RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
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Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Actas para agradecer y/o maldecir
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1zj4Ul8AoASHiUOrO_6z37x_i08WvwJpr92bgYRbcYQo/edit?resourcekey=&gid=1408985027#gid=1408985027
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Eloy- Mensajes : 85362
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Esmeralda escribió:Enhorabuena, AtticusFish
Descarté por calzador, pero es buenísimo
Enhorabuena, Atticus!!
Eduardo Montenegro- Mensajes : 7143
Fecha de inscripción : 11/08/2020
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Zorionak Atticus, eskerrik asko Eloy por la gestión impecable y a los relatistas por los maravillosos shows de la ronda. Ahora si, a dormir. Bona nit equipo.
LeChaperonRouge- Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 01/04/2023
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Eloy escribió:Bueno, y hasta aquí hemos llegado.
Muchas gracias a todo el mundo por esos 21 relatazos, por los buenos ratos a lo largo de la semana y por otra ronda manteniendo esto con tan buena salud. Estoy encantado de haber vuelto, había olvidado en cierto modo lo estimulante y divertido que es esto.
Felicidades al ganador y a todos los demás por la inspiración, el talento y las risas.
Cómo me alegra leer esto de ti, y ver otros retornos de tanto talento
Esmeralda- Forera del Año
- Mensajes : 18665
Fecha de inscripción : 22/02/2018
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Ando poco activa aquí porque el curro no me deja vivir, a ver si en agosto retomamos leer, hacer shows y hablar de los relatos
Esmeralda- Forera del Año
- Mensajes : 18665
Fecha de inscripción : 22/02/2018
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Felicidades Atticus
Muchas gracias al organizador y a todos
A dormir !!!
Muchas gracias al organizador y a todos
A dormir !!!
Cavernicola- Mensajes : 236
Fecha de inscripción : 20/11/2018
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Gran ronda, Eloy, hay maestría ahí, qué bueno que viniste.
Grandes relatos, estupenda gala, todo genial.
Enhorabuena a Atticus, del que esperamos nos brinde una divertida semana estival.
¿Hay frase?
Grandes relatos, estupenda gala, todo genial.
Enhorabuena a Atticus, del que esperamos nos brinde una divertida semana estival.
¿Hay frase?
Eduardo Montenegro- Mensajes : 7143
Fecha de inscripción : 11/08/2020
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Sabias palabras de Eloy, qué divertido es esto, sobre todo cuando no acaba en tragedia. Para que lo siga siendo, hay que dar las gracias a todos los participantes en el entretenimiento semanal, a Eloy por coger los mandos de la nave y gala de forma genial como si no hubiese pasado el tiempo y, como no, a mis votantes.
Para acabar, dar la enhorabuena a Atticus por ese relatazo arrasador y, esperando que el disgusto no le estropee las vacaciones, le dedico un par de vídeos.
Para acabar, dar la enhorabuena a Atticus por ese relatazo arrasador y, esperando que el disgusto no le estropee las vacaciones, le dedico un par de vídeos.
Zzzz- Mensajes : 14823
Fecha de inscripción : 22/09/2020
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Enhorabuena al ganador, un gran relato sin lugar a duda.
Y a los demás, que todos eran muy buenos.
Gran gala y grandes shows pre-gala.
Montenegro, espero que te recuperes pronto.
Buenas noches a todos
Y a los demás, que todos eran muy buenos.
Gran gala y grandes shows pre-gala.
Montenegro, espero que te recuperes pronto.
Buenas noches a todos
ElGonchi- Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 22/06/2024
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Esmeralda escribió:Ando poco activa aquí porque el curro no me deja vivir, a ver si en agosto retomamos leer, hacer shows y hablar de los relatos
El curro, sí…
Zzzz- Mensajes : 14823
Fecha de inscripción : 22/09/2020
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Corrijo
Muchas felicidades a Atticus
Muchas gracias a Eloy
Y muchas gracias a todos
Muchas felicidades a Atticus
Muchas gracias a Eloy
Y muchas gracias a todos
Cavernicola- Mensajes : 236
Fecha de inscripción : 20/11/2018
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Buenas noches.
Enhorabuena a Atticus por la merecida victoria ―que se ha llevado mis doses ― y a Eloy por la ejemplar administración.
Agradecer los votos de Lechaperon, Atticus y Nomeko, vosotros sí que sabéis.
Ahora, para no perder la costumbre me gustaría comentaros de qué trata mi relato
Un lugar en el tiempo
«Sólo quedaba un asiento libre. Como vaticinó el maestro Castaneda, mi nombre siempre estuvo escrito en el tiempo. A lomos de la soledad me desplazo ahora inmóvil: una no elije nunca su libertad. Contemplo el silente murmullo del pasado y siento ya el rumor de su nostalgia. El presente se pierde en el recuerdo, y el futuro dejó de existir en el pasado. Escribo para que sepáis que no me fui, que no me he ido;
que ya...»
Este fragmento es lo último que dejó escrito en su despacho la antropóloga Mercedes Sandemetrio Funes antes de desaparecer el pasado jueves en extrañas circunstancias.
Con una escritura trémula en algunos pasajes, resuelta y decidida en otros, y en algunos tramos ilegible; la tinta azul corrió desbocada hasta que el bolígrafo, exangüe, terminó por secarse entre garabatos de un trazo fino y cada vez más débil.
―California, 15 de septiembre de 1968―.
Análisis
Como le anticipé a Eloy, esta explicación no es más que un ejercicio gratuito y totalmente prescindible ―aún estáis a tiempo de huir― que va a superar con creces al texto presentado. Someramente ―jamás sé prostituyó tanto a un adverbio― expondré que el enjendro (Salakov, qué decepción, esperaba llevarme al menos el negro poeta, aunque hoy sea mi santo ) es el resultado de una mezcla de conceptos (y experiencias) ―calzador incluido―, que en el momento en que leí la frase, rezumó desde mi atolondrada cabeza pringando por completo el refrito que es Un lugar en el tiempo.
Si bien es cierto, me costó lo suyo ―toda una tarde― hacer que las piezas encajaran más o menos. De ahí que comprenda y confiese que el microrrelato no resulte fácil. En su errático divagar a lo largo del texto, mi autómata puede dar la impresión (o la da) que se mueve de forma poco clara y confusa, del mismo modo que lo haría todo un moderno Prometeo .
