Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
+35
Jane Doe
Ricky´s Appetite
Joseba
Bent Corner
El Califa
Evolardo
SAL PARADISE
loaded
Mr. Encías
harry666
Usagi
Verónica
R'as Kal Bhul
Albaider
elfanny
Trasiego
pinkpanther
Boohan
káiser
cablehogue
El Puto Fary
Australopo
Beodo
Spirit 76
Geme
Moltisanti
mr_mojorising
Vampa
Evil Elvis
Enric67
tilti
E.Corleone
halo
Roundabout
Rocket
39 participantes
Página 7 de 9.
Página 7 de 9. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Demolition
¿Descartes? ¿Enfado del autor? ¿Recopilación de lo grabado en dos años? ¿Necesidad de sacarse el material de encima? ¿El disco que nunca quiso Ryan Adams? ¿Simplemente placer por hacer lo que le gusta?
Si recuerdo la extensa lista de comentarios, opiniones, críticas y charlas entre oyentes de este disco, descafeinadas por la falta de información en la mayoría de los casos dicho sea de paso, destinada a despiezar con desidia el tercer disco registrado bajo el nombre de Ryan Adams, sería complicado encontrar algún resquicio plausible que pudiera responder a cualquiera de las preguntas anteriormente realizadas. En todo caso, cabría deducir que estamos hablando sobre una obra menor. En parte, dentro de un contexto, así se podría considerar Demolition, pero entonces tendríamos que hacernos la pregunta clave: -¿De qué contexto estamos hablando?-. Se podría valorar dentro de un contexto de tres discos cronológicamente hablando, pero no resultaría justo dejar fuera las circunstancias que envolvieron el proceso de creación de éste tercer álbum. En ese proceso de grabación, que posteriormente abordaré, se supone que están incluidos hasta tres discos completos grabados por el autor, con sus correspondientes periodos de convalecencia en la discográfica expectante por lo que vendría después del supuesto éxito a nivel comercial que supuso el irreprochable Gold. Cabría la posibilidad, por supuesto, de establecer un parámetro respecto a todo lo grabado por Adams sólo y con Whiskeytown, lo cual, tampoco resultaría fiable, dado que estamos hablando de estados diferentes. Por un lado, grupo contra cantante por poner el ejemplo más claro, y, por otro lado, lo lógico, que son estados bien diferenciados por el propio autor rompiendo con el colectivo conocido para dar inicio a su carrera musical en solitario. Por último, si enmarcamos Demolition dentro de la amplia discografía creada por Ryan Adams hasta el día de hoy, incluyendo el ya inminente en cuanto a publicación “Prisoner”, que no desconocido gracias a la era en que vivimos, tampoco lo consideraría obra menor si adjuntamos Orion y alguna otra pieza más al lote. De todas formas, sea cual sea la agrupación de obras que hagamos, lo justo sería valorar el larga duración estancándose en el momento y en las circunstancias en las que fue publicado, es decir, en el año 2002, en pleno éxtasis de ideas y composiciones por parte del de Jacksonville.
Heartbreaker y Gold, las primeras marcas de la casa, no dejaban ni la más mínima huella en el terreno que aclarase por dónde se estaba desarrollando el viaje del prolífico músico. Esas dos obras eran agua y aceite en el vaso, cuya densidad ponía a cada uno en su sitio, se tocaban como señal indiscutible de que habían nacido en la misma mano, pero no se mezclaban, siendo el dorado del aceite el que ganaba altura, el que pisaba a la triste agua. Así mismo lo veía la mayor parte del mundillo que había descubierto a ese guitarrista que, tanto te desgarraba el alma como te ponía a mover partes de tu cuerpo. Esa tesitura, ese periodo, que no sé muy bien si abarca desde que se grabó Gold o incluso antes de ello, que nos va a llevar hasta la publicación de un disco de “descartes”, fue tremebundo para Ryan y todo lo que le rodeaba. Como he dicho antes, se habla de hasta tres discos completos y con nombres (48 Hours, The Suicide Handbook y The Pinkheart Sessions) grabados y entregados a la discográfica. Esos discos no publicados, pero discos, dado que fueron creados con ese fin, fueron malinterpretados, infravalorados, incomprendidos y hasta desechados por diferentes personas con una expectativa definida, llegar a ver una continuación satisfactoria o superior al disco de la portada con la bandera de estrellas y barras. Mientras tanto, nos encontramos con un cantante desbocado, sin control, escribiendo en la vida real la diferencia que marcaban sus primeras dos obras, pero a otro nivel, un nivel que ni siquiera Adams hubiera deseado, pero del que, seguramente, algo sacó en claro. Conciertos inacabados, discusiones, malos rollos, frustraciones, y algún que otro buen momento antes de concretar la publicación de esos tres discos reducidos a uno. Todo lo que ocurrió hasta que pudimos escuchar Demolition, quedará para la historia y habrá marcado el producto que iba a caer en nuestras manos aproximadamente un año después de que nos diese las buenas noches desde Hollywood Boulevard, así como sus posteriores trabajos.
Antes de volver a tratar cada canción como un ente discorde dentro de un disco, sería desmerecedor no tratarlo como si fuera un conjunto de piezas de un sistema, dado que, al fin y al cabo, las canciones que lo forman entraron por algún motivo concreto que las dignificó, frente a las que se quedaron fuera del proyecto. Si hago mención a considerarlo como un disco, aunque sólo sea a nivel de concepto, lo es, de la misma manera que eludiría la realidad si lo tratase como una unidad en valores objetivos, dado que si hay algo que falla en este disco es eso, que no consigue cerrar el círculo y que deja con la sensación de que la aguja no va a frenar nunca y se va a desequilibrar con la galleta del vinilo para tropezar finalmente con el eje. En este punto, lo podría definir como una obra que contiene tres estilos, tres gotas; una de agua, los temas más cercanos a Heartbreaker; otra de aceite, donde Gold da uno de sus últimos ramalazos y, una tercera, en la que se han mezclado los dos líquidos gracias a cierto calentamiento, el cual lleva a Ryan a otro registro vocal e instrumental. Incluso, llevándolo un poco más lejos, desde un desconocimiento virtual, podría encontrar un punto de unión entre los diferentes temas y los tres discos que se perdieron en manos de aquellos a los que les llamaron entendidos musicales, siempre y cuando fuera factible relacionar cada disco con un estilo y haciendo referencia a lo que los títulos significarían para mí. Ahí es donde Nuclear podría encajar dentro de una obra llamada 48 hours, Cry on Demand dentro de The Suicide Handbook y Hallelujah en The Pinkheart Sessions. En realidad, los discos no siguen ese esquema, donde las canciones más rocanrroleras, incluso cercanas al punk, pertenecían a The Pinkheart Sessions, las más cercanas a los sonidos del Gold y que no pasaron la criba de aquel, como Hallelujah, salieron de The Suicide Handbook y, finalmente, canciones como “Cry on Demand”, donde el alt-country volvía a asomar, caían del saco de 48 hours.
Baja la aguja, o en su defecto, el láser se enciende, y un punteo de guitarra que se va alargando nos pone en alerta. Seguido por un ritmo conocido hasta que entra la voz y sí, sabemos que es Ryan, pero algo está pasando, falta dulzura, melosidad o tristeza. La voz está rasgada, la cual, nos traslada a un posible nuevo registro falto de confirmación. Tras el primer minuto, la canción suma instrumentos, más impacto sonoro que lo conocido hasta la fecha, casi se crea un muro musical impenetrable, radicalmente opuesto a los registros utilizados por Ryan en cualquiera de sus composiciones previas. La confirmación llega con la voz del de Carolina del Norte rota y desgañitada, concediendo a Nuclear el privilegio de haber dado un paso más allá , acertadamente en mi opinión. Nos habla de destrucción y se despide vociferando con un “Give me an answer” que más tarde encontraría. Dentro de mi particular 48 hours, Nuclear habría estado acompañado de Starting to Hurt y Gimme a sign, cercanas en estilo y fáciles de identificar por ese nuevo registro de voz que aparece en su predecesora. Ambas dos, buenas canciones, pero que pierden en frescura en comparación con la primera del trío.
Primeros surcos en silencio, y empiezan los bandazos a diestro y siniestro. Hallelujah no me deslumbra ni me sorprende, porque me retrotrae un año atrás, pero, pero, cuando acaba aplaudo a dos manos porque no hay nada que objetar. La canción es de gran calidad, redonda, sin fallo, y pienso en cómo no pudo entrar en la selección dorada, pero claro, no era tan fácil, o lo que es lo mismo, sería interesante poder saber lo rocoso que pudo llegar a ser el proceso de selección para el citado disco. Siguiente paso y “You will always be the same” gira a la otra dimensión del disco, la de las canciones íntimas y dolorosas, baladas a recordar para siempre. Poco más de dos minutos y medio que en los que se agarra al amor a pesar de las dificultades que la propia vida trae. Todo en un ritmo lento y agradable. Junto a ésta, pondría la que cierra la primera cara del disco, “She wants to play hearts”, y “Dear Chicago”, recuperada en la gira pasada, hecho que puede dar respuesta a una de las preguntas expuestas al principio, la que se cuestiona los sentimientos del propio Ryan para con este disco.
Llegamos a uno de los temas del disco, el Tema diría yo, donde, si cabe, Ryan Adams se explaya y saca lo mejor de sí mismo. Un tema donde ruega para ser salvado del desastre en el que vive. Un estribillo basado en el título así lo confirma, todo bien conjugado con el ritmo de la música, con una guitarra acústica de fondo que apenas se advierte hasta llegado al clímax de “Desire”. La harmónica aparece demoledora ante cualquier atisbo de alegría, pero sin perder el deseo de que se recupere algún día. Sin mucho cambio de tercio, aparece “Cry on Demand”, rozando la perfección a la que ese piano nos lleva, mientras las letras vuelven a llorar por sí solas. Aquí, antes de que nos descoloque de nuevo, sorprendentemente, el disco cierra una trilogía melancólica y romántica, que cualquiera firmaría poseer a día de hoy.
“Starting to Hurt”, antes citada, vuelve a hablar de esa demolición personal que Ryan sobrellevaba, pero, aquí, curiosamente, nos explica que acepta el reto y va a por ello. Vuelta de tuerca para dejar claro que el disco no va a encajar en su totalidad, ya se está perdiendo frescura, pero sigue habiendo buenas canciones. “She wants to play hearts” entra en esa categoría, pero “Tennesse Sucks”, desafortunadamente, queda en tierra de nadie, ni siquiera la letra ayuda a dejarla de considerarla como un tropiezo. Otro vaivén recupera el ritmo y nos entrega en bandeja “Dear Chicago”, que de primeras, pasa inadvertida debido a su escasa duración, pero que con las escuchas va asomando como pequeña joya imposible de descartar en escuchas venideras. “Gimme a sign” vuelve a echar fuego por la boca, ese fuego que aparece durante todo el disco del puño y letra del otrora cantante de Whiskeytown. “Tomorrow” pide paso, pero sin mucha fuerza. Pausada, casi cansina, paga la idea del autor acerca de la canción, despidiéndose de un periodo feliz para entrar otra vez en la agónica y efímera tristeza.
Dos canciones dibujadas quedan en los surcos del vinilo, dos pistas más y, ahora sí, ahora sí que Demolition rompe moldes. Cuando menos te lo esperas, “Chin Up, Cheer Up” acaba con cualquier propuesta lógica y se sale de la tangente, casi del vaso. Felicidad e ilusión, más que en todo el recorrido realizado hasta el momento. Una canción bonita, fácil de escuchar y pegadiza, que ayuda a acabar el disco con una sonrisa…pero claro, eso no podía pasar hablando del disco de “descartes” que Ryan nunca quiso publicar. Aunque “Jesus (Don’t touch my baby)” habla de uno de esos pocos buenos ratos vividos por Adams, la parsimonia del tema nos va a dejar con un regusto amargo antes de despedir Demolition en un in-crescendo.
Demolition es ese disco que, hoy en día, creo que es mucho más fácil de criticar que en su época de publicación. En este caso, el contexto con el que me quedaría yo es el que engloba a toda su carrera, como es lógico. En su momento, con dos maravillas en mi mano, no entendí el disco. No lo entendía, ni conocía la historia, ni siquiera estaba interesado en ella. Todavía quedaba “Cold Roses” por llegar para poder definirlo como uno de mis grandes dentro de la música, implicando investigación y misticismo. Por lo tanto, lo aparté, incluso me olvidé de él. El posterior concierto del ARF me hizo enfadarme con Ryan Adams hasta el punto de dejar de escucharle durante un tiempo, lo cual disminuyó aun más la posibilidad de recuperar su tercer disco . Más tarde, “Cold Roses” me sacó de mi retiro y recuerdo, investigando, que apareció “Cry on Demand” por algún sitio diciendo que pertenecía a Demolition. Lógicamente, miré y me decidí a intentarlo de nuevo. Se me hizo largo, pero “Chin Up, Cheer Up” se quedó grabada en mi mente como era de esperar y así, cada vez que ponía el disco, respetando mi regla autoimpuesta de nunca usar el “random”, me obligó a escuchar el disco entero una y otra vez. Esto, más el hecho de que “Cold Roses” había pasado al trono de los dioses de mi Olimpo musical, hizo que Demolition se amigase conmigo hasta el punto de ofrecerme, incluso, a escribir una crítica sobre él.
Con pena de no haber podido disfrutar de todo el material grabado en aquellos tormentosos meses en su momento, corto y cierro, pero siempre atento para defender Demolition ante todo aquel que utilice la palabra “descarte” ante canciones como la que suena arriba, “Nuclear”, “Cry on Demand”…
¿Descartes? ¿Enfado del autor? ¿Recopilación de lo grabado en dos años? ¿Necesidad de sacarse el material de encima? ¿El disco que nunca quiso Ryan Adams? ¿Simplemente placer por hacer lo que le gusta?
Si recuerdo la extensa lista de comentarios, opiniones, críticas y charlas entre oyentes de este disco, descafeinadas por la falta de información en la mayoría de los casos dicho sea de paso, destinada a despiezar con desidia el tercer disco registrado bajo el nombre de Ryan Adams, sería complicado encontrar algún resquicio plausible que pudiera responder a cualquiera de las preguntas anteriormente realizadas. En todo caso, cabría deducir que estamos hablando sobre una obra menor. En parte, dentro de un contexto, así se podría considerar Demolition, pero entonces tendríamos que hacernos la pregunta clave: -¿De qué contexto estamos hablando?-. Se podría valorar dentro de un contexto de tres discos cronológicamente hablando, pero no resultaría justo dejar fuera las circunstancias que envolvieron el proceso de creación de éste tercer álbum. En ese proceso de grabación, que posteriormente abordaré, se supone que están incluidos hasta tres discos completos grabados por el autor, con sus correspondientes periodos de convalecencia en la discográfica expectante por lo que vendría después del supuesto éxito a nivel comercial que supuso el irreprochable Gold. Cabría la posibilidad, por supuesto, de establecer un parámetro respecto a todo lo grabado por Adams sólo y con Whiskeytown, lo cual, tampoco resultaría fiable, dado que estamos hablando de estados diferentes. Por un lado, grupo contra cantante por poner el ejemplo más claro, y, por otro lado, lo lógico, que son estados bien diferenciados por el propio autor rompiendo con el colectivo conocido para dar inicio a su carrera musical en solitario. Por último, si enmarcamos Demolition dentro de la amplia discografía creada por Ryan Adams hasta el día de hoy, incluyendo el ya inminente en cuanto a publicación “Prisoner”, que no desconocido gracias a la era en que vivimos, tampoco lo consideraría obra menor si adjuntamos Orion y alguna otra pieza más al lote. De todas formas, sea cual sea la agrupación de obras que hagamos, lo justo sería valorar el larga duración estancándose en el momento y en las circunstancias en las que fue publicado, es decir, en el año 2002, en pleno éxtasis de ideas y composiciones por parte del de Jacksonville.
