te amo con un amor inalterable,
mientras tantos amores humanos no son más que espejismos.
Te consagro un amor puro y sin mácula:
en mis entrañas está visiblemente grabado y escrito tu cariño.
Si en mi espíritu hubiese otra cosa que tú,
la arrancaría y desgarraría con mis propias manos.
No quiero de ti otra cosa que amor;
fuera de él no te pido nada.
Si lo consigo, la Tierra entera y la Humanidad
serán para mí como motas de polvo y los habitantes del país, insectos.
—Ibn Hazm de Córdoba—
- Spoiler:
Hallazgo.
¡Gracias!
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Si antes me hubieran dicho:
«-Olvidarás a quien amas»,
mil veces habría jurado :
«-Eso no sucederá nunca.»
Pero ya que tras un largo desdén
fuerza es que venga el olvido,
bendito sea tu desdén,
pues que trabaja y se fatiga en curarme.
Ahora me maravillo del olvido,
como antes me maravillaba de la firmeza,
y veo ya tu amor como unas brasas
que arden, pero bajo la ceniza.
—Ibn Hazm de Córdoba—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Quelle vie ! La vraie vie est absente. Nous ne sommes pas au monde.
¡Qué vida! La verdadera vida está ausente. No pertenecemos al mundo.
—Rimbaud—
¡Qué vida! La verdadera vida está ausente. No pertenecemos al mundo.
—Rimbaud—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Lo inacabable
No tienes tú la culpa si en tus manos
mi amor se deshojó como una rosa:
Vendrá la primavera y habrá flores...
El tronco seco dará nuevas hojas.
Las lágrimas vertidas se harán perlas
de un collar nuevo; romperá la sombra
un sol precioso que dará a las venas
la savia fresca, loca y bullidora.
Tú seguirás tu ruta; yo la mía
y ambos, libertos, como mariposas
perderemos el polen de las alas
y hallaremos más polen en la flora.
Las palabras se secan como ríos
y los besos se secan como rosas,
pero por cada muerte siete vidas
buscan los labios demandando aurora.
Mas... ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera!
¡Y toda primavera que se esboza
es un cadáver más que adquiere vida
y es un capullo más que se deshoja!
—Alfonsina Storni—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Uno
Uno.
Porque hay más.
Más están fuera.
Fuera de la habitación.
Fuera de las demás habitaciones.
Fuera de la casa.
La casa es demasiado grande.
Se extiende cuando duermo.
Porque también hay muchas.
Últimamente están deterioradas.
Húmedas. Ciegas.
Depende de los días.
Depende de las nubes.
También de las imágenes.
Sobre todo, depende de los hilos.
Partir es dar pasos fuera.
Fuera de la habitación.
De la mente, no:
no hay. Hay hilo.
Partir es dar pasos
fuera de la habitación con el hilo.
El mismo hilo.
A veces se rompe
el hilo. Porque es endeble,
o porque la otra habitación
está oscura. Sin
querer, tiramos de él y se rompe.
Entonces queda el silencio.
Pero no hay silencio.
No mientras se dice.
No lo hay. Hay hilo,
otro hilo.
La palabra silencio dentro.
Dentro de uno -¿uno?
—Chantal Maillard—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
La Malcasada
Me dices que Juan Luis no te comprende,
que sólo piensa en sus computadoras
y que no te hace caso por las noches.
Me dices que tus hijos no te sirven,
que sólo dan problemas, que se aburren
de todo y que estás harta de aguantarlos.
Me dices que tus padres están viejos,
que se han vuelto tacaños y egoístas
y ya no eres su reina como antes.
Me dices que has cumplido los cuarenta
y que no es fácil empezar de nuevo,
que los únicos hombres con que tratas
son colegas de Juan en IBM
y no te gustan los ejecutivos.
Y yo, ¿qué es lo que pinto en esta historia?
¿Qué quieres que haga yo? ¿Que mate a alguien?
¿Que dé un golpe de estado libertario?
Te quise como un loco. No lo niego.
Pero eso fue hace mucho, cuando el mundo
era una reluciente madrugada
que no quisiste compartir conmigo.
La nostalgia es un burdo pasatiempo.