Las piezas del Doctor Nuxenstein:
Actualmente ―menudas ínfulas las mías― , estoy escribiendo un relato sobre una trabajadora del registro civil de Berga llamada Mercedes Sandemetrio Funes, que el 15 de septiembre del 2022 desapareció de forma misteriosa. Antes de esfumarse, deja una nota que encuentra la policía en su casa. En la nota, Mercedes explica que todo comenzó con un déjà vu; paramnesia que se fue repitiendo con mayor frecuencia, hasta el extremo de que esos fragmentos del pasado que irrumpen en su realidad ―se transcribe la nota en primera persona del presente―, son cada vez mayores; y si al principio eran anecdóticos en su brevedad, terminan por hacerse con la totalidad de su mundo, dejándola apenas consciente y sin control.
La idea ―me he quedado en este punto de la historia― es escribir que no pudo sobrevivir entre recuerdos que dejaron de serlo: encerrada en una sola dimensión; sin alternativa, ya que en el recuerdo la esperanza nace muerta. Al final, ese espejo que es Mercedes Sandemetrio Funes orbitando suspendido en el espacio de su mente, termina por quebrarse en mil pedazos. El viento de la mañana dispersa el polvo de su esencia ―como en el final de El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man, Jack Arnold, 1957)― y logra escapar a través de una ventana que permanecerá por siempre abierta en su memoria, sin cambios, como sus recuerdos, y bla, bla, bla. Hasta aquí sería la parte del calzador.
Ah sí, que la protagonista se apellide Funes no es gratuito. Hará cosa de un mes leí el genial cuento Funes el memorioso (Jorge Luís Borges, 1942). En la historia, Ireneo Funes es un joven que tras un accidente se queda hemipléjico y forzado a pasar el resto de sus días postrado en una cama. Este accidente le provoca hipermnesia: la habilidad de recordarlo todo, en detalle y por siempre. Cada percepción tiene, para él, una entidad única y es inolvidable, por lo que le resulta imposible generalizar y abstraer. Sin duda, este cuento tuvo parte de culpa en la gestación del microrrelato, aunque huelga decir que con anterioridad ya había escrito ―en una serie de anotaciones que agrupé bajo la forma de reflexiones y diálogos― sobre la relación entre la inmortalidad, los recuerdos, y su imbricación en lo cotidiano. Que Mercedes compartiera apellido con Irineo me hizo gracia, y lo coloqué ahí para ver si alguien más se daba cuenta.
El segundo apellido del microrrelato, más fácilmente reconocible ―como bien lo supo ver Eloy―, es el de Castaneda. Tendría unos 16 años cuando un compañero del instituto me pasó fotocopiado el libro Las enseñanzas de Don Juan (Carlos Castaneda, 1968). En aquel tiempo me causó una profunda impresión, y uno de los pasajes que se me quedó grabado ―desde entonces no he vuelto a leer el libro― tenía que ver con cierta prueba que había de pasar el propio Castaneda durante una de sus ingestas de ayahuasca y peyote. Si no recuerdo mal, el chamán ―Don Juan― que tutelaba, mejor dicho, que guiaba al antropólogo, le aconsejaba que para trascender debía encontrar su lugar y sentarse/permanecer sobre él, pues en ese punto exacto es donde convergía todo aquello que le significaba, dotando de sentido a su universo/persona. Resulta fácil pues intuir la extrapolación que hice al respecto con ese asiento libre que Eloy nos propuso en esta ronda.
También quiso la casualidad que esta semana pasada viera un documental en Filmin titulado El secreto del Dr. Grinberg (Ida Cuéllar, 2020). No sabría si recomendarlo, pero para el caso que nos atañe lo mento debido a la conexión radicada en la extraña desaparición de este neurofisiólogo y, nuevamente, Carlos Castaneda. A lo largo de los 91 minutos de metraje, probablemente lo único que queda claro es el obscuro retrato que del antropólogo/chamán se nos dibuja; llegándose a insinuar que estuvo involucrado en la desaparición del neurofisiólogo y chamanista Jacobo Grinberg (¡y también de hasta cuatro de sus mujeres!, pues se ve que el autor del best seller Las enseñanzas de Don Juan, gustaba de rodearse de un nutrido séquito femenino).
Que el final de mi relato concluya con «California, 15 de septiembre de 1968», tampoco está tirado al azar. Carlos Castaneda presentó ese año en la universidad de California su famoso ensayo. Ubicando la nota ―y el relato― en esa fecha, me aseguraba la creación del vínculo entre la antropóloga Mercedes Sandemetrio Funes y Castaneda ―o maestro Castaneda, como ella le llama―; y de paso generaba la intriga en el avezado lector microrrelatista: ¿Por qué desapareció esta mujer hace 56 años? ¿Fue ella una de esas "mujeres de Castaneda"? ¿O tal vez llegó demasiado lejos en sus investigaciones? ¿Realmente tuvo un viaje extracorpóreo?
Para terminar con esta tremenda turra , me gustaría compartir con vosotros una nota que escribí en el móvil a finales de mayo, cuando di por inaugurada la temporada de baño y me dirigía hacia una de las playas ―creo que en otro tópic ya lo mencioné― de mi querida Barcelona. Las líneas que ahora siguen fueron escritas en mi asiento, libre de toda complicación mundana (y real):
"Autobús, plaza reservada discapacitados. El lugar más seguro del mundo (desarrollar).
Castaneda, recuerdo lectura hace 25 años...
Idea de que tal vez todo se reduce a la incertidumbre, a la esclavitud de la libertad, a este asiento, mi asiento de coordenadas inalterables. Aquí no hay elección, como si este trozo de plástico, espuma y ejes metálicos ya hubieran decidido por mí. Su confort... su pretexto me abraza y me siento como un poderoso rey de alguna mitología celta o escandinava. Camino de la playa, calle abajo, a lomos de un caballo desbocado: jinete paralítico apocalíptico".
Barcelona 26/05/2024
Enhorabuena a Atticus por la merecida victoria ―que se ha llevado mis doses ― y a Eloy por la ejemplar administración.
Agradecer los votos de Lechaperon, Atticus y Nomeko, vosotros sí que sabéis.
