Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
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Frusciante- Mensajes : 85085
Fecha de inscripción : 13/04/2012
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Devon Miles escribió:Godofredo escribió:Básicamente lo que dicen koi y apocalipo en sus últimos mensajes.
Que sí, que nadie dice que sea fácil, que es otro mundo y casi universo que no podemos ni imaginar (tengo un compañero ingeniero salvadoreño, que se vino a españa básicamente para huir de la inseguridad) y llegado a ciertos extremos cualquier solución por bestia que parezca parece ser preferible a lo que hay. Pero hay soluciones que llevan dentro un problema igual o mayor que el que pretenden solucionar. Como lo que estamos viendo. Al tiempo.
a tope con Godo cuando adopta tono ponderado e institucional. Y ya si le llaman progre y naif, ni hablemos
En estos tiempos de guerras culturales, polarización y auge de la ultraderecha, si no tenemos claros unos principios básicos, creo que mal vamos. Institucionalizar y normalizar que es preferible que no haya derechos humanos, la humillación por norma, campos de concentración, falta de garantías mínimas y derecho a juicio...no creo que ayude a mejorar nada, porque se está profundizando en el problema. Ejecuciones extraoficiales, torturas, malos tratos, terrorismo de estado y demás violencia institucional, ya se ha probado durante décadas en América Latina y otras partes del mundo, con pésimo resultado, cronificando la situación y perdiendo la noción de lo que es una vida humana.
Si desde la sociedad se normaliza la justicia como venganza y violencia, luego pasan cosas como que un supuesto pirado se siente agraviado y con la necesidad de impartir justicia, como vemos en USA a cada momento, o ejecuciones públicas, latigazos, lapidaciones, amputaciones, en teocracias islamistas. Todo en pos de un bien mayor, hacer justicia.
Si es comprobable que en familias donde hay maltrato sistemático salen más maltratadores que la media, no creo que sea raro pensar que en una sociedad violenta e injusta desde arriba, saldrán más psicópatas y violentos.
Que sí, que yo firmo todo lo que dices, pero no se puede absolutizar nada, ni siquiera unos valores democráticos tan fundamentales como los que comentas. No se puede perder de vista la realidad y el contexto particular, y este es que todo un estado, su legitimidad y su razón de ser, está en jaque por organizaciones criminales en gran expansión y con una gran capilaridad social. Poniendo un símil un poco rudo, está claro que lo mejor es tener hábitos de vida saludables para tener menos posibilidades de contraer un cáncer, pero cuando el cáncer está en un estado avanzado igual las técnicas para contrarrestarlo tienen que ser otras. Por eso, si es una medida de contención y eventual, para mí puede tener sentido. Evidentemente si se va a quedar solo en eso y va a ser el modo de actuación del Estado de manera normalizada sin tener una visión a largo plazo para atajar las jodidisimas causas que lo generan, pues entonces no puedo estar de acuerdo.
morley- Mensajes : 34200
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
La verdad es que lo máximo que sé del Salvador es situarlo en un mapa pero si algo he aprendido de este tipo de autoritarismo es a no creerme las cifras oficiales que dan para justificar sus atrocidades.
Blas- Admin
- Mensajes : 40155
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Pero a ver, cómo va a tener sentido lo de este puto pequeño Nicolas? Estamos jamaos.
Musolinni hizo lo mismo con la mafia y lo vendió igual.Bueno, un poco más de canteo que el método de la civilizada europa pernitía secuestros y asesinatos de mujeres e hijos.Todavía es un mito del fascismo italiano
tipo : Franco creo la seguridad social.
Por lo que he he leido sobre esto, se aplicó una política similar en el comienzo del siglo, las maras se reagruparon en las cárceles y acabaron fortalecidas organizando el cotarro en prisión.
Joer, no podemos caer en estas propagandas de mierda. Solo hay mareros porque son publireportajes del gobierno,leches.
Yo creo que si la única medida promocionada es la represiva, huele a lo que es.
Otro topic que envejecerá fatal.
Musolinni hizo lo mismo con la mafia y lo vendió igual.Bueno, un poco más de canteo que el método de la civilizada europa pernitía secuestros y asesinatos de mujeres e hijos.Todavía es un mito del fascismo italiano
tipo : Franco creo la seguridad social.
Por lo que he he leido sobre esto, se aplicó una política similar en el comienzo del siglo, las maras se reagruparon en las cárceles y acabaron fortalecidas organizando el cotarro en prisión.
Joer, no podemos caer en estas propagandas de mierda. Solo hay mareros porque son publireportajes del gobierno,leches.
Yo creo que si la única medida promocionada es la represiva, huele a lo que es.
Otro topic que envejecerá fatal.
Melifluo- Mensajes : 3168
Fecha de inscripción : 07/08/2019
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Me parece de coña lo que ha hecho. Aún ha sido demasiado humanitario con esa escoria asesina.
BLINK503- Mensajes : 6066
Fecha de inscripción : 08/01/2018
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Ahí estamos. Yo ni lo situo en el mapa.Si aue es verdad que llevo un tiempo leyendo cosas sueltas sobre el tema y sobre todo fsscinado por los videos propagandísticos.Blas escribió:La verdad es que lo máximo que sé del Salvador es situarlo en un mapa pero si algo he aprendido de este tipo de autoritarismo es a no creerme las cifras oficiales que dan para justificar sus atrocidades.
Melifluo- Mensajes : 3168
Fecha de inscripción : 07/08/2019
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Esto va a acabar fatal. Veremos cuando termine si ha sido más exitoso dándole al fascio o atajando la delincuencia.
red_mosquito- Mensajes : 40956
Fecha de inscripción : 28/09/2009
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Darle legitimidad a este tipo de acciones desde un supuesto gobierno legítimo tiene muchos peros, aunque a mi el que mas me llama la atención es donde pones el límite?, los defensores de este tipo de acciones saltándose la ley donde ponen el límite?, porque al final este tipo de actuaciones acaba salpicando a muchos inocentes y entonces donde se pone el límite?.
pinkpanther- Mensajes : 99330
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Hostias, ya ha llegado él justiciero del foro...
Hala, adiós
Hala, adiós
uno cualquiera- Mensajes : 34990
Fecha de inscripción : 14/10/2011
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
lacan escribió:Que fácil es subirse al pedestal de la virtud y la moralidad desde un país civilizado donde has tenido siempre tu seguridad prácticamente garantizada al 100%, a mi no me gusta Bukele el mismo se define en redes como "el dictador más cool del mundo" pero si realmente es sincero en su objetivo de acabar con la violencia no seré yo el que le critique.
Los derechos humanos no se aprobaron ni impulsaron desde países en los que reinaba la barbarie.
Invertir en educación y demás medidas a largo plazo? claro, pero si se te está quemando la casa no te pones a reparar una gotera.
P.D. en Méjico también iría bien algo así.
Tù qué sabes de México?
Intruder- Mensajes : 20809
Fecha de inscripción : 24/08/2016
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Intruder escribió:lacan escribió:Que fácil es subirse al pedestal de la virtud y la moralidad desde un país civilizado donde has tenido siempre tu seguridad prácticamente garantizada al 100%, a mi no me gusta Bukele el mismo se define en redes como "el dictador más cool del mundo" pero si realmente es sincero en su objetivo de acabar con la violencia no seré yo el que le critique.
Los derechos humanos no se aprobaron ni impulsaron desde países en los que reinaba la barbarie.
Invertir en educación y demás medidas a largo plazo? claro, pero si se te está quemando la casa no te pones a reparar una gotera.
P.D. en Méjico también iría bien algo así.
Tù qué sabes de México?
Todo.
lacan- Mensajes : 7357
Fecha de inscripción : 14/06/2014
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
lacan escribió:Intruder escribió:lacan escribió:Que fácil es subirse al pedestal de la virtud y la moralidad desde un país civilizado donde has tenido siempre tu seguridad prácticamente garantizada al 100%, a mi no me gusta Bukele el mismo se define en redes como "el dictador más cool del mundo" pero si realmente es sincero en su objetivo de acabar con la violencia no seré yo el que le critique.
Los derechos humanos no se aprobaron ni impulsaron desde países en los que reinaba la barbarie.
Invertir en educación y demás medidas a largo plazo? claro, pero si se te está quemando la casa no te pones a reparar una gotera.
P.D. en Méjico también iría bien algo así.
Tù qué sabes de México?
Todo.
Ah, bueno, disculpa....es que por la forma de escribir el nombre del pais me había dado la impresión contraria....
Intruder- Mensajes : 20809
Fecha de inscripción : 24/08/2016
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Intruder escribió:lacan escribió:Intruder escribió:lacan escribió:Que fácil es subirse al pedestal de la virtud y la moralidad desde un país civilizado donde has tenido siempre tu seguridad prácticamente garantizada al 100%, a mi no me gusta Bukele el mismo se define en redes como "el dictador más cool del mundo" pero si realmente es sincero en su objetivo de acabar con la violencia no seré yo el que le critique.
Los derechos humanos no se aprobaron ni impulsaron desde países en los que reinaba la barbarie.
Invertir en educación y demás medidas a largo plazo? claro, pero si se te está quemando la casa no te pones a reparar una gotera.
P.D. en Méjico también iría bien algo así.
Tù qué sabes de México?
Todo.
Ah, bueno, disculpa....es que por la forma de escribir el nombre del pais me había dado la impresión contraria....
No pasa nada, la forma oficial es con "x" pero con "j" se acepta, lo que es inaceptable es escribir "tù" con acento abierto.
lacan- Mensajes : 7357
Fecha de inscripción : 14/06/2014
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
lacan escribió:Intruder escribió:lacan escribió:Intruder escribió:lacan escribió:Que fácil es subirse al pedestal de la virtud y la moralidad desde un país civilizado donde has tenido siempre tu seguridad prácticamente garantizada al 100%, a mi no me gusta Bukele el mismo se define en redes como "el dictador más cool del mundo" pero si realmente es sincero en su objetivo de acabar con la violencia no seré yo el que le critique.
Los derechos humanos no se aprobaron ni impulsaron desde países en los que reinaba la barbarie.
Invertir en educación y demás medidas a largo plazo? claro, pero si se te está quemando la casa no te pones a reparar una gotera.
P.D. en Méjico también iría bien algo así.
Tù qué sabes de México?
Todo.
Ah, bueno, disculpa....es que por la forma de escribir el nombre del pais me había dado la impresión contraria....
No pasa nada, la forma oficial es con "x" pero con "j" se acepta, lo que es inaceptable es escribir "tù" con acento abierto.
Es por escribir en el puto móvil....
Intruder- Mensajes : 20809
Fecha de inscripción : 24/08/2016
atila- Mensajes : 30965
Fecha de inscripción : 20/07/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Parecen foreros.
Cantoná- Mensajes : 22505
Fecha de inscripción : 23/10/2017
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Que la gente este a favor o no de la propaganda y del movimiento del señor Bukele los datos son esos.
Inocentes en la cárcel ó inocentes asesinados...
Parece la política del "sutu o muete".
Cantoná- Mensajes : 22505
Fecha de inscripción : 23/10/2017
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
No sé si se ha puesto ya, pero aquí un interesantísimo artículo de El Faro, periódico de investigación salvadoreño, sobre el tema, sus consecuencias desde los distintos puntos de vista (seguridad y retorno a una vida más o menos normal , el reverso de las vulneraciones de derechos fundamentales, etc.) y los temores de la población ante lo que pueda pasar. En lo que respecta a las maras, el artículo es claro: han sido prácticamente desarticuladas.
El Faro, precisamente, ha anunciado su intención de dejar el país e instalarse en Costa Rica a raíz del creciente autoritarismo y acoso del régimen de Bukele.
https://elfaro.net/es/202302/el_salvador/26691/R%C3%A9gimen-de-Bukele-desarticula-a-las-pandillas-en-El-Salvador.htm
Es largo, aviso.
El Faro, precisamente, ha anunciado su intención de dejar el país e instalarse en Costa Rica a raíz del creciente autoritarismo y acoso del régimen de Bukele.
https://elfaro.net/es/202302/el_salvador/26691/R%C3%A9gimen-de-Bukele-desarticula-a-las-pandillas-en-El-Salvador.htm
Es largo, aviso.
loaded- Mensajes : 46000
Fecha de inscripción : 20/04/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
- Spoiler:
- Régimen de Bukele desarticula a las pandillas en El Salvador
Durante las últimas semanas, El Faro ha ido a territorios otrora impenetrables, ha hablado con líderes pandilleros, con víctimas de esos grupos criminales, con policías y representantes de organizaciones no gubernamentales. Todo indica que, luego de diez meses de régimen de excepción, en el que han sido suprimidas garantías constitucionales básicas y se han registrado masivas violaciones a los derechos humanos, el esquema del presidente Nayib Bukele ha conseguido desestructurar a las pandillas en El Salvador, desbaratando su control territorial, su principal vía de financiamiento y su estructura interna.
