CONCURSO DE MICRORRELATOS ARF - SUMANDO PARA LA RONDA 35

DON escribió:

salakov escribió:¿No te jode que pensaba que hoy era jueves?

¿Y no lo es?

Eloy escribió:1.- Ꝏ

- Dos más dos son cuatro, excepto… - se quedó mudo a la vez que perplejo.
- ¿Es complicado?
- Bueno, a mí me parece absurdo, e incluso podría tildarse de deleznable…
- ¿Tú crees?
- Intento analizarlo sin ser realmente parcial. De verdad, adoro la objetividad, pero en esta ocasión todo esto me parece una gran
 entelequia…
- ¿Entonces?
- Bueno, nos quedaría abordarlo zigzagueando a través de sus posibles conclusiones…
- ¿Y al final borraríamos, cierto?
- Así es, permutaríamos la existencia actual, dotando al enunciado de un verdadero significado…
- Me parece maravilloso…
- Y místico, soberano, libre, osado, aunque vulgarmente sagaz...
- ¿Así lo crees?
- Por supuesto, ¿acaso dudas del poder que tiene desmontar en pequeñas partículas cualquier tipo de estupidez?
- Me haces dudar…
- ¿Lo dices en serio?
- Pues ahora no sé qué decirte…
- Entonces es un puro bucle… te lo dije…
- ¿El qué? Ahora no recuerdo…
- Pues que dos más dos son cuatro, excepto...

Eloy escribió:2.- Clase de matemáticas 

-Dos más dos son cuatro, excepto.. 
Perdió el hilo de la explicación del profesor de matemáticas y su mente empezó a divagar. 
2+2, 22 años, ¿qué sería de su vida al cumplir los 22?
Su ilusión siempre había sido ser veterinaria, ¿habría cumplido su sueño a esa edad?
Sería la primera veterinaria de la historia con fobia a los gatos, "sólo basta que se me acerque uno para que se me erice el vello de la nuca", pensó. 
Se acordó de aquella vez que se le erizó el vello de la nuca por otro motivo.. y no pudo evitar una sonrisa de oreja a oreja. 

-Señorita Pérez, ¿puede explicar a la clase qué le parece tan divertido?

Eloy escribió:4.- 2024

-Dos más dos son cuatro, excepto si el Ilustrísimo Presidente dice otra cosa.

-Eso no es cierto, dos más dos son cuatro siempre, es una verdad matemática.

Zwaapp, calambrazo fuerza seis.

-No, en su último discurso el Ilustrísimo Presidente dijo que dos más dos son siete. Esa es la única verdad.

-No, dos y dos son cuatro.

Zwwaaappp calambrazo fuerza siete.

-Sin duda la propaganda de los antisistema te ha afectado al cerebro. No importa lo que hayas estudiado, no importa lo que aprendiste. Nuestro Ilustrísimo Presidente ha dicho que dos más dos son siete. Vuelvo a preguntar, ¿cuántos son dos más dos?

Las descargas me han paralizado un lado del cuerpo, mis esfínteres han aflojado, me he meado encima. Apenas puedo balbucear.

-Ccccuuaatroh…

Zwwwwaaaaaaapppppp, calambrazo fuerza nueve.

-Estás sufriendo, el dolor no te deja pensar correctamente. Si respondes mal, la próxima descarga te matará. Es tu última oportunidad, ¿cuántos son dos más dos?

-...

Eloy escribió:5.- Saber y cenar.

- Dos más dos son cuatro, excepto en numeración etrusca, que puede que sean seis.
- No estoy de acuerdo. En realidad, la suma seguirá siendo cuatro. El problema viene en la correspondencia entre huθ y śa, no hay evidencia arqueológica contundente que atribuya el valor numeral con el grafismo de los números cuatro y seis.
- Pues eso. Que dos más dos son seis.
- ¡Que no, coño! La suma seguirá siendo cuatro, otra cosa es que no estemos seguros del grafismo correspondiente.
- Zal más zal es huθ?
- No. Puede que sea śa.
- Pues eso. Lo que yo digo.
- Lo dejo. Eres insoportable. ¿Quieres cenar croquetas?
- De acuerdo. ¿Sabes que existen varias hipótesis sobre la invención de la bechamel? Se dice que fue el archiduque de…
- Se acabó. Quiero el divorcio.
- …
- …
- …fueron los franceses en 1804 los que en su código civil…

Eloy escribió:6.- Tótem

Dos más dos son cuatro, excepto durante la guerra: las extremidades de ninguno suman cuatro en este reino de la imparidad. Somos restos de hombres, una parte de nosotros quedó en Verdún. Y sin embargo todos se confortan mirándome a mí, a quien la metralla despedazó más allá de lo imaginable. Soy consuelo de tullidos —«míralo, podría ser peor»—, símbolo exangüe, aquel que perdió todos sus miembros. Me saludan amables desde sus muñones, sus piernas cercenadas no parecen gran cosa ante mi monstruosidad. A veces me ofrecen fumar, debiendo sostenerme el cigarro. Por el día percibo la condescendencia ajena, pero por la noche es incluso peor, entonces imagino delirios en torno a extremidades fantasma. Luego la mañana regresa y con ella los médicos, las agujas, el tabaco en dedos extraños. Es terrible, terrible e injusto, mi acontecer leñoso, este vivir aherrojado. Que dos más dos, de modo cruel, sumen nada.