Ahora, para no perder la costumbre me gustaría comentaros de qué trata mi relato
Un lugar en el tiempo
«Sólo quedaba un asiento libre. Como vaticinó el maestro Castaneda, mi nombre siempre estuvo escrito en el tiempo. A lomos de la soledad me desplazo ahora inmóvil: una no elije nunca su libertad. Contemplo el silente murmullo del pasado y siento ya el rumor de su nostalgia. El presente se pierde en el recuerdo, y el futuro dejó de existir en el pasado. Escribo para que sepáis que no me fui, que no me he ido;
que ya...»
Este fragmento es lo último que dejó escrito en su despacho la antropóloga Mercedes Sandemetrio Funes antes de desaparecer el pasado jueves en extrañas circunstancias.
Con una escritura trémula en algunos pasajes, resuelta y decidida en otros, y en algunos tramos ilegible; la tinta azul corrió desbocada hasta que el bolígrafo, exangüe, terminó por secarse entre garabatos de un trazo fino y cada vez más débil.
―California, 15 de septiembre de 1968―.
Análisis
Como le anticipé a Eloy, esta explicación no es más que un ejercicio gratuito y totalmente prescindible ―aún estáis a tiempo de huir― que va a superar con creces al texto presentado. Someramente ―jamás sé prostituyó tanto a un adverbio― expondré que el enjendro (Salakov, qué decepción, esperaba llevarme al menos el negro poeta, aunque hoy sea mi santo ) es el resultado de una mezcla de conceptos (y experiencias) ―calzador incluido―, que en el momento en que leí la frase, rezumó desde mi atolondrada cabeza pringando por completo el refrito que es Un lugar en el tiempo.
Si bien es cierto, me costó lo suyo ―toda una tarde― hacer que las piezas encajaran más o menos. De ahí que comprenda y confiese que el microrrelato no resulte fácil. En su errático divagar a lo largo del texto, mi autómata puede dar la impresión (o la da) que se mueve de forma poco clara y confusa, del mismo modo que lo haría todo un moderno Prometeo .
Las piezas del Doctor Nuxenstein:
Actualmente ―menudas ínfulas las mías― , estoy escribiendo un relato sobre una trabajadora del registro civil de Berga llamada Mercedes Sandemetrio Funes, que el 15 de septiembre del 2022 desapareció de forma misteriosa. Antes de esfumarse, deja una nota que encuentra la policía en su casa. En la nota, Mercedes explica que todo comenzó con un déjà vu; paramnesia que se fue repitiendo con mayor frecuencia, hasta el extremo de que esos fragmentos del pasado que irrumpen en su realidad ―se transcribe la nota en primera persona del presente―, son cada vez mayores; y si al principio eran anecdóticos en su brevedad, terminan por hacerse con la totalidad de su mundo, dejándola apenas consciente y sin control.
La idea ―me he quedado en este punto de la historia― es escribir que no pudo sobrevivir entre recuerdos que dejaron de serlo: encerrada en una sola dimensión; sin alternativa, ya que en el recuerdo la esperanza nace muerta. Al final, ese espejo que es Mercedes Sandemetrio Funes orbitando suspendido en el espacio de su mente, termina por quebrarse en mil pedazos. El viento de la mañana dispersa el polvo de su esencia ―como en el final de El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man, Jack Arnold, 1957)― y logra escapar a través de una ventana que permanecerá por siempre abierta en su memoria, sin cambios, como sus recuerdos, y bla, bla, bla. Hasta aquí sería la parte del calzador.
Ah sí, que la protagonista se apellide Funes no es gratuito. Hará cosa de un mes leí el genial cuento Funes el memorioso (Jorge Luís Borges, 1942). En la historia, Ireneo Funes es un joven que tras un accidente se queda hemipléjico y forzado a pasar el resto de sus días postrado en una cama. Este accidente le provoca hipermnesia: la habilidad de recordarlo todo, en detalle y por siempre. Cada percepción tiene, para él, una entidad única y es inolvidable, por lo que le resulta imposible generalizar y abstraer. Sin duda, este cuento tuvo parte de culpa en la gestación del microrrelato, aunque huelga decir que con anterioridad ya había escrito ―en una serie de anotaciones que agrupé bajo la forma de reflexiones y diálogos― sobre la relación entre la inmortalidad, los recuerdos, y su imbricación en lo cotidiano. Que Mercedes compartiera apellido con Irineo me hizo gracia, y lo coloqué ahí para ver si alguien más se daba cuenta.
El segundo apellido del microrrelato, más fácilmente reconocible ―como bien lo supo ver Eloy―, es el de Castaneda. Tendría unos 16 años cuando un compañero del instituto me pasó fotocopiado el libro Las enseñanzas de Don Juan (Carlos Castaneda, 1968). En aquel tiempo me causó una profunda impresión, y uno de los pasajes que se me quedó grabado ―desde entonces no he vuelto a leer el libro― tenía que ver con cierta prueba que había de pasar el propio Castaneda durante una de sus ingestas de ayahuasca y peyote. Si no recuerdo mal, el chamán ―Don Juan― que tutelaba, mejor dicho, que guiaba al antropólogo, le aconsejaba que para trascender debía encontrar su lugar y sentarse/permanecer sobre él, pues en ese punto exacto es donde convergía todo aquello que le significaba, dotando de sentido a su universo/persona. Resulta fácil pues intuir la extrapolación que hice al respecto con ese asiento libre que Eloy nos propuso en esta ronda.
También quiso la casualidad que esta semana pasada viera un documental en Filmin titulado El secreto del Dr. Grinberg (Ida Cuéllar, 2020). No sabría si recomendarlo, pero para el caso que nos atañe lo mento debido a la conexión radicada en la extraña desaparición de este neurofisiólogo y, nuevamente, Carlos Castaneda. A lo largo de los 91 minutos de metraje, probablemente lo único que queda claro es el obscuro retrato que del antropólogo/chamán se nos dibuja; llegándose a insinuar que estuvo involucrado en la desaparición del neurofisiólogo y chamanista Jacobo Grinberg (¡y también de hasta cuatro de sus mujeres!, pues se ve que el autor del best seller Las enseñanzas de Don Juan, gustaba de rodearse de un nutrido séquito femenino).
Que el final de mi relato concluya con «California, 15 de septiembre de 1968», tampoco está tirado al azar. Carlos Castaneda presentó ese año en la universidad de California su famoso ensayo. Ubicando la nota ―y el relato― en esa fecha, me aseguraba la creación del vínculo entre la antropóloga Mercedes Sandemetrio Funes y Castaneda ―o maestro Castaneda, como ella le llama―; y de paso generaba la intriga en el avezado lector microrrelatista: ¿Por qué desapareció esta mujer hace 56 años? ¿Fue ella una de esas "mujeres de Castaneda"? ¿O tal vez llegó demasiado lejos en sus investigaciones? ¿Realmente tuvo un viaje extracorpóreo?
