LOS 1001 DISCOS DE LOS COJONES, el miércoles los Replacements con Pleased To Meet Me y Reverend Horton Heat con Lucky7

coolfurillo escribió:Pena que no ande luís por aquí. Un fanático del primero de los Real Kids.

Pendejo escribió:

mugu escribió:

Moltisanti escribió:El disco de Real Kids me parece que tiene todo lo que tiene que tener un disco de power pop punkero. Rapidez, urgencia, inmediatez, canciones. Desde que lo escuché por vez primera es un sí como una casa.

Por supuesto, y muy diferente al de Modern Lovers, nada que ver. Ya que lo ha mencionado watts.

Tan diferentes que uno me esta enganchando durante toda la mañana y los otros no me dijeron nada. Y lo dice uno que es el baremo para identificar el buen gusto en este hilo.

Pendejo escribió:The Real Kids >>>> que cualquiera de los tres discos de la lista de los Ramones.

Pendejo escribió:The Real Kids >>>> que cualquiera de los tres discos de la lista de los Ramones.

watts escribió:Coño, los comparo con los Modern Lovers porque Felices estuvo tocando con ellos. Y leí que si no grabó el debut fue por motivos de estudios porque él y Richman eran amigos...

Es como comparar Kyuss con QOTSA...

Pendejo escribió:The Real Kids >>>> que cualquiera de los tres discos de la lista de los Ramones.

Moltisanti escribió:

watts escribió:Coño, los comparo con los Modern Lovers porque Felices estuvo tocando con ellos. Y leí que si no grabó el debut fue por motivos de estudios porque él y Richman eran amigos...

Es como comparar Kyuss con QOTSA...

No sé si es lo mismo...

eskoriez escribió:The Real Kids – The Real Kids

Muy flojo, no entiendo muy bien la inclusión de un disco tan montonero como este en la lista, obviamente no suena mal pero tengo grupos en mi pueblo mas memorables que este.

eskoriez escribió:The Real Kids – The Real Kids

Muy flojo, no entiendo muy bien la inclusión de un disco tan montonero como este en la lista, obviamente no suena mal pero tengo grupos en mi pueblo mas memorables que este.

watts escribió:Ya estamos con lo de descubrir...

A mi el disco me deja frío porque es un estilo del que no soy fan. Cuando no somos fanes de un estilo, nos parecen todos iguales y además nos da igual. En cambio en nuestros "palos" todo nos parece novedoso, personal o con matices. Los Raconteurs o Rancid no descubren nada, pero lo hacen bien...

perrosajón escribió:Yo más que fijarme en si me " descubre " algo un grupo, cosa bastante complicada a estas alturas de la película, prefiero fijarme en si me " aporta " algo ...y estos pollos si me aportan algo a un género que me gusta...rabia, fuerza, nuevas melodías...

Con los Ratt me pasó algo parecido, cada uno en lo suyo.

Más que suficiente.

Kupak escribió:

perrosajón escribió:Yo más que fijarme en si me " descubre " algo un grupo, cosa bastante complicada a estas alturas de la película, prefiero fijarme en si me " aporta " algo ...y estos pollos si me aportan algo a un género que me gusta...rabia, fuerza, nuevas melodías...

Con los Ratt me pasó algo parecido, cada uno en lo suyo.

Más que suficiente.

Dan ganas de ponérselo, a ver qué tal el disquito...  

Neska escribió:

Kupak escribió:

perrosajón escribió:Yo más que fijarme en si me " descubre " algo un grupo, cosa bastante complicada a estas alturas de la película, prefiero fijarme en si me " aporta " algo ...y estos pollos si me aportan algo a un género que me gusta...rabia, fuerza, nuevas melodías...

Con los Ratt me pasó algo parecido, cada uno en lo suyo.

Más que suficiente.

Dan ganas de ponérselo, a ver qué tal el disquito...  

Kupi!!   Qué bien leerte, que hacía tiempo que no nos cruzamos!