Ni la Mara Salvatrucha-13, ni las dos facciones del Barrio 18 -Sureños y Revolucionarios-, ni otras pandillas menores, como la Mao-Mao, La Mirada Locos o CODEMAR, operan más en las calles de El Salvador de la forma en que lo hicieron por décadas. Tras diez meses de régimen de excepción, en el que han sido suprimidas garantías constitucionales, el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha desestructurado a las pandillas de El Salvador, socavando su control territorial, su principal vía de financiamiento y su estructura jerárquica. El Faro habló con un veterano líder pandillero, ahora en huida fuera del país; visitó 14 comunidades que solían vivir bajo control pandillero en las zonas occidental, central y oriental del territorio; recorrió el Centro capitalino, circulando por las fronteras criminales controladas durante décadas por pandillas; habló con empresarios de distintos niveles sometidos por años al pago de extorsión; con policías, oenegés y políticos de oposición. La conclusión es contundente: las pandillas ya no existen de la manera en que El Salvador las ha padecido.
Un veterano líder pandillero, que escaló hasta los niveles más altos de su estructura criminal, habló con El Faro a condición de que no se revelara su nombre, su pandilla o el país en que vive. Esta persona fue parte de los influyentes círculos que tuvieron conocimiento de las negociaciones que estas organizaciones llevaron a cabo con distintos gobiernos desde 2012 hasta la actual administración.
Ante la pregunta directa: “¿El Gobierno de Bukele destruyó a las pandillas?”, respondió: “Sí, desbarató a las pandillas como las conocías. Si lo que decís es que ya no están cipotes teniendo presencia en los lugares, es cierto. Ya no están. Si lo querés ver de esa manera, así es, desbarató a las pandillas”.
Esta fuente explicó que las estructuras en los territorios se quedaron desconectadas durante esta administración de las cúpulas que las lideraban desde las cárceles. Según él, a diferencia de 2015, cuando el gobierno efemelenista del presidente Salvador Sánchez Cerén lanzó una embestida militar y policial contra las pandillas, en el actual escenario estas organizaciones criminales no contaron con directrices que les permitieran responder y enfrentar el embate del Estado. Según este pandillero, la generalidad de los “soldados” en la calle considera desde hace ya algún tiempo que sus líderes “los vendieron”.
“Es real. Estas estructuras no tienen gerencia. Supuestamente las ranflas (liderazgos nacionales encarcelados en su mayoría) buscaban el bienestar de sus soldados. Ahora no. Nosotros llegamos a la conclusión que no era así, que las ranflas no estaban buscando el bienestar de sus soldados”, asegura y agrega que la concentración de poder en los mandos históricos de las tres principales pandillas jugó en contra de esas estructuras. Tras diez años de negociaciones con gobiernos nacionales, los pandilleros libres dejaron de confiar en sus líderes presos, según la fuente.
“Las ranflas no quisieron dejar a sustitutos, no quisieron. No sé por qué, tal vez con la idea esa de que no querían darle a otro algo que era suyo. La cosa es que no lo hicieron. Estos locos negociaron su propia conveniencia. ¿Qué negociaron (con el Gobierno de Bukele)? No lo sé”, dijo.
Según su lógica, la administración actual consiguió aislar a las cúpulas del resto de la organización, lo que le permitió enfrentarse a estructuras fragmentadas, a cargo de mandos medios sin directrices y sin capacidad de tomar decisiones a nivel nacional.
“El cobro de la renta (extorsión) ya valió madres, habrá todavía quien pague por el mero miedo, como al diablo, al que le tenés miedo de que te castigue, pero nunca lo ves”, agregó. Sin embargo, asegura que todavía quedan pequeñas células pandilleras o individuos que podrían actuar por su cuenta, aunque acepta que en el territorio que él solía controlar quedan apenas “un par de cipotes que andan escondidos y que eran de los más bajos. Mis perros están fuera de ahí. No están ahí”, aseguró.
Ante la falta de una estructura jerárquica a la que responder, él se pregunta sobre sí mismo: “¿Yo soy un delincuente más o soy un pandillero?”. Al terminar la conversación preguntamos si su solicitud de anonimato respondía al temor de que su pandilla actúe en su contra. Su respuesta fue a tono con su discurso “¡N’ombre, si de eso ya no hay, me da miedo que el Gobierno se ponga a buscarme”.
Las pandillas llegaron a El Salvador deportadas desde California a finales de los 80, nutridas por personas que habían huido de la Guerra Civil salvadoreña (1980-1992). Durante la posguerra, poco a poco, esas estructuras prosperaron en este país centroamericano sin estar en el centro de la política de seguridad del Estado. En 2003, durante la administración del arenero Francisco Flores (1999-204), se lanzó el Plan Mano Dura, que ubicó a esos grupos criminales en primer plano. Desde entonces, las pandillas crecieron, al igual que los índices de homicidios del país, que llegaron a su punto más alto cuando en 2015 hubo 103 homicidios por cada 100,000 salvadoreños. Al menos desde 2012, bajo el primer gobierno del FMLN, las pandillas pactaron con los políticos un intercambio: la reducción de homicidios por beneficios carcelarios que les permitieron tomar el control de sus estructuras en las calles. Las negociaciones se dilapidaron paulatinamente por cálculos políticos y las pandillas nunca dejaron de crecer, hasta alcanzar el número de 70,000 miembros activos en un país de 6.5 millones de habitantes. Bukele negoció con las pandillas por primera vez cuando era alcalde de la capital (2015-2018), bajo la bandera del FMLN.
El poder de las pandillas creció durante décadas, extendiéndose a casi todo el territorio salvadoreño, echando raíces en comunidades empobrecidas. Estas estructuras sometieron a miles de comunidades, mediante la fuerza y el terror, a vivir bajo el arbitrio de sus normas, que sintetizaron bajo el lema “ver, oír y callar”. Desobedecer las exigencias de dinero, o violar las draconianas normas de convivencia que imponían solía pagarse con la vida. Además, los habitantes de los territorios bajo control pandillero solían ser víctimas colaterales de la guerra que libraban entre sí. Uno de los más infames ejemplos de su poder ocurrió en junio de 2010, cuando la facción Revolucionarios del Barrio 18 quemó vivas a 17 personas que se conducían en un microbús del transporte público, sólo por el hecho de que esas personas habitaban una comunidad controlada por la Mara Salvatrucha-13.
Durante esta investigación, este periódico constató la ausencia de estos criminales en comunidades donde su poder era férreo y conversó con habitantes, maestros de escuela y directivos comunales que confirman que el control de esas organizaciones ha desaparecido.
Los habitantes de estas comunidades aseguraron a El Faro que el inmenso poder que las pandillas acumularon durante décadas se desvaneció paulatinamente desde el inicio del régimen de excepción en marzo de 2022. La manifestación de ello, aseguran, es palpable: la suspensión de las extorsiones y otros “impuestos” que estas estructuras exigían, como el pago por el derecho a parqueo, venta de inmuebles o adquisición de contratos de televisión por cable.
Algunas personas dijeron que el servicio a domicilio de algunos restaurantes ya está disponible para sus comunidades, así como el servicio de taxis o de aplicaciones de transporte, como Uber, algo impensable durante los últimos años.
Las fronteras que dividían a los territorios controlados por pandillas rivales se desvanecen. Por ejemplo: unas mujeres de Villa de Jesús, en el municipio de Soyapango, relataron cómo se reencontraron con el lago de Ilopango, luego de casi una década sin poder visitarlo, porque la pandilla que controlaba el acceso al lago -la MS-13- amenazaba de muerte a cualquiera que, como ellas, viviera en un lugar controlado por otra pandilla, como en su caso ocurría con la facción Sureños del Barrio 18.
Comunidades divididas durante años por fronteras invisibles comienzan a organizarse para recuperar espacios comunes, canchas o parques, que durante décadas hicieron las veces de marcas fronterizas. Un ejemplo de ello es la colonia Las Cañas, en el municipio de Ilopango: las directivas de ambos lados de la comunidad que eran controladas por pandillas contrarias se juntaron y organizaron un partido de fútbol con jóvenes de ambos lados, como el inicio de un proceso de unificación de la colonia.
Empresarios y pequeños comerciantes que durante años han pagado renta a las pandillas se han librado del yugo de las extorsiones en el último trimestre. El dueño de un restaurante capitalino que pagaba a la facción Revolucionaria del Barrio 18 dejó de pagar la renta desde noviembre de 2022. El dueño de una peluquería en el Centro de San Salvador dejó de tributar a los Centrales Locos Salvatruchos, un programa de la MS-13, desde diciembre pasado. La historia del no pago de la extorsión se repite con el conductor de un camión de una de las principales distribuidoras de productos del país y con un vendedor rutero que cada semana visita negocios de San Marcos, Olocuilta y Santiago Texacuangos, municipios con colonias controladas por pandillas. Las principales gremiales empresariales del país no tienen estadísticas sobre las extorsiones en los últimos meses, pero sus agremiados les reportan que algo está cambiando. “Socios que realizan distribución masiva nos han comentado que han logrado brindar cobertura en colonias y sectores a los que antes no podían ingresar”, respondió la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL).
Incluso personajes públicos que han sido críticos con el régimen de excepción admiten que este acabó con las pandillas. Marvin Reyes fue policía por 20 años, y luego fundador y dirigente del Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP) durante los últimos siete años. Su trabajo, en buena medida, es proteger a policías de abusos de la institución. “Las pandillas, así como las conocíamos, como estructura nacional, ya no existen. Han quedado como un vestigio”, dice. La voz de Reyes es valiosa porque se nutre de reportes de cientos de policías y expolicías agremiados en el MTP y repartidos en todo el país. “ (Las pandillas) se han quedado con un control difuso en algunas partes, apenas unos tentáculos anclados en ciertos puntos”, agrega. Reyes pone como ejemplo el municipio de Santa Tecla, que padeció durante años el control del programa Libertad de la MS-13. “Aún ahí se hacen pasar por repartidores de comida para recoger la extorsión en algunos puntos”, explica.
El dirigente de cientos de policías agremiados asegura que esta situación cambiará por completo las dinámicas estatales y criminales. Para explicar lo primero recuerda que el 23 de diciembre del año pasado fueron despedidos 300 agentes supernumerarios, todos de la Unidad de Protección de Víctimas y Testigos de la Policía. “Desmantelaron la unidad, porque con el régimen que condena a todo mundo ya no necesitan a los testigos como antes”, explica. Reyes reconoce un hecho: “Por el régimen, la gente ha perdido el miedo a denunciar pandilleros”. Sobre las pandillas, es puntual: “se van a convertir en pequeñas mafias”. Sobre Bukele, también lo es: “Con esto se va a poder reelegir hasta que él quiera”.
Un agente policial, miembro del movimiento que dirige Reyes y destacado en Soyapango, respalda lo dicho por su dirigente: “Es cierto, uno ahora ya puede caminar con más tranquilidad porque ya no ve pandilleros en todas las esquinas, pero todavía quedan”. Como ejemplo, mencionó la existencia de una panadería y un bar que son regentados por pandilleros, “pero pandilleros que no tienen tatuajes ni antecedentes”, matizó. “No los capturan porque los jefes se echan la pelota entre ellos de quién tiene la responsabilidad de irlos a traer”, aseguró.
El régimen de excepción fue aprobado por La Asamblea Legislativa, a petición del presidente Bukele, a finales de marzo de 2022, como respuesta a la masacre cometida por la MS-13 ese mismo mes, en el que 87 personas fueron asesinadas. Esta masacre marcó el final del pacto que Bukele mantenía en secreto con las pandillas desde el inicio de la actual administración y que incluyó incluso sacar de prisión a, al menos, un líder histórico de la MS-13 con condena pendiente en El Salvador y petición de extradición por parte de Estados Unidos.
El régimen de excepción implica la pérdida de garantías constitucionales de los ciudadanos: la policía puede detener a cualquier ciudadano sin necesidad de una orden judicial o siquiera de informar las razones de la detención. Además, el plazo de detención provisional ha sido ampliado de 72 horas a 15 días, sin derecho a la defensa. Las comunicaciones también pueden ser intervenidas sin necesidad de una orden judicial. El Régimen de Excepción y sus posteriores diez prórrogas mensuales han sido aprobados por la mayoría oficialista en el Congreso. Durante este periodo han sido capturadas 63,000 personas, según declaraciones gubernamentales, hasta enero de 2023.
Varias organizaciones de Derechos Humanos, como Human Rights Watch o Cristosal, han documentado cientos de detenciones arbitrarias, torturas e incluso muertes violentas mientras las personas estaban bajo custodia del Estado. En diciembre de 2022, estas organizaciones presentaron un informe conjunto que titularon “‘Podemos detener a quien queramos’: Violaciones generalizadas de derechos humanos durante el ‘régimen de excepción’ en El Salvador”. En julio de 2022 -cuatro meses después de aprobado el primer régimen de excepción- las denuncias de habeas corpus habían roto récords históricos, con números que no se registraban desde el fin de la Guerra Civil: desde 1995, la Corte Suprema de Justicia recibía un promedio de 457 amparos al año, pero en esos cuatro meses se acumularon 1,090 recursos por abusos de autoridad y atropellos cometidos por policías y militares.