Para terminar con esta tremenda turra , me gustaría compartir con vosotros una nota que escribí en el móvil a finales de mayo, cuando di por inaugurada la temporada de baño y me dirigía hacia una de las playas ―creo que en otro tópic ya lo mencioné― de mi querida Barcelona. Las líneas que ahora siguen fueron escritas en mi asiento, libre de toda complicación mundana (y real):
"Autobús, plaza reservada discapacitados. El lugar más seguro del mundo (desarrollar).
Castaneda, recuerdo lectura hace 25 años...
Idea de que tal vez todo se reduce a la incertidumbre, a la esclavitud de la libertad, a este asiento, mi asiento de coordenadas inalterables. Aquí no hay elección, como si este trozo de plástico, espuma y ejes metálicos ya hubieran decidido por mí. Su confort... su pretexto me abraza y me siento como un poderoso rey de alguna mitología celta o escandinava. Camino de la playa, calle abajo, a lomos de un caballo desbocado: jinete paralítico apocalíptico".
Barcelona 26/05/2024
Nuxe- Mensajes : 3365
Fecha de inscripción : 08/04/2021
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Gracias Ariadna y Zzzz
Aurora- Mensajes : 7899
Fecha de inscripción : 16/06/2018
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Atticush, ganas hasta estando de viaje, ¡enhorabuena!
Eloy, gran gala.
Eloy, gran gala.
Aurora- Mensajes : 7899
Fecha de inscripción : 16/06/2018
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Llego de ver la de Lobezno, pero felicitar a AtticusFish por su victoria.
Si no te gustaba administrar con ordenador, verás con móvil.
Si no te gustaba administrar con ordenador, verás con móvil.
salakov- Mensajes : 52117
Fecha de inscripción : 04/08/2015
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Las 10 y media y sin frase. Así no se puede procrastinar a gusto
Esmeralda- Forera del Año
- Mensajes : 18665
Fecha de inscripción : 22/02/2018
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Buenos días a todos. ¡Qué alegría más grande me habéis dado...! Votáis fatal. Muchas gracias a Eloy por la gestión de la ronda, a mis votantes y a Zzzz por el vídeo del quesero de Burkina Faso, vivir para ver.
Estamos en una casa rural en As Restrebas, concejo de Monfero, a Coruña, con cinco vacas por vecinas. Mi móvil data del Ordovícico y, por algún motivo que no alcanzo a entender, no me deja interactuar con el foro (publicar cosas, mandar mensajes...). Tengo el ordenador, pero no lo llevo conmigo la mayor parte del día, obviamente. Iré publicando lo que me mandéis cuando buenamente pueda. El jueves de la semana que viene es el día que regresamos a Isla Cristina, así que podré hacer la gala con normalidad. En breve cuelgo el nuevo hilo.
Estamos en una casa rural en As Restrebas, concejo de Monfero, a Coruña, con cinco vacas por vecinas. Mi móvil data del Ordovícico y, por algún motivo que no alcanzo a entender, no me deja interactuar con el foro (publicar cosas, mandar mensajes...). Tengo el ordenador, pero no lo llevo conmigo la mayor parte del día, obviamente. Iré publicando lo que me mandéis cuando buenamente pueda. El jueves de la semana que viene es el día que regresamos a Isla Cristina, así que podré hacer la gala con normalidad. En breve cuelgo el nuevo hilo.
AtticusFish- Mensajes : 1064
Fecha de inscripción : 16/04/2023
AtticusFish- Mensajes : 1064
Fecha de inscripción : 16/04/2023
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Nuxe escribió:Buenas noches.
Enhorabuena a Atticus por la merecida victoria ―que se ha llevado mis doses ― y a Eloy por la ejemplar administración.
Agradecer los votos de Lechaperon, Atticus y Nomeko, vosotros sí que sabéis.
Ahora, para no perder la costumbre me gustaría comentaros de qué trata mi relato
Un lugar en el tiempo
«Sólo quedaba un asiento libre. Como vaticinó el maestro Castaneda, mi nombre siempre estuvo escrito en el tiempo. A lomos de la soledad me desplazo ahora inmóvil: una no elije nunca su libertad. Contemplo el silente murmullo del pasado y siento ya el rumor de su nostalgia. El presente se pierde en el recuerdo, y el futuro dejó de existir en el pasado. Escribo para que sepáis que no me fui, que no me he ido;
que ya...»
Este fragmento es lo último que dejó escrito en su despacho la antropóloga Mercedes Sandemetrio Funes antes de desaparecer el pasado jueves en extrañas circunstancias.
Con una escritura trémula en algunos pasajes, resuelta y decidida en otros, y en algunos tramos ilegible; la tinta azul corrió desbocada hasta que el bolígrafo, exangüe, terminó por secarse entre garabatos de un trazo fino y cada vez más débil.
―California, 15 de septiembre de 1968―.
Análisis
Como le anticipé a Eloy, esta explicación no es más que un ejercicio gratuito y totalmente prescindible ―aún estáis a tiempo de huir― que va a superar con creces al texto presentado. Someramente ―jamás sé prostituyó tanto a un adverbio― expondré que el enjendro (Salakov, qué decepción, esperaba llevarme al menos el negro poeta, aunque hoy sea mi santo ) es el resultado de una mezcla de conceptos (y experiencias) ―calzador incluido―, que en el momento en que leí la frase, rezumó desde mi atolondrada cabeza pringando por completo el refrito que es Un lugar en el tiempo.
Si bien es cierto, me costó lo suyo ―toda una tarde― hacer que las piezas encajaran más o menos. De ahí que comprenda y confiese que el microrrelato no resulte fácil. En su errático divagar a lo largo del texto, mi autómata puede dar la impresión (o la da) que se mueve de forma poco clara y confusa, del mismo modo que lo haría todo un moderno Prometeo .