Eloy escribió:7.- Abilio

Dos más dos son cuatro, excepto para mi pequeño, Abilio. Es un niño muy cariñoso, aunque algo cabezota. «Pero si una de las manzanas tiene gusano ya no serán cuatro, porque nadie se la querrá comer, mamá» sentencia con voz atiplada, escrutándome tras gafas de culo de vaso. Los sábados remolonea en la cocina, arrastrando su cojera de polio, y hacemos galletas. Al terminar siempre me da un abrazo enharinado e intenta mancharme la nariz con mantequilla. Pero me preocupa. Creo que ha cambiado desde la repentina muerte del cabrón de su padrastro.
«Dos más dos...».
Hace dos semanas sucedió algo. El perro del vecino le ladró, y Abilio le susurró desde la valla del jardín. El chucho lanzó un quejido, al rato se echó panza arriba y simplemente murió.
«...no son siempre cuatro».
Hoy han llamado del colegio. Parece que la profesora de Abilio falta desde ayer.
«¿Verdad, mamá?».

Eloy escribió:8.- Ábaco a la Alemana

Dos más dos son cuatro, excepto en Alemania que son diez, solo son cuatro si no tienes absolutamente ninguna patología.

Eloy escribió:9.- Y multiplícate por cero

Dos más dos son cuatro, excepto en mi oscura dimensión, el rincón donde acudo cuando necesito desconectar de la realidad. Un espacio donde no hay principios físicos, químicos o matemáticos que se apliquen, reina el caos, reino yo.

Los signos de suma y resta no dejan de ser objetos que pierden su uso habitual. Las referencias son cambiantes, los ejes horizontales y verticales no se cruzan o se entrelazan mil veces, todo es posible e imposible.

La voz de mi jefe hizo que perdiera el equilibrio y casi cayera desde lo alto del eje de ordenadas que se había convertido en una escalera.

-«Martínez, quiero el informe de la reunión para mañana a primera hora».

Una vez recuperado del traspiés, cogí el signo de multiplicar y le rebané la cabeza a Gutiérrez, que desapareció por un agujero negro, tras ser engullido por un tiranosaurio azul que pasaba por ahí.

quakto escribió:

Eloy escribió:2.- Clase de matemáticas 

-Dos más dos son cuatro, excepto.. 
Perdió el hilo de la explicación del profesor de matemáticas y su mente empezó a divagar. 
2+2, 22 años, ¿qué sería de su vida al cumplir los 22?
Su ilusión siempre había sido ser veterinaria, ¿habría cumplido su sueño a esa edad?
Sería la primera veterinaria de la historia con fobia a los gatos, "sólo basta que se me acerque uno para que se me erice el vello de la nuca", pensó. 
Se acordó de aquella vez que se le erizó el vello de la nuca por otro motivo.. y no pudo evitar una sonrisa de oreja a oreja. 

-Señorita Pérez, ¿puede explicar a la clase qué le parece tan divertido?

Anda que no era difícil que yo perdiera el hilo en clase...

Eloy escribió:10.- El estudio de la planta superior

Dos más dos son cuatro, excepto en este edificio. La fachada mostraba dos apartamentos a la izquierda y dos a la derecha. En los planos del edificio la distribución era la misma, dos apartamentos en dos plantas, pero cuando te encontrabas en la planta superior, la puerta que permite el acceso a la azotea en los planos, en la realidad accede a un pequeño estudio de unos 20 m², al que según las leyendas, sólo entran algunos afortunados. Yo entre ellos.

Cuando me asomo al balcón del estudio veo la calle desde la que se ve la fachada y si miro a izquierda y derecha veo los apartamentos que se ven desde la calle, pero... ¿Por qué la gente no ve este balcón? Quizás la duda pueda resolvérmela alguna de los otros dos que hay aquí, pues una vez que se entra en el estudio, ya no se puede salir.

RegSound escribió:

quakto escribió:

Eloy escribió:2.- Clase de matemáticas 

-Dos más dos son cuatro, excepto.. 
Perdió el hilo de la explicación del profesor de matemáticas y su mente empezó a divagar. 
2+2, 22 años, ¿qué sería de su vida al cumplir los 22?
Su ilusión siempre había sido ser veterinaria, ¿habría cumplido su sueño a esa edad?
Sería la primera veterinaria de la historia con fobia a los gatos, "sólo basta que se me acerque uno para que se me erice el vello de la nuca", pensó. 
Se acordó de aquella vez que se le erizó el vello de la nuca por otro motivo.. y no pudo evitar una sonrisa de oreja a oreja. 

-Señorita Pérez, ¿puede explicar a la clase qué le parece tan divertido?

Anda que no era difícil que yo perdiera el hilo en clase...