Vuelve a ser la que fuiste. Ve a un gimnasio,
píntate más, alisa tus arrugas
y ponte ropa sexy, no seas tonta,
que a lo mejor Juan Luis vuelve a mimarte,
y tus hijos se van a un campamento,
y tus padres se mueren.
—Luis Alberto de Cuenca—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Me establecí en la Montaña Fría hace tiempo,
parecen haber pasado ya años y años.
Errando libremente, vagabundeo por bosques y arroyos
y me detengo a mirar las cosas en sí mismas.
Los hombres no se aventuran tanto en las montañas,
las nubes blancas se congregan e hinchan.
Los pastos tiernos me sirven de colchón,
el cielo azul es una buena manta.
Feliz con una piedra bajo la cabeza
dejo que el cielo y la tierra se afanen en sus mudanzas.
Han-shan
parecen haber pasado ya años y años.
Errando libremente, vagabundeo por bosques y arroyos
y me detengo a mirar las cosas en sí mismas.
Los hombres no se aventuran tanto en las montañas,
las nubes blancas se congregan e hinchan.
Los pastos tiernos me sirven de colchón,
el cielo azul es una buena manta.
Feliz con una piedra bajo la cabeza
dejo que el cielo y la tierra se afanen en sus mudanzas.
Han-shan
Shackleton- Mensajes : 1251
Fecha de inscripción : 22/10/2010
Re: POESIA
El último (probablemente) poema de Yukio Mishima (1925-1970) :
ICARO
¿Pertenezco yo, entonces, a los cielos?
¿Por qué, sino, deberían los cielos
Fijarme con esta incesante mirada azul,
Tentándonos, a mí y a mi mente, más alto
Aún más alto, arriba en los cielos,
Atrayéndome incesantemente hacia arriba
A lo alto lejos, lejos, lejos de lo humano?
¿Por qué, si el equilibrio ha sido estrictamente estudiado
Y el vuelo calculado con lo mejor de la razón
Hasta que ningún elemento aberrante debiera, por derecho, permanecer
Por qué, aún, debiera la lujuria de la ascención
Parecer, en sí misma, cercana a la locura?
Nada hay que pueda satisfacerme;
Las novedades terrenas se opacan demasiado rápido;
Me veo llevado más y más alto, más inestable,
Más y más cerca de la refulgencia del sol.
¿Por qué me queman, estos rayos de razón,
Por qué estos rayos de razón me destruyen?
Los pueblos alla abajo y los serpenteantes arroyos,
Se tornan tolerables mientras nuestra distancia crece.
¿Por qué alegan, aprueban, y me tientan
Con la promesa de que puedo amar lo humano
Si sólo se ve, esto, de lejos-
Aunque la meta nunca podría ser el amor,
Ni, si lo hubiese sido, podría yo nunca
Haber pertenecido a los cielos?
No he envidiado a los pájaros su libertad
Ni he sentido nostalgia por la paz de la Naturaleza,
Impulsado por nada salvo este ansia extraña
De lo más elevado, y lo más cercano, para sumergirme
En el azul profundo del cielo, tan contrario
A todas las dichas orgánicas, tan lejano
De los placeres de la superioridad
Pero más alto, más alto,
Deslumbrado, quizá, por la mareada incandescencia
De las alas enceradas.
¿O acaso entonces
Pertenezco, después de todo, a la tierra?
¿Por qué, sino, debería la tierra
Mostrar tal ligereza para circundar mi caída?
Sin ofrecer ningún espacio para pensar o sentir,
Por qué entonces la blanda, indolente tierra
Me recibió con el impacto de su plato de acero?
¿Acaso la blanda tierra se volvió acero
Sólo para mostrarme mi propia blandura?
Que la Naturaleza trajera el hogar a mí
Que caer, no volar, está en el orden de las cosas,
Más natural por lejos que aquella imponderable pasión?
¿Es el azul del cielo, entonces, un sueño?
¿Fue diseñado por la tierra, a la que yo pertenecía,
En relación a la fugaz, blanco-quemante intoxicación
Conseguida por un momento por las alas enceradas?
¿Y favorecieron los cielos el plan para castigarme?
