RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.

5.- Despierta
Sólo quedaba un asiento libre y, nervioso, se sentó entre los asistentes. El teatro comenzaba en la oscuridad. Se abrió el telón y las figuras ejecutaron su danza tenebrosa. Empezó a sudar con una tensión creciente. El ambiente opresivo se alzaba y el portal empezó a abrirse entre tinieblas. Extasiado, se inclinó agarrado a la butaca. El nuevo mundo se abría ante los elegidos.
La danza macabra llegaba a su culmen cuando vieron ante sí el infierno. Se puso en pie y se acercó lentamente al escenario. Subió las escaleras y se giró para mirar a la muchedumbre obnubilada. Se adentró en el nuevo mundo y apareció en la oscuridad de las calles desiertas. Las farolas alumbraban pobremente la ciudad con su luz mortecina. Dio unos pasos buscando la dirección de sus enemigos. Allí acabaría todo antes de empezar. Les daría muerte mientras dormían. Al final siempre todo salía bien.

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Se está mejor: Sentado. Observar como espectador el infierno debe de ser cosa fina. Luego ya...

Me ha gustado porque al principio me ha recordado a Eyes Wide Shut, no sé por qué, pero luego la cosa pinta a escabechina.

6.- Preguntando se llega a…
Sólo quedaba un asiento libre. En cuanto empujó la puerta, se dio cuenta de que era una mala idea… debería marcharse, pero todas las cabezas estaban giradas hacia él. Su antiguo yo probablemente se habría largado igualmente, no lo sabía. Sin embargo, las miradas no eran hostiles, esas personas solamente parecían sorprendidas de verle allí… quizás ése no era el mejor lugar para encontrar las respuestas que buscaba… Se quedó quieto un momento más, aturdido, sin saber qué hacer…
- Hombre, bienvenido… Creo que hablo en nombre de todos al decir que jamás habría esperado verte en nuestro grupo de meditación sobre la Biblia, pero ven y siéntate.
- La verdad es que no tengo muy claro qué hago aquí… he perdido la memoria… no sé quién soy ni qué he hecho con mi vida hasta ahora… Sólo recuerdo que me llamo…
- Ablanedo - dijo un coro de voces.

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Se está mejor: De pie. Si no sabes dónde coño vas, mejor no te sientes, no sea que acabes en una función de navidad de un colegio.

Me ha gustado porque tiene un tono sombrío pero la cosa acaba en cuchufleta. En cuchufleta doble, porque esto no es de Sonny Jim.

Toro escribió:Saludos desde portaventura, para variar

Intentare votar, pero poner poner, no pongo la mano en el fuego!

Avísate si te dejas caer por Cambrils

7.- Juego de las sillas
Sólo quedaba un asiento libre. No había sido fácil. El monitor de los boyscouts retiró una silla y avisó: «quedáis Yadir y tú». En ese punto, miré a los ojos a mi contrincante. Igual que un maniaco, éste lucía una sonrisa gingival. Yadir, llamado El Sacristán por las hostias que repartía, metro ochenta de músculo y sarro. ¿Cuántas veces me había robado el bocadillo? ¿Cómo olvidar cuando me bajó los pantalones delante de las chicas? Confiado en su superioridad física, Yadir comenzó a girar en círculos. Yo le seguí. De fondo sonaba El himno de los lobatos. Entonces, la música paró y Yadir arrojó sus cien kilos contra la silla. Igual de rápido, yo golpeé una pata con una pierna. «¡Crac!», mi rival cayó al suelo rompiéndose el coxis, tronchándose de dolor. Me descalificaron. «¿Visteis llorar al nenaza?», las tiendas de campaña vieron nacer un nuevo héroe aquella noche.

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Se está mejor: Sentado. En este juego de las sillas, si te quedabas de pie, todos te miraban y se te quedaba cara de gil.

Me ha gustado porque impartir justicia a un hijoputa siempre es satisfactorio y además porque es políticamente incorrecto que el malo se llame Yadir.

8.- Ningún cepo puede torturar mi alma en libertad
“Sólo quedaba una silla libre” escribía Emily ágil con su pluma. Volvía a sumergir la péñola una y otra vez. No le convencía. “Sólo quedaba en la habitación una silla libre, y ella” tampoco, tachaba con furia y volvía a humedecer el cálamo. “Sólo quedaba en la habitación una silla, y ella libre”, eso es. Entre numerosos borradores quedaría así. Ese pedacito de papel con esbozos sería un fragmento de un poema dirigido a nadie, que hablaría sobre la libertad entre muros. Dickinson se refugiaba en su exiguo cuarto con un escritorio y una silla como única compañía. Su pluma era su vía de escape para esquivar a la muerte. El encierro era liberador. Imaginarse paseando al aire libre le asfixiaba. Finalmente continuaría así “El águila no se despoja de su nido y, sin embargo, gana el cielo más fácilmente que tú. Cautividad es conciencia y también es libertad.”


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Se está mejor: Sentado, porque escribir de pie es incomodísimo.

Me ha gustado porque es poético y porque narra muy bien aquello de que nadie puede encerrar a alguien que vuela con su imaginación (toma ya frase)

Zzzzshow!!!

9.- La misma vieja historia
Sólo quedaba un asiento libre, lo ocupó en el momento en que las luces se apagaban y comenzaba la película.
El argumento no podía ser más predecible; chica conoce a chico, se enamoran, empiezan una relación, chico tiene una revelación en la que está involucrada una paloma torcaz y se mete a franciscano, chica vuelca sus ilusiones vitales en su carrera, abre una tienda de yogur helado, triunfa, extraterrestres procedentes de Alfa Centauri destruyen el monasterio de El Escorial, científico neozelandés descubre que lo único que puede acabar con los invasores es la música de Ryuichi Sakamoto interpretada por la filarmónica de Viena, extraterrestres son masacrados y chico y chica, tras el amago de apocalipsis alienígena, deciden darse otra oportunidad, se casan y montan una quesería ecológica en Burkina Faso.
Se levantó y salió del cine indignado. Detestaba aquellos finales felices. Como si la vida no manchara, como si fuera posible vivir y salir ileso.

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Se está mejor: Sentado, porque en un cine si estás de pie o eres cabezón, todo el mundo te odia.

Me ha gustado porque esa película creo que la he visto yo y me hizo mucho de llorar y además porque me encanta el queso y los burkineses también tendrán derecho a disfrutar de él.