Heartbreaker y Gold, las primeras marcas de la casa, no dejaban ni la más mínima huella en el terreno que aclarase por dónde se estaba desarrollando el viaje del prolífico músico. Esas dos obras eran agua y aceite en el vaso, cuya densidad ponía a cada uno en su sitio, se tocaban como señal indiscutible de que habían nacido en la misma mano, pero no se mezclaban, siendo el dorado del aceite el que ganaba altura, el que pisaba a la triste agua. Así mismo lo veía la mayor parte del mundillo que había descubierto a ese guitarrista que, tanto te desgarraba el alma como te ponía a mover partes de tu cuerpo. Esa tesitura, ese periodo, que no sé muy bien si abarca desde que se grabó Gold o incluso antes de ello, que nos va a llevar hasta la publicación de un disco de “descartes”, fue tremebundo para Ryan y todo lo que le rodeaba. Como he dicho antes, se habla de hasta tres discos completos y con nombres (48 Hours, The Suicide Handbook y The Pinkheart Sessions) grabados y entregados a la discográfica. Esos discos no publicados, pero discos, dado que fueron creados con ese fin, fueron malinterpretados, infravalorados, incomprendidos y hasta desechados por diferentes personas con una expectativa definida, llegar a ver una continuación satisfactoria o superior al disco de la portada con la bandera de estrellas y barras. Mientras tanto, nos encontramos con un cantante desbocado, sin control, escribiendo en la vida real la diferencia que marcaban sus primeras dos obras, pero a otro nivel, un nivel que ni siquiera Adams hubiera deseado, pero del que, seguramente, algo sacó en claro. Conciertos inacabados, discusiones, malos rollos, frustraciones, y algún que otro buen momento antes de concretar la publicación de esos tres discos reducidos a uno. Todo lo que ocurrió hasta que pudimos escuchar Demolition, quedará para la historia y habrá marcado el producto que iba a caer en nuestras manos aproximadamente un año después de que nos diese las buenas noches desde Hollywood Boulevard, así como sus posteriores trabajos.
Antes de volver a tratar cada canción como un ente discorde dentro de un disco, sería desmerecedor no tratarlo como si fuera un conjunto de piezas de un sistema, dado que, al fin y al cabo, las canciones que lo forman entraron por algún motivo concreto que las dignificó, frente a las que se quedaron fuera del proyecto. Si hago mención a considerarlo como un disco, aunque sólo sea a nivel de concepto, lo es, de la misma manera que eludiría la realidad si lo tratase como una unidad en valores objetivos, dado que si hay algo que falla en este disco es eso, que no consigue cerrar el círculo y que deja con la sensación de que la aguja no va a frenar nunca y se va a desequilibrar con la galleta del vinilo para tropezar finalmente con el eje. En este punto, lo podría definir como una obra que contiene tres estilos, tres gotas; una de agua, los temas más cercanos a Heartbreaker; otra de aceite, donde Gold da uno de sus últimos ramalazos y, una tercera, en la que se han mezclado los dos líquidos gracias a cierto calentamiento, el cual lleva a Ryan a otro registro vocal e instrumental. Incluso, llevándolo un poco más lejos, desde un desconocimiento virtual, podría encontrar un punto de unión entre los diferentes temas y los tres discos que se perdieron en manos de aquellos a los que les llamaron entendidos musicales, siempre y cuando fuera factible relacionar cada disco con un estilo y haciendo referencia a lo que los títulos significarían para mí. Ahí es donde Nuclear podría encajar dentro de una obra llamada 48 hours, Cry on Demand dentro de The Suicide Handbook y Hallelujah en The Pinkheart Sessions. En realidad, los discos no siguen ese esquema, donde las canciones más rocanrroleras, incluso cercanas al punk, pertenecían a The Pinkheart Sessions, las más cercanas a los sonidos del Gold y que no pasaron la criba de aquel, como Hallelujah, salieron de The Suicide Handbook y, finalmente, canciones como “Cry on Demand”, donde el alt-country volvía a asomar, caían del saco de 48 hours.
Baja la aguja, o en su defecto, el láser se enciende, y un punteo de guitarra que se va alargando nos pone en alerta. Seguido por un ritmo conocido hasta que entra la voz y sí, sabemos que es Ryan, pero algo está pasando, falta dulzura, melosidad o tristeza. La voz está rasgada, la cual, nos traslada a un posible nuevo registro falto de confirmación. Tras el primer minuto, la canción suma instrumentos, más impacto sonoro que lo conocido hasta la fecha, casi se crea un muro musical impenetrable, radicalmente opuesto a los registros utilizados por Ryan en cualquiera de sus composiciones previas. La confirmación llega con la voz del de Carolina del Norte rota y desgañitada, concediendo a Nuclear el privilegio de haber dado un paso más allá , acertadamente en mi opinión. Nos habla de destrucción y se despide vociferando con un “Give me an answer” que más tarde encontraría. Dentro de mi particular 48 hours, Nuclear habría estado acompañado de Starting to Hurt y Gimme a sign, cercanas en estilo y fáciles de identificar por ese nuevo registro de voz que aparece en su predecesora. Ambas dos, buenas canciones, pero que pierden en frescura en comparación con la primera del trío.
Primeros surcos en silencio, y empiezan los bandazos a diestro y siniestro. Hallelujah no me deslumbra ni me sorprende, porque me retrotrae un año atrás, pero, pero, cuando acaba aplaudo a dos manos porque no hay nada que objetar. La canción es de gran calidad, redonda, sin fallo, y pienso en cómo no pudo entrar en la selección dorada, pero claro, no era tan fácil, o lo que es lo mismo, sería interesante poder saber lo rocoso que pudo llegar a ser el proceso de selección para el citado disco. Siguiente paso y “You will always be the same” gira a la otra dimensión del disco, la de las canciones íntimas y dolorosas, baladas a recordar para siempre. Poco más de dos minutos y medio que en los que se agarra al amor a pesar de las dificultades que la propia vida trae. Todo en un ritmo lento y agradable. Junto a ésta, pondría la que cierra la primera cara del disco, “She wants to play hearts”, y “Dear Chicago”, recuperada en la gira pasada, hecho que puede dar respuesta a una de las preguntas expuestas al principio, la que se cuestiona los sentimientos del propio Ryan para con este disco.
Llegamos a uno de los temas del disco, el Tema diría yo, donde, si cabe, Ryan Adams se explaya y saca lo mejor de sí mismo. Un tema donde ruega para ser salvado del desastre en el que vive. Un estribillo basado en el título así lo confirma, todo bien conjugado con el ritmo de la música, con una guitarra acústica de fondo que apenas se advierte hasta llegado al clímax de “Desire”. La harmónica aparece demoledora ante cualquier atisbo de alegría, pero sin perder el deseo de que se recupere algún día. Sin mucho cambio de tercio, aparece “Cry on Demand”, rozando la perfección a la que ese piano nos lleva, mientras las letras vuelven a llorar por sí solas. Aquí, antes de que nos descoloque de nuevo, sorprendentemente, el disco cierra una trilogía melancólica y romántica, que cualquiera firmaría poseer a día de hoy.
“Starting to Hurt”, antes citada, vuelve a hablar de esa demolición personal que Ryan sobrellevaba, pero, aquí, curiosamente, nos explica que acepta el reto y va a por ello. Vuelta de tuerca para dejar claro que el disco no va a encajar en su totalidad, ya se está perdiendo frescura, pero sigue habiendo buenas canciones. “She wants to play hearts” entra en esa categoría, pero “Tennesse Sucks”, desafortunadamente, queda en tierra de nadie, ni siquiera la letra ayuda a dejarla de considerarla como un tropiezo. Otro vaivén recupera el ritmo y nos entrega en bandeja “Dear Chicago”, que de primeras, pasa inadvertida debido a su escasa duración, pero que con las escuchas va asomando como pequeña joya imposible de descartar en escuchas venideras. “Gimme a sign” vuelve a echar fuego por la boca, ese fuego que aparece durante todo el disco del puño y letra del otrora cantante de Whiskeytown. “Tomorrow” pide paso, pero sin mucha fuerza. Pausada, casi cansina, paga la idea del autor acerca de la canción, despidiéndose de un periodo feliz para entrar otra vez en la agónica y efímera tristeza.
Dos canciones dibujadas quedan en los surcos del vinilo, dos pistas más y, ahora sí, ahora sí que Demolition rompe moldes. Cuando menos te lo esperas, “Chin Up, Cheer Up” acaba con cualquier propuesta lógica y se sale de la tangente, casi del vaso. Felicidad e ilusión, más que en todo el recorrido realizado hasta el momento. Una canción bonita, fácil de escuchar y pegadiza, que ayuda a acabar el disco con una sonrisa…pero claro, eso no podía pasar hablando del disco de “descartes” que Ryan nunca quiso publicar. Aunque “Jesus (Don’t touch my baby)” habla de uno de esos pocos buenos ratos vividos por Adams, la parsimonia del tema nos va a dejar con un regusto amargo antes de despedir Demolition en un in-crescendo.
Demolition es ese disco que, hoy en día, creo que es mucho más fácil de criticar que en su época de publicación. En este caso, el contexto con el que me quedaría yo es el que engloba a toda su carrera, como es lógico. En su momento, con dos maravillas en mi mano, no entendí el disco. No lo entendía, ni conocía la historia, ni siquiera estaba interesado en ella. Todavía quedaba “Cold Roses” por llegar para poder definirlo como uno de mis grandes dentro de la música, implicando investigación y misticismo. Por lo tanto, lo aparté, incluso me olvidé de él. El posterior concierto del ARF me hizo enfadarme con Ryan Adams hasta el punto de dejar de escucharle durante un tiempo, lo cual disminuyó aun más la posibilidad de recuperar su tercer disco . Más tarde, “Cold Roses” me sacó de mi retiro y recuerdo, investigando, que apareció “Cry on Demand” por algún sitio diciendo que pertenecía a Demolition. Lógicamente, miré y me decidí a intentarlo de nuevo. Se me hizo largo, pero “Chin Up, Cheer Up” se quedó grabada en mi mente como era de esperar y así, cada vez que ponía el disco, respetando mi regla autoimpuesta de nunca usar el “random”, me obligó a escuchar el disco entero una y otra vez. Esto, más el hecho de que “Cold Roses” había pasado al trono de los dioses de mi Olimpo musical, hizo que Demolition se amigase conmigo hasta el punto de ofrecerme, incluso, a escribir una crítica sobre él.
Con pena de no haber podido disfrutar de todo el material grabado en aquellos tormentosos meses en su momento, corto y cierro, pero siempre atento para defender Demolition ante todo aquel que utilice la palabra “descarte” ante canciones como la que suena arriba, “Nuclear”, “Cry on Demand”…
halo- Mensajes : 13359
Fecha de inscripción : 05/04/2008
Geme- Mensajes : 23465
Fecha de inscripción : 26/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
La mejor review de Demolición que he leído en no vida.
Usagi- Mensajes : 18489
Fecha de inscripción : 16/09/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Muy buena Halotrent!
Yo estoy de acuerdo contigo, de hecho, que Demolition era un disco de descartes, es algo que nunca había leído hasta que llegué al foro. Yo creo que es eso, el disco que le publicaron tras varias intentonas de querer salirse con la suya. Este y Gold eh? Me resulta curioso que uno está tan valorado y el otro tan poco, cuando los veo muy similares, grandes composiciones pasadas por un tamiz demasiado comercial para mi gusto... pero bueno, hablando de las canciones:
Nuclear: Temazo
Hallelujah: Temazo de la virgen
Cry on demand: Idem
She wants to play hearts: oh sí
Gimme a sign: Lo mismo que nuclear
Chin up, cheer up: Whiskeytown
Así a bote pronto. Buen disco.
Yo estoy de acuerdo contigo, de hecho, que Demolition era un disco de descartes, es algo que nunca había leído hasta que llegué al foro. Yo creo que es eso, el disco que le publicaron tras varias intentonas de querer salirse con la suya. Este y Gold eh? Me resulta curioso que uno está tan valorado y el otro tan poco, cuando los veo muy similares, grandes composiciones pasadas por un tamiz demasiado comercial para mi gusto... pero bueno, hablando de las canciones:
Nuclear: Temazo
Hallelujah: Temazo de la virgen
Cry on demand: Idem
She wants to play hearts: oh sí
Gimme a sign: Lo mismo que nuclear
Chin up, cheer up: Whiskeytown
Así a bote pronto. Buen disco.
Roundabout- Mensajes : 7016
Fecha de inscripción : 28/08/2013
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Llevo un par de meses sumergiéndome en la discografía de Adams, y aunque me quedan muchos por analizar bien, éste Demolition ha sido de los que menos me ha llegado hasta ahora. Muy irregular y se nota que es un punto bajo en su discografía. No obstante, y como siempre, se pueden rescatar no menos de 4/5 grandes canciones.
Un genio Adams.
Un genio Adams.
Albaider- Mensajes : 5916
Fecha de inscripción : 16/04/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Roundabout escribió:Muy buena Halotrent!
Yo estoy de acuerdo contigo, de hecho, que Demolition era un disco de descartes, es algo que nunca había leído hasta que llegué al foro. Yo creo que es eso, el disco que le publicaron tras varias intentonas de querer salirse con la suya. Este y Gold eh? Me resulta curioso que uno está tan valorado y el otro tan poco, cuando los veo muy similares, grandes composiciones pasadas por un tamiz demasiado comercial para mi gusto... pero bueno, hablando de las canciones:
Nuclear: Temazo
Hallelujah: Temazo de la virgen
Cry on demand: Idem
She wants to play hearts: oh sí
Gimme a sign: Lo mismo que nuclear
Chin up, cheer up: Whiskeytown
Así a bote pronto. Buen disco.
No tengo tan claro que no exista tanta diferencia entre Gold, para mí una de sus mejores obras, y este Demolition. Quizá, uno de los principales problemas de este sea su irregularidad, algo que no se ve en ninguna de sus dos anteriores referencias, a pesar de contar con dos joyas como Nuclear (puede que uno de sus mejores y más olvidados temas) o las excelsa Dear Chicago.
Geme- Mensajes : 23465
Fecha de inscripción : 26/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Hallelujah; temazo de la virgen
Usagi- Mensajes : 18489
Fecha de inscripción : 16/09/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
maravillosa reseña. Quizás por la irregularidad de la que hablábamos nunca he llegado a conectar con este disco en su totalidad aunque sí recato al menos 5-6 temas que incluiría en un "best of" (que por otra parte sería larguísimo)
mr_mojorising- Mensajes : 11487
Fecha de inscripción : 23/02/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
enhorabuena halo!
aparte de ser una gran critica (se nota además que la has hecho con mucho mimo), creo que coincido en todo o casi todo.
Solicito formalmente la inclusión de "Starting to hurt" a la lista de temazos.
aparte de ser una gran critica (se nota además que la has hecho con mucho mimo), creo que coincido en todo o casi todo.
halotrent escribió: “Dear Chicago”, que de primeras, pasa inadvertida debido a su escasa duración, pero que con las escuchas va asomando como pequeña joya imposible de descartar en escuchas venideras.
Solicito formalmente la inclusión de "Starting to hurt" a la lista de temazos.
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Pues a mi Demolition me parece una brasa de cuidado. Tres temas muy buenos, y el resto normalitos.
R'as Kal Bhul- Mensajes : 68751
Fecha de inscripción : 07/06/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
srv escribió:enhorabuena halo!
aparte de ser una gran critica (se nota además que la has hecho con mucho mimo), creo que coincido en todo o casi todo.halotrent escribió: “Dear Chicago”, que de primeras, pasa inadvertida debido a su escasa duración, pero que con las escuchas va asomando como pequeña joya imposible de descartar en escuchas venideras.
Solicito formalmente la inclusión de "Starting to hurt" a la lista de temazos.
Joder, gracias a todos
Y sí, la hice con bastante mimo porque considero Demolition como un disco difícil de comentar, sobre todo porque, personalmente, nunca ha producido en mí lo que otros discos de Ryan sí han hecho, por lo que quería comentarlo desde otra perspectiva. Hasta puse un día en el calendario indicado para escribir la reseña, el sábado pasado por la tarde-noche, que iba a estar sólo en casa.