Para castigarme por no creer en mí mismo
O por creer demasiado;
Demasiado anhelante de saber dónde residía mi lealtad
O vanamente asumiendo que ya lo sabía todo;
Por querer partir volando
A lo desconocido
O a lo conocido:
¿Ambos el mismo azul pedacito de una idea?
http://inutilesmisterios.blogspot.com.es/2014/04/el-ultimo-probablemente-poema-de-yukio.html
ICARO
¿Pertenezco yo, entonces, a los cielos?
¿Por qué, sino, deberían los cielos
Fijarme con esta incesante mirada azul,
Tentándonos, a mí y a mi mente, más alto
Aún más alto, arriba en los cielos,
Atrayéndome incesantemente hacia arriba
A lo alto lejos, lejos, lejos de lo humano?
¿Por qué, si el equilibrio ha sido estrictamente estudiado
Y el vuelo calculado con lo mejor de la razón
Hasta que ningún elemento aberrante debiera, por derecho, permanecer
Por qué, aún, debiera la lujuria de la ascención
Parecer, en sí misma, cercana a la locura?
Nada hay que pueda satisfacerme;
Las novedades terrenas se opacan demasiado rápido;
Me veo llevado más y más alto, más inestable,
Más y más cerca de la refulgencia del sol.
¿Por qué me queman, estos rayos de razón,
Por qué estos rayos de razón me destruyen?
Los pueblos alla abajo y los serpenteantes arroyos,
Se tornan tolerables mientras nuestra distancia crece.
¿Por qué alegan, aprueban, y me tientan
Con la promesa de que puedo amar lo humano
Si sólo se ve, esto, de lejos-
Aunque la meta nunca podría ser el amor,
Ni, si lo hubiese sido, podría yo nunca
Haber pertenecido a los cielos?
No he envidiado a los pájaros su libertad
Ni he sentido nostalgia por la paz de la Naturaleza,
Impulsado por nada salvo este ansia extraña
De lo más elevado, y lo más cercano, para sumergirme
En el azul profundo del cielo, tan contrario
A todas las dichas orgánicas, tan lejano
De los placeres de la superioridad
Pero más alto, más alto,
Deslumbrado, quizá, por la mareada incandescencia
De las alas enceradas.
¿O acaso entonces
Pertenezco, después de todo, a la tierra?
¿Por qué, sino, debería la tierra
Mostrar tal ligereza para circundar mi caída?
Sin ofrecer ningún espacio para pensar o sentir,
Por qué entonces la blanda, indolente tierra
Me recibió con el impacto de su plato de acero?
¿Acaso la blanda tierra se volvió acero
Sólo para mostrarme mi propia blandura?
Que la Naturaleza trajera el hogar a mí
Que caer, no volar, está en el orden de las cosas,
Más natural por lejos que aquella imponderable pasión?
¿Es el azul del cielo, entonces, un sueño?
¿Fue diseñado por la tierra, a la que yo pertenecía,
En relación a la fugaz, blanco-quemante intoxicación
Conseguida por un momento por las alas enceradas?
¿Y favorecieron los cielos el plan para castigarme?
Para castigarme por no creer en mí mismo
O por creer demasiado;
Demasiado anhelante de saber dónde residía mi lealtad
O vanamente asumiendo que ya lo sabía todo;
Por querer partir volando
A lo desconocido
O a lo conocido:
¿Ambos el mismo azul pedacito de una idea?
http://inutilesmisterios.blogspot.com.es/2014/04/el-ultimo-probablemente-poema-de-yukio.html
Este poema apareció en "Sun & Steel" (Sol y acero), una
suerte de testamento que dejara Mishima poco antes de co-
meter hara-kiri, el 25 de noviembre de 1970, en protesta
contra la constitución japonesa posterior a la Segunda Gue-
rra Mundial, que prohíbe la guerra.
Re: POESIA
Dedicado a los que se empiezan a amar...
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Creo que podría volverme a vivir con los animales.
¡Son tan plácidos y tan sufridos!
Me quedo mirándolos días y días sin cansarme.
No preguntan,
ni se quejan de su condición;
no andan despiertos por la noche,
ni lloran por sus pecados.
Y no me molestan discutiendo sus deberes para con Dios...
No hay ningún descontento,
ni ganado por la locura de poseer las cosas.
Ninguno se arrodilla ante los otros,
ni ante los muertos de su clase que vivieron miles de siglos antes que él.