Pier escribió:

Annie escribió:

Kupak escribió:

Pier escribió:

Dumbie escribió:lo de ser de ueblo frente a ser de ciudad es algo que a veces no se valora... siendo apenas mas pequeño que lo identificativo aqui, no pertenezco a vuestra generacion por un mero simple hecho... aqui esas cosas no llegaban ni de coña...  aqui llego metallica, llego guns y llego nirvana... punto

aqui nadie supo jamas quienes eran Alice in chains, ni soundgarden, algo RATM, pero no blind melon...  a partir de la segunda mitad de los noventa diria yo que las cosas comenzaron a equipararse... supongo que cosas del Canal + y las otras privadas....  marilyn manson si que fue al mismo tiempo que en la ciudad... o era quizas yo que ya estudiaba en la ciudad... no se... y lo que si que llego y malfita la puta gracia, fue la peste del power metal.... sali del fango de todo cristo escuchar bakalo y makina a todo cristo rockero escuchar solo power metal...  que puta adolescencia musical... asi sali, escuchando sesentas y setentas...

No creo que tenga mucho que ver lo del pueblo, a no ser que me hables de un pueblo perdido de la mano de dio. No se como seria en tu zona, pero en el norte, en los pueblos de Asturias, Cantabria, Pais vasco, no solo llegaba, como llegaban las cosas en los 90, sino que la respuesta y la implicación juvenil en todo los aspectos del movimiento musical (oyentes, musicos, fanzineros, organizando conciertos, etc.) era muy alta.

Lo de pueblo o ciudad es relativo como dice Pier, la cuestión es el acceso a las cosas. En principio en un pueblo no hay tiendas de discos, hay menos gente, menos variedad... pero eso puede pasar perfectamente en una ciudad. Antes de la era internet el acceso era restringido, a todo y, más aún, no es solo cuestión de acceso, cada uno abarca lo que le interesa, hay una limitación auto-generada. Los más cerrados no son necesariamente los que menos acceso tienen a las cosas, hay mucho caso contrario, hay mucha peña "de ciudad" que no sale de lo suyo.

Incluso en ese caso, la desconexión que sufrías era diferente a la que se presupone. Es más, muchas son las veces que haciendo balance de mis gustos, criterio y contactos, me he sentido favorecido por haber estado aislado. Tú sabes que esto es una aldea, de 150 habitantes, en una provincia bastante dejada de la mano de la cultura, y yo aquí crecí en los 80 carteándome y participando del underground hardcore del país. Y el único problema que tenía era un privilegio: Esa imposibilidad de tener contacto continuo y directo con el movimiento, en vez de aislarme, me dejaba libertad para participar de otros movimientos, igualmente herméticos en las ciudades.

Ese final de década fue muy segregacionista, y yo sin embargo recuerdo seguir de cerca, desde la distensión de mi retiro, los devenires del naciente revival garage, del hardcore, del divergente death metal, del triunfante rock urbano, u otros estilos bastante altisonantes. Todo a la vez, sin el estigma de la vergüenza del clan. Algo que sí sentía en mis viajes a Bilbao. Eran tan cerrados los círculos, que mis deslices eran simplemente calificados como una tara crítica propia de mi procedencia paleta. Unos pocos años después, y sobre todo tras la llegada de internet, eso se ha considerado una virtud, el eclecticismo, pero en los 80, donde más fértil podía considerarse era fuera de los epicentros de emoción de las ciudades.

Cuando caí en ello llegué a acuñar una ridícula teoría que decía que las grandes bandas de género salían de esos lugares de ebullición, pero que las bandas diferentes sólo podían surgir de rincones ajenos a esa presión. Y quizá de aquellos años se quedaron como dos de mis bandas preferidas nacionales  los hardcoretas HHH, de Banyoles, y los punkrockeros Maniática, de Villena. Pero son ideas viejas. Ahora la aldea global nos ha igualado. A la baja.