10.- Cortaron la cabeza
Sólo quedaba un asiento libre, habíamos esperado suficiente, no podíamos arriesgarnos. Habíamos aislado sistemas enteros de la red de agujeros de gusano, llegado a bombardear Colonias afectadas, jugando a ser dioses. Ahora, los esterofitos han llegado al cinturón de asteroides, a la Central de la Agencia.
Fueron los guardias del nivel inferior que empezaron a mostrar signos de cojera. Tal como ya estaba pasando en otros lugares, dejaron de parasitarnos y empezaron a matarnos. Esos guardias disparaban a cualquiera que se cruzara en su camino.
Mi deber como Presidente del Comité era asegurar la supervivencia de nuestra especie. Mi vicepresidenta no llegaba, así que nos iríamos solo así mi mujer y yo, en la cápsula de evacuación. Cerré la puerta, introduje mi código... Pero nunca llegó el desacople.
"Error, ChatGPT formateó el sistema" rezaba el mensaje en la pantalla. Cómo ya sabíamos, no solo estábamos siendo cazados por aliens.

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Se está mejor: Sentado, porque en una nave espacial los problemas siempre empiezan cuando te quitas el cinturón.

Me ha gustado porque siempre me gustan estos relatos de sci-fi, son un soplo de aire fresco en la nuca o son como las aceitunas de la mortadela, que da mucha alegría verlos.

11.- Nunca me atraparás
Sólo quedaba un asiento libre, en primera fila para más inri. Sin excusa creíble tras haber comprometido mi asistencia tiempo atrás, ocupé mi localidad, temblando. Porque, confieso, los payasos me aterran. Desde niña. Y en la obra, salían payasos.
Tras alzarse el telón, el primer acto transcurrió entre ingeniosos diálogos y equívocos. El segundo, prolongó la trama y añadió bailes y pantomimas. Pero yo sabía. Mi miedo sabía. Hasta que, a la tercera, apareció. Frente a mí, en toda su escalofriante monstruosidad. El pelo, de un verde mórbido. La sonrisa, visaje del infierno. La palidez cadavérica y aquella flor grotesca, escupiendo agua en mi blusa. Las risas, y la mano enguantada, tendida hacia mí para arrastrarme allá arriba.
«¡No me atraparás, engendro!» grité despavorida, corriendo por el pasillo central mientras el resto de padres, madres y profesorado me observaban, atónitos.
Han pasado dos semanas y mi hijo sigue sin hablarme.

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Se está mejor: De pie, porque la primera fila en un circo es carne de cañón para que te saque un payaso a ver si se ríe de ti porque con él no hay dios que lo haga. Lástima no se llevasen una buena hostia.

Me ha gustado porque he acordado de cuando los niños eran pequeños, íbamos al circo y ellos se aburrían mientras yo estaba en un estado de tensión por si alguno sufría un accidente y se quedaba tetrapléjico.

Muy chulo Zzzshow!!!

12.- Sillas musicales
Sólo quedaba un asiento libre en todo el vagón, entre un borracho con pinta y hedores que proclamaban su afición a orinar al estilo astronauta, y una señora inmensa, sudorosa, con sus rubenescas nalgas rebosando sobre el escueto espacio proporcionado para las posaderas por el Metro de Madrid.
Suspiró, e intentó embutirse entre ambas esfinges de lo cotidiano. Faltaban quince estaciones y tras un interminable día de mierda, estaba dispuesto a sentarse hasta en una silla eléctrica.
Al momento de sentarse, la ninfa de botero se levantó con expresión asqueada, medio minuto después también el bizcocho borracho de urea se despertó sobresaltado, masculló una maldición y se retiró hacia el lado opuesto del vagón.
Sonrió. No era ni de lejos el peor momento del día para el hombre mofeta.

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Se está mejor: De pie, porque sentarse ahí en medio es cosa de masoquistas.

Me ha gustado porque aunque pienses que la mayoría de la gente es repugnante, tú eres repugnante para mucha gente también y eso es cosa que no se debe olvidar.

13.- Vacaciones
Sólo quedaba un asiento libre en el avión y era justamente el del piloto.
-No lo encontramos por ninguna parte -decía la azafata de tierra.
Los pasajeros se abanicaban incómodos, las maletas ya cargadas, los cinturones abrochados, soñando con las playas.
-Yo podría llevarlo si me dejan acceder -aquel overbooking no iba a joderme las vacaciones.
-¿Es usted piloto comercial de otra compañía?
-Por supuesto -mentí yo.
La tripulación se miró entre sí.
-Si no salimos ya, se perderán los vuelos de conexión.
Aquello afectaría a la imagen de la empresa, y a los horarios y bonificaciones de los tripulantes.
-De acuerdo entonces, adelante.
Entré en la cabina con las sandalias, el pamelón y el vestidito de tirantes, saludé a la sobrecargo (“Menos mal que estabas tú aquí para cubrir al vago ese”, “Sí, neni, tráeme un cóctel cargadito para luego”) y agarré el interfono:
-This is your captain speaking...
Aquello no podía ser tan distinto del simulador del videojuego.

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Se está mejor: Sentado, porque en ese asiento debe haber unas vistas inmejorables.

Me ha gustado porque hace tiempo que aprendí en la películas que si accionas todos los botones de la cabina y agarras la palanca con mucha fuerza, todo el mundo puede pilotar. Probad y veréis.

14.- La suerte es para el que la busca
Sólo quedaba un asiento libre en la sala, en el centro, fila 5, un asiento maravilloso.
Llegaba casi sobre la bocina. Un minuto más y no le hubieran dejado entrar.
- ¡Menos mal! - pensó- Creía que no habría sitio. No me explico cómo puede estar libre, si es estupendo.

Llegó hasta la fila y empezó a disculparse al hacer que la gente se levantara para que pasara.
Algunos, los primeros, le miraban con disgusto. Otros, los mas cercanos al asiento, con expectación.

- Qué suerte que éste está libre - le dijo al ocupante de la butaca contigua al llegar al asiento.
- Claro, amigo, mucha suerte - le contestó con tono socarrón.

Se dejó caer pesadamente sobre el asiento dando gracias por su buena suerte.
Pero de pronto su cara cambió, cuando noto como algo punzante se clavaba en su nalga.
Al punto un hilo de sangre comenzó a brotar.
Ahora entendía, ¡maldita suerte!

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Se está mejor: De pie. Objetos punzantes por el ojal nunca son bienvenidos.

Me ha gustado porque la gente es una hijadeputa y ahí había una aguja, pero en el de al lado puede haber un chicle o un gargajo y quien lo ha escrito seguro que lo ha experimentado alguna vez.