Pues en los micros si, que te has saltado el 3

Eloy escribió:3.- Castilla

Dos más dos son cuatro excepto cuando invitas a tu novia a comer en casa de tus padres, el menú fue:
- Entrada de mariscos de castilla (tabla de quesos y embutido ibérico), ensaladilla rusa (que es el plato preferido de mi madre) y jamón de bellota de salamanca
- Sopa de marisco
- Sorbete de limón, que mi madre no lo pone nunca pero lo vio en la boda de mi primo.
- Bacalao al estilo Valderas (plato hecho por mi padre que es el único que sabe hacer)
- Lechazo asado
Y de postre tarta de manzana con natillas y helado artesanal de chocolate.

Eloy escribió:11.- Viejas lecciones

«Dos más dos son cuatro, excepto en economía, que si consigues juntar cuatro, acabas teniendo cinco.»
Don Valentín solía acabar sus clases magistrales así. Sus disertaciones en la facultad estaban plagadas de loas al ahorro; «dinero llama a dinero», «para cosechar dinero tienes que sembrarlo», y todo un repertorio interminable de consejos para, como él mismo decía, «ser unos hombrecillos exitosos mañana»…
Ayer, tras visitar a mamá le vi de nuevo, como cada domingo, sentado solo en el banco de la puerta del asilo, contando unas monedas y por fin me atreví a acercarme.
—Cuente bien, pero sepa que si junta cuatro monedas, pueden acabar siendo cinco —le mostré una sonrisa.
Saqué una moneda del bolsillo y la dejé en su mano.
—Así no será nunca un hombre de éxito, Rodriguez —dijo severamente, tirando las monedas al suelo—. Gracias por mostrarme que he malgastado mis años en la facultad.

Eloy escribió:12.- Billetes que mienten

Dos más dos son cuatro, excepto cuando deben ser cinco, tres o diez. Frente a esta mesa, encajado entre el final de la barra y la entrada de los servicios, fue lo primero que aprendí. Salen dos de los grandes, salen dos más y suman veinte, en un ejercicio de prestidigitación contable para el que no me prepararon en la escuela.
Números que ocultan cajas de licor, barriles de cerveza y sobornos a magistrados nunca suman lo que las matemáticas obligan.
En ocasiones añoro el bazar del señor Kauffman, con mi propia oficina en la trastienda. La mísera paga que apenas cubría alquiler y combustible la recuerdo como un tiempo más feliz, ahora que paso las horas mirando, estrábico, la puerta de entrada. Temiendo el día en que una Thompson entre tableteando, dejando a don Ángelo vencido sobre sus espaguetis con albóndigas, y al barman y a mi como daños colaterales

Eloy escribió:13.- Otras luces

Dos más dos son cuatro, salvo en el cuaderno de Juan, que puede ser un tenedor rojo. Mirad las frases de Lengua: dibujos en lugar de palabras. Es cierto que hay una pauta, pero según el sistema de evaluación, tengo que suspenderlo. Aunque sepa las respuestas, repetirá curso.

A la vuelta nadie habló. Con intervalos de oscuridad, veía sus ojos en el retrovisor. Abiertos y brillantes, absortos en las erráticas trayectorias y caprichosos colores de luces en las que nadie más se fijaba. Un fracasado, pensé, con el pecho traspasado de amor doloroso.

En casa, como siempre, se escurrió bajo la mesa de centro. Ese día la volteamos. En el revés, como en un cuadro del Bosco, convivían familia, amigos, superhéroes, animales reales, e inventados. Allí estaba yo mismo, tomando de la mano a un Juan de abierta y desconocida sonrisa. Sobre todos nosotros brillaba un perfecto sol amarillo, con muchos rayos.

Eloy escribió:14.- Baby I'm yours

Dos y dos son cuatro, excepto ahora: las reglas matemáticas han volado por los aires. "Nos vemos en Stockton", pienso mientras veo cómo te marchas de mi vida.

Nos vemos en Stockton

Entras en el bar y caminas entre dudas y copas de más. Te sientas a mi lado. Te gusta beber, a mí también. Te gusta el cine, a mí también. Me hablas de aquella película, Fat City, y de Stockton, " una ciudad de oportunidades" según habías leído en unos de tus libros favoritos. Yo sólo escucho, pero me mandas callar cuando suena la que será nuestra canción. Te marchas y te despides diciéndome "Nos vemos en Stockton".

Stockton

Bailamos. Suena nuestra canción. ¿Cómo hemos terminado así? Quiero hacer una broma acerca de tu vestido blanco, pero me limito a susurrarte: Baby, I'm yours. And I'll be yours until two and two is three...