Lo curioso de eso es que se vivía en contradicción, al menos en lo que yo conozco. Me explico; las tribus heredadas de los ochenta estaban ahí presentes en el discurso teórico, en las pintas, las camisetas, etc. Pero en la práctica era complicado no juntarse. Quizás en grandes-medianas ciudades era mas fácil mantener una vida totalmente segregada pero en pequeñas ciudades y pueblos eso era imposible. Habia que convivir en bares, conciertos, diferentes fanzines...Ese "crossover" que venia de fuera y tal, aquí se traducía en algo mas mundano y práctico. Si montabas un grupo podías ser metalero, pero si no encontrabas bajista, y te venia un punkie, pues te acababas arreglando. Y no solo eso, sino que no era complicado ver gente de grupos con imagen, discurso, música y seguidores muy identificados con el genero que practican tener otro grupo paralelo el que tocan palos despreciados en su banda oficial.

Kupak escribió:

Pier escribió:

Annie escribió:

Kupak escribió:

Pier escribió:

Dumbie escribió:lo de ser de ueblo frente a ser de ciudad es algo que a veces no se valora... siendo apenas mas pequeño que lo identificativo aqui, no pertenezco a vuestra generacion por un mero simple hecho... aqui esas cosas no llegaban ni de coña...  aqui llego metallica, llego guns y llego nirvana... punto

aqui nadie supo jamas quienes eran Alice in chains, ni soundgarden, algo RATM, pero no blind melon...  a partir de la segunda mitad de los noventa diria yo que las cosas comenzaron a equipararse... supongo que cosas del Canal + y las otras privadas....  marilyn manson si que fue al mismo tiempo que en la ciudad... o era quizas yo que ya estudiaba en la ciudad... no se... y lo que si que llego y malfita la puta gracia, fue la peste del power metal.... sali del fango de todo cristo escuchar bakalo y makina a todo cristo rockero escuchar solo power metal...  que puta adolescencia musical... asi sali, escuchando sesentas y setentas...

No creo que tenga mucho que ver lo del pueblo, a no ser que me hables de un pueblo perdido de la mano de dio. No se como seria en tu zona, pero en el norte, en los pueblos de Asturias, Cantabria, Pais vasco, no solo llegaba, como llegaban las cosas en los 90, sino que la respuesta y la implicación juvenil en todo los aspectos del movimiento musical (oyentes, musicos, fanzineros, organizando conciertos, etc.) era muy alta.

Lo de pueblo o ciudad es relativo como dice Pier, la cuestión es el acceso a las cosas. En principio en un pueblo no hay tiendas de discos, hay menos gente, menos variedad... pero eso puede pasar perfectamente en una ciudad. Antes de la era internet el acceso era restringido, a todo y, más aún, no es solo cuestión de acceso, cada uno abarca lo que le interesa, hay una limitación auto-generada. Los más cerrados no son necesariamente los que menos acceso tienen a las cosas, hay mucho caso contrario, hay mucha peña "de ciudad" que no sale de lo suyo.

Incluso en ese caso, la desconexión que sufrías era diferente a la que se presupone. Es más, muchas son las veces que haciendo balance de mis gustos, criterio y contactos, me he sentido favorecido por haber estado aislado. Tú sabes que esto es una aldea, de 150 habitantes, en una provincia bastante dejada de la mano de la cultura, y yo aquí crecí en los 80 carteándome y participando del underground hardcore del país. Y el único problema que tenía era un privilegio: Esa imposibilidad de tener contacto continuo y directo con el movimiento, en vez de aislarme, me dejaba libertad para participar de otros movimientos, igualmente herméticos en las ciudades.

Ese final de década fue muy segregacionista, y yo sin embargo recuerdo seguir de cerca, desde la distensión de mi retiro, los devenires del naciente revival garage, del hardcore, del divergente death metal, del triunfante rock urbano, u otros estilos bastante altisonantes. Todo a la vez, sin el estigma de la vergüenza del clan. Algo que sí sentía en mis viajes a Bilbao. Eran tan cerrados los círculos, que mis deslices eran simplemente calificados como una tara crítica propia de mi procedencia paleta. Unos pocos años después, y sobre todo tras la llegada de internet, eso se ha considerado una virtud, el eclecticismo, pero en los 80, donde más fértil podía considerarse era fuera de los epicentros de emoción de las ciudades.

