VII EDICIÓN: RONDA 10 DEL TERRORÍFICO CONCURSO DE MICRORRELATOS. GALA EN MARCHA.

Toro escribió:1.- Buenas noches a los coches

Mi pesadilla era quedarme ciego en el coche. De forma recurrente me encontraba aferrado al volante, las manos a las dos y las diez, y en un momento dado perdía la vista. Pero en mis sueños no pisaba el freno, no podía. Seguía conduciendo a ciegas, golpeándome contra laterales invisibles, atropellando criaturas anónimas. A menudo impactaba contra algo y despertaba de modo brusco; otras veces, en cambio, caía por un acantilado y la ingravidez me devolvía al mundo de la vigilia. Cuando esto ocurría, no podía volver a dormir. Envuelto en sudor, aguardaba que comenzase mi rutina. Todavía congestionado de angustia, salía al exterior y esperaba que los cascabeleantes pitidos de los semáforos me abriesen paso. Sólo cuando dejaban de sonar arrojaba adelante mi bastón. Me divertía entonces escuchar los rugidos furibundos de los coches, roncos de terror, como si esa misma noche hubiesen soñado ser manejados por este ciego.

Toro escribió:2.- En la camilla del doctor Hermosilla Campillo

-Mi pesadilla es muy real, doctor. En ella, Revilla clava una sombrilla amarilla en mi rabadilla, yo escapo a toda pastilla, pero me pone la zancadilla haciéndome astilla una costilla. Luego me ata a una silla en una capilla y Ernesto Sevilla me maquilla la mejilla con mantequilla mientras sangro por la barbilla. Quizás no deba cenar tanta empanadilla de morcilla ni ensaladilla con tortilla, regado con manzanilla… deme una solución, doctor, alguna pastilla.

-El remedio no es sencillo: con un martillo amarillo haga picadillo un grillo y cuando la luna llena muestre su brillo, déselo a comer a un autillo. Lleve en el bolsillo un cuchillo para sacarle los higadillos sobre un ladrillo del bordillo del pasillo del castillo donde murió el caudillo. Cocínelos con tomillo en un hornillo y que los coma un monaguillo con flequillo. Claro que otra solución sería que cenara un sencillo bocadillo de membrillo.

Toro escribió:3.- No quiero ser esa persona

Mi pesadilla era esa persona que decía ser culta y de buen gusto, pero los hechos lo desmontaban. Como ejemplos teníamos su amor a Cartarescu en la lectura o a Viva Suecia y Nacho Vegas en la música. Se declaraba votante de izquierdas, aunque uno de sus mayores hobbies era el de atizar continuamente a los autónomos. Incluso se enorgullecía de ser del País Vasco, pero constantemente hacía referencia a su pasado castellano manchego.

Su ego le llevó a crear un premio (basado en el rigor o eso intentaba hacer creer) en el que castigaba al peor relato que escribían los que decía que eran sus amigos (lo cual era una falacia enorme, nadie lo consideraba amigo), según su criterio arbitrario. También, este propio ego, se personificó en un supuesto erudito del fútbol, pero tampoco es que fuese cierto.

Por todo ello, me da miedo, no quiero ser así.

Toro escribió:4.- La estirpe Mengele

Mi pesadilla es siempre parecida. Papá extendiéndome sobre una cama en el sótano para hurgarme. Miro fijamente una tenue bombilla colgando de un cable, para evadirme de las punzadas en las costillas.
Me pregunto si esto es por el pánico que tengo desde pequeño al agua.
Frío penetrante seguido de ardor. Termina con un abrasador roce de hilos cerrando mis costuras torácicas.
—Imagina las personas pudiendo respirar bajo el agua —Intenta animarme.
Me tumba, dolorido, en la bañera mientras la llena.
Me sumerge, por los hombros, firme, fuerte. ¿Sabéis eso de que si te ahogas en un sueño te despiertas? Es mentira. Mis pulmones van a estallar. Pero me saca, anota en su libreta, y me lleva a mi cuarto. Una sopa me espera en la mesita de noche. Tras sorber unos tragos consigo dormir. Fin de la pesadilla, ahora me toca correr, jugar y cantar con otros niños.

Toro escribió:5.- Pesadillas cartesianas

Mi pesadilla es recurrente, transcurre en una plaza angosta, con edificios muy antiguos, vivos, sé que albergaron ominosas historias. Sueño en blanco y negro, las sombras evocan una película expresionista alemana. Hace frío y resuenan unas pisadas sobre los adoquines, un hombre alto con gabán toma deprisa una bocacalle. Nunca alcanzo a ver su cara pero noto cómo se le cae algo. Me apresuro a avisarle, sin embargo... ha desaparecido. El objeto es una vieja caja de música. Al abrirla, encuentro una miniatura mía girando dentro, al tiempo que levanto la vista y contemplo mi gigantesco rostro observándome desde el cielo abierto.