En toda la tierra no hay uno solo que sea desdichado o venerable.
Walt Whitman.
¡Son tan plácidos y tan sufridos!
Me quedo mirándolos días y días sin cansarme.
No preguntan,
ni se quejan de su condición;
no andan despiertos por la noche,
ni lloran por sus pecados.
Y no me molestan discutiendo sus deberes para con Dios...
No hay ningún descontento,
ni ganado por la locura de poseer las cosas.
Ninguno se arrodilla ante los otros,
ni ante los muertos de su clase que vivieron miles de siglos antes que él.
En toda la tierra no hay uno solo que sea desdichado o venerable.
Walt Whitman.
Shackleton- Mensajes : 1251
Fecha de inscripción : 22/10/2010
Re: POESIA
Shackleton escribió:Creo que podría volverme a vivir con los animales.
¡Son tan plácidos y tan sufridos!
Me quedo mirándolos días y días sin cansarme.
No preguntan,
ni se quejan de su condición;
no andan despiertos por la noche,
ni lloran por sus pecados.
Y no me molestan discutiendo sus deberes para con Dios...
No hay ningún descontento,
ni ganado por la locura de poseer las cosas.
Ninguno se arrodilla ante los otros,
ni ante los muertos de su clase que vivieron miles de siglos antes que él.
En toda la tierra no hay uno solo que sea desdichado o venerable.
Walt Whitman.
Balachina- Mensajes : 23794
Fecha de inscripción : 23/08/2012
Re: POESIA
Están cogidos de la mano
en silencio,
bajo los soportales.
El niño mira su columpio,
muy triste,
bajo la lluvia,
y no lo entiende.
El padre mira al niño:
es la vida, hijo
—quisiera poder decirle—,
y no ha hecho más que empezar.
—Karmelo Iribarren—
en silencio,
bajo los soportales.
El niño mira su columpio,
muy triste,
bajo la lluvia,
y no lo entiende.
El padre mira al niño:
es la vida, hijo
—quisiera poder decirle—,
y no ha hecho más que empezar.
—Karmelo Iribarren—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
salakov escribió:Están cogidos de la mano
en silencio,
bajo los soportales.
El niño mira su columpio,
muy triste,
bajo la lluvia,
y no lo entiende.
El padre mira al niño:
es la vida, hijo
—quisiera poder decirle—,
y no ha hecho más que empezar.
—Karmelo Iribarren—
Shackleton- Mensajes : 1251
Fecha de inscripción : 22/10/2010
Re: POESIA
Llenar las horas.
Fumar un cigarro.
Tomar un café.
Llenar las horas.
Cháchara hueca.
Dar un paseo.
Fumar un cigarro.
Llenar las horas.
Mirar por el cristal.
Descender por la espiral.
Tomar un café.
Llenar las horas.
Mirar el móvil.
Fumar un cigarro.
Ensimismarse.
Imaginar Cruces
de otro color
distinto al gris.
Llenar las horas.
Llenar las horas.
Tomar un café.
Fumar un cigarro.
Intentar ser optimista,
no pensar que hoy
es Martes y 13.
Llenar las horas.
Llenar las horas.
Llenar las horas.
Mientras a tu hermana,
inconsciente, dormida,
treinta y un años,
le amputan los dos pechos.
Llenar las horas.
Escribir esto.
Llenar las horas.
Llenar las horas.
Llenar las horas.
.
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Baudeleriana
Suicídense
por favor suicídense
por asco por locura
por resentimiento por narcisismo
para no dejarse morir lentamente
por asombro ante la maldad
por asfixia por horror
por soledad
por amor
dentro de lo posible por amor
pero por favor
suicídense.
Y si alguien les pregunta
qué hora es
respondan sin dudarlo
es la hora de suicidarse.
—José Sbarra—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
La morte non è
nel non poter comunicare
ma nel non poter più essere compresi.
—Pier Paolo Pasolini—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Y digo que nunca hablaré de la muerte y del amor en un sitio cerrado,
y que solo me entregaré a aquel o aquella que vivan conmigo al aire libre.
Si quieres entenderme, ven a las sierras y a las playas abiertas.
Walt Whitman.
y que solo me entregaré a aquel o aquella que vivan conmigo al aire libre.