Cuando caí en ello llegué a acuñar una ridícula teoría que decía que las grandes bandas de género salían de esos lugares de ebullición, pero que las bandas diferentes sólo podían surgir de rincones ajenos a esa presión. Y quizá de aquellos años se quedaron como dos de mis bandas preferidas nacionales  los hardcoretas HHH, de Banyoles, y los punkrockeros Maniática, de Villena. Pero son ideas viejas. Ahora la aldea global nos ha igualado. A la baja.

Lo curioso de eso es que se vivía en contradicción, al menos en lo que yo conozco. Me explico; las tribus heredadas de los ochenta estaban ahí presentes en el discurso teórico, en las pintas, las camisetas, etc. Pero en la práctica era complicado no juntarse. Quizás en grandes-medianas ciudades era mas fácil mantener una vida totalmente segregada pero en pequeñas ciudades y pueblos eso era imposible. Habia que convivir en bares, conciertos, diferentes fanzines...Ese "crossover" que venia de fuera y tal, aquí se traducía en algo mas mundano y práctico. Si montabas un grupo podías ser metalero, pero si no encontrabas bajista, y te venia un punkie, pues te acababas arreglando. Y no solo eso, sino que no era complicado ver gente de grupos con imagen, discurso, música y seguidores muy identificados con el genero que practican tener otro grupo paralelo el que tocan palos despreciados en su banda oficial.

Eso es muy cierto, yo antes que ser de ciudad soy de barrio, las excursiones fuera del perímetro eran el equivalente a viajar a Londres (exagerando claro). Cuando hay convivencia se reafirma la pluralidad real que existe, las identidades subculturales pasan a ser secundarias.

Y antes Annie mencionaba a los HHH, lo de que fueran de Banyoles para mí les daba un plus de identidad, como si fueran de un barrio concreto de Madrid. De ahí parte del carisma, gente como tú haciendo música que te flipa.

uno cualquiera escribió:

Kupak escribió:

Pier escribió:

Annie escribió:

Kupak escribió:

Pier escribió:

Dumbie escribió:lo de ser de ueblo frente a ser de ciudad es algo que a veces no se valora... siendo apenas mas pequeño que lo identificativo aqui, no pertenezco a vuestra generacion por un mero simple hecho... aqui esas cosas no llegaban ni de coña...  aqui llego metallica, llego guns y llego nirvana... punto

aqui nadie supo jamas quienes eran Alice in chains, ni soundgarden, algo RATM, pero no blind melon...  a partir de la segunda mitad de los noventa diria yo que las cosas comenzaron a equipararse... supongo que cosas del Canal + y las otras privadas....  marilyn manson si que fue al mismo tiempo que en la ciudad... o era quizas yo que ya estudiaba en la ciudad... no se... y lo que si que llego y malfita la puta gracia, fue la peste del power metal.... sali del fango de todo cristo escuchar bakalo y makina a todo cristo rockero escuchar solo power metal...  que puta adolescencia musical... asi sali, escuchando sesentas y setentas...

No creo que tenga mucho que ver lo del pueblo, a no ser que me hables de un pueblo perdido de la mano de dio. No se como seria en tu zona, pero en el norte, en los pueblos de Asturias, Cantabria, Pais vasco, no solo llegaba, como llegaban las cosas en los 90, sino que la respuesta y la implicación juvenil en todo los aspectos del movimiento musical (oyentes, musicos, fanzineros, organizando conciertos, etc.) era muy alta.

Lo de pueblo o ciudad es relativo como dice Pier, la cuestión es el acceso a las cosas. En principio en un pueblo no hay tiendas de discos, hay menos gente, menos variedad... pero eso puede pasar perfectamente en una ciudad. Antes de la era internet el acceso era restringido, a todo y, más aún, no es solo cuestión de acceso, cada uno abarca lo que le interesa, hay una limitación auto-generada. Los más cerrados no son necesariamente los que menos acceso tienen a las cosas, hay mucho caso contrario, hay mucha peña "de ciudad" que no sale de lo suyo.