Eso sí, se fue todo a la mierda cuando Rocket me invitó a San Mamés y, entre una cosa y otra, cayeron unas cuantas Ipas
halo- Mensajes : 13359
Fecha de inscripción : 05/04/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Pues hoy he repasado demolition, y la cosa para mí quedaría tal que así:
Temazos (los meto sí o sí en mi recopi de ryan) Hallelujah, Cry on Demand, Dear Chicago y Starting to Hurt. Que sí, que esta última tiene exactamente 3 acordes y la línea de bajo mas fácil de la historia, pero es que es redonda. Pierredós.
Disfrutables (media tabla, se juegan el ascenso/descenso en cada jornada) Nuclear, You will always be the same, Desire, Gimme a Sign, Chin Up Cheer Up.
meh... (no tengo reparo en pulsar el skip) She wants to play hearts, Tenesse sucks, Jesus (don't touch my baby)
Temazos (los meto sí o sí en mi recopi de ryan) Hallelujah, Cry on Demand, Dear Chicago y Starting to Hurt. Que sí, que esta última tiene exactamente 3 acordes y la línea de bajo mas fácil de la historia, pero es que es redonda. Pierredós.
Disfrutables (media tabla, se juegan el ascenso/descenso en cada jornada) Nuclear, You will always be the same, Desire, Gimme a Sign, Chin Up Cheer Up.
meh... (no tengo reparo en pulsar el skip) She wants to play hearts, Tenesse sucks, Jesus (don't touch my baby)
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Me hubiese gustado destriparlo un poco más pero ando escaso de tiempo, sorry...
"Rock´n´Roll" puede ser muchas cosas. Pero sobre todo es un puñetazo en la mesa que pone de relieve la tremenda versatilidad de Ryan y lo desencasilla de su posición de cantautor melodramático. Era un momento complicado para nuestro protagonista. Al menos discograficamente hablando. Los problemas con lo que ponían la pasta no se acabaron tras la edición de "Demolition". La sangría compositiva de Adams nunca ha tenido cortapisas. Y "Love is Hell" era su nueva apuesta. Con la que se sentía seguro y confiado. Pero una vez más los capos de Lost Highway lo despertaron del sueño. Aquella colección de canciones no tenían viabilidad comercial. Y allí estaban para vender discos. Así que al pobre Ryan no le quedo otra que empezar de cero. Eso si, en esta ocasión decidió tomárselo menos a la tremenda y nada mejor que disfrutar un poco en la nueva grabación y hacerlo rodeado de amigos. Según palabras del propio Adams la grabación fue "fun as fuck". Se encerró dos semanas en los estudios de James Iha y junto a Jhonny T. Yerington, el cual co escribió varios de sus temas, su novia de entonces Parker Posey y otros compañeros de correrías como Melissa Auf Der Maur y Billy Joe Armstrong dio vida al álbum más rockero de su carrera. No ha vuelta ha grabar nada tan crudo desde aquellas. La respuesta a la discografica no pudo ser más puñetera y brillante. ¿Queréis vender discos? Pues ahí tenéis unos temas a la moda. El Indie Rock liderado por bandas como The Strokes era lo que motivaba a la muchachada en aquellos primeros años del nuevo milenio. De hecho el primer single "This Is It" parece mofarse directamente del primer largo de los de NY llamado "Is This It?". Genio y figura. Adams descoloca a fans y detractores con un disco totalmente alejado a lo que el publico esperaba de el. La critica se mueve entre la frialdad y la masacre. De hecho, una incipiente Pitchfork lo destroza en su reseña y ni corto ni perezoso Adams concierta una entrevista con la autora, que podéis leer aquí para entender un poco mejor su estado mental en aquel momento:
http://pitchfork.com/features/interview/5928-ryan-adams/
El álbum se abre de forma brutal con una triada para mi insuperable. "This Is It", "Shallow" con ese inicio tan T-Rex y la espidica "1974" (¿Es cosa mía o el verso "Do you want it, come on" es un homenaje a Turbonegro?. Obviamente la fortísima personalidad de Adams impregna unos temas que en manos de otros se quedarían en anécdota. La quebradiza voz del de Jacksonville se ajusta como un guante y le confiere la suciedad y chulería necesaria. A partir de aquí los temas adquieren tintes mas indies pero sin perder ápice de calidad. "Wish You Were Here" "So Alive" o "Luminol" son grandes canciones nos pongamos como nos pongamos. "Note To Self: Don´t Die" es otro cañonazo rockero con una letra brillante. La homónima es lo menos rock´n´roll del disco. Siempre dando pinceladas de su peculiar humor y quizá mandando un mensaje a aquellos que lo masacraban por no dar la talla en algunos de su conciertos más recientes o dar la espantada a mitad de ellos. "Anybody Take Me Home" es el tema más ligado a su catalogo anterior, y es sencillamente una canción magistral con un estribillo demoledor. A partir de aquí si que podemos afirmar que el nivel desciende estrepitosamente y solo salvamos de la quema "Do Miss America".
Personalmente fue mi primer contacto con Adams el malo, Su actuación en el Azkena 2004 lo situó en mi radar y una copia pirata llego para satisfacer la curiosidad. Poco poso dejaron en mi aquellas primeras escuchas, o eso pensaba, excepto la triada inicial ya comentada. Todavía no estaba preparado para su música. De hecho, no recuerdo nada del tan cacareado y desastroso concierto. Y eso que estaba en primera fila para coger sitio para Radio Birdman, mi prioridad aquella noche. Cuando años después me fui introduciendo en su obra, al llegar el momento de retomar "Rock´n´Roll" parece que aquellas escuchas tan lejanas ya en el tiempo si que habían dejado algo en mi subconsciente, porque a día de hoy y tras haber degustado lenta y reposadamente toda su producción, la cuarta obra en solitario de Ryan sigue estando muy alto en mi ranking de favoritos.
"Rock´n´Roll" puede ser muchas cosas. Pero sobre todo es un puñetazo en la mesa que pone de relieve la tremenda versatilidad de Ryan y lo desencasilla de su posición de cantautor melodramático. Era un momento complicado para nuestro protagonista. Al menos discograficamente hablando. Los problemas con lo que ponían la pasta no se acabaron tras la edición de "Demolition". La sangría compositiva de Adams nunca ha tenido cortapisas. Y "Love is Hell" era su nueva apuesta. Con la que se sentía seguro y confiado. Pero una vez más los capos de Lost Highway lo despertaron del sueño. Aquella colección de canciones no tenían viabilidad comercial. Y allí estaban para vender discos. Así que al pobre Ryan no le quedo otra que empezar de cero. Eso si, en esta ocasión decidió tomárselo menos a la tremenda y nada mejor que disfrutar un poco en la nueva grabación y hacerlo rodeado de amigos. Según palabras del propio Adams la grabación fue "fun as fuck". Se encerró dos semanas en los estudios de James Iha y junto a Jhonny T. Yerington, el cual co escribió varios de sus temas, su novia de entonces Parker Posey y otros compañeros de correrías como Melissa Auf Der Maur y Billy Joe Armstrong dio vida al álbum más rockero de su carrera. No ha vuelta ha grabar nada tan crudo desde aquellas. La respuesta a la discografica no pudo ser más puñetera y brillante. ¿Queréis vender discos? Pues ahí tenéis unos temas a la moda. El Indie Rock liderado por bandas como The Strokes era lo que motivaba a la muchachada en aquellos primeros años del nuevo milenio. De hecho el primer single "This Is It" parece mofarse directamente del primer largo de los de NY llamado "Is This It?". Genio y figura. Adams descoloca a fans y detractores con un disco totalmente alejado a lo que el publico esperaba de el. La critica se mueve entre la frialdad y la masacre. De hecho, una incipiente Pitchfork lo destroza en su reseña y ni corto ni perezoso Adams concierta una entrevista con la autora, que podéis leer aquí para entender un poco mejor su estado mental en aquel momento:
http://pitchfork.com/features/interview/5928-ryan-adams/
El álbum se abre de forma brutal con una triada para mi insuperable. "This Is It", "Shallow" con ese inicio tan T-Rex y la espidica "1974" (¿Es cosa mía o el verso "Do you want it, come on" es un homenaje a Turbonegro?. Obviamente la fortísima personalidad de Adams impregna unos temas que en manos de otros se quedarían en anécdota. La quebradiza voz del de Jacksonville se ajusta como un guante y le confiere la suciedad y chulería necesaria. A partir de aquí los temas adquieren tintes mas indies pero sin perder ápice de calidad. "Wish You Were Here" "So Alive" o "Luminol" son grandes canciones nos pongamos como nos pongamos. "Note To Self: Don´t Die" es otro cañonazo rockero con una letra brillante. La homónima es lo menos rock´n´roll del disco. Siempre dando pinceladas de su peculiar humor y quizá mandando un mensaje a aquellos que lo masacraban por no dar la talla en algunos de su conciertos más recientes o dar la espantada a mitad de ellos. "Anybody Take Me Home" es el tema más ligado a su catalogo anterior, y es sencillamente una canción magistral con un estribillo demoledor. A partir de aquí si que podemos afirmar que el nivel desciende estrepitosamente y solo salvamos de la quema "Do Miss America".
Personalmente fue mi primer contacto con Adams el malo, Su actuación en el Azkena 2004 lo situó en mi radar y una copia pirata llego para satisfacer la curiosidad. Poco poso dejaron en mi aquellas primeras escuchas, o eso pensaba, excepto la triada inicial ya comentada. Todavía no estaba preparado para su música. De hecho, no recuerdo nada del tan cacareado y desastroso concierto. Y eso que estaba en primera fila para coger sitio para Radio Birdman, mi prioridad aquella noche. Cuando años después me fui introduciendo en su obra, al llegar el momento de retomar "Rock´n´Roll" parece que aquellas escuchas tan lejanas ya en el tiempo si que habían dejado algo en mi subconsciente, porque a día de hoy y tras haber degustado lenta y reposadamente toda su producción, la cuarta obra en solitario de Ryan sigue estando muy alto en mi ranking de favoritos.
El Puto Fary- Mensajes : 22001
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
joer
vaya pedazo reseñas haceis, cabrones...
vaya pedazo reseñas haceis, cabrones...
Evolardo- Mensajes : 64466
Fecha de inscripción : 07/03/2013
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
bravo!
Poco puedo añadir de uno de los discos que menos escucho de Adams
Poco puedo añadir de uno de los discos que menos escucho de Adams
mr_mojorising- Mensajes : 11487
Fecha de inscripción : 23/02/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Pues menos mal que no tenías tiempo para escribir...
Tampoco tengo mucho que decir del disco, pues es el que menos controlo de Ryan y la producción y el sonido de las guitarras me irrita sobremanera. Creo que con otra producción podría ser un disco bastante mejor de lo que parece. También es verdad que soy del Adams más dolido y emocional.
Tampoco tengo mucho que decir del disco, pues es el que menos controlo de Ryan y la producción y el sonido de las guitarras me irrita sobremanera. Creo que con otra producción podría ser un disco bastante mejor de lo que parece. También es verdad que soy del Adams más dolido y emocional.
Albaider- Mensajes : 5916
Fecha de inscripción : 16/04/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
inciso:
Oh! qué maravilla que parece que se va a editar POR FIN el Jacksonville City Nights en vinilo...
https://ryanadams.shopfirebrand.com/collections/vinyl/products/jacksonville-city-vinyl
Oh! qué maravilla que parece que se va a editar POR FIN el Jacksonville City Nights en vinilo...
https://ryanadams.shopfirebrand.com/collections/vinyl/products/jacksonville-city-vinyl
mr_mojorising- Mensajes : 11487
Fecha de inscripción : 23/02/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Vabro, tocayo!
Además, estoy casi al cien por cien de acuerdo en cómo has descrito el disco. La triada inicial es de esas que solía poner en casa a saco cuando tenía un cuarto de hora antes de salir de fiesta. Es demoledora y sorprendente.
A partir de ahí, en mi opinión, hay buenos temas, disfrutables, a los que poco o nada hay que objetar según se mire. Si me quedo con lo poco a objetar, como en lo que respecta a la composición de temas, soy un cero a la izquierda, nunca me meteré en ese terreno, ya que lo considero extremadamente difícil. Por lo tanto, la pega que tengo nace en mis gustos personales. Los temas que van a completar la parte intermedia y final, sean muy buenos(Anybody take me home), buenos (Wish you were here,...) o flojos (Boys), no me llenan, salvo el primero que cito por el motivo que ha explicado el Fary. Así como me hubiese gustado que expandiese un poco más ese lado rockero de los tres primeros temas, también he agradecido que se alejase de ese toque indie que tan poco me gusta.
Al igual que mr_mojo, es uno de los discos de aquella primera época que menos escucho de Ryan, aunque curiosamente, si pusiera un top 50 de canciones más escuchadas, probablemente, This is it, Shallow y 1974, estarían en él.
Además, estoy casi al cien por cien de acuerdo en cómo has descrito el disco. La triada inicial es de esas que solía poner en casa a saco cuando tenía un cuarto de hora antes de salir de fiesta. Es demoledora y sorprendente.
A partir de ahí, en mi opinión, hay buenos temas, disfrutables, a los que poco o nada hay que objetar según se mire. Si me quedo con lo poco a objetar, como en lo que respecta a la composición de temas, soy un cero a la izquierda, nunca me meteré en ese terreno, ya que lo considero extremadamente difícil. Por lo tanto, la pega que tengo nace en mis gustos personales. Los temas que van a completar la parte intermedia y final, sean muy buenos(Anybody take me home), buenos (Wish you were here,...) o flojos (Boys), no me llenan, salvo el primero que cito por el motivo que ha explicado el Fary. Así como me hubiese gustado que expandiese un poco más ese lado rockero de los tres primeros temas, también he agradecido que se alejase de ese toque indie que tan poco me gusta.
Al igual que mr_mojo, es uno de los discos de aquella primera época que menos escucho de Ryan, aunque curiosamente, si pusiera un top 50 de canciones más escuchadas, probablemente, This is it, Shallow y 1974, estarían en él.
halo- Mensajes : 13359
Fecha de inscripción : 05/04/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Lo de "rock'n'roll" es siempre peliagudo, disco controvertido, un poco de compromiso, muy criticado pero muy disfrutable. Con esa ambigüedad de no saber hasta que punto hay homenaje y hasta que punto hay broma. Como en la canción título y en el propio título, pues aparte de rock'n'roll yo ahí veo pop y veo esas prisas por grabarlo con la seguridad de que el material en sí no es malo... En plan, si? Queréis con guitarras, pues toma guitarras. A la moda, venga. Un poco a lo "mecagüendios", pero por mis cojones. De hecho con los strokes veo mas guiño que mofa, no se rumoreaba además que había regrabado el "is this it" entero y que flota por ahí en el limbo?
La entrevista con pitchfork es también un poco surrealista, sabía de algunas salidas de ese tipo, pero esta no la había leído.
Sea como sea, aunque digas que no has tenido tiempo me ha gustado mucho la crítica, directa, al grano. Como el disco comentado. Mola ver que esto sigue.
La entrevista con pitchfork es también un poco surrealista, sabía de algunas salidas de ese tipo, pero esta no la había leído.
Sea como sea, aunque digas que no has tenido tiempo me ha gustado mucho la crítica, directa, al grano. Como el disco comentado. Mola ver que esto sigue.
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Veo esto muy parado
Albaider- Mensajes : 5916
Fecha de inscripción : 16/04/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Es que lo está.Albaider escribió:Veo esto muy parado
Noto mucho la ausencia de nuestro hacedor. Bienaventurado rocket69, ¿donde fuiste?
dicho esto, tengo la critica lista desde la semana pasada... pensaba que me tocaba entonces, pero al ir a colgarla vi que ponía 7 de marzo. Así que nos vemos el martes, al menos.
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
pues súbela ya!srv escribió:Es que lo está.Albaider escribió:Veo esto muy parado
Noto mucho la ausencia de nuestro hacedor. Bienaventurado rocket69, ¿donde fuiste?
dicho esto, tengo la critica lista desde la semana pasada... pensaba que me tocaba entonces, pero al ir a colgarla vi que ponía 7 de marzo. Así que nos vemos el martes, al menos.