Eloy escribió:15.- El último pulso

...dos y dos son cuatro.
- excepto… (cortó Demetrio)
- ¿excepto qué?, señor Gutiérrez, le espetó Ribeiro, frunciendo las cejas con
  la fiereza con la que solo lo saben hacer algunos calvos.
- excepto cuando son cinco… siguió Gutiérrez sin amilanarse.
La clase se relamía, expectante ante otra refriega.
A un lado, Rosendo Ribeiro; Geografía e Historia, sesenta y dos años, un bypass.
Al otro, Demetrio Gutiérrez; repetidor, diecinueve años, socio del Atleti.
- Usted sabe que se trata de una frase hecha…
- ...mal hecha (murmullos)
- ¿perdón?
- perdonado (risas ahogadas)
- ¿quiere usted tomarme el pelo, Gutiérrez?
- eso es imposible, sr. Ribeiro (varios estallidos)
- ¡¡Gutiérrez!! ¿es usted gilipollas? (exclamaciones de asombro)
- Un poco, sobre todo los lunes
- ¡Hoy es viernes, Gutiérrez!
- El último del curso. Las notas puestas. Y el curso que viene me voy a Estepona.
Ribeiro suspiró.

Eloy escribió:16.- Mil novecientos ochenta y cuatlo

- Dos más dos son cuatro, excepto si el Consejo del Pueblo así lo estima.

Las palabras "CONVICCIÓN INSUFICIENTE" parpadearon en pantalla del uniterminal del Alumno, y entonces llegó el dolor, tan brutal como siempre, por otra parte un alivio, el Alumno sabía que no debía acostumbrarse jamás, pues existen castigos mucho peores que el dolor.

Recuperó la consciencia con las sirenas que anunciaban que había llegado la Hora del Aplauso Retributivo, corrió hacia la ventana y comenzó a aplaudir rabiosamente para intentar alejar el frío y las miradas de cívica reprobación de sus vecinos.

Temblando, el Alumno volvió al uniterminal, esperando que el nuevo ejercicio de Ciudadanía estuviera ya disponible, en cambio la pantalla estaba apagada, no respondía. Él sabía lo que significaba, en breve pasarían a recogerle.

El Alumno volvió de nuevo a la ventana y saltó.

Esmeralda escribió:¿Hoy es miércoles?

Esmeralda escribió:¿Hoy es miércoles?

DON escribió:

Eloy escribió:1.- Ꝏ

- Dos más dos son cuatro, excepto… - se quedó mudo a la vez que perplejo.
- ¿Es complicado?
- Bueno, a mí me parece absurdo, e incluso podría tildarse de deleznable…
- ¿Tú crees?
- Intento analizarlo sin ser realmente parcial. De verdad, adoro la objetividad, pero en esta ocasión todo esto me parece una gran
 entelequia…
- ¿Entonces?
- Bueno, nos quedaría abordarlo zigzagueando a través de sus posibles conclusiones…
- ¿Y al final borraríamos, cierto?
- Así es, permutaríamos la existencia actual, dotando al enunciado de un verdadero significado…
- Me parece maravilloso…
- Y místico, soberano, libre, osado, aunque vulgarmente sagaz...
- ¿Así lo crees?
- Por supuesto, ¿acaso dudas del poder que tiene desmontar en pequeñas partículas cualquier tipo de estupidez?
- Me haces dudar…
- ¿Lo dices en serio?
- Pues ahora no sé qué decirte…
- Entonces es un puro bucle… te lo dije…
- ¿El qué? Ahora no recuerdo…
- Pues que dos más dos son cuatro, excepto...

"Ꝏ" no es un 8 tumbado. Ni dos ceros bailando tango. Es el símbolo del infinito, creo, haciéndonos un Macguffin de manual.
Para rematar, no contento con la gracia de los colorines, y ya que se pone, nos deja un buclito de esos que les molan a ustedes tanto.
Pues no lo siento, a este, por listo, lo cateo.

DON escribió:

Eloy escribió:2.- Clase de matemáticas 

-Dos más dos son cuatro, excepto.. 
Perdió el hilo de la explicación del profesor de matemáticas y su mente empezó a divagar. 
2+2, 22 años, ¿qué sería de su vida al cumplir los 22?
Su ilusión siempre había sido ser veterinaria, ¿habría cumplido su sueño a esa edad?
Sería la primera veterinaria de la historia con fobia a los gatos, "sólo basta que se me acerque uno para que se me erice el vello de la nuca", pensó. 
Se acordó de aquella vez que se le erizó el vello de la nuca por otro motivo.. y no pudo evitar una sonrisa de oreja a oreja. 

-Señorita Pérez, ¿puede explicar a la clase qué le parece tan divertido?

Si al terminar de leer "Clase de matemáticas" han pensado en X, es que han leído bien.
Aprobado por encadenar así los tiempos, que es complicado de hacer sin enredos y evitando caer en baches.
Por mostrar una subtrama sin llegar a desvelarla, también por eso, que aquí algunos parece que echan horas extras en el Xhamster ese.

DON escribió:

Eloy escribió:3.- Castilla

Dos más dos son cuatro excepto cuando invitas a tu novia a comer en casa de tus padres, el menú fue:
- Entrada de mariscos de castilla (tabla de quesos y embutido ibérico), ensaladilla rusa (que es el plato preferido de mi madre) y jamón de bellota de salamanca
- Sopa de marisco
- Sorbete de limón, que mi madre no lo pone nunca pero lo vio en la boda de mi primo.
- Bacalao al estilo Valderas (plato hecho por mi padre que es el único que sabe hacer)
- Lechazo asado
Y de postre tarta de manzana con natillas y helado artesanal de chocolate.