Si quieres entenderme, ven a las sierras y a las playas abiertas.
Walt Whitman.
Shackleton- Mensajes : 1251
Fecha de inscripción : 22/10/2010
Re: POESIA
Shackleton escribió:Y digo que nunca hablaré de la muerte y del amor en un sitio cerrado,
y que solo me entregaré a aquel o aquella que vivan conmigo al aire libre.
Si quieres entenderme, ven a las sierras y a las playas abiertas.
Walt Whitman.
♥
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Leo Ferré grabó cuatro discos en los que puso música a los poemas de Apollinaire, Baudelaire, Aragon, Verlaine y Rimbaud.
https://fr.wikipedia.org/wiki/Liste_des_poètes_chantés_par_Léo_Ferré
Re: POESIA
Aviso para navegantes: duele.
______________________________________
http://bibliotecaignoria.blogspot.com/2011/12/david-foster-wallace-encarnaciones-de.html#.UpcakPIgrjA
Encarnaciones de niños quemados
El Padre estaba a un lado de la casa poniendo una puerta para el inquilino cuando oyó los chillidos del niño y la voz alterada de la Madre entre los mismos. Pudo moverse deprisa, y el porche trasero daba a la cocina, y antes de que la puerta mosquitera se cerrara de un golpe a su espalda el Padre pudo contemplar toda la escena, la olla volcada en la baldosa del suelo que quedaba justo delante de la cocina y la llama azul del fogón y el charco de agua en el suelo todavía humeando mientras sus muchos brazos se extendían, el bebé con el pañal holgado de pie y rígido mientras le salía vapor del pelo y del pecho y los hombros de color rojo intenso y los ojos en blanco y la boca muy abierta y dando la sensación de estar de alguna manera separada de los ruidos que estaba emitiendo, la Madre apoyada en una rodilla intentando secarlo absurdamente con el trapo de fregar los platos y soltando gritos tan fuertes como los de su hijo, tan histérica que estaba casi paralizada. La rodilla de ella y los piececitos descalzos y suaves seguían en el charco humeante, y lo primero que hizo el Padre fue coger al niño por las axilas y levantarlo del charco y llevarlo al fregadero, donde tiró varios platos y accionó el grifo de un golpe para que corriera agua fría por los pies del niño mientras con la mano ahuecada recogía agua y se la derramaba o bien se la arrojaba sobre la cabeza y los hombros y el pecho, con el objeto de que antes que nada dejara de salirle vapor, y la Madre detrás de su espalda invocando a Dios hasta que él la mandó por toallas y vendas si es que tenían, el padre moviéndose deprisa y bien y con su mente masculina vacía de todo salvo aquello que estaba haciendo, sin darse cuenta todavía de la ligereza con que se estaba moviendo o del hecho de que había dejado de oír los chillidos porque oírlos lo paralizaría y le impediría hacer lo que hacía falta hacer para ayudar a su hijo, cuyos gritos eran tan regulares como la respiración y tardaron tanto en apagarse que acabaron por convertirse en una cosa más de las que había en la cocina, algo más que eludir para moverse con presteza. La puerta trasera para el inquilino, fuera, colgaba a medio atornillar de su bisagra superior y el viento la movía un poco, y un pájaro posado en el roble del otro lado de la entrada para coches parecía observar la puerta con la cabeza inclinada mientras seguían saliendo gritos del interior. Las peores quemaduras parecían estar en el brazo y el hombro derechos, el color rojo del pecho y la barriga se fue volviendo rosado bajo el agua fría y el Padre no podía ver ampollas en las suelas suaves de sus pies, a pesar de lo cual el bebé todavía tenía los puños cerrados y chillaba, aunque tal vez ahora de forma puramente refleja y por miedo, el Padre no sabría hasta más tarde que había pensado en aquella posibilidad, con la carita dilatada y venas nudosas abultándole en las sienes, y el Padre no paraba de decir que estaba allí, que estaba allí, a medida que le bajaba la adrenalina y que una furia hacia la Madre por permitir que pasara aquello empezaba a acumularse de forma intermitente en el fondo más recóndito de su mente, todavía a horas de distancia de ser expresada. Cuando la Madre regresó él no estuvo seguro de si envolver o no al