15.- Buen viaje
Sólo quedaba un asiento, me vi obligado a ocuparlo sin poder apenas despedirme, ante la premura de la inminente salida. Sonó un silbato y el tren se puso en marcha. Mi compañera de vagón era una chica de tez pálida y labios temblorosos. Al comenzar el viaje me confesó, sin palabras, sólo con su angustiada mirada, su vértigo ante un futuro incierto, su temor a perder el control. Ocultando que me sentía igual, intenté tranquilizarla, desvanecer sus miedos, asegurándole que su sufrimiento sería pasajero.

Tímidamente osé acariciar su mano. Se aferró a mi brazo con frenesí, cerré los ojos, me dejé llevar. Se nos aceleró el pulso, la respiración. En una espiral de desenfreno, la abracé, nos besamos, jadeamos, gritamos. Llegamos a destino en pleno orgasmo simultáneo.

Sin separar nuestros labios, abrí los ojos. Mi mujer y mis hijos seguían allí, mirándome horrorizados, esperando su turno en la montaña rusa.

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Se está mejor: Sentado, porque siempre que te sientes al lado de alguien atractivo, con el suficiente tiempo, en tu imaginación el viaje se convierte en el Decamerón.

Me ha gustado por eso mismo, porque ha culminado una fantasía que tantas veces viví en tediosos trayectos de tren o autobús.

Vaya zzzzzzzshow maravilloso.

Escrito desde las fiestas del viso de los pedroches mientras me tomo un dycpepsi y suena david civera, momento que he aprovechado para irme al otro lado de la barra, leer y votar. Primero los micros, luego el foro, después, la vida

16.- Problema en la terminal
Sólo quedaba un asiento libre. Con cara de pocos amigos, la azafata de tierra les notificó que se lo quedaría aquel de los tres pasajeros que mostrase mayores y más fehacientes señales de estrés y/o apremio.
Luis Gutiérrez, dijo uno. Soy perro verde, perro flauta y profesor. Me han abierto doce expedientes. Estoy muy estresado.
Me llaman Anguila, dijo otro. Vivo en Soria. Estoy harto de que me llamen Anguila y de vivir en Soria. Estresadísimo es decir poco.
Andrea Cifuentes. Oftalmóloga y daltónica. No veo un burro a dos pasos sin las progresivas. Igual me opero. A ver qué pasa...
Ahí fue cuando Anguila giró la cabeza hacia la cámara y, pestañeando, soltó: "¿pero quién carajo ha escrito el guión de esto?"

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Se está mejor: De pie. No hay que caer en estos juegos, tengamos un poco de dignidad, señores.

Me ha gustado porque parece una entrevista de trabajo con dinámica de grupo pero encima es sólo para sentarse un rato, parece absurdo, pero mirad a vuestro alrededor y veréis que hacéis cosas peores a diario.

17.-Lost S05E12: Dead Is Dead

Sólo quedaba un asiento libre en el vuelo 815 Oceanic Airlines. Él pensó que era su día de suerte, pero horas más tarde recobró la consciencia en mitad de la carísima escena de un accidente aéreo en mitad de una isla.

"Copón bendito" fue su mantra, su propia constante, en cada salto temporal, en cada ataque de "Los Otros" o cada vez que Kate se le insinuaba. Pero nada, absolutamente nada, ocurría: su personaje estaba destinado a estar en el fondo de cada escena: talando árboles, tomando el sol, esquivando flechas...

Así transcurrieron sus días hasta que fue a quejarse al creador del show, como el personaje de Unamuno de la novela que había encontrado en una de las maletas del avión. "Deme más protagonismo, señorito Lindelof, mire como tengo las manos de talar tanto árbol".

El creador le dijo "Ok": en el capítulo 5x12 lo mató el humo negro.

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Se está mejor: De pie, si sentarse implica ver esa serie, claro está.

Me ha gustado porque yo también fui de los que se la tragó entera después de decir tras la tercera temporada que a mí no me tomaban más el pelo y saber que había un estajanovista sindicalista en el vuelo le da una vuelta de tuerca al guion.

18.- Nuevos vientos.
Sólo quedaba un asiento libre en todo el teatro, la gente tenía mucha curiosidad por oír la banda sonora del señor de los anillos interpretada por culos silbando. Cincuenta músicos en el escenario, para un total, con las turnos y los diferentes movimientos, de más de seiscientos, decían.
El fracaso que habían augurado los expertos y todos los críticos no cuajó con el tiempo que les había tocado vivir.

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Se está mejor: Sentado, porque el aire caliente pesa menos que el frío y arriba debía de haber peste buena.

Me ha gustado porque me he imaginado a Luis Cobos dirigiendo y con la melena al viento por los cuescos.

Sinopsis de Microrrelatos.

19.-Visita al psiquiatra
Sólo quedaba un asiento libre en la claustrofóbica sala de espera. A hurtadillas veía rasgos psicóticos, tics, miradas punzantes…
Sonó una voz:
—Comencemos; sacad el instrumento bajo vuestra silla.
A tientas despegué un cuchillo matarife idéntico al que sacó el resto.
—En la caja del centro hay un poco de comida y agua, en dos días volveremos.
Era aterrador. Rápidamente, me coloqué mirando contra una esquina para esperar.
Los gritos y sonidos viscosos a mi espalda durante horas no doblegaron mi voluntad, confiaba en ella para sobrevivir.
Tras una eternidad, las paredes empezaron a juntarse. Podía notar el contacto de los demás y de cuerpos en el suelo.
Sintiendo una punzada cervical, todos se fundieron en mí. Se abrió una pared. Salí titubeante de aquel sarcófago.
—Buenas, señor Lee. La primera sesión de metaterapia ha sido un éxito, con tres sesiones más terminaremos con el resto de sus conflictos internos.

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Se está mejor: De pie. Y corriendo de allí, con ese panorama nada bueno se avecinaba.

Me ha gustado porque al principio me parecía que estaba soñando, pero luego no sé si en el psicólogo o hipnotizado y Lee para mí es Christopher Lee, así que no le falta de na.

20.- La parábola del hijo pródigo
 Solo quedaba un asiento libre en la sala de espera. Me alegró ver tanta gente delante de mí, iba a tener tiempo de modificar el borrador de la renta. Era treinta de junio...
Quería incluir la cuota del sindicato, toda una vida afiliado y sin saber que desgravaba... Oía sonar con frecuencia un timbre estridente y molesto que me enervaba. Aparté la vista del portátil un momento y observé, atónito, como ¡todas! las personas de la sala se levantaban y se sentaban, ¡a la vez!, cada vez que sonaba el timbre. Asustado por el espectáculo dantesco, grité "¡a tomar por el culo!". Apagué el portátil y salí de ahí por patas.
Me había olvidado la cazadora y tuve que volver. Me abrió la recepcionista y dijo: "¡Ha vuelto la excepción que confirma la regla!"
Fui a casa, modifiqué el borrador, cené, me acosté y soñé con un espectáculo de marionetas.