Usagi- Mensajes : 18489
Fecha de inscripción : 16/09/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Pues la verdad, sí.Usagi escribió:pues súbela ya!srv escribió:Es que lo está.Albaider escribió:Veo esto muy parado
Noto mucho la ausencia de nuestro hacedor. Bienaventurado rocket69, ¿donde fuiste?
dicho esto, tengo la critica lista desde la semana pasada... pensaba que me tocaba entonces, pero al ir a colgarla vi que ponía 7 de marzo. Así que nos vemos el martes, al menos.
Total los tochos entran mejor en domingo.
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Me han encantado las dos últimas reviews.
loaded- Mensajes : 46000
Fecha de inscripción : 20/04/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Ryan Adams – Love Is Hell
Cuando empecé a hacer esta reseña, la verdad es que no sabía por donde empezar. Me resultaba difícil describir las sensaciones que me produce este álbum, y pensé que sería mas fácil hacer algo mas abstracto como un microrrelato ("La noche está cargada y empezará a llover en cualquier momento, pero todavía no. Aún huele a óxido... Que bonita se ve la ciudad desde aquí...", -un borrador-) Es raro. A lo mejor porque las emociones son contradictorias, por falta de nombre para algunas, o o porque cuenta mas la suma que las partes, no sé. Pero lo que sí sé, es que ésta suele ser una característica de los mejores discos. El álbum mas “alternativo” de Ryan, el mas nocturno, (el mas aburrido dirán algunos), el mas personal... Uno puede buscar un titular, pero creo que sería quedarse corto ya que por si solas las frases breves no hacen justicia como debieran. Sería mas fácil quedarse en la escucha, pero uno ya tiene las botas puestas.
Empecemos, eso sí, por lo fácil. Año 2003. Ryan Adams es ya una estrella consagrada gracias a Gold, tras los inicios con Whiskeytown y su prestigioso debut. También ha dado sobradas muestras de su productividad, con discos enteros inéditos (suicide handbook o 48 hours), trabajos a tiempo parcial como productor de Jesse Malin, proyectos paralelos como “The Finger”, colaboraciones... síntomas claros de un adicto al trabajo. Parece sin embargo que el éxito acumulado no es suficiente para su discográfica, Lost Highway, la cual intentará explotar la a la gallina de los huevos de oro. Es bastante conocido que Ryan tenía el proyecto de Love is Hell como continuación a Gold, pero la contestación de sus jefes al llevarles la idea no fue muy positiva: "Vamos a ver ryan, no me jodas con lo del disco intimista y oscuro. No lo habíamos hablado ya con lo del suicide handbook...? el público quiere gold y el público quiere silver. Algo alegre, ry, lo que yo te diga. Tu mete mas guitarra, eso es. Por cierto, Demolition no cuenta como, ejem, "disco". Según el contrato es un recopilatorio... nos sigues debiendo 6. O sea, está claro no?". Esto evidentemente me lo he inventado, pero la realidad no está muy lejos si hemos de hacer caso a la versión que cuenta el artista. El caso es que Lost Higway no creían en este proyecto, y lo peor es que no es la primera vez que pasaba: la historia de Suicide Handbook/Gold es la misma, aunque probablemente con mejores resultados. Ante tan frustrante falta de apoyo por parte de la discográfica muchos se habrían visto bloqueados. Otros, se hubieran visto condenados condenado a una espiral de grabaciones sin inspiración y desganadas. No sucedió así con nuestro despeinado amigo. Ni corto ni perezoso, Ryan se fue al estudio de su amigo -guest starring- James Iha en nueva york, y grabó en apenas dos semanas “rock’n’roll”, sin que nadie tuviera constancia de ello, a excepción de su manager, su novia de por aquel entonces, Parker Posey, y algún amigo cercano. Una vez grabado el material, les dijo a Lost Highway que o bien le publicaban Love is Hell o no había “rock’n’Roll”. Bien jugado.
Y en que consistía este proyecto? Love is Hell, en pocas palabras, es un intento de condensar un abanico de influencias tan amplio como en Gold y de cortar tan profundo como en Heartbreaker. Casi nada. Sin ser tan en primera persona como su primer disco en solitario, si que diría que esta influenciada por su experiencia vital en ese momento. Sobre esa época Ryan se había mudado a la gran manzana, y como joven artista ya consagrado, empieza a hacer migas con figuras del mundillo (cotilleos con Wynona ryder, fiestas con Elton John, Lord Keef, Noel Gallagher, Adam Duritz...), lo que da pie una activa vida nocturna, ya sabéis: when you are young, you get sad, and you get hiiigh!. Sus andadas sirvieron a algunos medios para retratar a un personaje de tabloide, y probablemente se trató de una época agitada, donde de vez en cuando tenía salidas de tono como contestar al contestador de algún crítico musical, la entrevista a petición personal con pitchfork, peleas en bares… El caso es que nunca acabo de asentarse en NY, y creo que esa ambigua relación entre la idealización y la realidad condicionaría la panorámica que hace en este disco. Sin poder quitarse esa sensación de ser un forastero y en parte por esa presión de los medios, unos años después tomó finalmente la decisión de salir de allí y establecerse en Los Angeles, donde se encuentra el cuartel general de Pax-Am. Aunque eso ya es otra historia. De momento nos quedamos en la gran manzana.
Volviendo al disco, la estrategia ya mencionada funcionó y la discográfica accedió finalmente a publicárselo, pero eso sí: en dos EPs, pues seguían sin ver potencial comercial al asunto. Una estrategia fallida por parte del sello, ya que en formato de EP no contaban como "discos" exigibles por contrato, pero tan sólo 5 meses después publicarían el material en un único LP, habida cuenta del éxito cosechado por separado. Ante despropósitos de así, parece comprensible la mala sangre que deja entrever Ryan cada vez que le sacan el tema de Lost Highway. Pero veamos lo de los dos EPs. Es cierto que hay diferencia de sonido entre ambas mitades, incluso la banda de músicos acompañantes es diferente en cada EP (New York band / New Orleans band), pero no están tan lejos el uno del otro. De hecho, funciona bastante bien si los pensamos como una cara A y cara B, siendo la primera la mas pop / rock alternativo, mientras que en la segunda mitad recupera un carácter acústico mas cercana a lo que venia haciendo hasta entonces, pero sin perder la nocturnidad ni la alevosía en ningún momento. Imaginemos Kill bill 1 y kill bill 2: dos partes, misma película. Me remito también a los hechos: es el propio Ryan quien ha afirmado en ocasiones que lo considera un disco único. (Y aclaro que yo mismo lo conocí así, fue su primer disco que compré). De cualquiera de las maneras, creo que es acertado señalar que en general está mas cerca del “rock alternativo” que de la música “de raíces” o “americana”. Mucho se han comentado sus influencias, que atendiendo a diversos medios abarcan desde el brit-pop -¿una versión, donde?-, hasta Radiohead, Prince o Buckley, pasando incluso por –glups- Coldplay... Cualquiera que le escuche hablar, verá en seguida que Ryan es casi un musicólogo que maneja una basto abanico de influencias (a veces parece forero); y cualquiera que escuche su música verá que precisamente, su capacidad para convertir dichas influencias en concisas canciones pop/rock es uno de sus principales activos. Personalmente, no soy muy diestro con el bisturí, pero un nombre está claro: The Smiths. Ésta es una referencia muy reconocida por Ryan, y aquí esas guitarras con chorus, dobladas y arpegiadas gritan Johnny Marr; mientras que hay algo en la manera de cantar de Ryan, en esas notas prolongadas y modulantes, en ese falsete tipo Morrissey, que juraría que es mas que una simple coincidencia. Es significativo que el productor del disco sea John Porter, quien estuvo tras las máquinas en “Meat is Murder” o “Queen is Dead”. Y es aún mas revelador aún, la manera en que llegó a Porter: fue el nombre que le recomendaron tras un intento fallido de que fuera el propio Marr el productor, tal y como revelaba en una recientísima “entrevista”. Por eso no me parece descabellado hablar de su disco mas alternativo, o mas europeo. (Ojo, también se podría argumentar que culturalmente hablando no hay nada mas americano que saquear las influencias del viejo continente para hacerlas tuyas… y también es verdad que en la música pop del último siglo ha sido mucho al revés... hmmm. Que lío). El resultado es en cualquier caso difícil de definir, pero diría que es algo así como el Yankee Hotel Foxtrot/ Huevo dentro universo Ryan. Un disco donde había ambición de abarcar, ansiedad vital de cortar profundo e interés por innovar. Y con nuestro amigo en estado de gracia, esto se traduce en una obra compleja que para mi tiene la cualidad de lo intemporal.
“Cari, he pensado meter algo de flamenquito en el nuevo, así, por bulerías…”
Hagamos ahora la prueba del algodón: las canciones. Una colección de historias protagonizadas por personajes secundarios, aquellos en los que no reparas cuando caminas por la calle, como salidos de un Nueva York borroso y en blanco y negro... algo así como ése que se ve en las páginas centrales del libreto del disco, a través del cristal de un coche acercándose. La primera mitad, la mas pop digamos, empieza con Political Scientist, que abre silenciosa con un piano susurrado, y va creciendo para acabar en un glorioso final con Ryan gritando “there’s no guarantees”. Como si estuviera descubriendo la cara B de la ciudad, donde las promesas empiezan a guardar polvo y empiezas a fijarte en las grietas de las casas... Inicio perfecto para marcar el tono oscuro del disco. Sigue con Afraid not scared, una balada acústica que habla de la desconexión entre dos personas anónimas, un relato en primera persona sobre un cuerpo tendido al otro lado de la cama... una persona que solo duerme, o quizás no. Continúa con This house is not for sale, en palabras de Ryan, la historia de dos fantasmas, donde uno intenta convencer al otro de su condición, pues el segundo no sabe aún que ha muerto… van recordando pedazos del pasado, y el primero le dice que no se preocupe, que todo irá bien. Ponga una historia de espectros en su vida. Lo bueno es que no hace falta morirse para empatizar con esta canción, basta con tener algún lugar al que alguna vez llamaste casa. Sobrevuelan de nuevo Morrissey y los Smiths. Calm down. Love is Hell, es un temazo pop/rock directo al grano que básicamente habla de la condición de estar de paso, 100% ryan. I could be serious but I’m just kidding around. El desarraigo vs. los lazos afectivos. La versión que sigue, Wonderwall tiene tantos detractores como admiradores. Yo me encuentro entre los segundos, aunque la imparcialidad no juegue a mi favor. He oído que se inspiró en la versión acústica que ya hacían los hermanos Gallagher… y también lo contrario. Lo cierto es que ya hay una primeriza versión en un directo del año 2000, incluido en el DVD de la edición deluxe de Hearbreaker, por lo que lo único cierto es que esta cover ya tenía cierto tiempo antes de llegar a Love is Hell. Este tema además, abre la serie de canciones que están grabadas con la New Orleans Band, y empalma con Shadowlands que es como una especie de "vidas cruzadas" entre diferentes personajes en las sombras de la ciudad que buscan de redención. Un piano pausado marca ese momento de tensión -“god please bring the rain, bring it soon”- antes de que caiga el gran chaparrón… Finalmente, caen las primeras gotas de la tormenta y es como si te golpearan en la cara gracias a ese sensacional solo de guitarra de Greg Leisz. Una lección de clase y dinamismo al nivel de la maravilla esa que hace Knopfler en Brothers in Arms (no tengo especial interés en hacer apología de tenistas, pero al césar lo que es del césar). Probablemente éste sea uno de los puntos álgidos del disco, solo por llegar aquí el viaje merece la pena. World War 24 nos despierta poco a poco del estado mágico en que nos deja shadowlands, con una canción mas pop que nos lleva a Londres para contarnos una historia de amor entre dos yonkis cuya noción del tiempo hace tiempo que se perdió. Hoy tenemos superpoderes. Avalanche es de nuevo un tema con el piano como protagonista, y con un groove sobre el que se disfruta mas dejándose llevar, y que acaba con otro exquisito solo de guitarra, esta vez mas minimalista. La temática es la de la incapacidad de sentir, describe como uno va cayendo en ese estado catatónico en el que todos los días son iguales... ¿la segunda parte de Afraid not Scared? Bien podría ser la historia de la otra persona, anónima, que yace en la cama sin moverse… My blue Manhattan es de nuevo una canción de piano, de crooner en un club lleno de humo. Se une a ese montón de cartas de amor que se han escrito a esta ciudad. It’s me against you most days… Ain’t that sweet, gal. Please do not let me go recupera el espíritu acústico de Heartbreaker, con su mismo regusto a alcohol en la boca, tirado en la esquina de la habitación. Vuelve a romper con lo que ya es una marca de la casa: un fade out y un solo minimalista pero esta vez de piano. Otra de los puntos álgidos. Volvemos a la temática de my blue manhattan con City Rain, City Streets, aunque aquí la ciudad hace mas de telón de fondo sobre una nueva historia de desamor, con guitarras etéreas gracias a un gran uso del delay y el chorus. Sin parecerme un mal tema quizá estaría entre mis menos preferidos del disco. I see Monsters vuelve a poner en primer plano la guitarra acústica con un arpegio (junto con el ya mencionado Leisz) y una cadencia de acordes que como mínimo es, no sé, una maravilla; y narra esta vez una historia de querer conservar lo querido que tienes ante un mundo hostil alrededor tuyo… una metáfora ante las dificultades de la vida, aunque con la suficiente ambigüedad como para tratarse de un relato sobre el fin del mundo. Disculpen la exageración, pero hablamos de ese chico un tanto freak que hace camisetas de zombies y discos de ciencia-ficción… Puestos a imaginar. Nos acercamos a la recta final, English Girls Approximately, con un Adams, que aquí si, hace referencia a su condición de “heartbreaker”, en una canción mas iluminada, narrando con bastante gracia sus desencuentros entre elizabeths y bethanys… como curiosidad, decir que canta Marianne Faithfull en segunda voz. Siempre lo digo, pero Ryan sabe rodearse. Thank you Louise es de nuevo un numero acústico, una historia costumbrista sobre la abnegada vida de una madre solitaria y como le llegan las noticias al perder un hijo… una canción humilde. Bella. Ya para cerrar acabamos con el teclado cargado y una cadencia parecida a Purple Rain de Prince, que remata con unos coros casi góspel. Cerramos el bar. Se apagan las luces, nuestro trovador desenchufa su guitarra, y vuelve a con cierto color en las mejillas a su habitación… Se acabó la función. Inmejorable manera de acabar esta colección de historias. Hablo de Hotel Chelsea Nights, el cual es quizá uno de mis preferidos de Adams.Si esto nos desgarra el alma…
“Lolo y Miguelín, mis primos del pueblo”
Llegados a este punto, alguien podría decir, "bueno tío, si, todo esto está muy bien, pero no te parece que el disco es un poco largo? No podría contar lo mismo con menos canciones?" Hmmm, puede ser. Jaque al rey. El disco tiene sin duda un ritmo pausado, y como no conectes con lo que propone te quedas en el camino. Muevo ficha y digo vale, City Rain fuera, que no me gusta tanto. Y ahora... Thank You Louise? No, esa historia no me la toques. English girls es un contrapunto "positivo" necesario, equilibra la balanza. I See Monsters quizá, pero ese como vas a deshacerte de esa guitarra... Blue Manhattan sería un buen candidato, pero hace de centro gravitatorio temático, y Please Do Not Let Me Go sencillamente me encanta. Avalanche funciona a la perfección junto World War 24, que a su vez es el nexo perfecto a Shadowlands.... y de ahí no bajo. Y se me ocurre que aún siendo largo… donde está el problema? Así que no sé. Tablas.