Las piezas del Doctor Nuxenstein:
Actualmente ―menudas ínfulas las mías― , estoy escribiendo un relato sobre una trabajadora del registro civil de Berga llamada Mercedes Sandemetrio Funes, que el 15 de septiembre del 2022 desapareció de forma misteriosa. Antes de esfumarse, deja una nota que encuentra la policía en su casa. En la nota, Mercedes explica que todo comenzó con un déjà vu; paramnesia que se fue repitiendo con mayor frecuencia, hasta el extremo de que esos fragmentos del pasado que irrumpen en su realidad ―se transcribe la nota en primera persona del presente―, son cada vez mayores; y si al principio eran anecdóticos en su brevedad, terminan por hacerse con la totalidad de su mundo, dejándola apenas consciente y sin control.
La idea ―me he quedado en este punto de la historia― es escribir que no pudo sobrevivir entre recuerdos que dejaron de serlo: encerrada en una sola dimensión; sin alternativa, ya que en el recuerdo la esperanza nace muerta. Al final, ese espejo que es Mercedes Sandemetrio Funes orbitando suspendido en el espacio de su mente, termina por quebrarse en mil pedazos. El viento de la mañana dispersa el polvo de su esencia ―como en el final de El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man, Jack Arnold, 1957)― y logra escapar a través de una ventana que permanecerá por siempre abierta en su memoria, sin cambios, como sus recuerdos, y bla, bla, bla. Hasta aquí sería la parte del calzador.
Ah sí, que la protagonista se apellide Funes no es gratuito. Hará cosa de un mes leí el genial cuento Funes el memorioso (Jorge Luís Borges, 1942). En la historia, Ireneo Funes es un joven que tras un accidente se queda hemipléjico y forzado a pasar el resto de sus días postrado en una cama. Este accidente le provoca hipermnesia: la habilidad de recordarlo todo, en detalle y por siempre. Cada percepción tiene, para él, una entidad única y es inolvidable, por lo que le resulta imposible generalizar y abstraer. Sin duda, este cuento tuvo parte de culpa en la gestación del microrrelato, aunque huelga decir que con anterioridad ya había escrito ―en una serie de anotaciones que agrupé bajo la forma de reflexiones y diálogos― sobre la relación entre la inmortalidad, los recuerdos, y su imbricación en lo cotidiano. Que Mercedes compartiera apellido con Irineo me hizo gracia, y lo coloqué ahí para ver si alguien más se daba cuenta.
El segundo apellido del microrrelato, más fácilmente reconocible ―como bien lo supo ver Eloy―, es el de Castaneda. Tendría unos 16 años cuando un compañero del instituto me pasó fotocopiado el libro Las enseñanzas de Don Juan (Carlos Castaneda, 1968). En aquel tiempo me causó una profunda impresión, y uno de los pasajes que se me quedó grabado ―desde entonces no he vuelto a leer el libro― tenía que ver con cierta prueba que había de pasar el propio Castaneda durante una de sus ingestas de ayahuasca y peyote. Si no recuerdo mal, el chamán ―Don Juan― que tutelaba, mejor dicho, que guiaba al antropólogo, le aconsejaba que para trascender debía encontrar su lugar y sentarse/permanecer sobre él, pues en ese punto exacto es donde convergía todo aquello que le significaba, dotando de sentido a su universo/persona. Resulta fácil pues intuir la extrapolación que hice al respecto con ese asiento libre que Eloy nos propuso en esta ronda.
También quiso la casualidad que esta semana pasada viera un documental en Filmin titulado El secreto del Dr. Grinberg (Ida Cuéllar, 2020). No sabría si recomendarlo, pero para el caso que nos atañe lo mento debido a la conexión radicada en la extraña desaparición de este neurofisiólogo y, nuevamente, Carlos Castaneda. A lo largo de los 91 minutos de metraje, probablemente lo único que queda claro es el obscuro retrato que del antropólogo/chamán se nos dibuja; llegándose a insinuar que estuvo involucrado en la desaparición del neurofisiólogo y chamanista Jacobo Grinberg (¡y también de hasta cuatro de sus mujeres!, pues se ve que el autor del best seller Las enseñanzas de Don Juan, gustaba de rodearse de un nutrido séquito femenino).
Que el final de mi relato concluya con «California, 15 de septiembre de 1968», tampoco está tirado al azar. Carlos Castaneda presentó ese año en la universidad de California su famoso ensayo. Ubicando la nota ―y el relato― en esa fecha, me aseguraba la creación del vínculo entre la antropóloga Mercedes Sandemetrio Funes y Castaneda ―o maestro Castaneda, como ella le llama―; y de paso generaba la intriga en el avezado lector microrrelatista: ¿Por qué desapareció esta mujer hace 56 años? ¿Fue ella una de esas "mujeres de Castaneda"? ¿O tal vez llegó demasiado lejos en sus investigaciones? ¿Realmente tuvo un viaje extracorpóreo?
Para terminar con esta tremenda turra , me gustaría compartir con vosotros una nota que escribí en el móvil a finales de mayo, cuando di por inaugurada la temporada de baño y me dirigía hacia una de las playas ―creo que en otro tópic ya lo mencioné― de mi querida Barcelona. Las líneas que ahora siguen fueron escritas en mi asiento, libre de toda complicación mundana (y real):
"Autobús, plaza reservada discapacitados. El lugar más seguro del mundo (desarrollar).
Castaneda, recuerdo lectura hace 25 años...
Idea de que tal vez todo se reduce a la incertidumbre, a la esclavitud de la libertad, a este asiento, mi asiento de coordenadas inalterables. Aquí no hay elección, como si este trozo de plástico, espuma y ejes metálicos ya hubieran decidido por mí. Su confort... su pretexto me abraza y me siento como un poderoso rey de alguna mitología celta o escandinava. Camino de la playa, calle abajo, a lomos de un caballo desbocado: jinete paralítico apocalíptico".
Barcelona 26/05/2024
Gracias por el análisis, Nuxe. De haber sido capaz de interpretarte te habrías llevado mis tres puntos. Muy a pesar del magno calzador, que lo tiene
Leí hace poco un libro del neurocientífico Rodrigo Quian Quiroga, llamado Borges y la memoria: De Funes el memorioso a la neurona de Jennifer Aniston.. Un ensayo que me resultó árido, no sé si porque me distraje demasiado en algunos pasajes o porque lo es. Lo tengo anotado para releer. Que no se me olvide
De hecho, no hace tanto, incluí a Funes como referencia en un relato, que me hizo ganar la atención de Salakov, amén de algún punto. Siempre responde a las referencias, este hombre.