Todo lo relacionado con el régimen de excepción está cubierto por un manto de opacidad: no existe manera de verificar siquiera el número oficial de detenidos y la única fuente oficial de estas cifras son los tuits de funcionarios públicos. Datos básicos de las detenciones, como edades, lugar de capturas, delitos imputados o pandilla con la que se vincula al detenido, están reservados. Todos los juicios relacionados al régimen han sido declarados bajo reserva total. Sin embargo, este periódico obtuvo los expedientes de 690 detenidos que reflejan la absoluta arbitrariedad en muchas capturas, donde los agentes ponderan la apariencia o proceden bajo criterios tan subjetivos como el “nerviosismo” de la persona detenida.
Pese a las múltiples denuncias por violaciones de derechos humanos, el régimen de excepción goza de la aprobación de alrededor del 80% de los salvadoreños , según distintas encuestas.
Paseo por las ciudades prohibidas
“En esta cancha de fútbol sólo pandilleros estaban”, dijo un habitante de la urbanización Las Margaritas, en el municipio de Soyapango, señalando un campo ubicado en la quinta etapa de ese lugar, en el que varios jóvenes jugaban un acalorado partido esa tarde de enero de 2023.
A pesar de que las personas entrevistadas reconocieron la ausencia de pandilleros en sus barrios, algunos pidieron anonimato para hablar, por temor a que esto solo sea una circunstancia pasajera. Aunque la mayoría de las fuentes decidió identificarse con su nombre y apellido, este periódico optó, cuidando la seguridad de sus fuentes, por identificarlos sólo con su nombre de pila.
Las Margaritas fue durante años un sólido bastión de la MS-13. La cancha que señaló el vecino colinda con otra comunidad en la que ejercía su poder la facción Sureños del Barrio 18 y solía ser un sitio donde las balaceras eran recurrentes.
“Aquí la pandilla te cobraba 20 dólares por cada vehículo y, si no pagabas, te lo robaban; si iba a venir un familiar a visitarte, tenías que pedirle permiso a los bichos y, si tenías un negocio que medio iba sacando la cabeza, tenías que pagarles. Ahora ya no queda ninguno aquí”, dijo.
l Faro visitó este enero algunas de las más emblemáticas colonias del departamento de San Salvador que estuvieron sometidas durante años a un férreo control de las pandillas, como Las Margaritas o Villa de Jesús, también en Soyapango, donde ejercía su poder la facción Sureños del Barrio 18; o Las Palmas, en el municipio de San Salvador, que era controlada por la facción Revolucionarios.
Los habitantes de esas comunidades recordaron relatos violentos donde las estructuras criminales controlaban de forma cruel e inapelable, lo que incluía todo tipo de demandas de dinero por las más cotidianas acciones. Una mujer, miembro de la directiva de Las Palmas, contó que, tras la muerte de su madre, ella y su hermana vendieron a 12,000 dólares la vieja casa familiar que está dentro de la comunidad y se repartieron a partes iguales. Cuando la pandilla se dio cuenta de que habían vendido sin tributarle, la despojaron de su mitad del dinero. “Yo les tuve que dar todo, no disfruté de la herencia de mi madre”, dijo.
La misma mujer relató cómo los vecinos escucharon en silencio las torturas que padeció un joven al que la pandilla exigía revelar el paradero de su padre. “Aquí había que ver, oír y callar”.
Durante la visita de este periódico a esa comunidad, los miembros de la junta directiva se animaron a hacer algo que hace un año era impensable: hablaron abiertamente con periodistas sobre los atropellos de la pandilla, en plena calle y a la luz del día. “Antes le hubiéramos respondido que no sabíamos nada y que no queríamos hablar”, dijo Víctor, presidente de la directiva vecinal.
Los directivos guiaron un recorrido por lo que llaman “la ciudad prohibida”, un sector de la colonia donde los pandilleros tenían una de sus casas destroyer, una especie de casa común que utilizaban para reunirse y torturar víctimas. Aquel lugar está hoy deshabitado y sobre un viejo sofá descansaba una maleta de ropa abandonada.
El Reparto Las Cañas, en el municipio de Ilopango, es una colonia dividida en dos: la parte de arriba era controlada por la MS-13 y la parte de abajo por el Barrio 18. La división era tan radical que la escuela (ubicada en la parte de arriba) tuvo que cerrar algunos cursos, por falta de asistencia de alumnos; y los profesores alquilaron una casa en la parte de abajo para poder dar clases a los niños que no podían subir a la escuela.
El último domingo de enero de 2023, la comunidad organizó un insólito partido de fútbol con jugadores de las dos mitades de la colonia. Pese a vivir en el mismo sitio, los jugadores de uno y otro equipo no se conocían entre sí, y los de la parte de abajo no habían pisado la cancha de arriba. “Hace cinco años cerramos la escuelita de fútbol porque los bichos se subían a esa lomita a dispararnos y los niños ya sabían que al oír un disparo se tenían que tirar al suelo, hasta que los padres ya no los dejaron venir a entrenar”, contó don Francisco, quien solía ser el entrenador de aquellos niños.
Escenarios similares relataron los vecinos de las colonias San Julián, La Playa y Las Atarrayas, en el municipio de Acajutla, en el occidental departamento de Sonsonate. “¡N’ombre!, aquí usted no hubiera podido llegar, allá lo hubieran parado los cipotes”, dijo Ana, dueña de una tienda en la colonia San Julián, señalando un poste eléctrico a dos cuadras de su casa. A partir de ese punto, toda persona que quisiera ingresar debía contar con la aprobación de los pandilleros. Todo el municipio estaba controlado por la MS-13, y sus pobladores relatan escenarios de atropellos similares a los narrados por los vecinos de las colonias de San Salvador.
“Se siente una gran tranquilidad, pero nosotros pensamos que, si dejan salir a esa gente (de las cárceles), aquí va a correr la sangre”, dijo una señora, dueña de un pequeño restaurante a orillas de la playa, que aseguró que todos los pandilleros de su sector fueron capturados o huyeron, pero que teme que la situación pueda revertirse.
En Nahuizalco, siempre en el departamento de Sonsonate, convergían las tres principales pandillas y el parque central era un potencial campo de batalla. Sentado en medio de ese parque, un hombre narró cómo el funeral de un pariente terminó en tragedia: el cementerio está ubicado en una zona que era controlada por la MS-13. Debido a que él y su familia vivían en una zona controlada por pandillas rivales, recibieron una lluvia de plomo en medio del sepelio. Su hermano terminó con un pulmón perforado y un niño perdió un ojo. Ahora dice haber notado la llegada de turistas al parque en el que hablamos.
En el oriental departamento de San Miguel, al otro extremo de El Salvador, se encuentran las colonias La Presita y la Panamericana, otrora controladas por La Mirada Locos y la MS-13. Al final de la colonia La Presita hay un predio que colinda con un barranco, que sirve de cuenca para el río Grande. Ese predio solía ser un basurero, en cuyas márgenes se reunía la pandilla cada noche. Don Requeno era vecino de aquel basurero. “Aquí, de noche, todo mundo se encerraba en su casa y nadie quería enterarse de nada”, dijo. Don Requeno, ante la ausencia de pandilleros, juntó a un grupo de 40 ancianos como él. Se organizaron en cuadrillas para limpiar el basurero durante estos últimos meses, cada martes y domingo. Don Requeno y sus aliados están pensando en hacer un parque para los niños de la comunidad.
El mismo alivio se respira en la colonia Panamericana, donde fue fundado uno de los programas más fuertes de la MS-13: Sailors Locos Salvatrucha. Los habitantes de esa colonia aseguran que la pandilla ha desaparecido. Un albañil contó que abandonó trabajos con salarios que él consideraba jugosos porque implicaban ir a lugares controlados por pandillas contrarias. “El mayor cambio es que hoy se puede trabajar en todas partes”, dijo.
En el departamento de Santa Ana, en las cercanías del estadio Óscar Alberto Quiteño, está la comunidad Emmanuel, que durante años estuvo bajo control de la MS-13. Por vivir en esa comunidad, 480 familias no podían visitar lugares aledaños controlados por otras pandillas. “Estamos contentos porque podemos salir a donde quiera. Por la inseguridad nosotros no podíamos ir a El Congo ni al Bordo de La Laguna. Ahora ya podemos visitarlos, teníamos años de no poder visitarlos”, dijo Margarita. A la comunidad ahora entran vendedores. “Antes no podían entrar, porque tenían que colaborarles a ellos (pandilleros). Ahora cualquiera entra”, comenta Herminia, una comerciante.
El Faro también visitó la colonia 10 de Octubre, la colonia Santa María y El Cenizal, en el municipio de San Marcos, lugares que estuvieron bajo el control de la MS-13. “Aquí está calmado, te podés meter a los polígonos y no te va pasar nada porque a los chamacos que molestaban aquí al inicio del régimen se los llevaron”, dijo Antonio. En la Santa María, una colonia de pasajes estrechos, algunos polvosos, tampoco hay presencia de pandilleros. “El año pasado aquí nos pusieron (robaron) una vez”, contó un vendedor de productos varios en San Marcos. “Ahora está tranquilo, no te abatás”, dijo tras estacionarse bajo la sombra de un almendro y bajar para ofrecer sus productos.
En la mayoría de comunidades visitadas surgieron quejas de detenciones y abusos de militares y policías a personas que no tenían vínculo con pandillas. Un muchacho, habitante de la comunidad Villa de Jesús, en Soyapango, contó su experiencia: “Yo venía llegando de trabajar y un soldado me dijo: ´parate ahí pues hijueputa’, me dio una gran patada y se fue. ¿Y eso qué es?”.
El Centro capitalino: se desmonta el laberinto
Al menos hasta 2015, la Alcaldía capitalina registraba en el Centro unos 40,000 vendedores, entre formales e informales, y alrededor de 1 millón 200 mil personas que transitaban a diario esas 250 cuadras entre 5:30 de la mañana y 7 de la noche. Esos vendedores caminaban por pedazos del Centro, por aquellos que no fueran gobernados por una pandilla diferente. Las divisiones eran tajantes: una calle dividía el área sometida por una pandilla de la otra: Vendedores de comida que no podían vender un plato diez metros más allá de donde preparaban el almuerzo. El exalcalde arenero de la capital, Norman Quijano (2009-2015), reconoció que tuvo que cancelar visitas a comunidades del Centro, suspender proyectos de mercados e incluso la recolección de la basura cuando recibió información de que alguna pandilla estaba molesta.
“Yo tenía años de no caminar por la tercera (calle Oriente). Todavía ella me regaña cuando sabe que me he ido por ahí”, dijo este 23 de enero un vendedor de la zona del mercado Tinetti, en las profundidades del Centro de San Salvador, mientras señalaba a su pareja. Cuando se le preguntó por qué, respondió con entonación de obviedad: “Porque esa era zona de los Centrales Locos que vienen de la San Judas y de Valle Verde. Me pelaban si me veían pasar”.
El vendedor y su mujer han vendido desde hace décadas en la zona controlada por una de las más grandes canchas de la pandilla Barrio 18 Revolucionarios, Raza Parque Libertad, que delinquían desde el corazón del Centro, en los alrededores de la plaza Libertad, hasta la periferia en la Tiendona. Ni el vendedor ni su mujer han sido nunca pandilleros, pero el hecho de comerciar y vivir en esa área les ha puesto en la mira de la MS-13 desde inicios de este siglo.
Lo anterior no era la excepción, sino la norma del Centro. Esta zona ha sido por décadas un laberinto controlado por un programa de la MS-13, Centrales Locos, una cancha del Barrio 18 Revolucionarios, y el influjo de un barrio controlado por la 18 Sureños en la periferia: el barrio Lourdes.
Al preguntar a ambos si esa división se acabó, respondieron que no del todo. “Siguen algunos ahí”, dijo él. Señaló en una dirección: “Dos cuadras allá están vendiendo droga a toda hora. Son ellos, que pasan en moto. $6 el toque de cocaína; $5, el de marihuana, todo el día. Los líderes se han ido a Estados Unidos, México, Guatemala o el régimen se los llevó, pero aún quedan unos ocho cipotes de la zona del Tinetti, entre 11 y 22 años, todos armados, que reportan a esos líderes por teléfono y mueven la droga. Aún hay ojos que vigilan”.
Cinco cuadras más arriba, justo en la frontera entre la MS-13 y los revolucionarios, alrededor del Teatro Nacional, otro vendedor aceptó hablar: “Se han llevado a todos de las dos pandillas. Aquí, que yo te pueda decir, solo queda vendiendo la mujer de uno de los líderes. Por lo demás, ni parientes. Venían (soldados y policías) con listas en mano, a agarrar directo a la gente. Pues sí, si todos sabemos quiénes son”.
El Centro es claro ejemplo del reto que implica reconstruir la confianza ciudadana tras años de sometimiento criminal. Los tres vendedores mencionados arriba aceptaron hablar solo bajo anonimato. Cinco vendedores más que fueron consultados y un policía que patrullaba el Centro prefirieron no mencionar el tema.
“Es que yo creo que tarde o temprano van a salir (los pandilleros), y nosotros vamos a pagar el pato. Ellos van a decir: ‘ustedes nos denunciaron y aquello va a ser una matazón’”, dijo el vendedor de la zona del mercado Tinetti.