"Castilla" no es ancha, no; es de dimesiones pantagruélicas.
Oronda y redonda también debe serlo, porque todo eso ocupa un espacio...
Aprobado por recordarme el cocido maragato, que aunque no figura en el menú, me trae buen recuerdo.

DON escribió:

Eloy escribió:4.- 2024

-Dos más dos son cuatro, excepto si el Ilustrísimo Presidente dice otra cosa.

-Eso no es cierto, dos más dos son cuatro siempre, es una verdad matemática.

Zwaapp, calambrazo fuerza seis.

-No, en su último discurso el Ilustrísimo Presidente dijo que dos más dos son siete. Esa es la única verdad.

-No, dos y dos son cuatro.

Zwwaaappp calambrazo fuerza siete.

-Sin duda la propaganda de los antisistema te ha afectado al cerebro. No importa lo que hayas estudiado, no importa lo que aprendiste. Nuestro Ilustrísimo Presidente ha dicho que dos más dos son siete. Vuelvo a preguntar, ¿cuántos son dos más dos?

Las descargas me han paralizado un lado del cuerpo, mis esfínteres han aflojado, me he meado encima. Apenas puedo balbucear.

-Ccccuuaatroh…

Zwwwwaaaaaaapppppp, calambrazo fuerza nueve.

-Estás sufriendo, el dolor no te deja pensar correctamente. Si respondes mal, la próxima descarga te matará. Es tu última oportunidad, ¿cuántos son dos más dos?

-...

"En tu lucha contra el mundo, asegúrate de estar del lado del mundo". Nos visita Kafka por segunda vez en una tarde. Eso debe ser bueno.
"2024", año que tenemos ya casi encima, no será tan dictatorial... y al paso que van las noticias, no sé si ni siquera será.
Y si deviene en tiranía, será una tiranía consentida como en la que vivimos encantados ahora, hoy, en 2020.
Aprobado por futurólogo.

DON escribió:

Eloy escribió:5.- Saber y cenar.

- Dos más dos son cuatro, excepto en numeración etrusca, que puede que sean seis.
- No estoy de acuerdo. En realidad, la suma seguirá siendo cuatro. El problema viene en la correspondencia entre huθ y śa, no hay evidencia arqueológica contundente que atribuya el valor numeral con el grafismo de los números cuatro y seis.
- Pues eso. Que dos más dos son seis.
- ¡Que no, coño! La suma seguirá siendo cuatro, otra cosa es que no estemos seguros del grafismo correspondiente.
- Zal más zal es huθ?
- No. Puede que sea śa.
- Pues eso. Lo que yo digo.
- Lo dejo. Eres insoportable. ¿Quieres cenar croquetas?
- De acuerdo. ¿Sabes que existen varias hipótesis sobre la invención de la bechamel? Se dice que fue el archiduque de…
- Se acabó. Quiero el divorcio.
- …
- …
- …fueron los franceses en 1804 los que en su código civil…

"Saber y cenar" tiene un embozo grande que invalida todo el relato. Su protagonista, su abofoteable protagonista, jamás, JAMÁS, habría tenido esa conversación con una pareja, y me da igual la sexualidad que vista, porque jamás habría tenido pareja. Pero sé que estas anomalías suceden con más frecuencia de lo normal. Por eso y porque el final del cuentecillo conviene en darme la razón, le otorgo este bonito aprobado.

DON escribió:

Eloy escribió:6.- Tótem

Dos más dos son cuatro, excepto durante la guerra: las extremidades de ninguno suman cuatro en este reino de la imparidad. Somos restos de hombres, una parte de nosotros quedó en Verdún. Y sin embargo todos se confortan mirándome a mí, a quien la metralla despedazó más allá de lo imaginable. Soy consuelo de tullidos —«míralo, podría ser peor»—, símbolo exangüe, aquel que perdió todos sus miembros. Me saludan amables desde sus muñones, sus piernas cercenadas no parecen gran cosa ante mi monstruosidad. A veces me ofrecen fumar, debiendo sostenerme el cigarro. Por el día percibo la condescendencia ajena, pero por la noche es incluso peor, entonces imagino delirios en torno a extremidades fantasma. Luego la mañana regresa y con ella los médicos, las agujas, el tabaco en dedos extraños. Es terrible, terrible e injusto, mi acontecer leñoso, este vivir aherrojado. Que dos más dos, de modo cruel, sumen nada.

Sólo hay una cosa que no me maravilla de "Tótem", y esa cosa es "aherrojado".
Todo lo demás resulta delicioso leerlo y repasarlo. A pesar de la brutalidad que el autor amontona línea tras linea, afloran en los renglones nuevas crueldades que superan las anteriores. La amarga reflexión final echa el cerrojo con doble vuelta, devolviéndonos a la aritmética de este bárbaro episodio.
Así se cierra un relato ejemplar: sobresaliente, soldado.