“Verás Willie, en el fondo tu y yo tenemos la misma edad…”
Quizá alguno haya reparado en que no he comentado Anybody wanna take me home. Y no es porque ya saliera -un poco diferente- en Rock’n’Roll, sino esta canción tiene muchos significados para mi. De entrada, tiene el valor fundacional de haber sentado la primera piedra: fue la primera canción de Adams que escuché. Se trata de un tema a medio tiempo con una estructura pop habitual, verso/puente/chorus + fade away in crescendo (marca de la casa), pero que se crea sobre una cama de arpegios con guitarras ligeramente distorsionadas, delays y ecos que dejan caer el peso sobre la atmósfera y el sonido. Es probablemente la canción mas “smiths” de todo el disco, y quizá por ello tiene una traslación al acústico mas difícil. O por lo menos mas literal, menos dada a re-interpretaciones. En sí, creo que entronca con el corazón del disco, tanto temática como musicalmente. Y conmigo resuena casi como pocas de sus canciones. "I am in the twillight of my youth... not that i'm going to remember", comienza cantando Adams. Y en partiendo de ahí desarrolla una historia after hours para finalmente desaparecer como por arte de magia… De nuevo lo que se acaba, pero todavía no. Decimos muchas veces que uno tiene que llegar a los discos en el momento adecuado para disfrutarlos como se debe. Pienso que esta afirmación es generalmente cierta, pero a veces puede pasar también lo contrario: un disco tiene que llegar a "nuestro momento". Esto igual es un poco raro, pero como dice un amigo mío, todos tenemos una edad. Dicha edad, es la que es y es una sola a lo largo de toda la vida. Vamos, que si tienes un carácter de chaval de 15 años, es el que va marcarte siempre, por mucho que te adaptes y evoluciones. Asimismo, vivirás con plenitud los años en los que esta edad emocional coincide con la real… y el resto es esperar a ello, o relativizar el pasado. El tren siempre pasa siempre a una hora, y lo que hagas antes y después es cosa tuya. Por supuesto no hay en esto ninguna base científica, es solo una teoría de bar y las personas somos muchísimo mas complejas que todo eso. Siempre. Pero claro, uno oye esta canción y muchas cosas empiezan a encajar. Entiendo porqué conecto. Y luego escucho este disco, y juraría que entiendo todavía mas cosas. Decía Bruce Springsteen en una muy recomendable entrevista reciente para la bbc, que el rock hace tiempo dejó de ser la referencia cultural hegemónica a través de la cual mirar el mundo, pero que sirve para encontrar las respuestas a menor escala, para responder a la pregunta ¿qué me pasa? En otras palabras, aunque nos encontremos cada vez mas dispersos, el rock nunca perderá su capacidad de “salvarte la vida”, como reza esa frase que no se quién acuñaría. No diré adiós a Elvis, os diré adiós a vosotros. Grande, Boss. Igual es que en las condiciones adecuadas, una colección de canciones tiene la capacidad de ayudar a entenderse uno mismo mejor. Y también para hacerte sentir que hay alguien al otro lado, gente como el ya mencionado Springsteen, como Bowie, como Adams. Gente que te digan que a pesar de todo, no pasa nada por ser quien eres. Que está bien así, y que a veces, es incluso mejor. ¿Por eso escuchamos no? Para que te muestren lo que no conoces, y a la vez entender lo que siempre estuvo ahí. Así que arte o no, yo no me desilusiono, como decían leño, porque veces se trate de algo mas que una canción. Sencillamente agradezco. Porque aquí, todavía, no ha comenzado a llover.
Cuando empecé a hacer esta reseña, la verdad es que no sabía por donde empezar. Me resultaba difícil describir las sensaciones que me produce este álbum, y pensé que sería mas fácil hacer algo mas abstracto como un microrrelato ("La noche está cargada y empezará a llover en cualquier momento, pero todavía no. Aún huele a óxido... Que bonita se ve la ciudad desde aquí...", -un borrador-) Es raro. A lo mejor porque las emociones son contradictorias, por falta de nombre para algunas, o o porque cuenta mas la suma que las partes, no sé. Pero lo que sí sé, es que ésta suele ser una característica de los mejores discos. El álbum mas “alternativo” de Ryan, el mas nocturno, (el mas aburrido dirán algunos), el mas personal... Uno puede buscar un titular, pero creo que sería quedarse corto ya que por si solas las frases breves no hacen justicia como debieran. Sería mas fácil quedarse en la escucha, pero uno ya tiene las botas puestas.
Empecemos, eso sí, por lo fácil. Año 2003. Ryan Adams es ya una estrella consagrada gracias a Gold, tras los inicios con Whiskeytown y su prestigioso debut. También ha dado sobradas muestras de su productividad, con discos enteros inéditos (suicide handbook o 48 hours), trabajos a tiempo parcial como productor de Jesse Malin, proyectos paralelos como “The Finger”, colaboraciones... síntomas claros de un adicto al trabajo. Parece sin embargo que el éxito acumulado no es suficiente para su discográfica, Lost Highway, la cual intentará explotar la a la gallina de los huevos de oro. Es bastante conocido que Ryan tenía el proyecto de Love is Hell como continuación a Gold, pero la contestación de sus jefes al llevarles la idea no fue muy positiva: "Vamos a ver ryan, no me jodas con lo del disco intimista y oscuro. No lo habíamos hablado ya con lo del suicide handbook...? el público quiere gold y el público quiere silver. Algo alegre, ry, lo que yo te diga. Tu mete mas guitarra, eso es. Por cierto, Demolition no cuenta como, ejem, "disco". Según el contrato es un recopilatorio... nos sigues debiendo 6. O sea, está claro no?". Esto evidentemente me lo he inventado, pero la realidad no está muy lejos si hemos de hacer caso a la versión que cuenta el artista. El caso es que Lost Higway no creían en este proyecto, y lo peor es que no es la primera vez que pasaba: la historia de Suicide Handbook/Gold es la misma, aunque probablemente con mejores resultados. Ante tan frustrante falta de apoyo por parte de la discográfica muchos se habrían visto bloqueados. Otros, se hubieran visto condenados condenado a una espiral de grabaciones sin inspiración y desganadas. No sucedió así con nuestro despeinado amigo. Ni corto ni perezoso, Ryan se fue al estudio de su amigo -guest starring- James Iha en nueva york, y grabó en apenas dos semanas “rock’n’roll”, sin que nadie tuviera constancia de ello, a excepción de su manager, su novia de por aquel entonces, Parker Posey, y algún amigo cercano. Una vez grabado el material, les dijo a Lost Highway que o bien le publicaban Love is Hell o no había “rock’n’Roll”. Bien jugado.
Y en que consistía este proyecto? Love is Hell, en pocas palabras, es un intento de condensar un abanico de influencias tan amplio como en Gold y de cortar tan profundo como en Heartbreaker. Casi nada. Sin ser tan en primera persona como su primer disco en solitario, si que diría que esta influenciada por su experiencia vital en ese momento. Sobre esa época Ryan se había mudado a la gran manzana, y como joven artista ya consagrado, empieza a hacer migas con figuras del mundillo (cotilleos con Wynona ryder, fiestas con Elton John, Lord Keef, Noel Gallagher, Adam Duritz...), lo que da pie una activa vida nocturna, ya sabéis: when you are young, you get sad, and you get hiiigh!. Sus andadas sirvieron a algunos medios para retratar a un personaje de tabloide, y probablemente se trató de una época agitada, donde de vez en cuando tenía salidas de tono como contestar al contestador de algún crítico musical, la entrevista a petición personal con pitchfork, peleas en bares… El caso es que nunca acabo de asentarse en NY, y creo que esa ambigua relación entre la idealización y la realidad condicionaría la panorámica que hace en este disco. Sin poder quitarse esa sensación de ser un forastero y en parte por esa presión de los medios, unos años después tomó finalmente la decisión de salir de allí y establecerse en Los Angeles, donde se encuentra el cuartel general de Pax-Am. Aunque eso ya es otra historia. De momento nos quedamos en la gran manzana.
Welcome to New York
Volviendo al disco, la estrategia ya mencionada funcionó y la discográfica accedió finalmente a publicárselo, pero eso sí: en dos EPs, pues seguían sin ver potencial comercial al asunto. Una estrategia fallida por parte del sello, ya que en formato de EP no contaban como "discos" exigibles por contrato, pero tan sólo 5 meses después publicarían el material en un único LP, habida cuenta del éxito cosechado por separado. Ante despropósitos de así, parece comprensible la mala sangre que deja entrever Ryan cada vez que le sacan el tema de Lost Highway. Pero veamos lo de los dos EPs. Es cierto que hay diferencia de sonido entre ambas mitades, incluso la banda de músicos acompañantes es diferente en cada EP (New York band / New Orleans band), pero no están tan lejos el uno del otro. De hecho, funciona bastante bien si los pensamos como una cara A y cara B, siendo la primera la mas pop / rock alternativo, mientras que en la segunda mitad recupera un carácter acústico mas cercana a lo que venia haciendo hasta entonces, pero sin perder la nocturnidad ni la alevosía en ningún momento. Imaginemos Kill bill 1 y kill bill 2: dos partes, misma película. Me remito también a los hechos: es el propio Ryan quien ha afirmado en ocasiones que lo considera un disco único. (Y aclaro que yo mismo lo conocí así, fue su primer disco que compré). De cualquiera de las maneras, creo que es acertado señalar que en general está mas cerca del “rock alternativo” que de la música “de raíces” o “americana”. Mucho se han comentado sus influencias, que atendiendo a diversos medios abarcan desde el brit-pop -¿una versión, donde?-, hasta Radiohead, Prince o Buckley, pasando incluso por –glups- Coldplay... Cualquiera que le escuche hablar, verá en seguida que Ryan es casi un musicólogo que maneja una basto abanico de influencias (a veces parece forero); y cualquiera que escuche su música verá que precisamente, su capacidad para convertir dichas influencias en concisas canciones pop/rock es uno de sus principales activos. Personalmente, no soy muy diestro con el bisturí, pero un nombre está claro: The Smiths. Ésta es una referencia muy reconocida por Ryan, y aquí esas guitarras con chorus, dobladas y arpegiadas gritan Johnny Marr; mientras que hay algo en la manera de cantar de Ryan, en esas notas prolongadas y modulantes, en ese falsete tipo Morrissey, que juraría que es mas que una simple coincidencia. Es significativo que el productor del disco sea John Porter, quien estuvo tras las máquinas en “Meat is Murder” o “Queen is Dead”. Y es aún mas revelador aún, la manera en que llegó a Porter: fue el nombre que le recomendaron tras un intento fallido de que fuera el propio Marr el productor, tal y como revelaba en una recientísima “entrevista”. Por eso no me parece descabellado hablar de su disco mas alternativo, o mas europeo. (Ojo, también se podría argumentar que culturalmente hablando no hay nada mas americano que saquear las influencias del viejo continente para hacerlas tuyas… y también es verdad que en la música pop del último siglo ha sido mucho al revés... hmmm. Que lío). El resultado es en cualquier caso difícil de definir, pero diría que es algo así como el Yankee Hotel Foxtrot/ Huevo dentro universo Ryan. Un disco donde había ambición de abarcar, ansiedad vital de cortar profundo e interés por innovar. Y con nuestro amigo en estado de gracia, esto se traduce en una obra compleja que para mi tiene la cualidad de lo intemporal.
“Cari, he pensado meter algo de flamenquito en el nuevo, así, por bulerías…”
Hagamos ahora la prueba del algodón: las canciones. Una colección de historias protagonizadas por personajes secundarios, aquellos en los que no reparas cuando caminas por la calle, como salidos de un Nueva York borroso y en blanco y negro... algo así como ése que se ve en las páginas centrales del libreto del disco, a través del cristal de un coche acercándose. La primera mitad, la mas pop digamos, empieza con Political Scientist, que abre silenciosa con un piano susurrado, y va creciendo para acabar en un glorioso final con Ryan gritando “there’s no guarantees”. Como si estuviera descubriendo la cara B de la ciudad, donde las promesas empiezan a guardar polvo y empiezas a fijarte en las grietas de las casas... Inicio perfecto para marcar el tono oscuro del disco. Sigue con Afraid not scared, una balada acústica que habla de la desconexión entre dos personas anónimas, un relato en primera persona sobre un cuerpo tendido al otro lado de la cama... una persona que solo duerme, o quizás no. Continúa con This house is not for sale, en palabras de Ryan, la historia de dos fantasmas, donde uno intenta convencer al otro de su condición, pues el segundo no sabe aún que ha muerto… van recordando pedazos del pasado, y el primero le dice que no se preocupe, que todo irá bien. Ponga una historia de espectros en su vida. Lo bueno es que no hace falta morirse para empatizar con esta canción, basta con tener algún lugar al que alguna vez llamaste casa. Sobrevuelan de nuevo Morrissey y los Smiths. Calm down. Love is Hell, es un temazo pop/rock directo al grano que básicamente habla de la condición de estar de paso, 100% ryan. I could be serious but I’m just kidding around. El desarraigo vs. los lazos afectivos. La versión que sigue, Wonderwall tiene tantos detractores como admiradores. Yo me encuentro entre los segundos, aunque la imparcialidad no juegue a mi favor. He oído que se inspiró en la versión acústica que ya hacían los hermanos Gallagher… y también lo contrario. Lo cierto es que ya hay una primeriza versión en un directo del año 2000, incluido en el DVD de la edición deluxe de Hearbreaker, por lo que lo único cierto es que esta cover ya tenía cierto tiempo antes de llegar a Love is Hell. Este tema además, abre la serie de canciones que están grabadas con la New Orleans Band, y empalma con Shadowlands que es como una especie de "vidas cruzadas" entre diferentes personajes en las sombras de la ciudad que buscan de redención. Un piano pausado marca ese momento de tensión -“god please bring the rain, bring it soon”- antes de que caiga el gran chaparrón… Finalmente, caen las primeras gotas de la tormenta y es como si te golpearan en la cara gracias a ese sensacional solo de guitarra de Greg Leisz. Una lección de clase y dinamismo al nivel de la maravilla esa que hace Knopfler en Brothers in Arms (no tengo especial interés en hacer apología de tenistas, pero al césar lo que es del césar). Probablemente éste sea uno de los puntos álgidos del disco, solo por llegar aquí el viaje merece la pena. World War 24 nos despierta poco a poco del estado mágico en que nos deja shadowlands, con una canción mas pop que nos lleva a Londres para contarnos una historia de amor entre dos yonkis cuya noción del tiempo hace tiempo que se perdió. Hoy tenemos superpoderes. Avalanche es de nuevo un tema con el piano como protagonista, y con un groove sobre el que se disfruta mas dejándose llevar, y que acaba con otro exquisito solo de guitarra, esta vez mas minimalista. La temática es la de la incapacidad de sentir, describe como uno va cayendo en ese estado catatónico en el que todos los días son iguales... ¿la segunda parte de Afraid not Scared? Bien podría ser la historia de la otra persona, anónima, que yace en la cama sin moverse… My blue Manhattan es de nuevo una canción de piano, de crooner en un club lleno de humo. Se une a ese montón de cartas de amor que se han escrito a esta ciudad. It’s me against you most days… Ain’t that sweet, gal. Please do not let me go recupera el espíritu acústico de Heartbreaker, con su mismo regusto a alcohol en la boca, tirado en la esquina de la habitación. Vuelve a romper con lo que ya es una marca de la casa: un fade out y un solo minimalista pero esta vez de piano. Otra de los puntos álgidos. Volvemos a la temática de my blue manhattan con City Rain, City Streets, aunque aquí la ciudad hace mas de telón de fondo sobre una nueva historia de desamor, con guitarras etéreas gracias a un gran uso del delay y el chorus. Sin parecerme un mal tema quizá estaría entre mis menos preferidos del disco. I see Monsters vuelve a poner en primer plano la guitarra acústica con un arpegio (junto con el ya mencionado Leisz) y una cadencia de acordes que como mínimo es, no sé, una maravilla; y narra esta vez una historia de querer conservar lo querido que tienes ante un mundo hostil alrededor tuyo… una metáfora ante las dificultades de la vida, aunque con la suficiente ambigüedad como para tratarse de un relato sobre el fin del mundo. Disculpen la exageración, pero hablamos de ese chico un tanto freak que hace camisetas de zombies y discos de ciencia-ficción… Puestos a imaginar. Nos acercamos a la recta final, English Girls Approximately, con un Adams, que aquí si, hace referencia a su condición de “heartbreaker”, en una canción mas iluminada, narrando con bastante gracia sus desencuentros entre elizabeths y bethanys… como curiosidad, decir que canta Marianne Faithfull en segunda voz. Siempre lo digo, pero Ryan sabe rodearse. Thank you Louise es de nuevo un numero acústico, una historia costumbrista sobre la abnegada vida de una madre solitaria y como le llegan las noticias al perder un hijo… una canción humilde. Bella. Ya para cerrar acabamos con el teclado cargado y una cadencia parecida a Purple Rain de Prince, que remata con unos coros casi góspel. Cerramos el bar. Se apagan las luces, nuestro trovador desenchufa su guitarra, y vuelve a con cierto color en las mejillas a su habitación… Se acabó la función. Inmejorable manera de acabar esta colección de historias. Hablo de Hotel Chelsea Nights, el cual es quizá uno de mis preferidos de Adams.