“Desde noviembre no pago renta”
“En octubre pagué renta, pero a principios de noviembre aquí en la zona anduvieron unos detectives entrevistando a gerentes y dueños de varios negocios. Me preguntaron si pagaba renta y les dije que sí. Ellos querían saber a quiénes les pagaba, pero les dije que no sabía porque es la verdad. Yo no sé quién se queda con esa plata. Después de que los detectives anduvieron aquí en la zona, los muchachos ya no vinieron ni me han llamado para exigir la cuota. En noviembre ya no pagué la renta”, contó este enero el dueño de un restaurante capitalino.
Él pagaba 275 dólares mensuales desde 2015, cuando abrió su negocio en una zona controlada por la facción Revolucionaria del Barrio 18. “Me llamaban el 20 de cada mes y yo tenía un empleado de confianza que se encargaba de los pagos, pero ni en diciembre ni en enero llamaron. Lo que no te podría decir es si esto es definitivo o temporal”, dijo este agremiado en la Asociación de Restaurantes de El Salvador (ARES), quien también pidió anonimato.
El Faro entrevistó además al dueño de una peluquería en el Centro Histórico de San Salvador, a un empleado de una de las grandes distribuidoras de productos en el Área Metropolitana, a un vendedor rutero, un empresario con distribución nacional y al director ejecutivo de una gremial de transporte público. Cuatro de ellos pidieron anonimato. Los primeros tres dijeron que han dejado de pagar extorsión en distintas fechas del último trimestre, mientras que el transportista matizó de forma escueta que “han disminuido bastante”. El empresario dijo que aún paga en zonas del interior.
“Por ponerle un ejemplo: la ruta 29 pagaba 12,000 dólares mensuales por 100 buses; la ruta 41A pagaba 3,000 mensuales, pero solo eran 30 buses. Le podría decir que las extorsiones se han reducido a un 95 %. Aquí, en el Área Metropolitana, ha sido más golpeado. Hoy, si yo tengo problemas en Las Margaritas, denuncio y el Gobierno se toma Las Margaritas y los zarandean. Los pandilleros ya no se atreven a llamarlo a uno”, dijo Juan Pablo Álvarez, el director de Rutas Unidas Salvadoreñas, gremial que tiene cinco mil unidades de transporte público a nivel nacional.
Los transportistas pagaban 34 millones de dólares al año a los extorsionistas, según un estudio que realizó la Mesa Nacional de Transporte en 2015. Cuando los empresarios se negaban a pagar, sus empleados sufrían las consecuencias. En el año en que realizaron el estudio, 95 trabajadores del sector transporte fueron asesinados.
Según Álvarez, el régimen de excepción ha logrado una reducción de las extorsiones en la capital, pero el problema no ha desaparecido en zonas rurales: “Entre Armenia y San Juan Opico hay problemitas. En oriente, Usulután; la zona de Jiquilisco y La Unión cabecera departamental, la gente todavía se resiente. Aquí, en el límite entre Sonsonate y La Libertad, por donde están haciendo el paso a desnivel, todavía hay problemas, hay sujetos que salen con armas. En los departamentos, la reducción de las extorsiones ha sido de un 70 %”.
El Faro también consultó con uno de los grandes empresarios que distribuye alimentos a nivel nacional. “Nunca hemos dejado de pagar, nuestras empresas están en los 262 municipios y la baja solo ha sido en la parte céntrica de la capital y Santa Tecla. En la capital y lugares de interés del Gobierno ha mejorado la situación; en lo demás, todo sigue igual”. El empresario dijo que hay lugares donde las pandillas han sido golpeadas, pero a nivel nacional aún quedan grupos. “Claro que hay pandilleros”, respondió.
La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL) dijo que no tiene cifras sobre la reducción o aumento de las extorsiones: “Hemos recibido comentarios de socios de diferentes puntos del país que nos indican mejoras en el tema de seguridad. Este no puede ser un dato concluyente, ya que no hay un sondeo formal”. La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) respondió que no tiene cifras, pero que en sus planes está hacer un estudio sobre el impacto del régimen en las actividades económicas de sus agremiados.
El último estudio oficial que intentó medir el impacto de la violencia de las pandillas en la economía data de hace siete años. En 2016, el Banco Central de Reserva (BCR) estimó que la violencia de las pandillas costaba a El Salvador 4,000 millones de dólares. Ese año, El Faro y The New York Times hicieron una investigación conjunta, basada en escuchas telefónicas de líderes pandilleros, que determinó que los ingresos anuales de la MS-13 rondaban los $31.2 millones, principalmente de extorsiones.
El dueño de una peluquería en el Centro Histórico de San Salvador contó que abrió su negocio hace 14 años y desde entonces pagaba 20 dólares semanales al programa Centrales Locos Salvatrucha. “Desde que comenzó el Régimen (de Excepción) se han llevado a un vergo de mara: vendedores, bulteros que vos los veías bien tranquilos y hasta vigilantes. En diciembre ya no pagué ni me vinieron a pedir aguinaldo”. La entrevista con el peluquero se realizó el 18 de enero y en lo que iba de ese mes la pandilla tampoco le había cobrado la cuota acostumbrada.
El 27 de enero de 2023, El Faro acompañó al vendedor de una empresa distribuidora de productos en una ruta que incluye colonias históricamente controladas por las pandillas. El vendedor comenzó su recorrido en la colonia 10 de Octubre de San Marcos, un territorio controlado durante años por la MS-13. Eran las siete y media de la mañana. En la entrada principal de la colonia estaban siete camiones y un microbús blanco que se alistaban para el recorrido: Coca Cola, Gas Tomsa, agua Cristal, otro de jugos, otro de golosinas, otro de productos varios. “Hoy ya logran entrar. Hace tres o cuatro años aquí no podías llegar, solo las empresas que pagaban extorsión podían mandar vendedores”.
Lo que el vendedor dice coincide con algunos reportes que CAMARASAL ha recibido de sus socios: “Tenemos comentarios de empresas socias que indican que sí se ha recuperado el acceso a ciertos puntos que eran delicados en cuanto a seguridad. Socios que realizan distribución masiva nos han comentado que han logrado brindar cobertura en colonias y sectores a los que antes no podían ingresar. Situación similar reportan las empresas que se dedican al delivery de alimentos”.
El 21 de enero pasado, Pizza Hut envió a sus repartidores a Las Campaneras, Las Margaritas y Cucumacayán, en Soyapango, para anunciar el inicio del servicio de comida rápida. El Faro preguntó a la empresa si esa decisión era por los resultados del Régimen de Excepción, pero respondieron con un escueto comunicado: “estamos evaluando constantemente las oportunidades de ampliar nuestras zonas de cobertura para llegar a más familias”.
Las dudas que se abren
Voces críticas con el Gobierno de Bukele admiten, con matices, que los resultados del régimen son tangibles entre la población y sitúan la discusión en el futuro: ¿En qué mutarán estas organizaciones? ¿Qué tan sostenible en el tiempo son los logros de una política de represión?
Zaira Navas, exinspectora general de la Policía y ahora coordinadora de la oenegé Cristosal en el análisis del régimen de excepción, plantea una pregunta: “¿Dónde están (los pandilleros)? Esa es la pregunta que tengo yo”. La respuesta oficial del Gobierno es que los pandilleros que quedan libres están ocultos o han huido del país. Navas insiste: “Las investigaciones que tenemos en curso nos hacen tener una percepción preliminar de que el porcentaje de pandilleros capturados durante el régimen no llega ni al 30 %, y que el resto, la mayoría, son civiles. Las personas que han estado dentro de las cárceles y han conseguido salir no alcanzan ni el 30 %. ¿En este momento no sería la mejor propaganda gubernamental presentarnos a los miembros de las ranflas nacionales? No están haciendo eso”.
La representante de Cristosal se reserva el derecho de dudar si el país está frente a la erradicación de las pandillas o a otra mutación de estas estructuras.
Verónica Reyna, directora de Derechos Humanos del Servicio Social Pasionista, institución que desde hace años tiene presencia en sectores afectados por las pandillas, no duda de los efectos del régimen: “Sí, creo que las pandillas están desarticuladas y debilitadas en su accionar”. Sin embargo, expresa preocupación por la degradación de los derechos humanos y del estado de derecho que han aparejado esa medida: “La pregunta obvia, luego de encerrar a los pandilleros, ¿qué se hará con toda esa gente detenida? ¿Se esperará a que vayan muriendo en encierro y ya?”.
Representantes de los principales partidos de oposición -FMLN y ARENA- coinciden en dudar de la sostenibilidad de los efectos del régimen de excepción. El jefe de fracción del partido de derecha, ARENA, René Portillo Cuadra, concede al Gobierno haber dado un golpe rotundo a las pandillas: “La percepción que ustedes recogieron es la de todos, que se puede circular por comunidades que fueron controladas por las pandillas y que se percibe tranquilidad en los lugares públicos. Es notorio y evidente, e independientemente de si estamos de acuerdo con la visión del presidente, eso es inobjetable. Las pandillas parecen estar desmanteladas”. Portillo Cuadra centra sus preocupaciones en el costo de ese logro: “La pregunta es a qué precio. Ahí viene uno de los efectos del régimen, que es tan importante como la tranquilidad de los salvadoreños: hay un desmantelamiento del estado de derecho, de la presunción de inocencia, del derecho a la legítima defensa y la independencia de poderes. Se desmanteló que las personas pudieran someterse a un juicio justo. Ahora las instituciones que investigan y sancionan delitos no están a la orden de la Constitución y la ley, sino a la orden de una sola persona”.
La diputada Anabel Belloso, del izquierdista FMLN, cree que “es muy prematuro, dado el nivel de desarrollo que había alcanzado este problema a lo largo de los años, que ya demos por hecho que eso se acabó”, dice. Sin embargo, reconoce que la población se siente más segura luego de diez meses del régimen de excepción, pero manifiesta dudas sobre la sostenibilidad de sus efectos: “No parece haber un plan estructurado de cara al futuro”.
La diputada Claudia Ortiz, del partido Vamos, dice que durante sus jornadas de trabajo político habitantes de distintas comunidades le han manifestado que sienten una mejora en la seguridad. Aunque considera que esto es positivo, Ortiz vuelve a traer a cuenta las violaciones a los derechos humanos: “Es normal que la gente sienta una tranquilidad al poder salir de su colonia porque el régimen de excepción ha barrido, ¿pero qué es lo que ha guardado bajo la alfombra? Lo que no hace visible es que hay inocentes detenidos, y algunos de esos inocentes no salen con vida”.
Ortiz considera que uno de los principales problemas es que la Fiscalía no investiga quién cometió un delito y tampoco hay jueces independientes que valoren las pruebas. “Lo cómodo y lo fácil es asumir que eso no nos va pasar, pero es importante hacer notar a la sociedad y al mundo que está pendiente de este fenómeno en El Salvador que: ¡Ay de aquel que caiga o que ya cayó en ese margen de error! ¿Por qué? Porque no va haber abogado, no va haber procurador que pueda velar por él, no va haber juez que pueda velar por él, que vea por sus derechos, que vea por su inocencia. Todos los salvadoreños que en este momento están disfrutando de una mayor tranquilidad no van a querer escuchar esa historia porque es incómoda. Saber que mi tranquilidad ha sido lograda con un precio que es inaceptable para cualquier ser humano es chocante”, dice.
El artículo en spoiler.
loaded- Mensajes : 46000
Fecha de inscripción : 20/04/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Buen artículo.
El otro dia lleve a una pareja anciana de argentinos que están deseando esas medidas en Argentina.
El tema de las armas y delincuencia se ha descontrolado allí.
El otro dia lleve a una pareja anciana de argentinos que están deseando esas medidas en Argentina.
El tema de las armas y delincuencia se ha descontrolado allí.
rockero deprimido- Mensajes : 9582
Fecha de inscripción : 09/12/2016
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
loaded escribió:
- Spoiler:
Régimen de Bukele desarticula a las pandillas en El Salvador
Durante las últimas semanas, El Faro ha ido a territorios otrora impenetrables, ha hablado con líderes pandilleros, con víctimas de esos grupos criminales, con policías y representantes de organizaciones no gubernamentales. Todo indica que, luego de diez meses de régimen de excepción, en el que han sido suprimidas garantías constitucionales básicas y se han registrado masivas violaciones a los derechos humanos, el esquema del presidente Nayib Bukele ha conseguido desestructurar a las pandillas en El Salvador, desbaratando su control territorial, su principal vía de financiamiento y su estructura interna.
Ni la Mara Salvatrucha-13, ni las dos facciones del Barrio 18 -Sureños y Revolucionarios-, ni otras pandillas menores, como la Mao-Mao, La Mirada Locos o CODEMAR, operan más en las calles de El Salvador de la forma en que lo hicieron por décadas. Tras diez meses de régimen de excepción, en el que han sido suprimidas garantías constitucionales, el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha desestructurado a las pandillas de El Salvador, socavando su control territorial, su principal vía de financiamiento y su estructura jerárquica. El Faro habló con un veterano líder pandillero, ahora en huida fuera del país; visitó 14 comunidades que solían vivir bajo control pandillero en las zonas occidental, central y oriental del territorio; recorrió el Centro capitalino, circulando por las fronteras criminales controladas durante décadas por pandillas; habló con empresarios de distintos niveles sometidos por años al pago de extorsión; con policías, oenegés y políticos de oposición. La conclusión es contundente: las pandillas ya no existen de la manera en que El Salvador las ha padecido.