DON escribió:

Eloy escribió:7.- Abilio

Dos más dos son cuatro, excepto para mi pequeño, Abilio. Es un niño muy cariñoso, aunque algo cabezota. «Pero si una de las manzanas tiene gusano ya no serán cuatro, porque nadie se la querrá comer, mamá» sentencia con voz atiplada, escrutándome tras gafas de culo de vaso. Los sábados remolonea en la cocina, arrastrando su cojera de polio, y hacemos galletas. Al terminar siempre me da un abrazo enharinado e intenta mancharme la nariz con mantequilla. Pero me preocupa. Creo que ha cambiado desde la repentina muerte del cabrón de su padrastro.
«Dos más dos...».
Hace dos semanas sucedió algo. El perro del vecino le ladró, y Abilio le susurró desde la valla del jardín. El chucho lanzó un quejido, al rato se echó panza arriba y simplemente murió.
«...no son siempre cuatro».
Hoy han llamado del colegio. Parece que la profesora de Abilio falta desde ayer.
«¿Verdad, mamá?».

De entrada,"Abilio"es un nombre incómodo. Tiene esa sonoridad que te introduce en un sótano en el que se practican malas artes, y veo que no ando mal encaminado. Este especimen en particular parece que es valedor de todos los valores paternales al completo, y para redondearlo añade algunos propios. Ingenioso este macabro relato que juega al despiste olímpico en el primer parrafo y se embolsa la medalla de oro.
Abilio, campeón de la clase, apruebas con muy alta nota.
¿Verdad?

DON escribió:

Eloy escribió:8.- Ábaco a la Alemana

Dos más dos son cuatro, excepto en Alemania que son diez, solo son cuatro si no tienes absolutamente ninguna patología.

Triste y actual realidad la de "Ábaco a la Alemana".
Aprobado justito, pero aprobado.

DON escribió:

Eloy escribió:9.- Y multiplícate por cero

Dos más dos son cuatro, excepto en mi oscura dimensión, el rincón donde acudo cuando necesito desconectar de la realidad. Un espacio donde no hay principios físicos, químicos o matemáticos que se apliquen, reina el caos, reino yo.

Los signos de suma y resta no dejan de ser objetos que pierden su uso habitual. Las referencias son cambiantes, los ejes horizontales y verticales no se cruzan o se entrelazan mil veces, todo es posible e imposible.

La voz de mi jefe hizo que perdiera el equilibrio y casi cayera desde lo alto del eje de ordenadas que se había convertido en una escalera.

-«Martínez, quiero el informe de la reunión para mañana a primera hora».

Una vez recuperado del traspiés, cogí el signo de multiplicar y le rebané la cabeza a Gutiérrez, que desapareció por un agujero negro, tras ser engullido por un tiranosaurio azul que pasaba por ahí.

Yo quiero la misma expendedora que le da café a Martínez en mi oficina, mañana a primera hora. Porque semejante tripi no es casualidad. Es inducido, a todas luces. "Y multiplícate por cero" es un claro ejemplo del chupatintas medio, ahogado en su propia inmadurez, encadenado a un incesante festival de teleseries y dibujos animados que por edad ya no debería consumir, y que fantasea con castrar a su jefe, que representa, sí, la figura del padre tiránico. Pero, a renglón seguido... ¿A quién no le gustaría decapitarlo?
Martínez, está usted aprobado.

DON escribió:

Eloy escribió:10.- El estudio de la planta superior

Dos más dos son cuatro, excepto en este edificio. La fachada mostraba dos apartamentos a la izquierda y dos a la derecha. En los planos del edificio la distribución era la misma, dos apartamentos en dos plantas, pero cuando te encontrabas en la planta superior, la puerta que permite el acceso a la azotea en los planos, en la realidad accede a un pequeño estudio de unos 20 m², al que según las leyendas, sólo entran algunos afortunados. Yo entre ellos.

Cuando me asomo al balcón del estudio veo la calle desde la que se ve la fachada y si miro a izquierda y derecha veo los apartamentos que se ven desde la calle, pero... ¿Por qué la gente no ve este balcón? Quizás la duda pueda resolvérmela alguna de los otros dos que hay aquí, pues una vez que se entra en el estudio, ya no se puede salir.

Menudo laberinto hay montado en "El estudio de la planta superior". Lío gordo el del primer párrafo, en lo formal y en lo conceptual. En el segundo tramo del relato la situación se aclara y algo de ese final ya se lo barrunta uno antes de llegar. La kafkiana idea del cierre me agrada, y con más tiempo y trabajo creo que podría mejorar muchos enteros.
Bien. Otro que aprueba.