“Lolo y Miguelín, mis primos del pueblo”
Llegados a este punto, alguien podría decir, "bueno tío, si, todo esto está muy bien, pero no te parece que el disco es un poco largo? No podría contar lo mismo con menos canciones?" Hmmm, puede ser. Jaque al rey. El disco tiene sin duda un ritmo pausado, y como no conectes con lo que propone te quedas en el camino. Muevo ficha y digo vale, City Rain fuera, que no me gusta tanto. Y ahora... Thank You Louise? No, esa historia no me la toques. English girls es un contrapunto "positivo" necesario, equilibra la balanza. I See Monsters quizá, pero ese como vas a deshacerte de esa guitarra... Blue Manhattan sería un buen candidato, pero hace de centro gravitatorio temático, y Please Do Not Let Me Go sencillamente me encanta. Avalanche funciona a la perfección junto World War 24, que a su vez es el nexo perfecto a Shadowlands.... y de ahí no bajo. Y se me ocurre que aún siendo largo… donde está el problema? Así que no sé. Tablas.
“Verás Willie, en el fondo tu y yo tenemos la misma edad…”
Quizá alguno haya reparado en que no he comentado Anybody wanna take me home. Y no es porque ya saliera -un poco diferente- en Rock’n’Roll, sino esta canción tiene muchos significados para mi. De entrada, tiene el valor fundacional de haber sentado la primera piedra: fue la primera canción de Adams que escuché. Se trata de un tema a medio tiempo con una estructura pop habitual, verso/puente/chorus + fade away in crescendo (marca de la casa), pero que se crea sobre una cama de arpegios con guitarras ligeramente distorsionadas, delays y ecos que dejan caer el peso sobre la atmósfera y el sonido. Es probablemente la canción mas “smiths” de todo el disco, y quizá por ello tiene una traslación al acústico mas difícil. O por lo menos mas literal, menos dada a re-interpretaciones. En sí, creo que entronca con el corazón del disco, tanto temática como musicalmente. Y conmigo resuena casi como pocas de sus canciones. "I am in the twillight of my youth... not that i'm going to remember", comienza cantando Adams. Y en partiendo de ahí desarrolla una historia after hours para finalmente desaparecer como por arte de magia… De nuevo lo que se acaba, pero todavía no. Decimos muchas veces que uno tiene que llegar a los discos en el momento adecuado para disfrutarlos como se debe. Pienso que esta afirmación es generalmente cierta, pero a veces puede pasar también lo contrario: un disco tiene que llegar a "nuestro momento". Esto igual es un poco raro, pero como dice un amigo mío, todos tenemos una edad. Dicha edad, es la que es y es una sola a lo largo de toda la vida. Vamos, que si tienes un carácter de chaval de 15 años, es el que va marcarte siempre, por mucho que te adaptes y evoluciones. Asimismo, vivirás con plenitud los años en los que esta edad emocional coincide con la real… y el resto es esperar a ello, o relativizar el pasado. El tren siempre pasa siempre a una hora, y lo que hagas antes y después es cosa tuya. Por supuesto no hay en esto ninguna base científica, es solo una teoría de bar y las personas somos muchísimo mas complejas que todo eso. Siempre. Pero claro, uno oye esta canción y muchas cosas empiezan a encajar. Entiendo porqué conecto. Y luego escucho este disco, y juraría que entiendo todavía mas cosas. Decía Bruce Springsteen en una muy recomendable entrevista reciente para la bbc, que el rock hace tiempo dejó de ser la referencia cultural hegemónica a través de la cual mirar el mundo, pero que sirve para encontrar las respuestas a menor escala, para responder a la pregunta ¿qué me pasa? En otras palabras, aunque nos encontremos cada vez mas dispersos, el rock nunca perderá su capacidad de “salvarte la vida”, como reza esa frase que no se quién acuñaría. No diré adiós a Elvis, os diré adiós a vosotros. Grande, Boss. Igual es que en las condiciones adecuadas, una colección de canciones tiene la capacidad de ayudar a entenderse uno mismo mejor. Y también para hacerte sentir que hay alguien al otro lado, gente como el ya mencionado Springsteen, como Bowie, como Adams. Gente que te digan que a pesar de todo, no pasa nada por ser quien eres. Que está bien así, y que a veces, es incluso mejor. ¿Por eso escuchamos no? Para que te muestren lo que no conoces, y a la vez entender lo que siempre estuvo ahí. Así que arte o no, yo no me desilusiono, como decían leño, porque veces se trate de algo mas que una canción. Sencillamente agradezco. Porque aquí, todavía, no ha comenzado a llover.
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Muy buenas reseñas de Demolition y Rock N Roll, ambos muy disfrutables y con grandes temas.
A mí son discos que de vez en cuando me apetece escuchar.
Enhorabuena por las reseñas y enorme la de Love is Hell que ha entrado a posteriori.
El periodo que va desde Heartbreaker a Cold Roses es fructífero a más no poder.
A mí son discos que de vez en cuando me apetece escuchar.
Enhorabuena por las reseñas y enorme la de Love is Hell que ha entrado a posteriori.
El periodo que va desde Heartbreaker a Cold Roses es fructífero a más no poder.
Última edición por El Califa el Dom 5 Mar 2017 - 13:24, editado 1 vez
El Califa- Mensajes : 16281
Fecha de inscripción : 20/03/2016
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
No había leído las críticas de Halo y de Fary.
Bravo.
Bravo.
pinkpanther- Mensajes : 99330
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Maravillosa reseña del Love is Hell. Obra maestra de Ryan a la que no quito ni un minuto. Bravo.
Albaider- Mensajes : 5916
Fecha de inscripción : 16/04/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Joder, que barbaridad la reseña de Love Is Hell, tremenda es poco.
Y una auténtica pena que tanto Pneumonia como Gold se hayan quedado en el limbo y sin nadie que las hiciera, porque el topic está quedando muy majo.
Y una auténtica pena que tanto Pneumonia como Gold se hayan quedado en el limbo y sin nadie que las hiciera, porque el topic está quedando muy majo.
pinkpanther- Mensajes : 99330
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
srv escribió:Ryan Adams – Love Is Hell
Cuando empecé a hacer esta reseña, la verdad es que no sabía por donde empezar. Me resultaba difícil describir las sensaciones que me produce este álbum, y pensé que sería mas fácil hacer algo mas abstracto como un microrrelato ("La noche está cargada y empezará a llover en cualquier momento, pero todavía no. Aún huele a óxido... Que bonita se ve la ciudad desde aquí...", -un borrador-) Es raro. A lo mejor porque las emociones son contradictorias, por falta de nombre para algunas, o o porque cuenta mas la suma que las partes, no sé. Pero lo que sí sé, es que ésta suele ser una característica de los mejores discos. El álbum mas “alternativo” de Ryan, el mas nocturno, (el mas aburrido dirán algunos), el mas personal... Uno puede buscar un titular, pero creo que sería quedarse corto ya que por si solas las frases breves no hacen justicia como debieran. Sería mas fácil quedarse en la escucha, pero uno ya tiene las botas puestas.
Empecemos, eso sí, por lo fácil. Año 2003. Ryan Adams es ya una estrella consagrada gracias a Gold, tras los inicios con Whiskeytown y su prestigioso debut. También ha dado sobradas muestras de su productividad, con discos enteros inéditos (suicide handbook o 48 hours), trabajos a tiempo parcial como productor de Jesse Malin, proyectos paralelos como “The Finger”, colaboraciones... síntomas claros de un adicto al trabajo. Parece sin embargo que el éxito acumulado no es suficiente para su discográfica, Lost Highway, la cual intentará explotar la a la gallina de los huevos de oro. Es bastante conocido que Ryan tenía el proyecto de Love is Hell como continuación a Gold, pero la contestación de sus jefes al llevarles la idea no fue muy positiva: "Vamos a ver ryan, no me jodas con lo del disco intimista y oscuro. No lo habíamos hablado ya con lo del suicide handbook...? el público quiere gold y el público quiere silver. Algo alegre, ry, lo que yo te diga. Tu mete mas guitarra, eso es. Por cierto, Demolition no cuenta como, ejem, "disco". Según el contrato es un recopilatorio... nos sigues debiendo 6. O sea, está claro no?". Esto evidentemente me lo he inventado, pero la realidad no está muy lejos si hemos de hacer caso a la versión que cuenta el artista. El caso es que Lost Higway no creían en este proyecto, y lo peor es que no es la primera vez que pasaba: la historia de Suicide Handbook/Gold es la misma, aunque probablemente con mejores resultados. Ante tan frustrante falta de apoyo por parte de la discográfica muchos se habrían visto bloqueados. Otros, se hubieran visto condenados condenado a una espiral de grabaciones sin inspiración y desganadas. No sucedió así con nuestro despeinado amigo. Ni corto ni perezoso, Ryan se fue al estudio de su amigo -guest starring- James Iha en nueva york, y grabó en apenas dos semanas “rock’n’roll”, sin que nadie tuviera constancia de ello, a excepción de su manager, su novia de por aquel entonces, Parker Posey, y algún amigo cercano. Una vez grabado el material, les dijo a Lost Highway que o bien le publicaban Love is Hell o no había “rock’n’Roll”. Bien jugado.
Y en que consistía este proyecto? Love is Hell, en pocas palabras, es un intento de condensar un abanico de influencias tan amplio como en Gold y de cortar tan profundo como en Heartbreaker. Casi nada. Sin ser tan en primera persona como su primer disco en solitario, si que diría que esta influenciada por su experiencia vital en ese momento. Sobre esa época Ryan se había mudado a la gran manzana, y como joven artista ya consagrado, empieza a hacer migas con figuras del mundillo (cotilleos con Wynona ryder, fiestas con Elton John, Lord Keef, Noel Gallagher, Adam Duritz...), lo que da pie una activa vida nocturna, ya sabéis: when you are young, you get sad, and you get hiiigh!. Sus andadas sirvieron a algunos medios para retratar a un personaje de tabloide, y probablemente se trató de una época agitada, donde de vez en cuando tenía salidas de tono como contestar al contestador de algún crítico musical, la entrevista a petición personal con pitchfork, peleas en bares… El caso es que nunca acabo de asentarse en NY, y creo que esa ambigua relación entre la idealización y la realidad condicionaría la panorámica que hace en este disco. Sin poder quitarse esa sensación de ser un forastero y en parte por esa presión de los medios, unos años después tomó finalmente la decisión de salir de allí y establecerse en Los Angeles, donde se encuentra el cuartel general de Pax-Am. Aunque eso ya es otra historia. De momento nos quedamos en la gran manzana.Welcome to New York
Volviendo al disco, la estrategia ya mencionada funcionó y la discográfica accedió finalmente a publicárselo, pero eso sí: en dos EPs, pues seguían sin ver potencial comercial al asunto. Una estrategia fallida por parte del sello, ya que en formato de EP no contaban como "discos" exigibles por contrato, pero tan sólo 5 meses después publicarían el material en un único LP, habida cuenta del éxito cosechado por separado. Ante despropósitos de así, parece comprensible la mala sangre que deja entrever Ryan cada vez que le sacan el tema de Lost Highway. Pero veamos lo de los dos EPs. Es cierto que hay diferencia de sonido entre ambas mitades, incluso la banda de músicos acompañantes es diferente en cada EP (New York band / New Orleans band), pero no están tan lejos el uno del otro. De hecho, funciona bastante bien si los pensamos como una cara A y cara B, siendo la primera la mas pop / rock alternativo, mientras que en la segunda mitad recupera un carácter acústico mas cercana a lo que venia haciendo hasta entonces, pero sin perder la nocturnidad ni la alevosía en ningún momento. Imaginemos Kill bill 1 y kill bill 2: dos partes, misma película. Me remito también a los hechos: es el propio Ryan quien ha afirmado en ocasiones que lo considera un disco único. (Y aclaro que yo mismo lo conocí así, fue su primer disco que compré). De cualquiera de las maneras, creo que es acertado señalar que en general está mas cerca del “rock alternativo” que de la música “de raíces” o “americana”. Mucho se han comentado sus influencias, que atendiendo a diversos medios abarcan desde el brit-pop -¿una versión, donde?-, hasta Radiohead, Prince o Buckley, pasando incluso por –glups- Coldplay... Cualquiera que le escuche hablar, verá en seguida que Ryan es casi un musicólogo que maneja una basto abanico de influencias (a veces parece forero); y cualquiera que escuche su música verá que precisamente, su capacidad para convertir dichas influencias en concisas canciones pop/rock es uno de sus principales activos. Personalmente, no soy muy diestro con el bisturí, pero un nombre está claro: The Smiths. Ésta es una referencia muy reconocida por Ryan, y aquí esas guitarras con chorus, dobladas y arpegiadas gritan Johnny Marr; mientras que hay algo en la manera de cantar de Ryan, en esas notas prolongadas y modulantes, en ese falsete tipo Morrissey, que juraría que es mas que una simple coincidencia. Es significativo que el productor del disco sea John Porter, quien estuvo tras las máquinas en “Meat is Murder” o “Queen is Dead”. Y es aún mas revelador aún, la manera en que llegó a Porter: fue el nombre que le recomendaron tras un intento fallido de que fuera el propio Marr el productor, tal y como revelaba en una recientísima “entrevista”. Por eso no me parece descabellado hablar de su disco mas alternativo, o mas europeo. (Ojo, también se podría argumentar que culturalmente hablando no hay nada mas americano que saquear las influencias del viejo continente para hacerlas tuyas… y también es verdad que en la música pop del último siglo ha sido mucho al revés... hmmm. Que lío). El resultado es en cualquier caso difícil de definir, pero diría que es algo así como el Yankee Hotel Foxtrot/ Huevo dentro universo Ryan. Un disco donde había ambición de abarcar, ansiedad vital de cortar profundo e interés por innovar. Y con nuestro amigo en estado de gracia, esto se traduce en una obra compleja que para mi tiene la cualidad de lo intemporal.