Incluso en ese caso, la desconexión que sufrías era diferente a la que se presupone. Es más, muchas son las veces que haciendo balance de mis gustos, criterio y contactos, me he sentido favorecido por haber estado aislado. Tú sabes que esto es una aldea, de 150 habitantes, en una provincia bastante dejada de la mano de la cultura, y yo aquí crecí en los 80 carteándome y participando del underground hardcore del país. Y el único problema que tenía era un privilegio: Esa imposibilidad de tener contacto continuo y directo con el movimiento, en vez de aislarme, me dejaba libertad para participar de otros movimientos, igualmente herméticos en las ciudades.

Ese final de década fue muy segregacionista, y yo sin embargo recuerdo seguir de cerca, desde la distensión de mi retiro, los devenires del naciente revival garage, del hardcore, del divergente death metal, del triunfante rock urbano, u otros estilos bastante altisonantes. Todo a la vez, sin el estigma de la vergüenza del clan. Algo que sí sentía en mis viajes a Bilbao. Eran tan cerrados los círculos, que mis deslices eran simplemente calificados como una tara crítica propia de mi procedencia paleta. Unos pocos años después, y sobre todo tras la llegada de internet, eso se ha considerado una virtud, el eclecticismo, pero en los 80, donde más fértil podía considerarse era fuera de los epicentros de emoción de las ciudades.

Cuando caí en ello llegué a acuñar una ridícula teoría que decía que las grandes bandas de género salían de esos lugares de ebullición, pero que las bandas diferentes sólo podían surgir de rincones ajenos a esa presión. Y quizá de aquellos años se quedaron como dos de mis bandas preferidas nacionales  los hardcoretas HHH, de Banyoles, y los punkrockeros Maniática, de Villena. Pero son ideas viejas. Ahora la aldea global nos ha igualado. A la baja.

Lo curioso de eso es que se vivía en contradicción, al menos en lo que yo conozco. Me explico; las tribus heredadas de los ochenta estaban ahí presentes en el discurso teórico, en las pintas, las camisetas, etc. Pero en la práctica era complicado no juntarse. Quizás en grandes-medianas ciudades era mas fácil mantener una vida totalmente segregada pero en pequeñas ciudades y pueblos eso era imposible. Habia que convivir en bares, conciertos, diferentes fanzines...Ese "crossover" que venia de fuera y tal, aquí se traducía en algo mas mundano y práctico. Si montabas un grupo podías ser metalero, pero si no encontrabas bajista, y te venia un punkie, pues te acababas arreglando. Y no solo eso, sino que no era complicado ver gente de grupos con imagen, discurso, música y seguidores muy identificados con el genero que practican tener otro grupo paralelo el que tocan palos despreciados en su banda oficial.

Eso es muy cierto, yo antes que ser de ciudad soy de barrio, las excursiones fuera del perímetro eran el equivalente a viajar a Londres (exagerando claro). Cuando hay convivencia se reafirma la pluralidad real que existe, las identidades subculturales pasan a ser secundarias.

Y antes Annie mencionaba a los HHH, lo de que fueran de Banyoles para mí les daba un plus de identidad, como si fueran de un barrio concreto de Madrid. De ahí parte del carisma, gente como tú haciendo música que te flipa.

Flechitas.

Lo único que me rechina algo es que digáis que en los noventas seguían teniendo tirón las ideologías de las tribus ochenteras. No digo que no sea cierto, pero yo no viví eso de ese modo. Evidentemente todo ese corpus teórico-flipadil no desapareció de un día para otro, pero repensando en retrospectiva el tema hoy, ni cuándo estuve en Santiago, ni en mis contactos con la Coruña, ví que quedasen restos significativos del punk o el heavy, por ejemplo. Lo que si viví, de refilón, eso si, fue cómo los restos de las batallas garageras de los ochentas iban poniendo los cimientos del discurso de los indies que se han dedicado a revisar el pasado una vez alcanzada la treintena.

mugu escribió:Volviendo a The Real Kids,  un disco soberbio con buenas dosis de garage, punk y new wave. Un disco muy de su tiempo que se escucha de maravilla ahora mismo y le hace pensar a uno en la cantidad de bandas que contaban con mimbres suficientes pero que no llegaron a hacer cestos.
Ay, el mundo de los artistas es así de ingrato.

watts escribió:Bueno, mañana empezamos con los Red Hot chili Peppers, e igual que digo que 3 me parecen muchos, también digo que uno de los discos del lunes es uno de mis favoritos de todos los tiempos... Sí, ese...