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Se está mejor: Sentado. La declaración hay que hacerla con calma para tratar de paliar esa sensación de que Hacienda te va a multar por algo ignoto, aunque luego se te olvide declarar aquella sudadera del niño que vendiste en Wallapop.

Me ha gustado porque mezclar marionetas, el perro de Pavlov y la casilla 404 de la Renta sólo puede ser cosa de alguien que tiene verdaderas pesadillas con María Jesus Montero y merece todo mi cariño.

21.- Cherokee
Sólo quedaba un asiento libre. Todos los demás sufrían, ciegos, bajo el peso de las nalgas opresoras. El libre exhibía su respaldo de tapicería roja y azul, recorrido por la pintura de guerra, que era su penacho de vóada, sin embargo, se atrevían los otros a reírse de su mancha, marginándolo, haciéndose ojitos entre ellos, pero él sabía que el jolgorio sólo les duraría hasta las 7, cuando de nuevo serían públicos,  tendrían que soportar un culo detrás de otro, sin compasión, sin amor, sin agradecimiento, como vulgares prostitutas de los asientos. Su mancha era su pundonor.

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Se está mejor: De pie, porque encontrarse una mancha en un asiento, aunque no traspase genera un resquemor sobre su origen que es imposible de olvidar. ¿Y si es caca?

Me ha gustado porque me ha hecho pensar en que tal vez los asientos tienen sentimientos y me he puesto a preguntarle a mi silla qué tal se encuentra. De momento no dice nada, ha salido tímida.

Pues así a lo tonto, tengo ocho preseleccionados. Ahora me va a tocar leerlos otra vez.

Zzzz escribió:Pues así a lo tonto, tengo ocho preseleccionados. Ahora me va a tocar leerlos otra vez.

hazte show del FdC que he escrito hace un rato, anda, porfi, que me hace ilu... uwu...

Sugar Bug escribió:

Zzzz escribió:Pues así a lo tonto, tengo ocho preseleccionados. Ahora me va a tocar leerlos otra vez.

hazte show del FdC que he escrito hace un rato, anda, porfi, que me hace ilu... uwu...

No sé si las normas de Eloy lo permitirán, pero voy rápido aprovechando el vacío legal.

Sugar Bug escribió:FdC

H.M.S. President Biden

Sólo quedaba un asiento libre y decidió, disimuladamente, ocuparlo.
Se acercó sin prisas, usando con normalidad su comunicador. Nadie le dijo nada y se sentó.
Un sitio fabuloso. Un enorme ventanal se abría delante de sus ojos. La Vía Láctea marcaba el horizonte. Estaba a punto de volver a casa y convertirse en el primer polizón intergaláctico. Si conseguía pasar el primer salto lograría llegar a la Tierra. Le esperarían cinco años de cárcel, pero en la Tierra.
Se concentró en no sudar, en no subir pulsaciones, en mostrarse tranquilo, en aparentar normalidad…
De repente un golpe amistoso en el hombro le hizo estremecerse.
— ¿Es usted el nuevo piloto?
Parece que al final no sería tan fácil volver a casa…

————————

Se está mejor: Sentado, porque de pie si eres un polizón estás pidiendo a gritos que te pillen.

Me ha gustado porque me da la sensación de que el autor lo ha aprovechado de algún otro relato, seguramente suyo, y con una pizca de nuez moscada ha hecho unas croquetas. También porque me ha recordado a la Guía del Autoestopista Galáctico y porque me gusta un FdC mucho especialmente cuando están prohibidos.

Sugar Bug escribió:

Zzzz escribió:

Sugar Bug escribió:

Zzzz escribió:Pues así a lo tonto, tengo ocho preseleccionados. Ahora me va a tocar leerlos otra vez.

hazte show del FdC que he escrito hace un rato, anda, porfi, que me hace ilu... uwu...

No sé si las normas de Eloy lo permitirán, pero voy rápido aprovechando el vacío legal.

A primera vista me ha recordado a aquella a la que le gustaban grandes. ¿Que habrá sido de ella? ¿Se casaría?

Tampoco se aceptan shows sobre relatos fuera de concurso.

El jurado no tendrá en consideración los últimos posts.

En Cuenca seguimos que lo tiramos. El 6 de agosto llega el autobús de Gran Hermano a la plaza mayor para que quien quiera pueda hacer el casting.

https://www.vocesdecuenca.com/cuenca/el-trailer-de-gran-hermano-parara-en-cuenca-el-6-de-agosto-para-buscar-futuros-concursantes/

Zzzz escribió:

Sugar Bug escribió:FdC

H.M.S. President Biden

Sólo quedaba un asiento libre y decidió, disimuladamente, ocuparlo.
Se acercó sin prisas, usando con normalidad su comunicador. Nadie le dijo nada y se sentó.
Un sitio fabuloso. Un enorme ventanal se abría delante de sus ojos. La Vía Láctea marcaba el horizonte. Estaba a punto de volver a casa y convertirse en el primer polizón intergaláctico. Si conseguía pasar el primer salto lograría llegar a la Tierra. Le esperarían cinco años de cárcel, pero en la Tierra.
Se concentró en no sudar, en no subir pulsaciones, en mostrarse tranquilo, en aparentar normalidad…
De repente un golpe amistoso en el hombro le hizo estremecerse.
— ¿Es usted el nuevo piloto?
Parece que al final no sería tan fácil volver a casa…

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Se está mejor: Sentado, porque de pie si eres un polizón estás pidiendo a gritos que te pillen.

Me ha gustado porque me da la sensación de que el autor lo ha aprovechado de algún otro relato, seguramente suyo, y con una pizca de nuez moscada ha hecho unas croquetas. También porque me ha recordado a la Guía del Autoestopista Galáctico y porque me gusta un FdC mucho especialmente cuando están prohibidos.

Es de las tres o cuatro mejores cosas que me han dicho en el microrrelatismo.

Moderno escribió:En Cuenca seguimos que lo tiramos. El 6 de agosto llega el autobús de Gran Hermano a la plaza mayor para que quien quiera pueda hacer el casting.

https://www.vocesdecuenca.com/cuenca/el-trailer-de-gran-hermano-parara-en-cuenca-el-6-de-agosto-para-buscar-futuros-concursantes/

Bueno, ya estuvo Mabel de Cuenca en el GH1. Fácilmente estará en el top 5 de celebrities de Cuenca junto con Jose Luis Coll, el abuelo de Manolito Gafotas, Mari Carmen y sus muñecos y el torp 1 que es Perales.