“Cari, he pensado meter algo de flamenquito en el nuevo, así, por bulerías…”
Hagamos ahora la prueba del algodón: las canciones. Una colección de historias protagonizadas por personajes secundarios, aquellos en los que no reparas cuando caminas por la calle, como salidos de un Nueva York borroso y en blanco y negro... algo así como ése que se ve en las páginas centrales del libreto del disco, a través del cristal de un coche acercándose. La primera mitad, la mas pop digamos, empieza con Political Scientist, que abre silenciosa con un piano susurrado, y va creciendo para acabar en un glorioso final con Ryan gritando “there’s no guarantees”. Como si estuviera descubriendo la cara B de la ciudad, donde las promesas empiezan a guardar polvo y empiezas a fijarte en las grietas de las casas... Inicio perfecto para marcar el tono oscuro del disco. Sigue con Afraid not scared, una balada acústica que habla de la desconexión entre dos personas anónimas, un relato en primera persona sobre un cuerpo tendido al otro lado de la cama... una persona que solo duerme, o quizás no. Continúa con This house is not for sale, en palabras de Ryan, la historia de dos fantasmas, donde uno intenta convencer al otro de su condición, pues el segundo no sabe aún que ha muerto… van recordando pedazos del pasado, y el primero le dice que no se preocupe, que todo irá bien. Ponga una historia de espectros en su vida. Lo bueno es que no hace falta morirse para empatizar con esta canción, basta con tener algún lugar al que alguna vez llamaste casa. Sobrevuelan de nuevo Morrissey y los Smiths. Calm down. Love is Hell, es un temazo pop/rock directo al grano que básicamente habla de la condición de estar de paso, 100% ryan. I could be serious but I’m just kidding around. El desarraigo vs. los lazos afectivos. La versión que sigue, Wonderwall tiene tantos detractores como admiradores. Yo me encuentro entre los segundos, aunque la imparcialidad no juegue a mi favor. He oído que se inspiró en la versión acústica que ya hacían los hermanos Gallagher… y también lo contrario. Lo cierto es que ya hay una primeriza versión en un directo del año 2000, incluido en el DVD de la edición deluxe de Hearbreaker, por lo que lo único cierto es que esta cover ya tenía cierto tiempo antes de llegar a Love is Hell. Este tema además, abre la serie de canciones que están grabadas con la New Orleans Band, y empalma con Shadowlands que es como una especie de "vidas cruzadas" entre diferentes personajes en las sombras de la ciudad que buscan de redención. Un piano pausado marca ese momento de tensión -“god please bring the rain, bring it soon”- antes de que caiga el gran chaparrón… Finalmente, caen las primeras gotas de la tormenta y es como si te golpearan en la cara gracias a ese sensacional solo de guitarra de Greg Leisz. Una lección de clase y dinamismo al nivel de la maravilla esa que hace Knopfler en Brothers in Arms (no tengo especial interés en hacer apología de tenistas, pero al césar lo que es del césar). Probablemente éste sea uno de los puntos álgidos del disco, solo por llegar aquí el viaje merece la pena. World War 24 nos despierta poco a poco del estado mágico en que nos deja shadowlands, con una canción mas pop que nos lleva a Londres para contarnos una historia de amor entre dos yonkis cuya noción del tiempo hace tiempo que se perdió. Hoy tenemos superpoderes. Avalanche es de nuevo un tema con el piano como protagonista, y con un groove sobre el que se disfruta mas dejándose llevar, y que acaba con otro exquisito solo de guitarra, esta vez mas minimalista. La temática es la de la incapacidad de sentir, describe como uno va cayendo en ese estado catatónico en el que todos los días son iguales... ¿la segunda parte de Afraid not Scared? Bien podría ser la historia de la otra persona, anónima, que yace en la cama sin moverse… My blue Manhattan es de nuevo una canción de piano, de crooner en un club lleno de humo. Se une a ese montón de cartas de amor que se han escrito a esta ciudad. It’s me against you most days… Ain’t that sweet, gal. Please do not let me go recupera el espíritu acústico de Heartbreaker, con su mismo regusto a alcohol en la boca, tirado en la esquina de la habitación. Vuelve a romper con lo que ya es una marca de la casa: un fade out y un solo minimalista pero esta vez de piano. Otra de los puntos álgidos. Volvemos a la temática de my blue manhattan con City Rain, City Streets, aunque aquí la ciudad hace mas de telón de fondo sobre una nueva historia de desamor, con guitarras etéreas gracias a un gran uso del delay y el chorus. Sin parecerme un mal tema quizá estaría entre mis menos preferidos del disco. I see Monsters vuelve a poner en primer plano la guitarra acústica con un arpegio (junto con el ya mencionado Leisz) y una cadencia de acordes que como mínimo es, no sé, una maravilla; y narra esta vez una historia de querer conservar lo querido que tienes ante un mundo hostil alrededor tuyo… una metáfora ante las dificultades de la vida, aunque con la suficiente ambigüedad como para tratarse de un relato sobre el fin del mundo. Disculpen la exageración, pero hablamos de ese chico un tanto freak que hace camisetas de zombies y discos de ciencia-ficción… Puestos a imaginar. Nos acercamos a la recta final, English Girls Approximately, con un Adams, que aquí si, hace referencia a su condición de “heartbreaker”, en una canción mas iluminada, narrando con bastante gracia sus desencuentros entre elizabeths y bethanys… como curiosidad, decir que canta Marianne Faithfull en segunda voz. Siempre lo digo, pero Ryan sabe rodearse. Thank you Louise es de nuevo un numero acústico, una historia costumbrista sobre la abnegada vida de una madre solitaria y como le llegan las noticias al perder un hijo… una canción humilde. Bella. Ya para cerrar acabamos con el teclado cargado y una cadencia parecida a Purple Rain de Prince, que remata con unos coros casi góspel. Cerramos el bar. Se apagan las luces, nuestro trovador desenchufa su guitarra, y vuelve a con cierto color en las mejillas a su habitación… Se acabó la función. Inmejorable manera de acabar esta colección de historias. Hablo de Hotel Chelsea Nights, el cual es quizá uno de mis preferidos de Adams.Si esto nos desgarra el alma…
“Lolo y Miguelín, mis primos del pueblo”
Llegados a este punto, alguien podría decir, "bueno tío, si, todo esto está muy bien, pero no te parece que el disco es un poco largo? No podría contar lo mismo con menos canciones?" Hmmm, puede ser. Jaque al rey. El disco tiene sin duda un ritmo pausado, y como no conectes con lo que propone te quedas en el camino. Muevo ficha y digo vale, City Rain fuera, que no me gusta tanto. Y ahora... Thank You Louise? No, esa historia no me la toques. English girls es un contrapunto "positivo" necesario, equilibra la balanza. I See Monsters quizá, pero ese como vas a deshacerte de esa guitarra... Blue Manhattan sería un buen candidato, pero hace de centro gravitatorio temático, y Please Do Not Let Me Go sencillamente me encanta. Avalanche funciona a la perfección junto World War 24, que a su vez es el nexo perfecto a Shadowlands.... y de ahí no bajo. Y se me ocurre que aún siendo largo… donde está el problema? Así que no sé. Tablas.
“Verás Willie, en el fondo tu y yo tenemos la misma edad…”
Quizá alguno haya reparado en que no he comentado Anybody wanna take me home. Y no es porque ya saliera -un poco diferente- en Rock’n’Roll, sino esta canción tiene muchos significados para mi. De entrada, tiene el valor fundacional de haber sentado la primera piedra: fue la primera canción de Adams que escuché. Se trata de un tema a medio tiempo con una estructura pop habitual, verso/puente/chorus + fade away in crescendo (marca de la casa), pero que se crea sobre una cama de arpegios con guitarras ligeramente distorsionadas, delays y ecos que dejan caer el peso sobre la atmósfera y el sonido. Es probablemente la canción mas “smiths” de todo el disco, y quizá por ello tiene una traslación al acústico mas difícil. O por lo menos mas literal, menos dada a re-interpretaciones. En sí, creo que entronca con el corazón del disco, tanto temática como musicalmente. Y conmigo resuena casi como pocas de sus canciones. "I am in the twillight of my youth... not that i'm going to remember", comienza cantando Adams. Y en partiendo de ahí desarrolla una historia after hours para finalmente desaparecer como por arte de magia… De nuevo lo que se acaba, pero todavía no. Decimos muchas veces que uno tiene que llegar a los discos en el momento adecuado para disfrutarlos como se debe. Pienso que esta afirmación es generalmente cierta, pero a veces puede pasar también lo contrario: un disco tiene que llegar a "nuestro momento". Esto igual es un poco raro, pero como dice un amigo mío, todos tenemos una edad. Dicha edad, es la que es y es una sola a lo largo de toda la vida. Vamos, que si tienes un carácter de chaval de 15 años, es el que va marcarte siempre, por mucho que te adaptes y evoluciones. Asimismo, vivirás con plenitud los años en los que esta edad emocional coincide con la real… y el resto es esperar a ello, o relativizar el pasado. El tren siempre pasa siempre a una hora, y lo que hagas antes y después es cosa tuya. Por supuesto no hay en esto ninguna base científica, es solo una teoría de bar y las personas somos muchísimo mas complejas que todo eso. Siempre. Pero claro, uno oye esta canción y muchas cosas empiezan a encajar. Entiendo porqué conecto. Y luego escucho este disco, y juraría que entiendo todavía mas cosas. Decía Bruce Springsteen en una muy recomendable entrevista reciente para la bbc, que el rock hace tiempo dejó de ser la referencia cultural hegemónica a través de la cual mirar el mundo, pero que sirve para encontrar las respuestas a menor escala, para responder a la pregunta ¿qué me pasa? En otras palabras, aunque nos encontremos cada vez mas dispersos, el rock nunca perderá su capacidad de “salvarte la vida”, como reza esa frase que no se quién acuñaría. No diré adiós a Elvis, os diré adiós a vosotros. Grande, Boss. Igual es que en las condiciones adecuadas, una colección de canciones tiene la capacidad de ayudar a entenderse uno mismo mejor. Y también para hacerte sentir que hay alguien al otro lado, gente como el ya mencionado Springsteen, como Bowie, como Adams. Gente que te digan que a pesar de todo, no pasa nada por ser quien eres. Que está bien así, y que a veces, es incluso mejor. ¿Por eso escuchamos no? Para que te muestren lo que no conoces, y a la vez entender lo que siempre estuvo ahí. Así que arte o no, yo no me desilusiono, como decían leño, porque veces se trate de algo mas que una canción. Sencillamente agradezco. Porque aquí, todavía, no ha comenzado a llover.
Esta reseña me ha parecido la hostia.
Y las fotos, tremendas.
Disco a redescubrir este al igual que el que ha cubierto Faryña.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Las fotos tremendas, y los pie de foto mas
Bravo!!
Bravo!!
Usagi- Mensajes : 18489
Fecha de inscripción : 16/09/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
pinkpanther escribió:Joder, que barbaridad la reseña de Love Is Hell, tremenda es poco.
Y una auténtica pena que tanto Pneumonia como Gold se hayan quedado en el limbo y sin nadie que las hiciera, porque el topic está quedando muy majo.
Genial reseña del disco.
Y totalmente de acuerdo con la última frase.
Enric67- Mensajes : 38876
Fecha de inscripción : 23/12/2012
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
jo, gracias a todos. me alegro mucho de que os haya gustado.
temo (bueno, estoy seguro) que no he sido del todo imparcial, pero entiendo que de eso va también el asunto.
por cierto, la foto con willie nelson la saque de un post de "rolling stone", que tiene otras tantas muy guapas también:
http://www.rollingstone.com/music/pictures/the-intimate-ryan-adams-20100315/ryan-adams-backstage-at-late-show-with-david-letterman-new-york-2008-91544283
temo (bueno, estoy seguro) que no he sido del todo imparcial, pero entiendo que de eso va también el asunto.
por cierto, la foto con willie nelson la saque de un post de "rolling stone", que tiene otras tantas muy guapas también:
http://www.rollingstone.com/music/pictures/the-intimate-ryan-adams-20100315/ryan-adams-backstage-at-late-show-with-david-letterman-new-york-2008-91544283
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Lo he leído mientras escuchaba la canción. LA CANCIÓN. Gracias Stevie. He aprendido montones de cosas con tu texto y además, lo he disfrutado.
Boohan- Mensajes : 54469
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Carabirubi escribió:Me hubiese gustado destriparlo un poco más pero ando escaso de tiempo, sorry...
"Rock´n´Roll" puede ser muchas cosas. Pero sobre todo es un puñetazo en la mesa que pone de relieve la tremenda versatilidad de Ryan y lo desencasilla de su posición de cantautor melodramático. Era un momento complicado para nuestro protagonista. Al menos discograficamente hablando. Los problemas con lo que ponían la pasta no se acabaron tras la edición de "Demolition". La sangría compositiva de Adams nunca ha tenido cortapisas. Y "Love is Hell" era su nueva apuesta. Con la que se sentía seguro y confiado. Pero una vez más los capos de Lost Highway lo despertaron del sueño. Aquella colección de canciones no tenían viabilidad comercial. Y allí estaban para vender discos. Así que al pobre Ryan no le quedo otra que empezar de cero. Eso si, en esta ocasión decidió tomárselo menos a la tremenda y nada mejor que disfrutar un poco en la nueva grabación y hacerlo rodeado de amigos. Según palabras del propio Adams la grabación fue "fun as fuck". Se encerró dos semanas en los estudios de James Iha y junto a Jhonny T. Yerington, el cual co escribió varios de sus temas, su novia de entonces Parker Posey y otros compañeros de correrías como Melissa Auf Der Maur y Billy Joe Armstrong dio vida al álbum más rockero de su carrera. No ha vuelta ha grabar nada tan crudo desde aquellas. La respuesta a la discografica no pudo ser más puñetera y brillante. ¿Queréis vender discos? Pues ahí tenéis unos temas a la moda. El Indie Rock liderado por bandas como The Strokes era lo que motivaba a la muchachada en aquellos primeros años del nuevo milenio. De hecho el primer single "This Is It" parece mofarse directamente del primer largo de los de NY llamado "Is This It?". Genio y figura. Adams descoloca a fans y detractores con un disco totalmente alejado a lo que el publico esperaba de el. La critica se mueve entre la frialdad y la masacre. De hecho, una incipiente Pitchfork lo destroza en su reseña y ni corto ni perezoso Adams concierta una entrevista con la autora, que podéis leer aquí para entender un poco mejor su estado mental en aquel momento:
http://pitchfork.com/features/interview/5928-ryan-adams/
El álbum se abre de forma brutal con una triada para mi insuperable. "This Is It", "Shallow" con ese inicio tan T-Rex y la espidica "1974" (¿Es cosa mía o el verso "Do you want it, come on" es un homenaje a Turbonegro?. Obviamente la fortísima personalidad de Adams impregna unos temas que en manos de otros se quedarían en anécdota. La quebradiza voz del de Jacksonville se ajusta como un guante y le confiere la suciedad y chulería necesaria. A partir de aquí los temas adquieren tintes mas indies pero sin perder ápice de calidad. "Wish You Were Here" "So Alive" o "Luminol" son grandes canciones nos pongamos como nos pongamos. "Note To Self: Don´t Die" es otro cañonazo rockero con una letra brillante. La homónima es lo menos rock´n´roll del disco. Siempre dando pinceladas de su peculiar humor y quizá mandando un mensaje a aquellos que lo masacraban por no dar la talla en algunos de su conciertos más recientes o dar la espantada a mitad de ellos. "Anybody Take Me Home" es el tema más ligado a su catalogo anterior, y es sencillamente una canción magistral con un estribillo demoledor. A partir de aquí si que podemos afirmar que el nivel desciende estrepitosamente y solo salvamos de la quema "Do Miss America".
Personalmente fue mi primer contacto con Adams el malo, Su actuación en el Azkena 2004 lo situó en mi radar y una copia pirata llego para satisfacer la curiosidad. Poco poso dejaron en mi aquellas primeras escuchas, o eso pensaba, excepto la triada inicial ya comentada. Todavía no estaba preparado para su música. De hecho, no recuerdo nada del tan cacareado y desastroso concierto. Y eso que estaba en primera fila para coger sitio para Radio Birdman, mi prioridad aquella noche. Cuando años después me fui introduciendo en su obra, al llegar el momento de retomar "Rock´n´Roll" parece que aquellas escuchas tan lejanas ya en el tiempo si que habían dejado algo en mi subconsciente, porque a día de hoy y tras haber degustado lenta y reposadamente toda su producción, la cuarta obra en solitario de Ryan sigue estando muy alto en mi ranking de favoritos.
Se me había pasado esto!!!!! Bravo.
Coincido con tu último párrafo como sabes.
La colección de potenciales singles de este disco es notable, pero creo que parte de los fans de Ryan buscan otro Ryan, bastante distinto al que encontramos en este disco. Yo me quedo con todos los Ryans
Boohan- Mensajes : 54469
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Bien hablado de Love is hell, sí señor!
Roundabout- Mensajes : 7016
Fecha de inscripción : 28/08/2013
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
¿Vale la pena buscar esos discos inéditos que comentais en las reseñas?
Enric67- Mensajes : 38876
Fecha de inscripción : 23/12/2012
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Albaider escribió:
Maravillosa reseña del Love is Hell. Obra maestra de Ryan a la que no quito ni un minuto. Bravo.
Pedazo reseña!