Interesante... aunque no debe preocuparse. No es más que una imaginativa manifestación onírica del conflicto entre ello, yo y superyo —me tranquilizó el doctor antes de finalizar la sesión.

Mientras nos despedíamos, mis enormes ojos nos escudriñaban por encima de la claraboya, pero callé. Me tomaría por loco.

Toro escribió:6.- Ojeras

Mi pesadilla era ser una pescadilla de esas que se muerden la cola y luego las pescan haciéndose una limpieza anal y pasa a la posteridad con esa pinta.

Así que así voy, más tiesa que un bicho palo y con un miedo terrible a dormir....la pescadilla oso panda me llaman.

Toro escribió:7.- Memorias de un loco

Mi pesadilla era estar cuerdo, ahí era cuando mis demonios venían a atormentarme.  Agazapados entre las sombras, al acecho, me seguían por los pasillos. Nunca les puse cara, ni falta que hacía, no los sentía feos o monstruosos, simplemente cotidianos. Mi paz no llegaba hasta que en la cena me proporcionaban aquella píldora verde que me hacía la existencia más liviana, apagaba las luces, y así me contenía de compartir con la sociedad cualquier idea que tuviera.

Con los hombros encogidos, sufriendo el peso de sus miradas, daba paseos largos, reprimiendo las ganas de gritar y expulsar todo aquello que llevaba dentro. No tenía a mano ni un lápiz o papel, peligrosos por ser elementos cortantes, pero así mejor. Tenía miedo de que cualquier disparate que escribiera pudiera llegar a leerlo alguien... o peor aún, que tuviera cualquier tipo de sentido.  

Toro escribió:8.- Alarido Athleticzale

Mi pesadilla era Falcao, ¡la madre que lo parió!

Toro escribió:9.- Y dijo entonces Dios…

—Mi pesadilla era una ladilla —se quejó el pubis bailón.
—La mía una colilla, que me calienta el… —así habló el cenicero.
—Mi pesadilla siempre es una cerilla —suspiró el roble centenario.
—¿La mía? Me persigue una rosquilla —moqueó el bulímico adolescente.
—Jo, y la mía que se me escapa. ¡Puta rosquilla! —refunfuñó el gordito del quinto.
—En mis sueños hay una chiquilla. ¿Es una pesadilla?
—¡Viejo verde! —le gritaron al unísono.
—No puedo dejar de soñar con una enorme polilla —dijo la manta con la calidez y suavidad que le caracteriza.
—La mía una quisquilla…la mía es Castilla…la mía una barbilla… (guirigay).
—¿Y por qué no un mentón? —ironizó el pubis bailón.
—Por lo mismo que la tuya no es un…no me reprimo, un cojón —replicó la perilla—. O una criadilla.
—Cuenta tu pesadilla…sí, cuenta la tuya…escupe, Adán, ¿cuál es la tuya?... (otro guirigay).
—¿Qué, si no? Una costilla.

Toro escribió:10.- De grimorios y tropiezos

Mi pesadilla era realmente escalofriante. Un rostro asomaba por la ventana esmerilada de la habitación, cual mosaico amenazante. Un chirrido tenue , apenas un lamento de los goznes, abría un resquicio a centenares de avecillas negras ávidas de ojos y carne humana. Se arremolinaban con un aleteo ensordecedor, solo horadado por carcajadas inhumanas de la criatura tras el cristal. El hedor a enfermedad y a rata muerta lo inundaba todo. Entonces reventaba la ventana, escupiendo miles de lacerantes esquirlas que estallaban en una bruma sanguinolenta.
Pero suspendí. Que si lugares comunes, viabilidad económica dudosa, ritmo irregular y yo qué sé qué más dijeron.
Cabizbajo, salí de la academia de nigromantes arrastrando mi saco de grimorios y  pergaminos blasfemos. Me recogí el bajo de la túnica, lleno de polvo, pues era algo larga para mi estatura, y me senté en un banco del parque. Anochecía. Mamá ya me estaría esperando para cenar.

Toro escribió:11.- En tierra de Nadie.