Nomeko7 escribió:

Moderno escribió:En Cuenca seguimos que lo tiramos. El 6 de agosto llega el autobús de Gran Hermano a la plaza mayor para que quien quiera pueda hacer el casting.

https://www.vocesdecuenca.com/cuenca/el-trailer-de-gran-hermano-parara-en-cuenca-el-6-de-agosto-para-buscar-futuros-concursantes/

Bueno, ya estuvo Mabel de Cuenca en el GH1. Fácilmente estará en el top 5 de celebrities de Cuenca junto con Jose Luis Coll, el abuelo de Manolito Gafotas, Mari Carmen y sus muñecos y el torp 1 que es Perales.

Justo hoy comentaba con alguien que no sé qué ha sido de Mabel. Tras salir de Gran Hermano la vi trabajando en una tienda de ropa y luego se quedó un bar con su marido o algo así, y no he vuelto a saber. El caso es que han pasado más de 20 años y es fácil que si la veo no la rezonozca.

Había prometido show, y lo hago mientras leo los relatos.

Para mí, la frase inicial propuesta por el administrador es ley, así que mi show es sobre nivel de calzador, o sea, show mimimí. Pido disculpas de antemano, sed comprensivos con este minusválido circunstancial. Las muletas agrian el carácter


1.- A imagen y semejanza
Sólo quedaba un asiento libre en el autobús del Infierno Si conseguía aguantar esa noche, la posibilidad de librar se multiplicaba por 13,131313 (que 13 solo es malo si no crece).
El autobús partiría a las 6 de la mañana y solo faltaba un alma. Habían ingresado heridos de gravedad tres criminales, cuya afición a secuestrar niños con posibles daría con ellos en el infierno
Aguanta, Donald.
Pero los hospitales rebosan microbios. Entras sangrando de una oreja y sales sentado en el bus de Lucifer. Decidió buscar a los criminales y una vez los encontró, convenció al policía que los custodiaba de que rematara a uno de ellos. Donald le prometió formar parte de su futuro equipo de seguridad.
Había librado. El próximo autobús no saldría hasta dentro de un mes. Buah.
Vaya organización de mierda. Como la burocracia en la Tierra.
A su imagen y semejanza, ya sabes.

Pues me vale, parece que se respeta la importancia de que sólo quedara un asiento libre, y lo desarrolla a lo largo del relato. Relato estrambótico, sí, y eso mola,  y además sin mucho calzador. Bien.


2.- Un lugar en el tiempo
«Sólo quedaba un asiento libre. Como vaticinó el maestro Castaneda, mi nombre siempre estuvo escrito en el tiempo. A lomos de la soledad me desplazo ahora inmóvil: una no elije nunca su libertad. Contemplo el silente murmullo del pasado y siento ya el rumor de su nostalgia. El presente se pierde en el recuerdo, y el futuro dejó de existir en el pasado. Escribo para que sepáis que no me fui, que no me he ido;


que ya...»


Este fragmento es lo último que dejó escrito en su despacho la antropóloga Mercedes Sandemetrio Funes antes de desaparecer el pasado jueves en extrañas circunstancias.
Con una escritura trémula en algunos pasajes, resuelta y decidida en otros, y en algunos tramos ilegible; la tinta azul corrió desbocada hasta que el bolígrafo, exangüe, terminó por secarse entre garabatos de un trazo fino y cada vez más débil.

                                                                                                        ―California, 15 de septiembre de 1968―.

Vaya. La frase se puede sustituir por cualquiera de las 46 propuestas en rondas anteriores y no pasaría nada, o algo se me escapa o es un calzador nivel “aquiestanmishuevazoscómetelos”. Espero que tras la gala el autor me dé un zasca.



3.- El autobús de línea
Sólo quedaba un asiento libre. Ya sentado, apenas emprendieron la marcha, alguien le tocó el hombro:

—Oiga, está en mi sitio —mostraba un billete.
—El mío estaba ocupado.
—No es mi problema, caballerete.
—¿Y por qué demonios no se sentó aquí cuando estaba vacío?
—Estaba ya sentado —aclaró—, ¿qué necesidad tendría de moverme? Pero ahora, si alguien exigiese su plaza no podría ocupar la mía, estando usted.

Y así, cedió molesto el asiento y con esa misma lógica reclamó el suyo. Una mujer dejó de comer una naranja para hacer levantarse a un sacerdote, que hizo lo propio con un hombre visiblemente ebrio. Imprecaciones, empellones y algún pisotón de juanete se sucedieron durante la hora en la que los pasajeros se estuvieron barajando por el estrecho pasillo hasta conseguir el equilibrio que parecía imposible. Justo entonces, el autobús se detuvo. Todo el pasaje se apeó en la estación; habían llegado.

Aquí la frase marca el devenir de todo el relato, tiene importancia el asiento y también que sólo quedara uno libre. Así, sí. Calzador free.


4.- Kanivo Airlines
Sólo quedaba un asiento libre, justo al fondo de la aeronave. El azafato le indicó que era el suyo con la usual sonrisa fingida, mientras tomaba su bolsa de mano.
—Déjemela, yo la guardo, no se preocupe.
“El último puto asiento”, pensó. “El más estrecho e incómodo, lo que te toque y no protestes”.
Nuevas reglas para la reducción de huella de carbono: hélices en vez de reactores, mínimo equipaje, máximo número de pasajeros y ningún derecho como cliente.
El asiento era mejor de lo esperado y con alivio posó en él sus más de cien kilos. Se asombró de su comodidad, su tapicería tan mullida, suave, casi lúbrica. Con placer se hundió en el asiento. Siguió sumergiéndose más y más, hasta que fue demasiado tarde.
El azafato volvió a sonreír, esta vez con verdadera satisfacción.
Desde la cabina se oyó la voz del capitán. —Carga de energía completa. Despegamos.

Otro que aprovecha la frase a tope y la usa para desarrollar el relato. Bien de respeto a la frase, bien de originalidad, bien de todo.