DON escribió:

Eloy escribió:11.- Viejas lecciones

«Dos más dos son cuatro, excepto en economía, que si consigues juntar cuatro, acabas teniendo cinco.»
Don Valentín solía acabar sus clases magistrales así. Sus disertaciones en la facultad estaban plagadas de loas al ahorro; «dinero llama a dinero», «para cosechar dinero tienes que sembrarlo», y todo un repertorio interminable de consejos para, como él mismo decía, «ser unos hombrecillos exitosos mañana»…
Ayer, tras visitar a mamá le vi de nuevo, como cada domingo, sentado solo en el banco de la puerta del asilo, contando unas monedas y por fin me atreví a acercarme.
—Cuente bien, pero sepa que si junta cuatro monedas, pueden acabar siendo cinco —le mostré una sonrisa.
Saqué una moneda del bolsillo y la dejé en su mano.
—Así no será nunca un hombre de éxito, Rodriguez —dijo severamente, tirando las monedas al suelo—. Gracias por mostrarme que he malgastado mis años en la facultad.

Personas hay que con el dinero no tienen medida. Les gusta poseerlo, amasarlo, contarlo y volverlo a contar. Algunos son felices solamente sabiendo que descansa bajo el colchón o en un fondo inversor germano, ni siquiera lo gastan. Don Valentín, economista decano y protagonista de "Viejas lecciones", parece pertenecer a esa logia de adoradores del vil metal. Luego hay otras personas, y le miro a usted, Rodríguez, que no colocan todo el valor en el mismo objeto; algunos incluso lo guardan en hombrecillos comunes y corrientes.
Por eso, este relato cargado de valores humanos aprueba con nota alta.

DON escribió:

Eloy escribió:12.- Billetes que mienten

Dos más dos son cuatro, excepto cuando deben ser cinco, tres o diez. Frente a esta mesa, encajado entre el final de la barra y la entrada de los servicios, fue lo primero que aprendí. Salen dos de los grandes, salen dos más y suman veinte, en un ejercicio de prestidigitación contable para el que no me prepararon en la escuela.
Números que ocultan cajas de licor, barriles de cerveza y sobornos a magistrados nunca suman lo que las matemáticas obligan.
En ocasiones añoro el bazar del señor Kauffman, con mi propia oficina en la trastienda. La mísera paga que apenas cubría alquiler y combustible la recuerdo como un tiempo más feliz, ahora que paso las horas mirando, estrábico, la puerta de entrada. Temiendo el día en que una Thompson entre tableteando, dejando a don Ángelo vencido sobre sus espaguetis con albóndigas, y al barman y a mi como daños colaterales

Muy divertido este "Billetes que mienten". Sombreros de ala, chicas peinadas a lo bob, y ríos de licor clandestino.
El estrabismo acarreado de echar tantos ratos en la puerta es ingenioso, aunque la escena final con el capo vencido sobre su italianissimo tapete resulte algo exagerada.
No importa, aprueba con nota esta fabulilla del empleado rural que acudió a la city a buscarse un futuro.

DON escribió:

Eloy escribió:13.- Otras luces

Dos más dos son cuatro, salvo en el cuaderno de Juan, que puede ser un tenedor rojo. Mirad las frases de Lengua: dibujos en lugar de palabras. Es cierto que hay una pauta, pero según el sistema de evaluación, tengo que suspenderlo. Aunque sepa las respuestas, repetirá curso.

A la vuelta nadie habló. Con intervalos de oscuridad, veía sus ojos en el retrovisor. Abiertos y brillantes, absortos en las erráticas trayectorias y caprichosos colores de luces en las que nadie más se fijaba. Un fracasado, pensé, con el pecho traspasado de amor doloroso.

En casa, como siempre, se escurrió bajo la mesa de centro. Ese día la volteamos. En el revés, como en un cuadro del Bosco, convivían familia, amigos, superhéroes, animales reales, e inventados. Allí estaba yo mismo, tomando de la mano a un Juan de abierta y desconocida sonrisa. Sobre todos nosotros brillaba un perfecto sol amarillo, con muchos rayos.

Me gustaba mirar bajo las mesas, creo que todavía me gusta, y mucho habría disfrutado yo, si en lugar de mocos fosilizados o chicles resecos hubiera descubierto algo tan bonito como el hallazgo de "Otras luces". Me cuesta hilvanar el primer párrafo con el segundo. No me queda claro que el narrador, que parece ser un profesor o profesora, también sea partícipe de lo que ocurre en casa del niño... excepto que sea de su propia familia, cuidador o tutor. Me deja un poco frío, no obstante, porque estas historias de mentes aisladas, torturadas o superdotadas, incluso estando tan bien narrada como esta, acaban deslazando sus nudos en lugares todos comunes; con todo, nota alta, no repetirá curso.

DON escribió:

Eloy escribió:14.- Baby I'm yours

Dos y dos son cuatro, excepto ahora: las reglas matemáticas han volado por los aires. "Nos vemos en Stockton", pienso mientras veo cómo te marchas de mi vida.

Nos vemos en Stockton

Entras en el bar y caminas entre dudas y copas de más. Te sientas a mi lado. Te gusta beber, a mí también. Te gusta el cine, a mí también. Me hablas de aquella película, Fat City, y de Stockton, " una ciudad de oportunidades" según habías leído en unos de tus libros favoritos. Yo sólo escucho, pero me mandas callar cuando suena la que será nuestra canción. Te marchas y te despides diciéndome "Nos vemos en Stockton".