Un veterano líder pandillero, que escaló hasta los niveles más altos de su estructura criminal, habló con El Faro a condición de que no se revelara su nombre, su pandilla o el país en que vive. Esta persona fue parte de los influyentes círculos que tuvieron conocimiento de las negociaciones que estas organizaciones llevaron a cabo con distintos gobiernos desde 2012 hasta la actual administración.
Ante la pregunta directa: “¿El Gobierno de Bukele destruyó a las pandillas?”, respondió: “Sí, desbarató a las pandillas como las conocías. Si lo que decís es que ya no están cipotes teniendo presencia en los lugares, es cierto. Ya no están. Si lo querés ver de esa manera, así es, desbarató a las pandillas”.
Esta fuente explicó que las estructuras en los territorios se quedaron desconectadas durante esta administración de las cúpulas que las lideraban desde las cárceles. Según él, a diferencia de 2015, cuando el gobierno efemelenista del presidente Salvador Sánchez Cerén lanzó una embestida militar y policial contra las pandillas, en el actual escenario estas organizaciones criminales no contaron con directrices que les permitieran responder y enfrentar el embate del Estado. Según este pandillero, la generalidad de los “soldados” en la calle considera desde hace ya algún tiempo que sus líderes “los vendieron”.
“Es real. Estas estructuras no tienen gerencia. Supuestamente las ranflas (liderazgos nacionales encarcelados en su mayoría) buscaban el bienestar de sus soldados. Ahora no. Nosotros llegamos a la conclusión que no era así, que las ranflas no estaban buscando el bienestar de sus soldados”, asegura y agrega que la concentración de poder en los mandos históricos de las tres principales pandillas jugó en contra de esas estructuras. Tras diez años de negociaciones con gobiernos nacionales, los pandilleros libres dejaron de confiar en sus líderes presos, según la fuente.
“Las ranflas no quisieron dejar a sustitutos, no quisieron. No sé por qué, tal vez con la idea esa de que no querían darle a otro algo que era suyo. La cosa es que no lo hicieron. Estos locos negociaron su propia conveniencia. ¿Qué negociaron (con el Gobierno de Bukele)? No lo sé”, dijo.
Según su lógica, la administración actual consiguió aislar a las cúpulas del resto de la organización, lo que le permitió enfrentarse a estructuras fragmentadas, a cargo de mandos medios sin directrices y sin capacidad de tomar decisiones a nivel nacional.
“El cobro de la renta (extorsión) ya valió madres, habrá todavía quien pague por el mero miedo, como al diablo, al que le tenés miedo de que te castigue, pero nunca lo ves”, agregó. Sin embargo, asegura que todavía quedan pequeñas células pandilleras o individuos que podrían actuar por su cuenta, aunque acepta que en el territorio que él solía controlar quedan apenas “un par de cipotes que andan escondidos y que eran de los más bajos. Mis perros están fuera de ahí. No están ahí”, aseguró.
Ante la falta de una estructura jerárquica a la que responder, él se pregunta sobre sí mismo: “¿Yo soy un delincuente más o soy un pandillero?”. Al terminar la conversación preguntamos si su solicitud de anonimato respondía al temor de que su pandilla actúe en su contra. Su respuesta fue a tono con su discurso “¡N’ombre, si de eso ya no hay, me da miedo que el Gobierno se ponga a buscarme”.
Las pandillas llegaron a El Salvador deportadas desde California a finales de los 80, nutridas por personas que habían huido de la Guerra Civil salvadoreña (1980-1992). Durante la posguerra, poco a poco, esas estructuras prosperaron en este país centroamericano sin estar en el centro de la política de seguridad del Estado. En 2003, durante la administración del arenero Francisco Flores (1999-204), se lanzó el Plan Mano Dura, que ubicó a esos grupos criminales en primer plano. Desde entonces, las pandillas crecieron, al igual que los índices de homicidios del país, que llegaron a su punto más alto cuando en 2015 hubo 103 homicidios por cada 100,000 salvadoreños. Al menos desde 2012, bajo el primer gobierno del FMLN, las pandillas pactaron con los políticos un intercambio: la reducción de homicidios por beneficios carcelarios que les permitieron tomar el control de sus estructuras en las calles. Las negociaciones se dilapidaron paulatinamente por cálculos políticos y las pandillas nunca dejaron de crecer, hasta alcanzar el número de 70,000 miembros activos en un país de 6.5 millones de habitantes. Bukele negoció con las pandillas por primera vez cuando era alcalde de la capital (2015-2018), bajo la bandera del FMLN.
El poder de las pandillas creció durante décadas, extendiéndose a casi todo el territorio salvadoreño, echando raíces en comunidades empobrecidas. Estas estructuras sometieron a miles de comunidades, mediante la fuerza y el terror, a vivir bajo el arbitrio de sus normas, que sintetizaron bajo el lema “ver, oír y callar”. Desobedecer las exigencias de dinero, o violar las draconianas normas de convivencia que imponían solía pagarse con la vida. Además, los habitantes de los territorios bajo control pandillero solían ser víctimas colaterales de la guerra que libraban entre sí. Uno de los más infames ejemplos de su poder ocurrió en junio de 2010, cuando la facción Revolucionarios del Barrio 18 quemó vivas a 17 personas que se conducían en un microbús del transporte público, sólo por el hecho de que esas personas habitaban una comunidad controlada por la Mara Salvatrucha-13.
Durante esta investigación, este periódico constató la ausencia de estos criminales en comunidades donde su poder era férreo y conversó con habitantes, maestros de escuela y directivos comunales que confirman que el control de esas organizaciones ha desaparecido.
Los habitantes de estas comunidades aseguraron a El Faro que el inmenso poder que las pandillas acumularon durante décadas se desvaneció paulatinamente desde el inicio del régimen de excepción en marzo de 2022. La manifestación de ello, aseguran, es palpable: la suspensión de las extorsiones y otros “impuestos” que estas estructuras exigían, como el pago por el derecho a parqueo, venta de inmuebles o adquisición de contratos de televisión por cable.
Algunas personas dijeron que el servicio a domicilio de algunos restaurantes ya está disponible para sus comunidades, así como el servicio de taxis o de aplicaciones de transporte, como Uber, algo impensable durante los últimos años.
Las fronteras que dividían a los territorios controlados por pandillas rivales se desvanecen. Por ejemplo: unas mujeres de Villa de Jesús, en el municipio de Soyapango, relataron cómo se reencontraron con el lago de Ilopango, luego de casi una década sin poder visitarlo, porque la pandilla que controlaba el acceso al lago -la MS-13- amenazaba de muerte a cualquiera que, como ellas, viviera en un lugar controlado por otra pandilla, como en su caso ocurría con la facción Sureños del Barrio 18.
Comunidades divididas durante años por fronteras invisibles comienzan a organizarse para recuperar espacios comunes, canchas o parques, que durante décadas hicieron las veces de marcas fronterizas. Un ejemplo de ello es la colonia Las Cañas, en el municipio de Ilopango: las directivas de ambos lados de la comunidad que eran controladas por pandillas contrarias se juntaron y organizaron un partido de fútbol con jóvenes de ambos lados, como el inicio de un proceso de unificación de la colonia.
Empresarios y pequeños comerciantes que durante años han pagado renta a las pandillas se han librado del yugo de las extorsiones en el último trimestre. El dueño de un restaurante capitalino que pagaba a la facción Revolucionaria del Barrio 18 dejó de pagar la renta desde noviembre de 2022. El dueño de una peluquería en el Centro de San Salvador dejó de tributar a los Centrales Locos Salvatruchos, un programa de la MS-13, desde diciembre pasado. La historia del no pago de la extorsión se repite con el conductor de un camión de una de las principales distribuidoras de productos del país y con un vendedor rutero que cada semana visita negocios de San Marcos, Olocuilta y Santiago Texacuangos, municipios con colonias controladas por pandillas. Las principales gremiales empresariales del país no tienen estadísticas sobre las extorsiones en los últimos meses, pero sus agremiados les reportan que algo está cambiando. “Socios que realizan distribución masiva nos han comentado que han logrado brindar cobertura en colonias y sectores a los que antes no podían ingresar”, respondió la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL).
Incluso personajes públicos que han sido críticos con el régimen de excepción admiten que este acabó con las pandillas. Marvin Reyes fue policía por 20 años, y luego fundador y dirigente del Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP) durante los últimos siete años. Su trabajo, en buena medida, es proteger a policías de abusos de la institución. “Las pandillas, así como las conocíamos, como estructura nacional, ya no existen. Han quedado como un vestigio”, dice. La voz de Reyes es valiosa porque se nutre de reportes de cientos de policías y expolicías agremiados en el MTP y repartidos en todo el país. “ (Las pandillas) se han quedado con un control difuso en algunas partes, apenas unos tentáculos anclados en ciertos puntos”, agrega. Reyes pone como ejemplo el municipio de Santa Tecla, que padeció durante años el control del programa Libertad de la MS-13. “Aún ahí se hacen pasar por repartidores de comida para recoger la extorsión en algunos puntos”, explica.
El dirigente de cientos de policías agremiados asegura que esta situación cambiará por completo las dinámicas estatales y criminales. Para explicar lo primero recuerda que el 23 de diciembre del año pasado fueron despedidos 300 agentes supernumerarios, todos de la Unidad de Protección de Víctimas y Testigos de la Policía. “Desmantelaron la unidad, porque con el régimen que condena a todo mundo ya no necesitan a los testigos como antes”, explica. Reyes reconoce un hecho: “Por el régimen, la gente ha perdido el miedo a denunciar pandilleros”. Sobre las pandillas, es puntual: “se van a convertir en pequeñas mafias”. Sobre Bukele, también lo es: “Con esto se va a poder reelegir hasta que él quiera”.
Un agente policial, miembro del movimiento que dirige Reyes y destacado en Soyapango, respalda lo dicho por su dirigente: “Es cierto, uno ahora ya puede caminar con más tranquilidad porque ya no ve pandilleros en todas las esquinas, pero todavía quedan”. Como ejemplo, mencionó la existencia de una panadería y un bar que son regentados por pandilleros, “pero pandilleros que no tienen tatuajes ni antecedentes”, matizó. “No los capturan porque los jefes se echan la pelota entre ellos de quién tiene la responsabilidad de irlos a traer”, aseguró.
El régimen de excepción fue aprobado por La Asamblea Legislativa, a petición del presidente Bukele, a finales de marzo de 2022, como respuesta a la masacre cometida por la MS-13 ese mismo mes, en el que 87 personas fueron asesinadas. Esta masacre marcó el final del pacto que Bukele mantenía en secreto con las pandillas desde el inicio de la actual administración y que incluyó incluso sacar de prisión a, al menos, un líder histórico de la MS-13 con condena pendiente en El Salvador y petición de extradición por parte de Estados Unidos.
El régimen de excepción implica la pérdida de garantías constitucionales de los ciudadanos: la policía puede detener a cualquier ciudadano sin necesidad de una orden judicial o siquiera de informar las razones de la detención. Además, el plazo de detención provisional ha sido ampliado de 72 horas a 15 días, sin derecho a la defensa. Las comunicaciones también pueden ser intervenidas sin necesidad de una orden judicial. El Régimen de Excepción y sus posteriores diez prórrogas mensuales han sido aprobados por la mayoría oficialista en el Congreso. Durante este periodo han sido capturadas 63,000 personas, según declaraciones gubernamentales, hasta enero de 2023.
Varias organizaciones de Derechos Humanos, como Human Rights Watch o Cristosal, han documentado cientos de detenciones arbitrarias, torturas e incluso muertes violentas mientras las personas estaban bajo custodia del Estado. En diciembre de 2022, estas organizaciones presentaron un informe conjunto que titularon “‘Podemos detener a quien queramos’: Violaciones generalizadas de derechos humanos durante el ‘régimen de excepción’ en El Salvador”. En julio de 2022 -cuatro meses después de aprobado el primer régimen de excepción- las denuncias de habeas corpus habían roto récords históricos, con números que no se registraban desde el fin de la Guerra Civil: desde 1995, la Corte Suprema de Justicia recibía un promedio de 457 amparos al año, pero en esos cuatro meses se acumularon 1,090 recursos por abusos de autoridad y atropellos cometidos por policías y militares.
Todo lo relacionado con el régimen de excepción está cubierto por un manto de opacidad: no existe manera de verificar siquiera el número oficial de detenidos y la única fuente oficial de estas cifras son los tuits de funcionarios públicos. Datos básicos de las detenciones, como edades, lugar de capturas, delitos imputados o pandilla con la que se vincula al detenido, están reservados. Todos los juicios relacionados al régimen han sido declarados bajo reserva total. Sin embargo, este periódico obtuvo los expedientes de 690 detenidos que reflejan la absoluta arbitrariedad en muchas capturas, donde los agentes ponderan la apariencia o proceden bajo criterios tan subjetivos como el “nerviosismo” de la persona detenida.