5.- Despierta
Sólo quedaba un asiento libre y, nervioso, se sentó entre los asistentes. El teatro comenzaba en la oscuridad. Se abrió el telón y las figuras ejecutaron su danza tenebrosa. Empezó a sudar con una tensión creciente. El ambiente opresivo se alzaba y el portal empezó a abrirse entre tinieblas. Extasiado, se inclinó agarrado a la butaca. El nuevo mundo se abría ante los elegidos.
La danza macabra llegaba a su culmen cuando vieron ante sí el infierno. Se puso en pie y se acercó lentamente al escenario. Subió las escaleras y se giró para mirar a la muchedumbre obnubilada. Se adentró en el nuevo mundo y apareció en la oscuridad de las calles desiertas. Las farolas alumbraban pobremente la ciudad con su luz mortecina. Dio unos pasos buscando la dirección de sus enemigos. Allí acabaría todo antes de empezar. Les daría muerte mientras dormían. Al final siempre todo salía bien.

Ni sí ni no, en realidad podría haber 7 asientos libres, o 13, o 15, o 666 y nada cambiaría. Al final todo acaba bien si el calzador es pequeño. Aquí no lo es, pero tampoco es enorme.


6.- Preguntando se llega a…
Sólo quedaba un asiento libre. En cuanto empujó la puerta, se dio cuenta de que era una mala idea… debería marcharse, pero todas las cabezas estaban giradas hacia él. Su antiguo yo probablemente se habría largado igualmente, no lo sabía. Sin embargo, las miradas no eran hostiles, esas personas solamente parecían sorprendidas de verle allí… quizás ése no era el mejor lugar para encontrar las respuestas que buscaba… Se quedó quieto un momento más, aturdido, sin saber qué hacer…
- Hombre, bienvenido… Creo que hablo en nombre de todos al decir que jamás habría esperado verte en nuestro grupo de meditación sobre la Biblia, pero ven y siéntate.
- La verdad es que no tengo muy claro qué hago aquí… he perdido la memoria… no sé quién soy ni qué he hecho con mi vida hasta ahora… Sólo recuerdo que me llamo…
- Ablanedo - dijo un coro de voces.

También podría haber más de un asiento libre, de hecho me extraña que en un sitio así no haya varios.


7.- Juego de las sillas
Sólo quedaba un asiento libre. No había sido fácil. El monitor de los boyscouts retiró una silla y avisó: «quedáis Yadir y tú». En ese punto, miré a los ojos a mi contrincante. Igual que un maniaco, éste lucía una sonrisa gingival. Yadir, llamado El Sacristán por las hostias que repartía, metro ochenta de músculo y sarro. ¿Cuántas veces me había robado el bocadillo? ¿Cómo olvidar cuando me bajó los pantalones delante de las chicas? Confiado en su superioridad física, Yadir comenzó a girar en círculos. Yo le seguí. De fondo sonaba El himno de los lobatos. Entonces, la música paró y Yadir arrojó sus cien kilos contra la silla. Igual de rápido, yo golpeé una pata con una pierna. «¡Crac!», mi rival cayó al suelo rompiéndose el coxis, tronchándose de dolor. Me descalificaron. «¿Visteis llorar al nenaza?», las tiendas de campaña vieron nacer un nuevo héroe aquella noche.

Calzador free, este juego va ganando en interés cuando quedan menos asientos, y el que queda libre al final es el que da pie al relato. Buena historia.


8.- Ningún cepo puede torturar mi alma en libertad
“Sólo quedaba una silla libre” escribía Emily ágil con su pluma. Volvía a sumergir la péñola una y otra vez. No le convencía. “Sólo quedaba en la habitación una silla libre, y ella” tampoco, tachaba con furia y volvía a humedecer el cálamo. “Sólo quedaba en la habitación una silla, y ella libre”, eso es. Entre numerosos borradores quedaría así. Ese pedacito de papel con esbozos sería un fragmento de un poema dirigido a nadie, que hablaría sobre la libertad entre muros. Dickinson se refugiaba en su exiguo cuarto con un escritorio y una silla como única compañía. Su pluma era su vía de escape para esquivar a la muerte. El encierro era liberador. Imaginarse paseando al aire libre le asfixiaba. Finalmente continuaría así “El águila no se despoja de su nido y, sin embargo, gana el cielo más fácilmente que tú. Cautividad es conciencia y también es libertad.”

Aquí se trata de poesía. ¿Cómo valorar el nivel de calzador en una poesía? Pues se puede: nivel alto, el poema podría empezar con cualquier otra cosa, como por ejemplo ”Sólo quedaba un asiento libre”, pero no, es una silla.


9.- La misma vieja historia
Sólo quedaba un asiento libre, lo ocupó en el momento en que las luces se apagaban y comenzaba la película.
El argumento no podía ser más predecible; chica conoce a chico, se enamoran, empiezan una relación, chico tiene una revelación en la que está involucrada una paloma torcaz y se mete a franciscano, chica vuelca sus ilusiones vitales en su carrera, abre una tienda de yogur helado, triunfa, extraterrestres procedentes de Alfa Centauri destruyen el monasterio de El Escorial, científico neozelandés descubre que lo único que puede acabar con los invasores es la música de Ryuichi Sakamoto interpretada por la filarmónica de Viena, extraterrestres son masacrados y chico y chica, tras el amago de apocalipsis alienígena, deciden darse otra oportunidad, se casan y montan una quesería ecológica en Burkina Faso.
Se levantó y salió del cine indignado. Detestaba aquellos finales felices. Como si la vida no manchara, como si fuera posible vivir y salir ileso.

El relato es bueno, pero que sólo quedara un asiento en el cine es totalmente irrelevanta, podrían quedar dos y así poder ir con la churri a meterse mano.


10.- Cortaron la cabeza
Sólo quedaba un asiento libre, habíamos esperado suficiente, no podíamos arriesgarnos. Habíamos aislado sistemas enteros de la red de agujeros de gusano, llegado a bombardear Colonias afectadas, jugando a ser dioses. Ahora, los esterofitos han llegado al cinturón de asteroides, a la Central de la Agencia.
Fueron los guardias del nivel inferior que empezaron a mostrar signos de cojera. Tal como ya estaba pasando en otros lugares, dejaron de parasitarnos y empezaron a matarnos. Esos guardias disparaban a cualquiera que se cruzara en su camino.
Mi deber como Presidente del Comité era asegurar la supervivencia de nuestra especie. Mi vicepresidenta no llegaba, así que nos iríamos solo así mi mujer y yo, en la cápsula de evacuación. Cerré la puerta, introduje mi código... Pero nunca llegó el desacople.
"Error, ChatGPT formateó el sistema" rezaba el mensaje en la pantalla. Cómo ya sabíamos, no solo estábamos siendo cazados por aliens.

Un asiento libre para la churri, lo que yo decía. Así, sí.