niño con una toalla pero acabó por mojar la toalla y envolverlo, lo lió bien fuerte y levantó a su bebé del fregadero y lo puso en el borde de la mesa de la cocina para tranquilizarlo mientras la madre intentaba examinarle las plantas de los pies, agitando una mano en las inmediaciones de su boca y emitiendo palabras absurdas mientras el Padre se inclinaba y ponía la cara delante de la del niño sentado en el borde a cuadros de la mesa repitiendo el hecho de que estaba allí y tratando de calmar los chillidos del niño, pero el niño seguía gritando sin aliento, con un sonido agudo, puro y brillante que podía pararle el corazón y con los labios y las encías granulosas ahora teñidas del color azul claro de una llama baja o eso le pareció al Padre, gritando casi como si siguiera debajo de la olla inclinada y sufriendo el mismo dolor. Así pasaron un minuto o dos que parecieron mucho más largos, con la Madre al lado del Padre hablando en tono cantarín a la cara del niño y la alondra en la rama con la cabeza inclinada a un lado y una línea blanca apareciendo en la bisagra como resultado del peso de la puerta inclinada hasta que la primera voluta de vapor apareció perezosamente desde debajo del borde de la toalla y los padres intercambiaron una mirada y abrieron mucho los ojos: el pañal, que cuando abrieron la toalla e inclinaron a su niño hacia atrás sobre el mantel a cuadros y desabrocharon las lengüetas reblandecidas e intentaron quitarlo se resistió un poco provocando más chillidos y resultó estar caliente, el pañal de su bebé les quemó las manos y vieron dónde había caído realmente el agua y dónde se había acumulado y había estado quemando a su bebé todo aquel tiempo mientras él gritaba pidiendo ayuda y ellos no lo habían ayudado, no se les había ocurrido, y cuando se lo quitaron y vieron el estado de lo que había allí la Madre dijo el nombre propio de su Dios y se agarró a la mesa para no perder el equilibrio mientras el padre se daba la vuelta y le pegaba un puñetazo al aire de la cocina y se maldecía a sí mismo y también al mundo y no por última vez, y ahora su hijo podría haber estado dormido si no fuera por el ritmo de su respiración y por los ligeros movimientos acongojados de sus manos en el aire de encima del sitio donde estaba tumbado, unas manos del tamaño del pulgar de un hombre adulto que habían agarrado el pulgar del Padre en la cuna mientras el niño miraba cómo la boca del padre se movía al cantar una canción, con la cabeza inclinada y dando la impresión de mirar algo situado más allá, algo que hacía sentirse solo a su Padre, como apartado. Si nunca han llorado ustedes y quieren llorar, tengan un hijo. «Break your heart inside and something will a child» es la canción gangosa que el Padre vuelve a oír casi como si la mujer de la radio estuviera allí a su lado mirando lo que han hecho, aunque horas más tarde lo que el Padre menos podrá perdonarse es lo mucho que quería un cigarrillo justo mientras estaban envolviendo la entrepierna del niño lo mejor que podían con vendas y con dos toallas de mano cruzadas, después el Padre lo levantó en brazos como si fuera un recién nacido, cogiéndole el cráneo con la palma de la mano, se lo llevó corriendo a la camioneta recalentada y quemó los neumáticos hasta llegar al pueblo y a la sala de urgencias del hospital dejando la puerta del inquilino abierta y colgando durante el día entero hasta que la bisagra cedió, pero para entonces ya era demasiado tarde, para cuando la cosa fue irreversible y ellos no llegaron a tiempo el niño ya había aprendido a salir de sí mismo y ver cómo sucedía todo lo demás desde un punto en lo alto, y lo que fuera que se perdió entonces nunca más volvió a importar, y el cuerpo del niño se expandió y echó a caminar y ganó un sueldo y vivió su vida sin inquilino, una cosa entre cosas, y el alma de su yo fue en gran medida vapor en lo alto, que caía como la lluvia y luego se elevaba, y el sol subía y bajaba como un yoyó.
—David Foster Wallace—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Hoy, 21 de Marzo, es el Día Mundial de la Poesía.
Espero vuestras aportaciones.