Pese a las múltiples denuncias por violaciones de derechos humanos, el régimen de excepción goza de la aprobación de alrededor del 80% de los salvadoreños , según distintas encuestas.
Paseo por las ciudades prohibidas
“En esta cancha de fútbol sólo pandilleros estaban”, dijo un habitante de la urbanización Las Margaritas, en el municipio de Soyapango, señalando un campo ubicado en la quinta etapa de ese lugar, en el que varios jóvenes jugaban un acalorado partido esa tarde de enero de 2023.
A pesar de que las personas entrevistadas reconocieron la ausencia de pandilleros en sus barrios, algunos pidieron anonimato para hablar, por temor a que esto solo sea una circunstancia pasajera. Aunque la mayoría de las fuentes decidió identificarse con su nombre y apellido, este periódico optó, cuidando la seguridad de sus fuentes, por identificarlos sólo con su nombre de pila.
Las Margaritas fue durante años un sólido bastión de la MS-13. La cancha que señaló el vecino colinda con otra comunidad en la que ejercía su poder la facción Sureños del Barrio 18 y solía ser un sitio donde las balaceras eran recurrentes.
“Aquí la pandilla te cobraba 20 dólares por cada vehículo y, si no pagabas, te lo robaban; si iba a venir un familiar a visitarte, tenías que pedirle permiso a los bichos y, si tenías un negocio que medio iba sacando la cabeza, tenías que pagarles. Ahora ya no queda ninguno aquí”, dijo.
l Faro visitó este enero algunas de las más emblemáticas colonias del departamento de San Salvador que estuvieron sometidas durante años a un férreo control de las pandillas, como Las Margaritas o Villa de Jesús, también en Soyapango, donde ejercía su poder la facción Sureños del Barrio 18; o Las Palmas, en el municipio de San Salvador, que era controlada por la facción Revolucionarios.
Los habitantes de esas comunidades recordaron relatos violentos donde las estructuras criminales controlaban de forma cruel e inapelable, lo que incluía todo tipo de demandas de dinero por las más cotidianas acciones. Una mujer, miembro de la directiva de Las Palmas, contó que, tras la muerte de su madre, ella y su hermana vendieron a 12,000 dólares la vieja casa familiar que está dentro de la comunidad y se repartieron a partes iguales. Cuando la pandilla se dio cuenta de que habían vendido sin tributarle, la despojaron de su mitad del dinero. “Yo les tuve que dar todo, no disfruté de la herencia de mi madre”, dijo.
La misma mujer relató cómo los vecinos escucharon en silencio las torturas que padeció un joven al que la pandilla exigía revelar el paradero de su padre. “Aquí había que ver, oír y callar”.
Durante la visita de este periódico a esa comunidad, los miembros de la junta directiva se animaron a hacer algo que hace un año era impensable: hablaron abiertamente con periodistas sobre los atropellos de la pandilla, en plena calle y a la luz del día. “Antes le hubiéramos respondido que no sabíamos nada y que no queríamos hablar”, dijo Víctor, presidente de la directiva vecinal.
Los directivos guiaron un recorrido por lo que llaman “la ciudad prohibida”, un sector de la colonia donde los pandilleros tenían una de sus casas destroyer, una especie de casa común que utilizaban para reunirse y torturar víctimas. Aquel lugar está hoy deshabitado y sobre un viejo sofá descansaba una maleta de ropa abandonada.
El Reparto Las Cañas, en el municipio de Ilopango, es una colonia dividida en dos: la parte de arriba era controlada por la MS-13 y la parte de abajo por el Barrio 18. La división era tan radical que la escuela (ubicada en la parte de arriba) tuvo que cerrar algunos cursos, por falta de asistencia de alumnos; y los profesores alquilaron una casa en la parte de abajo para poder dar clases a los niños que no podían subir a la escuela.
El último domingo de enero de 2023, la comunidad organizó un insólito partido de fútbol con jugadores de las dos mitades de la colonia. Pese a vivir en el mismo sitio, los jugadores de uno y otro equipo no se conocían entre sí, y los de la parte de abajo no habían pisado la cancha de arriba. “Hace cinco años cerramos la escuelita de fútbol porque los bichos se subían a esa lomita a dispararnos y los niños ya sabían que al oír un disparo se tenían que tirar al suelo, hasta que los padres ya no los dejaron venir a entrenar”, contó don Francisco, quien solía ser el entrenador de aquellos niños.
Escenarios similares relataron los vecinos de las colonias San Julián, La Playa y Las Atarrayas, en el municipio de Acajutla, en el occidental departamento de Sonsonate. “¡N’ombre!, aquí usted no hubiera podido llegar, allá lo hubieran parado los cipotes”, dijo Ana, dueña de una tienda en la colonia San Julián, señalando un poste eléctrico a dos cuadras de su casa. A partir de ese punto, toda persona que quisiera ingresar debía contar con la aprobación de los pandilleros. Todo el municipio estaba controlado por la MS-13, y sus pobladores relatan escenarios de atropellos similares a los narrados por los vecinos de las colonias de San Salvador.
“Se siente una gran tranquilidad, pero nosotros pensamos que, si dejan salir a esa gente (de las cárceles), aquí va a correr la sangre”, dijo una señora, dueña de un pequeño restaurante a orillas de la playa, que aseguró que todos los pandilleros de su sector fueron capturados o huyeron, pero que teme que la situación pueda revertirse.
En Nahuizalco, siempre en el departamento de Sonsonate, convergían las tres principales pandillas y el parque central era un potencial campo de batalla. Sentado en medio de ese parque, un hombre narró cómo el funeral de un pariente terminó en tragedia: el cementerio está ubicado en una zona que era controlada por la MS-13. Debido a que él y su familia vivían en una zona controlada por pandillas rivales, recibieron una lluvia de plomo en medio del sepelio. Su hermano terminó con un pulmón perforado y un niño perdió un ojo. Ahora dice haber notado la llegada de turistas al parque en el que hablamos.
En el oriental departamento de San Miguel, al otro extremo de El Salvador, se encuentran las colonias La Presita y la Panamericana, otrora controladas por La Mirada Locos y la MS-13. Al final de la colonia La Presita hay un predio que colinda con un barranco, que sirve de cuenca para el río Grande. Ese predio solía ser un basurero, en cuyas márgenes se reunía la pandilla cada noche. Don Requeno era vecino de aquel basurero. “Aquí, de noche, todo mundo se encerraba en su casa y nadie quería enterarse de nada”, dijo. Don Requeno, ante la ausencia de pandilleros, juntó a un grupo de 40 ancianos como él. Se organizaron en cuadrillas para limpiar el basurero durante estos últimos meses, cada martes y domingo. Don Requeno y sus aliados están pensando en hacer un parque para los niños de la comunidad.
El mismo alivio se respira en la colonia Panamericana, donde fue fundado uno de los programas más fuertes de la MS-13: Sailors Locos Salvatrucha. Los habitantes de esa colonia aseguran que la pandilla ha desaparecido. Un albañil contó que abandonó trabajos con salarios que él consideraba jugosos porque implicaban ir a lugares controlados por pandillas contrarias. “El mayor cambio es que hoy se puede trabajar en todas partes”, dijo.
En el departamento de Santa Ana, en las cercanías del estadio Óscar Alberto Quiteño, está la comunidad Emmanuel, que durante años estuvo bajo control de la MS-13. Por vivir en esa comunidad, 480 familias no podían visitar lugares aledaños controlados por otras pandillas. “Estamos contentos porque podemos salir a donde quiera. Por la inseguridad nosotros no podíamos ir a El Congo ni al Bordo de La Laguna. Ahora ya podemos visitarlos, teníamos años de no poder visitarlos”, dijo Margarita. A la comunidad ahora entran vendedores. “Antes no podían entrar, porque tenían que colaborarles a ellos (pandilleros). Ahora cualquiera entra”, comenta Herminia, una comerciante.
El Faro también visitó la colonia 10 de Octubre, la colonia Santa María y El Cenizal, en el municipio de San Marcos, lugares que estuvieron bajo el control de la MS-13. “Aquí está calmado, te podés meter a los polígonos y no te va pasar nada porque a los chamacos que molestaban aquí al inicio del régimen se los llevaron”, dijo Antonio. En la Santa María, una colonia de pasajes estrechos, algunos polvosos, tampoco hay presencia de pandilleros. “El año pasado aquí nos pusieron (robaron) una vez”, contó un vendedor de productos varios en San Marcos. “Ahora está tranquilo, no te abatás”, dijo tras estacionarse bajo la sombra de un almendro y bajar para ofrecer sus productos.
En la mayoría de comunidades visitadas surgieron quejas de detenciones y abusos de militares y policías a personas que no tenían vínculo con pandillas. Un muchacho, habitante de la comunidad Villa de Jesús, en Soyapango, contó su experiencia: “Yo venía llegando de trabajar y un soldado me dijo: ´parate ahí pues hijueputa’, me dio una gran patada y se fue. ¿Y eso qué es?”.
El Centro capitalino: se desmonta el laberinto
Al menos hasta 2015, la Alcaldía capitalina registraba en el Centro unos 40,000 vendedores, entre formales e informales, y alrededor de 1 millón 200 mil personas que transitaban a diario esas 250 cuadras entre 5:30 de la mañana y 7 de la noche. Esos vendedores caminaban por pedazos del Centro, por aquellos que no fueran gobernados por una pandilla diferente. Las divisiones eran tajantes: una calle dividía el área sometida por una pandilla de la otra: Vendedores de comida que no podían vender un plato diez metros más allá de donde preparaban el almuerzo. El exalcalde arenero de la capital, Norman Quijano (2009-2015), reconoció que tuvo que cancelar visitas a comunidades del Centro, suspender proyectos de mercados e incluso la recolección de la basura cuando recibió información de que alguna pandilla estaba molesta.
“Yo tenía años de no caminar por la tercera (calle Oriente). Todavía ella me regaña cuando sabe que me he ido por ahí”, dijo este 23 de enero un vendedor de la zona del mercado Tinetti, en las profundidades del Centro de San Salvador, mientras señalaba a su pareja. Cuando se le preguntó por qué, respondió con entonación de obviedad: “Porque esa era zona de los Centrales Locos que vienen de la San Judas y de Valle Verde. Me pelaban si me veían pasar”.
El vendedor y su mujer han vendido desde hace décadas en la zona controlada por una de las más grandes canchas de la pandilla Barrio 18 Revolucionarios, Raza Parque Libertad, que delinquían desde el corazón del Centro, en los alrededores de la plaza Libertad, hasta la periferia en la Tiendona. Ni el vendedor ni su mujer han sido nunca pandilleros, pero el hecho de comerciar y vivir en esa área les ha puesto en la mira de la MS-13 desde inicios de este siglo.
Lo anterior no era la excepción, sino la norma del Centro. Esta zona ha sido por décadas un laberinto controlado por un programa de la MS-13, Centrales Locos, una cancha del Barrio 18 Revolucionarios, y el influjo de un barrio controlado por la 18 Sureños en la periferia: el barrio Lourdes.
Al preguntar a ambos si esa división se acabó, respondieron que no del todo. “Siguen algunos ahí”, dijo él. Señaló en una dirección: “Dos cuadras allá están vendiendo droga a toda hora. Son ellos, que pasan en moto. $6 el toque de cocaína; $5, el de marihuana, todo el día. Los líderes se han ido a Estados Unidos, México, Guatemala o el régimen se los llevó, pero aún quedan unos ocho cipotes de la zona del Tinetti, entre 11 y 22 años, todos armados, que reportan a esos líderes por teléfono y mueven la droga. Aún hay ojos que vigilan”.
Cinco cuadras más arriba, justo en la frontera entre la MS-13 y los revolucionarios, alrededor del Teatro Nacional, otro vendedor aceptó hablar: “Se han llevado a todos de las dos pandillas. Aquí, que yo te pueda decir, solo queda vendiendo la mujer de uno de los líderes. Por lo demás, ni parientes. Venían (soldados y policías) con listas en mano, a agarrar directo a la gente. Pues sí, si todos sabemos quiénes son”.
El Centro es claro ejemplo del reto que implica reconstruir la confianza ciudadana tras años de sometimiento criminal. Los tres vendedores mencionados arriba aceptaron hablar solo bajo anonimato. Cinco vendedores más que fueron consultados y un policía que patrullaba el Centro prefirieron no mencionar el tema.
“Es que yo creo que tarde o temprano van a salir (los pandilleros), y nosotros vamos a pagar el pato. Ellos van a decir: ‘ustedes nos denunciaron y aquello va a ser una matazón’”, dijo el vendedor de la zona del mercado Tinetti.
“Desde noviembre no pago renta”
“En octubre pagué renta, pero a principios de noviembre aquí en la zona anduvieron unos detectives entrevistando a gerentes y dueños de varios negocios. Me preguntaron si pagaba renta y les dije que sí. Ellos querían saber a quiénes les pagaba, pero les dije que no sabía porque es la verdad. Yo no sé quién se queda con esa plata. Después de que los detectives anduvieron aquí en la zona, los muchachos ya no vinieron ni me han llamado para exigir la cuota. En noviembre ya no pagué la renta”, contó este enero el dueño de un restaurante capitalino.