11.- Nunca me atraparás
Sólo quedaba un asiento libre, en primera fila para más inri. Sin excusa creíble tras haber comprometido mi asistencia tiempo atrás, ocupé mi localidad, temblando. Porque, confieso, los payasos me aterran. Desde niña. Y en la obra, salían payasos.
Tras alzarse el telón, el primer acto transcurrió entre ingeniosos diálogos y equívocos. El segundo, prolongó la trama y añadió bailes y pantomimas. Pero yo sabía. Mi miedo sabía. Hasta que, a la tercera, apareció. Frente a mí, en toda su escalofriante monstruosidad. El pelo, de un verde mórbido. La sonrisa, visaje del infierno. La palidez cadavérica y aquella flor grotesca, escupiendo agua en mi blusa. Las risas, y la mano enguantada, tendida hacia mí para arrastrarme allá arriba.
«¡No me atraparás, engendro!» grité despavorida, corriendo por el pasillo central mientras el resto de padres, madres y profesorado me observaban, atónitos.
Han pasado dos semanas y mi hijo sigue sin hablarme.

No se detecta calzador, que sólo haya un asiento libre en primera fila da sentido a lo que acontece. Otra cosa es lo del odio a los payasos. Yo odio a los que odian a los payasos. A los que hay que odiar es a los magos, menudos hijos de puta.


12.- Sillas musicales
Sólo quedaba un asiento libre en todo el vagón, entre un borracho con pinta y hedores que proclamaban su afición a orinar al estilo astronauta, y una señora inmensa, sudorosa, con sus rubenescas nalgas rebosando sobre el escueto espacio proporcionado para las posaderas por el Metro de Madrid.
Suspiró, e intentó embutirse entre ambas esfinges de lo cotidiano. Faltaban quince estaciones y tras un interminable día de mierda, estaba dispuesto a sentarse hasta en una silla eléctrica.
Al momento de sentarse, la ninfa de botero se levantó con expresión asqueada, medio minuto después también el bizcocho borracho de urea se despertó sobresaltado, masculló una maldición y se retiró hacia el lado opuesto del vagón.
Sonrió. No era ni de lejos el peor momento del día para el hombre mofeta.

La frase encaja como un guante, o mejor como un calcetín apestoso. Bien usada, puntos aquí.


13.- Vacaciones
Sólo quedaba un asiento libre en el avión y era justamente el del piloto.
-No lo encontramos por ninguna parte -decía la azafata de tierra.
Los pasajeros se abanicaban incómodos, las maletas ya cargadas, los cinturones abrochados, soñando con las playas.
-Yo podría llevarlo si me dejan acceder -aquel overbooking no iba a joderme las vacaciones.
-¿Es usted piloto comercial de otra compañía?
-Por supuesto -mentí yo.
La tripulación se miró entre sí.
-Si no salimos ya, se perderán los vuelos de conexión.
Aquello afectaría a la imagen de la empresa, y a los horarios y bonificaciones de los tripulantes.
-De acuerdo entonces, adelante.
Entré en la cabina con las sandalias, el pamelón y el vestidito de tirantes, saludé a la sobrecargo (“Menos mal que estabas tú aquí para cubrir al vago ese”, “Sí, neni, tráeme un cóctel cargadito para luego”) y agarré el interfono:
-This is your captain speaking...
Aquello no podía ser tan distinto del simulador del videojuego.

También encaja todo, no veo calzador, veo un aterriza como puedas. Elegí un mal día para tener que votar sólo cuatro relatos.


14.- La suerte es para el que la busca
Sólo quedaba un asiento libre en la sala, en el centro, fila 5, un asiento maravilloso.
Llegaba casi sobre la bocina. Un minuto más y no le hubieran dejado entrar.
- ¡Menos mal! - pensó- Creía que no habría sitio. No me explico cómo puede estar libre, si es estupendo.

Llegó hasta la fila y empezó a disculparse al hacer que la gente se levantara para que pasara.
Algunos, los primeros, le miraban con disgusto. Otros, los mas cercanos al asiento, con expectación.

- Qué suerte que éste está libre - le dijo al ocupante de la butaca contigua al llegar al asiento.
- Claro, amigo, mucha suerte - le contestó con tono socarrón.

Se dejó caer pesadamente sobre el asiento dando gracias por su buena suerte.
Pero de pronto su cara cambió, cuando noto como algo punzante se clavaba en su nalga.
Al punto un hilo de sangre comenzó a brotar.
Ahora entendía, ¡maldita suerte!

Sin calzador, ¡bien, por los clavos de Cristo! Un segundo agujero en el culo es del todo incómodo, uno está bien, dos son multitud.


15.- Buen viaje
Sólo quedaba un asiento, me vi obligado a ocuparlo sin poder apenas despedirme, ante la premura de la inminente salida. Sonó un silbato y el tren se puso en marcha. Mi compañera de vagón era una chica de tez pálida y labios temblorosos. Al comenzar el viaje me confesó, sin palabras, sólo con su angustiada mirada, su vértigo ante un futuro incierto, su temor a perder el control. Ocultando que me sentía igual, intenté tranquilizarla, desvanecer sus miedos, asegurándole que su sufrimiento sería pasajero.

Tímidamente osé acariciar su mano. Se aferró a mi brazo con frenesí, cerré los ojos, me dejé llevar. Se nos aceleró el pulso, la respiración. En una espiral de desenfreno, la abracé, nos besamos, jadeamos, gritamos. Llegamos a destino en pleno orgasmo simultáneo.

Sin separar nuestros labios, abrí los ojos. Mi mujer y mis hijos seguían allí, mirándome horrorizados, esperando su turno en la montaña rusa.

No detecto calzador, que sólo quedara un asiento es lo que le permitió al protagonista dejar atrás a su familia. Quizás no sólo para ese viaje, puede que para siempre. Toro, no te separes de los tuyos en Port Aventura.


16.- Problema en la terminal
Sólo quedaba un asiento libre. Con cara de pocos amigos, la azafata de tierra les notificó que se lo quedaría aquel de los tres pasajeros que mostrase mayores y más fehacientes señales de estrés y/o apremio.
Luis Gutiérrez, dijo uno. Soy perro verde, perro flauta y profesor. Me han abierto doce expedientes. Estoy muy estresado.
Me llaman Anguila, dijo otro. Vivo en Soria. Estoy harto de que me llamen Anguila y de vivir en Soria. Estresadísimo es decir poco.
Andrea Cifuentes. Oftalmóloga y daltónica. No veo un burro a dos pasos sin las progresivas. Igual me opero. A ver qué pasa...
Ahí fue cuando Anguila giró la cabeza hacia la cámara y, pestañeando, soltó: "¿pero quién carajo ha escrito el guión de esto?"