Semana noventera, por cierto...

uno cualquiera escribió:

Kupak escribió:

Pier escribió:

Annie escribió:

Kupak escribió:

Pier escribió:

Dumbie escribió:lo de ser de ueblo frente a ser de ciudad es algo que a veces no se valora... siendo apenas mas pequeño que lo identificativo aqui, no pertenezco a vuestra generacion por un mero simple hecho... aqui esas cosas no llegaban ni de coña...  aqui llego metallica, llego guns y llego nirvana... punto

aqui nadie supo jamas quienes eran Alice in chains, ni soundgarden, algo RATM, pero no blind melon...  a partir de la segunda mitad de los noventa diria yo que las cosas comenzaron a equipararse... supongo que cosas del Canal + y las otras privadas....  marilyn manson si que fue al mismo tiempo que en la ciudad... o era quizas yo que ya estudiaba en la ciudad... no se... y lo que si que llego y malfita la puta gracia, fue la peste del power metal.... sali del fango de todo cristo escuchar bakalo y makina a todo cristo rockero escuchar solo power metal...  que puta adolescencia musical... asi sali, escuchando sesentas y setentas...

No creo que tenga mucho que ver lo del pueblo, a no ser que me hables de un pueblo perdido de la mano de dio. No se como seria en tu zona, pero en el norte, en los pueblos de Asturias, Cantabria, Pais vasco, no solo llegaba, como llegaban las cosas en los 90, sino que la respuesta y la implicación juvenil en todo los aspectos del movimiento musical (oyentes, musicos, fanzineros, organizando conciertos, etc.) era muy alta.

Lo de pueblo o ciudad es relativo como dice Pier, la cuestión es el acceso a las cosas. En principio en un pueblo no hay tiendas de discos, hay menos gente, menos variedad... pero eso puede pasar perfectamente en una ciudad. Antes de la era internet el acceso era restringido, a todo y, más aún, no es solo cuestión de acceso, cada uno abarca lo que le interesa, hay una limitación auto-generada. Los más cerrados no son necesariamente los que menos acceso tienen a las cosas, hay mucho caso contrario, hay mucha peña "de ciudad" que no sale de lo suyo.

Incluso en ese caso, la desconexión que sufrías era diferente a la que se presupone. Es más, muchas son las veces que haciendo balance de mis gustos, criterio y contactos, me he sentido favorecido por haber estado aislado. Tú sabes que esto es una aldea, de 150 habitantes, en una provincia bastante dejada de la mano de la cultura, y yo aquí crecí en los 80 carteándome y participando del underground hardcore del país. Y el único problema que tenía era un privilegio: Esa imposibilidad de tener contacto continuo y directo con el movimiento, en vez de aislarme, me dejaba libertad para participar de otros movimientos, igualmente herméticos en las ciudades.

Ese final de década fue muy segregacionista, y yo sin embargo recuerdo seguir de cerca, desde la distensión de mi retiro, los devenires del naciente revival garage, del hardcore, del divergente death metal, del triunfante rock urbano, u otros estilos bastante altisonantes. Todo a la vez, sin el estigma de la vergüenza del clan. Algo que sí sentía en mis viajes a Bilbao. Eran tan cerrados los círculos, que mis deslices eran simplemente calificados como una tara crítica propia de mi procedencia paleta. Unos pocos años después, y sobre todo tras la llegada de internet, eso se ha considerado una virtud, el eclecticismo, pero en los 80, donde más fértil podía considerarse era fuera de los epicentros de emoción de las ciudades.

Cuando caí en ello llegué a acuñar una ridícula teoría que decía que las grandes bandas de género salían de esos lugares de ebullición, pero que las bandas diferentes sólo podían surgir de rincones ajenos a esa presión. Y quizá de aquellos años se quedaron como dos de mis bandas preferidas nacionales  los hardcoretas HHH, de Banyoles, y los punkrockeros Maniática, de Villena. Pero son ideas viejas. Ahora la aldea global nos ha igualado. A la baja.