Él pagaba 275 dólares mensuales desde 2015, cuando abrió su negocio en una zona controlada por la facción Revolucionaria del Barrio 18. “Me llamaban el 20 de cada mes y yo tenía un empleado de confianza que se encargaba de los pagos, pero ni en diciembre ni en enero llamaron. Lo que no te podría decir es si esto es definitivo o temporal”, dijo este agremiado en la Asociación de Restaurantes de El Salvador (ARES), quien también pidió anonimato.
El Faro entrevistó además al dueño de una peluquería en el Centro Histórico de San Salvador, a un empleado de una de las grandes distribuidoras de productos en el Área Metropolitana, a un vendedor rutero, un empresario con distribución nacional y al director ejecutivo de una gremial de transporte público. Cuatro de ellos pidieron anonimato. Los primeros tres dijeron que han dejado de pagar extorsión en distintas fechas del último trimestre, mientras que el transportista matizó de forma escueta que “han disminuido bastante”. El empresario dijo que aún paga en zonas del interior.
“Por ponerle un ejemplo: la ruta 29 pagaba 12,000 dólares mensuales por 100 buses; la ruta 41A pagaba 3,000 mensuales, pero solo eran 30 buses. Le podría decir que las extorsiones se han reducido a un 95 %. Aquí, en el Área Metropolitana, ha sido más golpeado. Hoy, si yo tengo problemas en Las Margaritas, denuncio y el Gobierno se toma Las Margaritas y los zarandean. Los pandilleros ya no se atreven a llamarlo a uno”, dijo Juan Pablo Álvarez, el director de Rutas Unidas Salvadoreñas, gremial que tiene cinco mil unidades de transporte público a nivel nacional.
Los transportistas pagaban 34 millones de dólares al año a los extorsionistas, según un estudio que realizó la Mesa Nacional de Transporte en 2015. Cuando los empresarios se negaban a pagar, sus empleados sufrían las consecuencias. En el año en que realizaron el estudio, 95 trabajadores del sector transporte fueron asesinados.
Según Álvarez, el régimen de excepción ha logrado una reducción de las extorsiones en la capital, pero el problema no ha desaparecido en zonas rurales: “Entre Armenia y San Juan Opico hay problemitas. En oriente, Usulután; la zona de Jiquilisco y La Unión cabecera departamental, la gente todavía se resiente. Aquí, en el límite entre Sonsonate y La Libertad, por donde están haciendo el paso a desnivel, todavía hay problemas, hay sujetos que salen con armas. En los departamentos, la reducción de las extorsiones ha sido de un 70 %”.
El Faro también consultó con uno de los grandes empresarios que distribuye alimentos a nivel nacional. “Nunca hemos dejado de pagar, nuestras empresas están en los 262 municipios y la baja solo ha sido en la parte céntrica de la capital y Santa Tecla. En la capital y lugares de interés del Gobierno ha mejorado la situación; en lo demás, todo sigue igual”. El empresario dijo que hay lugares donde las pandillas han sido golpeadas, pero a nivel nacional aún quedan grupos. “Claro que hay pandilleros”, respondió.
La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL) dijo que no tiene cifras sobre la reducción o aumento de las extorsiones: “Hemos recibido comentarios de socios de diferentes puntos del país que nos indican mejoras en el tema de seguridad. Este no puede ser un dato concluyente, ya que no hay un sondeo formal”. La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) respondió que no tiene cifras, pero que en sus planes está hacer un estudio sobre el impacto del régimen en las actividades económicas de sus agremiados.
El último estudio oficial que intentó medir el impacto de la violencia de las pandillas en la economía data de hace siete años. En 2016, el Banco Central de Reserva (BCR) estimó que la violencia de las pandillas costaba a El Salvador 4,000 millones de dólares. Ese año, El Faro y The New York Times hicieron una investigación conjunta, basada en escuchas telefónicas de líderes pandilleros, que determinó que los ingresos anuales de la MS-13 rondaban los $31.2 millones, principalmente de extorsiones.
El dueño de una peluquería en el Centro Histórico de San Salvador contó que abrió su negocio hace 14 años y desde entonces pagaba 20 dólares semanales al programa Centrales Locos Salvatrucha. “Desde que comenzó el Régimen (de Excepción) se han llevado a un vergo de mara: vendedores, bulteros que vos los veías bien tranquilos y hasta vigilantes. En diciembre ya no pagué ni me vinieron a pedir aguinaldo”. La entrevista con el peluquero se realizó el 18 de enero y en lo que iba de ese mes la pandilla tampoco le había cobrado la cuota acostumbrada.
El 27 de enero de 2023, El Faro acompañó al vendedor de una empresa distribuidora de productos en una ruta que incluye colonias históricamente controladas por las pandillas. El vendedor comenzó su recorrido en la colonia 10 de Octubre de San Marcos, un territorio controlado durante años por la MS-13. Eran las siete y media de la mañana. En la entrada principal de la colonia estaban siete camiones y un microbús blanco que se alistaban para el recorrido: Coca Cola, Gas Tomsa, agua Cristal, otro de jugos, otro de golosinas, otro de productos varios. “Hoy ya logran entrar. Hace tres o cuatro años aquí no podías llegar, solo las empresas que pagaban extorsión podían mandar vendedores”.
Lo que el vendedor dice coincide con algunos reportes que CAMARASAL ha recibido de sus socios: “Tenemos comentarios de empresas socias que indican que sí se ha recuperado el acceso a ciertos puntos que eran delicados en cuanto a seguridad. Socios que realizan distribución masiva nos han comentado que han logrado brindar cobertura en colonias y sectores a los que antes no podían ingresar. Situación similar reportan las empresas que se dedican al delivery de alimentos”.
El 21 de enero pasado, Pizza Hut envió a sus repartidores a Las Campaneras, Las Margaritas y Cucumacayán, en Soyapango, para anunciar el inicio del servicio de comida rápida. El Faro preguntó a la empresa si esa decisión era por los resultados del Régimen de Excepción, pero respondieron con un escueto comunicado: “estamos evaluando constantemente las oportunidades de ampliar nuestras zonas de cobertura para llegar a más familias”.
Las dudas que se abren
Voces críticas con el Gobierno de Bukele admiten, con matices, que los resultados del régimen son tangibles entre la población y sitúan la discusión en el futuro: ¿En qué mutarán estas organizaciones? ¿Qué tan sostenible en el tiempo son los logros de una política de represión?
Zaira Navas, exinspectora general de la Policía y ahora coordinadora de la oenegé Cristosal en el análisis del régimen de excepción, plantea una pregunta: “¿Dónde están (los pandilleros)? Esa es la pregunta que tengo yo”. La respuesta oficial del Gobierno es que los pandilleros que quedan libres están ocultos o han huido del país. Navas insiste: “Las investigaciones que tenemos en curso nos hacen tener una percepción preliminar de que el porcentaje de pandilleros capturados durante el régimen no llega ni al 30 %, y que el resto, la mayoría, son civiles. Las personas que han estado dentro de las cárceles y han conseguido salir no alcanzan ni el 30 %. ¿En este momento no sería la mejor propaganda gubernamental presentarnos a los miembros de las ranflas nacionales? No están haciendo eso”.
La representante de Cristosal se reserva el derecho de dudar si el país está frente a la erradicación de las pandillas o a otra mutación de estas estructuras.
Verónica Reyna, directora de Derechos Humanos del Servicio Social Pasionista, institución que desde hace años tiene presencia en sectores afectados por las pandillas, no duda de los efectos del régimen: “Sí, creo que las pandillas están desarticuladas y debilitadas en su accionar”. Sin embargo, expresa preocupación por la degradación de los derechos humanos y del estado de derecho que han aparejado esa medida: “La pregunta obvia, luego de encerrar a los pandilleros, ¿qué se hará con toda esa gente detenida? ¿Se esperará a que vayan muriendo en encierro y ya?”.
Representantes de los principales partidos de oposición -FMLN y ARENA- coinciden en dudar de la sostenibilidad de los efectos del régimen de excepción. El jefe de fracción del partido de derecha, ARENA, René Portillo Cuadra, concede al Gobierno haber dado un golpe rotundo a las pandillas: “La percepción que ustedes recogieron es la de todos, que se puede circular por comunidades que fueron controladas por las pandillas y que se percibe tranquilidad en los lugares públicos. Es notorio y evidente, e independientemente de si estamos de acuerdo con la visión del presidente, eso es inobjetable. Las pandillas parecen estar desmanteladas”. Portillo Cuadra centra sus preocupaciones en el costo de ese logro: “La pregunta es a qué precio. Ahí viene uno de los efectos del régimen, que es tan importante como la tranquilidad de los salvadoreños: hay un desmantelamiento del estado de derecho, de la presunción de inocencia, del derecho a la legítima defensa y la independencia de poderes. Se desmanteló que las personas pudieran someterse a un juicio justo. Ahora las instituciones que investigan y sancionan delitos no están a la orden de la Constitución y la ley, sino a la orden de una sola persona”.
La diputada Anabel Belloso, del izquierdista FMLN, cree que “es muy prematuro, dado el nivel de desarrollo que había alcanzado este problema a lo largo de los años, que ya demos por hecho que eso se acabó”, dice. Sin embargo, reconoce que la población se siente más segura luego de diez meses del régimen de excepción, pero manifiesta dudas sobre la sostenibilidad de sus efectos: “No parece haber un plan estructurado de cara al futuro”.
La diputada Claudia Ortiz, del partido Vamos, dice que durante sus jornadas de trabajo político habitantes de distintas comunidades le han manifestado que sienten una mejora en la seguridad. Aunque considera que esto es positivo, Ortiz vuelve a traer a cuenta las violaciones a los derechos humanos: “Es normal que la gente sienta una tranquilidad al poder salir de su colonia porque el régimen de excepción ha barrido, ¿pero qué es lo que ha guardado bajo la alfombra? Lo que no hace visible es que hay inocentes detenidos, y algunos de esos inocentes no salen con vida”.
Ortiz considera que uno de los principales problemas es que la Fiscalía no investiga quién cometió un delito y tampoco hay jueces independientes que valoren las pruebas. “Lo cómodo y lo fácil es asumir que eso no nos va pasar, pero es importante hacer notar a la sociedad y al mundo que está pendiente de este fenómeno en El Salvador que: ¡Ay de aquel que caiga o que ya cayó en ese margen de error! ¿Por qué? Porque no va haber abogado, no va haber procurador que pueda velar por él, no va haber juez que pueda velar por él, que vea por sus derechos, que vea por su inocencia. Todos los salvadoreños que en este momento están disfrutando de una mayor tranquilidad no van a querer escuchar esa historia porque es incómoda. Saber que mi tranquilidad ha sido lograda con un precio que es inaceptable para cualquier ser humano es chocante”, dice.
El artículo en spoiler.
Interesante, gracias. Luego lo termino. El Salvador es un país del que guardo muy buenos recuerdos porque estuve trabajando hace más de 20 años, pero seria pretencioso por mi parte decir que conozco la realidad que allí viven. Ya era un pais inseguro en aquel entonces pero por lo que leo la violencia en las calles se había incrementado notablemente. Lo que cuenta el articulo respecto al control que ejercía la mara es tremendo. Eran mafias que asesinaban por capricho, extorsionaban a sus habitantes. Era o es un estado donde impera el terror. No estamos hablando de un problema de simple delincuencia. Con estos condicionantes es muy difícil construir una sociedad justa y que progrese. Nada de lo que inviertas en educación servirá. Veremos como prosigue y acaba esto porque el método es efectista pero tiene importantes lagunas en cuanto a derechos humanos, por decirlo de una manera laxa. El fin puede ser loable, seguro que la mayoría de la población salvadoreña aprueba esta medida de momento, pero ya sabemos como acaban estas cosas.
Pendejo- Mensajes : 50011
Fecha de inscripción : 28/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
¿Veis como el fascismo mola que te cagas?
Xavi Catalán- Mensajes : 2335
Fecha de inscripción : 28/12/2022
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Hoy día todo es fascismo.
Dani- Mensajes : 44198
Fecha de inscripción : 12/08/2010
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Dani escribió:Hoy día todo es fascismo.
- Spoiler:
José María Answer- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 21/04/2023
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
El fascismo nunca puede molar.Xavi Catalán escribió:¿Veis como el fascismo mola que te cagas?
Cantoná- Mensajes : 22505
Fecha de inscripción : 23/10/2017
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Joder, igual esto siJosé María Answer escribió:Dani escribió:Hoy día todo es fascismo.
- Spoiler:
Dani- Mensajes : 44198
Fecha de inscripción : 12/08/2010
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
FASCISMO DEL WENO!
locovereas- Mensajes : 33247
Fecha de inscripción : 26/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Pues si tanto os mola el fáscismo, idos a Ucraina. O a El Salvador. O a cualquier sitio que no sea una aldea de Guipuzkoa con alcalde de Bildu.
uno cualquiera- Mensajes : 34990
Fecha de inscripción : 14/10/2011
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Que tendrá que ver Bildu con este tema.