Te dejo aquí un video por si Quian te despierta alguna idea que puedas desarrollar en tu novela.
mugu- Mensajes : 26575
Fecha de inscripción : 26/03/2008
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
mugu escribió:Nuxe escribió:Buenas noches.Gracias por el análisis, Nuxe. De haber sido capaz de interpretarte te habrías llevado mis tres puntos. Muy a pesar del magno calzador, que lo tiene
Enhorabuena a Atticus por la merecida victoria ―que se ha llevado mis doses ― y a Eloy por la ejemplar administración.
Agradecer los votos de Lechaperon, Atticus y Nomeko, vosotros sí que sabéis.
Ahora, para no perder la costumbre me gustaría comentaros de qué trata mi relato
- RELATO Y ANÁLISIS:
Un lugar en el tiempo
«Sólo quedaba un asiento libre. Como vaticinó el maestro Castaneda, mi nombre siempre estuvo escrito en el tiempo. A lomos de la soledad me desplazo ahora inmóvil: una no elije nunca su libertad. Contemplo el silente murmullo del pasado y siento ya el rumor de su nostalgia. El presente se pierde en el recuerdo, y el futuro dejó de existir en el pasado. Escribo para que sepáis que no me fui, que no me he ido;
que ya...»
Este fragmento es lo último que dejó escrito en su despacho la antropóloga Mercedes Sandemetrio Funes antes de desaparecer el pasado jueves en extrañas circunstancias.
Con una escritura trémula en algunos pasajes, resuelta y decidida en otros, y en algunos tramos ilegible; la tinta azul corrió desbocada hasta que el bolígrafo, exangüe, terminó por secarse entre garabatos de un trazo fino y cada vez más débil.
―California, 15 de septiembre de 1968―.
Análisis
Como le anticipé a Eloy, esta explicación no es más que un ejercicio gratuito y totalmente prescindible ―aún estáis a tiempo de huir― que va a superar con creces al texto presentado. Someramente ―jamás sé prostituyó tanto a un adverbio― expondré que el enjendro (Salakov, qué decepción, esperaba llevarme al menos el negro poeta, aunque hoy sea mi santo ) es el resultado de una mezcla de conceptos (y experiencias) ―calzador incluido―, que en el momento en que leí la frase, rezumó desde mi atolondrada cabeza pringando por completo el refrito que es Un lugar en el tiempo.
Si bien es cierto, me costó lo suyo ―toda una tarde― hacer que las piezas encajaran más o menos. De ahí que comprenda y confiese que el microrrelato no resulte fácil. En su errático divagar a lo largo del texto, mi autómata puede dar la impresión (o la da) que se mueve de forma poco clara y confusa, del mismo modo que lo haría todo un moderno Prometeo .
Las piezas del Doctor Nuxenstein:
Actualmente ―menudas ínfulas las mías― , estoy escribiendo un relato sobre una trabajadora del registro civil de Berga llamada Mercedes Sandemetrio Funes, que el 15 de septiembre del 2022 desapareció de forma misteriosa. Antes de esfumarse, deja una nota que encuentra la policía en su casa. En la nota, Mercedes explica que todo comenzó con un déjà vu; paramnesia que se fue repitiendo con mayor frecuencia, hasta el extremo de que esos fragmentos del pasado que irrumpen en su realidad ―se transcribe la nota en primera persona del presente―, son cada vez mayores; y si al principio eran anecdóticos en su brevedad, terminan por hacerse con la totalidad de su mundo, dejándola apenas consciente y sin control.
La idea ―me he quedado en este punto de la historia― es escribir que no pudo sobrevivir entre recuerdos que dejaron de serlo: encerrada en una sola dimensión; sin alternativa, ya que en el recuerdo la esperanza nace muerta. Al final, ese espejo que es Mercedes Sandemetrio Funes orbitando suspendido en el espacio de su mente, termina por quebrarse en mil pedazos. El viento de la mañana dispersa el polvo de su esencia ―como en el final de El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man, Jack Arnold, 1957)― y logra escapar a través de una ventana que permanecerá por siempre abierta en su memoria, sin cambios, como sus recuerdos, y bla, bla, bla. Hasta aquí sería la parte del calzador.
Ah sí, que la protagonista se apellide Funes no es gratuito. Hará cosa de un mes leí el genial cuento Funes el memorioso (Jorge Luís Borges, 1942). En la historia, Ireneo Funes es un joven que tras un accidente se queda hemipléjico y forzado a pasar el resto de sus días postrado en una cama. Este accidente le provoca hipermnesia: la habilidad de recordarlo todo, en detalle y por siempre. Cada percepción tiene, para él, una entidad única y es inolvidable, por lo que le resulta imposible generalizar y abstraer. Sin duda, este cuento tuvo parte de culpa en la gestación del microrrelato, aunque huelga decir que con anterioridad ya había escrito ―en una serie de anotaciones que agrupé bajo la forma de reflexiones y diálogos― sobre la relación entre la inmortalidad, los recuerdos, y su imbricación en lo cotidiano. Que Mercedes compartiera apellido con Irineo me hizo gracia, y lo coloqué ahí para ver si alguien más se daba cuenta.
El segundo apellido del microrrelato, más fácilmente reconocible ―como bien lo supo ver Eloy―, es el de Castaneda. Tendría unos 16 años cuando un compañero del instituto me pasó fotocopiado el libro Las enseñanzas de Don Juan (Carlos Castaneda, 1968). En aquel tiempo me causó una profunda impresión, y uno de los pasajes que se me quedó grabado ―desde entonces no he vuelto a leer el libro― tenía que ver con cierta prueba que había de pasar el propio Castaneda durante una de sus ingestas de ayahuasca y peyote. Si no recuerdo mal, el chamán ―Don Juan― que tutelaba, mejor dicho, que guiaba al antropólogo, le aconsejaba que para trascender debía encontrar su lugar y sentarse/permanecer sobre él, pues en ese punto exacto es donde convergía todo aquello que le significaba, dotando de sentido a su universo/persona. Resulta fácil pues intuir la extrapolación que hice al respecto con ese asiento libre que Eloy nos propuso en esta ronda.