Lo curioso de eso es que se vivía en contradicción, al menos en lo que yo conozco. Me explico; las tribus heredadas de los ochenta estaban ahí presentes en el discurso teórico, en las pintas, las camisetas, etc. Pero en la práctica era complicado no juntarse. Quizás en grandes-medianas ciudades era mas fácil mantener una vida totalmente segregada pero en pequeñas ciudades y pueblos eso era imposible. Habia que convivir en bares, conciertos, diferentes fanzines...Ese "crossover" que venia de fuera y tal, aquí se traducía en algo mas mundano y práctico. Si montabas un grupo podías ser metalero, pero si no encontrabas bajista, y te venia un punkie, pues te acababas arreglando. Y no solo eso, sino que no era complicado ver gente de grupos con imagen, discurso, música y seguidores muy identificados con el genero que practican tener otro grupo paralelo el que tocan palos despreciados en su banda oficial.

Eso es muy cierto, yo antes que ser de ciudad soy de barrio, las excursiones fuera del perímetro eran el equivalente a viajar a Londres (exagerando claro). Cuando hay convivencia se reafirma la pluralidad real que existe, las identidades subculturales pasan a ser secundarias.

Y antes Annie mencionaba a los HHH, lo de que fueran de Banyoles para mí les daba un plus de identidad, como si fueran de un barrio concreto de Madrid. De ahí parte del carisma, gente como tú haciendo música que te flipa.

Flechitas.

Lo único que me rechina algo es que digáis que en los noventas seguían teniendo tirón las ideologías de las tribus ochenteras. No digo que no sea cierto, pero yo no viví eso de ese modo. Evidentemente todo ese corpus teórico-flipadil no desapareció de un día para otro, pero repensando en retrospectiva el tema hoy, ni cuándo estuve en Santiago, ni en mis contactos con la Coruña, ví que quedasen restos significativos del punk o el heavy, por ejemplo. Lo que si viví, de refilón, eso si, fue cómo los restos de las batallas garageras de los ochentas iban poniendo los cimientos del discurso de los indies que se han dedicado a revisar el pasado una vez alcanzada la treintena.

Pier escribió:Pues a mi que los peppers tengan 3, esos 3, me parece fetén. Es una banda única y esos discos lo muestran muy bien. Lo que se echa en falta de otras bandas no es culpa de los peppers. Mother´milk como disco culmen de los 80 aunque ya con Frusciante y Chad Smith, el BSSM como obra magna y el one hot minute como el "despreciado" que a poco que se rasque demuestra personalidad y ser un disco que se bate en duelo con mucha fuerza.

Pendejo escribió:Eskoriez milenial

pinkpanther escribió:Actualizado con ese sobresaliente disco que es el Mother's Milk y esa obra maestra atemporal que es el BSSM.

Grandes los Red Hot de aquellos años, unos de los grandes de los 90.

pinkpanther escribió:ese y esa

Moltisanti escribió:

pinkpanther escribió:ese y esa

Tú sigue a lo tuyo, cabracho.

Media mañana nos has tenido leyendo tus interesantísimas intervenciones en el topic de culés y sin actualizar el tema.

Bien.

Moltisanti escribió:Mother's milk, espontáneo, divertido, entrañable, disperso, no redondo.

Blood sugar. Grabado ya con aura de leyenda. Producción mágica en encuadre sublime. Estado de gracia en la ejecución, composiciones inmejorables. Sexo sexo sexo. Poderoso, pegón y eterno. Viaje absoluto, una de las cotas más altas de los 90. Obra maestra inmarchitable.

Pendejo escribió:El Mothers Milk es un discazo, hombre. Se nota que Eskoriez es un milenial y que ha descubierto a los RHCP por su ultima etapa que sin duda es bastante floja. Escuchate los discos de los 80 hasta el BSSM y olvidate de prejuicios que esta banda mola.