Mi pesadilla era adentrarme en La Nadería. Así había de hacerlo si quería rebajar en dos jornadas la ruta. Los apocados afrontaban la demora a través de fatigosos andurriales… pero yo no disponía de tiempo... urgía mi persona en el pueblo vecino. Habían colgado de mi cuello crucifijos, trenzas de ajos, herraduras, un revolver con balas de plata y el falso meñique incorrupto de Santa Lucía de Siracusa. Me hallaba adecuadamente pertrechado para toparme con Nadie, aunque temía no saber reconocerlo. Solo dos estampas retenían su huella difusa: en una era columna de vacío entre la arboleda, en la otra, allá en la loma, oquedad exenta de tierra; “Soledad aterradora. Absoluto vacío”. Inútil resultó la cacharrería que portaba conmigo. A Nadie encontré en aquel desdichado paraje. Llegué a idear un irónico saludo para los que largamente me esperaron. “¡Queridos tíos! Solo son viejas leyendas”... contando con que hubieran podido verme.

Toro escribió:12.- Retorno

Mi pesadilla era llevar tres semanas intentando escribir algo para los micros sin lograr nada decente. Ahora sigo igual, pero al menos lo mando…

Toro escribió:13.- Incendios

Mi pesadilla es encontrarme dentro de un teatro que arde en llamas. Un sueño recurrente que sucede cada vez que tengo fiebre y que hace que me despierte sudando, con la sensación de haberme quemado y salvado al mismo tiempo. Todo sucede de forma muy realista en ese sueño, pero yo no soy. Quiero decir, que yo soy otra persona, con otra esposa y en otra época distinta. Todos vestimos ropa antigua y todo lo que hay dentro de ese teatro en llamas parece sacado de otro tiempo. La sensación es tan real, que cuando despierto miro mis manos, mis brazos, mi cuerpo... Cuando compruebo que no he sido, me entran ganas de saber quién se quemó realmente.

Toro escribió:14.- Insufrible

Mi pesadilla era una tortura recurrente. Unicornios vomitando arcoíris, osos de gominola sobre nubes de algodón de azúcar, amaneceres chicle y mares del color pitufo. Horrible. Despertaba empapada en sudor, no acre, sino dulzón, casi almibarado. Mi pequeño gatito se encaramaba entonces a la cama y me lamía la cara entre ronroneos y arrullos. Puagh. Me duchaba sin ganas, asqueada por los aromas a lavanda y rosas que emanaban del telefonillo de la ducha. Por la calle, la gente me sonreía y saludaban con efusivos «¡Que tengas un buen día!» o «¡Estás estupenda!», y yo torcía el gesto en una mueca de hastío. Ya en la tumbona, en mi playa de Seychelles, tomaba imbebibles cócteles de frutas exóticas mientras me masajeaba mi asistente personal, sobeteándome implacable. Manjares de los mejores chefs del mundo, las croquetas de mi madre, conciertos privados de mis artistas favoritos... Me tuve que cortar las venas.

Toro escribió:15.- Vagando por el trance de los sueños

Mi pesadilla era cerrar los ojos y no poder despertar. Soñé que despertaba en mitad de un lago congelado; con un objeto punzante alguien había escrito sobre la superficie: “los símbolos han cambiado”. Bajo el hielo una bandada de búhos revoloteaba desesperada golpeando el fondo a intervalos irregulares. El lago estaba rodeado de un bosque calcinado que retoñaba a medida que el fuego avanzaba desde la copa de los árboles a la raíz. Salí del lago y avancé por el crepitante bosque hasta una cabaña, ella esperaba dentro. Discutimos y nos cubrimos de reproches, después nos enamoramos. Pero fue un amor triste, la sombra del desengaño y la desconfianza planeó siempre sobre nosotros. Exhausto me tumbé en la cama y soñé que me tumbaba en una cama y soñaba, y este sueño tenía miles de capas. En la última de ellas yo trataba durante una eternidad en conciliar el sueño.

Toro escribió:16.- Casas y Policías

Mi pesadilla era habitual. Hay una manifestación en el casco antiguo de una ciudad cualquiera. Los policías persiguen a la gente. Corro y me escapo, me escondo en los soportales, atravieso callejuelas. Las calles están húmedas, el suelo tiene adoquines, apenas veo el cielo oscurecerse entre los balcones de las casas. Parece que voy a esquivar a los polis, pero me encuentran, están a punto de cogerme, me van a dar un porrazo, me cubro la cabeza…
…y justo entonces me despierto.

Tenía esa pesadilla desde hace años, y se repetía a menudo. Un día en el museo, vi aquel cuadro de Agustín Ibarrola, Casas y Policías. Agustín soñó lo mismo que yo, y lo pintó antes incluso de que yo naciera. A veces compartimos sueños, y otras veces compartimos pesadillas.

Toro escribió:17.- La que no se casa se queda moza

Mi pesadilla era mía y solo mía.
Cuando salía el sol. Botas de agua.
Cuando llovía a mares. Pareo y bañador.
Cuando el reloj marcaba las doce. A desayunar.
Si le compraba un refresco. Prefiero café.
Si le compraba un café. Prefiero zumo.
Los domingos. Al instituto.
Los martes. A misa.
La muerte de su madre, durante su nacimiento, marcó el devenir de su futuro. Y del mio.
Se convirtió en mi pesadilla, solo mía.
Influyó un poco su microcefalia bipolar me dijo el doctor.
Hace tres años de su fallecimiento.
Hicimos puenting. Sin cuerda.

Toro escribió:18.- En la consulta


Mi pesadilla era ser pobre. Estudia, decía mi padre, has de trabajar duro, así llegarás a ser alguien, te respetarán. No como a mí, decía mirando sus manos agrietadas y polvorientas. Y estudié. Mis amigos salían, yo no. Matrículas de honor, y varias empresas me querían fichar antes de terminar la carrera. Aquí hay que echarle horas, sacrificarse, me dijeron, pero con ese potencial llegarás lejos. Y así es. No me importa estar allí 15 horas, a la hora de comer bajamos al gimnasio del bajo y socializamos. En el fondo, hago lo que todo el mundo, sólo que yo no pierdo el tiempo en bares o viendo series, y mi trabajo me llena, me realiza. Duermo mal y tengo pesadillas, sí, lo normal. Me he divorciado, sí; no entendía mi trabajo. Sí, a veces me duele el pecho, pero ¿vamos a tardar mucho? Espero una llamada importante.

salakov escribió:Vaya show me he marcado, estoy exhausto.

Más tarde votaré. Cuando lea los relatos.

Troy Mc Clure escribió:muy bien el show sala, pero tanta repeticion de foto me ralentiza el scroll

Esmeralda escribió:Mi pesadilla real es tener una asignatura suspensa en el colegio o el instituto y tener q volver.  

A la facultad no, como allí lo pasé pipa el jodido subconsciente no me manda

Stoneheart escribió:

Esmeralda escribió:Mi pesadilla real es tener una asignatura suspensa en el colegio o el instituto y tener q volver.  

A la facultad no, como allí lo pasé pipa el jodido subconsciente no me manda

Luego leo y voto. Esta semana no he sido capaz de enviar nada.

Stoneheart escribió:

Esmeralda escribió:Mi pesadilla real es tener una asignatura suspensa en el colegio o el instituto y tener q volver.  

A la facultad no, como allí lo pasé pipa el jodido subconsciente no me manda

Luego leo y voto. Esta semana no he sido capaz de enviar nada.

Esmeralda escribió:También sueño que nos invaden extraterrestres

Cosa rara porque ese gebeto no me da más

Zzzz escribió:

Esmeralda escribió:También sueño que nos invaden extraterrestres

Cosa rara porque ese gebeto no me da más

Lo de la asignatura pendiente también. Otra pesadilla es que vuelvo a fumar o que no tengo dinero para pagar algo que me he tomado en un bar. Definitivamente estoy mucho mejor desde aquella etapa que soñaba con temas demoniacos y el fin del mundo y miles de bichos que tapizaban el suelo de mi casa.

salakov escribió:
Desde que dejé de fumar hace año y medio, yo sueño mucho que fumo.

Pero no lo percibo como pesadilla.

Esmeralda escribió:Y salir de casa descalza o en zapatillas

Esmeralda escribió:También sueño que nos invaden extraterrestres

Cosa rara porque ese gebeto no me da más

salakov escribió:

Zzzz escribió:

Esmeralda escribió:También sueño que nos invaden extraterrestres

Cosa rara porque ese gebeto no me da más

Lo de la asignatura pendiente también. Otra pesadilla es que vuelvo a fumar o que no tengo dinero para pagar algo que me he tomado en un bar. Definitivamente estoy mucho mejor desde aquella etapa que soñaba con temas demoniacos y el fin del mundo y miles de bichos que tapizaban el suelo de mi casa.

Desde que dejé de fumar hace año y medio, yo sueño mucho que fumo.

Pero no lo percibo como pesadilla.

Toro escribió:

salakov escribió:

Zzzz escribió:

Esmeralda escribió:También sueño que nos invaden extraterrestres

Cosa rara porque ese gebeto no me da más

Lo de la asignatura pendiente también. Otra pesadilla es que vuelvo a fumar o que no tengo dinero para pagar algo que me he tomado en un bar. Definitivamente estoy mucho mejor desde aquella etapa que soñaba con temas demoniacos y el fin del mundo y miles de bichos que tapizaban el suelo de mi casa.

Desde que dejé de fumar hace año y medio, yo sueño mucho que fumo.

Pero no lo percibo como pesadilla.

Sueño humedo?

Esmeralda escribió:Y salir de casa descalza o en zapatillas