También quiso la casualidad que esta semana pasada viera un documental en Filmin titulado El secreto del Dr. Grinberg (Ida Cuéllar, 2020). No sabría si recomendarlo, pero para el caso que nos atañe lo mento debido a la conexión radicada en la extraña desaparición de este neurofisiólogo y, nuevamente, Carlos Castaneda. A lo largo de los 91 minutos de metraje, probablemente lo único que queda claro es el obscuro retrato que del antropólogo/chamán se nos dibuja; llegándose a insinuar que estuvo involucrado en la desaparición del neurofisiólogo y chamanista Jacobo Grinberg (¡y también de hasta cuatro de sus mujeres!, pues se ve que el autor del best seller Las enseñanzas de Don Juan, gustaba de rodearse de un nutrido séquito femenino).
Que el final de mi relato concluya con «California, 15 de septiembre de 1968», tampoco está tirado al azar. Carlos Castaneda presentó ese año en la universidad de California su famoso ensayo. Ubicando la nota ―y el relato― en esa fecha, me aseguraba la creación del vínculo entre la antropóloga Mercedes Sandemetrio Funes y Castaneda ―o maestro Castaneda, como ella le llama―; y de paso generaba la intriga en el avezado lector microrrelatista: ¿Por qué desapareció esta mujer hace 56 años? ¿Fue ella una de esas "mujeres de Castaneda"? ¿O tal vez llegó demasiado lejos en sus investigaciones? ¿Realmente tuvo un viaje extracorpóreo?
Para terminar con esta tremenda turra , me gustaría compartir con vosotros una nota que escribí en el móvil a finales de mayo, cuando di por inaugurada la temporada de baño y me dirigía hacia una de las playas ―creo que en otro tópic ya lo mencioné― de mi querida Barcelona. Las líneas que ahora siguen fueron escritas en mi asiento, libre de toda complicación mundana (y real):
"Autobús, plaza reservada discapacitados. El lugar más seguro del mundo (desarrollar).
Castaneda, recuerdo lectura hace 25 años...
Idea de que tal vez todo se reduce a la incertidumbre, a la esclavitud de la libertad, a este asiento, mi asiento de coordenadas inalterables. Aquí no hay elección, como si este trozo de plástico, espuma y ejes metálicos ya hubieran decidido por mí. Su confort... su pretexto me abraza y me siento como un poderoso rey de alguna mitología celta o escandinava. Camino de la playa, calle abajo, a lomos de un caballo desbocado: jinete paralítico apocalíptico".
Barcelona 26/05/2024
Leí hace poco un libro del neurocientífico Rodrigo Quian Quiroga, llamado Borges y la memoria: De Funes el memorioso a la neurona de Jennifer Aniston.. Un ensayo que me resultó árido, no sé si porque me distraje demasiado en algunos pasajes o porque lo es. Lo tengo anotado para releer. Que no se me olvide
De hecho, no hace tanto, incluí a Funes como referencia en un relato, que me hizo ganar la atención de Salakov, amén de algún punto. Siempre responde a las referencias, este hombre.
Te dejo aquí un video por si Quian te despierta alguna idea que puedas desarrollar en tu novela.
Gracias Mugu, tomo nota del ensayo y te dejo este artículo que leí después de la lectura del relato de Funes:
https://accedacris.ulpgc.es/bitstream/10553/15559/1/0234349_00016_0004.pdf
También te dejo el enlace de este otro sobre el relato El Inmortal:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=163219927011
De los libros de cuentos que he leído de Borges, me quedo con El Aleph antes que con Ficciones, que es donde se publicó Funes el memorioso. En El Aleph mis relatos favoritos son: El inmortal, Los teólogos, El zahir, La escritura del dios y El Aleph.
Con el permiso de Eloy:
- TEXTO ORIGINAL POR SI A ALGUIEN LE INTERESA:
- Déjà vu
Mercedes Sandemetrio Funes, Merche para sus familiares, amigos, y compañeros de la oficina del registro civil de Berga, desapareció el jueves 19 de mayo del 2022 en extrañas circunstancias. Se conoce que Mercedes Sandemetrio Funes, en adelante la desaparecida, tenía 35 años la última vez que fue vista.
Josep Tarrés Garriga, propietario de la finca donde ésta vivía de alquiler desde hacía cinco años, y vecino suyo —residía en el piso de abajo, concretamente en el 1ºA de la calle Pío Baroja 15: un edificio de dos plantas y dos viviendas por rellano—, se cruzó con ella cuando ésta entraba en el portal. Él, a sus 72 años —jubilado—, iba a jugar su partida de dómino en el bar Los Maños, ubicado en el número 17 de la misma calle.
«Bon dia, Merche, avui plegues d´hora, ¿eh?», le dijo entre las 11:45 y las 12:30 del miércoles 18 de mayo; a lo que ella contestó: «sí»; según consta en el atestado policial.
A las preguntas de si observó que la desaparecida mostraba algún síntoma o actitud sospechosa, Josep Tarrés Garriga refiere que «no», añadiendo que se trataba de una mujer educada pero con un carácter reservado.
En las declaraciones de dos de sus compañeros de trabajo —que constan también en la investigación llevada a cabo por la Policía judicial de Berga y el cuerpo de Mossos d’Esquadra—, Francisco Meneses García y Albert Puig Vilarrubí, declararon respectivamente que «llevaba unos días con un comportamiento extraño» y «que había llegado tarde en dos ocasiones, algo insólito pues hasta la fecha siempre había sido puntual». Preguntados por si estos hechos sólo se habían producido en los días previos a su desaparición, o si en alguna ocasión precedente habían tenido lugar por parte de la desaparecida, los dos funcionarios del Registro Civil coincidieron al responder negativamente.
Preguntados Ana María Funes Altamira y Luís Sandemetrio Bolaño, residentes en Barcelona, en calidad de denunciantes y padres de la desaparecida, estos refieren que la última vez que hablaron con ella la encontraron muy nerviosa, «como si alguien le obligara a hablar», y que en un momento dado susurró varias veces lo siguiente: «vivir en el pasado viviendo el presente», de tal forma que parecía una suerte de mantra. Dicha conversación tuvo lugar el 12 de mayo, una semana antes de que Mercedes Sandemetrio Funes desapareciera.
A continuación se transcribe de forma íntegra el documento que junto a la denuncia, el atestado policial y el resto de diligencias, conforman el expediente, y que hasta la fecha, dos años después, constituye la única prueba como tal. Fue hallado en el domicilio de la desaparecida durante la inspección ocular llevada a cabo por el agente Ramón Bertomeu Fonollosa 2 días después de la denuncia.