Stockton

Bailamos. Suena nuestra canción. ¿Cómo hemos terminado así? Quiero hacer una broma acerca de tu vestido blanco, pero me limito a susurrarte: Baby, I'm yours. And I'll be yours until two and two is three...

De este "Baby I'm Yours" me agrada mucho más la idea que su arquitectura, una arquitectura que para nuestra breve extensión de palabros ofrece un aspecto desnudo. Creo también que la forma de ese edificio ambicioso impide que el texto, que es magnífico, pueda crecer sin los pilares y muros que el autor ha pertrechado para enderezar un crecimiento a la inversa. Yo habría traducido ese verso de la canción que cierra/abre la historia, considero que facilita la comprensión y que ofrece mucho más juego; luego ya si eso habría escrito una nota a pie de página con la original en la lengua de Shakespirito. Pero no es mi relato, ojalá lo fuera.
Nota alta en cualquier caso para una historia imperfecta contada desde el final.

DON escribió:

Eloy escribió:15.- El último pulso

...dos y dos son cuatro.
- excepto… (cortó Demetrio)
- ¿excepto qué?, señor Gutiérrez, le espetó Ribeiro, frunciendo las cejas con
  la fiereza con la que solo lo saben hacer algunos calvos.
- excepto cuando son cinco… siguió Gutiérrez sin amilanarse.
La clase se relamía, expectante ante otra refriega.
A un lado, Rosendo Ribeiro; Geografía e Historia, sesenta y dos años, un bypass.
Al otro, Demetrio Gutiérrez; repetidor, diecinueve años, socio del Atleti.
- Usted sabe que se trata de una frase hecha…
- ...mal hecha (murmullos)
- ¿perdón?
- perdonado (risas ahogadas)
- ¿quiere usted tomarme el pelo, Gutiérrez?
- eso es imposible, sr. Ribeiro (varios estallidos)
- ¡¡Gutiérrez!! ¿es usted gilipollas? (exclamaciones de asombro)
- Un poco, sobre todo los lunes
- ¡Hoy es viernes, Gutiérrez!
- El último del curso. Las notas puestas. Y el curso que viene me voy a Estepona.
Ribeiro suspiró.

Mucha risa en "El último pulso", un diálogo descacharrante que discurre veloz y con giros inesperados en cada salto de línea.
En mi clase había un repetidor de esos, a nuestro lado parecía un marinero de Liverpool; cuando a nuestro párvulo labio apenas lo tintaba una pálida sombra, el tipo aquel lucía sendas lijas en los mentones. Te enseñaba su velludo culo de orangután a la que menos te esperaba y se masturbaba bajo el pupitre en el que estaba encajado. Para colmo era un forzudo. Una joya era Pedro.
Pero Gutierrez aprueba con sobresaliente.

quakto escribió:

Eloy escribió:16.- Mil novecientos ochenta y cuatlo

- Dos más dos son cuatro, excepto si el Consejo del Pueblo así lo estima.

Las palabras "CONVICCIÓN INSUFICIENTE" parpadearon en pantalla del uniterminal del Alumno, y entonces llegó el dolor, tan brutal como siempre, por otra parte un alivio, el Alumno sabía que no debía acostumbrarse jamás, pues existen castigos mucho peores que el dolor.

Recuperó la consciencia con las sirenas que anunciaban que había llegado la Hora del Aplauso Retributivo, corrió hacia la ventana y comenzó a aplaudir rabiosamente para intentar alejar el frío y las miradas de cívica reprobación de sus vecinos.

Temblando, el Alumno volvió al uniterminal, esperando que el nuevo ejercicio de Ciudadanía estuviera ya disponible, en cambio la pantalla estaba apagada, no respondía. Él sabía lo que significaba, en breve pasarían a recogerle.

El Alumno volvió de nuevo a la ventana y saltó.

De nuevo referencia a una distopía escalofriante.

Eloy escribió:17.- Locura razonable

Dos más dos son cuatro, excepto cuando salen tres… «Pobrecillo, no para de decirlo una y otra vez. ¿Se recuperará?», comentaba la mujer al doctor. «No sabemos todavía, pero su estado es preocupante», musitó el galeno sin apartar la vista del paciente. «Los paramédicos tuvieron que emplearse a fondo al llegar a su casa, —prosiguió—. Estaba fuera de sí y había, como ya sabe usted, destrozado todo, especialmente la cocina: suelos, levantados; cañerías, despedazadas; del alicatado apenas quedaban un par de azulejos… y no cesaba de repetir esas mismas palabras…».

—No sé qué pudo suceder, doctor. Se quedó tres semanas solo en casa mientras yo pasaba las vacaciones con los niños. Él no pudo venir por motivos de trabajo pero cuando me fui estaba perfectamente. Contento, incluso… ¡Escuche, doctor! ¡Creo que está diciendo algo más!

—Dos más dos son cuatro, excepto cuando salen tres… calcetines de la maldita lavadora…

salakov escribió:Piedroncias ha dicho “costumbrista”.

¡Chupito!

Spoiler: