RONDA 7.22 DEL PATOSO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL FORO AZKENA. VINNY, TORO... ¡A PRINGAR!

Autista escribió:06.- Distinto nombre según la geografía

Sólo tenía cinco patas de ranas, cuatro ojos de tritón, tres dientes de serpiente y dos alas de murciélago. "¡Así no hay quién innove!" farfullaba mientras rebuscaba en la despensa. Miraba cada uno de los estantes vacíos y abría todas las puertas de los armarios de su cocina esperando que apareciera por arte de magia algún ingrediente que le sirviese de inspiración. "Luego querrán que seamos emprendedoras..." se lamentaba mientras se rascaba levemente la cabeza a la vez que pensaba que podría hacer nuevo con esos elementos clásicos. Los metió en el caldero sin mucha esperanza y comenzó a removerlos. Miraba la espiral que dibujaba el líquido que empezaba a formarse cuando de repente escupió sobre el brebaje inconscientemente. Insegura, lo probó y al saborearlo se le ocurrió una idea: en el País Vasco lo llamarían "Cruzcampo", en Andalucía "Mahou", en Catalunya sería "Moritz"... y así lograría salvar su negocio.

Autista escribió:07.- Escaso

Solo tenía cinco patas y dos brazos, así que Manolo era el menos dotado de los Extremidarios. Era habitual que los Extremidarios tuvieran al menos 20 extremidades entre patas y brazos. Algunos especímenes extraordinarios, como el tío Paco, habían alcanzado 32 extremidades, con 18 brazos y 14 patas. Esta cantidad de miembros provocaba que la productividad de los Extremidarios fuera excepcional. El primo Luigi se valía de sus 13 brazos y 6 patas para cocinar, servir, fregar, poner los cafés y cobrar en su pizzería, todo él solo. El centro logístico de la comarca estaba operado en su totalidad por Paco, un empleado altamente cualificado con 17 brazos y 9 patas.
Las escasas extremidades de Manolo preocupaban a sus padres, que temían que el pequeño no pudiera ganarse la vida. Sin embargo Manolo era feliz, porque dos brazos eran suficientes para dedicarse a su vocación: dibujante de comics.

Autista escribió:08.- La veterana

Solo tenía cinco patas desde aquella escaramuza con una exploradora velutina. Consiguieron neutralizarla a duras penas, y varias compañeras corrieron peor suerte. Tras recuperarse de sus heridas fue condecorada con la Medalla al Mérito de La Colmena, en una recepción presidida por la mismísima reina. Pero pronto todo aquello cayó en el olvido. Llegó a la edad de pecoreadora, mas debido a sus cicatrices le resultaba imposible salir a recolectar. Veía a las otras abandonar la colmena en busca de néctar y polen mientras ella recorría las celdas con su andar ladeado, arrastrando una cojera que sin tregua le recordaba las mortíferas dentelladas de la avispa. Cada atardecer se apostaba a la entrada, en la piquera, mirando al bosque. A través de sus omatidios, la arboleda era un atezado mosaico de verde bajo una borrón de violetas.
Un día reunió sus escasas fuerzas, alzó el vuelo y se fue.

Autista escribió:09.- Estrella de 5 puntas

Solo tenía cinco patas: un sicópata, un homeópata, un ludópata, un frenópata y una garrapata. Sin embargo, a pesar de la aparente escasez, nos maravilló a todos erigiendo un imperio en muy poco tiempo, despatarrando los cimientos de lo existente gracias a su control de las bajezas humanas (la furia, el miedo, la adicción, la ilusión de control) y, claro, a su dominio de las infestaciones y epidemias.

Autista escribió:10.- Historias de mi familia.

Solo tenía 5 patas y un marrano, el mulo donde iba sentada la tía Desi y una paloma mensajera que vino con el mensaje de "El tío rico de guisconsin ha llegado, traed las patas y que venga la tía Desi para cocinarlas".
La paloma en realidad vino bajo el brazo del primo Antonio; muchos saben leer, pero pocos adiestrar palomas. Al primo le dimos una pata para recompensarlo.
Con cuatro patas llegamos al puerto, resultó que el tío ya venía muerto y el barco nos embaucó para hacernos cargo del finado, pero como no teníamos dinero, se llevaron dos patas.
Sin tío, sin herencia y sin poder pagar el entierro, la tía Desi se volvió con el mulo y patas restantes mientras yo tiraba al tío (que no era rico) al mar y volvía solo con sus zapatos y el abrigo.

Autista escribió:

Toro escribió:

Autista escribió:

Hasta que hora pones?

Ten en cuenta que como quedó patente, cerrando a las 13 el jueves, el mismo jueves te llegan 7-8 relatos

Toro escribió:

Autista escribió:

Hasta que hora pones?

Ten en cuenta que como quedó patente, cerrando a las 13 el jueves, el mismo jueves te llegan 7-8 relatos

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Autista escribió:

Hasta que hora pones?

Ten en cuenta que como quedó patente, cerrando a las 13 el jueves, el mismo jueves te llegan 7-8 relatos

Pero el que cerró el jueves a las 13:00 h. fue Monkey. ¿Qué tiene que ver con Autista?

m señor escribió:Lo suyo hubiera sido.cerrar a las cinco.
m

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Autista escribió:

Hasta que hora pones?

Ten en cuenta que como quedó patente, cerrando a las 13 el jueves, el mismo jueves te llegan 7-8 relatos

Pero el que cerró el jueves a las 13:00 h. fue Monkey. ¿Qué tiene que ver con Autista?

Autista escribió:Anda que ya os vale...

Troy Mc Clure escribió:sÓlo 10??

Vinny Vedecci escribió:Por cierto, gran Salashow. Un hombre de palabra. Además, ha tenido la deferencia de no poner muy bien su relato. Le honra.

Vinny Vedecci escribió:Por cierto, gran Salashow. Un hombre de palabra. Además, ha tenido la deferencia de no poner muy bien su relato. Le honra.

Stoneheart escribió:

Vinny Vedecci escribió:Por cierto, gran Salashow. Un hombre de palabra. Además, ha tenido la deferencia de no poner muy bien su relato. Le honra.

Esa artimaña para conseguir votos está más vista que el TBO.

Zzzz escribió:

Vinny Vedecci escribió:Por cierto, gran Salashow. Un hombre de palabra. Además, ha tenido la deferencia de no poner muy bien su relato. Le honra.

9/10... y bajando.

m señor escribió:

Stoneheart escribió:

Vinny Vedecci escribió:Por cierto, gran Salashow. Un hombre de palabra. Además, ha tenido la deferencia de no poner muy bien su relato. Le honra.

Esa artimaña para conseguir votos está más vista que el TBO.

Yo por eso solo me fío de Toro....

m

Spoiler:

Vinny Vedecci escribió:-Solo tenía cinco patas y una oca.
-¿Es que las otras cuatro estaban enfermas?

Spoiler:

m señor escribió:¿ se puede votar ya?
m

Autista escribió:17.- Pilares

Solo tenía cinco patas sustentando mi vida, cinco columnas que la hacían estable.
Dos eran mis padres, que resultaron patas demasiado separadas, poca estabilidad aportaban, pero al formar junto a mi hermano un trípode, al menos mi vida no cojeaba.
La cuarta pata me llevó al altar y me ató a la de su cama, se llamaba Pilar y como tal, sostenía mi vida con robusta firmeza. Las tres patas previas nunca estuvieron a su altura, así que mi existencia, dentro de su estabilidad, cojeaba cual mesa vieja.
Llegó un nuevo apoyo cuando nació Pedro, dando firmeza a mi vida; comprobé que algo con cinco patas ni vuelca ni cojea, todo bien asentado.
No debí añadir pata nueva, y menos ponerla en el centro. Ya tenía mi estrella de cinco puntas alumbrando mi senda, no debí dejarme cegar por las luces del casino, ni buscar apoyo en mesas de ruleta.

Autista escribió:16.- El elixir del rey escorpión

Solo tenía cinco patas disponibles tras los intentos de los anteriores.
—¡Elige! —insistía el mercader en la trastienda.
El estruendo del zoco desaparecía mientras me concentraba en aquel gigantesco bicho inmóvil.
Arranqué la peluda extremidad elegida. Comenzó a manar un fluido negro denso. El árabe me la arrebató, vertiéndome el líquido por cabeza y cuerpo.
Atravesaba mis poros. Mi cuerpo lo absorbía, inundándome de bienestar. Mi piel se volvía tersa. Surcos y arrugas desaparecían. Palpé mi cara, sorprendentemente suave.
Era cierto. Rejuvenecía. Incluso sentí encoger ligeramente.
Súbitamente, un dolor punzante en mi brazo izquierdo mientras ennegrecía rápidamente. Brotaba pelo velozmente. Mi mano se soldó transformándose en pezuña afilada.
El mercader arrancó mi brazo de cuajo, cosiéndose mi herida de forma instantánea.
Lo introdujo en el hueco de aquella bestia, con el resto de garras.
Pero la felicidad me inundaba. Un precio razonable por la prórroga de vida que había recibido.

Autista escribió:15.- Suerte

Sólo tenía cinco patas de conejo, no eran suficientes, así que pasó la noche agazapado tras unos arbustos en el prado de detrás de la iglesia, haciendo guardia con la escopeta, pero nada. Volvió a casa ya amaneciendo, con las manos vacías, y se vistió. Metió una herradura de siete clavos en su zurrón junto a las cinco patas, se calzó unos zuecos sin calcetines y salió para la ciudad. Antes de llegar a la parada del autobús recogió tres tréboles de cuatro hojas, sopló un par de dientes de león y pisó unas cuantas boñigas de las vacas de su tío. Sentado junto a la ventana (el asiento de al lado se quedó vacío todo el viaje) seguía pensando en las patas de conejo. Al fin llegó. Nervioso, saludó al examinador y subió al coche. Por supuesto, suspendió. Y es que conducir con zuecos llenos de mierda es jodido.

Autista escribió:14.- Esto no salía en la saga

Solo tenía cinco patas, tres brazos y un hocico doble que partía su cara en dos mitades que parecían reflejarse en un espejo. No salió tan raro, a fin de cuentas, si pensamos que su padre, con su proverbial simpatía, llegó a encamarse tanto con ápodos como con miriápodos, pasando por todas las especies intermedias. Eso no salía en los planos principales, aunque cualquier espectador avezado era consciente de que aquel hábitat era un buen caldo de cultivo para la proliferación de extraños Solos. El porqué del adverbial nombre, idéntico a su apellido, era un misterio. Como un García García o un Martín Martín, aquel pequeño siempre echó de menos un nombre más apropiado, un nombre que aportara un significado a su existencia. Tal vez algo como Aún Solo, Además Solo, Quizá Solo…hubiera sido más personal.
Pero Han estaba a otras guerras más lucrativas que a pelearse con los adverbios.

Autista escribió:13.- Escalando en la cadena de mando

Solo tenía cinco patas tras el aterrizaje. La aracno-nave había perdido tres soportes, y así era imposible despegar y atravesar la densa atmósfera para llegar a la estación espacial. Habíamos vaciado el interior de todo lo prescindible, sistemas de navegación incluidos; únicamente quedábamos nosotros cuatro y las muestras necesarias recogidas esta semana. Los cálculos eran claros, solo uno podría volver. Tenía que haber otra solución, teníamos un día.

Al despertar, me fijé que lo que teníamos que llevar ante el Consejo había desaparecido. En el comedor me encontré el cuerpo del Sargento bañado en su propia sangre. Cuando levanté la mirada, me asusté al ver cómo se dibujaba un círculo perfecto en la frente del Capitán. Al caer este, vi al Cabo apuntarme con una pistola láser. Se había tragado las muestras, asegurándose así viajar a la estación. Antes de morir, vi cierto brillo verde en los ojos de Slavetsky.

Autista escribió:12.- Vueltas

Sólo tenía cinco patas de pollo en la nevera. La cocina estaba limpia como una patena, pero de algún lugar llegaba un olor repugnante. ¿Cuándo había hecho la compra por última vez? Rebuscando en su memoria, se encontró de frente con un pesado vacío. ¿Cuánto rato había dormido? La sed que le había llevado hasta allí no le dejaba pensar, así que bebió un largo trago de agua tibia del grifo. Su mirada se perdió en el desagüe y algo empezó a darle vueltas en el estómago. Asomado a la fregadera, con los ojos cerrados, expulsó algo sólido y áspero al tacto, y se quedó quieto unos segundos para dejar que sus entrañas se recompusieran. Cuando vio lo que era, todo su cuerpo se retorció y cayó al suelo, como un trapo.

*      *      *

Sólo tenía cuatro patas de pollo en la nevera.

Autista escribió:11.- El huésped

—Sólo tenía cinco patas, lo recuerdo claramente. Me extrañó al hacer la extracción, pero mientras ajustaba el microscopio para comprobarlo se volatilizó entre las placas.
—Creo que el formol te afecta a la sesera, Thomas. Tenemos que encontrar a ese pequeño bastardo, todavía no tenemos los análisis del tipo, pero su sangre parece zumo de manzana, hasta tú serías capaz de concluir que su muerte no fue natural.
—Diablos, alcánceme esas pinzas... corre por su bata. ¡Te cacé, alimaña! Veamos quién eres.

Acercó el ojo a la lente y en un destello de iluminación vio todo. La depravación e infamia infinitas, esencia de todo lo abyecto y perverso conocido. Sintió el mal absoluto concentrado en aquella humilde brizna peluda que en nada se asemejaba a las aparatosas formas creadas por la imaginación humana para representarlo. Y en ese mismo instante, lo olvidó.

—Falsa alarma, Doc. Es sólo una garrapata.