Bueno, me quedo con aportaciones como la de Loaded para entender el problema
Bueno, me quedo con aportaciones como la de Loaded para entender el problema
Pendejo- Mensajes : 50011
Fecha de inscripción : 28/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Es que es complicado de cojones. El fascismo ha ganado resultando en una mejora evidente de la vida de la gran mayoría de los salvadoreños.
Pero no deja de ser fascismo con sus muchísimos daños colaterales.
Ahora ve a El Salvador y diles que apoyan el fascismo, a ver qué te contestan.
Pero no deja de ser fascismo con sus muchísimos daños colaterales.
Ahora ve a El Salvador y diles que apoyan el fascismo, a ver qué te contestan.
Infernu- Mensajes : 56568
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
¿Sabéis que estáis utilizando el término "fascismo" terriblemente mal, no?
rockero deprimido- Mensajes : 9582
Fecha de inscripción : 09/12/2016
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Que este señor va a perpetuarse en el poder lo sabemos todos.
Koikila- Mensajes : 46193
Fecha de inscripción : 29/07/2009
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
rockero deprimido escribió:¿Sabéis que estáis utilizando el término "fascismo" terriblemente mal, no?
Detener de forma arbitraria, sin pruebas delito y sin garantías de ningún tipo tiene un nombre
Ahora, que tú estés de acuerdo con eso pero te de SIDA estar de acuerdo con una medida fascista es otro tema
Xavi Catalán- Mensajes : 2335
Fecha de inscripción : 28/12/2022
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Impecable.Xavi Catalán escribió:rockero deprimido escribió:¿Sabéis que estáis utilizando el término "fascismo" terriblemente mal, no?
Detener de forma arbitraria, sin pruebas delito y sin garantías de ningún tipo tiene un nombre
Ahora, que tú estés de acuerdo con eso pero te de SIDA estar de acuerdo con una medida fascista es otro tema
Infernu- Mensajes : 56568
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Fascismo por los hechos es que te roben o te violen y te tengas que callar
butanero- Mensajes : 5422
Fecha de inscripción : 10/07/2013
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
locovereas escribió:FASCISMO DEL WENO!
wakam- Mensajes : 81311
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
A mi me gusta su política monetaria. Incluso me no me vendría mal vivir allí.Infernu escribió:Impecable.Xavi Catalán escribió:rockero deprimido escribió:¿Sabéis que estáis utilizando el término "fascismo" terriblemente mal, no?
Detener de forma arbitraria, sin pruebas delito y sin garantías de ningún tipo tiene un nombre
Ahora, que tú estés de acuerdo con eso pero te de SIDA estar de acuerdo con una medida fascista es otro tema
Chuuuurfin y pupusas everyday.
-Aunque echaría de menos ésto.
No vosotros, que también, sino lo bien que se vive aquí-.
Peeero lo que no me gusta es el aliento del president...
Cantoná- Mensajes : 22505
Fecha de inscripción : 23/10/2017
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Puedes elevar un poquito el tono del debate.butanero escribió:Fascismo por los hechos es que te roben o te violen y te tengas que callar
Infernu- Mensajes : 56568
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Koikila escribió:Que este señor va a perpetuarse en el poder lo sabemos todos.
wakam- Mensajes : 81311
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Koikila escribió:Que este señor va a perpetuarse en el poder lo sabemos todos.
Como he puesto, el medio del artículo en cuestión ya ha tenido que largarse a Costa Rica ante las presiones de Bukele.
Y estoy de acuerdo con lo que dices, ya veremos qué hace en las siguientes elecciones.
Aquí la despedida de El Faro:
Durante 25 años, El Faro ha operado administrativamente bajo la propiedad de la empresa salvadoreña Trípode, S.A. de C.V., con la que nació. Un cuarto de siglo después, cerramos esta etapa. El Faro se cambia de casa.
Desde el 1 de abril de este año, El Faro es administrado por la Fundación Periódica, en San José, Costa Rica. Nuestra redacción seguirá en San Salvador y seguiremos haciendo periodismo en El Salvador. Pero nuestra operación administrativa y legal ya no. Ahora somos un periódico centroamericano con sede en San José. Es la culminación de un proceso que emprendimos hace unos meses ante la falta de condiciones para seguir operando en El Salvador.
El desmantelamiento de nuestra democracia, la falta de controles al ejercicio del poder de un pequeño grupo, los ataques a la libertad de prensa y el cierre de todo mecanismo de transparencia y rendición de cuentas en El Salvador amenazan seriamente el derecho ciudadano a estar informado, más allá de los cuantiosos recursos públicos destinados hoy a diseminar propaganda y noticias falsas.
Durante la administración Bukele, El Faro y sus empleados hemos sido objeto de campañas de deslegitimación y difamación originadas en Casa Presidencial; hemos enfrentado seguimientos físicos y amenazas; espionaje con Pegasus; acoso a anunciantes y difamaciones de funcionarios y diputados del partido oficial. Pero, sobre todo, hemos enfrentado múltiples auditorías del Ministerio de Hacienda, con acusaciones fabricadas a las que seguimos respondiendo y apelando en todas las instancias administrativas y judiciales correspondientes, a pesar de saber que en El Salvador ya no hay división de poderes; el presidente incluso utilizó una cadena nacional de radio y televisión para falsamente acusarnos de lavado de dinero.
Antes siquiera de que conociéramos la utilización generalizada de Pegasus para interceptar nuestros teléfonos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos decidió en febrero de 2021 otorgar medidas cautelares a 34 miembros de El Faro.
¿Qué posibilidades de defensa hay cuando el presidente que acusa sin pruebas controla todo el aparato judicial y los tres poderes del Estado?
En abril de 2022, la Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada también por el régimen, aprobó una ley que amenaza con prisión a quienes publiquen materiales relacionados con pandillas, intentando así que dejemos de publicar información sobre las negociaciones secretas entre Bukele y los líderes de las tres principales pandillas, en las que el gobierno, entre otras cosas, se comprometió a no extraditarlos hacia Estados Unidos a cambio de que bajaran las tasas de homicidios y apoyaran la elección de diputados de Nuevas Ideas en las legislativas de 2021.
El Salvador lleva más de un año bajo régimen de excepción, en el que las principales garantías de los ciudadanos han sido eliminadas “provisionalmente” y el sistema judicial está también bajo control del mismo grupo en el poder.
La criminalización del periodismo es, lamentablemente, cada vez más utilizada por los gobiernos de la región, paralelamente a la acumulación de poder y el debilitamiento de las instituciones democráticas y los movimientos civiles. Los autócratas no toleran otras narrativas.
En Guatemala, una docena de periodistas enfrentan procesos judiciales y el presidente de elPeriódico, un medio que ha denunciado graves casos de corrupción en la actual administración, fue encarcelado, acusado de lavado de dinero en un proceso lleno de irregularidades. Los ataques contra la prensa se han intensificado desde que poderosos grupos políticos, económicos y militares se hicieron del control del aparato judicial.
Honduras ocupa el lugar más bajo de la región en el índice de libertad de prensa y la llegada de un nuevo gobierno no ha supuesto grandes cambios para el ejercicio periodístico. Siguiendo los patrones de El Salvador, la presidenta Xiomara Castro ha decretado también estado de excepción; y ha debilitado el mecanismo de protección a periodistas en riesgo.
Nicaragua presenta el caso más perverso. La dictadura de Ortega ha cerrado todos los medios de comunicación que le son críticos y hoy es el único país del continente que no cuenta con un periódico impreso. Una docena de periodistas y trabajadores de medios han sido despojados de su ciudadanía y más de doscientos periodistas intentan hoy informar desde el exilio.
Desde 2019, el salvadoreño se ha unido a esa desafortunada lista de gobiernos que ven un enemigo en el periodismo crítico y han eliminado contrapesos para actuar impunemente. En El Salvador ya no hay derecho a la legítima defensa ni leyes que se hagan valer por encima de la voluntad de funcionarios.
Por eso decidimos sacar El Faro de El Salvador y mudarnos a Costa Rica, un país centroamericano en el que aún hay división de poderes, derecho a la legítima defensa y respeto al estado de derecho.
Es decir, hacemos un movimiento que protege administrativamente al periódico, que ha sido todo este tiempo la primera línea de ataque de un régimen obsesionado con ocultar sus negociaciones debajo de la mesa, su corrupción y su manejo arbitrario de las cuentas públicas.
Sacamos a El Faro pero nuestra redacción seguirá haciendo periodismo en El Salvador. No dejaremos de informar sobre el país que está en el centro de nuestra cobertura.
Nuestro periodismo, pues, no se va a ningún lado. La mudanza es justamente para continuar haciéndolo de manera independiente y crítica, menos vulnerables a las arbitrariedades del régimen. Nos vamos para quedarnos.
La mudanza es también una oportunidad de dar otro paso en nuestra aspiración regional, ratificada hace más de 15 años en nuestra propuesta editorial central:
Con vocación centroamericanista y universal, denunciamos la violencia, la pobreza, la inequidad, la censura y las diversas formas de corrupción, abuso o impunidad.
El Faro es un periódico centroamericano, ahora con sede en San José.
En aquel documento expresamos también el sentido de nuestro trabajo, como contribución a la construcción de una mejor Centroamérica. Hoy, más que nunca en nuestros 25 años de historia, los elementos que definen ese anhelo están siendo amenazados.
Los reivindicamos:
Queremos una Centroamérica en paz y más democrática, cimentada en el intercambio de ideas, la inclusión, la justicia, la rendición de cuentas, la igualdad de oportunidades, y la creatividad.
Y en consecuencia proveemos a nuestros lectores herramientas intelectuales para la conformación de una mejor sociedad.
Eso queremos.
Última edición por loaded el Jue 11 Mayo 2023 - 8:02, editado 1 vez
loaded- Mensajes : 46000
Fecha de inscripción : 20/04/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Infernu escribió:Puedes elevar un poquito el tono del debate.butanero escribió:Fascismo por los hechos es que te roben o te violen y te tengas que callar
FASCISMO POR LOS HECHOS ES QUE TE ROBEN O TE VIOLEN Y TE TENGAS QUE CALLAR
butanero- Mensajes : 5422
Fecha de inscripción : 10/07/2013
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
butanero escribió:Infernu escribió:Puedes elevar un poquito el tono del debate.butanero escribió:Fascismo por los hechos es que te roben o te violen y te tengas que callar
FASCISMO POR LOS HECHOS ES QUE TE ROBEN O TE VIOLEN Y TE TENGAS QUE CALLAR
Infernu- Mensajes : 56568
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Infernu escribió:Impecable.Xavi Catalán escribió:rockero deprimido escribió:¿Sabéis que estáis utilizando el término "fascismo" terriblemente mal, no?
Detener de forma arbitraria, sin pruebas delito y sin garantías de ningún tipo tiene un nombre
Ahora, que tú estés de acuerdo con eso pero te de SIDA estar de acuerdo con una medida fascista es otro tema
No, tiene muchos nombres. Pasa en cualquier tipo de régimen dictatorial, fascista, comunista o de cualquier otro "ismo".
pinballwizard- Mensajes : 3068
Fecha de inscripción : 05/03/2018
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Claro y los métodos que usará contra la oposicion tambien. Los que está usando ahora con su cruzada contra la delincuencia.Koikila escribió:Que este señor va a perpetuarse en el poder lo sabemos todos.
pantxo- Mensajes : 50140
Fecha de inscripción : 22/09/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Aqui explica los claroscuros de Bukele
Pendejo- Mensajes : 50011
Fecha de inscripción : 28/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Se parece a juan luis guerra.
Godofredo- Mensajes : 145725
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Y cuando lo haces desde el populismo ultraderechista, como es el caso, un nombre válido es fascista.pinballwizard escribió:Infernu escribió:Impecable.Xavi Catalán escribió:rockero deprimido escribió:¿Sabéis que estáis utilizando el término "fascismo" terriblemente mal, no?
Detener de forma arbitraria, sin pruebas delito y sin garantías de ningún tipo tiene un nombre
Ahora, que tú estés de acuerdo con eso pero te de SIDA estar de acuerdo con una medida fascista es otro tema
No, tiene muchos nombres. Pasa en cualquier tipo de régimen dictatorial, fascista, comunista o de cualquier otro "ismo".
Apocalypse Dude- Mensajes : 10629
Fecha de inscripción : 17/03/2018
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
El presidente mejor valorado en LATAM y con el apoyo por mayoría del pueblo salvadoreño, así es que queda Bukele para rato. Igualito es viajar al El Salvador ahora que hace tiempo atrás.
Twin Peaks- Mensajes : 2054
Fecha de inscripción : 15/11/2016
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Si, hace poco leí un colombiano lleno de tatus que había ido al Salvador y se había pasado un año en el maco por la face... Dan ganas de ir, siTwin Peaks escribió:El presidente mejor valorado en LATAM y con el apoyo por mayoría del pueblo salvadoreño, así es que queda Bukele para rato. Igualito es viajar al El Salvador ahora que hace tiempo atrás.
Apocalypse Dude- Mensajes : 10629
Fecha de inscripción : 17/03/2018
Re: Lo de El Salvador y su solución final contra las maras
Este video muestra una realidad mas oscura.
Pendejo- Mensajes : 50011
Fecha de inscripción : 28/03/2008
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