Aunque yo ya quitaba algún minuto a ese disco, que soy uno de los que no puede con Wonderwall...
halo- Mensajes : 13359
Fecha de inscripción : 05/04/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
bueno, no podemos coincidir en todohalotrent escribió: que soy uno de los que no puede con Wonderwall...
Pero aprovecho para colgar esta entrevista donde explica porqué grabó la versión en el disco (a partir del minuto 16.45)...
...por tocarle los cojones a una ex que era fan de blur. A ver. Es que como no le vas a querer.
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
srv escribió:bueno, no podemos coincidir en todohalotrent escribió: que soy uno de los que no puede con Wonderwall...
Pero aprovecho para colgar esta entrevista donde explica porqué grabó la versión en el disco (a partir del minuto 16.45)...
...por tocarle los cojones a una ex que era fan de blur. A ver. Es que como no le vas a querer.
Grande Ryan!!!
Enorme la reseña de Love is Hell! Fantástica!
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
el siguiente por favor???
Usagi- Mensajes : 18489
Fecha de inscripción : 16/09/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
El martes que viene le toca a Rocket el Cold Roses.
Espero ansioso esa critica, tanto por el autor como por el disco. Obra maestra
Espero ansioso esa critica, tanto por el autor como por el disco. Obra maestra
pinkpanther- Mensajes : 99330
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Me comunica por linea interna que este finde la pone aqui.
pinkpanther- Mensajes : 99330
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
srv escribió:bueno, no podemos coincidir en todohalotrent escribió: que soy uno de los que no puede con Wonderwall...
Pero aprovecho para colgar esta entrevista donde explica porqué grabó la versión en el disco (a partir del minuto 16.45)...
...por tocarle los cojones a una ex que era fan de blur. A ver. Es que como no le vas a querer.
Ryan es un runner!!!
Bent Corner- Mensajes : 432
Fecha de inscripción : 27/08/2015
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
pinkpanther escribió:Me comunica por linea interna que este finde la pone aqui.
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Grandisima reseña, srv, nivel pro, con pie de fotos a lo Mondo brutto.
Spirit 76- Mensajes : 3719
Fecha de inscripción : 26/06/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Ryan Adams & The Cardinals "Cold Roses" (2005)
No estoy seguro de si es algo bueno o malo. De si es una virtud o bien un defecto. Pero creo que de unos pocos años a esta parte, la forma en la que conocí tal o cual disco marcará para siempre no solo el recuerdo, sino, quizá injustamente, el juicio que tenga sobre él. Con Ryan Adams, además, tengo que decir que la casualidad y el azar siempre estuvieron presentes. Reitero que, pese a que cuando se habla de casualidades y de golpes provocados por ese extraño ente llamado azar es comprensible que se hable de hechos sorprendentes, en el caso de mi relación con la música del compositor de Carolina del Norte, fueron casualidades y golpes de suerte sorprendentes. O, al menos, como casi siempre que alguien se sienta a un teclado a contar batallitas, mi incontrolable tendencia a entrelazar misticismo y vivencias nublará mi recuerdo para vestirlo de pomposidad y de giros sorprendentes del guión.
Corría algún momento entre marzo y abril de 2005. Había pasado ya un año desde que decidiera que tras cinco años escribiendo en un periódico de tirada nacional, había llegado el momento de cambiar de tercio. El lugar que se suponía que yo tenía que ocupar ya estaba ocupado para muchos años. Sigue estándolo. Haberme refugiado en la sección de cultura me había servido durante un tiempo pero había servido para darme cuenta de que no era lo mismo. No era lo mismo vivir única y exclusivamente para escribir sobre rock n’ roll que entrelazar diferentes artículos sobre un artista surcoreano que presentaba colección en el Museo Guggenheim, un festival de cine latinoamericano en Los Angeles y las presentaciones de discos de bandas locales que me servían para tomarme un respiro. Eso, obviando el riesgo que a lo largo de 2006 dejó de ser un riesgo para convertirse en realidad. Porque un buen día me vi escribiendo sobre competiciones de perros pastores o certámenes gastronómicos populares.
Así que allí estaba yo, estudiando en una biblioteca para preparar los exámenes del ciclo de grado superior que teóricamente me tenía que sacar de aquella estancada situación. En un receso pedí un cuarto de hora de internet en uno de los ordenadores de la biblioteca y comencé a hacer algo que hacía habitualmente por aquella época: chequear las webs de diferentes artistas que me venían a la cabeza para ver cuales eran sus planes de futuro. Supongo que entre Tori Amos, Wilco, My Morning Jacket y algún foro satélite de Guns N’ Roses llegué a la web oficial de Ryan Adams. La noticia me puso el corazón a mil por hora. En la pantalla se podía leer Ryan Adams & The Cardinals “Cold Roses” acompañado de un escueto “This Spring”. Una imagen infantil adornaba la pantalla (era la ilustración central de la carpeta de la edición en vinilo del disco) y en bucle se podía escuchar “Let It Ride”.
Mi maquinaria emocional se puso en marcha como hacía a menudo por aquella época. Adams era uno de mis artistas clave en aquel momento. Vivía en sus canciones de una forma sonrojante. Algunas canciones las tenía asociadas a diferentes momentos mi existencia. Así, cuando estaba borracho como una cuba y tenía que volver a casa de alguna forma me daba por cantar “Anybody wanna take me home”. Cuando estaba a punto de lanzarme a quitarle la ropa a mi pareja en las paredes de mi cerebro sonaba “Loosering”. Si discutía con mi madre me abordaban los acordes de “Avenues” y si me cruzaba por la calle con alguna chica que me partía el corazón “Nuclear” siempre estaba presente. “Come on demand”, “So Alive”, “Wildflowers”, “Answering Bell”…. Todas tenían su momento o su idea abstracta en mi mente. Una noche de borrachera por Oviedo estuve pidiendo “So Alive” por todos los bares solo porque creía que necesitaba llorar. No me la pusieron. No lloré.
“Let It Ride” me hirió lo suficiente pese a que apenas diferenciaba alguna frase suelta como “Tennesse’s a brother to my sister Carolina”. Así que aquel 3 mayo de 2005 en el que “Cold Roses” veía la luz y yo tenía día libre mi novia y una amiga que ponía el coche me acompañaron a Bilbao para comprar el disco en Power Records.
De vuelta en el coche pusimos el primer cedé y con apenas veinte segundos de “Magnolia Mountain” mi novia y yo ya estábamos con el corazón en la boca, tremendamente emocionados y al borde de un ataque de felicidad. Cuando llegó eso de “I ain’t got nothing but love for you now” de “Sweet Illusions” ambos nos miramos con alguna lágrima en los ojos y al unísono dijimos, “hijo de puta”. Mi amiga directamente no entendía nada pero mi novia y yo sabía que que el puto Ryan Adams lo había vuelto a hacer. Y eso que solo habíamos escuchado dos canciones.
“Magnolia Mountain” es uno de los mejores temas de su carrera. Con todo lo que ello conlleva. Y, en parte, refleja una faceta de su música que hasta aquel momento no había aparecido. En 2004 Adams sufrió una caída y una fractura en su muñeca izquierda que lo alejó de la guitarra por una temporada. Una vez recuperado asegura que vio las estrellas intentando tocar los temas más fáciles de Black Sabbath. Fue entonces cuando empezó a obsesionarse con la figura de Jerry García y con el legado de Grateful Dead porque consideraba que García tocaba con total desvergüenza aunque no fuese capaz de sacar adelante lo que estaba haciendo. Aquella valentía de García sedujo a Adams. En cierto modo en “Magnolia Mountain” se nota que Adams, acompañado de unos soberbios Cardinals que incomprensiblemente se estropearon con la llegada de Neal Casal, estaba dispuesto a perderse en ese mar de guitarras característicos de los desarrollos instrumentales de Grateful Dead. Además, “Sweet Illusions” es una balada elegante marca de la casa en la que Adams logra, como casi siempre, hilar sentimientos, frases hirientes y momentos musicales con una habilidad pasmosa y tremendamente efectiva. Bordeando la anarquía de conceptos, “Meadowlake Street” cerraba el arranque de “Cold Roses” con un reposado inicio que desemboca en una parte más eléctrica con Adams volviendo a bordarlo en un precioso final en el que en una orgía emocional pregunta al viento “Why do I dream of you?”.
Si en mi mente Adams se había convertido en una especie de caballero andante que erraba entre derrota amorosa y derrota amorosa escribiendo temas desgarradores de desamor, la cara a del primer vinilo de “Cold Roses”, y la b y la c y la d, habían sido escritas inconscientemente para que yo siguiera tejiendo en mi mente esa leyenda. “When you come back home” es otra muestra de ello: “Nadie se deja encendidas las luces en una casa en la que ya no vive nadie”.
Con “Beautiful Sorta” llegan los primeros guitarrazos secos del disco aunque los ecos al rock ácido de la costa oeste siguen estando ahí y pese a que Adams esté empeñado, afortunadamente, en aparecer con un acento emocional que desgarre el corazón del oyente. A eso juegan tanto “Now That you’re Gone” como “Cherry Lane”, esta última, un precioso tema que empieza juguetón pero que desemboca en un mar de dolor y pérdida… “I can never get close enough to you”. Si sus textos son una muestra de lo que pasaba Adams por aquella época, mejor vivir al margen, la verdad. En “Mockingbird” vuelve otra vez la influencia Dead con unas guitarras de querencia acústica que parecen estar siendo tocadas en un incendiario ocaso de primavera en la que el cielo roza el púrpura. No es gratuita la comparación con Grateful Dead ya que Adams ha reconocido que escribió “How do you keep love alive?” puesto de opio. El tema es una composición lenta con una extraña concatenación de acordes de piano que el propio Adams asegura tener muchas dificultades para volver a tocar en directo.
Bien, el segundo disco difícilmente podía empezar de mejor forma. “Easy Plateau” es un homenaje directo al legado de Grateful Dead con un estribillo en el que Adams vuelve a ponerse tierno, si es que en algún momento deja de estarlo/serlo/parecerlo. “Let It Ride” engrandece el arranque del este enorme segundo disco. Es quizá una de las primeras veces que el sonido de los Cardinals se aproxima más al folk y al country ya que en las composiciones previas apenas lo habían rozado de una forma vaga.
“Rosebud” es un tema esencialmente acústico en el que la guitarra de Adams suena cruda en un primer plano y los arreglos de slide ayudan a crear un ambiente de ensueño. Avanza el disco con el tema que le presta el título y una vez más, los duelos de guitarras dobladas y los ecos del San Francisco ácido de los 60 florecen en el seno de una preciosa canción. Por unos cauces similares se mueve también “If I am a stranger”.
Cuarta cara. “Dance All Night” parece un descarte rescatado de la época del “Gold”. Me refiero a que encajaría más como canción en el propósito de aquella época en la que Ryan Adams tenía una carrera que defender. Es un tema mucho más pop, igualmente delicioso y tremendamente necesario, pero algo al margen de lo que viene siendo el resto del disco. Aunque quizá esta cuarta cara sea el refugio de los temas que menos encajan con el concepto general del álbum. Así, en “Blossom” Adams vuelve a sentarse al piano para facturar la que posiblemente sea la peor canción del disco. “Life is Beautiful” vuelve a retomar el aire de canción unitaria que rodeaba “Gold”.
“Friends” es una buena muestra del Ryan Adams romántico y perdedor en el que escribe líneas lacrimógenas como “Esta tarde contigo fue como una carta, una de esas cartas que escribes pero nunca envías”. Una vez más, precioso tema. Supuestamente “Friends” cierra esta obra de arte doble pero en las ediciones en vinilo y en el cedé editado en Inglaterra, que a la postre es idéntico al que se vendió en Euskal Herria, era “Tonight” la composición que cerraba el disco. Emparentada con “Anybody Take me Home” y con cierto deje al sonido del “Rock N’ Roll”, “Tonight” vuelve a ser un canto a la desdicha y a la negación del amor, como si Adams decidiera enamorarse una y otra vez de ideas más que de personas. Algo absolutamente normal en la figura del crooner o el trobador que Adams interioriza de brillante manera.
“Cold Roses” puede pecar de lo que siempre peca Adams, una extraña mezcla de valentía e incontinencia, pero ante la grande de semejante artefacto solo cabe rendirse y dar gracias. “Cold Roses” mostraba a un Adams relajado a la par que confuso, perfectamente consciente de quién era pero totalmente perdido a la hora de afrontar su rumbo. Sin embargo, como los grandes artistas, o como deberían hacer todos los grandes artistas, decidió afrontar su presente ahondando en la música que le apetecía hacer. Por suerte para nosotros los fans, el camino elegido fue el de Grateful Dead. “Cold Roses” condensa todo lo bueno apuntado por Adams y añade nuevos matices. Vibrantes y brillantes. Es como si Adams tratase de explorar nuevos terrenos pero la fuerza de su personalidad no le dejase alejarse de su ideario previo. Y es que, puede que las guitarras suenen a los Dead pero siempre llegará un momento en el que Adams soltará una frase que te haga llorar o que, al menos, haga que se te encoja el corazón.
Con “Cold Roses”, probablemente el mejor disco de su carrera, Ryan Adams inauguraba un frenético año 2005 que tuvo su repetición en otoño e invierno del mismo año. A finales de septiembre veía la luz “Jacksonville City Nights”, otro brillante compendio de canciones en el que quizá se flirteaba de una forma más abierta con el country, y a finales de año veía a luz “29” para poner fin a una trilogía que según cuentan nació cuando Adams se enteró de que Conor Oberst tenía pensado publicar dos discos en 2005. Bien, si Oberts AKA Bright Eyes iba a grabar dos, él grabaría tres. Y qué tres.
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Tremendo, vaya nivelazo!!!
👏👏👏
👏👏👏
El Califa- Mensajes : 16281
Fecha de inscripción : 20/03/2016
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
rocket69 escribió:
De vuelta en el coche pusimos el primer cedé y con apenas veinte segundos de “Magnolia Mountain” mi novia y yo ya estábamos con el corazón en la boca, tremendamente emocionados y al borde de un ataque de felicidad. Cuando llegó eso de “I ain’t got nothing but love for you now” de “Sweet Illusions” ambos nos miramos con alguna lágrima en los ojos y al unísono dijimos, “hijo de puta”. Mi amiga directamente no entendía nada pero mi novia y yo sabía que que el puto Ryan Adams lo había vuelto a hacer. Y eso que solo habíamos escuchado dos canciones.
Con “Cold Roses”, probablemente el mejor disco de su carrera,
Otra vez más, lo ha vuelto a hacer. No hay palabras. Bravo
Siempre que te oigo contar esa historia, me emociona y me hubiera gustado verla con mis propios ojos y vivirla, qué cojones. La podría escuchar cada vez que me pongo Cold Roses, sería la mejor forma de no poner ese disco de una manera metódica, que a veces pasa.
Y totalmente de acuerdo con esa última afirmación.
halo- Mensajes : 13359
Fecha de inscripción : 05/04/2008
Re: Discografía comentada de Ryan Adams. a la espera de la crítica de Follow the Lights, se busca voluntario que la haga.
Grande rocket.
Me encanta la manera de tejer las canciones con tus historias.
No se si será justo que el recuerdo un disco tiña el juicio, pero me parece inevitable. Mejor así. Que cosa mas detestable si viniera con manual de uso.
Y que bonito cuando oyes algo y se te escapa un "hijo de puta". Una prueba infalible.
Me encanta la manera de tejer las canciones con tus historias.
No se si será justo que el recuerdo un disco tiña el juicio, pero me parece inevitable. Mejor así. Que cosa mas detestable si viniera con manual de uso.
Y que bonito cuando oyes algo y se te escapa un "hijo de puta". Una prueba infalible.
Vampa- Mensajes : 7484
Fecha de inscripción : 03/05/2009
Página 7 de 9. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
Temas similares
» Bryan Adams y Ryan Adams nacieron un 5 de noviembre !!!!!!!!!!!!!!!
» Ryan Adams
» Ryan Adams
» Ryan Adams
» Ryan Adams
» Ryan Adams
» Ryan Adams
» Ryan Adams
» Ryan Adams
Página 7 de 9.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.