________________________________________
Si nos destrozamos en una pesadilla
que no tenga ni pies ni cabeza
y con el corazón dando tumbos sobre las piedras
me obligas a llorar por ti,
a recoger las vísceras que dejas por el camino,
es entonces cuando me echo a dormir
a tomarte en algún sueño,
pero surge otra pesadilla
que tiene pies y cabeza,
algo así como la vida
y es ahí donde acabas
de destrozarme.
—Félix Francisco Casanova—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
Poema muy conocido de Robert Frost.
The road not taken
Two roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.
I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.
---
Como no me gusta la traducción que corre por ahí (a la cual le falta incluso una frase), le he echado un rato a hacer mi propia traducción :
El camino no elegido.
Dos caminos divergían en un bosque amarillo,
Y lamentando no poder viajar por los dos
Y siendo un solo viajero, largo tiempo permanecí en pie
Y miré uno tan lejos como pude
Hasta donde se perdía entre la maleza.
Entonces tomé el otro, que era igual de bueno
Y habiendo tomado quizás la mejor decisión,
Porque era de hierba y requería uso
Sin embargo, respecto al paso por allí
Habían sido desgastados casi por igual.
Y ambos se extendían de la misma manera aquella mañana
Con hojas no ennegrecidas por las pisadas
Oh, ¡dejé el primero para otro día!
Aunque sabiendo cómo unas cosas llevan a otras
Dudé si alguna vez debería volver.
Y diré esto con un suspiro,
En algún lugar, dentro de mucho tiempo.
Dos caminos divergían en un bosque, y yo-
Yo tomé el menos transitado,
Y esa ha sido toda la diferencia.
The road not taken
Two roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.
I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.
---
Como no me gusta la traducción que corre por ahí (a la cual le falta incluso una frase), le he echado un rato a hacer mi propia traducción :
El camino no elegido.
Dos caminos divergían en un bosque amarillo,
Y lamentando no poder viajar por los dos
Y siendo un solo viajero, largo tiempo permanecí en pie
Y miré uno tan lejos como pude
Hasta donde se perdía entre la maleza.
Entonces tomé el otro, que era igual de bueno
Y habiendo tomado quizás la mejor decisión,
Porque era de hierba y requería uso
Sin embargo, respecto al paso por allí
Habían sido desgastados casi por igual.
Y ambos se extendían de la misma manera aquella mañana
Con hojas no ennegrecidas por las pisadas
Oh, ¡dejé el primero para otro día!
Aunque sabiendo cómo unas cosas llevan a otras
Dudé si alguna vez debería volver.
Y diré esto con un suspiro,
En algún lugar, dentro de mucho tiempo.
Dos caminos divergían en un bosque, y yo-
Yo tomé el menos transitado,
Y esa ha sido toda la diferencia.
Shackleton- Mensajes : 1251
Fecha de inscripción : 22/10/2010
Re: POESIA
Shackleton escribió:Poema muy conocido de Robert Frost.
The road not taken
Two roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.
I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.
---
Como no me gusta la traducción que corre por ahí (a la cual le falta incluso una frase), le he echado un rato a hacer mi propia traducción :
El camino no elegido.
Dos caminos divergían en un bosque amarillo,
Y lamentando no poder viajar por los dos
Y siendo un solo viajero, largo tiempo permanecí en pie
Y miré uno tan lejos como pude
Hasta donde se perdía entre la maleza.
Entonces tomé el otro, que era igual de bueno
Y habiendo tomado quizás la mejor decisión,
Porque era de hierba y requería uso
Sin embargo, respecto al paso por allí
Habían sido desgastados casi por igual.
Y ambos se extendían de la misma manera aquella mañana
Con hojas no ennegrecidas por las pisadas
Oh, ¡dejé el primero para otro día!
Aunque sabiendo cómo unas cosas llevan a otras
Dudé si alguna vez debería volver.
Y diré esto con un suspiro,
En algún lugar, dentro de mucho tiempo.
Dos caminos divergían en un bosque, y yo-
Yo tomé el menos transitado,
Y esa ha sido toda la diferencia.
Me recuerda mucho al de los higos y Sylvia Plath (muy bueno también).
Otro de propina, que hoy es 21 de Marzo:
—Patricia Benito—
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: POESIA
(poquitas aportaciones para ser el día que es, opino)
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
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