Sin calzador. Un solo asiento y un concurso oposición para conseguirlo, tiene sentido… hasta el final, la última frase lo resume todo.


17.-Lost S05E12: Dead Is Dead

Sólo quedaba un asiento libre en el vuelo 815 Oceanic Airlines. Él pensó que era su día de suerte, pero horas más tarde recobró la consciencia en mitad de la carísima escena de un accidente aéreo en mitad de una isla.

"Copón bendito" fue su mantra, su propia constante, en cada salto temporal, en cada ataque de "Los Otros" o cada vez que Kate se le insinuaba. Pero nada, absolutamente nada, ocurría: su personaje estaba destinado a estar en el fondo de cada escena: talando árboles, tomando el sol, esquivando flechas...

Así transcurrieron sus días hasta que fue a quejarse al creador del show, como el personaje de Unamuno de la novela que había encontrado en una de las maletas del avión. "Deme más protagonismo, señorito Lindelof, mire como tengo las manos de talar tanto árbol".

El creador le dijo "Ok": en el capítulo 5x12 lo mató el humo negro.

Soy de los pocos terrestres que no ha visto ni un minuto de la serie a la que se refiere el relato, pero en principio no detecto gran calzador, aunque pequeño tal vez…


18.- Nuevos vientos.
Sólo quedaba un asiento libre en todo el teatro, la gente tenía mucha curiosidad por oír la banda sonora del señor de los anillos interpretada por culos silbando. Cincuenta músicos en el escenario, para un total, con las turnos y los diferentes movimientos, de más de seiscientos, decían.
El fracaso que habían augurado los expertos y todos los críticos no cuajó con el tiempo que les había tocado vivir.

Da igual si hay calzador o no, el espectáculo debe continuar, y este podría ser el mayor espectáculo del mundo. Me gusta. El relato, el espectáculo me da en la nariz que lo prefiero ver en vídeo.


19.-Visita al psiquiatra
Sólo quedaba un asiento libre en la claustrofóbica sala de espera. A hurtadillas veía rasgos psicóticos, tics, miradas punzantes…
Sonó una voz:
—Comencemos; sacad el instrumento bajo vuestra silla.
A tientas despegué un cuchillo matarife idéntico al que sacó el resto.
—En la caja del centro hay un poco de comida y agua, en dos días volveremos.
Era aterrador. Rápidamente, me coloqué mirando contra una esquina para esperar.
Los gritos y sonidos viscosos a mi espalda durante horas no doblegaron mi voluntad, confiaba en ella para sobrevivir.
Tras una eternidad, las paredes empezaron a juntarse. Podía notar el contacto de los demás y de cuerpos en el suelo.
Sintiendo una punzada cervical, todos se fundieron en mí. Se abrió una pared. Salí titubeante de aquel sarcófago.
—Buenas, señor Lee. La primera sesión de metaterapia ha sido un éxito, con tres sesiones más terminaremos con el resto de sus conflictos internos.

Poco calzador, el jaleo comienza cuando se ocupa el último asiento. Algo gore y surrealista, bien.


20.- La parábola del hijo pródigo
Solo quedaba un asiento libre en la sala de espera. Me alegró ver tanta gente delante de mí, iba a tener tiempo de modificar el borrador de la renta. Era treinta de junio...
Quería incluir la cuota del sindicato, toda una vida afiliado y sin saber que desgravaba... Oía sonar con frecuencia un timbre estridente y molesto que me enervaba. Aparté la vista del portátil un momento y observé, atónito, como ¡todas! las personas de la sala se levantaban y se sentaban, ¡a la vez!, cada vez que sonaba el timbre. Asustado por el espectáculo dantesco, grité "¡a tomar por el culo!". Apagué el portátil y salí de ahí por patas.
Me había olvidado la cazadora y tuve que volver. Me abrió la recepcionista y dijo: "¡Ha vuelto la excepción que confirma la regla!"
Fui a casa, modifiqué el borrador, cené, me acosté y soñé con un espectáculo de marionetas.

Podría quedar algún asiento libre más y no pasar nada, pero la imagen de toda la sala levantándose al sonido del timbre es más potente con lleno total, así que le pongo mi sello de aprobación calzadorfree.


21.- Cherokee
Sólo quedaba un asiento libre. Todos los demás sufrían, ciegos, bajo el peso de las nalgas opresoras. El libre exhibía su respaldo de tapicería roja y azul, recorrido por la pintura de guerra, que era su penacho de vómito seco, orgulloso como un esclavo liberado, como un indio en su casino. Al final de la jornada, sin embargo, se atrevían los otros a reírse de su mancha, marginándolo, haciéndose ojitos entre ellos, pero él sabía que el jolgorio sólo les duraría hasta las 7, cuando de nuevo serían públicos,  tendrían que soportar un culo detrás de otro, sin compasión, sin amor, sin agradecimiento, como vulgares prostitutas de los asientos. Su mancha era su pundonor.

Cero calzador. ¡Si todo el relato gira en torno a la frase propuesta! Hasta el protagonista es el propio asiento. Bravo. Hip hip hurra.

¡¡¡Gracias por los shows!!!

la máquina de escribir y la rana Gustavo dan sus frutos.

Montenegro ha cumplido como un señor aun a riesgo de su integridad física.

¿Cómo va ese esguince? Doctor zetas te prescribe que no fuerces y que sigas simulando dolor y cojera esperando tu oportunidad so pena de que te lo recoloque Esme con la maza. Cerca de donde vivo hay una curandera famosa (la curandera de Bargas), a la que han acudido hasta futbolistas. Esme puede tener ese don, pero habrá de practicar un poco, las primeras veces igual no sale bien del todo.

14 votantes, todo por decidir

¿Qué determina el calzador free?

He votado. Me dispongo a leer.

Cerramos votaciones a las 22.00

Votado

Aurora escribió:¿Qué determina el calzador free?

Gracias,  está muy claro.
La gala, ¿a qué hora?

Se va a retrasar un poco la cosa

A ver si hacia las 22.30, 22.45 máximo...

Me viene bien para asistir al final, que tengo que recoger a mi chavala a las 11.

Bueno, vamos a ir empezando...

Sean bienvenidos...

Empezaremos por la aristocracia del underground, los marqueses de la incomprensión, las condesas del culto.

He dicho culto.



Así pues...CON CERO PUNTOS, UNDERGROUND PURO Y DURO...






10.- Cortaron la cabeza, de quakto





14.- La suerte es para el que la busca, de ElGonchi





18.- Nuevos vientos, de m señor