(Descripción piso). Sobre la mesa del comedor junto con un bolígrafo marca bic de tinta azul, había una libreta en espiral de color morado de 21x14 de tamaño de la marca Oxford, abierta por su primera página, se leía la siguiente frase:«vivir en el pasado viviendo el presente cuando el pasado se pierde en el futuro». Con una escritura trémula en algunos pasajes, resuelta y decidida en otros, y en algunos tramos casi ilegible; la tinta azul corría desbocada bajo esta frase a lo largo de las páginas, hasta que el bolígrafo, exangüe, había terminado por secarse entre garabatos de un trazo fino y cada vez más débil.
Esto es lo que peritos calígrafos y grafólogos consiguieron traducir, el último testimonio que Mercedes Sandemetrio Funes dejó antes de su desaparición:
«Mis recuerdos me atrapan y seré engullida... es cuestión de días, horas, minutos… Ya viene, se cierne sobre mí… Escribo desde el AHORA con las pocas fuerzas que me quedan, mientras, impotente, veo cómo estoy….dejando de ser. Escribo para que sepáis que no me fui, que no me he ido. Todo comenzó hará...
Nuxe- Mensajes : 3365
Fecha de inscripción : 08/04/2021
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
AtticusFish escribió:Buenos días a todos. ¡Qué alegría más grande me habéis dado...! Votáis fatal. Muchas gracias a Eloy por la gestión de la ronda, a mis votantes y a Zzzz por el vídeo del quesero de Burkina Faso, vivir para ver.
Estamos en una casa rural en As Restrebas, concejo de Monfero, a Coruña, con cinco vacas por vecinas. Mi móvil data del Ordovícico y, por algún motivo que no alcanzo a entender, no me deja interactuar con el foro (publicar cosas, mandar mensajes...). Tengo el ordenador, pero no lo llevo conmigo la mayor parte del día, obviamente. Iré publicando lo que me mandéis cuando buenamente pueda. El jueves de la semana que viene es el día que regresamos a Isla Cristina, así que podré hacer la gala con normalidad. En breve cuelgo el nuevo hilo.
Enhorabuena a todos los relatos y ¿especialmente? al ganador… me temo que esta plataforma odia profundamente a Android, si será difícil con iPhone, si to móvil usa ese sistema va a ser una odisea… o sea que buena suerte para la gestión de la ronda.
Muchísimas gracias por los puntitos recibidos… y… ejem… por prestarme a Ablanedo… (homenaje, no plagio ni suplantación de identidad, como bien detectó Zzzz).
Saludos a las vacas y mi más profunda envidia (con cariño) a Esmeralda si de verdad está pasando frío…
Airun- Mensajes : 163
Fecha de inscripción : 27/05/2024
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Enhorabuena Atticus, magnífica gala y estupendos shows.
Sigo todo con atraso porque estoy al otro lado del charco con 8 horas menos de franja horaria y desde el móvil.
Voy a rebufo...
Sigo todo con atraso porque estoy al otro lado del charco con 8 horas menos de franja horaria y desde el móvil.
Voy a rebufo...
ariadna_inconnue- Mensajes : 611
Fecha de inscripción : 24/11/2019
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Pues aunque ha pasado muchisimo tiempo, a mi regreso portaventurero no puedo dejar pasar esto sin felicitar a Eloy por su gran retorno a la administración, y a Atticus por la gran victoria.
Y sobre todo para agradeceros a todos, con las temperaturas, vacaciones, y fechas complicadas en general que estamos, que siga esto rodando gracias a vuestras lecturas, votos, relatos, comentarios... y con una buena colección además para acabar la edición de la mejor forma posible...
Me pongo con las cabeceras ya mismo para volver a ponerme al día!
Y sobre todo para agradeceros a todos, con las temperaturas, vacaciones, y fechas complicadas en general que estamos, que siga esto rodando gracias a vuestras lecturas, votos, relatos, comentarios... y con una buena colección además para acabar la edición de la mejor forma posible...
Me pongo con las cabeceras ya mismo para volver a ponerme al día!
Toro- Mensajes : 28423
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Toro escribió:Pues aunque ha pasado muchisimo tiempo, a mi regreso portaventurero no puedo dejar pasar esto sin felicitar a Eloy por su gran retorno a la administración, y a Atticus por la gran victoria.
Y sobre todo para agradeceros a todos, con las temperaturas, vacaciones, y fechas complicadas en general que estamos, que siga esto rodando gracias a vuestras lecturas, votos, relatos, comentarios... y con una buena colección además para acabar la edición de la mejor forma posible...
Me pongo con las cabeceras ya mismo para volver a ponerme al día!
te han hecho pintar el dragon khan o que???
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Sugar Bug escribió:Toro escribió:Pues aunque ha pasado muchisimo tiempo, a mi regreso portaventurero no puedo dejar pasar esto sin felicitar a Eloy por su gran retorno a la administración, y a Atticus por la gran victoria.
Y sobre todo para agradeceros a todos, con las temperaturas, vacaciones, y fechas complicadas en general que estamos, que siga esto rodando gracias a vuestras lecturas, votos, relatos, comentarios... y con una buena colección además para acabar la edición de la mejor forma posible...
Me pongo con las cabeceras ya mismo para volver a ponerme al día!
te han hecho pintar el dragon khan o que???
Siiiiiiiiiiiiiiiiii
Y no he acabado, me han dicho que no es admisible y me toca volver en septiembre
Toro- Mensajes : 28423
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: RONDA 9.47 DEL ASENTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA.
Toro escribió:Sugar Bug escribió:Toro escribió:Pues aunque ha pasado muchisimo tiempo, a mi regreso portaventurero no puedo dejar pasar esto sin felicitar a Eloy por su gran retorno a la administración, y a Atticus por la gran victoria.
Y sobre todo para agradeceros a todos, con las temperaturas, vacaciones, y fechas complicadas en general que estamos, que siga esto rodando gracias a vuestras lecturas, votos, relatos, comentarios... y con una buena colección además para acabar la edición de la mejor forma posible...
Me pongo con las cabeceras ya mismo para volver a ponerme al día!
te han hecho pintar el dragon khan o que???
Siiiiiiiiiiiiiiiiii
Y no he acabado, me han dicho que no es admisible y me toca volver en septiembre
Eduardo Montenegro- Mensajes : 7143
Fecha de inscripción : 11/08/2020
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